1.- Bol.N° 17923-10 Aprueba el Acuerdo entre la República de Chile y la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) en relación con el otorgamiento del carácter de Estado Miembro asociado del CERN, suscrito en Ginebra, Suiza, el 16 de mayo de 2025.
2.- Bol.N° 17924-10 Aprueba el Protocolo sobre los privilegios e inmunidades de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), adoptado en Ginebra, Suiza, el 18 de marzo de 2004 y suscrito por Chile el 16 de mayo de 2025.
A esta sesión fueron especialmente invitados el Ministro de Relaciones Exteriores, señor Alberto Van Klaveren, y el Ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación señor Aldo Valle.
3.- Análisis de la situación internacional: Estados Unidos, conflicto de Gaza y guerra de Ucrania.
Vista pública limitada
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En nombre de Dios y la patria, se abre la sesión.
Señor Presidente, hay cuenta. Corresponde informar a la Comisión de los siguientes asuntos: un oficio de la Comisión de Seguridad Pública que solicita el pronto despacho de la iniciativa que modifica la Ley 20.920, que establece el marco para la gestión de residuos, la responsabilidad extendida del productor y el fomento del reciclaje, en materia de exportación de residuos peligrosos. El señalado acuerdo se adoptó en el marco de la audiencia a la Fundación Mamitas del Plomo, en una reciente visita a la ciudad de Arica. Asimismo, se recibe una comunicación de la Fundación Mamitas del Plomo en la que exponen las principales problemáticas medioambientales y sanitarias que afectan a la comunidad de Arica, así como propuestas concretas para avanzar en soluciones integrales.
Eso es todo, Presidente.
Hemos tomado nota, señor Secretario; lo analizaremos y les comunicaremos oportunamente para poder invitarlos a una sesión. Hasta que pasen todas las elecciones. ¿Vamos a resolver ese tema alguna vez?
Yo esperaría que lo viéramos en enero y, después, en marzo.
Sí, así es. Hay mucha gente muy pendiente. Yo les comentaré luego a los parlamentarios la situación real de esta petición que se ha hecho. Bueno, pasemos a lo que nos convoca.
Tiene la palabra, senador.
Presidente, antes de pasar a la tabla, quisiera leer un breve texto. No, no, no; son tres párrafos no más. Lo haré más corto.
Muy bien.
El Canciller, por su intermedio, señor Presidente, sabe perfectamente todo lo que lo aprecio, y sé que muchas veces actúa con una lógica distinta a la del Gobierno. Quiero contarle que hace una semana fui electo presidente del GRULAC; agradezco las felicitaciones. Gracias.
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Fui elegido presidente del GRULAC en la Unión Interparlamentaria con el 66% de los votos. Ese apoyo vino de colegas de izquierda y derecha de toda Latinoamérica que respaldaron la candidatura de Chile y creo que fue un gran logro. En el pasado, nuestro país ha respaldado a representantes chilenos de izquierda, como a Sergio Páez para la presidencia de la UIP, a Juan Pablo Letelier para el Comité Ejecutivo y al diputado León para la conducción del GRULAC. Sin embargo, cuando este Senado necesitó apoyo, no lo tuvo. La embajada se comunicó conmigo dos días después de la elección, cosa que no me importa, la verdad. Lo que sí quiero decirles es que invité a la embajadora a participar de la primera reunión del GRULAC y, estando en el edificio y a pesar de continuos mensajes míos, no asistió, privándonos de enviar una señal de normalidad después de todo lo ocurrido en la elección, en la cual yo había sido duramente atacado por parlamentarios de su sector.
Esto lo digo con mucho respeto; pero, al mismo tiempo, el Gobierno nos pide que respaldemos la candidatura de la expresidenta Bachelet, sosteniendo que, por ser chilena, es un asunto de Estado. Para ello se utilizan recursos para su campaña que tampoco se transparentan. Entonces, quiero decir, con amistad —y vuelvo a repetir, sé que esto no es política suya—, que la voz de Chile en el mundo debe basarse en coherencia y equidad. No podemos pedir unidad solo cuando conviene a un sector, como se ha hecho permanentemente con candidaturas de su sector, ministro; y, cuando hay candidaturas del otro sector, hay un ataque permanente.
Estoy muy contento con la representación del GRULAC. La Presidencia del Senado nos apoyó; lamentablemente no fue así la Cancillería. Creo que en este tipo de cosas debe haber más claridad, ministro. Sé que no es su responsabilidad directa —quiero hacer esa separación al 100%—, pero debe existir una política: no se puede atacar a ciertos parlamentarios por ser de oposición cuando esos parlamentarios tienen posibilidad de liderar organismos internacionales, como en mi caso con la presidencia del GRULAC en la UIP; y, al mismo tiempo, decir: “¿Sabe qué? La postulación de una candidata de su sector político es un problema de Estado”. Quiero señalar esto, brindándole, por supuesto, mis felicitaciones; pero el comportamiento de la embajadora y de muchos parlamentarios de su sector, francamente, fue increíble. Y ahora están haciendo gestiones para que yo no pueda ejercer de buena manera mi presidencia del GRULAC. Eso no puede ser, presidente. Quería comentarlo en el entendido de que el canciller, por cierto, sí entregó las felicitaciones correspondientes; y no creo que haya sido su política por ningún motivo, porque además sí había apoyado una candidatura pasada para el mismo GRULAC hace dos años. Gracias, presidente.
Senador Insulza: Seguramente el señor canciller se va a informar de qué ocurrió en la Cancillería y nos contará después qué fue lo que pasó. No estaría por tratar ese tema hoy. El mensaje ha sido recibido, entendido y comprendido. Nosotros fuimos citados —ya el canciller verá lo que ha sostenido el senador… perdón, el senador Edwards— para dos cosas: para ver un proyecto —que, en el fondo, son dos proyectos—; uno dice relación con el acuerdo entre la República de Chile y la Organización Europea para la Investigación Nuclear relativo al otorgamiento del carácter de Estado Miembro Asociado, y un proyecto de acuerdo que aprueba un Protocolo sobre privilegios e inmunidades de la misma. Entonces hay que tratarlos al mismo tiempo. La última media hora de la sesión será secreta, en la que vamos a conversar con el canciller algunos aspectos relacionados con la política exterior chilena; preferimos que eso sea secreto porque, obviamente, hay mucho de relaciones bilaterales y hay que ser muy cuidadosos en estos tiempos.
Así que ofrezco la palabra, en primer lugar, al ministro de Ciencia y Tecnología, señor Aldo Valle. Tiene la palabra usted, ministro.
Muchas gracias, presidente. Y, por su intermedio, quiero manifestar en primer lugar a la comisión que Chile es un país que tiene una ya prolongada relación con la Organización Europea para la Investigación Nuclear.
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...para la investigación nuclear. Estamos hablando de un primer acuerdo en 1991 entre CONICYT y el CERN, renovado en 2004. Y yo solo quisiera resaltar algunos hitos porque, presidente, tenemos una presentación para exponer de manera precisa los fundamentos que, como Gobierno, tenemos para promover y perseverar en que Chile pueda incorporarse, ciertamente de conformidad con los procedimientos constitucionales preestablecidos, como Estado asociado a esta organización europea para la investigación nuclear. Me acompañará en esa presentación el jefe de la División de Tecnologías Emergentes, don Ignacio Silva, que está aquí a mi derecha.
En primer término, destacar que la relación de Chile con el CERN suma ya más de 35 años; que en Valparaíso se encuentra el CCTVAL, Centro Científico Tecnológico de Valparaíso, alojado en la Universidad Técnica Federico Santa María, y que desde el año 2009, también como consecuencia de una política pública —otro elemento que me interesa resaltar—, es un centro basal de ANID que ha contribuido generando productos y capacidades, aun cuando Chile no tiene esta condición de Estado asociado, lo que se verificó, entre otros, en el período 2013-2021. Esto es consecuencia de una política pública que trasciende a los gobiernos; se inicia hace ya tres décadas y los distintos gobiernos han perseverado en esta política de vinculación con este centro científico de frontera.
Desde luego, se abren oportunidades muy valiosas para la comunidad científica chilena: participar en proyectos de la mayor envergadura y estándar científico, incorporar investigadores de nuestra comunidad y, además, abrir la participación de las empresas en licitaciones para la producción de tecnologías necesarias en este centro de experimentación. Incluso, ya existe una petición por parte de la organización para contribuir con cobre libre de oxígeno, en formatos que Chile está en condiciones de aportar, a fin de elevar las capacidades de los conductores requeridos en estas investigaciones.
Quería solo resaltar esto. Tenemos una presentación porque nos parece de rigor detenernos en cada una de estas consecuencias. Por favor, Ignacio.
—Una pregunta: ¿esta presentación más o menos cuánto se demora?
—Quince minutos.
—Ah, estupendo. ¿Usted me interrumpe?
—Sí, sí.
—Bien, quince minutos para...
Muchas gracias, presidente, y a los senadores presentes, ministros. Es un honor poder dirigirme a ustedes con un proyecto tan relevante para el desarrollo y el futuro de nuestro país. El título lo dice: Chile en el CERN, una alianza estratégica para el futuro científico de nuestro país.
Esta es la agenda: qué es el CERN; la colaboración histórica de Chile con el CERN; la capacidad que respalda nuestra membresía —muy importante, porque muestra que podríamos integrarnos en un plazo breve—; y, por último, la transferencia tecnológica y sus conclusiones.
Como bien lo señaló nuestro ministro, el CERN es la Organización Europea para la Investigación Nuclear, el laboratorio más avanzado del mundo en física de partículas, cuna de innovaciones que transformaron la vida moderna, como el World Wide Web, el sistema que permitió crear y navegar por páginas de internet, y de descubrimientos que revolucionaron nuestra comprensión del universo. Más allá de la investigación fundamental, el CERN constituye para nosotros un ecosistema único de innovación en ingeniería de precisión, en superconductores, en computación de alto rendimiento y en aplicaciones médicas como la...
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…radioterapia avanzada para el tratamiento del cáncer. ¿Cómo ha sido esta colaboración? Desde 1991 contamos con una primera firma de acuerdo de cooperación. En 2004 renovamos el acuerdo bilateral, designando a nuestro primer oficial de enlace ante el CERN. Y en 2007, la Presidenta Michelle Bachelet firma el protocolo del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) e ingresa la participación formal de Chile en el experimento ATLAS, uno de los más sofisticados del mundo, que desde ese momento ha puesto a nuestras investigadoras e investigadores a la par con los de los Estados miembros.
¿Cómo se construye la capacidad técnica? Desde 2009 —como señaló el ministro— se crea el Centro Científico Tecnológico de Valparaíso (CCTVAL) para hacer investigación experimental en física de partículas, financiado por el Estado de Chile. Luego, en 2012, se crea dentro del CCTVAL el primer centro de supercómputo para colaborar en el experimento ATLAS, el más sofisticado y grande del CERN en esa época. Y esto es muy interesante, porque entre 2013 y 2021 el CCTVAL fue capaz de desarrollar manufactura de instrumentación de frontera para el CERN, logrando que el 15% de los detectores de partículas del experimento ATLAS fueran construidos en esta región, en este centro y por científicos chilenos. Esto, sin duda, marca la transición de Chile desde colaborador u observador a socio tecnológico, con capacidades de manufactura de precisión reconocidas internacionalmente. Aquí comienza la transición desde un ecosistema científico robusto hacia la capacidad de desarrollar tecnología.
De colaborador a miembro: en 2022 comienza la expansión de la participación chilena con el CERN, con la incorporación de nuestros científicos a otros experimentos. En 2023, el Presidente Gabriel Boric anuncia oficialmente la postulación a la membresía asociada y, ese mismo año, el Consejo del CERN aprueba y firma el acuerdo de membresía asociada, coronando décadas de cooperación continua.
¿Cuáles son las capacidades que respaldan, como dijo el ministro, a nuestro país? En la región, solo Brasil es miembro; nuestro país completó su proceso en dos años, mientras que Brasil demoró más de diez. Ello se explica por una capacidad instalada donde, por ejemplo, el CCTVAL ha recibido financiamiento inicial superior a 18 millones de dólares, siendo líder en infraestructura científica, con un centro de cómputo y laboratorios de alta precisión; ha fabricado componentes con exactitud micrométrica y ha formado especialistas. A propósito de esta membresía, si ustedes tienen a bien, en los próximos años habrá más de 25 técnicos chilenos trabajando en el CERN. También está el centro SAFIR, el Instituto Milenio de Física Subatómica en la Alta Frontera, que cuenta con financiamiento del Estado de Chile por 3 millones de dólares y tiene proyección en el tiempo. SAFIR fortalece la cooperación con el CERN, forma nuevos doctores y postdoctorados, impulsa el liderazgo en la investigación y expande la física de altas energías en Chile, integrando más regiones y universidades.
Ciencia chilena con impacto global. ¿Qué ha significado esto para la ciencia chilena? Entre 1990 y 2010 tuvimos un crecimiento por diez en publicaciones desde que estamos en el CERN. Eso se traduce en un promedio de tres publicaciones por investigador, superior al de muchos países de la OCDE. Estamos entre los diez más citados del mundo en esta materia, indicador de alto impacto científico. El 73% de las publicaciones corresponde a coautorías internacionales, reflejando —al igual que en astronomía— la integración de Chile en redes científicas globales. Y, por último, hoy tenemos 500 profesionales especializados vinculados al proyecto CERN y más de 32 doctores formados en física de partículas desde 2006.
Nuestras fortalezas estructurales nos permiten pensar en esta entrada y en un buen desarrollo: estabilidad en los compromisos, democracia consolidada, economía estable y pertenencia a la OCDE. En segundo lugar, desde 2007 Chile lidera en Latinoamérica en innovación. Start-Up Chile ha atraído más de 2.000 startups de 85 países, generando un billón en ventas y cuatro unicornios.
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Tecnologías emergentes han surgido en otros países en la última década. Nuestras experiencias en megaciencias son la referencia más importante que tenemos: 60 años alojando observatorios globales como la ESO y ALMA, con marcos legales robustos. Esta es una trayectoria exitosa en astronomía que buscamos replicar en materia de física de partículas, aprovechando, por supuesto, las lecciones aprendidas.
Y aquí voy finalizando, presidente. ¿Cuál es la oportunidad de Chile? En primer lugar, podremos participar de los experimentos del Gran Colisionador de Hadrones y en redes científicas globales. Vamos a poder generar formación y movilidad internacional: pasantías, postdoctorados y, sobre todo, estancias técnicas, porque nuestros técnicos que se están formando, por ejemplo, en el Duoc UC y en el INACAP, son altamente requeridos cuando han participado en procesos de formación para ingresar al CERN. No se trata solo de los científicos ni solo del desarrollo industrial. Se trata también de liderazgo científico, mayor presencia en publicaciones de alto impacto y transferencia de conocimiento, que veremos a continuación, uno de los aspectos centrales de este acuerdo.
Es, además, un motor para la innovación, con acceso a licitaciones internacionales del CERN. Las empresas chilenas y nuestra división estarán a cargo de preparar a las compañías nacionales para vincularlas a las licitaciones que allí ocurren y a las que solo es posible postular cuando se es Estado Miembro Asociado. Eso generará mayor inversión y sofisticará la matriz productiva, entre otros efectos. Hablamos de desarrollo tecnológico aplicado y transferencia de conocimiento hacia sectores nacionales como la minería; sensores y monitoreo; salud, en radioterapia avanzada; energía; superconductores; y cobre ultrapuro, que veremos a continuación. Todo ello impulsa el ecosistema emprendedor y la atracción de talento.
¿Cuál es la mayor oportunidad que ha surgido a propósito de este desarrollo? Chile es el principal productor mundial de cobre. Los países, en general, importan cátodos chilenos y producen cobre libre de oxígeno (OFE) para sectores de alto valor agregado. El cobre que tenemos en Chile, en general, tiene una pureza del 99,99%. El cobre que se necesita —el cobre científico sin oxígeno— para los desarrollos de la superconductividad y para la nueva industria que se está gestando en el mundo, requiere una pureza del 99,99995%. Y eso debe lograrse mediante un proceso.
¿Y qué significa esto? Que, con la electrificación y las energías renovables, el crecimiento de la energía limpia demanda conductores de máxima eficiencia; la superconductividad de frontera y los proyectos de fusión nuclear requieren cobre OFE por su ultrapureza; la industria de semiconductores, como ustedes saben muy relevante y en expansión, necesita cobre de alta pureza; y la criofísica y el vacío —equipos cuánticos, criostatos y cámaras UHV— requieren cobre sin oxígeno. Existe un mercado científico de 1.000 a 3.000 toneladas anuales y, adicionalmente, un mercado tecnológico-comercial del orden de 10.000 a 30.000 toneladas al año. Ese es el mercado actual.
Nosotros ya hemos comenzado a trabajar en un proyecto que permita a Chile, a través de Codelco, desarrollar un proceso de ultrapureza para generar las condiciones y ser proveedor del CERN, y no solamente del CERN, sino de todo este nuevo mercado. Es la transferencia tecnológica que nos permitiría el CERN la que nos abriría el resto del mercado. No quiero detenerme, pero, como ustedes ven, ya estamos en conversaciones en Codelco Ventanas; y a lo largo de la cadena del proyecto están presentes todas las capacidades chilenas: el CCTVAL, con capacidades de manufactura; Codelco Ventanas, trabajando en la reducción de impurezas del cobre; la Comisión Chilena de Energía Nuclear, que realiza ensayos al vacío para certificar que el producto pueda exportarse; el SAFIR, en los ensayos de calidad; y el CERN, prototipando y validando industrialmente. Esto solo fue posible pensarlo porque existen capacidades instaladas en nuestro país.
Por último, sobre la importancia estratégica de la membresía de Chile: es un salto histórico hacia la ciencia de frontera. La membresía asociada consolida más de tres décadas de cooperación y nos orienta a la co-creación de tecnología a escala global. Es un catalizador del desarrollo nacional y supone la plena integración de Chile al CERN.
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