Parlamento Europeo EUDS - Escudo Europeo de la Democracia

Parlamento Europeo - EUDS - Escudo Europeo de la Democracia - 5 de noviembre de 2025

5 de noviembre de 2025
14:00

Contexto de la sesión

Special Committee on European Democracy Shield - Special committee on the European Democracy Shield Ordinary meeting - Room: SPINELLI 3E2

Vista pública limitada

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Bienvenidos a esta reunión conjunta de la comisión especial EUDS con la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género. Con motivo de la Semana de la Igualdad de Género 2025, dedicaremos esta sesión a un tema de gran actualidad: los movimientos radicales que militan contra la igualdad entre mujeres y hombres, como la llamada manosfera. En todo el continente, estos movimientos multiplican los ataques contra la igualdad con el fin de perturbar los procesos democráticos y poner en entredicho la cohesión social de nuestros países. No se trata de un fenómeno nuevo. Ha sido abanderado inicialmente por grupos ultraconservadores y ultrarreligiosos —rusos, estadounidenses y de otras regiones— y se ha visto amplificado por algoritmos que favorecen su propagación. Así, contenidos extremos llegan a nuestros teléfonos, difundidos no solo por adolescentes. Los ataques contra la igualdad forman parte del arsenal de propaganda habitual en las herramientas de las amenazas híbridas en Europa y más allá, con claros ejemplos de instrumentalización tanto de los movimientos de defensa de los derechos de las mujeres y de las personas LGBTIQA+ como de los discursos sobre los “valores familiares” para apuntalar determinadas agendas políticas. Ello exacerba la división social y la polarización política, alimenta la desconfianza hacia las instituciones y, en última instancia, daña deliberadamente la esencia de la democracia. Nuestra primera experta es Laura Kaun, responsable de Asuntos Políticos en el Centro para Contrarrestar el Odio Digital, con sede en Bruselas. Este centro es una organización sin ánimo de lucro que trabaja para poner fin a la propagación del odio y la desinformación y exigir que las empresas tecnológicas rindan cuentas por el contenido que alojan, señalando fallos y abogando por cambios. Abordaremos los fenómenos de los incels y de la manosfera. La manosfera es, a menudo, una red informal o comunidad en línea de sitios web, blogs, foros y grupos en redes sociales que tratan cuestiones ligadas a los intereses de los hombres, la masculinidad y los llamados derechos de los hombres. “Incels” es la abreviatura de “involuntary celibates” y designa a un grupo de personas —por lo general, hombres— que se identifican como incapaces de encontrar pareja romántica o sexual pese a desearlo, y que, por ello, muestran hostilidad hacia las mujeres. Damos también la bienvenida, en conexión remota, a Cristina Wilford, reconocida especialista en desarrollo internacional y procesos electorales, co-creadora de She Persisted, una plataforma que amplifica la voz de mujeres líderes a nivel internacional y les permite participar en reformas y grandes debates. Asimismo, es directora de Innovación y Proyectos Globales en Reset Tech, organización mundial sin ánimo de lucro que busca reequilibrar la relación entre los medios y la democracia. Antes de nada, tiene la palabra la señora Kaun, por un tiempo de intervención de siete minutos. Muchísimas gracias. Soy Laura Kaun y me complace estar aquí para compartir con ustedes nuestro estudio sobre el fenómeno incel. El Centro para Contrarrestar el Odio Digital lleva varios años realizando investigaciones y hoy me gustaría presentar algunos resultados y ejemplos sobre la actividad incel en línea. La ideología incel y sus comunidades digitales —ya se ha mencionado— se articulan en torno a hombres que se consideran solteros involuntarios, que perciben que la sociedad está en su contra por no lograr mantener relaciones sexuales y que buscan vengarse de quienes, a su juicio, serían responsables de su situación. Hemos analizado diferentes vías digitales de acceso y de captación, y hemos examinado más de un millón de publicaciones a lo largo de dieciocho meses en uno de los foros principales, estudiando la actividad de los miembros y realizando análisis de palabras clave, entre otros métodos.
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Cifras de tráfico en línea, entre otros. Nuestro estudio reveló una comunidad con una dinámica social maléfica que anima a los usuarios a actuaciones extremas, con lenguaje misógino, racista, antisemita y homófobo. Hablamos de comportamientos extremos y delictivos: pedofilia, tiroteos, violaciones, con miembros muy jóvenes —hasta 15 años— y redes vinculadas a distintos acontecimientos, incluidas masacres. Vemos que tiene unos 2,6 millones de visitas al mes, con más de 4.000 miembros activos y 400 usuarios que concentran el 74,6 % de las publicaciones. Hemos constatado, además, un aumento del 59 % en las menciones a asesinos incel, y detectamos publicaciones sobre violaciones cada 29 minutos. También encontramos palabras clave relacionadas con la pedofilia, publicadas por un 25 % de los usuarios del foro, y debates sobre estos temas. Si observamos la procedencia de los usuarios, es significativo que una parte sustancial del tráfico provenga de Estados Unidos (43,8 %). Pese a que el inglés es el idioma principal, el 40 % de ese tráfico procede de países donde el inglés no es lengua oficial. Resulta igualmente llamativo que el 18,03 % del tráfico sea de la Unión Europea, con Polonia, Suecia, Alemania y España a la cabeza. Pero la pregunta clave es cómo llegan los usuarios a esos foros, cuán fácil es acceder a ellos y cómo se entra en esas comunidades. Hemos visto enlaces desde redes sociales que facilitan enormemente el acceso. Los foros están vinculados a contenidos en plataformas como YouTube, Reddit, Twitter y TikTok, que concentran hasta el 49,9 % de los enlaces entrantes; los vínculos a YouTube son los más habituales, con unas 14.226 apariciones. ¿Cómo llegan a esos foros y qué contenidos alimentan la creación de comunidad? Hay tres categorías principales: la imagen corporal, el desempleo y los foros de suicidio. El foro incel es, básicamente, uno de los cuatro foros, todos fundados por las mismas dos personas; es decir, la mayoría de estos espacios están controlados por el mismo núcleo. Entre ellos figuran un foro de desempleo para jóvenes que no trabajan ni estudian, un foro de suicidio que alienta el suicidio —y en el que pueden participar también mujeres— y foros que promueven la práctica obsesiva de “mejorar” el físico, como el llamado looksmaxing, muy popular asimismo en TikTok o Instagram. Entre abril y junio de 2022, estos foros recibieron más de 22,5 millones de visualizaciones a nivel internacional. Salvo el foro sobre suicidio, todas las páginas están destinadas exclusivamente a usuarios masculinos y, en la mayoría de los casos, prohíben explícitamente el acceso a las mujeres. En esta diapositiva mostramos las búsquedas de Google sobre imagen corporal y desempleo y cómo se vinculan, en algunos casos, directamente al foro incel, algo que explicamos en nuestro informe. Allí podrán ver los datos en los distintos gráficos y cuadros que hemos preparado. Ahora, pasando a algo más reciente: a principios de 2025, la serie Adolescence en Netflix alcanzó gran popularidad, lo que nos llevó a volver a revisar los datos.
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Hay casi tres millones de visualizaciones en los primeros tres meses de 2025. De hecho, analizamos 658 publicaciones de este foro entre el 24 de febrero y el 23 de abril de 2025. Los investigadores constataron que en una de cada cuatro publicaciones se debatían cuestiones como el odio misógino, el racismo o teorías conspirativas antisemitas. Además, este foro ha ganado adeptos. Vemos también un riesgo fuera de línea, con claras implicaciones para la democracia, pues se profieren amenazas de violencia, incluidas amenazas de violación. Y eso supone una amenaza para la democracia en sí. A partir de los datos, hemos observado que 59 personas han sido asesinadas por individuos vinculados a la ideología incel. El análisis de las amenazas y de las publicaciones muestra debates sobre violación y abuso infantil, algo alarmantemente común, incluido cómo eludir la actuación de las autoridades. Además, los miembros utilizan terminología codificada y citan como referentes a asesinos en serie. Concluyo con algunas recomendaciones. Lo más importante es diseñar y aplicar intervenciones contra el extremismo dirigidas a incels, porque suponen una amenaza para la democracia equivalente a la terrorista. Hay que retirar también los beneficios económicos que ofrecen los proveedores de infraestructura en línea y comprender e interrumpir las vías de acceso a estos foros, eliminando referencias a páginas incel en los resultados de búsqueda de Google o enlaces en YouTube, entre otros. Gracias. Muchísimas gracias por una presentación interesante a la par que deprimente. A continuación, tenemos a nuestra segunda experta, la señora Cristina Wilford, a distancia. Gracias, presidenta. Soy Cristina Wilford, directora de Innovación y Proyectos Globales en Reset Tech, donde trabajamos para defender la democracia contra la manipulación digital. He trabajado en más de 25 países en los últimos 30 años para promover sistemas más democráticos en los procesos electorales y en la participación política de las mujeres, centrándome en los ecosistemas de comunicación y en su relación con la violencia en la esfera política y los conflictos. Me gustaría destacar dos dimensiones relacionadas con el tema que nos ocupa y concluir con una serie de recomendaciones. En primer lugar, tenemos que estar ojo avizor: necesitamos analizar las tácticas que utilizan regímenes o grupos autoritarios para dirigirse a sus víctimas. Instrumentalizan el género para menoscabar la resiliencia de nuestras democracias, y lo hacen no solo con misiles o tanques, sino también a través de algoritmos y redes sociales, explotando temas como “proteger a las familias”, “proteger a las mujeres” o “defender los valores tradicionales” para enmascarar campañas de guerra psicológica. Rusia se aprovecha de dos elementos del modelo de negocio de diversas plataformas digitales de Estados Unidos: primero, la falta de seguridad de los productos; segundo, algoritmos que amplifican contenido extremista o de choque. La manipulación promovida por el Estado y los beneficios empresariales se sustentan en el engaño de cientos de jóvenes y suponen una amenaza. Tal y como señala la OTAN en su análisis de la guerra de Rusia, se trata de una guerra de género que se libra no solo en el campo de batalla, sino también mediante propaganda que glorifica formas de hipermasculinidad y un autoritarismo de corte masculinista, una masculinidad enfatizada. Esto está saturando en estos momentos las redes sociales europeas, preparando el terreno para futuras operaciones híbridas. Y no nos equivoquemos: nada de esto tiene que ver con la libertad de expresión. El objetivo son los jóvenes varones; está diseñado para su radicalización en línea y para el engaño. Si yo fuera una comandante militar, estaría muy preocupada por el futuro de estos jóvenes.
15:00
Realizados en línea y reclutados no por los ejércitos nacionales, sino por fuerzas extranjeras, donde la misoginia y la conspiración son el pan de cada día. A muchos se les dice que la democracia es un engaño, los derechos humanos una tiranía y Rusia una alternativa frente a un liberalismo excesivo. Se les bombardea con declaraciones que afirman que el Estado lo manipula todo, que el feminismo occidental destruye a las familias y que los hombres de verdad deben recuperar el poder por encima de las mujeres. Este ecosistema, extremadamente masculino, funciona como un conducto: primero recluta a través de la autoayuda, el fitness, las finanzas personales y los consejos sobre cómo encontrar pareja, lo que deriva en comportamientos fuera de línea; después, las dificultades personales se convierten en identidad y en resentimiento político; y, finalmente, se monetiza la lealtad mediante engaños e información distorsionada que sirve a fines ideológicos o políticos. Desde esquemas de criptomonedas hasta distintas hermandades que mueven millones de euros, los jóvenes están pagando por su propia radicalización, y está bien documentado cómo los seguidores acaban en esas trampas, en retiros de lujo con grandes promesas. Predominan en plataformas como YouTube y TikTok, donde se anima a los jóvenes a romperse la nariz o, en fin, a infligirse daño para demostrar su masculinidad, convirtiendo la inseguridad en autolesión. Es un mercado depredador del que algunos se benefician mediante ventas y, al final, quien paga los platos rotos es la democracia. Recomendaciones para esta comisión: lo mejor es que Europa aplique sus propias normas. No se dejen intimidar. La Ley de Servicios Digitales es una garantía: disponen de herramientas adecuadas para hacer frente a estas amenazas a través de la DSA. Y propongo dos mejoras. En primer lugar, la defensa de la democracia europea requiere mejor inteligencia con enfoque de género, tal y como acabo de plantear. La Ley de Servicios Digitales debe reforzarse a través de una lente, es decir, con una perspectiva consciente del género. Tomemos como ejemplo Moldavia. Tal y como destacamos en la operación Overload, operadores del Kremlin han desplegado campañas misóginas para desacreditar a líderes femeninas, entre ellas la presidenta Maia Sandu. Lo hicieron mediante actividades basadas en inteligencia artificial, utilizando anuncios en Facebook para eludir las sanciones europeas. El objetivo era descarrilar la trayectoria de Moldavia hacia la Unión Europea. No funcionó, porque Moldavia demostró capacidad de respuesta rápida y cooperación transversal entre gobierno y medios para hacer frente a esos ataques. Fue una victoria para la dignidad de las mujeres y demuestra que, defendiendo el liderazgo femenino, defendemos también la soberanía europea. En el marco de la Ley de Servicios Digitales, animo al Parlamento a clasificar la manipulación y la radicalización masculina como riesgo sistémico, conforme al artículo 34. Las plataformas deberán analizar cómo operan sus sistemas de recomendación y cómo pueden contribuir a amplificar estos modelos y engaños que explotan a los hombres. Y, por último, recomiendo establecer y financiar un mecanismo, una red de respuesta rápida para activistas y funcionarias, que ofrezca la investigación forense necesaria, servicios de asistencia jurídica, formación y una respuesta comunicativa adecuada. Hay que moverse rápido para estar a la altura. A modo de conclusión, a menos que la Unión Europea quiera ceder su soberanía digital a empresas estadounidenses, debemos centrarnos en los navegadores y los buscadores, no solamente en las fronteras físicas. Y eso dependerá de los pasos que tomemos ahora. Gracias. Vamos a pasar a las preguntas de los diputados, empezando por los representantes de los grupos políticos, por un tiempo de dos minutos. Abro asimismo el turno libre para quienes deseen inscribirse. Primera tanda, dos minutos: Pepe, Lena Düpont, Dîncu.
20:00
Gracias, señor presidente. Aunque acabo de incorporarme, agradezco los mensajes tan claros, especialmente de la última oradora a la que he podido escuchar. El marco de la Ley de Servicios Digitales es muy adecuado. Quisiera formular una pregunta en relación con lo que acaba de señalar: ha mencionado que hay lecciones que podemos extraer, en particular respecto a Moldavia. Usted destacó tres cuestiones que podrían considerarse lecciones aprendidas; ¿podría describirlas? En segundo lugar, sobre la formación en seguridad digital: me gustaría saber más, no solo en cuanto a los grupos destinatarios, sino también como parte de un mandato político. ¿Qué recomienda al respecto? Y, por último, una pregunta de mayor alcance: ¿qué recomienda para reducir la vulnerabilidad de la sociedad europea frente a la movilización de jóvenes varones? ¿Por qué resulta tan efectiva y qué podemos hacer para mejorar la situación? Gracias. Gracias. S&D, tiene la palabra. Gracias, señor presidente, y gracias por las dos presentaciones. Es preocupante: todos conocemos a jóvenes en nuestro entorno que, en línea, se están radicalizando. Pero no se trata únicamente de jóvenes ni ocurre exclusivamente en Internet; lo vemos en nuestro trabajo cotidiano. La última oradora señaló que debemos reforzar la inteligencia, pero aquí, en este Parlamento, términos como “igualdad entre los sexos” son objeto de ataque: hay quienes lo tachan de ideología. Aún no hemos alcanzado un acuerdo para su integración en los Tratados, y, sin embargo, se deslegitima el concepto como tal. Esto trasciende la esfera digital y se manifiesta en la vida diaria, también en esta Cámara. En los Países Bajos, de donde vengo, hemos tenido elecciones y ha habido una enorme manipulación en Internet para favorecer a algunos candidatos; se ha afectado tanto a mujeres como a hombres que están a favor de la igualdad. Preguntaría a las oradoras si han analizado hasta qué punto esto está ocurriendo en nuestros sistemas democráticos: qué se sabe del uso indebido de la IA con fines torticeros en campañas electorales, en campañas concretas —por ejemplo, la mencionada de Moldavia—, y si se ha estudiado en procesos de otros Estados miembros de la Unión Europea. ¿Qué podemos hacer en la vida real, la llamada vida “offline”, para combatir este problema? Gracias. Muchas gracias. ECR. Tiene la palabra la señora Margarita de la Pisa. Gracias, señor presidente. Señorías, en los últimos años hemos presenciado un feminismo que enfrenta, que señala, que generaliza y que radicaliza; un movimiento que crea fricciones con un mensaje que, por un lado, victimiza y, por otro, acusa. En lugar de buscar la armonía y la igualdad y la dignidad entre hombres y mujeres, este discurso ha optado por presentar la relación entre los sexos como una lucha de poder. Cuando la cooperación se sustituye por la confrontación, el resultado es el resentimiento y la desconfianza. Este enfoque genera división de manera evidente y provoca la reacción de indignación de quienes se sienten injustamente señalados como grupo: hombres a los que de forma sistemática se tacha de agresores, retrógrados o delincuentes, simplemente por ser hombres. Esta caricatura, este estigma que tanto se critica desde la propia izquierda, termina…
25:00
Paradójicamente, alimentando las mismas dinámicas de exclusión y enfrentamiento que dice combatir. Hoy se ha hablado de hipermasculinidad, pero sorprende que no se mencione en absoluto el islamismo radical. Se supone que no se quiere etiquetar, que se busca la libertad y el respeto a todas las formas de vida, también de ser mujer. Sin embargo, al mismo tiempo se señala y se ridiculiza a quienes eligen una vida tradicional centrada en el hogar o en el cuidado de su familia. Se critica a estas mujeres, se las estigmatiza y hasta se les pone nombre, como en los movimientos “Tradwife”, a los que se pretende combatir al mismo nivel que, muchas veces, la prostitución. Se considera algo retrógrado, porque dicen que estos movimientos suponen un retroceso en los derechos de la mujer. Incluso son objeto de burla. ¿No creen que resulta contradictorio que, en nombre de la libertad, se desprecie precisamente la libertad de elegir una forma de vida diferente, muchas veces más ligada al servicio, a la maternidad o a la entrega personal? ¿No creen que, pretendiendo buscar la igualdad, lo que se está fomentando es división? Gracias. Por favor, estamos aquí debatiendo de muertes en masa, suicidios, violaciones. Y aplaudimos a alguien que dice que es culpa de las mujeres y del feminismo, la semana en que estamos consagrando nuestros trabajos al papel de la mujer en la Unión Europea. Les pido que repriman sus aplausos y reflexionen sobre de qué estamos hablando y de qué han hablado nuestras dos invitadas: fenómenos de violencia que pueden afectar a personas próximas a nosotros, a allegados, y que pueden tener consecuencias dramáticas para la vida de todo el mundo, independientemente de la ideología o religión de los autores. No hay que ser de una religión u otra para realizar este tipo de excesos y de violencias. Gracias. Tiene la palabra ahora Helmut Brandstetter, de Renew Europe. Gracias, presidente. Siento haber llegado un poco tarde, pero, bueno, cosas que pasan. Estaba en una reunión de AFCO sobre la aplicación de los derechos fundamentales en la Unión Europea y creo que es un tema similar en el fondo porque, por supuesto, aquí hablamos de derechos fundamentales. Para mí, la palabra clave es respeto: respeto por los demás seres humanos, respeto por las vías, por las maneras de vivir, tal y como cada uno elija vivir. Lo mismo aquí, claro. Yo respeto que una mujer diga “quiero quedarme en casa”, pero no respeto a los hombres que ordenan a su esposa o a su cónyuge qué hacer. Por supuesto que esto también afecta al tema del islam. Hay escuelas en Austria en las que hombres acuden y dicen: “No acepto hablar con una maestra porque es mujer”. No: son ellos los que tienen el problema, no la maestra. Yo también fui joven un día, fui chaval; cuando nos peleábamos, esto ocurría, pero pelearse no era el modelo al que aspirábamos; era lo anormal. Y ahora quizá no seamos suficientemente valientes e íntegros como para expresar cuál es el modelo a seguir. ¿Qué deberíamos hacer? Deberían decirlo los expertos: cómo tener modelos adecuados, aprender de alguien, quizá viajar para conocer a otras personas. Y, claro, si yo soy violento, pensaré: “pues voy a acabar en la cárcel”. ¿En qué estamos fallando? ¿Por qué no conseguimos explicar mejor el respeto, cómo deberíamos ser todos y cómo deberíamos comportarnos en la sociedad? En segundo lugar, he mencionado una cuestión que creo que es muy importante y sobre la que habría que ahondar un poquito. Cuando usted dice que la Ley de Servicios Digitales es una base para una buena infraestructura, ¿dónde ve usted puntos positivos a partir de los cuales —cómo decirlo— no se trate de censura, sino de un modelo positivo? Gracias. Tiene la palabra la señora Alexandra Geese, en nombre del Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea. Gracias, presidente, por sus palabras. Quiero recordar que hemos visto cifras de...
30:00
El 90% de los casos de violación, el 50% de los casos de abusos a menores. De esto estamos hablando, así que, por favor, no aplaudan a nadie; repriman los aplausos. Por no hablar de las 59 mujeres asesinadas. Estamos hablando de delitos, de crímenes. En cuanto a los beneficios económicos, es un fenómeno actual y también económico: mucha gente se lucra. Hay mucho lucro en Internet y en los contenidos; por eso tienen tanto éxito. ¿Cómo se puede atajar ese lucro que produce Internet? ¿Se puede desmonetizar? ¿Hay que acabar con timos y estafas? La Ley de Servicios Digitales es un buen punto de partida, pero no basta. Y para la señora Wilford: usted describe cómo se utiliza la narrativa como arma para minar la resiliencia de las posturas feministas. ¿Cómo frenar esa manipulación y su aprovechamiento económico en Internet, en el marco de la Ley de Servicios Digitales, para clasificar y mitigar la manipulación sexista como riesgo sistémico? Ha mencionado también los sistemas de recomendación: ¿cómo ayudaría permitir que el usuario elija su propio contenido y que no se le imponga por la plataforma, como ocurre actualmente, algo que poco tiene que ver con el libre albedrío? Por último, sobre la socialización de jóvenes y hombres por poderes extranjeros: es una afirmación contundente. Debemos calibrar nuestra capacidad de defensa. Hablamos mucho de rearmar Europa y de estar preparados frente al ataque ruso; debemos también evitar que nuestros jóvenes y hombres sean abrumados por ese tipo de ataques y garantizar la vigilancia del contenido. Por parte de The Left, Kostas Arvanitis: Muchas gracias. Utilizamos el término “manosfera”. No es un término compuesto; yo lo denominaría “esfera inhumana”. Sería una mejor descripción porque queda más allá de cualquier límite democrático; no se sostiene. Es un fenómeno presente en Internet que pretende defender los intereses de los hombres, pero que, en definitiva, promueve tendencias como el racismo y la misoginia, entre otras. Se ha llegado a decir aquí que el problema está en el feminismo. Es increíble. Todos conocemos a personas como Andrew Tate, sobre quien pesan acusaciones de trata de mujeres y de violación; individuos así lideran este movimiento, lo cual es lamentable. No hablo de extremos: todo esto queda fuera de la cultura democrática, al margen de cualquier marco de respeto. En este Parlamento coexisten fuerzas que preconizan los valores democráticos, con diferencias en lo económico, y otras que cuestionan ese respeto democrático. Por lo tanto, pregunto: ¿qué leyes deberíamos adoptar para acabar con este fenómeno? Y, por último, ¿vamos a financiar políticas sociales para desplegar una amplia campaña educativa? ¿Tiene este movimiento afinidades desde el punto de vista político? ¿Existe afinidad con algún grupo político en Europa? Christine Anderson: Gracias. He de decir que son desternillantes.
35:00
Las expertas estaban describiendo el comportamiento de la gente que están importando por millones a los países europeos, donde luego acosan y violan a mujeres. Pero, ay, qué tonta soy yo. Claro, no estaban hablando de ellos. Así son las cosas aquí. Sin embargo, me parece sorprendente que esta comisión ahora considere la manosfera no como un fenómeno social y cultural, sino que la trate como si amenazara la propia democracia. A pesar de todo, tengo un par de preguntas para las dos activistas que están en la sala. Hoy se nos dice que la manosfera está minando la democracia. La llamada manosfera, sin embargo, no es un actor estatal, ni un poder extranjero, ni un ciberejército. Entonces, ¿por qué tratamos a subculturas de hombres en la red como si fueran espías? Muchos hombres se sienten alejados del debate social. ¿No habría que preguntarse, sobre todo, qué condiciones sociales han generado este movimiento? ¿Y qué ocurre con los millones de europeos que simplemente sostienen opiniones tradicionales sobre la familia y los roles de género? Algunos piensan que estos movimientos interfieren en los debates democráticos, pero ¿acaso no es la propia esencia de la democracia intervenir conversando, debatiendo y persuadiendo? La manosfera no ha inventado ese contenido; lo expresa. Por lo tanto, ¿silenciarlo va a solucionar el problema o simplemente lo va a esconder? ¿No están reduciendo a los hombres a un papel en el que no pueden hacer nada más que pedir disculpas por ser hombres? Me parece sorprendente que el debate cultural se considere una amenaza democrática. ¿Qué ha pasado con la libertad de expresión, la base misma de la democracia que ustedes dicen proteger? La manosfera no es el problema aquí; es un síntoma de una clase política que ha alienado a la mitad de su gente. Trabajen mejor. Bueno, esta declaración ha sido, ante todo, racista, y mi papel como presidenta es defender a este Parlamento. Me temo que, cuando se habla de asesinatos en masa y violaciones y se lo equipara a la migración, es puro racismo. Es ultrajante y va totalmente en contra de la dignidad de nuestro Parlamento. No tiene la palabra y no se merece tener la palabra cuando considera que las violaciones y los asesinatos en masa son valores tradicionales o simples divergencias. No lo son: amenazan a toda la sociedad, amenazan nuestras sociedades. Y que quede claro: si no lo ha leído, lea el mandato de esta Comisión Especial, que se dedica a las amenazas nacionales, así como a las extranjeras, a la democracia. Por lo tanto, está dentro de nuestro mandato, y fueron los coordinadores de esta comisión quienes decidieron debatir la cuestión de la manosfera y la amenaza muy real a la que nos enfrentamos. Y usted, como mujer y, no sé, tal vez como madre, tendría que estar mucho más preocupada que cualquier otro miembro de esta comisión especial. Además, se ha limitado a leer un texto; ni siquiera estaba reaccionando a lo que han dicho nuestras oradoras invitadas. Eso es verdaderamente lamentable. Dicho esto, daré de nuevo la palabra a nuestras invitadas. Muchísimas gracias por las preguntas. Intentaré responder a todas las que pueda. Según nuestras investigaciones, y en lo que podemos decir sobre cómo los hombres entran en esta esfera, estamos ante una gran cuestión social relacionada con los estereotipos. Hay que analizar qué están aprendiendo niños y niñas en los sistemas educativos. Asimismo, el desarrollo de nuevas tecnologías desempeña un papel. Por ejemplo, los jóvenes utilizan cada vez más ChatGPT para pedir ayuda, incluso con cuestiones de terapia, y esto a veces puede arrastrarlos a una espiral de exposición a medios y plataformas influidas por la inteligencia artificial. Es uno de los problemas contra los que también estamos trabajando. Al mismo tiempo, contamos con un informe sobre cómo ChatGPT podría contribuir a mejorar la situación. Luego, en cuanto a lo otro...
40:00
Durante las elecciones hemos observado algunos resultados. Vamos a publicar un informe el año que viene sobre cómo Meta y otras grandes plataformas están cambiando sus normas. Esto está generando más odio contra las mujeres y, en particular, hay más personas expuestas a amenazas en línea. Todo ello se abordará en ese informe. En cuanto a lo que se puede hacer, respondiendo a la pregunta de la señora Geese, lo más importante es que la Unión Europea aplique de manera efectiva sus reglamentos y sus leyes, en especial la Ley de Servicios Digitales: rastrear de dónde viene el dinero, cómo se lucran las empresas, qué tipo de anuncios circulan en las plataformas, incluidos YouTube y los creadores de contenido, para identificar dónde podemos marcar la diferencia. Además, es fundamental facilitar a los investigadores acceso a una verdadera transparencia algorítmica sobre el contenido en todas las plataformas y a sus algoritmos, a fin de entender cómo se difunde ese contenido y el odio que genera. Gracias. Gracias, señora Wilford. Me parece útil, como recomendación, separar las narrativas malignas relativas a la cuestión de género del comportamiento maligno. Mis comentarios y mi testimonio se han basado en este último: las tácticas utilizadas para distorsionar conversaciones habituales en la sociedad sobre cuestiones de género con el objetivo de causar daño. En el contexto europeo, y a partir de 30 estudios de caso en todo el mundo, observamos la misma tendencia. Con independencia del contexto cultural o del grado de apoyo a la igualdad de género, hay actores capaces de utilizar las plataformas de redes sociales como instrumentos para causar daños. Debemos centrarnos específicamente en campañas coordinadas de ataque y en contenido sexualizado. Por ejemplo, el deepfake de la presidenta Maia Sandu, hace dos años, en el que aparecía con un hiyab que nunca ha llevado ni profesa esa religión; la intención era distorsionar su imagen para crear rechazo social sobre la base de mentiras. Podemos debatir indefinidamente sobre el papel de mujeres y hombres en la sociedad, pero lo que falta en ese debate es analizar cómo el comportamiento maligno en redes sociales, facilitado por el diseño de las plataformas, permite distorsiones y ataques directos contra determinados grupos para lograr distintos objetivos: algunos ideológicos y otros comerciales. Otro ejemplo, en una de las investigaciones en las que participé, fue la promoción de productos dirigidos a mujeres destinados a provocar infertilidad; aparecían en YouTube y en Google, orientados al contexto africano, y, si se busca más, seguramente se encuentran en otros lugares. No es positivo para ninguna sociedad que se exploten las vulnerabilidades de los jóvenes. Mujeres y hombres jóvenes se enfrentan a estas prácticas en un entorno altamente digital. Quienes se quejan en línea señalan no solo el contenido que se les dirige, sino también efectos fisiológicos de las redes sociales y de los propios teléfonos en menores de 12 a 15 años. Dos horas de consumo consecutivo de TikTok —según un informe de un denunciante— resultaron en un declive cognitivo del 50% y en un 20% de incapacidad para mantener contacto visual. Por ello, aliento a esta comisión del Parlamento Europeo a centrarse en pruebas claras sobre los medios manipulados y la comercialización depredadora, especialmente dirigida a los chicos.
45:00
Esto les atrae hacia un sistema en el que, si se les permite, seguirán comportándose de forma antisocial. Y nada de esto tiene que ver realmente con la narrativa en torno a toda la cuestión; de lo que se trata es de la configuración maligna del propio diseño de las plataformas de redes sociales. Un par de puntos más que se han planteado. A mí también me encantaría debatir cómo fomentar una participación más constructiva y activa de la gente joven. Pero nos enfrentamos a una avalancha de técnicas y tácticas empleadas por esas plataformas que complejizan enormemente todo lo que podemos hacer fuera de línea para mantener conversaciones matizadas y un debate más justo sobre cuestiones de género: esos esfuerzos quedan socavados por la arquitectura de las redes sociales. Esto se solapa además con la amplificación que introduce la inteligencia artificial —deepfakes incluidos—, por la disponibilidad masiva de estos materiales. Por último, es clave reforzar la evaluación de riesgos sistémicos en el marco de la Ley de Servicios Digitales, en particular respecto de los deepfakes. Hubo un sitio web anónimo que alojaba más de 270.000 vídeos de abusos en los que aparecían mujeres: no solo celebridades, sino también mujeres corrientes —profesoras, personas de a pie—. Una entidad de radiodifusión pública destapó el origen de esos deepfakes y se comprobó que el sitio era responsable de más del 40 % del tráfico para distribuir pornografía y contenidos de abusos sexuales, incluidas violaciones. Cuando todo esto se hizo público, en el contexto canadiense y ante la ausencia de normas específicas, fue necesaria la intervención de Cloudflare, proveedor de servicios, que decidió por su cuenta dejar de prestar servicio a esa plataforma. No deberíamos depender de la actividad voluntaria de empresas privadas; debemos aplicar las normas vigentes por las que hemos luchado durante años, incluido el marco de la Ley de Servicios Digitales. Así que evitaría mezclar cuestiones que, siendo importantes para el discurso democrático, no son pertinentes cuando examinamos el análisis forense de actividades malignas e inauténticas que persiguen objetivos más amplios. Muchísimas gracias. Pasamos ahora al turno de intervenciones por el procedimiento catch-the-eye, con un minuto por orador. Y espero que quienes intervengan a partir de ahora hayan escuchado a las oradoras invitadas y respondan a lo que ellas han expuesto, y no a lo primero que se les ocurra. Sí, muchísimas gracias. Gracias por aclarar en dos ocasiones por qué estamos aquí y qué estamos debatiendo. Porque, desafortunadamente, vamos de mal en peor cuando hay grupos políticos que no quieren un debate completo y se escudan en la libertad de expresión o en las familias tradicionales. En muchos países se habla de prohibir el acceso a las redes sociales por parte de los menores, o de implantar la verificación de edad. Algunos incluso han aprobado leyes, principalmente en Australia y, si no me equivoco, también en Francia. La pregunta es: ¿han considerado ustedes estas medidas y qué resultados cabe esperar de una prohibición directa del uso de redes sociales por parte de los menores? Gracias. Tiene la palabra Helmut Brandstätter. — Gracias. Quisiera abundar en lo dicho antes. La violación es un delito terrible, la cometa un migrante o una persona que haya vivido aquí toda su vida. Resulta verdaderamente horrible escuchar comparaciones entre lo que hace un grupo y lo que hace otro; ya había violaciones antes de la llegada de migrantes a Europa. Dejemos ese tipo de discusiones y volvamos al respeto a las personas, al respeto mutuo. En cuanto al siguiente punto: ¿cómo se puede estar en contra de la igualdad de género? Todos los seres humanos son iguales; por eso, sinceramente, no entiendo ese debate. Lo que sí entiendo es que hoy probablemente es mucho más difícil para un chico crecer que antes, porque el modelo tradicional que existía cuando yo era joven ha cambiado. Es distinto: algo ha cambiado.
Fragmentos 1-10 de 40 (20 disponibles públicamente)

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