Informática, por favor, la conexión. Gracias. Vamos a revisar la propuesta de presupuesto del año 2026. Les pido, por favor, me permitan… Gracias, señoras y señores diputados. Daremos la palabra en cuanto esté conectado el ministro Carlos Montes. Ya, ministro Montes, tiene la palabra.
Gracias, presidente. Quiero saludar a todos los parlamentarios, senadores y diputados, a las autoridades de gobierno y al equipo de vivienda. La sesión de la mañana fue bastante amplia; revisamos muchas materias. Hay varios parlamentarios que no estuvieron presentes, por lo que, si es necesario, retomaremos algunos puntos durante el diálogo.
Esta tarde corresponde presentar el presupuesto 2026. Ya revisamos someramente la situación de 2025. Haré una reseña rápida del contexto del sector vivienda y, luego, la subsecretaria Gabriela Elgueta presentará el presupuesto propiamente tal.
En relación con el escenario macroeconómico —avancemos con la presentación, por favor—, es necesario tener presente qué ha pasado con el PIB entre 2020 y 2026: en 2020 registramos un crecimiento negativo; en 2021 crecimos 11,3%; en 2022 bajamos fuertemente; en 2023 nos mantuvimos en niveles bajos; en 2024 hubo recuperación, de acuerdo con estos antecedentes; y para 2026 existe una estimación en rango. La inflación sigue una trayectoria similar.
Quiero destacar que el proyecto de presupuesto para 2026 supone un compromiso muy claro con la responsabilidad fiscal y con un crecimiento económico sostenible, focalizando los esfuerzos en la seguridad pública y el desarrollo del país.
Respecto del peso económico del MINVU en la inversión, es una cuestión que debe considerarse. El mercado habitacional chileno depende en gran medida de la política pública; cualquier debilitamiento del MINVU impacta directamente en la producción y el empleo en general. La inversión en vivienda pública es una herramienta económica contracíclica que dinamiza al país en momentos de baja y es especialmente clave en esos períodos. Alrededor del 12% de la inversión en Chile se destina a vivienda, a nivel agregado.
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) impulsa alrededor del 57% de la inversión habitacional en la actual situación del sector privado. ¿Qué significa esto? Como se aprecia en el cuadro, del total de la inversión habitacional en 2024, el MINVU representa 40,7%; pero si consideramos la relación público-privada, es decir, la interacción entre los subsidios públicos que movilizan inversión privada, ambos sumados alcanzan 56,9%, el 57%. Esta es una cifra significativa desde el punto de vista del impacto del MINVU. A nivel de la OCDE, Chile es uno de los países con mayor participación del Estado en el acceso habitacional, y la cooperación público-privada permite apalancar más recursos y generar soluciones. Ayer, en una entrevista a un representante de Desafío, se señaló que no habría esa interacción público-privada; sin embargo, Chile es una excepción en el mundo por el tipo de interacción público-privada en torno a lo habitacional.
Aproximadamente 5 de cada 10 viviendas nuevas construidas en el país se financian con apoyo de subsidios habitacionales de este Ministerio. El 47% de los hogares propietarios en Chile adquirió su vivienda con subsidios, de acuerdo a la CASEN 2022. La tasa de viviendas terminadas del MINVU sobre el total de recepciones finales de vivienda alcanzó un 48% promedio entre 2020 y 2024, y al sumar la adquisición de viviendas nuevas se llega al 52%.
¿Cuál es el peso económico del MINVU en el empleo? En 2024, la construcción concentró el 7,8% del total de puestos de trabajo en el país y, entre 2020 y 2024, promedió un 8,4% de las personas ocupadas. Según estimaciones de la DIPRES —que podría explicarnos después su metodología—, en el segundo trimestre de 2025 el MINVU generó 195.262 empleos. En promedio, entre 2018 y 2025, se estima que el Ministerio ha contribuido con el 31,7% de los empleos asociados a la inversión pública.
Entre 2021 y 2025, la dotación del sector creció en 1,7%. Esto equivale, sobre una dotación de 6.570 puestos de trabajo, a un incremento de 118 personas. Del total de este aumento, 79% corresponde a honorarios transitorios vinculados al Plan de Emergencia Habitacional y al Plan de Recuperación de Incendios, y 21% a cargos a contrata por la institucionalización del Programa de Asentamientos Precarios y la Secretaría Ejecutiva de Condominios. En concreto, 118 de 6.570 ha sido el crecimiento del empleo en vivienda. ¿Qué significa esto, a propósito de una intervención en la mañana? Que el Plan de Emergencia se ha ejecutado fundamentalmente con los equipos propios del Ministerio, más que con nuevas contrataciones en términos proporcionales. Hay un cuadro que refleja esta evolución de la dotación entre 2020 y 2025 y los incrementos observados.
Respecto del gasto por vivienda, el gasto del MINVU en vivienda social no se limita exclusivamente a los subsidios de los programas. Para estimar el gasto total por vivienda, deben considerarse otros costos asociados, como las asignaciones directas que se entregan en distintos momentos; los aportes provenientes de otras instituciones estatales, como los terrenos; la asistencia técnica; y la fiscalización técnica de obras. Es decir, se trata de los subsidios más el conjunto de otros aportes públicos. Además, normalmente no se incorpora el costo social implícito, que es el costo alternativo de los préstamos entregados a tasa 0%, cuestión que explicaré más adelante.
Usando distintas fuentes de información interna, la División de Finanzas ha podido estimar el gasto por vivienda social para los programas DS-19, DS-49 y DS-01, identificando cuáles componentes ejercen mayor presión sobre el valor. En el caso del gasto por vivienda del DS-49 colectivo (no individual), este ha venido aumentando fuertemente, principalmente por el alza de los costos de materiales.
…los subsidios y los valores de los terrenos. Aquí tienen un cuadro donde se observa cómo va cambiando. El azul se refiere a los subsidios y allí se aprecian los distintos componentes; el grueso corresponde a subsidios. En el caso del DS-49, además de los subsidios y de los incrementos que incorpora el MINVU, se consideran los aportes adicionales —que aporta fundamentalmente la familia—, el sistema de asistencia técnica y la fiscalización técnica de obras, los intereses de los préstamos —que normalmente no se consideran—, el ahorro de la familia y los terrenos, que son un componente significativo. La estimación es que entre 2018 y 2025 los terrenos subieron, neto, 125%. Y el aporte público también aumentó, con un incremento cercano al 100%.
En los gastos por vivienda del DS-19 también ha habido aumentos, principalmente por el alza en los subsidios base. Allí está la composición entre subsidios base, seguro de cesantía, bono de integración social, pago oportuno, bono de captación, costo del préstamo; en total, el conjunto de aportes del Estado.
Quisiera detenerme en una situación que es muy importante tener presente al evaluar el desarrollo de la acción del Ministerio. El MINVU, en 2022, enfrentó una situación muy compleja con una empresa llamada Pacal, que en ese momento tenía casi 14.000 familias en distintos proyectos y estaba al borde de la quiebra. Si esta empresa quebraba, iba a involucrar a parte del sector bancario, además de a miles de familias, porque reconstruir aquello habría sido muy difícil. Optamos por buscar la manera de que no quebrara, evitando efectos macroeconómicos indeseados y resguardando a las familias. De esas casi 14.000 familias, hasta el momento alrededor de 8.000 ya han superado los problemas; todavía quedan algo más de 5.000 en distintas situaciones, en proyectos DS-49 en Arica (tres proyectos), Antofagasta, Atacama y la Región Metropolitana, algunos ya en proceso de solución. Hoy estamos exigiendo al máximo a Pacal; hemos recurrido al Consejo de Defensa del Estado para que nos apoye en la relación con la empresa, dada la actitud que han tenido.
Supimos que estaban comprando terrenos; durante el gobierno anterior la empresa se dedicó a comprar terrenos con subsidios, acumuló terrenos, y luego los precios cayeron, perdiendo valor. Eso provocó su inestabilidad económica, aunque no fue la única causa. Esto lo reconoce incluso la Cámara Chilena de la Construcción. Todo ello nos obligó a realizar esfuerzos para evitar su quiebra. Ha tenido costos en tiempo y otros ámbitos, pero optamos por ello para salvaguardar a las familias y evitar mayores costos.
Otro punto que quisiera mencionar es el subsidio a la tasa. Es un instrumento que se ha aplicado en varios países y en Chile ya se había utilizado de alguna forma, y que permitió bajar en un punto la tasa de interés, con lo cual disminuyó la necesidad de ahorro de las familias y también el dividendo mensual. No entraré en todos los aspectos técnicos; si les interesa, podemos detenernos en ello, porque ha sido un aporte. Hoy existe debate sobre su continuidad; de hecho, el Gobierno decidió extenderlo para el próximo año, porque mucha gente está recurriendo a este mecanismo. Lo que motivó esta medida es que hay un stock de viviendas elevado que no han podido vender y, por lo tanto, no produce lo que debieran producir los privados; este no es un problema de la vivienda pública, que va a otro ritmo.
Del cuadro siguiente, solo quiero destacar un punto: entre 2021 y 2022 hubo una fuerte caída del presupuesto; el crecimiento de 2022 bajó a 0,2%. Partimos con un piso bajo, y eso es muy relevante para lo que ocurrirá el próximo año respecto del actual. Esto afectó los cuatro años, porque, si uno parte con un piso bajo, los crecimientos se miden respecto de ese piso.
Por eso, después aparecen tasas que parecen altas, pero corresponden a incrementos respecto de un piso base bajo. Quiero señalar que parte de los ingresos de este ministerio se pueden descomponer: en el ámbito del gasto hay transferencias de capital, préstamos e iniciativas de inversión; lo demás es de menor magnitud.
¿Qué son los préstamos? Este es uno de los pocos servicios públicos que otorga préstamos. Se entregan a las empresas, aproximadamente 300 UF por vivienda, en dos cuotas de 150 UF cada una, en la medida en que avanza el proyecto. La tasa de interés es 0%. Este mecanismo nació como una forma de operarlo bajo la línea, y no estaba objetivado ni transparentado el monto total acumulado de estos subsidios/préstamos. Hicimos ver al Gobierno y a la Dirección de Presupuestos la necesidad de transparentar estas cifras, y, hasta donde yo sé, el primer año en que aparece la cifra total respecto de los préstamos es este año.
En el cuadro correspondiente, los préstamos totales se representan en la línea gris, que muestra el total de recursos que el Estado coloca como préstamos: para 2026 se consigna lo destinado a ese año y, para 2025, 1.509.000, de un total de transferencias de capital de 2.631.000. ¿Qué significa esto? Que parte de las empresas que tienen préstamos cierra sus proyectos durante el año; por lo tanto, hoy la relación entre colocación y recuperación está aproximadamente a la mitad, en torno al 50%. Así, cuando se calculan los ingresos del Ministerio de Vivienda, debe descontarse la recuperación, porque no son recursos que permitan nueva ejecución, sino reingresos destinados a cubrir préstamos previos. Hasta donde entendemos, es el único servicio que opera con este mecanismo, que da fluidez al negocio, como una forma de anticipos sin tasa, que se devuelven a medida que el proyecto avanza y cierra. Contablemente, eso está bajo la línea.
En la lámina siguiente esto se aprecia mejor: para 2025, con estimación a septiembre, la recuperación supera el 50%. Ahí, la colocación de préstamos está en color gris y la recuperación en verde.
Para terminar, señalo que el déficit cuantitativo de vivienda, de acuerdo al censo, fue la base del Plan de Emergencia Habitacional. Nuestras metas equivalen al 40% del déficit, que estimábamos en 650.000 viviendas, a partir del Censo 2017 actualizado a 2022, considerando el crecimiento de hogares y descontando la producción habitacional. En este marco, se incorporó el Catastro de Campamentos 2022.
…del 2022. Las cifras que acaba de entregar el censo indican que el déficit en el país es de 491.804 hogares, equivalentes al 7,5% del total. Esto representa una disminución respecto de estimaciones previas. Hay distintas interpretaciones; hemos estado trabajando con el INE en varios enfoques. No hemos tenido acceso a toda la información desagregada sobre campamentos, porque aún falta precisar qué se entiende por “campamento” y cómo se contabiliza.
Con esto concluyo, señor Presidente, dando el marco dentro del cual se ubica nuestro presupuesto, es decir, un contexto de antecedentes generales. Esto ya lo expusimos en la mañana, por lo que no me extenderé.
Muchas gracias, señor Presidente.
Ministro, ¿quién realizará la primera presentación? ¿La subsecretaria? ¿Alguien desea hacer algún alcance antes de que intervenga la subsecretaria? Diputado, tiene la palabra.
Gracias, señor Presidente. En primer lugar, quiero reconocer la tarea del ministerio en materia de plan de emergencia. Al menos en mi región ha funcionado bien: se han ido resolviendo problemas muy estructurales en lugares donde no se había podido construir durante años, como la comuna de Los Vilos y, entre otras, el mismo Coquimbo. Ha habido una muy buena intervención.
Me llama la atención el “préstamo” famoso. Algo había escuchado, ministro, pero no lo había entendido con tanta claridad —y con tanta preocupación— como ahora. Porque esto es bastante nuevo: que el ministerio preste plata. La pregunta es: ¿contra qué garantías presta? Supongo que será contra el proyecto; pero, si es contra el proyecto, eso sería un anticipo, como en cualquier otra parte del Estado.
Si pudiera detallar la devolución del préstamo: cómo se va haciendo, cómo lo manejan desde el punto de vista de la caja —bajo la línea, como dice mi colega Mellado— y cuándo pasa “arriba de la línea”. Y, en segundo lugar, ¿por qué es preferible este mecanismo de préstamo a uno de anticipo, que sería lo natural en el resto del Estado? Después tengo otras preguntas, más relativas a garantías, a los programas específicamente y al presupuesto.
Gracias, señor Presidente. Los préstamos se concentran fundamentalmente en el DS-19. Hemos suspendido su otorgamiento y, además, son voluntarios: el ministerio no tiene la obligación de concederlos; solo lo hace si hay disponibilidad. Todo se respalda con garantías, generalmente boletas de garantía, aunque pueden emplearse distintos instrumentos.
Quiero plantear las complicaciones: hoy, tal como está diseñado, el préstamo tiene tasa de interés cero. Respecto del plazo de pago, en el caso de Pacal, por ejemplo, esa empresa mantiene deudas de largo plazo que no ha pagado y, por lo tanto, ha seguido operando con recursos del ministerio sin devolverlos. Por ello hemos incorporado, después de 24 meses, una tasa adicional de 2% para ciertos créditos, a fin de desincentivar seguir operando a tasa cero, como estaba hasta ahora.
Esto se discutió mucho aquí; yo era diputado cuando comenzó esta discusión. Hubo bastante debate. Varios no estábamos de acuerdo con lo que se hizo y cómo se hizo. Se implementó fundamentalmente por un déficit de ingresos fiscales, como una manera de inyectar más recursos para realizar ciertas operaciones mediante este mecanismo.
Ahora, respecto de lo otro que usted me preguntaba: ¿cuándo esto se va a vencer?...
El proyecto debería ir entregando el préstamo, señor Presidente. Solo para cerrar este punto: ¿es este el mecanismo más adecuado para mantenerlo en la Ley de Presupuestos? ¿Por qué no cambiarlo a anticipos si el problema es de caja?
Mire, señor Presidente: si uno revisa la historia en el Ministerio de la Vivienda, se operó con el sector financiero, y el Banco del Estado jugó un papel muy importante como complemento de préstamos para los proyectos, con garantía estatal en muchos casos. En algún momento —que no preciso— esa relación se alteró, especialmente por el Programa Especial de Trabajadores; se generó un conflicto y finalmente se decidió terminarlo, porque la relación Ministerio de la Vivienda–Banco del Estado se construyó de tal manera que el Banco corrió ciertos riesgos y, por lo mismo, retrocedió.
Hoy, a mi juicio —esto aún no lo hemos terminado de discutir—, hay que iniciar un proceso: no puede ser de la noche a la mañana. Debemos reemplazar estos préstamos por una línea del Banco del Estado. El Banco del Estado tiene que jugar un papel.
Permítame una reflexión que hice esta mañana: no hay sistema de vivienda que resista solo con financiamiento presupuestario. Se requiere vinculación con el mercado financiero, con el mercado de capitales. Al final de la dictadura se usó un mecanismo que funcionó bien: las letras de crédito. Con los recursos de los fondos de inversión se emitían letras, se vendían al mercado, se construían viviendas y posteriormente se devolvían. Eso tuvo un desarrollo importante, sobre todo en viviendas para sectores medios, hasta que entró en crisis porque mucha gente no pagaba los créditos, lo que dificultaba la devolución. Ello alteró el sistema y abrió una discusión entre las AFP y las empresas aseguradoras.
¿Qué hicimos nosotros? Intentamos construir otro sistema. Contratamos para trabajar en el Ministerio a Nicolás Eyzaguirre, con experiencia en mercado financiero. Luego de evaluar alternativas y considerando la actitud de los actores, se concluyó que lo único con alguna viabilidad era la securitización, como forma de resguardarse frente a estos procesos. La verdad es que no había mucho contexto político para una modificación de mayor calado; pasar de esto a securitizar era lo posible.
Durante mucho tiempo, como parlamentario, conversé con especialistas —hay gente que sabe mucho—, y es evidente que resulta absurdo que la vivienda, la salud y la educación en Chile no tengan algún vínculo con los principales mercados financieros. El principal son los fondos de las AFP, del orden de 350 mil millones de dólares, que se prestan a tasas bajas, siempre que el Estado otorgue alguna garantía.
Para esto hubo un debate en el Parlamento cuando se crearon los activos alternativos. Los activos alternativos son instrumentos de buena tasa pero riesgosos. En el Senado incorporamos una indicación para hacerlos aplicables a vivienda, salud y también educación. ¿Qué propusimos? Un fondo de garantía y una tasa asegurada, de acuerdo con el promedio del sector financiero, para no poner en riesgo los fondos previsionales. Sin embargo, el gobierno siguiente transformó ese instrumento de garantía —que buscaba asegurar un flujo hacia el sector vivienda— en un fondo para comprar vivienda, muy conocido; una intermediación financiera para comprar viviendas, a través de una empresa del Estado o semipública. Esta es una discusión pendiente en Chile. No entraré en detalles porque hay distintas visiones, pero no es razonable que la inversión en vivienda, salud y educación no tenga una fuente de financiamiento vía fondos de inversión a tasas bajas y garantizadas, de modo que no corran peligro, en el caso previsional, los ahorros de las familias.
Eso puedo aclarar respecto de este instrumento, que es un tema importante de discutir. Gracias, señor Presidente.
Hace un momento le hice una pregunta al Ministerio, pero no pude quedarme a escuchar la respuesta porque debí ir a votar a la Sala. ¿Podrían hacer un resumen breve sobre la rebaja en los programas de mejoramiento de vivienda? Había una rebaja importante que me preocupó.
Parece que lo consulté con la DIPRES, porque me señalaron que el encargado del área dijo que había sido una decisión de la DIPRES, vinculada al subtítulo 31. Tenía unos apuntes, pero se me quedaron en la sala y ya no los recuerdo. De todos modos, deben tener anotada por ahí la pregunta.
Ahora, la siguiente consulta tiene que ver, como dije en la mañana, con el tema de la vivienda, que por lo menos en mi distrito, en Buenanchile, es sumamente relevante. Quiero valorar el Plan de Emergencia Habitacional, cuya aplicación he notado de manera muy significativa en mi distrito. Nunca antes había asistido a tantas inauguraciones de viviendas, entregas de subsidios y puesta en marcha de proyectos. Justamente por eso, Presidente, me preocupa que no encontramos la Glosa 8, y lo más inquietante es que tampoco parece estar la Glosa 9. Llevamos todo este año y el anterior esperando llamados del DS-49 con Glosa 9, y no hubo ninguno; y por lo que se comenta, este año tampoco habría, salvo quizá a fin de año.
Si esa glosa no está, hay una cantidad importante de proyectos en mi distrito, y me imagino que en todo Chile, que se van a caer. Proyectos grandes, con cientos de familias esperando el llamado que permite adquirir suelo un poco más caro, cosa que el DS-49 regular no cubre; solo se puede acceder con los recursos de esa glosa. Si no están considerados en el presupuesto 2026, para mí, dentro del Presupuesto, es de lo más grave, Ministro. No sé si es algo elaborado por su Ministerio o si corresponde preguntarlo a la Dirección de Presupuestos, para que lo explique. Para mí, Presidente, eso es casi una línea roja de este Presupuesto. Hay una cantidad inmensa de comités de vivienda, en mi distrito y en todo Chile, que esperan esos recursos; creo que esa glosa no se puede eliminar. Me gustaría, ojalá, una respuesta que nos convenza: si esos recursos están en otra parte, si se pueden ocupar de otra manera, no lo sé, pero en estos términos el Presupuesto no lo podemos aceptar.
Presidente, antes, quiero repetir una cifra que dimos en la mañana, para quienes no estaban: ¿cuántas viviendas están en gestión hoy día en el Ministerio, en este momento? Tenemos 220.279 viviendas entregadas, terminadas y parte de la gestión; 127.271 en ejecución; 61.640 con proyecto y financiamiento; y, además, 60.000 viviendas en procesos previos, en análisis como proyectos, en el banco de proyectos: 60.000, de las cuales 45.000 son DS-49 y 15.000 son DS-19. Esta magnitud probablemente ni siquiera la Dirección de Presupuestos la tenía a la vista. Tener en movimiento esta cantidad supone un presupuesto consistente con el volumen de proyectos que han venido. Esto demuestra lo que se denomina “el tubo”, la línea de producción del sector que se puso en movimiento; y toda retención de elementos de dinamización afecta esa línea.
Respecto de lo que usted plantea sobre la glosa, es una glosa que costó mucho producir; se discutió bastante. Yo pediría —perdonen que lo haga así; a lo mejor es un vicio que me quedó de senador— que la Dirección de Presupuestos expusiera su versión del presupuesto, porque yo solo entregué una versión; y, en segundo lugar, considerar el enfoque de las finanzas públicas: son 469.190 las viviendas que están en gestión. Bueno, respecto de la glosa: ¿cuál es el punto? El punto es que aquí se generó un instrumento para lo que usted señala, para dinamizar la capacidad del Estado para comprar, habilitar y mantener terrenos, para...
…tenerlo, guardarlo, en fin, por un conjunto de factores. Esto, entre otras cosas, permitía aplicar —estaba vinculada a otra glosa— que dinamizaba el rol del Ministerio de Vivienda y Urbanismo en el mercado de los suelos, en el mercado del terreno. ¿Por qué es importante? En Chile, hasta hace unos diez años, antes de las glosas, el Estado no podía comprar terreno; sólo podía hacerlo si se lo presentaba un comité. Directamente no podía. Las glosas permitieron dinamizar esto y, después, el Plan de Emergencia Habitacional lo dinamizó mucho más, a través de todo lo que conocemos.
Entonces, creo que es importante y, si es necesario —aquí hay especialistas en este tema—, se pueden dar mayores explicaciones. Pero sería bueno partir con la visión que tiene la Dirección de Presupuestos de por qué esto no se mantiene; tienen aprehensiones sobre ciertos temas. Es lo que le puedo decir, Presidente.
Gracias, Presidente. Saludar al Ministro, a la Subsecretaria, a todos los funcionarios del Ministerio que están presentes, y a las y los colegas. Presidente, quisiera partir, como lo han hecho algunos colegas, valorando lo que es el Plan de Emergencia Habitacional, que, dicho sea de paso, no es solamente una política del Ejecutivo. Quiero recordar que en el Parlamento aprobamos un proyecto de ley, una ley corta, que permite agilizar los actos administrativos para sacar adelante la construcción de viviendas en un plazo más acotado. Eso debiese ser un orgullo de toda la institucionalidad del país y un compromiso de que, sea cual sea el gobierno que venga, se mantenga como una política de Estado, porque, a todas luces, había una deuda pendiente en materia de vivienda.
Dicho eso, quería incorporar un elemento. Dado que la ejecución de este plan —que se presentó en la mañana en la tabla— muestra que el mayor retroceso lo tienen las regiones del norte del país, particularmente observo acá: Arica y Parinacota, 65%; Tarapacá, 54%; Antofagasta, 36%; y Atacama —a la cual pertenezco— un poco más arriba, 71%, pero aún muy por debajo del avance en el resto del país. Por lo tanto, quisiera plantear que, si eso ocurre como un patrón, habría que revisar qué está pasando ahí: si hay una cuestión que tiene que ver con la oferta, si hay una cuestión que tiene que ver, perdón, con los oferentes. Creo que hay que poner atención si esa baja en la ejecución está concentrada en el norte del país. Eso como primera cosa.
Lo segundo que quería plantear, Presidente, se relaciona con algo que muchas veces no se aborda en la discusión, porque se concentra más bien en vivienda, y tiene que ver con los parques. Hay un programa del Ministerio de Vivienda que es muy valioso: el programa de mantención de parques urbanos. Quiero vincular esto con el tema de seguridad, que también corresponde al Parlamento en el marco de esta discusión presupuestaria, porque muchas veces la seguridad se aborda solamente hablando de cuántos policías vamos a preparar o cuántas comisarías vamos a tener, y yo creo que la presencia de espacios públicos en buenas condiciones es fundamental para abordar los temas de seguridad.
En el caso de la Tercera Región, que es el distrito que represento, hay dos parques que pertenecen a este programa: el Parque Kaukari, en la comuna de Copiapó, en la capital regional, y, en la misma comuna, un parque que se construyó hace algunos años en la población Valle de los Ríos. Hay otro parque que he planteado reiteradamente a las autoridades del Ministerio: el Paseo Ribereño de la comuna de Vallenar, espacio que el año 2002 incluso ganó un premio a la innovación de espacios urbanos a nivel nacional y que hoy administra el municipio de Vallenar.
En esto, Presidente, quiero pedir si las autoridades pueden prestar atención a lo que estamos planteando. He insistido reiteradamente en este tema por el valor que tiene la presencia de espacios públicos en buenas condiciones. Y hago una comparación: cuando un parque urbano, como el Paseo Ribereño en Vallenar, lo administra un municipio que cuenta con muy pocos recursos y múltiples necesidades, versus cuando lo administra el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que tiene la capacidad, los equipos y las competencias técnicas para hacerlo de mejor forma. La diferencia es sustancial, quiero decirle. La diferencia es sustancial. Es decir, mientras el Parque Kaukari cuenta con baños habilitados durante prácticamente todo el día, con guardias de seguridad, con áreas verdes en correcto estado, hay una concurrencia de la población que permite que ese espacio sea también un espacio…
…propicio para la seguridad de la población. Muy distinto a lo que hoy día está pasando con el otro caso que estoy planteando del paseo ribereño en Vallenar, en donde, producto de la falta de recursos que tiene no solamente el municipio de Vallenar, sino que cualquier municipio, todos y cada uno de esos servicios se ven finalmente deteriorados. Por lo tanto, quisiera poner el énfasis en la posibilidad de habilitar de mejor forma estos espacios. Entiendo que, a través de una modificación al decreto que rige este programa, se han flexibilizado los criterios para que más parques a nivel nacional puedan acceder. Desconozco, ministro, subsecretaria, si en esta propuesta del Ejecutivo este programa contempla una mayor cantidad de recursos y cómo será el sistema de postulación; eso lo ignoro. Pero creo que, si nos tomamos realmente en serio el tema de la seguridad, no solo se resuelve con cuántos más carabineros o retenes tendremos el próximo año, sino que, sobre todo desde el mundo progresista al cual yo represento, los espacios públicos y los parques urbanos son fundamentales para aquello. Quería dejar planteado eso, presidenta.
Gracias, diputado Santana. Ministro Montes, tengo las palabras del diputado Mellado y del diputado Naranjo. Le voy a pedir recoger esas dos intervenciones y luego le damos la palabra.
Diputado Mellado. Muchas gracias, presidenta. Vamos a entrar en la fase final de la presentación, pero tengo preocupación. Quisiera, si el ministro lo estima, que nos entregue mayor información sobre la securitización; creo que esa línea es importante. Las mutuarias están apalancando mucho el mutuo hipotecario a través de securitizaciones. Funciona impecable ese mercado. Creo que se podría ver un tema por ahí y dejarlo avanzado para la próxima.
Porque veo aquí —y quiero que lo vea— que se reducen los recursos para la vivienda social sin deuda: de 50.000 a 25.000 unidades, es decir, bajó un 48% según el cuadro; y también baja el DS-19 en un 19%. Entonces, ¿es porque coparon todo? No sé. Quiero que me explique por qué, porque hay temas de continuidad —como hablamos en la mañana— que el gobierno anterior les dejó andando para que lo pudieran ejecutar. Aquí lo que se ve es que se va a frenar esta bola de poder crecer.
Sobre lo que conversamos en la mañana, el subtítulo 32: es importante que el Ministerio presente algún plan para reducir la forma de financiamiento en un 25,7%, ¿cierto? Es el tema de préstamos; es bastante. Entonces, ¿cómo se hará la reducción? ¿Cuántos no han pagado? ¿Cuándo se sincera este tema? Porque el ministro dijo acá, ¿cierto?, que hay empresas que están haciendo una bicicleta con esto. Pero en algún momento hay que cortar para que esa empresa no tenga más acceso a financiamiento a costo cero y asumir la pérdida, digamos.
Sobre los descalces y la deuda con empresas constructoras, ministro: en la mañana usted habla de 180 millones de dólares; otros hablan de 1.000 millones. Pero sí hay empresas complicadas con el pago. Y hay casos que nos han llegado —lo dije en la Comisión de Hacienda hace un mes, más o menos—: leí una carta de unas personas que, en Maipú, si no me equivoco, habían entregado sus sitios y no se los había pagado el Serviu; y que les estaban ofreciendo un convenio de pago de largo plazo, que tampoco sucedió. Me preocupan mucho los cambios de glosa y las restricciones del DS-49 y del DS-19, porque eso significa que se está cortando la rueda que debería seguir funcionando. Gracias, presidenta.
Gracias, diputado Mellado. Diputado Naranjo.
Gracias, presidenta. Ministro, creo que hemos sido testigos aquí de que todos han valorado enormemente el Plan de Emergencia Habitacional. Sin embargo, ese plan estuvo fuertemente, y casi exclusivamente, focalizado en el sector urbano. ¿Y por qué señalo esto? Porque desde 2022, cuando discutimos el presupuesto de los años siguientes, siempre planteé el problema que estábamos teniendo con los subsidios habitacionales rurales. Y estoy seguro de que los parlamentarios de zonas rurales compartirán conmigo que, prácticamente, en el sector rural no se han construido viviendas durante este gobierno. E incluso más: la gente que ha salido beneficiada con el subsidio individual, cuando postularon había…
Hubo casos en que familias resultaron beneficiadas con el subsidio, pero cuando fueron a construir ya no había factibilidad de agua y, por consiguiente, no pudieron levantar su vivienda en forma individual. Lamento que en estos cuatro años no hayamos tenido una respuesta para el sector rural. Esto ya lo planteamos en el gobierno del Presidente Piñera: por problemas de factibilidad de Agua Potable Rural (APR) estábamos dejando excluido al mundo rural del acceso a la vivienda. Y eso tiene efectos colaterales: mucha gente del sector rural empezó a trasladarse a la ciudad para postular a los subsidios habitacionales urbanos, con todo lo que ello implica en términos de mano de obra para el sector productivo rural.
Estoy seguro de que, si hacemos un balance, se pudieron haber entregado muchos subsidios rurales, pero cuántos se construyeron es una cifra prácticamente insignificante. Es lamentable, porque propusimos soluciones. Quienes integramos la Comisión de Hacienda en su momento lo dijimos reiteradamente: en los años 90, cuando no había APR o había muy pocos en el sector rural, se implementaron APR únicos y exclusivamente para el comité habitacional; y hasta la fecha esos APR, destinados a 20, 30 o 40 familias, siguen vigentes. Valoro que últimamente se hayan realizado mesas de conversación con la DOH para abordar este tema. Pero, Ministro, con franqueza: desaprovechamos cuatro años sin una respuesta para el mundo rural, y tampoco la tendremos el próximo año. Es una frustración tremenda para la gente del campo, que ve que no existe la posibilidad de acceder a vivienda; en cambio, si vivieran en el sector urbano, podrían acceder al Plan de Emergencia Habitacional. Queda una gran deuda pendiente, que espero el gobierno de la Presidenta Janet Jara considere.
Gracias, diputado. Falta una propuesta. Restan dos láminas y entramos a la Ley de Presupuestos directamente. Entonces, recogemos las preguntas, le damos la palabra al Ministro y entramos ya, porque nos adelantamos en las preguntas también en la presentación.
Diputado Sauerbaum. Primero, Ministro, quiero agradecer la gestión que se ha hecho en Ñuble. Tenemos una ejecución mucho más allá del 100% y se agradece, porque es una región tremendamente empobrecida y con esto vamos mejorando la calidad de vida. Esperamos seguir adelante con varios proyectos más. Sin embargo, pese al aumento del presupuesto regional, lamentablemente hay una baja muy importante y falta de aumento en el subtítulo 21, porque tenemos la dotación más baja de Chile. Somos una región nueva, con siete años, y no contamos con la implementación completa; eso hace que hoy los equipos del SERVIU estén con dotación insuficiente. Necesitamos complementar las jefaturas titulares, por ejemplo, con grado 5: solo hay dos personas de las cinco que debieran estar. Nuestro cálculo, Ministro, es que se pueden generar al menos 30 cupos, que podríamos reasignar desde la dotación que no están ocupando otros servicios o la Subsecretaría, y tenemos un déficit de 110 trabajadores y funcionarios para completar la dotación.
La situación es muy precaria en materia de personal, pese a la excelente labor que realizan, y es importante darles tranquilidad a quienes hoy están en la planta, así como complementar con quienes faltan para terminar de implementar el servicio en su totalidad. Por último, Ministro, preguntar —y ojalá lo puedan exponer en la Subsecretaría— por una inquietud similar a la del diputado Barrera respecto de los mejoramientos de vivienda. Vimos que esa fue una política habitacional muy exitosa y muy utilizada.