Por favor, tomen asiento.
Señorías, muy buenas tardes. Estimados colegas, debemos dar comienzo a la reunión de esta tarde. Empezaremos con una sesión conjunta de nuestra Comisión ENVI y la Comisión SANT. Pasamos al punto de intercambio de opiniones con la comisaria Hadia Labib, comisaria de Equidad, Preparación y Gestión de Crisis, sobre Protección Civil y la preparación ante emergencias sanitarias en el marco de la propuesta del MFP 2028‑2034, en particular en lo relativo al Mecanismo de Protección Civil. Le doy una cordial bienvenida, señora comisaria. Hemos asistido a un aumento de los desastres naturales en los últimos años, lo que pone de manifiesto la importancia de este tema. Por tanto, nos complace contar con su presencia.
…para celebrar un intercambio de opiniones. Antes de cederle la palabra, cedo la palabra al presidente de SANT para unas palabras introductorias.
Sí, gracias, señora presidenta Herranz García. Es un placer celebrar este intercambio de opiniones, muy oportuno, con la comisaria Lavip. Le doy una cordial bienvenida. La preparación y la gestión de crisis y la protección civil se enfrentan a diferentes amenazas. El panorama de amenazas se caracteriza por una mezcla muy volátil de tensiones geopolíticas, cambio climático y desastres naturales. Y, en este contexto, contar con suficiente financiación para el Mecanismo de Protección Civil de la Unión, así como con apoyo para la preparación y la respuesta en el marco del MFP 2028‑2034, es fundamental. Estimada señora comisaria Lavip, le cedo la palabra durante diez minutos.
Muchísimas gracias, señorías. Las amenazas a la seguridad se multiplican, las crisis humanitarias se agravan y el cambio climático nos golpea con cada vez más fuerza. Las enfermedades infecciosas se propagan más rápidamente y la desinformación es incluso más contagiosa que un virus. Estos cambios nos afectan a todos: a nuestros hogares, a nuestra salud, a nuestra seguridad. Basta con echar la vista atrás a los últimos cinco años. Estas crisis no se producen en solitario y tampoco acaban rápidamente. Europa ya no se puede permitir limitarse a reaccionar. Debemos anticiparnos, estar preparados y actuar antes de que llegue la próxima crisis.
Por eso es tan importante una preparación a escala de la Unión, que refuerza nuestra capacidad de proteger a nuestros ciudadanos, a nuestras sociedades y a nuestras economías. La pandemia de la COVID‑19, la guerra en Ucrania y otras crisis recientes han mostrado el poder transformador del presupuesto de la Unión Europea: es la espina dorsal de la solidaridad europea, un presupuesto que salva y protege vidas. Ayudó a una pequeña empresa emergente a desarrollar una vacuna revolucionaria que contribuyó a salvar millones de vidas. Suministra equipos médicos, tiendas de campaña y generadores a millones de ucranianos.
Pero estas crisis también han puesto de manifiesto los límites de nuestros sistemas actuales. Ahora está claro que necesitamos instrumentos y un presupuesto sólidos para hacer frente a los riesgos complejos de hoy en día. Por ello, la nueva propuesta de la Comisión aúna el apoyo a la protección civil y la preparación para emergencias sanitarias. Se basa en nuestra estrategia de la Unión respecto a la preparación y abarca todos los riesgos, a toda la sociedad y a todos los niveles de gobierno. Une la protección civil, la coordinación intersectorial en caso de crisis y la preparación sanitaria, todo ello en una herramienta poderosa. Y sitúa a las personas en el centro, porque los ciudadanos están en la primera línea de la preparación.
Señorías, hoy en día la protección civil es mucho más que responder a inundaciones, incendios o terremotos. La realidad ha cambiado y nuestra respuesta también debe hacerlo. En los últimos años, el Mecanismo de Protección Civil de la Unión ha impulsado la mejora y el crecimiento de los sistemas nacionales. Se ha convertido en uno de los pilares más sólidos de la solidaridad europea, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Ayer mismo regresé de Jamaica, donde pude ver cómo la ayuda de la Unión Europea llegó a las personas necesitadas tras el huracán Melisa. La solidaridad europea llegó rápidamente y fue eficaz; debemos sentirnos orgullosos de ello.
El nuevo reglamento propone simplificar los procedimientos y reforzar el presupuesto, allanando el camino hacia una Europa más proactiva y con visión de futuro. Quiero que rescEU y todo el Mecanismo de Protección Civil de la Unión estén plenamente…
Equipados para actuar con rapidez, eficacia y solidaridad. Para lograrlo, reforzaremos nuestra capacidad de anticiparnos a los riesgos antes de que se produzcan. Además, estamos reforzando los sistemas de alerta temprana y la previsión estratégica, de modo que podamos actuar basándonos en las previsiones, sin esperar a que se produzcan los desastres. Cuando los sistemas nacionales se vean desbordados, los recursos y equipos de la UE se desplegarán con mayor rapidez y flexibilidad. También apoyaremos un preposicionamiento más innovador, un mayor intercambio de expertos y una formación y ejercicios más numerosos y de mayor calidad, con el fin de reforzar a nuestros equipos y voluntarios.
También tenemos que colaborar con nuestros homólogos militares. Esta cooperación ya está funcionando muy bien. Durante la COVID‑19 fue fundamental para tratar a los pacientes, suministrar vacunas que salvaron vidas y hacer llegar equipos de protección a quienes más los necesitaban. Y recientemente, en respuesta al huracán Melisa, buques de guerra franceses y neerlandeses entregaron parte de la ayuda de la UE a Jamaica. Debemos mantener un diálogo abierto con nuestros socios militares para comprender en qué aspectos nuestro trabajo se complementa y, lo que es igualmente importante, cuáles son los límites, respetando plenamente los Tratados. Nuestra cooperación e inversión tienen que reforzarse mutuamente. Queremos sociedades resilientes, y la preparación civil y la militar son dos caras de la misma moneda. No es el momento de ser tímidos a la hora de proponer una cooperación más estrecha con la defensa. Son momentos incómodos los que vivimos y exigen coordinación y valor.
Señorías, el riesgo de otra emergencia sanitaria grave es elevado. Las enfermedades infecciosas son más frecuentes, surgen nuevos riesgos, nuevas amenazas de bioseguridad y la retirada de grandes donantes amenaza años de progreso en la salud global. Estos desafíos afectan a todos los Estados miembros y exigen una acción coordinada a nivel europeo. Por ello, reforzar nuestra preparación en materia sanitaria, aquí y fuera, es una prioridad. Por eso presenté la estrategia de contramedidas médicas en julio y por eso la Comisión presentará su iniciativa para una salud global resiliente el año que viene.
Es cierto que la Unión Europea de la Salud y EU4Health no continuarán en su forma actual. Lo cierto es que nuestro apoyo a la preparación de emergencias sanitarias no va a desaparecer. Al contrario, estamos aprendiendo de las lecciones de la pandemia, aunando esfuerzos y, con el nuevo instrumento, pondremos financiación a disposición de las medidas de preparación sanitaria, por ejemplo: una mejor vigilancia con detección precoz de los virus, entre otros, a través de sistemas de centinela para las aguas residuales; garantizar una capacidad de reserva para que Europa pueda fabricar sus propias mascarillas y vacunas cuando la demanda lo requiera; existencias estratégicas que se puedan desplegar con rapidez para contener brotes; y la realización de simulacros para poner a prueba y reforzar nuestros sistemas de respuesta. Estas medidas son esenciales y, por supuesto, cuestan dinero. Sin embargo, aportan un enorme valor a través de economías de escala cuando actuamos juntos a nivel de la Unión.
Tanto la protección civil como la preparación sanitaria son cuestiones de mi responsabilidad. Podemos así garantizar una mejor coordinación, sobre todo en lo que respecta a las capacidades financieras y operativas. Pero esta propuesta no va a cambiar la arquitectura de seguridad sanitaria en la UE ni los mecanismos de coordinación que reforzamos después de la COVID‑19.
A nivel global seguiremos reforzando las capacidades de vigilancia, fomentando la producción local y regional y consolidando asociaciones, como acabamos de hacer al firmar con la OPS en Colombia durante la Cumbre UE‑CELAC. La preparación en este ámbito también implica apoyar la innovación desde el laboratorio al mercado y escalar nuestra capacidad industrial para ofrecer contramedidas médicas. Por eso el Fondo Europeo de la Competitividad y el programa Horizonte desempeñarán un papel clave ayudando a HERA a invertir...
y manteniendo la investigación de excelencia en Europa, porque los proyectos que salvan nuestras vidas tienen que desarrollarse y fabricarse aquí, en Europa. Con la estrategia de preparación de la UE hemos introducido el concepto de preparación por diseño. Esto quiere decir que, cada vez que desarrollamos una nueva política o inversión, nos planteamos dos preguntas clave: ¿esto refuerza la preparación de la UE? ¿Resistirá a la presión? Y en eso consiste estar preparados: en conseguir que la sociedad siga funcionando cuando existe una crisis, lograr que las luces sigan encendidas, que el transporte siga circulando, los hospitales funcionando y que no se rompan las cadenas de suministro. Estoy orgullosa de que la Comisión haya propuesto asignar 10 700 millones de euros al apoyo a la protección civil y a la preparación de emergencias sanitarias en el próximo MFP. Todas estas inversiones comparten un objetivo claro: preparar a Europa para lo que venga a continuación. Señorías, necesitamos un instrumento que esté a la altura de la realidad de hoy, un instrumento que refuerce nuestra preparación y garantice que estemos listos cuando llegue la próxima crisis. Espero contar con el apoyo de sus comisiones para obtener resultados y llevar a buen puerto esta ambición. Gracias.
Pasamos ahora a las intervenciones de los coordinadores. Dos minutos por intervención, por favor. Empezamos con el señor Hadjipantela, del PPE.
Gracias, comisaria. Voy a hacer mi pregunta en griego, pero antes diré en inglés que nos ha presentado usted lo que han hecho fuera de Europa. Valoramos lo que están haciendo fuera, pero también deben recordar que hay crisis en Chipre, en la Unión Europea, y esto se tiene que abordar también como prioridad. Y ahora paso al griego.
En el verano de 2015, Chipre, mi país, se vio afectado por incendios catastróficos que destruyeron vidas humanas y buena parte de nuestro entorno natural. Esta crisis sin precedentes dejó claro que había que estar preparados a tiempo, con los medios correspondientes y con plena coordinación de los Estados de la región. Acogemos positivamente las iniciativas de la Comisión, sobre todo para que se refuerce el Mecanismo de Protección Civil de la Unión y la capacidad de reacción ante los incendios forestales en Chipre, algo que nos permitirá actuar para proteger a los ciudadanos, las infraestructuras y nuestra riqueza natural. Comisaria, en términos concretos, ¿en qué situación se encuentra el mecanismo de lucha contra incendios en el caso de Chipre? ¿Hay alguna medida prevista para que el Mecanismo de Protección Civil sea suficiente en toda Europa para poder luchar contra estos fenómenos extremos de forma eficaz durante el próximo periodo de programación? Gracias.
Gracias. A continuación, el señor Schenk, del PPE, de la comisión SANT. Dos minutos.
Gracias, presidenta. El señor Castillo no puede estar presente hoy, así que me ha pedido que intervenga en su nombre. La UE es un símbolo de solidaridad. Las trincheras han desaparecido, pero nuestro continente se sigue enfrentando a incendios, inundaciones y a la guerra, incluso en el propio continente. Las amenazas siguen creciendo. Es, por lo tanto, necesario seguir protegiendo a los ciudadanos europeos. Ese es mi objetivo y quisiera mencionar tres puntos en este contexto. En primer lugar, la plataforma de coordinación de crisis es muy importante, considerando la naturaleza interconectada de las crisis que afectan al continente. Sin embargo, tiene que trabajar sin crear duplicaciones y de forma totalmente integrada con otros mecanismos. En segundo lugar, preparación ante crisis que pueden ser multifactoriales.
…ataques externos o por causas naturales, crisis infecciosas, accidentes industriales, contaminación alimentaria. Toda esta preparación nos permitirá abordar la raíz de la crisis y prestar asistencia rápida a la población afectada, incluida la evacuación si fuera necesario. Para cumplir la ambición de este texto, debemos garantizar los recursos necesarios. Esto me lleva al tercer punto: el presupuesto. El importe propuesto por la Comisión es significativo y el Parlamento debe defenderlo si el Consejo pretende reducirlo. Debe vincularse también al fondo de competitividad. Esta financiación tiene que garantizar la eficiencia operativa y servir para mejorar la actuación de nuestras fuerzas sobre el terreno al servicio de los ciudadanos. Gracias.
La señora Pajín, por el Grupo de los Socialistas y Demócratas en la Comisión ENVI, tiene dos minutos. Gracias, Presidenta. Gracias, Comisaria. Acogemos muy positivamente la propuesta de reforzar el Mecanismo de Protección Civil desde una perspectiva integral, recogiendo todas las dimensiones que debe tener en un contexto de diferentes crisis encadenadas. Y estoy, debo decirlo, contenta de colaborar con mi colega Aurelijus y con los ponentes en la sombra. Estoy absolutamente convencida de que vamos a hacer un buen trabajo.
Permítame explicar brevemente desde qué experiencia reciente hago esta primera aproximación al debate. Como usted sabe bien, vengo de una región que ha sufrido las inundaciones más devastadoras de los últimos años y de un país que ha vivido también incendios que han provocado destrucción masiva y muerte. Estos episodios pusieron de relieve, en mi opinión, tres cuestiones fundamentales que deben guiarnos en este debate.
Primera: necesitamos responsables públicos que, cuando una crisis golpea, sean efectivos, empáticos, estén presentes y asuman su responsabilidad. Sé que parece obvio, pero no siempre es así. Ninguna mejora técnica sirve si quienes tienen la responsabilidad política desaparecen, no están a la altura o no tienen capacidad de anticiparse y responder.
Segunda: el Mecanismo Europeo de Protección Civil es central en la respuesta frente a las emergencias. Tanto durante la DANA como durante los incendios, la Unión Europea estuvo presente y quiero, una vez más, agradecer esa respuesta, porque fue eficaz y demostró que estos mecanismos pueden paliar las consecuencias de forma muy clara. Desde la movilización de Copernicus, pasando por los fondos liberados para la reconstrucción, hasta la solidaridad entre profesionales de diferentes países, todo ello fue fundamental en estas respuestas.
Tercera: tiene que ver con la consciencia del momento que vivimos. Negar el cambio climático, o que hagan política quienes lo niegan, es devastador para esta respuesta.
Quiero acabar hablando del marco financiero, porque proteger el Mecanismo de Protección Civil requiere una financiación extraordinaria. Vemos con mucha preocupación la propuesta del nuevo marco financiero, que además elimina y reduce herramientas como los instrumentos de cohesión territorial, puesto que la dimensión territorial y los actores locales son fundamentales. Por eso, quisiera conocer su opinión sobre la financiación de este mecanismo. Gracias. Disculpe, Presidenta.
Gracias, señora Pajín. Tiene la palabra el señor Andriukaitis, del Grupo de los Socialistas y Demócratas. Thank you so much. Thank you, dear… Gracias, y gracias, Comisaria, por su excelente presentación. Me gustaría llamar su atención sobre lo siguiente. El artículo 4 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea menciona las competencias compartidas entre la UE y los Estados miembros en ámbitos de seguridad y de interés común en materia de salud pública. Usted puede instar a los Estados miembros a debatir en el Consejo cuestiones relacionadas con el Mecanismo de Protección Civil, la preparación y la prevención. Tenemos otros instrumentos para complementar y ayudar, pero las competencias compartidas deben reforzarse, porque así se recoge explícitamente en el Tratado, y la Comisaria puede pedir más a los ministros de Sanidad. Hay solo una reunión del Consejo EPSCO; allí se reúnen los ministros de Sanidad. No es suficiente con una reunión al año.
La UE necesita un mecanismo de protección basado en competencias compartidas, con un esfuerzo decidido también de los Estados miembros para cumplir lo prometido, sobre todo tras la crisis de personal sanitario. Porque si no hay personal sanitario, habrá problemas igualmente en la preparación. Le pido que utilice plenamente los mecanismos de las competencias compartidas y exija más a los Estados miembros para que asuman sus obligaciones en materia de protección y preparación de la UE. Asimismo, debemos reforzar la HERA, el Mecanismo de Protección Civil de la Unión y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades. ¿Cómo puede sostener que el presupuesto presentado es suficiente para garantizar que esas agencias funcionen adecuadamente? Gracias, señora comisaria.
En nombre de los Patriotas, tiene la palabra el señor Hauser. Gracias, señor presidente. La protección frente a catástrofes exige también contar con un sistema sanitario que funcione bien. Como ya hemos debatido varias veces en esta comisión, con demasiada frecuencia los sistemas sanitarios no funcionan adecuadamente. Hay una cifra preocupante: en 2030 nos faltarán 1,4 millones de profesionales en el sistema sanitario —comadronas, médicos, enfermeras, etcétera—. Habrá que actuar.
Le pregunto, comisaria: también nos faltan camas en las unidades de cuidados intensivos. En Europa disponemos de 11,5 camas de este tipo por cada 100.000 habitantes; es claramente insuficiente. Y falta personal, personal altamente cualificado en este ámbito y capacidades adicionales. Por tanto, tengo varias preguntas concretas. ¿Qué está haciendo para ayudar a los Estados miembros a aumentar el número de camas de UCI, aun siendo la sanidad una competencia primordialmente nacional? Y, en segundo lugar, ¿qué piensan hacer para incrementar el número de enfermeras y médicos especializados en cuidados intensivos?
Permítame añadir una reflexión. Usted decía que la desinformación es un problema terrible. Francamente, estoy harto de oír la palabra “desinformación”. ¿Qué es, en realidad, la desinformación? Aquí se nos da desinformación constantemente. Desinformación no significa dictadura de la opinión mayoritaria; a menudo se invoca cuando se quiere imponer la propia opinión. Me parece que esto debe condenarse claramente, y que debemos, de una vez, celebrar un debate científico sobre distintos aspectos del sistema sanitario, también, por ejemplo, sobre los numerosos efectos secundarios de la vacuna contra la COVID-19.
Antonella Sberna (ECR, ENVI): Gracias, señora presidenta. Muchísimas gracias a la comisaria por estar hoy aquí con nosotros y por habernos presentado esta propuesta de reglamento. Aplaudimos un enfoque de tipo constructivo. Debemos revisar las normas que subyacen a la financiación del sistema de protección civil en Europa. Italia siempre ha sido un modelo europeo en gestión de crisis; contamos con un departamento de protección civil que, a través de los planes nacionales, se centra en reducir el estrés hídrico y en reforzar las estructuras de protección civil.
He leído con mucha atención la propuesta y hay aspectos que requieren aclaración. En primer lugar, se prevé la creación de un centro de coordinación de crisis, con una estructura general que garantice una mejor preparación y una respuesta intersectorial. ¿Cómo debería funcionar este centro y cómo se coordinaría con el Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias? ¿Cuál sería el valor añadido para los Estados miembros?
En segundo lugar, de la lectura del reglamento se desprende una integración de capacidades civiles y militares para gestionar mejor las emergencias. ¿Cómo valora usted esta cooperación? ¿Cómo puede reforzarse la cooperación civil‑militar sin añadir un nivel de complejidad adicional?
Por último, sobre la posibilidad de aumentar la dotación financiera con cargo a Horizonte Europa o a la política de cohesión: ¿qué sinergias pueden activarse de forma sencilla y con la mínima burocracia, habida cuenta de la diversidad de estos programas?
Presidencia: Gracias, señora Sberna. A continuación, en nombre del ECR, en la Comisión SANT, el señor Berila.
Sr. Berila (ECR, SANT): Gracias, señora presidenta. Coincido con la comisaria en que necesitamos instrumentos más sólidos para responder mejor a crisis de distinta naturaleza. Celebro el aumento de la financiación y los esfuerzos por simplificar los mecanismos de gobernanza. Vivimos en un contexto de desafíos múltiples. Nuestro sistema de preparación debe poder operar en distintos escenarios, por ejemplo ante amenazas híbridas, como las que ha afrontado Lituania, mi país, en los últimos días. Es esencial una base europea más robusta para mejorar la respuesta.
Debemos invertir en capacidades que puedan hacer frente a distintos tipos de amenazas: CBRN, evacuaciones, transporte médico, centros de acogida, etc. Asimismo, es clave un enfoque de “toda la sociedad”. Los sectores civil y militar deben complementarse en la preparación y en la respuesta, especialmente en la valoración de riesgos, el desarrollo de escenarios y la capacidad de respuesta.
La creación de un centro de coordinación de crisis podría ser importante para disponer de una visión en tiempo real de la situación y realizar una valoración adecuada de riesgos y amenazas a escala europea. Ahora bien, necesitamos claridad sobre la interacción de este nuevo centro con el Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias. Se trataría de adoptar un enfoque que complemente la acción nacional, especialmente cuando el impacto de la crisis sea regional o más amplio.
Por Renew, en SANT, el señor Chastel: Señores presidentes, intervengo en nombre de Grégory Allione, ponente en la sombra en la Comisión ENVI. Señora comisaria, la pandemia de la COVID‑19, así como la guerra de Rusia contra Ucrania, nos han recordado que las crisis no tienen fronteras. Ningún Estado miembro, por muy bien preparado que esté, puede afrontarlas en solitario. Los incendios e inundaciones que afectan a nuestros países demuestran, además, que debemos cooperar más.
No es solo una cuestión estratégica, es una necesidad para proteger mejor a los ciudadanos. Y en ese sentido, me parece muy bien que se integre la lógica sanitaria en el mecanismo. En vez de reaccionar, anticipamos. Eso nos permite actuar a tiempo y salvar vidas. La propuesta de la Comisión también subraya la necesidad de desarrollar una cultura de reacción entre la población desde las edades más tempranas y teniendo en cuenta a los grupos vulnerables. Habrá que acompañar a los Estados miembros para que todo esto se traduzca en medidas concretas, por ejemplo, formación, entre otras.
Parece que la crisis de la COVID-19 ha quedado atrás, pero, aun así, habría que prever un presupuesto suficiente para reaccionar a las crisis. En este punto me voy a centrar en el debate sobre el próximo marco financiero plurianual. Tengo dos preguntas. En primer lugar, los sistemas de alerta son discrepantes entre los Estados miembros. ¿Qué disparidades han identificado ustedes, comisaria, y qué van a hacer para crear una interoperabilidad real, de modo que los ciudadanos, estén donde estén en Europa, reciban una alerta al mismo tiempo? Por otra parte, la realidad de los ciberataques está ahí. ¿Qué va a hacer la Comisión para proteger mejor las infraestructuras críticas y mejorar la coordinación con las autoridades de ciberseguridad a fin de garantizar la continuidad de los servicios sanitarios y de los servicios vitales en momentos de crisis?
También tengo otras dos preguntas. La adquisición de aviones de lucha contra los incendios es imprescindible. Son aeronaves que se suelen fabricar fuera de la Unión Europea; véanse las recientes compras de aviones modelo Canadair. ¿Cómo ven ustedes la creación de una capacidad europea completa para luchar contra los incendios, a fin de reforzar nuestra autonomía, apoyar nuestra industria y disponer de estos medios cuando más se necesiten? Y una última observación: los bomberos y los bomberos voluntarios son el primer escalón de la cadena de protección civil. ¿Qué puede movilizar la Comisión para reconocer este compromiso ciudadano indispensable, que se ve perjudicado por la Directiva sobre el tiempo de trabajo?
Gracias, queridos colegas. Comisaria, ¿quiere usted responder a esta primera ronda de preguntas y comentarios? Adelante.
Gracias, señor presidente, y gracias también a los diputados y diputadas de este Parlamento por sus interesantes preguntas, que contribuyen a enriquecer mi perspectiva, nuestra perspectiva y nuestro conocimiento del tema de fondo. Nos ofrecen una visión de conjunto de cara al futuro.
En primer lugar, he hablado de Jamaica simple y puramente porque acabo de volver ayer de ese país. El Caribe, como ustedes bien saben, se está viendo afectado por un huracán desastroso; pero, evidentemente, el Mecanismo de Protección Civil de la Unión está a disposición, en particular, de Europa, de los Estados miembros, así como de países que se han visto afectados por incendios, como los de este verano. Tenemos previsto abrir un hub, un centro de operaciones, en Chipre para poder ser más activos y trabajar mejor en la zona mediterránea, que cada verano se ve afectada por numerosos incendios.
Muchos de ustedes me han preguntado por la necesidad de aclarar la complementariedad y las sinergias entre el CECR y el centro de coordinación. Lo mismo me plantearon numerosos Estados miembros en el Consejo de Asuntos Generales. Es normal, porque se trata de una estructura nueva. Si queremos adaptar nuestra respuesta a las nuevas amenazas que se ciernen sobre nosotros —como los ciberataques mencionados por el señor Chastel, o la intrusión de drones que violan nuestro espacio aéreo— y proteger adecuadamente las infraestructuras críticas, es imprescindible coordinarnos mejor. Ese hub, ese centro, contribuirá precisamente a ello.
...esfuerzo, porque tendremos un único punto de entrada para el intercambio de información. El SECRE será más operativo, porque actualmente no solo nos enfrentamos a amenazas de tipo natural —inundaciones, terremotos, etc.—, sino a todo tipo de peligros, incluidos la desinformación, las amenazas híbridas y los ciberataques. Por ello, necesitamos dotarnos de este centro de coordinación que facilite el intercambio y la coordinación y evite transmisiones defectuosas de información. Los drones pueden interrumpir el tráfico aéreo —lo hemos visto recientemente— o amenazar una planta de generación eléctrica. No se trata de duplicar estructuras, sino de reforzar y aprovechar sinergias, ayudando a los Estados miembros a intercambiar información crítica. Cuando se emite una alerta sobre la aparición de un nuevo virus, también en ese caso es fundamental contar con ese único punto de entrada para prevenir un efecto cascada desordenado.
Se me ha preguntado asimismo por la coordinación de crisis y su efecto sobre las estructuras nacionales. Como ya he dicho, concebimos el papel del HUB como apoyo a una mejor coordinación cuando sea necesario. Lo canalizaremos mediante un diálogo más estrecho con las instituciones de la Unión y con las autoridades de los Estados miembros, que conservarán, evidentemente, la capacidad de organizar el trabajo y de designar los puntos de contacto del HUB a nivel nacional. No tenemos intención de crear un órgano al margen de la protección civil; queremos que tenga un impacto positivo en ese ámbito. Espero haber arrojado algo de luz sobre la cuestión del CECR.
En relación con la desinformación, en el ámbito sanitario, en agosto de 2024 pusimos a disposición vacunas contra la viruela del mono. Teníamos las vacunas, pero circulaba desinformación: existía el temor de que esa vacuna pudiera afectar a la capacidad reproductiva, a la fertilidad, y tuvimos que combatir esos bulos para convencer a la ciudadanía de que valía la pena vacunarse. La desinformación es una de las amenazas más serias para nuestra capacidad de dar una respuesta adecuada. Lo mismo hemos observado en ciertas campañas de vacunación: hay interferencias híbridas y un uso deliberado de esas campañas para socavar la confianza en las instituciones públicas. Debemos prepararnos mejor, fomentando un sistema de información veraz y oportuno, llegando también a los jóvenes y utilizando las plataformas para contrarrestar narrativas falsas. Evidentemente, las reservas existen, pero lo más importante es trabajar con la verdad para generar confianza en la opinión pública.
Por otra parte, debemos reconocer que los Estados miembros serán siempre los primeros en responder ante una emergencia; así seguirá siendo. La Unión aporta valor añadido en una segunda fase, sin interferir en modo alguno. Quiero mencionar, en este sentido, el artículo 4, que consagra lo que acabo de exponer y que también hace referencia a la HERA.