Luego dimos paso al ministro de Hacienda, Nicolás Grau; posteriormente, a un panel; y, finalmente, llegamos al momento de este debate. Les pedimos tomar asiento y guardar silencio para iniciar la parte final de ENADE 2025. Es un panel presidencial el que hemos organizado para esta jornada.
ICARE invitó a ocho candidatos a participar en esta conversación. Solo el candidato Eduardo Artés declinó participar de este encuentro; lamentamos su ausencia en este importante evento.
Damos la bienvenida y pedimos un aplauso para cada uno de los candidatos:
- El candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast.
- El candidato independiente, Harold Mayne-Nicholls.
- El candidato del Partido de la Gente, Franco Parisi.
- El candidato Johannes Kaiser.
- La candidata Evelyn Matthei.
Damos la bienvenida al candidato independiente Marco Enríquez-Ominami. Y, por último, a la candidata Janet Jara, quien representa el pacto Unidad por Chile. Muy bien, siete de los ocho candidatos ya presentes en este ENADE 2025. Bienvenidos, muchísimas gracias por participar.
Este espacio busca algo distinto: no es una confrontación, lo que queremos es que tenga un sentido de diálogo, y un diálogo además que le haga sentido a la gente. Queremos agradecer a quienes nos están viendo por las pantallas de Mega y también a quienes nos escuchan en Radio Infinita. Y esto es muy importante, porque en tiempos donde pareciera que el debate gira en torno al conflicto o a la cuña, la frase “verba et pacta”, que es básicamente el eslogan de este ENADE 2025, nos invita a pasar del diagnóstico a la acción. El país probablemente no necesita más discursos, sino rutas claras, compromisos verificables y un sueño común que vuelva a unirnos a todos.
Para preparar este panel conversamos con el equipo de ICARE. Nos contaban algo muy interesante: están trabajando junto al Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, formando a su círculo y a sus socios en la convicción de que el diálogo no busca uniformar, sino construir confianza desde la diferencia. Se pueden tener diferencias y, al mismo tiempo, construir confianza. Esta será la regla de este encuentro: escuchar, contrastar y construir.
Antes de comenzar, quiero compartir brevemente las reglas que van a guiar este diálogo. Son reglas que sus equipos ya conocen, pero de todas formas las explicaré a ustedes y a quienes nos ven y escuchan. Cada candidata y candidato dispondrá de 180 segundos iniciales para entregar un mensaje al país: una reflexión libre sobre los desafíos que enfrenta Chile y las prioridades que orientarían su eventual gobierno. Luego seguiremos con un formato diseñado con rigor y transparencia, que fue compartido oportunamente con todos los comandos. El pasado 30 de septiembre, en la sede de ICARE, se realizó el sorteo que definió el orden de intervención en cada bloque.
Durante todo el panel los tiempos serán estrictos. No es para apurar ni para irnos más temprano, sino para asegurar ecuanimidad e igualdad de condiciones. Para facilitar el cumplimiento, cada candidata y candidato contará con un cronómetro visible en el escenario. A medida que se acerque el final del tiempo asignado, las luces del atril irán cambiando progresivamente para marcar visualmente los segundos restantes; al llegar a cero, la luz se tornará roja y sonará una chicharra. Yo les avisaré, por supuesto, cuando el tiempo haya concluido. El objetivo es simple, aunque complejo a la vez: pasar del qué al cómo, de las declaraciones generales a compromisos verificables al 2030. Les pedimos mantener un tono propositivo, respetuoso y centrado en las ideas. Don Franco Parisi, si se puede concentrar también... Digo.
Muy bien, después nos sacamos una foto entre todos, una selfie, porque acá me estaban pidiendo fotos. Vamos a partir con el primer bloque: la exposición individual, para la cual cada candidato tiene tres minutos. Ya hicimos el sorteo. Comienza la candidata Janet Jara, aquí en el podio. Permiso.
Quisiera señalar que es muy grato estar hoy acá en este encuentro con los empresarios de nuestro país, con las grandes empresas, como he estado en varias ocasiones con anterioridad. Quiero saludar; veo muchas caras conocidas con las que hemos trabajado importantes proyectos y acuerdos para el país, que nos han permitido salir del estancamiento, del discurso y de la trinchera. Y creo que eso es lo más valorable, pensando en el Chile que queremos construir hacia adelante. Quiero contarles que, como ustedes...
Estuve también en las regiones del país y escuché no solo problemas, sino que también muchas propuestas de solución que hoy día recoge mi programa de gobierno. Y tuve la oportunidad de estar la semana pasada en ENAPE, que es el Encuentro Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa, organizado por Conapyme, el encuentro anual más importante del país. Creo que en esto es importante mantener los equilibrios. Y me alegra que hoy día estemos todos acá presentes, porque en ENAPE realmente estuve sola. Los emprendedores del país —no sé a quiénes invitaron además de mí—, pero me habría gustado que hubiesen podido también mis colegas candidatos y candidatas participar, sobre todo en un país donde el emprendimiento genera tanto empleo y hay tanta gente que se dedica a aquello.
Con todo, quiero contarles que, en la perspectiva que tengo del país que podemos construir en los próximos cuatro años, uno puede dar cuenta de cosas en las que hemos avanzado y de elementos en los cuales todavía nos falta, evidentemente. Y de lo que al menos hemos nosotros podido detectar, yo diría que hay tres ejes centrales que son los que debieran guiar mi gestión como Presidenta de Chile, si así tienen a bien elegirme. El primero de ellos, sin lugar a dudas, es el combate a la seguridad pública. Perdón, el combate a la delincuencia fortaleciendo la seguridad pública. Ahí va a dar para otro meme. Otro meme. Así como eso de que los quiero tratar con amor a los delincuentes. Otro meme más, pero bueno. Son lapsus lingüísticos nomás.
Solo les quiero decir que no me cabe duda de que la seguridad pública es un tema fundamental. ¿Saben qué pasa? Que es un tema que está en todo el país y que tenemos que combatir de una manera fuerte, pero también inteligente. Por eso, escuchando las palabras de la Contralora Dorothy Pérez, me alegró mucho la ovación que hubo en este salón por el combate a la corrupción, ¿cierto?, al abuso. Y espero también que, en el combate contra el crimen organizado y el narcotráfico, contemos con la misma evasión, ovación, perdón, para poder levantar el secreto bancario ya. Con la cara que me miran me desconcentran, ya. Para poder levantar el secreto bancario, porque en esto, y bien seriamente, recuerden ustedes que el narco a lo que vino es por la plata. A eso vino, por la plata. Así que no nos neguemos: va a ser una buena herramienta para combatir el crimen organizado. Muchas gracias.
Muchas gracias, candidata. Janet Cáres, sus tres primeros minutos. Evelyn Matei, tres minutos también aquí en el podio, por favor.
Buenos días. Quiero agradecer esta invitación, muy profundamente. ENADE ha sido por décadas el espacio donde Chile piensa su futuro. Y hoy, más que nunca, necesitamos volver a creer que ese futuro de Chile puede ser mejor. Chile atraviesa un tiempo difícil. El crimen organizado ha ganado terreno, la burocracia asfixia la inversión y la corrupción ha erosionado instituciones que creíamos firmes. Nuestra economía apenas crece y muchas familias sienten que su esfuerzo ya no alcanza. Pero no se trata solo de cifras. Vivimos una crisis de confianza. La política perdió credibilidad tras años de promesas incumplidas, y eso ha dejado una estela de desánimo que separa a los ciudadanos de sus gobernantes. Cuando no hay certezas, no hay confianza. Y sin confianza, el país se paraliza. La sociedad se encierra, los proyectos se detienen y el desarrollo se frena.
El ejercicio de la política requiere algo más que administrar problemas. Exige instalar un sueño de país posible, porque las promesas imposibles solo generan frustración y rabia. Hoy necesitamos verbo y realidad, verba et facta; no más diagnósticos, sino resultados. Competencia, responsabilidad, liderazgo, valentía y, sobre todo, acuerdos. Por eso decimos una y otra vez: no te pido que pienses como yo, pero te pido que trabajemos juntos para resolver los problemas.
Chile solo saldrá adelante si trabaja como un gran equipo. Ser un equipo significa entender que sacar al país adelante es tarea de todos. Por eso los invito a un nuevo pacto: el Estado fijando certezas y la empresa creando oportunidades. Tienen mi palabra: Chile volverá a ser un país seguro, amable y confiable. Volveremos a crecer al 4%, crearemos un millón de empleos formales y avanzaremos en salud y educación, los verdaderos pilares de la dignidad humana. Haremos que cada familia sienta que el esfuerzo vale la pena. Mi compromiso es claro: hablar con la verdad, gobernar con transparencia y construir desde el diálogo, no desde el enfrentamiento. Lo haremos con propósito, innovación y firmeza, pero también con cuidado por los más desvalidos y poniendo siempre el interés de Chile por sobre la política. Muchas gracias.
Muchas gracias, candidata Evelyn Matthei. Sus tres primeros minutos, Franco Parisi.
Disculpe, pero está en una llamada importantísima. Mi hijo tenía una duda matemática y había que ayudarlo, así que mis disculpas. Muy bien. Yo sé que estamos medio confundidos. Algunos creen que Chile es un país facho, otros creen que es un país comunacho. No, señores, Chile no es ni facho ni comunacho. Hay cinco millones de personas que antes no votaban y que ahora van a ir a votar. Y creo que la discusión se va a tornar bastante interesante para ellos al final de las últimas dos, tres semanas.
Nosotros hemos recorrido Chile hace mucho tiempo y sabemos los dolores de Chile. Por eso somos el Partido de la Gente. Tenemos candidatos a diputados y senadores que van a luchar por la gente con lo que ellos han vivido toda la vida. Sí, nosotros somos unos afortunados sociales. A algunos nos costó un poquito más, a otros menos, pero somos afortunados sociales.
¿Qué les pido yo ahora? Las mujeres en Chile están endeudadísimas. Tienen sus tarjetas de crédito reventadas. Con Parisi Presidente y el PDG en el Parlamento vamos a renegociar esas deudas, bajando nuevamente la tasa máxima convencional. Cuando la bajamos con el Presidente Piñera —y si alguien no se acuerda— con Pablo Longueira la bajamos. ¿Por qué? Por usura. Están en niveles de 35 y 45 por ciento. Un bono para renegociar la deuda de las mujeres.
Las mujeres en Chile lo están pasando pésimo. No queremos más mujeres arrendando casas. Queremos mujeres propietarias. Hay presupuesto para ello, más de 5.000 millones en el presupuesto de este año y para el próximo también. Nosotros vamos a generar entre 80.000 y 90.000 soluciones para las mujeres.
Pero no solamente eso. Para aquellas a las que les ha ido un poquito mejor en la vida, por su esfuerzo, vamos a entregar crédito para propiedades sobre las 4.000 UF a través de un fondo internacional: 240.000 soluciones habitacionales, tasa en pesos al 5 por ciento. Y para aquellos que están en la industria de la construcción y están ahogadísimos, el bono pie lo vamos a institucionalizar. Por lo tanto, si hay alguien —especialmente mujeres— que califiquen, van a tener el 20 por ciento, y además les vamos a devolver el IVA, que no es del 19 por ciento, es del 14 por ciento.
Necesitamos más infraestructura, qué duda cabe, y necesitamos bajar el gasto fiscal. El primero tiene que ser el Presidente de la República: gana mucha plata. Si tenemos a Parisi Presidente y el PDG en el Parlamento, yo soy el primero que me bajo el sueldo y todos mis ministros. Porque leí la columna de su asesor y sí, hay gastos que son exagerados y sueldos que no se justifican. Tenemos alcaldes aquí —saludo a los alcaldes—. Ningún alcalde debería ganar más de 5 millones de pesos. Hay un abuso tanto de la izquierda como de la derecha, de los fachos y los comunachos, pagándose grandes sueldos. Nosotros creemos: no más IVA a los medicamentos, no más IVA a la canasta básica y más y mejor plata en el bolsillo de las personas. Muchas gracias.
Muchas gracias, Franco Parisi. El turno ahora es de José Antonio Kast.
Muy buenas tardes. En Chile hay una costumbre que se ha vuelto peligrosa: el “hay que”. Hay que crecer, hay que combatir la delincuencia, hay que cerrar las fronteras, y nos llenamos de buenas intenciones.
Hay poca acción y nosotros queremos traer fuerza y acción. Y cuando todos dicen en una reunión “hay que”, pónganse nerviosos, porque nadie se hace cargo. Nosotros queremos hacernos cargo. Porque necesitamos pasar del “hay que” a hacerlo. Yo voy a hacerlo. Lo dijo la Contralora en su ponencia.
Y para ello quiero hablarles de dos mujeres. Una que no está aquí, que está en Estados Unidos: Jimena Linconao. Una mujer mapuche, chilena, madre y emprendedora. Le está cambiando la vida a millones de personas que veían con temor los cambios tecnológicos y ella les muestra que hay una tremenda oportunidad en ese cambio. Así que, Jimena, a la distancia, gracias por todo lo que nos has ayudado a entender sobre este tema.
Y otra mujer que está aquí conmigo, Julia Cañari, que está ahí. Ponte de pie, Julia, para que te vean, te saluden. A Julia la conocí hace cuatro años en Putre. Y hace unos pocos días, a más de 3.000 metros de altura, nos volvimos a encontrar. Y seguía ahí, luchadora. También chilena, aymara, madre y emprendedora. Y Julia, sin inglés, sin contactos, sin excusas, logró exportar sus productos, sus tejidos, a Europa, a Estados Unidos, próximamente a Japón. Es una ciudadana del mundo: desde Putre, al mundo. Les va a dejar, a quienes quieran, sus tarjetas para que le ayuden a promover su emprendimiento.
Pero la diferencia entre Julia y otras personas es que ella se atrevió. Ella tomó la posta y dijo: “Yo voy a hacerlo”. Recorrió kilómetros para alcanzar esos permisos que son muy difíciles de lograr. Y acortó esa distancia, esa distancia que hoy día nosotros, como Chile, tenemos que acortar: pasar del dicho al hecho. Son personas como Julia las que nos recuerdan que no hay imposibles; que si tenemos el carácter, la decisión, la valentía, la voluntad, todo es posible. No dejemos de soñar, no dejemos de creer. Atrevámonos a que las cosas cambien en Chile.
Y hoy día estamos conversando de temas que nunca se habían conversado en los debates presidenciales. Estamos hablando de ajustes, estamos hablando de reducción de personas que no cumplen una función. Estamos hablando de temas que habrían pasado desapercibidos si no los hubiésemos puesto sobre la mesa. Con fuerza, voluntad, decisión y carácter, les digo que somos la fuerza, somos el cambio, somos la fuerza del cambio. Muchas gracias.
Muchas gracias, José Antonio Kast. Es el turno ahora de Marco Enríquez-Ominami.
Sin verdad no hay confianza y, efectivamente, sin confianza no hay responsabilidad. Una elección no es solamente un dilema acerca de cuál de nosotros es el mejor líder o lideresa. Es también saber decirnos la verdad en esta sala. Y la verdad es la siguiente: tenemos un modelo económico que no se va a resolver con un problema de más o menos funcionarios públicos. El modelo que nos hizo famosos en los 90 fue un modelo exportador, cuando el mundo quería el modelo chileno. El mundo cambió.
Lo cierto, entonces, es que la renuncia del ministro Marcel no fue un asunto técnico: fue el fin de una ilusión. El fin de una ilusión que revela crecimiento mediocre, agotamiento de nuestras reservas —que nadie dice—; Chile está con reservas mucho más bajas de lo que se requería. ¿La pandemia? Será la explicación. Una productividad insuficiente, un crecimiento, ya lo dijimos, mediocre. Lo cierto, entonces, es que el presupuesto que se nos presenta hoy día incluso hace reclamar a las Fuerzas Armadas para llegar a fin de mes. No, no fue una renuncia técnica: es una irresponsabilidad haberse ido. Es una irresponsabilidad porque estamos en un momento de gran desconfianza. No es un tema financiero el problema de Chile; es un problema de crisis de confianza.
Quiero aportar una reflexión adicional a este gran debate. En ninguno de los temas que se nos plantea está el tema internacional. Argentina, el 26 de octubre, tiene elecciones y, si eso termina mal, a Chile —puesto que buena parte de los arbitrajes comerciales pasan por el peso chileno— nos afectará. Afectará a las regiones del sur que importan desde Argentina. De eso no se va a hablar. También de la vulnerabilidad de nuestra economía: una economía que perdió su resiliencia, que hoy tiene a los migrantes como centro del problema, cuando son los inmigrantes los que hoy día llenan el trabajo informal porque el trabajo formal se va reduciendo.
Ustedes dirán: diagnóstico conocido. Pero es un diagnóstico que no escucho. Un diagnóstico que consiste en invitarnos a discutir simplemente si nuestros funcionarios públicos son delincuentes o no, si sobran o no, cuando el problema de Chile no es el tamaño del Estado.
La fuerza del Estado. El Estado que hizo grande a Chile en los 90 era un Estado expansivo, con más protección social, con reforma tributaria. Es un Estado que acompañó al vino tinto y al salmón, que utilizó la CORFO y BancoEstado como herramientas y no como pequeños voceros de la economía chilena. En seguridad nos dicen también que es un problema finalmente político, no técnico. Y yo les pregunto a los candidatos acá que hablan de seguridad, con mucha justicia: ¿de dónde sacarán la plata? Sin plata no hay hoy día. Ya lo dije: no hay reservas. Con ese crecimiento, ustedes recaudarán con suerte, con un punto de crecimiento, 0,2 para recaudación fiscal. No es cierto que el crecimiento alcanzará. Lo dije en 2006: se requería plantear otro Estado. Y lo hicimos en la Cámara de Diputados, con un texto votado por la derecha también. Eso también se perdió. Por eso hablo de la verdad y la confianza. Y quiero invitar a que salgamos del mundo humanista del derrotismo. Por fin escucho ahora a una derecha desinhibida que dice lo que piensa, que cree que su visión es reducir el tamaño del Estado. No: reducir el tamaño del Estado no es una visión. La visión es fortalecer el Estado. Muchas gracias, el cambio es la verdad.
Muchas gracias, Marco Enríquez-Ominami. El turno ahora es de Harold Mayne-Nicholls.
Buenas tardes. Quiero partir diciéndoles que soy yo; no es Kramer, que ayer hizo un posteo extraordinario imitándome. Hasta yo me pregunté cuándo había dado esa declaración. Quiero proponer el próximo eslogan para el NADE: Felicitatem morem faciamus. Hagamos de la felicidad una costumbre. Debo decirles que la gestión es mi carta de presentación. Hace ya 18 años, en este mismo salón, me invitó Jorge Awad a un círculo de Icare. Y tras la presentación, Jorge Paulmann me llamó y me dijo que nos iban a ayudar. ¿Qué ofrecimos en ese momento? Construir, mediante principios y valores, un fútbol que uniera a todos, tanto en lo masculino como en lo femenino. Dieciséis años después, no varió para nada mi mirada. Para los Juegos de Santiago 2023, a la necesidad de unir al país, le sumé el orgullo de sentirnos chilenas y chilenos. En ambos casos hicimos cosas diferentes. Soy un coleccionista de frases, de citas, y hay una que se le atribuye a Albert Einstein que dice: no espere resultados distintos si siempre hacemos lo mismo. Mi objetivo actual es desatar el crecimiento con felicidad. Eso nos traerá esperanza, una vida saludable, libertad para decidir, aumentos del PIB con sueldos dignos, como dijo Andrea Tokman; menos enfermedades mentales, incremento en la tasa de natalidad, vejez digna, apoyo y generosidad social, equidad en la educación. Pero mi intención es hablarles del futuro, no quedarnos pegados en el pasado. Primero debemos erradicar la industria del miedo, extirpando el tumor de la delincuencia. No quiero más jóvenes que digan darse la pala. A ellos tenemos que ofrecerles un Chile más atractivo, no más soldados del tumor y del terror. Nuestro deber es construir y gestionar un país feliz, con visión de futuro, pensando en los próximos 100 años, como el reciente premio Nobel de Economía, Joel Mokyr, y por ello propongo construir la Ciudad del Sol. Allá en el norte, en Caleta Buena, no donde está La Normita, donde se venden los mejores sándwiches de pescado para el desayuno, sino a la altura de Huara, donde estaba la salitrera Agua Santa y donde don Santiago Humberstone embarcaba el salitre para el Viejo Mundo. Esta es una propuesta de país con energía limpia, con vida urbana de calidad, con innovación tecnológica, con equidad territorial, con desalinización. Este proyecto lo hemos estudiado; tenemos los recursos, las condiciones naturales y, lo más importante, como lo demostró 31 Minutos, el talento. Este proyecto no es de un gobierno, es de todo Chile. Muchas gracias.
Harold Mayne-Nicholls. Johannes Kaiser, sus tres minutos.
En primer lugar, muchísimas gracias por la invitación. Verba et facta, dicen, y la verdad es que nosotros ya estamos mucho más allá de eso. Me permito diferir: es facta non verba lo que necesitamos a esta altura. Porque si no empezamos a reaccionar y a tomar decisiones duras, que van a traer consigo también reacciones duras de grupos de interés, entonces no tenemos ninguna posibilidad de avanzar en recuperar la competitividad de nuestro país. Les traigo entonces dos noticias, una buena y una mala.
La buena noticia es que nosotros tenemos la voluntad de entrar en esa lógica. La mala es que, de la mano de eso, todos ustedes van a recibir mucha más competencia, porque vamos a abrir nuestro mercado a nuevos empresarios, a nuevos emprendedores y a inversiones que llegarán desde el extranjero. Y eso significará, para muchos de quienes están presentes, un desafío distinto al que han enfrentado en los últimos diez años. En la última década han tenido que sobrevivir al Estado, a malas políticas y, sin duda, a crisis internacionales. Pero en un futuro próximo, lo que queremos es que puedan desarrollarse: desarrollar sus capacidades, su productividad, y competir en un mercado con cada vez más actores, de modo que nuestra economía se transforme en una de las más eficientes del mundo.
Eso es lo que queremos. No queremos que en Chile la gente siga pagando precios como en Europa ganando sueldos como en África. No puede ser que exista un desfase tan importante entre los ingresos y los costos en nuestra nación. Ello va de la mano de la falta de productividad y también de un mercado que se ha ido cerrando, muchas veces con la complicidad de intereses corporativos que han preferido conservar la estabilidad antes que defender el libre mercado y la libre actividad económica. Lo vimos en más de una ocasión.
Damas y caballeros, lo que venimos a plantearles en este foro económico es que les retiraremos la presión fiscal. Queremos transformar a Chile en uno de los países más competitivos del mundo en materia fiscal. Si reinvierten, no les cobraremos impuestos. Si contratan, los trataremos como lo que son: héroes de la producción y de la creación de riqueza. Y cambiaremos también aquellas disposiciones de nuestro sistema que hoy protegen ciertos intereses e impiden el ingreso de nuevos competidores. Ese es nuestro compromiso. No queremos a los empresarios solo por ser empresarios; los valoramos porque deben generar riqueza, trabajo y bienestar. A esa función social queremos reconducirlos. Muchas gracias.
Muchas gracias, Johannes Kaiser. Bien, pasemos ahora a una sección que denominamos “Tensiones que importan”. Son tensiones relevantes y el propósito de esta ronda es que cada candidata y candidato pase del qué al cómo: que no solo enuncien propósitos —lo que siempre está muy bien—, sino que también propongan medidas concretas, plazos definidos y, eventualmente, resultados verificables al 2030, cuando alguno de ellos llegue a La Moneda.
Cada participante tomará al azar una de estas tensiones que voy a repartir y tendrá 90 segundos para responder. Les pido máxima concentración respecto de lo que indicaré: durante su intervención podrán plantear su diagnóstico, las acciones que implementarían y los compromisos que asumirán frente al país. Brevemente, iré introduciendo cada tensión antes de que el candidato o la candidata comience su respuesta. Tendrán, por supuesto, aquí el cronómetro.
Dicho eso, les voy a repartir ahora estas tensiones y les pido, por favor, que no las abran hasta que llegue el momento de responder. Solo pueden sacarlas y dejarlas allí, exactamente. Don Harold Mayne-Nicholls, don Franco Parisi… y por aquí. Les pido, mientras tanto, que respeten los tiempos. Don Johannes Kaiser, doña Evelyn Matthei, don Marco Enríquez-Ominami… Hasta que yo les indique. En el ensayo las llamaban “Pokébolas”, pero me pidieron que las llamara “esferas” porque es más elegante.
¿Todos listos? Vamos a comenzar, según el sorteo previo. Don José Antonio Kast, usted abre. Indíquenos cuál es el concepto y, a partir de ello, le haré la pregunta correspondiente.
—Productividad y permisología.
Productividad y permisología tiene varias aristas. Le formulo la siguiente pregunta, y usted tiene 90 segundos para responder: ¿Cómo podría garantizar que la reducción de plazos no genere nuevos focos de corrupción ni debilite la fiscalización ambiental, incluso bajo un escenario de austeridad?
—Primero, decir que el crecimiento no es en contra del medio ambiente, sino junto con el medio ambiente. Nosotros tenemos que respetar el medio ambiente para poder crecer.
Respecto de los plazos, en muchas normas están establecidos plazos que no se cumplen. Todos vimos la clase magistral que nos dieron hace pocos instantes, magistral por la simpleza con que reflejó la complejidad de lo que debe ser. Hay 2.400 instituciones que traban la pelota; aquí mismo yo una vez entregué una pelota y dije: vamos a destrabar la pelota. Y aparecieron publicadas las mismas instituciones que mencionamos, varios de los que estamos acá; incluso con Jeannette Jara compartimos que había que modificar el Consejo de Monumentos Nacionales. Lo dijimos acá: la Dirección de Obras, la Dirección de Aguas. Y hay una clave en todo lo que hemos visto hoy día: el gráfico más duro mostraba cómo se disminuían los recursos a la Contraloría en vez de aumentarlos. Nosotros hemos dicho que vamos a aumentar los recursos a la Fiscalía, a los tribunales y, sobre todo, a la Contraloría General de la República.
—¿Cuántos proyectos usted esperaría destrabar de aquí al 2030?
Nosotros tenemos —y los vamos a sorprender— el plan Desafío 90, que dirige Bernardo Fontaine, junto con nuestro gran asesor económico Jorge Quiroz, a quien le doy las gracias. En esos 90 días, de verdad, los vamos a sorprender: desde el primer día, en el combate a la delincuencia y en la desregulación de esos permisos que cargan la mochila de todos los emprendedores, incluida Julia.
Perfecto, muchas gracias, José Antonio Kast. Johannes Kaiser, le corresponde a usted ahora. Veamos qué concepto para estas tensiones que importan. El concepto que aparece es crecimiento económico y protección ambiental. Le pregunto, Johannes Kaiser: ¿qué meta de crecimiento fija para el 2030 y qué mecanismo de control ciudadano o fiscalización independiente garantiza que su agenda de regulación no vaya a debilitar también estándares ambientales?
A ver, en primer lugar, nosotros necesitamos crecer entre 4,5% y 5%. No es un tema de cuál es la oferta que estamos haciendo, sino la meta que tenemos que alcanzar. Y debemos alcanzar esa meta porque, incluso algunos ex ministros de Hacienda lo saben, de otra manera es absolutamente inviable cumplir con los compromisos sociales en que ha incurrido la clase política nacional. Es absolutamente inviable seguir financiando la deuda y, a este paso, nos vamos a dirigir directamente a la quiebra del fisco. De aquí a 10 o 15 años, se acabó la fiesta, y entonces vamos a tener que hacernos cargo de la crisis económica asociada, junto con la crisis política y la crisis social; y quién sabe si nuestra república y nuestra democracia sobreviven a esa situación.
—Ahora, yo le preguntaba también cómo su agenda eventualmente no podría terminar generando una desregulación que debilite estándares ambientales.
Lo que pasa es lo siguiente: sancione usted al que incumple la norma ambiental; no lo haga pedir permiso para cada una de las fases. Es decir, permitamos que la gente trabaje y fiscalicemos. Fiscalicemos, y si no están cumpliendo, los podemos sancionar penal y civilmente; podemos hacer todo lo necesario para generar el ejemplo de que eso no se hace en Chile. Pero si vamos a detener todos los proyectos hasta que cada uno de los burócratas de nuestro Estado esté convencido de que ese proyecto no va a generar daño, entonces cerremos por fuera.
Tiempo. Muchas gracias, Johannes Kaiser. Le corresponde ahora, candidata Jeannette Jara. Veamos cuál es el concepto que aparece en la esfera. Aquí. El concepto es seguridad ciudadana y libertades individuales, otro tema recurrente en este debate. Le pregunto —yo sé que es complejo, pero ustedes son los candidatos—: ¿a qué tasa de homicidios por 100.000 habitantes se compromete para el 2030 y qué dos medidas va a priorizar garantizando al mismo tiempo el respeto a las libertades civiles?
Bueno, en primer lugar quisiera señalar que el tema de la seguridad pública, como antes dije, es demasiado presente en nuestro país. No solamente en el norte de Chile y en el centro, sino que también en el sur, y muchas veces por razones bien distintas. Lo digo porque en buena parte del país hay una preocupación permanente por la penetración de mafias y de crimen organizado, y efectivamente vemos que en otros sectores del país, más al sur, tiene que ver incluso con temas asociados a violencia intrafamiliar. Lo señalo porque son parte de las realidades que, cuando generalizamos, se invisibilizan. Con todo, efectivamente las tasas de homicidio han disminuido, a mi entender, de manera muy difícil, porque ha sido larga la penetración que ha hecho la mafia en nuestro país y el crimen organizado lleva ya bastante...
Jeannette Jara: Hace años, previo a la pandemia incluso, tenemos el desafío de fortalecer nuestras policías y nuestra capacidad de inteligencia, pero también de preguntarnos a qué vinieron ellos. Por eso, como señalé antes, perseguir la ruta del dinero es tan importante. Si usted me pregunta cuántas personas considera aceptable que el crimen organizado afecte en Chile, le digo que ninguna, porque nadie espera que los delincuentes puedan matar a otra gente. Vamos a tener que hacer un esfuerzo y un compromiso bien unitario en esto, sea quien sea elegido presidente o presidenta, porque la fuerza con la que ha entrado al país es bastante relevante. Y cuando el Estado se debilita, como algunos proponen, el crimen ingresa con mayor fuerza aún.
Moderador: Por lo tanto, ¿no tiene una tasa específica a la que le gustaría aspirar al año 2030?
Jeannette Jara: No. Mi aspiración es que en Chile los delincuentes no puedan seguir presentes y menos matando gente. No creo que haya una cifra aceptable, Juan Manuel.
Moderador: Muy bien. Muchas gracias, candidata Jeannette Jara. Corresponde ahora a Evelyn Matthei. El tema es control migratorio y, al mismo tiempo, no discriminación. Le pregunto si usted puede fijar una meta anual de expulsiones efectivas y explicar los mecanismos de garantía legal que implementará para evitar errores en ese proceso.
Evelyn Matthei: Perdón, pero lo primero es realmente controlar la frontera. ¿De qué sirve empezar a expulsar a mucha gente si anualmente pueden entrar 100.000 inmigrantes ilegales? Salen autos robados y entran camiones llenos de fruta con mosca de la fruta, lo que podría hacernos perder la condición de país libre de esa plaga. Entiendo su pregunta sobre expulsiones, pero el primer tema es que tenemos que cerrar la frontera, y nosotros la vamos a cerrar en un año. ¿Cómo lo vamos a hacer? Primero, con control aéreo de todo lo que se mueve cerca de la frontera. Eso implica una inversión importante: satélites, aviones no tripulados, sensores en el aire y en la tierra. Requiere también una respuesta operativa muy rápida y, por eso, hablamos de una policía fronteriza.
Moderador: Entiendo, pero ¿tiene un plan de expulsión y alguna meta específica anual?
Evelyn Matthei: Sí. En nuestro programa está la expulsión de 10.000 personas que hoy ya tienen orden de expulsión y no se ha ejecutado, y al mismo tiempo de 3.000 personas privadas de libertad que son extranjeras y provienen de países con los cuales tenemos convenios para que sigan cumpliendo su pena en su propio país.
Moderador: Perfecto. Muchas gracias, candidata Evelyn Matthei. Don Harold Mayne-Nicholls, le corresponde a usted. El tema es sostenibilidad fiscal y, al mismo tiempo, demandas sociales. ¿Qué trayectoria de deuda del Producto Interno Bruto propone y bajo qué regla fiscal permanente puede garantizar responsabilidad de gasto de aquí al 2030?
Harold Mayne-Nicholls: Soy un convencido de que debemos mantener la regla del 44% y no sobrepasarla. Si llegamos al 44%, hay que activar de manera automática los ajustes en programas y proyectos para no superarlo. Es muy doloroso ver cómo países han sobrepasado ese umbral —Francia, Alemania, el mismo Estados Unidos— y ello trae una serie de crisis institucionales. Esto no implica eliminar los programas ni desatender las demandas sociales; hay que mantenerlas, pero siendo lo suficientemente creativos para que el gasto corriente esté siempre financiado con el ingreso corriente.
Moderador: ¿Y cuál es su fuente principal de financiamiento para sus programas sociales sin comprometer esa estabilidad fiscal?
Harold Mayne-Nicholls: La principal fuente es alcanzar un crecimiento del 4% anual del PIB, como han señalado otros candidatos, y además reducir la tasa de evasión en al menos 1 o 2 puntos. Con eso tendremos los recursos suficientes para financiar todos nuestros programas.
¿Se proyecta algún recorte del gasto público?
Sí. Más que recortar el gasto público, lo que me gustaría es que se utilicen bien los recursos del Estado. Son muchos recursos y, a diario, vemos que no están bien utilizados.
Perfecto, muchas gracias por su respuesta. Le corresponde ahora a Franco Parisi. Veamos cuál es el concepto que aparece. Lo dejo aquí: “representatividad y gobernabilidad”. Le pregunto: en esta discusión sobre representatividad y gobernabilidad, ¿considera usted que debiésemos cambiar el sistema en el que se eligen a las autoridades? Y, de ser así, ¿cómo se garantiza al mismo tiempo que todos los chilenos se sientan representados?
Primero, asegurando que todos los chilenos puedan votar. Insisto desde 2013 que los mineros no pueden votar; me avergüenza, porque podemos solucionarlo. También el personal de la primera línea, gente que trabaja en los hospitales. Creo en la democracia, pero creo en más y mejor democracia. Invito aquí y ahora a nuestros candidatos: voto digital a través de Clave Única. Sí, pueden existir errores; siempre pueden existir. Pero quitarle a la gente la posibilidad de votar me molesta, porque los grandes números no mienten. Por eso los invito a que hagamos un pacto aquí y ahora: tener voto adelantado o voto digital, porque la gente merece ser escuchada. Me da pena cuando nuestros adultos mayores están en noviembre y, en segunda vuelta, en diciembre, al sol. Por lo tanto, que también puedan votar. Permítame terminar, sigo de inmediato. Segundo, no me gusta el sistema que tenemos ahora; creo que deberíamos tener elecciones de media temporada: si el Presidente lo está haciendo bien, que gane mayoría; y si lo está haciendo mal, que baje su mayoría. En gobiernos sin mayoría parlamentaria, ¿cuáles serían las leyes prioritarias y cómo las discutiría con otros sectores políticos? Nosotros somos un partido de centro y, por lo tanto, podemos dialogar sin problema. Estoy seguro de que una lección de esta elección es que necesitamos conversar más. Somos un Partido de la Gente dispuesto a conversar con todo el mundo, sin discriminar.
Perfecto, muchas gracias, Franco Parisi. Marco Enríquez-Ominami, apriete ahí… eso. Le corresponde: capital humano y automatización. Marco, ¿qué porcentaje de la fuerza laboral debería recibir capacitación relevante cada año hasta 2030? ¿Con qué presupuesto específico y cómo reportaría la tasa de inserción laboral después de esa formación?
Uno de cada cinco empleos en la próxima década va a desaparecer producto de la robotización y la inteligencia artificial. ¿Qué proponemos concretamente? Dos medidas, y explico cómo se financian. Uno: crear 300.000 empleos para reconversión. Dos: 100 liceos técnico-profesionales más, inspirados en el modelo alemán. Esas son las medidas. ¿Cómo se financia? No hay forma humana de financiar los programas que he escuchado si no es apostando a un reajuste económico —lo intentó este gobierno y no alcanzó—, al crecimiento económico —la tasa de largo plazo de este gobierno es extremadamente mediocre; por tanto, no da, es 0,2 de recaudación por cada punto—, o al ahorro y endeudamiento —mala idea. ¿Qué proponemos? Reforma tributaria: 0,88 por año, 3,52 en cuatro años. Eso, visto el ratio de nuestra historia económica —1,5 pesos por cada peso público invertido—, con un plan de obras públicas de 21.000 millones de dólares. Con eso se pone en marcha la economía, con reforma fiscal —somos la única candidatura que lo dice, y lo pueden leer en nuestra página web—, un plan de financiamiento para la reconversión digital. Además, anunciaré en los próximos días una nueva arquitectura financiera para Chile, haciéndome cargo de la crisis de los fondos de pensiones descapitalizados. Segundo, una fórmula para que el Banco Central traspase recursos a la banca privada —explicaré cómo—, a fin de tener más inversión extranjera. No hay forma humana de que Chile salga adelante sin inversión extranjera y reforma tributaria: solo con crecimiento no alcanza.
Perfecto, muchas gracias, Marco Enríquez-Ominami. Ahora es el momento de que ustedes se pregunten entre ustedes. Nuevamente, van a escoger una esfera que contiene un concepto que deberán incluir en su pregunta. Esto es muy clave. Olvídense de la esfera verde: ahora viene la esfera azul. Este bloque se titula “Diálogos improbables”. El espíritu de esta dinámica es abrir espacio a temáticas que, en general, han estado menos abordadas.