Bien, por favor, vayan empezando. Tenemos que votar. Creo que contamos con quórum. Antes de proceder a la votación, haré algunas comunicaciones de la Presidencia.
Aprobación del orden del día: si no hay comentarios, queda aprobado. No habiendo objeciones, así queda.
La reunión de hoy, como siempre, se retransmite por internet. El régimen lingüístico es el habitual en esta comisión.
Quisiera dar la bienvenida a dos grupos de visitantes. En primer lugar, un grupo de estudiantes invitados por el señor Borchia. Proceden de distintos colegios italianos y han ganado un concurso nacional denominado “Movimenta le Tue Idee. Da vida a tus ideas”. Bienvenidos a la Comisión ITRE. En segundo lugar, funcionarios de distintos ministerios de Baja Sajonia, invitados por el señor Gieseke, que nos visitan en el marco de su programa de cualificación. Sean también bienvenidos.
Si no hay objeciones respecto a las actas de la reunión del 16 de octubre de 2025, quedan aprobadas.
Pasamos ahora a las votaciones. Será una votación electrónica, por lo que les ruego preparen sus tarjetas de voto. Para probar el sistema, formularé una pregunta sencilla: ¿Les gusta la Navidad? Se abre la votación.
Disculpen, no tengo mi tarjeta de voto. Si puede, por favor, contar mi voto. Levantaré la mano.
Es muy difícil contabilizar su voto sin la tarjeta en las votaciones nominales.
Se cierra la votación.
Perfecto. No a todo el mundo le gustan las vacaciones, pero, dado que contamos con quórum y no hay ni exceso ni falta de votos, procedemos con el primer punto de nuestro orden del día: la Ley de Medicamentos Críticos.
Enmienda de compromiso 1. Vamos a votar. Votación nominal, a petición del PPE. Se abre la votación. Se cierra la votación. Aprobada.
Votación final, también nominal, sobre la Ley de Medicamentos Críticos. Se abre la votación. Se cierra la votación. Aprobada.
Pasamos al siguiente punto de la lista de votación de hoy: el partenariado para investigación e innovación en el Mediterráneo. Votación nominal. Se abre la votación. Se cierra la votación. Aprobada.
Con esto concluye la votación electrónica. Quienes no vayan a permanecer en la sala para los demás puntos del orden del día, les ruego que la abandonen en silencio para que podamos continuar. Les doy un minuto.
Colegas, sugiero que procedamos con el siguiente punto de nuestra agenda. Por favor, vayan tomando asiento. Muchas gracias.
A continuación, celebraremos un intercambio de impresiones con la DG GROW de la Comisión sobre el papel de la mujer en la industria europea y la transición industrial. Quisiera agradecer a la señora Agnieszka Wojder, responsable política de la DG GROW, su presencia y su disposición a participar en este intercambio sobre el papel de la mujer en la industria y en la transición industrial.
Este intercambio se celebra en el contexto de la Semana de la Igualdad de Género. Vamos a empezar con un breve mensaje en vídeo de nuestra presidenta preparado para esta ocasión. Dispondremos de aproximadamente 45 minutos para este debate y, a continuación, habrá un turno libre de intervenciones. Quienes deseen intervenir tras las intervenciones iniciales, por favor, coloquen su cartel con el nombre en posición vertical para que pueda tomar nota. Les pido que respeten el tiempo que se les ha asignado. Pasamos ahora al vídeo de nuestra presidenta.
Queridos colegas, queridos amigos, cada día, en mi función de presidenta, tengo la suerte de conocer a mujeres increíbles de nuestro continente. Hay aproximadamente 229 millones de mujeres con talento en Europa que impulsan el progreso de nuestro continente. Nuestra Unión está construida por europeos, para europeos; para todas las mujeres y todos los hombres. Y con razón esperan ciertas cosas de nuestro hogar común, incluido un entorno en el que todas las personas tengan igualdad de oportunidades.
Esta Cámara está haciendo realidad esta ambición. Trabajamos para facilitar la vida de las personas y de las empresas. El mes pasado confirmamos los próximos pasos hacia una hoja de ruta europea para los derechos de la mujer y recientemente hemos adoptado nuestro nuevo plan de acción en materia de género. Pero, para seguir rompiendo techos de cristal y empoderando a las mujeres, tenemos que ir más lejos y más rápido.
Necesitamos que más mujeres desarrollen sus carreras en los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, con más prácticas y vías de acceso al empleo. Necesitamos que más mujeres creen empresas, con un mejor acceso al apoyo para nuestras innovadoras e inventoras. Necesitamos que más mujeres accedan a nuestros puestos de poder, que se sientan animadas a presentarse a las elecciones y a cambiar nuestra sociedad.
Nuestro impulso para la igualdad tiene sentido a todos los niveles, porque cuando las mujeres progresan, las comunidades progresan. La igualdad impulsa nuestras economías, transforma nuestras sociedades y profundiza nuestras democracias. Para lograrlo se necesitan vigilancia, impulso y, sobre todo, acción. Por eso me alegra tanto que este evento se celebre aquí, en el Parlamento Europeo, y quiero dar las gracias a mis colegas, la vicepresidenta Antonella Sberna y Lina Gálvez Muñoz, por hacer posible esta semana, y a todos ustedes por estar aquí. El reto que tenemos por delante es grande, pero juntos sé que podemos construir una Europa mejor, más justa y más igualitaria. Así que, manos a la obra.
Muy bien, vamos a comenzar el debate. Doy en primer lugar la palabra a la representante de la Comisión, durante diez minutos, para que haga su intervención introductoria. Adelante.
Muchas gracias, señora presidenta. Bienvenidos a todos y muchísimas gracias por haberme invitado. Brevemente, voy a presentarles un par de acciones aplicadas por la DG GROW para apoyar a las mujeres empresarias y a las inventoras. Como ya se ha dicho, esta acción tiene como objetivo apoyar a las niñas y a las mujeres en STEM; lo llamamos STEAM porque hemos añadido las artes. Sabemos que no hay suficientes mujeres que estudien este tipo de carreras, que aún menos trabajan en estos sectores STEAM y que no hay suficientes mujeres empresarias. Se trata de una acción europea que pretende ayudar a las niñas, a las jóvenes y a las mujeres.
En este proyecto visitamos centros educativos, hablamos con las niñas más jóvenes y las sensibilizamos sobre las oportunidades que existen en el ámbito STEM. Organizamos seminarios web y reuniones en línea para que las mujeres puedan mejorar sus capacidades empresariales y digitales. En pantalla pueden ver un enlace a nuestro informe, que es muy interesante porque aporta ejemplos positivos del proyecto y puede servir de guía si desean aplicar iniciativas similares en sus Estados miembros.
Hasta el momento, son más de 5.000 las participantes, y el proyecto se desarrollará hasta 2028, por lo que habrá muchas más participantes y más países incluidos. El siguiente proyecto está relacionado; en él presentamos ejemplos.
de mujeres en el sector. Creo que es muy importante para las mujeres tener modelos, que vean que hay mujeres que se han encontrado en situaciones similares y que han tenido éxito. Lo hacemos a través de toda una serie de vídeos en YouTube y estamos empezando a recoger datos sobre mujeres empresarias. Es un proyecto que arranca ahora y, evidentemente, estaremos encantadas de presentarles los resultados. Este proyecto lo gestiona un colega mío; por lo tanto, no podré responder a todas sus preguntas porque no estoy tan familiarizada con estos proyectos. Y ahora me gustaría pasar revista a los proyectos de los que sí soy responsable.
Sabemos que las mujeres son aproximadamente la mitad de la sociedad. En esta gráfica ya vemos que, en emprendimiento, solo representan un tercio del sector. Pero el problema principal aparece cuando llegamos a la financiación de empresas lideradas por mujeres. La dificultad de acceso a la financiación es un problema enorme para las mujeres. En la financiación bancaria el problema está quizá menos pronunciado, pero se vuelve más acuciante cuando hablamos de acceso a la financiación para mujeres que gestionan startups, scale-ups, empresas tecnológicas. Lo vemos en la gráfica: aproximadamente el 82% de todo el capital riesgo en Europa va a empresas dirigidas exclusivamente por hombres. Depende del año, pero solo entre el 2 y el 3% llega a empresas lideradas o fundadas por mujeres. Este es un gran problema. En el ámbito del capital riesgo no hay suficientes mujeres; por lo tanto, no hay suficientes mujeres que tomen decisiones sobre la financiación.
¿Qué tenemos la intención de hacer? Quizá conozcan el programa InvestEU. Es un programa emblemático que pretende movilizar aproximadamente 370.000 millones de euros de financiación pública y privada. InvestEU apoya todo tipo de financiación privada y de capital. Intentamos resolver esta situación. Dado que la financiación de capital que se canaliza a través de InvestEU —fondos privados, inversores ángeles, capital riesgo, etc.—, queremos que estos fondos sean diversos. Por ello hemos establecido toda una serie de criterios de género para comprobar si hay suficientes mujeres que tomen decisiones de inversión en estos fondos. Esperamos que todo esto se traduzca en mayor inversión para las empresas lideradas por mujeres. Llevamos pocos años de aplicación de InvestEU; esperamos que, dentro de unos años, empecemos a recoger frutos y a obtener resultados. Sabemos que el FEI es un inversor principal en Europa; por tanto, es también una señal importante para el mercado. Queremos que haya más fondos para las mujeres. El objetivo es el 25% y ahora más del 40% de los fondos son diversos desde el punto de vista del género. Es un muy buen resultado.
Lo que hacemos también es ayudar a las mujeres inversoras con medidas de apoyo más blandas. Sabemos que hay muchos problemas porque las mujeres tienen redes más pequeñas que las de los hombres. En el networking y cuando las mujeres solicitan financiación, se les hacen preguntas distintas a las que se formulan a los hombres; se las evalúa de forma diferente. Sabemos que no hay suficiente información sobre la brecha de financiación y tampoco sobre las ventajas, porque hay ventajas económicas cuando se invierte en mujeres. Por eso, con InvestEU y el Grupo del BEI, hemos puesto en marcha toda una serie de apoyos más blandos, como una masterclass para bancos comerciales sobre distintos temas: cómo medir la financiación con enfoque de género, cómo recabar datos, cómo mejorar los préstamos concedidos a las mujeres. También estamos organizando una serie de eventos.
…para las mujeres en capital y capital mixto, así como un programa de mentoría para las mujeres más jóvenes, mentorizadas por hombres y mujeres más experimentados. Acabamos de crear, junto con el BEI, un estudio sobre productos de crédito para mujeres concedidos por los bancos. Todo esto lo encuentran en la página web del BEI.
El último proyecto que quería presentar es un proyecto piloto que recibimos del Parlamento Europeo hace ya algunos años. Se trata de una red de inversores con perspectiva de género. Hemos creado una red para mujeres y hombres con varios objetivos: atraer y reunir inversores, organizar actos para conocerse, celebrar encuentros con mujeres empresarias, desarrollar material de formación, presentar modelos de referencia y trabajar en un código de buenas prácticas que puedan firmar instituciones financieras, fondos y gestores de fondos. El código es voluntario y busca promover un mayor equilibrio de género en el mundo de las finanzas.
Es un proyecto que concluye a finales del año que viene; por tanto, dispondremos de datos que hemos vinculado con otros proyectos del Parlamento, como la agenda sobre la brecha de inversión, y con iniciativas de la Comisión. Quisiéramos asegurar su continuidad y esperamos que llegue a buen puerto el próximo año. Por mi parte, es todo. Quedo a su disposición para responder a preguntas y aportar al debate.
Gracias, señora Boidir, y gracias por respetar el tiempo de palabra asignado. Vamos a dar la palabra a Elena Sancho Murillo, ponente de ITRE sobre el mainstreaming de género. Cuatro minutos.
Gracias, señora presidenta, y gracias, señora Boidir, por presentarnos su programa. Este debate nos llega en un momento muy importante. Valoro sus tres pilares, que constituyen una hoja de ruta clara y práctica para transformar la igualdad de género en resultados palpables: conectar, amplificar y formar. Esto abriría la puerta a un ecosistema en el que las mujeres empresarias puedan acceder a la financiación necesaria para crecer e innovar.
Promover la participación en capital riesgo no solo aborda una desigualdad histórica, sino que también refuerza la competitividad y la sostenibilidad del mercado. Garantizar la igualdad de género y, en particular, el empoderamiento de mujeres inversoras y empresarias nos permitirá abrir una puerta al progreso. Las mujeres son clave, y la financiación —en especial la europea— es esencial para la competitividad de las empresas europeas, para el desarrollo de nuevas tecnologías, la apertura de nuevas fábricas y para la transición verde y digital.
Sin embargo, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en la toma de decisiones y en las redes financieras, y a menudo encuentran barreras a la hora de financiarse. Si no tenemos en cuenta el género, crece la desigualdad. Si no invertimos en eliminarla, lo pagaremos en el ámbito financiero y, además, debilitaremos la democracia. Por tanto, hay que pasar de las palabras a los hechos y poner resultados sobre la mesa. Necesitamos no declaraciones, sino acciones concretas. Para ITRE, esto significa mantener como prioridad la lucha contra la desigualdad de género.
Tenemos que insistir en que la perspectiva de género esté presente en todo nuestro trabajo, en nuestros informes y en los debates políticos. Solo así garantizaremos un equilibrio entre mujeres y hombres a la hora de tomar decisiones. Y eso incluye también, por cierto, las audiencias públicas y los paneles de expertos en este Parlamento. Las mujeres, además, son vector de innovación en el sector digital y su voz se tiene que oír. La transformación tecnológica, como la inteligencia artificial (IA), no es el futuro, sino nuestro presente cotidiano. Y las mujeres tienen que estar en el centro de esta revolución tecnológica, no solo como participantes o empleadas, sino como inversoras y decisoras. Las mujeres deben participar en programas de innovación y en alianzas industriales. Tenemos que desarrollar formación para mujeres en ámbitos estratégicos. Hay que empoderar y alentar a las mujeres inversoras con acceso directo a capital para financiar la innovación. Para eso hace falta una presupuestación transparente con perspectiva de género que ayude a las mujeres sobre el terreno.
Si queremos una Europa competitiva, resiliente y justa, el empoderamiento económico y financiero de las mujeres no puede ser un añadido o un complemento; tiene que ser un componente de la arquitectura del próximo Marco Financiero Plurianual (MFP). La igualdad en la participación no es una opción, sino una condición sine qua non para la resiliencia industrial de Europa. La competitividad de nuestro futuro depende de la participación igualitaria de mujeres y hombres. Si queremos una industria competitiva y sostenible, tenemos que invertir en todo el talento, y eso supone invertir en las mujeres. Valoro muchísimo los programas que han presentado hoy aquí: Invest Europe, con sus criterios de género, y también Women Invest EU. Se trata de promover el equilibrio de género y de posibilitar que más mujeres participen en este ecosistema. Durante años, la inversión y las finanzas se han asociado a figuras masculinas. Tenemos que cambiar esa percepción y alentar a las mujeres a sentirse confiadas para invertir y asumir liderazgo en el sector. Gracias.
Muchísimas gracias por su intervención. Pasamos a dar la palabra a coordinadores y representantes de grupos, dos minutos cada uno. Posteriormente, podrán intervenir el resto de diputados, un minuto cada uno. Quiero recordarles que levanten o indiquen con su cartel que desean tomar la palabra. Primero, la señora Niebler, dos minutos.
Muchísimas gracias, estimados colegas. Me parece magnífico que hablemos hoy de esta cuestión y que se haya incluido en el orden del día, porque es clave para las mujeres y la igualdad de género, algo que apoyamos decididamente, sobre todo en el ámbito de la toma de decisiones y en que las mujeres asuman responsabilidades en el mundo empresarial. Quería plantear tres puntos que, de hecho, no se han abordado suficientemente. Primero: la formación, promoción y reciclaje de las mujeres. Sabemos que en las disciplinas STEM hay muy pocas mujeres, y cuando vemos los programas formativos creo que debemos hacer un esfuerzo para que todo este sector resulte mucho más atractivo para ellas. En ese sentido, tenemos que acudir a las universidades para fomentar, en la medida de lo posible, que las mujeres se incorporen también a estos ámbitos de conocimiento. Así creo que podemos conseguir una mayor presencia de las mujeres en el mundo empresarial, actuando, como digo, desde las universidades.
Segundo: necesitamos nuevos modelos de referencia, role models, como se dice en inglés. Es positivo que la Comisión lo plantee e incorpore en sus programas. Sin embargo, creo que tenemos que invertir también en los programas de mentoría; es muy importante que las mujeres jóvenes vean que efectivamente ellas también pueden tener éxito, no solo en grandes empresas, sino también en pequeñas. Y eso se puede conseguir presentándoles modelos a seguir, modelos de éxito.
Tercero: esto supone que en Europa tenemos que desarrollar una nueva cultura. El éxito llega, a menudo, después de haber fracasado varias veces. Por tanto, si hablamos de éxito, el fracaso no debe verse como algo negativo; muchas veces hay que equivocarse para ganar experiencia y tener éxito posteriormente. Creo que hace falta un cambio de cultura en este sentido.
Tenemos, por ejemplo, casos en los que hay una buena idea de negocio, pero luego es muy difícil contar con los medios para trasladarla a un proyecto empresarial. Muchas veces las mujeres no se atreven porque existen barreras mentales. Ahí creo que también hay que incidir, para que las mujeres se convenzan de que pueden ser tan exitosas como los hombres. Por ejemplo, tenemos aquí a nuestra colega Winzig, con un gran éxito en Austria, muy conocida, y creo que conocer casos como el suyo puede ser una gran fuente de motivación para las mujeres.
Pasamos a la señora Gálvez.
Gracias, Elena. Gracias a la Comisión por la presentación y gracias a la Comisión por participar en esta Semana de la Igualdad de Género. Abordamos una cuestión que es clave para esta comisión parlamentaria y que es el talento. Necesitamos aprovechar todo nuestro talento disponible para navegar las transiciones en las que estamos inmersos. Las mujeres, evidentemente, serían beneficiarias de este crecimiento y esta innovación, pero las mujeres no solo deben ser beneficiarias, sino también arquitectas y líderes de ese proceso. Y, sin embargo, sabemos que nuestro potencial está aún por aprovechar. A pesar de los progresos que hemos logrado, las mujeres solo son un 4% en los ámbitos de ciencia y tecnología; en los consejos de administración de las empresas, asimismo, tenemos un porcentaje bajísimo de presencia. Y estamos en un 2%: solo un 2% del capital riesgo disponible llega a las mujeres. Es muy preocupante.
Ahora que hablamos de atraer talento a Europa, tendríamos que pensar mucho más y mejor sobre cómo conseguir aprovechar nuestro propio talento aquí, en Europa. Tenemos 10 millones más de mujeres en la Unión Europea que podrían participar. Más del 60% de los egresados de la educación superior son mujeres. De modo que, al final, no es solo una cuestión de igualdad y equidad —que lo es—, sino sobre todo una cuestión de pérdida de talento y de oportunidades económicas. Estamos hablando de una pérdida estimada de 50 000 millones de euros al año por no aprovechar todo este talento. No nos lo podemos permitir.
En Next Generation EU se hizo una inversión masiva en diferentes Estados miembros, y se vio que la mayoría de los puestos de trabajo de calidad iban a los hombres. Y eso con un presupuesto que también pagamos nosotras, las mujeres. Con lo que hay que ser muy claras en cuanto a lo que estamos haciendo. Ahí tenemos un proyecto piloto sobre la brecha de género en el mundo empresarial y financiero; los primeros resultados son alentadores. Y luego tenemos la cuestión de la condicionalidad de las diversas agendas; creo que eso tendríamos que explorarlo mucho más para que se extendiera a otros programas.
Necesitamos pasar a la práctica ya: avanzar y actuar. ¿Cómo hacerlo? En el próximo MFP y en el Fondo de Competitividad tenemos que plantearnos cómo vamos a incluir el principio de igualdad de género y también la formación, el reciclaje, etc. Gracias.
Pasamos a los grupos políticos. Daremos la palabra al siguiente orador, puesto que no tengo indicaciones de otros grupos. Adelante, tiene usted la palabra.
Queridos colegas, la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisión y en el liderazgo industrial no es únicamente una cuestión de equidad. Es un factor esencial para la competitividad, la innovación y la resiliencia de Europa. Europa no puede permitirse afrontar la transición en el...
…la transición industrial y energética, dejando de lado a la mitad del talento. Las políticas industriales deben ser herramientas esenciales para eliminar las barreras a las que se enfrentan las mujeres en el mercado de trabajo. Lo digo como emprendedora: las mujeres se enfrentan a muchas barreras. Necesitamos una Europa más competitiva, más avanzada, y esta Europa no puede ignorar el talento, la contribución y el potencial de las mujeres; la igualdad de género, la diversidad y la igualdad de oportunidades, en un marco de crecimiento sostenible. Para Europa, para las empresas, para el empleo de las mujeres y para la estrategia económica europea, las mujeres —su liderazgo y sus competencias— son un factor de crecimiento y desarrollo. La respuesta de Europa a los retos a los que nos enfrentamos pasa también por soluciones construidas por las mujeres. Gracias.
Pasamos a Renew, con la colega Friis. Es un debate dominado por mujeres y quiero alentar también a los hombres a que participen. Creo que es la primera vez en la comisión ITRE que veo una ronda de intervenciones protagonizada solo por mujeres. Gracias por plantear este tema. La presencia de mujeres en la industria y la competitividad es importante, y es positivo celebrar este debate aquí. Con claridad: hay que invertir en el talento de las mujeres como un activo estratégico para la sostenibilidad y la competitividad europeas. Hay estudios, por ejemplo de la OCDE, que muestran que las mujeres suelen ser más ambiciosas y generar políticas verdes con mayor impacto cuando tienen capacidad de decisión. Para la competitividad de Europa hacen falta nuevas capacidades, también en el ámbito tecnológico, pero las mujeres ahora mismo son un talento desaprovechado. Si queremos aprovechar ese potencial —y lo necesitamos—, de lo contrario no seremos resilientes, no tendremos crecimiento ni culminaremos la próxima transición. Es un potencial que no estamos aprovechando. Es preocupante porque, además, las mujeres no pueden desarrollar todo su potencial, lo cual es una desventaja para Europa en su conjunto. He visto varias redes industriales lideradas por mujeres y he hablado, por ejemplo, de cuestiones como la calefacción distribuida o la energía solar, todo ello impulsado por mujeres. Debemos destacar ese trabajo, garantizando que existan modelos de éxito a seguir, porque si queremos tener éxito en Europa debemos aprovechar todo el potencial del que disponemos, y eso implica aprovechar también el talento de las mujeres. Gracias.
Pasamos a Los Verdes. La señora Matthieu, dos minutos. Gracias por el debate. Queda claro que el Pacto de Industria Limpia quería no dejar a nadie atrás, pero vemos que las mujeres siguen rezagadas y que los esfuerzos realizados han beneficiado más a los trabajadores hombres que a las trabajadoras. Seguimos teniendo poca presencia en los consejos de administración industriales y en el sector de la construcción en Francia. Existe además una brecha de destrezas y capacidades que afecta de forma desproporcionada a las mujeres. Las trabajadoras se enfrentan a barreras como las responsabilidades domésticas, el reparto desigual de los cuidados o la falta de infraestructuras de cuidados infantiles. Por ello debemos incorporar condicionalidades sociales a nuestros fondos para apoyar a las empresas e industrias en la transición. Ya hemos visto buenas prácticas, condicionando la financiación a medidas como generar oportunidades para las mujeres, adaptar los horarios de trabajo a la vida familiar y mejorar las infraestructuras de cuidados infantiles. Todo eso es importantísimo.
En cuanto a la situación de las mujeres, me gustaría conocer la opinión de la Comisión al respecto. También me parece importante contar con modelos de referencia. Existen disposiciones sobre la presencia de mujeres en los consejos de administración; la legislación puede marcar una diferencia —lo hemos visto—, pero seguimos observando una brecha. Por ejemplo, en las presidencias de esos consejos y entre los directores generales (CEO) siguen siendo pocas las mujeres. Y las mujeres deben desempeñar también un papel de liderazgo en esos escalones.
La Comisión tiene previsto dar nuevos pasos, por ejemplo, en materia de salud y seguridad en el trabajo, porque a veces vemos diferencias entre géneros. Me refiero a sustancias preocupantes que van a desempeñar un papel importante en la transición verde. Ya hemos actualizado la legislación sobre el plomo y lo estamos haciendo actualmente con el cobalto. Debe tenerse en cuenta que algunas de estas materias primas críticas pueden afectar a la reproducción y conllevar, por ejemplo, el riesgo de embarazos con muerte fetal. Por tanto, eso debe incorporarse a la hoja de ruta sobre trabajo de calidad, para que beneficie por igual a los trabajadores, en particular a las mujeres. Gracias.
Pasamos a la izquierda. Colega Pappas. Muchas gracias. Hablaré en griego. Ante todo, me siento un poco incómodo por interrumpir una serie de intervenciones de mujeres. Constatamos que, en varios sectores y ámbitos, los hombres son más numerosos que las mujeres, también en este Parlamento y en las grandes empresas. Los porcentajes de mujeres siguen siendo ínfimos. Pero ¿cómo es posible en un periodo en el que hay tantas mujeres graduadas como hombres? Se trata de una brecha cada vez mayor en el mercado laboral. Incluso cuando trabajan a tiempo completo, las mujeres dedican 13 horas adicionales semanales a actividades no remuneradas: horas que no figuran en ningún currículum y que impactan en sus carreras. Es una cuestión de economía, de progreso. Perdemos en innovación, perdemos en competitividad. Especialmente en ciencias y tecnología, en STEM, donde las mujeres pierden competitividad, una desventaja que se agrava con los años. Es una cuestión que arranca en la educación y se arrastra luego al mercado laboral y a las trayectorias en la empresa. Los programas de acompañamiento, mentoría y formación son algunas de las medidas que pueden ponerse en marcha ya y marcar una diferencia real. No se trata de pedir más a las mujeres, sino de que disfruten de las mismas oportunidades que los hombres. Solo así aprovecharemos al máximo el capital humano y reduciremos la brecha entre géneros. Gracias.
Muchas gracias. Dos peticiones de palabra más en esta segunda ronda de intervenciones: dos intervenciones de un minuto y medio, dos minutos. Si hay alguien más que quiera intervenir, adelante, por favor; levanten su cartel, porque si no voy a ceder de nuevo la palabra a la Comisión para su tiempo de réplica. Una intervención más. Señor Ehler, del PPE, adelante.
El 9% del capital de riesgo acaba en empresas lideradas por mujeres. Si vemos las estadísticas en África, son mucho mejores. Observamos una discriminación de las mujeres: no se trata únicamente de desigualdad de género, sino de una discriminación ante el éxito. Las mujeres reembolsan en África más del 90% de los microcréditos; los hombres, alrededor del 70%. Y si observamos el crecimiento del PIB en muchas economías...
Los microcréditos que se otorgan a las mujeres contribuyen mucho más a la economía y son plenamente reembolsados. Es una discriminación clara, contra la que hay que luchar en Europa. No tenemos estadísticas sobre la tasa de éxito y sobre el reembolso de los créditos. Este es un punto de partida muy interesante: datos empíricos para luchar contra esta discriminación. La desigualdad económica, en términos económicos, es plausible porque no estamos explotando al máximo el talento de las mujeres; pero, para atajarla, necesitamos una mirada más cercana sobre la tasa de éxito de las mujeres y el reembolso de sus créditos. ¿Qué estadísticas tenemos sobre las empresas lideradas por mujeres que tienen acceso a capital de riesgo? ¿Tienen más éxito que las empresas, en igualdad de condiciones, lideradas por hombres? Esto necesita datos para no ir en contra de las intenciones del mercado.
Gracias, señora Martínez Terriño. En este caso, yo tengo una pregunta muy concreta vinculada con el próximo marco financiero plurianual y, concretamente, con el Fondo de Competitividad, porque hablamos de 451.000 millones para tecnologías emergentes, proyectos estratégicos de futuro, competitividad e innovación en sectores que van a ser estratégicos y clave para el futuro de Europa. Por lo tanto, mi pregunta es: ¿cómo se va a incorporar la perspectiva de género a esos presupuestos y a ese programa, concretamente, para hacer que esos sectores sean atractivos para las mujeres, reducir la brecha de género y conseguir que, realmente, en esos proyectos que se impulsen exista espacio y se generen grupos de trabajo formados por hombres y mujeres que aprovechen todo el potencial de nuestra sociedad? Muchísimas gracias.
Preguntas muy específicas para la Comisión. Señora Winzig, del PPE.
Muchísimas gracias. Quisiera también aportar algo. Tengo experiencia en la industria; he fundado dos empresas y, en primer lugar, lo hice con mucho coraje. Además, pude tener acceso a recursos: eso es lo importante hoy por hoy. A mí lo que más me molestó en su día fue la burocracia, que hoy no se ha mencionado. Precisamente la burocracia es un problema también para las mujeres; tenemos que luchar contra ella. Y luego, que las mujeres son un poco más reacias a asumir riesgos —algo que sabemos por varios estudios—, lo que las lleva muchas veces a empezar con pequeños pasos, pequeñas empresas; en cambio, los hombres, desde el principio, se atreven a asumir riesgos y apuntan a empresas más grandes. Pero, en mi opinión, lo principal es acabar con la burocracia. Gracias.
De nuevo, la palabra a la Comisión. Cinco minutos para la réplica.
Muchas gracias. Gracias por un debate muy interesante. Empiezo diciendo lo siguiente: muchos de ustedes han mencionado los beneficios de apoyar a las mujeres —mujeres empresarias, mujeres inversoras—. Sabemos que aquí hay oportunidades: cuando hay mujeres, cuando los equipos son diversos, cuando los fondos son más diversos, hay mejores resultados, mejores resultados financieros. El señor Ehler lo ha mencionado. Ya contamos con datos: las mujeres reembolsan los créditos de manera más escrupulosa que los hombres, también en la Unión Europea. Por lo tanto, esto tiene todo el sentido económico del mundo: estamos perdiendo dinero cuando no apoyamos a las mujeres. Como algunos de ustedes han señalado, las mujeres invierten más a largo plazo, de forma más sostenible, en ámbitos que también...