Comisión de Juventud e Infancia - Comisión de Juventud e Infancia - Sala: Sagasta - Comienza al finalizar Sesión Plenaria
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Buenas tardes, señorías. Benvinguts. Bona tarda, buenas tardes.
Después del Pleno, que ha sido bastante ligero, damos inicio a esta sesión de comparecencias de la Subcomisión por el Pacto de Estado por la Erradicación de la Pobreza Infantil, que se celebra en sede de la Comisión de Juventud e Infancia.
¿Tenemos compareciente? Sí. Que pase, por favor.
Damos la bienvenida a doña María Lafuente Funes, especialista en incidencia política de EDUCO. Nos ha remitido documentación que les haremos llegar a través de la Secretaría. Le cedo la palabra. Le recuerdo los tiempos de intervención. Muchas gracias.
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La ponente dispone de 15 minutos; turnos de 5 minutos para todos los grupos parlamentarios de menor a mayor; y un turno final de 5 minutos para la ponente para responder aquellas cuestiones que deseen aclaración. Muchas gracias.
Muchas gracias, presidenta, y muchas gracias a la Comisión por darnos a EDUCO la oportunidad de comparecer hoy aquí para trasladar nuestras propuestas y recomendaciones en el marco del trabajo tan relevante que están realizando de cara al estudio de un pacto de Estado para la erradicación de la pobreza infantil.
EDUCO trabaja en 18 países por los derechos de la infancia y la adolescencia, y en especial por su derecho a recibir una educación de calidad. En España llevamos más de una década trabajando para que el comedor escolar sea reconocido como parte del derecho a la educación: elaboramos informes para poner de relieve las desigualdades existentes en este ámbito, abogamos por el comedor universal y gratuito como parte de ese derecho y desarrollamos proyectos, de la mano de centros educativos, para integrar el espacio de comedor en el proyecto educativo de los centros, generando espacios de aprendizaje de calidad, entornos protectores e inclusivos.
En el marco del trabajo que están haciendo —que consideramos muy relevante y una gran oportunidad política para abordar la problemática de la pobreza infantil a nivel estatal— no voy a aportar muchos datos generales, porque sé que se han tratado en profundidad en esta Comisión. Sí quisiera recordar, no obstante, algunos datos que encienden las alarmas y nos llevan a impulsar medidas efectivas, con impacto demostrado, que realmente catalicen soluciones y mejoren las condiciones de vida de niños, niñas y adolescentes. Sabemos que el 34,6% de la infancia vive en riesgo de pobreza o exclusión, de acuerdo con la última Encuesta de Condiciones de Vida, y que el 7% de niños, niñas y adolescentes no pueden comer carne, pollo, pescado o su equivalente en proteína vegetal cada dos días. Esto equivale a más de medio millón de niños y niñas. Tenemos, por tanto, un reto importante también en la garantía de una alimentación saludable.
Asimismo, sabemos que la problemática social y de salud del exceso de peso y la obesidad infantil afectan de manera desproporcionada a quienes viven en situación de vulnerabilidad. El último estudio de la AESAN indicaba que casi el 47% de niños y niñas de menor renta tienen exceso de peso, frente al 29% en las familias de rentas altas.
Como les decía, esta situación, que vienen analizando en los últimos meses en esta Subcomisión, nos lleva a impulsar medidas efectivas. Ya existe evidencia más que suficiente —procedente de estudios científicos y de evaluaciones de políticas públicas— de que programas bien diseñados de comedor escolar suponen una palanca clave de equidad educativa, de reducción de la pobreza y de la obesidad infantil, y también de mejora de la convivencia y del bienestar emocional en los centros educativos.
Desde EDUCO llevamos años publicando un informe anual —que les he traído y que les haremos llegar— que pone el foco en la situación de los comedores escolares: su cobertura, su asistencia y el acceso efectivo de quienes están en riesgo de pobreza o exclusión. Es decir, realizamos una radiografía de los sistemas autonómicos de becas y de la inversión real en comedores escolares.
Como señalaba, la evidencia científica y la evaluación de políticas públicas avalan la eficacia de esta medida. Cada vez más voces apoyan esta política pública, y algunos gobiernos ya están apostando por ella, algo que se refleja en la inversión comprometida.
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Como pueden ver en este gráfico, la inversión en becas y el número de becas concedidas se ha incrementado considerablemente. El último año se dedicaron 642 millones a esta política, lo que supone un incremento de 100 millones con respecto al año anterior. Pero esto no es suficiente. Los datos nos muestran que 1,3 millones de niños y niñas que viven en riesgo de pobreza siguen quedando fuera del comedor escolar, sin beca de comedor; que solamente el 15% del alumnado está cubierto con beca de comedor; y que la mayoría de las becas que se conceden son parciales y no cubren el precio completo del comedor. De media, a nivel estatal, cubren el 68% del coste, y esto supone que muchas familias tienen que renunciar a la beca porque no pueden afrontar el copago.
Por los estudios que hemos realizado desde EDUCO sabemos que la principal barrera de acceso es la económica. En el último curso del que tenemos datos oficiales, el 2023-2024, la asistencia al comedor en primaria pública fue del 49%. En cambio, sabemos por estudios realizados con familias que el 75% declara que llevaría a sus hijos al comedor escolar si fuera gratuito. Además, no podemos olvidar la gran brecha en el caso de los adolescentes, que tienen necesidades específicas de esta etapa: apenas un 3% de quienes cursan educación secundaria en centros públicos asiste al comedor. Sabemos que en la mayoría de institutos no hay comedor. Aquí, además, existe una brecha muy importante entre la educación privada y concertada y la pública, dado que el alumnado de secundaria en centros concertados y privados registra tasas mucho más altas de asistencia al comedor y, por tanto, de disfrute de los beneficios de este espacio.
Como decía, desde EDUCO defendemos el espacio comedor como un enclave de derechos: un espacio de garantía del derecho a la alimentación y del derecho a la educación. Si prestamos atención a este gráfico, que les facilitaré después, vemos la enorme brecha entre el porcentaje de población infantil en situación de pobreza y el porcentaje de población cubierta con las becas escolares. No podemos permitirnos que en más de la mitad de los territorios la brecha sea de más de 20 puntos entre los niños y niñas que viven en situación de pobreza y los que reciben beca de comedor.
Hay evidencias, tanto de evaluación de políticas públicas como de estudios académicos, que demuestran el potencial de este espacio. Programas bien diseñados de comedor escolar tienen beneficios múltiples a nivel de la sociedad: suponen un incremento de la protección social de la infancia y las familias; mejoran los aprendizajes y son una llave para la equidad educativa, que pensamos —como se ha puesto en evidencia en sesiones previas de esta comisión— debe ser una de las prioridades de este Pacto de Estado para ampliar oportunidades a los niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Asimismo, mejoran indicadores de salud y nutrición y son un factor de conciliación familiar y laboral, que a su vez puede actuar como palanca para salir de situaciones de pobreza.
Además, hay estudios que demuestran que la escuela es un espacio idóneo para aplicar políticas universales. Se puede aprovechar que niños, niñas y adolescentes pasan muchas horas del día en ese entorno, lo que permite garantizar una alimentación saludable y evitar lo que ocurre con muchas políticas sociales: el fenómeno del “non-take-up”, por el que hay que ir a buscar a potenciales beneficiarios que no llegan a acceder a estas ayudas. En cambio, la escuela es un espacio privilegiado para ello.
Podríamos hablar también de experiencias relevantes en la Unión Europea y en otros países de la OCDE: algunos cuentan con comedor universal y gratuito, y otros garantizan la gratuidad del comedor para la población infantil y adolescente en riesgo de pobreza y exclusión.
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El Plan de Acción Estatal para la Implementación de la Garantía Infantil Europea, así como el Plan para la Reducción de la Obesidad Infantil y la Estrategia Nacional de Lucha contra la Pobreza, reconocen el papel estratégico de los comedores escolares. En concreto, la Garantía Infantil Europea incluye entre los derechos básicos a garantizar para la población infantil en riesgo de pobreza o exclusión al menos una comida saludable por día lectivo.
Por ello, traemos cuatro propuestas concretas que recomendamos incluir en este pacto de Estado, aprovechando la oportunidad para incrementar la inversión en los derechos de la infancia. Sabemos que, a nivel estatal, no alcanzamos los niveles de la Unión Europea en inversión en infancia ni en políticas de educación; esta sería, por tanto, una gran oportunidad.
En primer lugar, desde EDUCO apostamos por el comedor universal y gratuito, y hemos hecho los números. Haría falta destinar, para cubrir el comedor universal en cada curso escolar, casi 6.200 millones de euros, lo que equivale aproximadamente al 0,39% del PIB. El gasto actual en educación es del 4,2%, inferior a la media de la Unión Europea e inferior al de países referentes en calidad educativa como Suecia o Finlandia, que además garantizan el comedor universal en toda la etapa de educación obligatoria. Siendo conscientes de que la inversión es significativa y de que la universalidad, de alcanzarse el consenso, requerirá una implantación por etapas, consideramos imprescindible asegurar de forma urgente el comedor escolar para el alumnado en riesgo de pobreza o exclusión que actualmente vive situaciones de carencia.
Para ello, proponemos que, en el marco de este pacto, se asignen recursos estatales que garanticen el acceso al comedor escolar y que se establezcan consensos para mejorar a corto plazo los sistemas autonómicos de becas. Hay que invertir más, pero también invertir mejor, para superar las brechas y exclusiones actuales, ya sea por trámites burocráticos o por criterios de baremación. Sabemos que más de la mitad de los niños y niñas en riesgo de pobreza quedan fuera de las becas de comedor. También hemos hecho los cálculos en este caso: para cubrir con becas del 100% al alumnado que vive en riesgo de pobreza o exclusión harían falta 1.500 millones de euros.
Además, para que estas dos intervenciones sean realmente efectivas, es necesario asegurar actuaciones estratégicas transversales. En primer lugar, generar los consensos necesarios para que el comedor escolar sea reconocido como parte del derecho a la educación. Ello implica un compromiso político y también inversiones clave para garantizar que el comedor se integra en los proyectos educativos de los centros y que la alimentación que se ofrece es saludable y sostenible. Se han dado pasos decididos en esta dirección con la aprobación, en el mes de abril, del Real Decreto 315/2025. Asimismo, debemos asegurar que el comedor es un entorno de protección, buen trato y participación infantil, y que el personal que trabaja en este espacio sea reconocido, formado y trabaje de manera alineada con el personal de los centros educativos. También se requerirá inversión en infraestructuras: como señalábamos, la mayoría de los institutos no tienen comedor y todavía un 15% de los centros de primaria carecen de este servicio. Es imprescindible abordar la problemática en secundaria, asegurando que la adolescencia no quede fuera de un espacio que aporta tantas ventajas y que es garantía del derecho a la educación y del derecho a la alimentación.
Por último, la cuarta propuesta que presentamos desde EDUCO: debemos visibilizar que la infancia y la adolescencia en situación de vulnerabilidad se encuentran en mayor situación de desprotección durante las vacaciones escolares. El periodo estival es muy largo y, además, a lo largo del año hay días no lectivos. Una encuesta que lanzamos en el mes de junio desde EDUCO indicaba que solo el 36% de quienes tienen beca de comedor durante el curso acceden a campamentos u otras actividades que aseguren su alimentación, de una media de 15 días. Es decir, tienen un periodo muy amplio de tiempo sin cobertura, pese a que durante el curso lectivo se les ha reconocido la necesidad de apoyo para el comedor escolar. Esa necesidad se mantiene en los periodos no lectivos. Existen ya políticas públicas que han reconocido esta realidad: tanto el Plan de Garantía Infantil Europea como la Estrategia Estatal de Derechos de Infancia y Adolescencia la contemplan. Pedimos, por tanto, que se continúe y refuerce este apoyo a la alimentación durante los periodos no lectivos.
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…durante periodos no lectivos y también garantizar al menos quince días de actividades de ocio educativo durante el verano para los niños y niñas que viven en riesgo de pobreza o exclusión. Pensamos que estas medidas no pueden quedar fuera de un futuro pacto de Estado para la erradicación de la pobreza infantil porque es parte de las complicaciones que tienen que afrontar los niños y niñas que están en situación de mayor vulnerabilidad en nuestro Estado. Muchísimas gracias por su escucha. Estoy pendiente de las intervenciones y dispuesta, por supuesto, a ofrecer cualquier información adicional que sea requerida. Muchas gracias.
Muchísimas gracias, doña De la Fuente. Muy interesante. Seguidamente pasamos al turno de los grupos parlamentarios. En primer lugar, tiene la palabra el diputado González López, por el Grupo Parlamentario Plurinacional Sumar. Cuando quiera.
Muy breve. Simplemente agradecer a Educo su comparecencia y compartir, en esencia, su intervención. Creo que va a quedar claro en las intervenciones del resto de grupos parlamentarios que, dentro de este pacto de Estado, es necesario abordar el tema de los comedores escolares y la importancia que tienen para la vida de cualquier niño o niña de nuestro país. Coincidimos en que es una prioridad, de cara a erradicar la pobreza infantil, incorporarlo también desde el ámbito escolar. Es, básicamente, una cuestión de igualdad, porque cuando hablamos —como ha dicho— de comedores no hablamos de menús, sino de oportunidades para crecer, de hábitos saludables e incluso de salud mental en los niños y niñas. Somos conscientes de que en nuestro país, a pesar de los avances, sigue habiendo falta de becas, copagos difíciles de asumir y, como ha señalado, una desigualdad territorial que se debe abordar desde este pacto de Estado, que implemente un mínimo de compromiso en materia de becas y de comedores escolares sanos y seguros para los niños y las niñas. Cuando gobernamos en la Comunidad Valenciana, en el primer y en el segundo Botànic, incorporamos una ampliación de becas y la gratuidad para decenas de miles de niños y niñas, y pensamos que ese es el modelo que se debe seguir en todos los territorios. Y, como ha dicho, también celebramos el Real Decreto 315/2025. Pensamos que es un paso fundamental que el ministro Bustinduy tenía clarísimo: era necesario aplicar los hábitos saludables a los comedores escolares, y esperamos que se pueda implementar lo más pronto posible, incluso durante este año, para que en todos los colegios de nuestro país los hábitos saludables sean prioritarios y para que ningún niño o niña se quede sin el derecho a un comedor escolar. Por lo tanto, hacemos nuestra su intervención; nos parece que debe asumirse como parte del pacto de Estado y agradecemos su comparecencia. Muchas gracias.
Muchas gracias, señoría. Seguidamente, por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra el diputado Joaquín Robles López.
Muchas gracias, presidente, y muchas gracias a la compareciente. Yo solamente quiero plantearle una serie de cuestiones cuya respuesta desconozco y creo que usted me podrá facilitar. Quisiera saber, exactamente, dado que la mayor parte de los comedores escolares funcionan mediante catering —es decir, con una empresa externa—, si tiene usted datos acerca de cuál es el precio medio del menú y de quién controla la calidad de esos menús; es decir, qué mecanismos de control tienen las administraciones —ya sea el propio colegio o las administraciones municipales o autonómicas— para verificar la calidad de los menús. Otra cuestión que quería preguntarle es cómo se puede medir y qué impacto económico tiene la existencia de niños con intolerancias alimentarias y alergias —ha aumentado considerablemente el número de niños celíacos, etcétera—, y cuál es la incidencia en términos económicos de ese porcentaje, cada vez mayor, de alumnos. Y, por último, quisiera conocer su postura acerca de la exigencia de las familias musulmanas de que se ofrezca un menú halal dentro de los menús que se sirven en estos servicios de catering: si cree usted que es un derecho que hay que respetar por encima de todas las cosas y si ese derecho implica, como ha sucedido en Ceuta y en Melilla, que se prohíba también a los alumnos españoles comer cerdo, cosa que ha ocurrido en los comedores escolares de Ceuta y Melilla. Y también saber exactamente el impacto económico de esa medida que, como digo, en principio es un poco problemática, pero siempre teniendo en cuenta que la libertad de unos o los derechos de unos no pueden comprometer la libertad.
25:00
Y nada más, muchas gracias. Gracias, diputado. Por el Grupo Parlamentario Socialista, entiendo que tiene la palabra la diputada Cobo. Pues muy bien, la diputada Cobo, cuando usted quiera, Ana.
Muchas gracias, presidenta, y gracias a María y a la Fundación Educo por venir a esta comisión a aportar luz y una información que es absolutamente necesaria. Desde el Grupo Parlamentario Socialista propusimos su participación porque conocíamos de su buen hacer en Andalucía. Sabíamos de su trabajo, el que están llevando a cabo allí, como en 18 países y en toda España, y teníamos muy buenas referencias. También porque sabíamos que se habían centrado mucho en comedores escolares, pero también en adolescencia, una etapa que es fundamental. Así que gracias por su mirada y por su experiencia, que son esenciales para esta comisión.
Me gustaría hacer una reflexión al ver el trabajo que realizan, que a veces pasa desapercibido porque nos centramos mucho en los datos y en la pobreza que sufre la infancia. Ser pobre a los tres años es absolutamente un drama, pero ser pobre a los 11, a los 12, a los 16 es otra cosa: es ser pobre y además ser consciente de que lo eres. Es algo muy duro, ser plenamente consciente de que lo eres en una etapa en la que la mirada ajena te marca por la necesidad de pertenecer siempre a un grupo. En un mundo donde todo el mundo exhibe lo que tiene, un adolescente en pobreza concentra toda su energía en ocultarse. Oculta su ropa, oculta su casa, oculta su comida, su móvil, pero sobre todo oculta la inseguridad y el miedo a no encajar. Y este esfuerzo constante por disimular la pobreza es una carga emocional devastadora, una carga que ningún adolescente debería soportar. Y yo creo que si no somos conscientes de esto y no nos lo tomamos con la verdadera seriedad que merece este pacto, como creo que estamos haciendo casi todos los grupos, menos uno, no sabremos muy bien ni dónde estamos ni para qué estamos aquí. Por eso es importante trabajar en este pacto de Estado y que estemos todos en la misma dirección.
Quería hacer también otra reflexión. Hablamos de una pobreza infantil que se mantiene de forma permanente y hablamos, por ejemplo, de los colegios, de los comedores escolares, de las becas de comedor. Ahí quien tiene las competencias son las comunidades autónomas. Y me pregunto, de verdad y con ánimo constructivo —y yo soy andaluza—, cómo es posible que en Andalucía, en 2013, cuando teníamos 6,2 millones de parados en toda España, en plena crisis económica, con unos datos de destrucción de empleo y de desempleo horribles, la tasa de pobreza en Andalucía fuera en torno al 38%, y que después de casi una década —o más de una década— de crecimiento económico, de mayores presupuestos… Justo ahora, Andalucía presenta unos presupuestos que son los mayores de la historia: 51.000 millones de euros, ayer lo decía el presidente. A Andalucía, como al resto de comunidades autónomas, han llegado 300.000 millones de euros más de financiación; más de 50.000 solo para Andalucía en estos últimos años. ¿Cómo es posible que no seamos capaces de reducir esa tasa de pobreza?
Es verdad que tenemos datos e informes que nos dicen que, si no fuera por las medidas del Gobierno, habría 11 millones más de personas en riesgo de exclusión o de pobreza en España, ¿no? Pero, al final, si uno lo mira, ve que las políticas que están llegando a las comunidades autónomas son el ingreso mínimo vital —que solo en Andalucía llega a más de 97.000 hogares con menores—; se han reforzado ampliamente las becas de comedor, pero, en cambio, según los gráficos que usted acaba de mostrar, la brecha en Andalucía es de un 19% de niños y niñas que reciben becas de comedor escolar frente a más de un 40% de pobreza infantil. Tenemos la mayor brecha de España, ¿no? Sigue manteniéndose la ayuda a la crianza y también sabemos que, por ejemplo, la subida del ingreso mínimo vital, al tener Andalucía un empleo muy basado en el sector servicios y con sectores quizás más precarios, tuvo un impacto más importante que en otras regiones de España, ¿no? Pero, en cambio, no conseguimos que eso sea así, ¿no? Y es una de las medidas quizá más importantes que debería tener en cuenta el presupuesto de Andalucía.
Yo esta mañana, en el buscador de la Ley de Presupuestos de Andalucía, he puesto la palabra “pobreza” y no aparece ni una sola vez en el presupuesto de Andalucía para el próximo año, ¿no? Por eso nos gustaría también reivindicar que, si tenemos un momento de crecimiento en España, si tenemos más recursos, si el Gobierno de España está derivando más recursos que nunca a las comunidades autónomas, preguntemos a las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular —o, en este caso, a Andalucía, no lo olvidemos, la región con mayor tasa de pobreza en toda España— dónde están las políticas propias, dónde está la ambición autonómica, dónde está la urgencia que merece esta realidad, ¿no? Y desde luego que no están en el...
30:00
Gobierno de Moreno Bonilla. Por eso termino como empecé, agradeciendo a EDUCO su aportación y recordando que deberíamos levantarnos cada día pensando en eso: que ningún adolescente debería vivir escondiendo quién es. Muchas gracias.
Muchas gracias, diputada. Y para finalizar el turno de los grupos parlamentarios, tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, la diputada Pérez Recuerda, cuando usted quiera.
Muchas gracias, presidenta. Y muchas gracias, señora Lafuente, por comparecer hoy en esta comisión y por los más de treinta años que llevan trabajando por los derechos, la protección y el bienestar de los niños y de los adolescentes. EDUCO está presente en más de dieciocho países y ha hecho de la educación de calidad su herramienta esencial para romper el ciclo de la pobreza. Su labor acompañando a niñas y niños en situación de vulnerabilidad, pobreza o falta de oportunidades es un ejemplo de compromiso constante y eficaz dentro y fuera de nuestras fronteras.
En Andalucía se ha aumentado el presupuesto del servicio de comedor escolar hasta más de 87 millones de euros, lo que supone un incremento del 27% respecto al anterior. Señorías, cuando hablamos de pobreza infantil no estamos hablando de cifras; estamos hablando de vidas reales: de niños y niñas que van al colegio sin desayunar, de familias que no pueden pagar el material escolar, de adolescentes que abandonan sus estudios porque no ven un futuro posible. Y eso en un país como España no puede ser normal. Más de un tercio de nuestros menores vive en riesgo de pobreza o de exclusión social. Son cifras que deberían avergonzarnos a todos y que exigen una respuesta de Estado, no de partido.
Desde el Partido Popular creemos que la lucha contra la pobreza infantil requiere una estrategia integral y sostenida en el tiempo, basada en tres pilares fundamentales: la educación, el empleo y la familia. Primero, la educación, porque es la gran herramienta de igualdad. Hay que reforzar las becas, garantizar comedores escolares, reducir la brecha digital y apoyar el aprendizaje desde la primera infancia. Segundo, el empleo, porque la mejor política social es un trabajo de calidad, digno y estable. Y digo de calidad porque la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social señala en su último informe que hoy tener un trabajo no te saca de la pobreza, lo que refleja que el trabajo que se crea actualmente es precario; de ahí que exista tanto pluriempleo. Y tercero, la familia, porque la familia es el primer escudo frente a la pobreza. Según el primer informe del CIS sobre fecundidad, el 77% de los jóvenes quiere tener hijos, pero no puede por motivos económicos. De hecho, aquellos que los tienen no pueden darles unas condiciones adecuadas, por ejemplo, calefacción en invierno o determinadas comidas a la semana. Necesitamos medidas que ayuden a conciliar, que alivien la carga fiscal y que apoyen a quienes crían y educan.
EDUCO nos recuerda algo muy importante: la pobreza infantil no es solo falta de recursos, sino también falta de oportunidades. Por eso invertir en la infancia no es un gasto, es una inversión. Es justa y rentable, porque cada euro destinado a los niños se traduce en más cohesión social, en más igualdad y en más futuro. También queremos destacar la importancia de la colaboración con las organizaciones del sector. ONG como EDUCO llegan donde a veces la Administración no llega, complementan la acción pública y generan innovación social.
En este sentido, nos gustaría plantearle algunas preguntas. Desde su experiencia internacional, ¿qué políticas o modelos de otros países podrían inspirar a España para reducir la pobreza infantil? ¿Qué medidas concretas cree que son necesarias o cuáles hay que mejorar, porque actualmente funcionan de manera defectuosa? ¿Consideran que las ayudas actuales, como el Ingreso Mínimo Vital o las becas educativas, están logrando llegar realmente a las familias con mayores dificultades o persisten barreras de acceso y tramitación? ¿Y qué papel creen ustedes que deben desempeñar las escuelas, junto con las entidades sociales, para detectar y prevenir la pobreza infantil desde las primeras etapas educativas?
Y concluyo ya, presidenta.
35:00
Debemos empezar por garantizar que ningún niño quede atrás, que todos tengan las mismas oportunidades para aprender, crecer y soñar. Muchas gracias, señora Lafuente, por el trabajo que llevan a cabo, porque la educación es el salvavidas más importante y más poderoso contra la pobreza. Y mientras un solo niño en España viva sin oportunidades, este Parlamento tiene la obligación moral de actuar. Muchas gracias.
Muchas gracias, señora diputada. A continuación, tiene usted cinco minutos, o si es un poco más, tampoco pasa nada porque vamos muy bien de tiempo, para responder a las preguntas y cuestiones que se han suscitado.
Muchas gracias por todas las intervenciones. Paso a contestar algunas de las preguntas. Como se ha mencionado, y como señalaba en mi primera intervención, la situación de pobreza infantil que tenemos —los datos así lo indican— demanda acciones urgentes, consensos políticos e implementación de medidas eficaces.
Desde Educo, como ya les he dicho, ponemos el foco de una manera muy especial en este marco. Hemos querido subrayar lo estratégico que es invertir en el servicio de comedor para niños, niñas y adolescentes. Nos parece muy importante resaltar la etapa de la adolescencia, porque a menudo queda bastante olvidada cuando hablamos de derechos y políticas de infancia, siendo, sin embargo, una etapa fundamental. También lo es la primera infancia, y no quería dejar de mencionar, como otra intervención estratégica, la educación 0-3: el acceso a educación en la primera infancia y a servicios de cuidado y educación de calidad es una política pública esencial para garantizar los derechos de la infancia y para reducir la pobreza infantil.
En cualquier caso, la adolescencia a menudo queda invisibilizada cuando hablamos de infancia y realmente enfrenta vulneraciones de derechos muy importantes. En concreto, en la cuestión de los comedores escolares, los y las adolescentes quedan, de alguna manera, bastante olvidados. Necesitamos abordarlo con urgencia porque confluyen múltiples problemáticas: la soledad cuando vuelven a casa, la falta de acceso a una alimentación saludable, entre otras que podríamos detallar con más tiempo.
Por supuesto, consideramos que la escuela es un espacio privilegiado para la garantía de los derechos de la infancia y para el abordaje de todas estas problemáticas. Por eso he aportado datos de inversión que creemos imprescindible impulsar y ante los que hay que establecer consensos, con el fin de incrementar la inversión tanto en políticas educativas como en políticas de protección a la infancia y a las familias.
Respecto a la pregunta sobre el precio medio del comedor, a nivel estatal es de 5,47 euros. Hay mucha diferencia entre unas comunidades autónomas y otras, pero les entregaré después el informe en el que podrán encontrar el detalle. En cuanto a la adaptación de menús, el Real Decreto que mencionaba contempla la adaptación por motivos culturales, de salud o religiosos. Por tanto, esto es ley y es un derecho de niños, niñas y adolescentes: que se les adapte el menú en función de sus necesidades, tanto de salud como culturales o religiosas.
Hablando de adolescencia, no quería dejar de mencionar que hemos lanzado un informe en el mes de octubre —que espero hayan recibido, porque lo enviamos a toda la Comisión— que recoge la voz de chicos y chicas adolescentes sobre su experiencia en el comedor escolar. Para nosotros ha sido un hito importante, porque además de la evidencia sobre la importancia de esta política pública y de la experiencia que tenemos desde Educo trabajando con los centros educativos, contamos también con el testimonio directo de quienes la viven.
40:00
Queríamos traer la voz de niños, niñas y adolescentes, y sus opiniones son muy relevantes; les animo a tenerlas en cuenta. Desde EDUCO pensamos que esta participación infantil, este escuchar sus voces, debe ser prioritario a la hora de definir las políticas públicas que les afectan. Sin más, les animo a generar consensos. La problemática que nos ocupa es de primer orden: no podemos permitirnos, como sociedad, estos niveles de pobreza infantil y de exclusión social en niños, niñas y adolescentes. Hay evidencias suficientes de políticas de impacto que nos pueden ayudar a atajar esta problemática. Están los datos; les dejo documentación que aborda específicamente el tema de comedores escolares y estaremos, por supuesto, a su disposición para mayor detalle, para la discusión y para analizar propuestas que se puedan incluir en el Pacto de Estado, así como para afinar presupuestos. Sabemos que la asignación presupuestaria es imprescindible. Nada podría ser más triste que el Pacto de Estado se quedara en una declaración de intenciones. Queremos que sea una apuesta firme y decidida, y para eso tiene que implicar también asignación presupuestaria. No les robo más tiempo. Muchísimas gracias; quedamos a su disposición.
Muchas gracias, doña María Lafuente Funes. Y, de todos modos, no nos ha robado tiempo; nos ha regalado conocimiento, razón por la cual se lo agradezco mucho. Y nada, sea usted bienvenida cuantas veces quiera. Bien, lo tiene el letrado. Vale, pues nada: un minuto de receso para recibir al siguiente compareciente, si es que ha llegado, porque vamos como un tiro. Para ir al baño, quienes lo necesiten, dos minutos.
45:00
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