Cámara de Diputados Mujeres y Equidad de Género

Cámara de Diputados - Mujeres y Equidad de Género - 15 de octubre de 2025

15 de octubre de 2025
18:00
Duración: 2h 16m

Contexto de la sesión

1.Recibir a la delegación de legisladoras mexicanas con el objeto de tratar la experiencia legislativa de los Estados Unidos Mexicanos para garantizar la protección de los derechos sexuales y reproductivos. 2.Continuar con la discusión general del proyecto de ley que "Modifica la ley N° 18.838, que crea el Consejo Nacional de Televisión, para encomendar a este organismo la dictación de normas generales sobre la incorporación de advertencias previas y difusión de canales de denuncia durante la transmisión televisiva de contenidos relacionados con situaciones de violencia de género", boletín N° 17855-34. Para tales efectos se encuentran invitadas doña Citlali Calixto, Legisladora para Guerrero; doña Hilda Luis, Legisladora para Oaxaca; doña Larissa Acosta, Legisladora para Yucatán, y doña Daylín García, Legisladora para Baja California, acompañadas por doña Hilda Luis, Regidora de Equidad de Género, San Jacinto Amilpas, Oaxaca y doña Anahi Sarmiento, Secretaria de las Mujeres en el Estado de Oaxaca. Para tales efectos se encuentran invitados los representantes del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género y del Consejo Nacional de Televisión. Lugar: Sala de Conferencias Inés Enríquez segundo nivel (Sesión presencial)

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Se abre la sesión, en nombre de Dios y de la patria. El acta de la sesión 121 queda reglamentariamente aprobada. El acta de la sesión 122 se pone a disposición de las diputadas integrantes de la comisión. La señora secretaria dará lectura a la Cuenta. Buenas tardes. Se han recibido los siguientes documentos: un correo electrónico de doña Edith Carvajal, mediante el cual informa que se encuentra en un programa piloto de teletrabajo de tres años en el Ministerio de Hacienda, que finaliza en 2026. Su modalidad híbrida, de dos días de teletrabajo a la semana, le permite cuidar de su hijo con trastorno del espectro autista y atender sus necesidades médicas en Viña del Mar, lo que es esencial debido al impacto negativo del clima de Santiago en la salud del menor. Señala que su productividad se demuestra con el cumplimiento de objetivos, sin que su ubicación afecte el rendimiento. Manifiesta su preocupación por la continuidad del teletrabajo más allá de 2026 y solicita apoyo para que la normativa sobre conciliación de la vida personal y laboral sea aplicable al sector público; un correo electrónico del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, mediante el cual se excusa la inasistencia de la ministra a la sesión de hoy por compromisos previamente agendados; un correo electrónico de la ANEF, mediante el cual solicita a la comisión la autorización para que pueda asistir a las sesiones doña Sandra López Palma, vicepresidenta de la Mujer; una comunicación de la bancada de Renovación Nacional, mediante la cual se informa que la diputada Marcia Rafael Mora reemplazará a la diputada Carla Morales Maldonado en esta sesión; y una comunicación del Comité Comunista, mediante la cual se informa que el diputado Tomás Hirsch reemplazará a la diputada Ana María Gasmuri durante esta sesión. Eso es todo, Presidenta. Muchas gracias, secretaria. ¿Opiniones sobre la Cuenta? No hay intervenciones. Solo quisiera que pudiéramos ver lo de la ANEF, porque solicitan autorización para asistir a las sesiones, en general, la vicepresidenta de la Mujer, doña Sandra López Palma. Entiendo que, para asistir de oyente, no se requiere autorización, pero propongo que quede el acuerdo de la comisión, para no dejar dudas de que está bienvenida. ¿Lo acordamos? Acordado. Agradeciendo la presencia de las diputadas integrantes de esta comisión, pasamos a la tabla: recibir a la delegación de legisladoras mexicanas con el objeto de conocer la experiencia legislativa de los Estados Unidos Mexicanos para garantizar la protección de los derechos sexuales y reproductivos. Para tales efectos, se encuentran invitadas doña Citlai Calixto, legisladora por Guerrero; doña Hilda Luis, legisladora por Oaxaca; doña Larisa Acosta, legisladora por Yucatán; y doña Dailín García, legisladora por Baja California, acompañadas de doña Anaí Sarmiento, secretaria de las Mujeres del Estado de Oaxaca. ¿Estamos bien? ¿Sí? Por favor, tomen asiento. Mientras se ubican... Diputada Erika Olivera. —Sí, disculpen, Presidenta, pero voy a Constitución; entonces me voy a estar moviendo. —Está muy bien que lo señalemos explícitamente al micrófono, porque hemos pasado situaciones bastante bochornosas durante el día. Se entiende, diputada. —Gracias, Presidenta. —Y durante el día hemos andado corriendo. —Sí, por lo mismo. Da mucha lata, pero pido también disculpas a las invitadas, porque vamos a estar de comisión en comisión. —Muchas gracias. Comentarles, mientras tanto, que la presencia de las diputadas invitadas obedece a un acuerdo de esta comisión. Ellas están en una visita a nuestro país para intercambiar experiencias respecto de los derechos sexuales y reproductivos que se han debatido en México, en distintos estados. Ayer tuvieron la posibilidad de compartir estas experiencias en el marco de la interrupción del embarazo por plazos.
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Presidenta: Muy buenas tardes. La idea es que podamos escucharlas y, por cierto, tener un intercambio con preguntas, como siempre lo hacemos en esta comisión, de manera libre y diversa. Les voy a pedir, para efectos de registro, que se vayan presentando. Daremos alrededor de diez minutos por diputada para que puedan exponer y luego abrimos el diálogo. Les damos la palabra; ustedes deciden quién comienza. Diputada invitada (Oaxaca, México): Muy buenas tardes. Agradezco la oportunidad de estar en este Congreso chileno. Agradezco a la presidenta de la comisión y a sus integrantes la apertura para escucharnos desde la experiencia de los distintos estados que conformamos la República Mexicana. En mi caso, soy del estado de Oaxaca, un estado muy cultural y lingüístico, con una gran riqueza, pero también con grandes retos, que nos llevaron a transitar el tema de la despenalización del aborto para nuestras compañeras, para las mujeres de Oaxaca. Quiero comentar que los avances, desafíos y aprendizajes desde el trabajo legislativo representaron todo un reto. Debo empezar agradeciendo a la sociedad civil organizada, que nos invitó a este Congreso y nos acompañó a lo largo de un proceso que nos llevó casi dos años. Rumbo a la despenalización del aborto, en una primera ocasión presentamos una iniciativa que proponía la despenalización sin plazo. Sin embargo, era lógico que ciertos sectores de la población no permitieran su avance, y menos aún las y los congresistas, por lo que no prosperó en ese momento. En un segundo intento, con el antecedente de 2004 —cuando la sociedad civil organizada presentó una iniciativa similar—, buscamos retomarla; sin embargo, en su momento, quien fungía como gobernador del estado la congeló en comisiones y no avanzó como correspondía. Afortunadamente, formamos parte de una nueva corriente política —el Movimiento de Regeneración Nacional— que hoy se encuentra en la presidencia. Soy legisladora de reelección: la primera legislatura fue de dos años y empalmó con una segunda de tres años. En esa primera legislatura intentamos posicionar este tema, que genera muchas aristas. En la segunda legislatura, 2018–2021, presentamos nuevamente la iniciativa, ya acompañadas de grupos con experiencia en la Ciudad de México. Doce años después de esa primera experiencia, pudimos colocar al centro del debate la despenalización del aborto hasta la duodécima semana. Optamos por denominarlo Interrupción Legal del Embarazo, porque la sola palabra “aborto” genera recelo. Por consejo de la sociedad civil organizada adoptamos esa denominación. Este proceso implicó transitar por varias iniciativas: reformas de carácter constitucional, adecuaciones en materia de salud y, sobre todo, modificaciones al Código Penal, que nos obligaban sí o sí a tomar cartas en el asunto.
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Porque las mujeres en mi estado eran criminalizadas, o bien recibían sanciones privativas de libertad o, en el peor de los casos, muchas murieron por la falta de una atención adecuada en un hospital. Sabíamos de atenciones clandestinas, no en las mejores condiciones ni con la dignidad que merecemos nosotras, a nuestros cuerpos, y esa era la realidad que se vivía. A esto se suma que Oaxaca es un estado con amplia población indígena, con altos índices de pobreza; todas estas intersecciones nos atraviesan y hacen aún más difícil la vida digna de las mujeres. Contábamos, además, con una declaratoria de Alerta de Violencia de Género en 40 municipios de los 570 con que cuenta el estado. Imaginen el universo de mujeres, culturas e idiomas que conviven en mi estado. Era urgente y necesario entrar al debate, porque debíamos hacer justicia social para esas mujeres que no tenían voz. Nosotras fuimos quienes les dimos voz desde el Congreso del Estado. Sabíamos que no sería fácil, que el tránsito de un planteamiento con connotaciones éticas, morales, religiosas e ideológicas sería complejo. Sin embargo, la estrategia de aliarnos con distintos sectores de la sociedad —académicas, activistas, profesionales de la salud— nos abrió la posibilidad de avanzar mediante los foros que realizamos. De este modo pudimos llevar información a las y los diputados que, desde la comisión, debían aprobar la iniciativa para pasarla al Pleno y sumar voluntades para su votación. Contamos atinadamente con el apoyo de GIRE en México, de MEXFAM, de Católicas por el Derecho a Decidir y de organizaciones de la sociedad civil de nuestro estado. Con estos grandes actores, aliadas y aliados —porque también hubo varones que transitaron con nosotras; uno de ellos, el presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado—, el día de la aprobación se unió a las voces de todas las mujeres de Oaxaca que exigían la justicia social que se nos había negado por mucho tiempo. En esa sesión contamos con su acompañamiento y, aun con la presión de la “ola celeste”, presente día a día durante las discusiones, logramos que la “marea verde” se posicionara. Sé que las alianzas tienen un gran valor en estos procesos. Hoy estoy aquí, en Chile, compartiendo una experiencia que fue maravillosa y que nos dejó grandes satisfacciones como legisladoras. Me sumo a la gran voz de las mujeres chilenas, que quieren que se respete su derecho humano a decidir sobre su territorio, sobre sus cuerpos. Y hoy me siento complacida de poder decir que, si se pudo en Oaxaca, se puede en cualquier parte del mundo. Que, si en Oaxaca, con todas sus aristas, pudimos hacer frente, después de 12 años, a la despenalización del aborto, también se puede en Chile. Es cuestión de sumarnos y creer que todo es posible. Les agradezco. Muchas gracias. Le vamos a dar inmediatamente la palabra. ¿Lograron compartir la presentación? Perfecto, tiene sus 10 minutos. Gracias. Muchísimas gracias, señoras diputadas, y a las asesoras técnicas que las acompañan. Es un verdadero honor para mí poder compartir esta experiencia legislativa: el caso particular de Guerrero, que, con mucho orgullo, sostenemos es un estado al sur de México y, evidentemente, con sus particularidades, donde las familias están muy arraigadas y opinan desde valores familiares. Ese es el contexto guerrerense y, desde ahí, creo que compartimos esas peculiaridades en la discusión sobre la interrupción legal del embarazo. Muchas gracias. Contexto para 2022: el panorama…
15:00
Quisiera referirme al panorama jurídico y también al político. Para 2022 había una inacción de dos años respecto de una Alerta de Violencia de Género: el gobierno federal había observado a los gobiernos locales, entre ellos el estado de Guerrero, que las legislaciones no estaban protegiendo a las mujeres guerrerenses, sino que estaban vulnerando sus derechos sexuales y reproductivos. Por otro lado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, nuestra máxima institución para interpretar y garantizar los derechos humanos, había emitido una sentencia en una acción de inconstitucionalidad en la que se establecía que mantener penalizado el aborto constituía una forma de criminalización hacia las mujeres guerrerenses. Comparto este panorama como testimonio argumental sobre cómo podemos visualizar el poder legislar en América Latina, pues las acciones de inconstitucionalidad no son casos aislados de determinados países. En el plano político, asumimos una responsabilidad histórica: era el inicio de la primera legislatura paritaria en Guerrero. Por primera vez, el Congreso de Guerrero se conformó por 46 diputaciones, 23 mujeres y 23 hombres, lo que entrañaba una carga histórica importante. Como señalaba nuestra compañera diputada de Oaxaca, el Movimiento de Regeneración Nacional ha regenerado la vida pública de México y, con ello, asumía la responsabilidad de saldar las deudas históricas con las mujeres. A la par del primer Congreso paritario, iniciaba la primera mujer gobernadora en el estado de Guerrero. La estrategia detonante en nuestro Congreso fue incluir el tema en la agenda legislativa del Grupo Parlamentario de Morena. Fue un trabajo muy difícil, especialmente para compañeras y compañeros que ingresaban por primera vez al Congreso; sin embargo, avanzamos, nos fortalecimos y acordamos el compromiso de las 22 diputadas y diputados de impulsar este tema legislativo. Subimos a la tribuna para posicionar el asunto e hicimos un mapeo político: identificar quiénes tenían una postura en contra, quiénes a favor y quiénes mantenían una posición neutral, para dialogar y construir acercamientos. Presentamos la iniciativa el 12 de enero de 2022. Aunque su servidora fue promovente, me acompañaron dos diputadas importantes: una integrante de la Comisión de Justicia, donde se dictaminaría el tema, y otra compañera diputada feminista. Fue fundamental esta red de sororidad. En cuanto al contenido, se estableció la posibilidad de interrumpir el embarazo hasta la semana 12. Además, incluimos una causal pionera en la entidad: si después de las 12 semanas, por negación del servicio, no se hubiera practicado la interrupción, debía realizarse. ¿Qué ocurría? Que a las semanas 11 o 12 se decía “no está el médico, regrese la próxima semana”, y al retornar ya era la semana 13, cuando la ley ya no lo permitía. Esta causal buscó evitar los obstáculos de un sistema patriarcal y los pretextos que se imponían a las mujeres guerrerenses. Enfrentamos muchas resistencias: se desplegó una campaña de desprestigio en contra de su servidora en redes sociales y en territorio, con volantes y lonas. Aun así, debo señalar que, paralelamente, se le estaba negando a una niña de nueve años la interrupción legal del embarazo. Sabemos que una niña de nueve años no decide embarazarse; una niña es niña: no se le puede obligar a ser madre o esposa.
20:00
Esta discusión era nota en Guerrero, ahora nota nacional, porque se le estaba negando la interrupción del embarazo a una niña de nueve años. Y la realidad es que siempre nos hemos centrado en garantizar los derechos sexuales y reproductivos. La discusión nunca ha sido la promoción del aborto; no. La discusión siempre ha estado en las maternidades deseadas. En esa línea propusimos la iniciativa sobre violencia obstétrica, que, entre otras cosas, consideraba la pertinencia cultural: contar con traductores para nuestras mujeres indígenas y afromexicanas que hablan otra lengua, para que supieran qué les decía el médico y qué iban a firmar, porque en ocasiones se imponían o retiraban métodos anticonceptivos sin su consentimiento. Asimismo, incorporamos estándares de trato digno en casos de muerte perinatal; por ejemplo, evitar que, en un mismo espacio, una mujer reciba el cuerpo de su bebé sin vida mientras a otra se le entrega a su recién nacido vivo. Ese tipo de discriminaciones y violencias obstétricas quedaron recogidas en la iniciativa. Finalmente, logramos la aprobación el 17 de mayo, con 30 votos a favor; se requerían 24. Hicimos un trabajo con la totalidad de las diputadas y los diputados del Congreso del Estado de Guerrero y, a partir de ello, impulsamos la reforma sanitaria. Nos acercamos con la Secretaría de Salud y su personal médico, y la Ley de Salud del Estado de Guerrero se presentó considerando también la objeción de conciencia: respetamos el derecho del médico a objetar, pero no el de la institución. La institución debía garantizar que hubiera quien practicara la interrupción del embarazo. Esta iniciativa, desafortunadamente, quedó congelada durante dos años en el Congreso del Estado de Guerrero. Fue hasta que su servidora llegó a la Presidencia de la Junta de Coordinación Política que se priorizaron estos temas. No lo digo para destacar mi cargo, sino porque creo que es un ejemplo del impulso que podemos dar las mujeres: en espacios como la Comisión de Equidad de Género, integrada por mujeres con perspectiva de género, abrazamos estas causas y así logramos que avancen. Finalmente, la votación y aprobación de la reforma sanitaria se dio por unanimidad el 14 de junio. Fíjense qué interesante: en la interrupción legal del embarazo hubo 30 votos a favor y, por tanto, también votos en contra y abstenciones; en cambio, en la reforma sanitaria —sobre la misma línea de derechos sexuales y reproductivos— alcanzamos unanimidad. Eso demuestra que hicimos un trabajo de concientización: es posible avanzar en estos temas. Quisiera cerrar con la cristalización de una política pública por parte del Gobierno del Estado. Se establecieron campañas para deconstruir mitos y realidades sobre el aborto y, en ese sentido, logramos materializar la política pública. Hoy en día, Guerrero cuenta con una guía de atención emitida por la Secretaría de Salud, donde se señalan los procedimientos para interrumpir el embarazo, además de campañas sobre los derechos reproductivos de las mujeres. Es cuanto. Muchísimas gracias, diputadas, por su atención. Muchas gracias. Tiene la palabra. Buenas tardes, honorables diputadas, y a todo el personal de apoyo y equipo técnico. Muchas gracias por la invitación a la comisión y, de igual manera, a todas las organizaciones que nos han traído hasta acá. Somos legisladoras locales en México. México es una federación: cada estado tiene su propia Constitución, su propio Congreso y, por lo tanto, sus propias leyes. Por ello, nos alineamos a los criterios de la Suprema Corte, que ordena al resto de los congresos actualizar normas cuando estamos rezagados. El pronunciamiento de la Suprema Corte en materia de interrupción del embarazo fue un detonante importante para que los gobiernos y congresos estatales pusiéramos este tema sobre la mesa.
25:00
Hoy, y tras varias conversaciones al respecto, me gustaría hacer una reflexión: cada una de las diputadas que hoy asistimos a este Congreso lo hacemos con mucho respeto y en atención a las invitaciones. Lo único que buscamos es aportar para que la sociedad chilena cuente con mayor información y se genere un efecto multiplicador de buenas prácticas para las mujeres de Chile. Al final, esto es un acto de sororidad de nosotras para con las mujeres latinoamericanas, que creemos muy valioso; a nosotras nos hubiera encantado contar con este apoyo y acompañamiento cuando nos tocó debatir el tema en nuestros congresos. En ese sentido, lo que hoy se vive en Chile no es diferente de lo que vivimos en nuestros congresos en México. Somos mujeres que, al pertenecer a un país muy apegado a la religión y con contextos históricos que nos han marcado, también tenemos creencias. En lo personal, profesamos una fe y tenemos respeto por Dios. Sin embargo, cuando llega el momento de debatir este tema, debemos separar nuestras creencias de nuestra responsabilidad de defender a la sociedad y a las mujeres chilenas. De alguna manera, nuestras creencias, nuestra historia de vida y nuestras familias entenderán que nuestra obligación va más allá de cualquier ideal o ética con la que hayamos crecido. Lo que debemos poner sobre la mesa es una pregunta muy sencilla: ¿queremos que las mujeres vayan a la cárcel por decidir sobre su vida y su cuerpo, sí o no? Con base en esa pregunta, podemos propiciar que el debate no se desvíe hacia otros temas que dan terreno a ideologías, creencias y, sobre todo, a grupos parlamentarios para desvirtuar lo que realmente interesa. En Baja California tuvimos un debate álgido. El acompañamiento de las organizaciones de la sociedad civil es fundamental. Considero muy prudente que estas redes empiecen a tejerse; seguramente hay muchos grupos organizados acá en Chile que pueden apoyar muchísimo a las legisladoras, a las diputadas, en su resistencia, porque no es sencillo. Tuvimos también manifestaciones muy importantes, incluso acoso de ciertos grupos radicales de ultraderecha. Por eso es tan importante contar con ese sostén para no caer en debilidades, porque, al final del día, es nuestra responsabilidad legislar. No podemos eludirla ni evitar acudir a una discusión cuando algo tan importante y trascendental para más del 50% de la población en Chile está en juego. Por otra parte, revisando el contexto de su país, ayer sostuvimos una conversación con la Universidad Católica. La verdad es que las universidades de Chile generan documentación e investigaciones de gran calidad, que incluso sirven de referencia a nuestras universidades. Por lo tanto, respeto muchísimo el conocimiento que se ha generado desde la educación en Chile. Sin embargo, también es importante comentar ciertas reformas que hicimos, particularmente en Baja California, que sirvieron para acompañar este proceso: dar certeza a las mujeres de que pueden decidir sobre su cuerpo y sobre la interrupción del embarazo debe ir de la mano con un acompañamiento para aquellas mujeres que sí quieren ser madres pero hoy no cuentan con los recursos económicos suficientes; muchas no han podido estudiar, no tuvieron la posibilidad de alcanzar una adecuada calidad de vida y les preocupa no poder brindársela a un bebé. En ese sentido, y dado que el tema de la natalidad preocupa a ciertos sectores de la sociedad, este debate debe incorporar también medidas de apoyo para quienes decidan maternar.
30:00
Respecto a la población en Chile, podemos poner como referente que en Baja California propusimos el “arranque digno de las infancias”. Esa es una reforma para garantizar a niñas y niños de 0 a 6 años toda la nutrición, salud y educación adecuadas, de modo que las madres que deciden formar familia cuenten con una política pública que les asegure apoyo o estímulos económicos. No podemos dejar a nadie en estado de indefensión: si exigimos a una mujer hacerse responsable de otra vida, el Estado debe acompañar ese proceso y garantizar que la niña o el niño tendrá lo mínimo indispensable, su mínimo vital, para vivir. Eso ayuda a decidir y elegir ser madre. En materia de políticas públicas, hicimos una serie de reformas en educación, incluida la educación sexual. Actualmente se trabaja en incorporar contenidos en las carreras de salud, para que desde el ingreso a Enfermería o Medicina se comprenda que no es un delito atender estos casos. Observamos que gran parte del personal de salud actuaba como si fueran Ministerio Público, denunciando y evitando involucrarse para no incurrir en un delito. Realizamos estudios y encuestas: el 80% del personal médico estaba dispuesto a colaborar si no existían repercusiones. Con base en ello, y considerando la objeción de conciencia, formulamos esta propuesta. Asimismo, planteamos la garantía de que las instituciones cuenten, 24 horas al día, con personal que pueda prestar este servicio. Y el tema del recurso etiquetado, porque si no se etiqueta no existe: recursos para capacitar a fiscalías, primeros respondientes, personal médico y policías en el llenado de los Informes Policiales Homologados (IPH), con perspectiva de género, evitando más violencia de género en el sistema y en todas las instituciones. También se contempla asesoría, apoyo y atención de emergencias vía telefónica. Con esto quiero decir que, además de la reforma —cuyo debate suele polarizarse—, podemos avanzar en directrices que reduzcan la violencia de género y la brecha de desigualdad existente. Hoy en Chile las mujeres ganan aproximadamente un 20% menos, por ejemplo. Hay muchos factores alrededor que no estamos valorando por la polarización, y mientras un hombre puede ser padre y continuar su educación universitaria y su proyecto de vida, para las mujeres la realidad suele ser muy distinta. Estas son mis reflexiones sobre lo vivido estos dos días. Gracias por la oportunidad de conocer el contexto y aportar, en lo posible, con nuestras referencias y experiencias al mejoramiento de la vida de las mujeres en Chile. Gracias. Muchas gracias a ustedes tres. Como señalé al inicio, ha sido muy interesante participar de este intercambio. Voy a abrir la palabra a las diputadas presentes por si tienen dudas o comentarios sobre la exposición de nuestras invitadas. Sí, diputada Marta González. Muchas gracias. Para nosotros es un honor que estén hoy día acá exponiendo en esta comisión, y que hayan venido con una agenda importante para nuestro país. Agradecer también a las agrupaciones que hicieron posible esto; si Secretaría me ayuda a nombrarlas a todas: Miles, Humanas y GIRE. Mi memoria está fatal. La reflexión y la experiencia han sido para nosotros muy enriquecedoras. Un ejemplo de la batalla que tenemos que dar es que el proyecto ha pasado por esta comisión. Entonces, esa es una señal clara de que todavía tenemos mucho por hacer.
35:00
Hay espacios que debemos validar, porque este es un espacio que se ganó y se conformó; es recién el segundo periodo parlamentario en que funciona esta comisión. Sin embargo, todavía no termina de instalarse con toda la potestad para que los proyectos que atañen especialmente a las mujeres pasen por esta comisión sin cuestionamientos. De hecho, debiesen ingresar de pleno a esta comisión, pero aún es una construcción que debemos dar. Insisto en que las experiencias que ustedes han compartido nos enriquecen mucho y nos abren caminos para avanzar en la tarea legislativa, y para que nuestro país cuente con este proyecto y llegue a ser ley de la República. Nuestro país está quedando muy rezagado en esta discusión. Hay un debate congelado que debemos abrir, dar y zanjar; no podemos pasar otra década discutiendo lo mismo o negándonos a hacernos cargo. En ese contexto, lo de hoy nos sirve para seguir dando pasos. Me hubiese gustado que hubiesen estado más organizaciones en esta sesión, pero igualmente esto será transmitido y el material quedará disponible para hacerlo llegar a las distintas agrupaciones. En mi caso, soy de regiones; la realidad en regiones es distinta a la de la capital y también distinta en esta región. Lo importante es el material, la experiencia que nos queda y las reflexiones que nos sirven para seguir avanzando en esta discusión. Por sobre todo, esto debe ser una política pública, mirada con enfoque de salud pública y enmarcada en muchos otros derechos que debemos seguir conquistando, garantizando y haciendo respetar en las instituciones y en la sociedad. También valoro mucho lo que ha hecho esta comisión frente al Poder Judicial, donde ha quedado totalmente evidenciado el sesgo de género y un sistema eminentemente patriarcal que ha expuesto a las mujeres en casos emblemáticos y dolorosos, exhibiendo su intimidad y esgrimiendo su comportamiento o su opción de vida frente a delitos que rozan el femicidio y otros crímenes brutales, como si cuestiones de la vida privada fuesen una excusa o un atenuante. Esta comisión ha dado grandes batallas e impulsado cambios legislativos al respecto; eso es muy valorable. Asimismo, se publicó un libro desde el Parlamento, en conjunto con la Biblioteca y la diputada Mix, sobre los congresos con perspectiva de género, y cómo, cuando existen comisiones de género y mayor paridad en los congresos, ello se refleja en la protección de las mujeres, la garantía de sus derechos y el avance de políticas públicas con equidad. Eso quería compartir y, nuevamente, agradecerles que estén aquí y que hayan hecho el esfuerzo de sostener esta agenda tan nutrida de ayer a hoy. Muchas gracias. ¿Alguna otra diputada desea intervenir? Bien, diputada Orsini, y luego la diputada Bello. Gracias, presidenta. Quiero agradecer profundamente que hayan venido a compartir sus experiencias con nosotras. Ya nos hemos visto ayer en la Comisión de Salud, hoy día en el seminario y ahora en esta comisión, y la verdad es que sus experiencias han sido muy enriquecedoras para nuestro trabajo. Solo agradecerles por habernos acompañado durante estos días y decirles que vamos a recoger aquello para nuestro trabajo en este Congreso. Gracias. Gracias, diputada Orsini. Tiene la palabra la diputada Bello. No estaba preparada. Primero que todo, saludarlas. Un gusto que estén acá. Bienvenidas a nuestro país. Espero que hayan podido estar en el piso 14, porque tiene una vista preciosa del Pacífico y no del Caribe, como tienen ustedes.
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