En nombre de Dios y la patria, se abre la sesión. La señora Secretaria dará lectura a la Cuenta. No hay Cuenta, señor Presidente. Gracias, Secretaria.
Vamos a dar inicio a la Partida N° 24, Ministerio de Energía. Saludamos al ministro de Energía, don Diego Pardow; al subsecretario de Energía, don Luis Felipe Ramos; y a su equipo: don Fernando Monsalve, asesor legislativo; don Andrés Muñoz, jefe de Comunicaciones; don Mario Sillard, jefe de la Unidad de Combustibles; don Iván Morán; doña Constanza Fuentes; don Óscar Fuentes; don Julio Maturana; doña Paz Díaz; así como a quienes nos acompañan desde el Ministerio de Hacienda y la Dirección de Presupuestos. Saludamos también al senador David Sandoval y a los diputados Carlos Bianchi y Franz Sauerbaum, integrantes de esta comisión.
Iniciaremos con la ejecución presupuestaria. Tiene la palabra don Rubén Catalán para que nos informe sobre la ejecución presupuestaria conforme al análisis de la Oficina del Senado.
Buenos días, Presidente. Para el Presupuesto 2026 se nos presenta un proyecto que contempla, en su estado de operaciones, un incremento de 2,5% respecto del año 2025, alcanzando un total de 155.722 millones. El incremento más importante se produce en Transferencias Corrientes, que ascienden a 79.410 millones, 3,8% más que el año anterior. Este subtítulo concentra el 51% del gasto ministerial y se explica en un 91% por la transferencia que se realiza a ENAP desde la Subsecretaría de Energía. Otro subtítulo relevante es Gasto en Personal, que concentra el 32% de la partida, con 50.082 millones.
Los recursos del ministerio se distribuyen en cuatro capítulos: 01) Subsecretaría de Energía, con 77% de los recursos ministeriales; 02) Comisión Nacional de Energía, con 4,5%; 03) Comisión Chilena de Energía Nuclear, con 7,9%; y 04) Superintendencia de Electricidad y Combustibles, con 9,7% de la partida. Respecto de la ejecución presupuestaria, la última publicada de la que tenemos antecedentes corresponde al mes de agosto.
Contempla gastos ejecutados a la fecha por 110.327 millones, con un avance del 67,4% de los recursos. Respecto del cumplimiento de los compromisos de información establecidos en la Ley de Presupuestos del año 2025, al mes de septiembre para esta partida hay registrados 224 compromisos de información; 122 de ellos cumplieron su fecha de entrega y nuestra oficina ha recibido 118 de esos informes, es decir, un nivel de cumplimiento del 97%. Copia de esos informes está en un documento que se entrega adjunto y que se encuentra, además, en la página web de nuestra oficina. En términos generales, ese es el panorama global, señor Presidente. Gracias.
Ofrezco la palabra sobre eso. Ministro, ¿alguna aproximación a lo señalado? Algo muy general en términos de la ejecución presupuestaria. El Ministerio de Energía es más bien programático, no de inversión en infraestructura; por lo tanto, muchos de los programas, mucha de la ejecución se paga de manera muy rápida cuando se operativiza. Así que, una breve pincelada sobre los temas de ejecución y cómo proyectan lo que queda de presupuesto y lo que resta del año para su ejecución. Ministro, tiene la palabra.
Sí, señor Presidente, por su intermedio. En términos generales, la ejecución presupuestaria es un poco mayor que la del año pasado, pero sigue el ciclo de ejecución que tradicionalmente tiene el Ministerio. Efectivamente, una parte importante corresponde a gastos que se realizan durante los distintos meses, no necesariamente a una inversión que se ejecuta en un momento específico. Por lo tanto, esta ejecución es levemente superior a la del año pasado, pero está, en términos generales, dentro de los órdenes de magnitud que siempre ha tenido el Ministerio de Energía. Entiendo que, respecto de los oficios, nos faltan cuatro o cinco, todos de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles. Vamos a verificar que eso se cumpla a la brevedad. Si me permite, no sé si el subsecretario quiere agregar algo.
Subsecretario, tiene la palabra.
Muchas gracias, señor Presidente, y aprovecho también de saludar a los honorables diputados y senadores. Solo refrendar lo que ya expresó el ministro: en el año en curso tenemos una ejecución en línea con los promedios, levemente superior a los años anteriores, considerando el período 2022 a la fecha. Esto se debe a que hay ejecuciones básicamente programadas durante el año y, en ese sentido, se explica que, aun cuando es ligeramente superior, se mantiene dentro de las líneas promedio de los años del presente cuatrienio.
Perfecto. ¿Alguna consulta, don Rubén? Me parece razonable la explicación. Entonces, ministro, pasamos al Presupuesto 2026 directamente. También, en términos generales, haga un esbozo sobre los lineamientos, crecimiento, baja, dónde están las energías puestas en este presupuesto, para después ir por capítulo y programa, respectivamente. Haga la presentación general de cómo ve el Ministerio de Energía este Presupuesto 2026. Ministro, tiene la palabra.
Muchas gracias, señor Presidente. En términos generales, recordar un poco la función que cumple el Ministerio de Energía. De alguna manera, su principal partida es un aporte compensatorio a la Empresa Nacional del Petróleo, que es un compromiso que existe hace mucho tiempo. Y eso es lo que explica...
Como bien se mencionaba anteriormente, cerca del 95% del aumento global del presupuesto obedece a parámetros establecidos que aplicamos desde hace tiempo: el costo unitario de producción (CUP) y la variación del tipo de cambio. Estos determinan el aporte compensatorio y explican la mayor parte del incremento.
Fuera de eso, el Ministerio de Energía cuenta típicamente con tres servicios descentralizados: la Comisión Chilena de Energía Nuclear, la Comisión Nacional de Energía y la Superintendencia de Electricidad y Combustibles. El mayor aumento se produce precisamente en la Comisión de Energía Nuclear, atendiendo a lo que fue la discusión en la Quinta Subcomisión Mixta del año pasado. Recordarán que analizamos la necesidad de reforzar algunas inversiones en materia farmacéutica, de apoyo a la salud pública y de mantención de ciertos programas; ello está reflejado en el presupuesto de esta oportunidad y explica, en su mayoría, el incremento de este servicio descentralizado en particular.
En el caso de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles también se observa un pequeño aumento, asociado a nuevas competencias. Primero, producto de la ley de biocombustibles sólidos, que incorpora la leña y entrega competencias adicionales en materia de fiscalización. Segundo, la nueva ley de geotermia, aprobada por el Congreso, que contempla atribuciones en el monitoreo y fiscalización de los paneles solares térmicos. Estas dos nuevas funciones exigen un leve incremento del gasto.
En lo que respecta a la Subsecretaría, este es un presupuesto esencialmente de ajuste, en que se reducen casi todos los programas, en línea con la situación fiscal que han visto reflejada en la mayoría de los presupuestos de otros ministerios. Con todo, es importante hacer una prevención: los instrumentos normativos del Ministerio de Energía, en general, están anclados en el largo plazo y tienen carácter de política de Estado; por lo tanto, es fundamental seguir desarrollándolos, y eso sí está reflejado en el presupuesto.
El ajuste en las líneas programáticas es, en el caso del Ministerio de Energía, relativamente tradicional. Típicamente se desarrollan programas de distinto tipo —quizás el más conocido del año pasado son los parques solares comunitarios; otro ejemplo son los taxis eléctricos; también nuestros programas de leña en la región del Maule y en la zona centro-sur, que ustedes conocen bien— y, posteriormente, una vez que estos programas están maduros y su forma de ejecución optimizada, se busca otras fuentes de financiamiento: a través de gobiernos regionales, acuerdos con municipios o banca multilateral, como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, el Banco Europeo de Inversiones, además de la cooperación internacional.
En ese sentido, este presupuesto refleja principalmente un ajuste en esa línea, a la que estamos acostumbrados: migrar programas hacia otras formas de financiamiento.
En esta introducción a nuestro presupuesto, quisiera señalar que uno de los principales compromisos presupuestarios está reflejado: la implementación de la Ley de Biocombustibles Sólidos. Cuando me tocó asumir el liderazgo de esta cartera hace tres años, fue necesario destrabar dicha ley, que regula esencialmente la leña. Este proyecto, además, era de moción de un conjunto de diputados. La forma de destrabarlo fue establecer que el reglamento de la ley sería objeto de consulta indígena, para evitar que la propia ley tuviera que ser consultada, lo que habría retrasado su tramitación. Como parte de la viabilización de este proyecto, que hoy ya es ley vigente, se asumió el compromiso de someter a consulta indígena la Ley de Biocombustibles Sólidos. Eso se hizo y, dentro de los compromisos asumidos por el Estado en esa consulta, estuvo revisar los programas de fomento a la leña específicamente dirigidos a comunidades indígenas y establecer un proceso de diálogo al respecto. Esto también se verá reflejado en uno de los principales componentes de gasto programático. El resto, en términos generales, corresponde a la continuidad de los compromisos que hemos asumido mediante instrumentos de largo plazo que permiten construir políticas de Estado. Eso como introducción. Si les parece, podemos hacer una primera ronda de preguntas o pasar al detalle, para lo cual me gustaría ceder la palabra al subsecretario.
Presidente: Mire, en general no tenemos grandes complicaciones con el presupuesto, pero hay temas que a las y los parlamentarios les interesa desarrollar. Como ocurre con minería, hay asuntos estratégicos que no se agotan en el detalle presupuestario. Propongo dar la palabra a los parlamentarios para que puedan instalar algunos temas, abordemos esa conversación y después revisamos con calma el presupuesto. Si surge algo, nos detenemos. Entre los temas relevantes: conocer el estado del proyecto de ley comprometido sobre sistemas menores y medianos; algunos planteamientos respecto de la capacidad de suministro en la zona de Ñuble, que es muy baja para la instalación de empresas e industrias; los problemas que hemos tenido con el Coordinador, que no han sido menores; y, por cierto, el alza de las tarifas y de los precios que están pagando los usuarios, sumada a los problemas que tuvimos, al menos en el Maule, con la toma de lectura de los medidores, lo que incrementó cobros. Fue una mezcla perfecta para generar una situación crítica, porque justo ese mes hubo problemas con la toma de lectura; se acumularon gastos no considerados; aumentó el consumo en invierno; entró en vigencia el incremento tarifario aprobado por el Congreso; y terminaron subsidios. En suma, una combinación muy adversa. ¿Les parece, diputado Frank Sauerbaum?
Presidente, ministro: le quiero dar una mala noticia. Cuando uno revisa el presupuesto de los gastos en personal de la Subsecretaría de Energía; del apoyo a Energías Renovables No Convencionales; de Eficiencia Energética; de Energía Justa; de la Comisión Nacional de Energía; de la Comisión Chilena de Energía Nuclear; de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles; y de todos los que dependen de su ministerio, hay un mal cálculo, presidente. Un cálculo mal hecho.
Respecto de los gastos en personal, ministro, se lo voy a plantear porque está mal calculado. Por ejemplo, en 2025, los gastos en personal de la Subsecretaría figuran en 13.765. Luego se nos presenta que la Ley de Presupuestos 2025, inicial más reajustes y leyes especiales, suma exactamente lo mismo. Eso no puede ser, porque hoy día el inflactor para la Ley de Presupuestos 2026 es del 3,1%. Por lo tanto, tiene que haber un aumento, y esa cifra nos da 14.142. Entonces, hay que modificar todo eso, ministro, antes de que votemos el presupuesto. En todos, ministro, en todos: no se hizo el ajuste.
Mire, sencillo: venga con la Subsecretaría y los equipos técnicos; tenemos tiempo. Ahí hay un planteamiento que esperamos puedan explicar o modificar, porque no hay otra alternativa. Por lo pronto, avancemos en los temas generales que no tienen que ver con números ni con presupuesto. Franz, ¿algo más? —No, se repiten todos los gastos de personal.— Perfecto.
Ah, la Dirección de Presupuestos. A ver si… Pero tiene que sentarse acá para que quede en acta, estimado. No, pero allá le tienen un espacio al lado de nosotros, tranquilo. Su nombre y cargo, por favor. —Iván Gómez, de la Dirección de Presupuestos, jefe de sector.—
Lo que sucede, señor Presidente, es que la observación que está haciendo el diputado es transversal a todos los programas de la Ley de Presupuestos 2025. La Dirección de Presupuestos optó por dejar sin ajuste por inflación el subtítulo 21. Por lo tanto, lo que está en la ley inicial aprobada por el Congreso, más diferencia de reajustes, es igual a lo que figura en la columna que dice Ley de Presupuestos 2026, por cuanto no se aplicó inflactor al subtítulo 21, no así a los restantes ítems. Y esto es transversal a todos los programas de la ley. Dentro de las razones que se han dado, de público conocimiento, está que se aceptaron recomendaciones de la comisión de gasto en términos de no reconocer ajustes por inflación. También hay elementos asociados al cambio de gobierno o de administración; generalmente se produce una ralentización en las contrataciones y, por lo tanto, un menor gasto en personal. Además, para el año 2026, por cada tres funcionarios que se acojan a retiro, solamente se repondrá uno; por esa vía también debieran generarse ahorros en el subtítulo 21.
—¿Sí?— Perdón, señor Presidente. Lo que pasa es que la discusión no está orientada a la búsqueda del ahorro, sino básicamente a chequear. ¿Usted dice que todos los presupuestos de todos los ministerios tienen el mismo mecanismo de cálculo? ¿Sí? Más que nada, para no complicarnos con otro debate… Sí, definitivamente. ¿Quedó claro, no es cierto? Mi consulta, en línea con lo que plantea Franz, es confirmar que todos los presupuestos están basados en el mismo esquema, con la misma metodología.
Momento… ahora, para la respuesta. Perdón, sobre lo mismo, antes… Momento, DIPRES.
Sí, sobre lo mismo. Primero, agradecer la advertencia que nos hace el colega Franz Sauerbaum. Se agrava, desde mi punto de vista, el conocer que esto se está aplicando en toda esta discusión, porque uno podría deducir que lo que está acá ocurriendo es…
Es necesario transparentar una información: un ajuste que sí o sí tiene que venir en la discusión de la Ley de Presupuestos y que debe aplicarse en la administración que venga. Aquí se están mostrando cifras que no van a ser las reales que tendremos en la próxima administración. Creo que es un hecho bastante grave. Me gustaría que de verdad lo aclaren bien. A ver, Dirección de Presupuestos.
No es tan fácil de explicar. Trataré de hacer un esfuerzo técnico. Esto es global, imagínese. Presidente, lo que sucede es que el camino que escogió la Dirección de Presupuestos para la formulación 2026 es el siguiente: al ajustar el presupuesto para llevarlo a pesos de 2026, el gasto en remuneraciones se dejó en términos nominales. ¿Por qué? Porque hasta ahora, hasta los años anteriores, lo que se hacía era aplicar un inflactor —el mismo inflactor que se aplicaba al resto de los subtítulos— al gasto en personal, y eso constituía, por así decirlo, una provisión, porque en definitiva el reajuste que iba a obtener el sector público se iba a conocer una vez que estuviera la Ley de Presupuestos y, por lo tanto, desde el Tesoro Público se tenía que suplementar a los servicios. Ahora resulta que esa provisión que correspondería al inflactor 2026 no está y, por consiguiente, una vez que el Congreso tramite la ley de reajuste y se determine el monto final, en esa instancia deberán suplementarse los Subtítulos 21 de acuerdo con lo que el Congreso determine.
Presidente, evidentemente no deja de ser un tema curioso. No estamos hablando del Ministerio de Energía en particular, sino de todos los cálculos en materia de personal. Porque uno podría tener dos lecturas. Primero, lo que arroja el presupuesto en materia de personal respecto del presupuesto 2025, para efectos comunicacionales, va a decir: “oye, hay una reducción del gasto de personal en materia nominal presupuestaria; va a haber un menor costo”, porque hay un margen que, al final, yo no sé en qué minuto —es primera vez que, habiendo estado varias veces en las mixtas, nos enfrentamos a una metodología de esta naturaleza—. Segundo, evidentemente le estamos traspasando a la nueva administración un gasto en personal que no va a ser el efectivo al que tendrá que incurrir y, por lo tanto, va a tener que resolver esas diferencias en algún momento. Está contemplado el reajuste de remuneraciones, entiendo que hay ideas; no sé cuál va a ser el acuerdo que se va a suscribir en materia de remuneraciones, pero sería interesante aclararlo cabalmente, porque evidentemente vamos a tener que informarle a todas las comisiones. Nosotros acabamos de salir de Obras Públicas, de Transporte; ayer estábamos viendo Agricultura. Lo único que quedó pendiente —y no se nos había cruzado ni por un minuto— es esta información de este problema en materia de personal. Y a nosotros probablemente también se nos habrá escapado.
Antes de dar la palabra, una consulta: ¿y esto cómo se trabajaba en años anteriores? ¿Es primera vez que se hace esto o todos los años se ha trabajado de la misma forma? Porque yo entiendo un punto: que no puedas reflejar en el presupuesto formalmente un incremento si no tienes el dato objetivo, porque esa parte del proceso viene después. Pero tampoco puedes no reflejar algo que eventualmente va a suceder; o sea, lo dejas sin proyectar financieramente. Entonces, más allá de eso, ¿cómo se ha trabajado en años anteriores esta misma situación en estas mismas circunstancias?
No, mire, lo que pasa es que aquí no se ha transparentado a los trabajadores, Presidente. Porque el análisis que está haciendo el representante de Presupuestos es el siguiente: nosotros estamos aprobando el mismo presupuesto de remuneraciones de este año 2025, sin aumento ni baja, sin nada. Después va a venir la negociación del reajuste salarial del sector público, que pudiera ser mayor o menor que la inflación. Por lo tanto, los trabajadores pudieran eventualmente terminar perdiendo poder adquisitivo, porque los vamos a dejar con la misma cantidad de recursos de este año. Entonces, como todos los años, el poder adquisitivo de los trabajadores del Estado debe resguardarse aplicando el mismo inflactor que tiene todo el presupuesto completo —el de infraestructura, todo—. No se entiende esta nueva determinación. Yo espero, bueno, mañana se va a discutir, pero les voy a poner un solo ejemplo. ¿Qué pasa si eventualmente nosotros llegamos...?
Un acuerdo con el Gobierno de que el reajuste sea solamente la inflación, ¿cierto? El reajuste por inflación: si una persona gana 100, va a ganar, no sé, 103,2 —por decir una cifra, que pudiera ser la inflación proyectada—. Pero como no tiene el reajuste previo, en el fondo será nulo su aumento de poder adquisitivo. Entonces, la situación es grave. Yo creo que mañana, cuando hagamos la Mixta, vamos a tener que aclarar esto primero que nada, porque no sé si lo hablaron con la ANEF o con los dirigentes de los trabajadores, porque nadie tiene ni idea. Nosotros nos acabamos de dar cuenta en este ministerio, pero me dicen que se aplicó en todos los ministerios.
Carlos, dos preguntas, por favor, para responder de manera concreta. ¿Se ha hecho en años anteriores esto que hoy día estamos conociendo? Y, segundo, recogiendo algo que uno ha escuchado —y que el Gobierno, en su momento, cuando le pregunté al ministro, negó—: que habría un congelamiento de los sueldos del sector público. ¿Tiene que ver con esto?
Vamos resolviendo. La primera pregunta: ¿cómo se hizo en años anteriores? Porque si este es un procedimiento normal, permanente, ok. ¿Cómo se ha hecho en años anteriores?
En años anteriores se usaba esta metodología. Específicamente, ¿en qué año se empezó a incorporar la provisión de reajuste, que era equivalente al inflactor que se le da al subtítulo 21? La verdad, lo desconozco. Yo estoy en la Subdirección de Presupuestos hace aproximadamente ocho años. Por lo menos en ese lapso de tiempo, la metodología que se aplicaba era precisamente la que hasta ahora ustedes conocían, que es el colgado del subtítulo 21 con inflactor. Cuando se nos notificó esta situación en la Dirección de Presupuestos, se reiteró que esta metodología no era nueva, que era de antigua data, que antiguamente se hacía y que después se modificó. Pero, para mayor claridad: este año, en esta Ley de Presupuestos, se modificó la forma como se venía presentando en los años anteriores.
Exacto, para que quede claro: esta es una forma nueva de presentarlo. Con respecto al último periodo, sí, es una innovación respecto de los últimos cinco años.
Ok. Tenemos un problema ahí. Miren, en general... A ver, un momento. Si hacemos un análisis adecuado, no es un tema que... Es un tema que le deja una complicación al Gobierno que viene en términos de suministrar los recursos que el incremento demandará. Pero, un segundo: todavía tenemos la Mixta. Más allá de que esto haya pasado en comisiones —que yo creo que está pasando en todas—, todavía tenemos la Mixta y, por lo tanto, este va a ser un tema de conversación. Entonces, lo que tenemos que resolver es cómo resolvemos hoy día, en Energía. Ese es el tema de fondo. Más allá de la decisión que tomemos después, no perdamos de vista el subtítulo 21. Y no podemos dejar de tener el diálogo sobre los temas trascendentes en materia de energía que tenemos.
Señor Catalán, a ver qué nos puede aportar.
Señor Presidente, señalar dos cosas. La primera: nosotros normalmente no hacemos una comparación de las cifras, porque la base que ocupa la Dirección de Presupuestos (DIPRES) para comparar es un antecedente que tienen ellos, y terminamos discutiendo acerca del número más que de su contenido. Este aspecto de no reajustar el año 2025 afecta la base de comparación. Es decir, cuando se dice que disminuye en un 0,3% el gasto en personal, al aplicar la metodología tradicional al gasto en personal y mostrar las cifras de 2025 reajustadas efectivamente a 2026, lo que varía es el porcentaje de variación de un año a otro. Pero lo que se está aprobando para 2026 es lo que el Ministerio va a disponer para gastar; esa parte se mantiene igual que siempre. Solo que se muestra una disminución en gasto en personal menor a la que se observaría si la base de comparación estuviese debidamente ajustada por los factores que corresponden. Por ahí va el tema.
Diputado Franz Sauerbaum. Por lo demás, con mucho respeto, Rubén, no sé si yo no lo he leído.
Presidente: No sé si está en el informe; esta situación debería estar detectada en el trabajo que hace el Senado. Eso es parte de la pega.
Diputado Frank Sauerbaum: Mire, presidente, le sugiero que sigamos avanzando con el Ministerio y dejemos afuera todo lo que tenga que ver con el Subtítulo 21, de modo de aprobar el Ministerio con su política, ¿cierto? Pero hagamos esta advertencia al resto de los colegas, porque ahora mismo en la tarde se está viendo Vivienda, por ejemplo. Nosotros vimos el MOP y advertimos en ese momento esta situación. Bueno, mañana tenemos la mixta y creo que ahí lo podremos aclarar de mejor manera. Me parece ese el camino.
Diputado Carlos Vial: En la misma línea del colega Sauerbaum, quiero que logremos el acuerdo de esta subcomisión para informar al resto de las subcomisiones la situación de la que hoy nos hemos enterado. Y que quede claro: esto no se estaba haciendo en años anteriores. Hoy se reafirma la duda respecto de un congelamiento de los sueldos del sector público, probablemente por esta misma vía. Entiendo que esta es la vía por la cual se dio a conocer que iba a haber un congelamiento del sector público. Entonces estamos obligados, presidente, a informar a todas las otras subcomisiones y que, como acuerdo de esta Quinta Subcomisión, se alerte e informe al resto sobre lo que está ocurriendo.
Presidente: Perfecto. Rubén, le pido que, con la secretaría, pueda explicar esto en términos prácticos y desarrollarlo bien, porque se han entregado varias versiones, pero falta aquilatarlo un poco. Miren, este no es un tema menor, porque la presentación del presupuesto con un Subtítulo 21 congelado, si uno lo proyecta a lo que debería considerar para el próximo año, es un presupuesto que crece… no sé cuánto. Yo no tengo el dato: ¿cuál es el peso del Subtítulo 21 de la administración pública respecto de la Ley de Presupuestos? En el MOP puede ser menos, pero en otros servicios, como Salud y Educación, el Subtítulo 21 debe ser enorme. Entonces, ese delta, si no está considerado un 3% o un 3,2% en el Subtítulo 21, claro, el presupuesto puede estar fallando en un 1,5% o, no sé, en un 2%, por decirlo de alguna manera. Sería importante ver el tema. Pero bueno, creo que hay acuerdo: dejaremos pendiente el Subtítulo 21 y avancemos con el resto de la partida. ¿Les parece?
Senador Sandoval: Sí, me parece, sin duda. Con el presupuesto de Energía tengo una sola discrepancia, que la vamos a presentar a continuación. No veo mayor inconveniente en que despejemos el tema. Y lo segundo: qué bueno que se aclaró al margen de todo, porque uno queda con la necesidad de contar con cierta información que probablemente, a lo mejor, está contenida en la Ley de Presupuestos, en metodología o procedimiento. Pero sí, es curioso. Uno se pregunta, por ejemplo, en materia presupuestaria, ¿qué significa, con el deflactor incluido, la diferencia de presupuesto en materia de costo? En plata, deben ser muchos, muchos recursos asociados a ese procedimiento. Y fue no verlo. Más allá de que se plantee mañana, creo que sería bueno que a la instancia técnica de la Comisión Mixta —¿quién está presidiendo? ¿La senadora Ximena Rincón? Ximena Rincón— se le remita ahora el documento, más que nada para no hacernos cargo de los efectos, porque a lo mejor esto está contenido metodológicamente por el Ministerio y no nos percatamos. Aquí fue un análisis externo lo que nos permitió arribar a esta información. Y ojo para nuestra unidad: conversaremos con la Unidad de Presupuestos algunos procedimientos para afinar el tema técnico de la oficina respecto de la necesidad de contar con información ya procesada y con análisis objetivo. Por ejemplo, presidente, yo veía en otros presupuestos —y nos llamó profundamente la atención— que, dándole vuelta al sistema, en Obras Públicas se nos caen 858 mil millones de pesos para el año 2026. Hay 800…
158 mil millones de pesos menos de presupuesto este año, y hay un 96% de arrastre. O sea, en la actividad económica hay dos motores que tiene el Estado en materia de inversión sectorial: el MOP y, en segundo lugar, Vivienda. En Salud, creo que cerca del 80%, lo mismo que en Educación, corresponde principalmente a temas de personal, si no más; muy poco se destina a inversión, y a veces incluso se realiza a través de otras vías.
Pero, al margen de ese tema, presidente, evidentemente es una situación que nos preocupa. Veamos el procedimiento respecto del presupuesto. Sobre ese particular, una consulta: este oficio, entregando información sobre esta situación, ¿a quién iría dirigido? Yo lo dirigiría a la presidenta de la Mixta de Presupuestos, la senadora Jimena Rincón. Señora senadora Jimena Rincón: por medio de la presente, la Quinta Subcomisión ha detectado que en los subtítulos 21 del presupuesto de los respectivos ministerios no se encuentra reflejado, con precisión, el eventual incremento. Esta es una situación que por primera vez se aborda de esta manera, y quisiéramos alertar para que pueda ser analizada y ver cómo se abordará. Algo se intentó en años anteriores, pero de modo parcial. Ese es el concepto del oficio; no lo vamos a redactar aquí, dejemos que lo desarrollen y lo terminamos.
Por cierto, no sé si con el detalle de Energía y eventualmente en otros, porque tenemos esta situación en todos los ministerios que hemos visto. Ahora, si se envía a la Mixta, debería llegar a todos. En todo caso, envíese a todas las subcomisiones; no hay problema. Pero tenemos que salir de esto, porque si no, no vamos a ver nada.
Sí, presidente. Menos mal que está la Mixta: con lo que hemos hecho hasta ahora, podemos partir de cero mañana absolutamente con la tramitación. De repente uno pierde la visión, y nuestros equipos técnicos tratan de hacer lo mejor posible. En este caso, fue el Instituto Libertad y Desarrollo el que se percató y puso en alerta este detalle.
¿Por qué le digo esto, presidente? Porque, por ejemplo, si uno ve los proyectos, después de que aprobamos el presupuesto de Obras Públicas, se observa la lista de iniciativas de inversión del año 2024, del 2025 y lo que está para el 2026, y es casi una copia reiterada año a año de la condición de los proyectos que se están ejecutando. Pero bueno, eso es para la discusión.
Respecto del sector, presidente, del ministerio, tengo una opinión muy positiva de los esfuerzos que se han hecho. Es un ministerio que, dentro de la precariedad financiera que tiene, descontando sectores que ejercen labores tan trascendentes como la Comisión de Energía Nuclear —que, entiendo, cumple una labor sumamente relevante en ámbitos como la salud—, efectivamente se ve siempre impulsando la electromovilidad, el hidrógeno verde y, en fin, también involucrado en temas de estrategia como el Programa Nacional de Eficiencia Energética. Valoramos sobremanera ese trabajo, pese a la escasez de recursos.
En esa línea, quisiera reconocer, por ejemplo, la ley de los sistemas medianos, que ya está en segundo trámite: salió de la Cámara de Diputados y está en la Comisión de Minería y Energía. Espero que se tramite; desgraciadamente, casi la mayoría de los senadores que están ahí van a la reelección y hemos tenido algunas dificultades de calendario, más que nada. Pero nos interesa sobremanera, porque es una ley que tiene un impacto significativo en regiones como las nuestras, Palena y Aysén, y en parte también Magallanes.
¿Qué cosa me gustaría, presidente, enfatizar en el tema de la...
…promoción de la energía renovable y del ámbito comunitario. Me gustaría saber si el Ministerio tiene alguna conexión o relación con la Corporación Andina de Fomento (CAF). Allí hay una cantidad significativa de medios y recursos; hablaban, si no me equivoco, de cerca de 5.000 millones de dólares en diversos programas. Han suscrito convenios con una diversidad de organismos, gobiernos regionales, etcétera, desde que Chile se reincorporó a esa instancia. Además, hay connotados personeros políticos del pasado en sus estructuras directivas, incluyendo un gran amigo nuestro de todos los sectores. Es un ámbito muy importante de recursos.
¿Por qué digo esto, Presidente? Porque en la promoción de la energía renovable no convencional a nivel comunitario creo que hay un gran espacio. Acabo de entregar a usted, Ministro, por su intermedio, Presidente, antecedentes sobre fotovoltaicos en la zona austral. Visitamos hace poco un mecanismo de generación eléctrica. Mire, la región está… ¿Cuál es el mayor problema de la energía? Por supuesto, los altos costos, porque somos un sistema mediano. A ello se suma la gran dispersión de nuestra población, que hace muy complejo llegar con redes de distribución para cubrir extensiones muy largas con muy pocos beneficiarios. Sin embargo, estamos tapizados de arroyos, ríos, canales y diversos cursos de agua. Por eso menciono la CAF: si es posible introducir una ampliación, Ministro, de los programas fotovoltaicos, eólicos y otros, incluso micro y picocentrales, que se pudieran incorporar aprovechando pequeños cursos de agua para que los pobladores cuenten con soluciones locales. De otro modo, vemos difícil incorporar una red eficiente por la dispersión, la lejanía y otros factores.
Lo último, Presidente, es el costo de la energía: siempre habrá una preocupación ciudadana por cómo lo bajamos. Y, además, que nos explique el Subsecretario algo que planteo todos los años: la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP). Me parece sinceramente incomprensible que del presupuesto del Ministerio —¿cuánto es? 155 mil millones de pesos— la mitad vaya al subsidio de ENAP. Me gustaría, Ministro, que nos diga qué financia esto, porque usted habla de una compensación por el tema del “gas a precios justos”, y hay una deuda, informada, de 500 y tantos millones de pesos, que viene del año 2022, no se pagó en 2025 y se está aprovisionando para pagarse en 2026. O sea, hacemos el show, la parafernalia: cargamos los balones de gas, los pintamos; vemos hasta al Ministro, hasta al Presidente entregando gas a las familias “a precios justos”, el más barato de Chile, y resulta que la deuda que tienen los chilenos con el gas es de 500… ¿cuántos? 577 millones de pesos, por la gracia de tratar de vender una pomada que fue un fracaso absoluto.
Entiendo que puede haber algo de eso, pero me gustaría saber el resto, porque son casi 73 mil millones de pesos en este tema, la mitad del presupuesto del Ministerio, y quiero saber cuánto de esto cubre el subsidio de calefacción para Magallanes. Más allá de que con Carlos tengo en lo personal un gran afecto, aquí hablamos de presupuesto: cómo un subsidio de esta naturaleza se transforma en una situación de privilegio respecto del resto del país, que atenta contra la lógica presupuestaria y la eficiente administración del presupuesto. A quien uno le pregunta, dice que no debería existir. ¿Por qué existe? Porque en un minuto se paralizó la región de Magallanes, se movilizó y se detuvo la zona austral, y como dádiva para acallar ese conflicto se generó este subsidio hace ya muchos años. Creo que esto le cuesta mucho al país. No me imagino, Presidente —con esto termino—, Ministro, con un recurso adicional de esa naturaleza, usted haciendo milagros en Chile en materia de energía, de reconversión, de dotar de energía a precio razonable, porque aquí simplemente dicen —no sé si será verdad, pero es comentario popular— que en Magallanes no se calefaccionan, se ventilan, porque cuando tienen…