En nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
El acta de la sesión 76 se declara aprobada. El acta de la sesión 77 queda a disposición de las señoras y los señores diputados.
El Prosecretario da lectura a la Cuenta.
Señor Prosecretario, por favor.
En la Cuenta, correspondiente a la sesión de Sala número 86, para hoy 13 de noviembre:
- Se ha recibido oficio de Su Excelencia el Presidente de la República, mediante el cual se presenta la urgencia calificada de discusión inmediata para el despacho del proyecto que crea el subsistema de inteligencia económica y establece otras medidas para la prevención y alerta de actividades relacionadas con el crimen organizado.
- Oficio de Su Excelencia el Presidente de la República, mediante el cual se presenta la urgencia suma para el despacho del proyecto que permite a las personas solteras postular, en igualdad de condiciones, a subsidios habitacionales.
- Oficios de Su Excelencia el Presidente de la República, por los cuales retira y presenta la urgencia calificada de simple para el despacho de los siguientes proyectos: el que introduce beneficios tributarios a la clase media, compensados mediante la tributación que indica, reduce exenciones y modifica otras disposiciones; y el que modifica la Ley General de Urbanismo y Construcciones y otros cuerpos legales para regular el desarrollo de zonas residenciales en el medio rural.
- También se ha recibido informe de la Comisión de Hacienda recaído en el proyecto iniciado en moción que modifica el Código del Trabajo para extender la duración del permiso postnatal parental.
- Oficio del Presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados por el cual, en ejercicio de las atribuciones conferidas por el artículo 15, inciso segundo, de la Ley 18.918, se declara inadmisible la moción de los diputados señores Manouchehri, Barrios, Ilabaca, Leiva, Melo, Santana y Venegas, y de las diputadas señoras Astudillo y Cicardini, que permite acceder a cuentas bancarias de ciertas autoridades en los casos que indica, por cuanto infringe el numeral 2 del inciso cuarto del artículo 65 de la Constitución Política de la República.
- También se da cuenta de un proyecto iniciado en moción de las diputadas señoras Muñoz y Concha y del diputado señor Arroyo, que prorroga la vigencia de las licencias de conductor que indica y regula el acceso de las municipalidades a la plataforma electrónica de gestión de licencias de conducir.
Esa es toda la Cuenta para esta sesión, señor Presidente.
Sobre la Cuenta, ¿palabras? Le agradezco, señor Prosecretario.
No hay palabras sobre la Cuenta.
La propuesta contenida en el informe técnico de la Secretaría General de la Cámara de Diputadas y Diputados y, en consecuencia, en virtud del artículo 15 de la Ley Orgánica del Congreso Nacional, declara inadmisible la moción de los diputados señores Manucheri, Barrios, Ilabaca, Leiva, Melo, Santana y Venegas, y de las diputadas señoras Tudillo y Cicardini, que permite acceder a cuentas bancarias de ciertas autoridades en los casos que indica, por cuanto infringe el numeral 2 del inciso cuarto del artículo 65 de la Constitución Política.
Se ha reclamado esta declaración de inadmisibilidad en virtud del artículo 14 del Reglamento. Para sostener la admisibilidad de esta moción, tiene la palabra, hasta por cinco minutos, el diputado Daniel Manucheri. Don Daniel, tiene usted la palabra.
Gracias, Presidente. La iniciativa que hemos presentado no infringe bajo ningún respecto el artículo 65, numeral 4, de la Constitución Política. Esto, por cuanto se ajusta expresamente a las competencias que tiene este Congreso para el ingreso de mociones parlamentarias. Aquí no se están creando, bajo ningún punto de vista, nuevas atribuciones respecto de la Unidad de Análisis Financiero y, particularmente, respecto del artículo 2 de la Ley 19.913, que crea la Unidad de Análisis Financiero. Esta ya contempla de manera expresa la facultad que tiene dicho organismo para solicitar, a cualquiera de las personas naturales o jurídicas contempladas en el artículo 3 de esa ley, los antecedentes que, con ocasión de la revisión de una operación sospechosa, se puedan detectar.
En segundo término, es importante ver a quiénes afecta y cuáles son estas personas naturales o jurídicas mencionadas en el artículo 3, quienes estarían obligadas a informar sobre operaciones sospechosas que adviertan en el ejercicio de sus actividades: los bancos e instituciones financieras; empresas de factoring; empresas de arrendamiento financiero; compañías de seguros; administradoras generales de fondos y las sociedades que administran fondos de inversión; las casas de cambio y otras entidades autorizadas para recibir moneda extranjera. Por tanto, la Unidad de Análisis Financiero ya cuenta con la atribución legal de requerir información que se levanta a través de una investigación de operaciones sospechosas, la que deben entregar las personas o entidades privadas mencionadas en el artículo 3.
Esta propuesta legal, Presidente, lo que busca es facilitar este proceso que desarrolla la Unidad de Análisis Financiero, que ya por mandato legal tiene, y solo en los casos donde los antecedentes estuvieran amparados por el secreto bancario o reserva, para los cuales hoy se establece un trámite judicial. Hemos visto, Presidente, cómo finalmente el secreto bancario se ha transformado en un verdadero espacio para que el crimen organizado pueda comprar tiempo. Y cada tiempo que gana el crimen organizado es un golpe a la confianza y a la fe pública.
Es por eso que creemos que, en transparencia, este es un proyecto importante, porque lo que hace es facilitar que la Unidad de Análisis Financiero pueda acceder, sin requerimiento judicial, a las cuentas corrientes y al secreto bancario de las autoridades. No de todos los ciudadanos, porque sabemos que el argumento enfrente ha sido siempre que se va a revisar a los ciudadanos las cuentas del supermercado, en qué están gastando. No. Aquí no hablamos de todos los ciudadanos; hablamos de las autoridades. Y respecto de las máximas autoridades, en este proyecto lo que decimos es que, si usted va a asumir un cargo de importancia, debe estar disponible para que ese secreto bancario pueda ser abierto por parte de la Unidad de Análisis Financiero cuando esta considere que hay algún tipo de actividad sospechosa. Nos parece que eso es un imperativo de transparencia al cual nadie podría negarse, porque aquí no están involucrados los ciudadanos, sino las autoridades.
Y lo que hemos visto en el último tiempo, Presidente, es cómo las coimas aparecen en autoridades: autoridades que deberían tener a su resguardo la seguridad de las personas, las leyes de los chilenos, las decisiones judiciales, las investigaciones, la seguridad. Y nosotros no podemos permitir que el crimen organizado penetre. Es por eso que creemos que esta...
El proyecto de ley cuenta con todos los argumentos constitucionales para poder ser tramitado por este Congreso. He dicho, Presidente.
Gracias, diputado. Para sostener la opinión técnica de la Mesa, tiene la palabra el diputado Moreno.
Gracias, Presidente. Lo primero que voy a pedir es que, cuando estemos conversando sobre la admisibilidad o inadmisibilidad de proyectos, la Secretaría solicite a los intervinientes que vayan al fondo del asunto y no realicen comentarios políticos. Porque, de lo contrario, podríamos desviarnos a discutir, por ejemplo, sobre qué habrá pasado con los gastos reservados del señor Monsalve; o citar selectivamente casos como el Audio o Democracia Viva, olvidando Procultura, y así estar cinco minutos en polémicas ajenas al punto.
Yendo al tema de fondo que genera la inadmisibilidad: no se trata solo de crear servicios públicos, sino también de determinar sus funciones y atribuciones. La Unidad de Análisis Financiero (UAF) puede acceder a cuentas siempre que exista orden judicial, lo que es un resguardo del Estado de Derecho para que los funcionarios actúen conforme a la ley en los casos previstos por el proyecto. Por lo tanto, eliminar el requisito de orden judicial para que funcionarios accedan directamente a dicha información —en los casos que se indican— abriría la puerta a eventuales vulneraciones, sea respecto del diputado Manouchehri, de mi persona o del señor Monsalve, entre otros. En definitiva, aquí se está determinando la forma en que la UAF, que es un servicio público, ejerce sus funciones y atribuciones. Por ello, la iniciativa es inconstitucional y corresponde al Presidente de la República, quien podría patrocinarla si lo estimare, sin perjuicio de las controversias ya mencionadas. Gracias, Presidente.
Muchas gracias, diputado. Les pido, por favor, que cuando vayan a referirse a otro diputado o diputada, lo hagan por intermedio de esta Mesa.
Diputado Manouchehri, en reglamento.
Artículo 96, señor Presidente. Cuando los parlamentarios se refieren… Silencio, por favor. Por su intermedio, Presidente, el diputado Benjamín Moreno se refirió directamente a mi persona en su intervención. Eso no corresponde. Le pido, amablemente, que cuando alguien lo haga, usted lo corrija, porque, además, lo que dijo fue una sarta de mentiras. Yo ni siquiera hablé de los casos de la corrupción de los republicanos.
Ok, está bien. Y, por lo demás, fue justamente lo que pedí. Vamos a votar la admisibilidad. Silencio, por favor. Quienes votan a favor lo hacen por la admisibilidad de la moción; quienes votan en contra apoyan la postura de esta Mesa, en términos técnicos, respaldada por la Secretaría.
¿Han votado todas las señoras y señores diputados? Primer llamado. No, no corran, no corran. Estamos ok. ¿Han votado todas las señoras y señores diputados? Resultado de la votación: por la afirmativa, 74 votos; 37 en contra. En virtud de la votación, se declara admisible.
Iniciando el Orden del Día, corresponde continuar el debate sobre el proyecto de ley, iniciado en moción, que modifica la Ley 17.336 para reconocer el derecho a remuneración de artistas, intérpretes y ejecutantes por la puesta a disposición pública de sus interpretaciones musicales fijadas en fonogramas o formatos audiovisuales, correspondiente al Boletín 17.499-24. Para la discusión de este proyecto se otorgarán tres minutos a cada diputado o diputada que se inscriba para hacer uso de la palabra. Informe ya rendido y, antes de darle la palabra a la diputada Erika Olivera, por punto de reglamento, la diputada Santibáñez.
Muchas gracias, Presidente. Quisiera pedirle que, en el punto sexto de la tabla, está el proyecto de prohibición y sancionamiento de las carreras de perros. Si se pudiera pedir la unanimidad para que se...
Voté sin discusión; está desde hace muchas semanas en el último lugar de la tabla. Esa es mi petición. Muchas gracias, Presidente. No hay ningún problema; yo, por lo menos, pedí… ¿Hay acuerdo? No hay acuerdo. No habiendo acuerdo… Diputada Erika Olivera. No se vota.
Muchas gracias, Presidente. Saludo a todos los artistas que nos acompañan hoy desde las tribunas. Presidente, con el objeto de reconocer a nuestros artistas, intérpretes y ejecutantes un derecho justo de remuneración por la puesta a disposición pública de sus interpretaciones musicales, tanto en fonogramas como en formatos audiovisuales, hoy discutimos este proyecto de ley que aborda una deuda histórica con quienes dan vida al arte y la cultura de nuestro país.
Sabemos que detrás de cada canción, de cada interpretación que llega a las plataformas digitales, a la radio o a la televisión, hay un trabajo creativo, un esfuerzo técnico y una entrega emocional que merecen reconocimiento y retribución. Sin embargo, en la práctica, particularmente nuestros intérpretes y ejecutantes han quedado excluidos de los beneficios económicos que genera la explotación comercial de sus obras en el entorno digital.
Hay cientos de canciones de nuestra historia cultural que se han hecho conocidas y admiradas por todos, no solo por el arte de un compositor que incorpora letra y música, sino por la voz o musicalización del intérprete. Como lo ha señalado este proyecto desde el inicio, el ejemplo de Tommy Rey y su Sonora es fundamental. Tommy Rey, o Patricio Fernando Zúñiga Jorquera, junto a su banda, hicieron populares canciones que eran parte de la historia musical de Chile y de Sudamérica, dándoles una impronta que nos hace cantar y bailar y transformándolas en himnos que unen generaciones.
Hoy, las plataformas de streaming y otros medios digitales obtienen ingresos millonarios gracias al talento de estos artistas, mientras que ellos reciben, en el mejor de los casos, remuneraciones mínimas o derechamente ninguna. Esta asimetría no solo es injusta, sino que atenta contra el principio básico de equidad que debe regir toda relación entre creación y explotación económica.
Actualmente, los intérpretes y ejecutantes solo pueden obtener una justa remuneración de manera contractual, con un poder de negociación reducido ante la gigantesca industria musical. Esto ha significado mermas económicas para ellos y ha reducido su papel a la simple reproducción de canciones, pese a que los Estados tienen el deber y el compromiso de garantizarles una protección efectiva que les permita ganarse la vida con su trabajo artístico.
Por todos esos artistas que ya no están, por los que hoy están y por los que vienen, vamos a aprobar este proyecto de ley, Presidente. He dicho. Muchas gracias.
Muchas gracias, diputada Olivera. Diputado Cristóbal Urruticoechea. Diputado Winter, de reglamento.
Presidente, dos cosas. En primer lugar, solicito nuevamente el cierre del debate. En segundo lugar, respecto del artículo 8° de la Constitución Política de la República: las actuaciones de los órganos del Estado son públicas, a menos que una ley de quórum calificado establezca lo contrario por motivos de interés nacional. Cuando un parlamentario se niega a dar la unanimidad, en ocasiones se ha solicitado a la Mesa que transparente qué parlamentario fue. Yo creo que, dado que todas las actuaciones de los órganos públicos son públicas, ello es del todo exigible conforme al artículo 8° de la Constitución.
Vamos a dejar al Secretario General de la Cámara… No, no; esta es una larga discusión. Sobre el primer punto, señor diputado: para el cierre del debate debe haber intervenido un número suficiente de diputados, lo que aún no ocurre, y la solicitud debe realizarla un jefe de comité; hay una forma reglamentaria de hacerlo.
En cuanto al segundo punto: ha sido una larga discusión reglamentaria. Le voy a explicar por qué. La regla general es que el Reglamento no se suspende. Cuando se pretende suspender una norma reglamentaria, como se solicitaba antiguamente, ello implica dejar sin efecto una disposición del Reglamento, y cualquier diputado puede oponerse. La Mesa siempre ve…
Son más de uno en este caso, pero no existe la necesidad de dejar la constancia; basta la certificación que hace el Presidente con el apoyo que le presta la Secretaría. No, no, no es la mía, señor diputado, es la que ha hecho esta Cámara en los últimos 35 años, y de hecho le quiero recordar que hay un proyecto de modificación del Reglamento que está pendiente hace muchos años; lo puede buscar y se lo puedo mandar para que usted vea que es para modificar la norma. Muchas gracias, diputado.
Han solicitado nuevamente la posibilidad de que se vote sin debate el proyecto en cuestión. No hay unanimidad. Muy bien. Diputado, por favor, diputado Arturo Barrios. Diputado Arturo Barrios tiene la palabra.
Presidente, por su intermedio, señalar que hoy discutimos una modificación necesaria, largamente esperada por el mundo de la cultura y, en particular, por nuestras y nuestros artistas, intérpretes y ejecutantes, quienes son parte esencial del alma creativa de nuestro país, pero que, paradójicamente —escuchemos bien—, muchas veces quedan al margen de los beneficios económicos que generan sus propias obras. No estamos hablando de beneficios; estamos hablando de derechos.
Este proyecto de ley busca corregir una injusticia evidente, señor Presidente: reconocer el derecho a remuneración de las y los intérpretes por la puesta a disposición pública de sus interpretaciones musicales o audiovisuales, es decir, por la reproducción digital en plataformas o medios audiovisuales. En otras palabras, se trata de reconocer que cuando una obra se escucha o se ve en el entorno digital, quien la interpretó también tiene derecho a participar de los beneficios que genera.
La Ley 17.336 ha sido una herramienta valiosa, pero no suficiente. Ha quedado desfasada frente a los cambios tecnológicos y de consumo cultural. Hoy el mercado de la música y del audiovisual está dominado por plataformas digitales que acumulan grandes utilidades, mientras los intérpretes reciben muchas veces centavos por miles de reproducciones. Eso no es justo, señor Presidente. Eso no se merecen los artistas que están acá en la galería y en la tribuna. Esa brecha es moralmente inaceptable y jurídicamente insostenible.
Reconocer este derecho no es un privilegio —insisto, no estamos hablando de un beneficio—. Es reconocer el trabajo, el esfuerzo creativo, el profesionalismo artístico. Es una forma de dignificar la labor de quienes mantienen viva nuestra identidad, nuestra memoria sonora y audiovisual.
Quiero destacar que este proyecto no solo tiene un valor simbólico; también tiene un impacto social y económico. Aquí están nuestros artistas en la tribuna, a quienes les debemos este derecho, para que sigan creando y para que sigan innovando en nuestra cultura nacional. Aquí, en esta sala, está el auténtico líder de todos y de todas, el que nos hizo bailar tantas veces: el auténtico Tommy Rey, que está presente y escucha este debate en este hemiciclo. Esta democracia les debe a estos artistas este derecho. Esto no es un beneficio.
Yo llamo a mis colegas a votar por unanimidad este derecho; a votar por unanimidad por los artistas de Chile; a votar por unanimidad por la cultura de nuestro país. He dicho, señor Presidente. Muchas gracias.
Tiene la palabra, a continuación, el diputado Tuiti Teao, y luego el diputado Alejandro Bernales.
Iorana, gracias, Presidente. Saludar a todos los artistas y cantantes que están aquí. Presidente, cuando hablamos de música sabemos que nos transporta al entretenimiento y a la alegría, pero también hablamos de identidad y, sobre todo, de cultura, porque detrás de cada canción que acompaña nuestras vidas hay intérpretes y ejecutantes que entregan su talento, su voz y también su esfuerzo. Sin embargo, en Chile muchos de ellos aún no reciben una retribución justa cuando sus interpretaciones circulan en plataformas…
…en plataformas digitales o formatos audiovisuales, y no podemos quedarnos atrás, especialmente en una era digital que avanza rápidamente. Este proyecto, conocido como la Ley de Tommy Rey, busca corregir esa injusticia. Su esencia es clara: reconocer el derecho irrenunciable de los artistas a recibir una remuneración cuando sus interpretaciones musicales se ponen a disposición del público, incluso si han cedido otros derechos a los productores.
La Comisión de Cultura escuchó voces diversas. Hubo apoyo transversal de artistas y entidades que valoran este avance, pues reconoce las nuevas formas de consumo digital. También surgieron observaciones sobre cómo gestionar mejor este derecho, con libertad para optar entre gestión colectiva o individual, evitando abusos y aprendiendo de experiencias internacionales. Esta discusión es legítima y enriquecedora, pero no debe hacernos perder de vista lo esencial: la remuneración justa es un derecho humano fundamental en la creación cultural.
Presidente, quiero traer también la voz de mi tierra, Rapanui. Hoy vemos cómo las plataformas digitales vulneran los derechos de quienes entregan su arte, no solo en la música comercial, sino también en lo más sagrado. Hemos visto cómo canciones interpretadas en festivales locales, nacidas de la memoria de nuestros ancestros, aparecen después en internet firmadas por otros, como si fueran propias. Esto es un atropello a nuestra cultura y también a sus creadores. Por eso, este proyecto es un acto de respeto y de protección del patrimonio inmaterial de Chile y de nuestros pueblos originarios, para que la música de Rapanui y de cada rincón del país siga siendo reconocida por quienes realmente la hacen posible. Un ejemplo es Lin Rapu o Yoyo Tuki, que han llevado la música de Rapanui al mundo, fusionando lo ancestral con lo contemporáneo, y representan ese patrimonio vivo que debemos proteger.
Presidente, los mismos artistas que han acompañado a generaciones completas ven aquí una señal concreta de respeto y valorización. Sí, también hay críticas y temores sobre costos o burocracia, pero nada de eso justifica que se siga invisibilizando a músicos y ejecutantes, quienes muchas veces son los últimos en la cadena de pago. Esta iniciativa representa un avance que debemos aprobar, perfeccionando su redacción en la siguiente etapa para resguardar tanto los derechos de los artistas como la certeza jurídica necesaria para su aplicación. Anuncio mi voto a favor. He dicho, señor Presidente. Iorana, e mauru’uru.
Diputado Sánchez, cuestión de reglamento.
Muchas gracias, señor Presidente. En atención a la solicitud que plantearon recién diputados del oficialismo respecto de que se cierre el debate y se pueda votar o avanzar con la discusión de este proyecto de ley, me gustaría plantear a la Sala que demos ese acuerdo: que se cierre el debate y que se pueda votar este proyecto, en la medida que invirtamos el orden de la tabla, y que el tercer punto de tabla, que crea el tipo penal de daños en infraestructura penitenciaria, pueda discutirse a continuación y votarse también hoy día, para que al menos discutamos hoy sobre uno de los temas que verdaderamente interesan a los chilenos: la crisis de inseguridad.
Colegas, ¿hay acuerdo para dar el cierre? No.
Tiene la palabra el diputado Alejandro Bernales y, luego, el diputado Bernardo Berger.
Presidente, muchas gracias por darme la palabra. Primero que todo, quiero decir que nuestros artistas merecen respeto, merecen nuestro reconocimiento. No podemos seguir ninguneando el arte en esta Sala de la Cámara de Diputados. Permanentemente ustedes ven los presupuestos, y aquí están los artistas presentes, los creadores presentes, como año a año tenemos que defender el presupuesto de cultura. Yo entiendo que ustedes tengan diferencias en algunos puntos, pero me parece deshonesto decir que el arte es poco importante para un país, porque para ser un país desarrollado necesitamos que el arte y la cultura sean un pilar fundamental y central de nuestra sociedad. Y eso es lo que estamos haciendo hoy día: darles dignidad y justicia a nuestros artistas.
Dicho eso, Presidente, quiero agradecer, a nombre de todos los artistas hoy día presentes, a Rodrigo Osorio, más conocido como Don Rorro, quien se la ha jugado por este proyecto. Ha estado presente en las comisiones; quiero destacar su trabajo y compromiso, como también el de los autores de esta iniciativa, que tuvo una larga discusión en la comisión. Si bien hubo diferencias, fuimos llegando a puntos de encuentro.
Creo que el punto de encuentro más relevante —sobre el que hubo unanimidad— es entender que hay un pago que no se está haciendo a los intérpretes. Esto fue comprendido por todas las bancadas y por todos los integrantes de la comisión, porque es una injusticia que hoy ocurre y que debemos corregir. La forma en que se realizará el pago podrá tener distintas fórmulas y miradas, pero lo esencial es el reconocimiento, por parte de la Comisión de Cultura, de que nuestros intérpretes no están recibiendo el dinero que les corresponde. Por lo tanto, vamos a avanzar y, como bancada liberal, vamos a aprobar esta iniciativa, que es muy relevante para la dignidad de nuestros artistas.
Quisiera añadir —me queda un minuto— que me siento muy contento y emocionado porque en la Comisión de Cultura hemos avanzado en distintas materias: por ejemplo, la Ley de Artesanía; en nuestra región hemos avanzado con la construcción de una nueva biblioteca regional, que probablemente sea la inversión cultural más importante de los últimos diez años en la región de Los Lagos y en Puerto Montt. También hemos avanzado en que, en la glosa, se consigne una orquesta profesional para la región de Los Lagos, algo que otras regiones tenían y nosotros no. Hoy día nuestra región será protagonista de la Feria del Libro de Santiago, la más importante de Chile; Los Lagos, mi región, será la protagonista, por lo tanto, quienes asistan podrán conocer a nuestra región. Y quiero hacer un llamado al Gobierno: así como ha avanzado en esta ley, es importante que la Ley Balmes, que reconoce derechos a los artistas visuales, también sea discutida en esta Cámara lo antes posible. El presupuesto lo vamos a aprobar. Muchas gracias, Presidente. Vamos a aprobar este proyecto.
Diputado Guzmán, cuestión de reglamento. — Sí, Presidente, muchas gracias. A propósito de todo lo que se ha dicho sobre el cierre del debate —lo decía muy bien el colega Bernales—, hay que respetar a los artistas. Pido que esta Sala respete a los artistas presentes y a quienes nos están viendo, y que demos la discusión como corresponde: que todos tengan la oportunidad de hablar y que votemos al final de la sesión. No sigamos insistiendo en cerrar este valioso debate. He dicho. Muchas gracias, Presidente.
Diputado Bernardo Berger. — Tiene la palabra el diputado Bernardo Berger y luego la diputada Elia Molina. — Muchas gracias, señor Presidente. Honorable Cámara. Señor Presidente, por su intermedio, saludo a las visitas que tenemos hoy en nuestra tribuna.
Como país, tenemos intérpretes extraordinarios que han logrado fama incluso a nivel internacional. ¿Cómo no recordar al querido Tommy Rey, cuya interpretación fue y sigue siendo un clásico en las celebraciones de Año Nuevo, y que, a pesar de haber sido la voz que llevó a la fama esa tan escuchada composición, nunca tuvo una retribución por su talento en la interpretación? Y, así como él, muchos otros forman parte de nuestro acervo de intérpretes con destacadas trayectorias artísticas. Muchos de nuestros jóvenes también dedican tiempo de sus vidas al perfeccionamiento de una afición que les puede llevar a profesionalizar sus interpretaciones y convertirlas en importantes fuentes de ingreso.
Hoy en día, las plataformas digitales pagan el derecho de autor, pero no pagan a quienes interpretan estas creaciones. Este proyecto introduce una modificación concreta a la legislación vigente para proteger a nuestros intérpretes al momento de firmar con productores o disqueras, estableciendo una remuneración equitativa por la reproducción digital a favor del artista o intérprete.
Señor Presidente, voy a apoyar esta iniciativa para dar un reconocimiento a los talentos chilenos que nos han acompañado durante décadas en nuestro diario vivir y también para incentivar a los talentos jóvenes a que se sigan perfeccionando, con el respaldo de garantías legales efectivas que les permitan tener proyecciones reales. He dicho. Señor Presidente, muchas gracias.
Diputado Sepúlveda, un segundo. Las dos intervenciones anteriores no han sido, precisamente, cuestión de reglamento; por lo tanto, le voy a pedir el artículo y el inciso, si así fuese, para que sea efectivamente una cuestión de reglamento.
Presidente, es sobre lo que plantean. Yo comparto lo que señala el diputado Guzmán, pero no es un tema de reglamento. No hay ninguno en que se encuadre.
Tiene la palabra la diputada Molina... No está presente. Tiene la palabra el diputado Roberto Arroyo, y luego la diputada Marta González.
Muchas gracias, señor presidente. Estimados colegas, hoy discutimos un proyecto profundamente justo que busca reconocer algo tan básico como la dignidad del trabajo artístico. Lo que aquí proponemos es que los artistas, intérpretes y ejecutantes —cantantes, músicos, actores y actrices— reciban una remuneración justa por la puesta a disposición pública de sus interpretaciones, ya sea en fonogramas.
Durante décadas, las plataformas digitales, las radios, los servicios de streaming y los canales de televisión han podido acceder, reproducir y lucrar con el talento de nuestros artistas, sin que ellos reciban una compensación proporcional al valor que generan. Es decir, mientras otros obtienen ganancias millonarias, los creadores —los que realmente dan vida a la música y al arte— muchas veces no reciben ni un peso por la difusión de su propio trabajo.
Este proyecto busca corregir esa injusticia estructural. Y no estamos inventando nada nuevo, presidente. En Europa, en América del Norte y en buena parte de Latinoamérica ya existen derechos conexos consolidados, que aseguran el pago por comunicación pública y por la disponibilidad en plataformas digitales. Chile no puede quedar atrás.
Reconocer el derecho de remuneración es reconocer que el arte no es un pasatiempo, sino un trabajo con valor económico, cultural y social. Cada interpretación, cada melodía, cada escena forma parte de nuestra identidad como país, y detrás de ellas hay personas que ensayan, estudian, invierten y que merecen vivir de su oficio con dignidad.
Además, este proyecto representa una señal clara de apoyo a la industria creativa nacional, que es un motor de empleo, innovación y proyección internacional. Cuando Chile exporta música, cine o contenido audiovisual, también exporta cultura. Y es justo que sus protagonistas reciban una parte del beneficio que ellos mismos generan.
Esta no es solo una ley para artistas; es una ley para el respeto del trabajo, para la equidad y para el reconocimiento del talento chileno. Votar a favor de este proyecto es afirmar que la creatividad también es economía, que el arte también produce valor y que quien crea debe ser justamente retribuido. Por eso, anuncio mi voto favorable y hago un llamado transversal a aprobar esta iniciativa en nombre de todos los artistas que por años han entregado su voz, su música y su alma sin recibir lo que merecen. Justicia a los músicos e intérpretes. Muchas gracias, señor presidente.
Antes de continuar con el turno de la palabra, vamos a saludar a la señora Marianela Miller, madre de la diputada Camila Musante, que nos acompaña en las tribunas. Bienvenida.
Tiene la palabra, a continuación, la diputada Marta González, y luego el diputado Marco Antonio Zulantay.
Muchas gracias, presidente. Sin duda, hay días especiales en este Congreso Nacional: hay días felices, hay días alegres, y este es uno de ellos. Cuando tenemos tantas discusiones estériles, tantos desacuerdos, tantos proyectos que no van a lo medular de los asuntos, esto es todo lo contrario. Va al corazón de nuestro país, de nuestra cultura, al reconocimiento de lo propio, de lo nuestro, de los artistas e intérpretes que por tantos años, por tantas generaciones, han marcado nuestro país.
Y, como decían los colegas, efectivamente hay artistas de renombre mundial. Cuando la SCD se acercó a nosotros y nos dijo: esta es una demanda de los artistas de hace muchos años, una demanda pendiente, una deuda con nuestros artistas e intérpretes, nosotros en la comisión lo tomamos inmediatamente. Efectivamente hay un vacío en la ley, una falta de actualización. La ley 17.336 fue promulgada en 1970; el boom de las plataformas fue muy posterior a eso. Sin embargo, nuestra Cámara de Diputados y el Senado no han sido capaces de actualizar los derechos de los autores y de los intérpretes. Este derecho está reconocido en la televisión, en la radio, incluso en los supermercados, pero las plataformas digitales han gozado por años de una desregulación, lo que ha permitido ganancias exorbitantes y, por otro lado, ha mermado la capacidad de nuestros intérpretes para recibir una remuneración justa.
Es hora de que esto cambie. Es hora de que la Cámara de Diputados y, posteriormente, esperamos también el Senado, lo aprueben con la rapidez que nosotros le hemos puesto, porque es una deuda de muchos años. Y la SCD quiso representar esa deuda en el gran Tommy Rey, porque fue el ícono de los intérpretes que falleció sin ser reconocido en las plataformas digitales. Así es que hoy día, colegas, tenemos la oportunidad de saldar esta deuda histórica con nuestros artistas.
Quiero agradecer a todos los que han participado en esta tramitación, pero en especial a los equipos técnicos de la SCD, que han trabajado en esta legislación y que hoy día son pioneros a nivel mundial en el reconocimiento de los derechos de nuestros intérpretes y artistas en el mundo digital. Debemos avanzar; la inteligencia artificial lo hace a pasos agigantados y no queremos que los artistas, los creadores, se queden atrás en este cambio de paradigma. No me queda más que agradecer a todos los que han participado en la tramitación de este proyecto y, por supuesto, decir que es un honor tener en esta tribuna a grandes generaciones de artistas de nuestro país. Muchas gracias.
Tiene la palabra, a continuación, el diputado Marco Antonio Sulantay, y luego la diputada Daniela Serrano.
Muchas gracias, presidente. Ejerciendo mi profesión hace un par de décadas, me tocó hacer una de las entrevistas más gratificantes de mi vida. No solo por mi profundo gusto y respeto por la música, sino también por la tremenda figura histórica que tenía frente a mi grabadora. Luego de caminar por las calles estrechas y pasajes interminables de la parte alta de Coquimbo, llegué a la casa del reconocido compositor porteño Hernán Gallardo Pavés. Su estado de salud estaba un poco frágil y su difícil situación económica tampoco fue obstáculo para que me atendiera con alegría, con la amabilidad y la caballerosidad que siempre lo caracterizaron. Sentado frente a su piano, comenzó a contarme su increíble historia. Los días de tocatas diarias y de trabajo sin parar ya se habían ido. “La edad y el tiempo son implacables”, me dijo, algo resignado.
Pero lo más increíble de su relato fue cuando me confesó que, aun cuando compuso la canción más tocada, más alegre y más fiestera de cada fin de año, “vivo de los derechos de autor de mi canción Un año más”. “En diciembre me va bien, pero estaría mucho mejor si esos recursos fueran constantes durante todo el año”, agregó. No puedo olvidar las palabras de este coquimbano humilde, pero de talento enorme, a la hora de votar a favor y llamar a toda la Sala a apoyar esta muy buena iniciativa. Quiso el destino que las manos virtuosas del maestro Gallardo al piano y su creatividad en la composición de la obra se unieran a la voz eterna e inconfundible del mismísimo Tommy Rey, a quien hoy tanto recordamos.
Esta ley es justa y, aunque me puedan quedar nombres en el tintero, no puedo terminar estas palabras sin reivindicar a grandes músicos e intérpretes de mi región: Los Cumaná, Los Viking 5, Los Ram, Agua Santa, Candileja, Norman Ponce y los grupos Hechizo de Ovalle y Alegría de Punitaqui. Para que nunca más un artista pase un año más sin recibir la retribución que le corresponde, voto a favor de este proyecto.
Gracias, señor presidente. Vamos a saludar a quienes nos acompañan en las tribunas: doña María Esther Zamora, conocida como la faraona de la cueca, artista, música y también cultora de la tradición.
¿Y por qué? Porque el intérprete cedió sus derechos pensando que era la única forma de que su música saliera al mundo. Porque el sistema completo se construyó al revés: las plataformas se enriquecen y quienes ponen la voz apenas sobreviven. Este proyecto también es un acto de memoria; es un homenaje a Tommy Rey, ícono chileno, querido por todas y todos. Un hombre que hizo bailar a generaciones completas, pero que nunca recibió un pago justo por la difusión digital de su arte. Así como muchos que hoy nos acompañan en tribunas, como Leo Rey, Maite Montenegro, la banda Congreso y tantos otros que viven y trabajan en la injusticia. No permitamos que la historia siga siendo injusta con quienes nos regalan emoción y vida. Colegas, cuando un joven artista se levanta a ensayar, cuando se compone con hambre, cuando se canta con miedo, cuando se sueña con salir del barrio, la política no puede darles la espalda. Hoy pongámonos del lado correcto de la historia: del lado de quienes crean, de quienes sueñan, de quienes sostienen la cultura que hace que Chile sea Chile. Que quede claro: la cultura no es un gasto; la cultura es futuro, identidad, seguridad y dignidad. Yo lo aprendí en los barrios de Arica y hoy lo traigo a este Congreso. Votaré a favor.
Diputada Mix, cuestión de reglamento.
Gracias, señor Presidente. Solicito a la Sala reducir el tiempo de intervención de tres minutos a dos minutos y medio, para que alcancemos a intervenir antes de que se agote el tiempo.
No hay acuerdo, diputada.
Tiene la palabra la diputada Joanna Pérez y, luego, el diputado Eduardo Durán.
Gracias, señor Presidente. Saludo a todas y todos quienes nos acompañan hoy. Valoro la iniciativa. Sobre el proyecto de ley, conocido como “Ley Tommy Rey”, busca establecer un derecho irrenunciable e intransferible de remuneración por la puesta a disposición del público de las interpretaciones musicales. Dicho de otro modo, aunque un o una artista haya cedido sus derechos patrimoniales, seguirá teniendo derecho a recibir una compensación justa por el uso de su obra en plataformas como Spotify. Porque, si bien en televisión y radio, en los medios de comunicación tradicionales, sí se paga el derecho conexo —el derecho de las y los intérpretes—, en el mundo digital no, y muchas disqueras lamentablemente no dan cumplimiento a ello.
Es importante reconocer que, según estudios internacionales, el 87% de las y los artistas no recibe regalías por estas reproducciones digitales. En cumplimiento de nuestra legislación y de los tratados internacionales suscritos por Chile, nos ponemos al día. La actual desprotección vulnera compromisos del Convenio de Roma y de tratados de la OMPI.
Sin duda, cuando hablamos y cantamos las canciones de Tommy Rey y de otros que a veces se invisibilizan, también invisibilizamos y maltratamos a nuestras y nuestros artistas locales. Esto viene a hacer justicia por ellos. Vamos a acompañar este proyecto. Creemos que es importante cómo se fiscalizará y ejecutará, porque a veces aprobamos proyectos que quedan en letra muerta; se aplauden, se celebran, pero finalmente debe haber un Estado que regule estas materias. Ahí está nuestro desafío.
Quiero saludar a Hugo Manzi, de la banda Congreso y de la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales; a Rodrigo Osorio; a Gloria Simonetti; a Raúl Aliaga; a René Calderón; y a tantas y tantos que han luchado para que se respeten sus derechos. A lo menos, hoy estamos dando dignidad y haciendo un reconocimiento a nuestra música chilena, porque muchos han estado invisibilizados: en pandemia y por años les ha costado tener voz, pese a que todas y todos cantamos sus coros, pero no la han tenido en la legislación, en la fiscalización ni en sus derechos. Esto viene a hacer justicia. En todo Chile saludamos, felicitamos y nos comprometemos a fiscalizar esta ley y a avanzar en muchos más derechos para nuestras y nuestros creadores locales. Como demócratas, acompañaremos los buenos proyectos. He dicho. Gracias.
Tiene la palabra el diputado Eduardo Durán y, luego, la diputada Camila Rojas.