Vota por la niñez - Evelyn Matthei | Candidata presidencial de Chile Vamos
En un trabajo conjunto de 24 Horas, NTV y el Observatorio Niñez Colunga, se han realizado las siguientes entrevistas en donde el foco principal son las propuestas que afectan a niños, niñas y adolescentes. En este episodio, la candidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matheii, conversa sobre educación, protección de la infancia y bienestar de la niñez. Con la conducción de la periodista de 24 Horas, Monserrat Álvarez y la representante del Observatorio Niñez Colunga, Paloma Del Villar.
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Vota por la Niñez. ¿Cómo están? Bienvenidas y bienvenidos a Vota por la Niñez, este espacio donde las candidaturas presidenciales enfrentan los desafíos que viven nuestras niñas y nuestros niños en nuestro país. Porque la infancia no puede esperar: las políticas públicas son ahora, no en el futuro. En esta ocasión, y como siempre, nos acompaña Paloma del Villar, directora del Observatorio de la Niñez de Fundación Colunga. Gracias, Paloma. Esto es parte de una plataforma que reúne a más de 280 organizaciones dedicadas a la infancia, la adolescencia y la educación. Y hoy recibimos a la candidata de Chile Vamos, Amarillos y Demócratas, Evelyn Matthei. Candidata, gracias por estar aquí con nosotros en Vota por la Niñez.
Al contrario, Monserrat y Paloma, yo valoro enormemente esta invitación y este programa. Porque efectivamente creo que los niños, y el drama que están viviendo los niños y también los adolescentes, es terrible y está bastante invisibilizado en Chile. No nos damos cuenta de que estamos sentados sobre pólvora. La cantidad de problemas, de dramas que están viviendo los niños y las familias, es tan grande que, si no nos hacemos cargo rápidamente, después no nos lamentemos si tenemos una explosión social. No estoy hablando de desórdenes en la calle, sino de los dramas que esas personas enfrentarán cuando lleguen a ser adultas. Es muy grave la situación. Muchas gracias por esta invitación y felicitaciones por el programa.
Así es. Hoy día tenemos, como siempre, tres ejes temáticos: bienestar, educación y protección, con una pregunta general, una cifra y también estas tarjetas y la participación de los niños. Nos vamos de inmediato al primer tema, que es el bienestar, y comenzamos con una cifra que duele: uno de cada cinco niños y niñas vive en hogares que sufren inseguridad alimentaria. ¿Qué significa eso? ¿Cómo esta inseguridad alimentaria es también un indicador de pobreza? Paloma, por favor, explícanos esta cifra.
La inseguridad alimentaria implica muchas cosas en la vida diaria de las familias: quizás saltarse una comida para que alcance, tener poca variedad de alimentos. Y lo que vemos en Chile es que esta cifra aumentó; en 2017 era más baja. Además, afecta más a los hogares con niñas y niños, y obviamente impacta con mayor fuerza a aquellos en situación de pobreza. Esto nos muestra cómo la pobreza incide en un derecho tan básico como tener una nutrición adecuada y una variedad de alimentos que fomenten el desarrollo integral.
Y justamente queríamos agregar otra cifra, candidata. Este es un aspecto de la pobreza, ¿no es cierto? Pero hay otro que va directo a los niños: los niños y las niñas en situación de pobreza en Chile son el doble que los adultos. ¿Cuál es su propuesta, su visión respecto de cómo prevenir que esto ocurra? ¿Cómo enfrentar la pobreza infantil en nuestro país?
Quiero agregar otro elemento. Más o menos la cuarta parte de los niños y niñas —no sé si esta es una cifra de ustedes en Colunga, que han hecho un trabajo increíble—, pero estoy casi segura de que un cuarto de los niños que asisten a prekínder no tiene cama propia. La cuarta parte, uno de cada cuatro niños. Además, muchos de ellos viven en campamentos: son como 70.000 u 80.000 niños que están viviendo en campamentos, con toda la precariedad que eso significa. Por lo tanto, el tema de la niñez es gravísimo. Mario Weissblut también está haciendo una cruzada muy grande por esto.
Nosotros tenemos una serie de propuestas, y tengo la impresión de que vamos a tener que fortalecerlas. Hoy día vengo de una reunión con la Asociación Chilena de Municipalidades. Ellos —los municipios, los alcaldes y las alcaldesas— reciben el primer llamado de las familias que están en precariedad. Justamente estábamos viendo cómo entregar más recursos a las municipalidades para que puedan financiar canastas de alimentos, mejorar la salud. En el fondo, el municipio es el que tiene la cercanía.
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... esa primera intervención, y son generalmente también los que dan la voz de alarma. Así que lo primero: porque, finalmente, por ejemplo, el sistema de bonos que hay por escolaridad, asignación familiar, eso no se canaliza vía el municipio. ¿Usted plantearía quizás una reforma más bien estructural donde el municipio tenga más injerencia que los propios ministerios que ven este tema? Tienen mucha más cercanía. Los alcaldes y alcaldesas conocen sus comunas. La persona que está en el ministerio no tiene idea de lo que pasa en Chiloé, nada. Y para qué hablar, ¿no es cierto?, de Monte Patria. No tiene idea. Y, por lo tanto, sí: yo estoy por darle mucho más dinero y más posibilidades de intervenir, porque la intervención es mucho más rápida, es mucho más eficaz y porque los alcaldes y las alcaldesas conocen el problema de cada una de sus comunas.
Eso es lo primero. Lo segundo: nosotros estamos viendo, por ejemplo, cómo lograr cosas tan básicas como que los niños puedan tener una plaza donde jugar. Cuando uno ve que muchos niños viven en campamentos o en poblaciones tomadas por el narco, lo que queremos es que haya algunos espacios seguros donde los niños puedan ir con sus cuidadores —mamá, papá—, que puedan jugar con otros niños, que puedan ser felices; que haya un lugar bonito, grato, seguro, donde puedan pasarlo bien. Porque cuando hablamos de seguridad alimentaria —o, más bien, de inseguridad— y de pobreza, miremos la otra cara, que es básicamente una vida muy triste y con mucha precariedad. Entonces, lo primero que tenemos que buscar es cómo lograr que los niños vivan su infancia con alegría.
Candidata, en ese sentido usted plantea que va a ampliar el programa de 4 a 7, que hoy día llega a menos del 0,8% de los niños que lo necesitan. Entiendo que eso podría ser un espacio protegido. ¿Tiene alguna medida concreta para que los niños hagan cosas aparte del colegio?
Sí, eso para nosotros es básico. Y lo que estamos planteando, por ejemplo, es que los colegios estén abiertos sábado y domingo, todos los colegios. ¿Por qué? Porque ese es un espacio protegido. Al final ya tienes el edificio, el espacio está cerrado y, por lo tanto, el costo adicional de tener personas que estén el sábado y el domingo, que los hagan jugar, pintar, cantar, trotar, lo que sea necesario, es muy pequeño. Y además, donde se les podría entregar alimento, sobre todo a quienes están con problemas. Por lo tanto, hablamos de espacios protegidos que estén abiertos sábado y domingo y, también, muchos de ellos que funcionen hasta las 7 de la tarde, porque el drama de las mujeres que trabajan es que muchas veces llegan a las 7 u 8, y ¿dónde está el niño entre que sale del colegio o del jardín y que llega la mamá a la casa? Ese es un drama terrible para las mujeres. Entonces, básicamente, lo que buscamos es qué cosas existen ya que, con un gasto adicional relativamente pequeño, nos permitan darles un lugar de acogida.
Y la otra cosa que venimos planteando desde hace tiempo tiene más que ver con la trayectoria. Yo siempre insisto en que los niños necesitan comunidades que los quieran, comunidades que los conozcan desde chicos. Por ejemplo, a mí me da rabia que los niños vayan a un establecimiento educacional en prekínder y kínder, a otro de primero a octavo y a otro más desde primero medio a cuarto medio. Nosotros hicimos el cambio en uno de los colegios y lo estábamos implementando de forma paulatina en otros.
¿En “nuestro” se refiere a Providencia?
Sí, perdón, sigo hablando de Providencia. Había un colegio que era de primero a octavo y lo transformamos para que fuese de prekínder a cuarto medio. La primera generación que salió de cuarto medio le fue mejor que a todas las anteriores en la parte académica, pero, además, no teníamos —o teníamos muy pocos— problemas de bullying, de violencia, de intentos de suicidio, de todo eso. ¿Sabes por qué? Porque ellos, desde chiquititos, conocen a sus compañeros, conocen a los papás y a las mamás de sus compañeros, han estado en las casas de uno y otro y, por lo tanto, hay una comunidad que los quiere, que los acoge; conocen a los profesores. Entonces, yo creo que hay que hacer muchos cambios que no requieren tanto dinero, pero que estén realmente enfocados en el bienestar de los niños, las niñas y los adolescentes.
Tenemos preguntas. Así es, tenemos preguntas.
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La pregunta de Manuela Aguirre de la comunidad de NTV desde Valparaíso. Escuchémosla. Hola, soy Manuela Aguirre, tengo 10 años y vivo en la región de Valparaíso. Y esta es mi pregunta: hay muchos niños y niñas que viven en campamentos. Usted, candidato o candidata, ¿qué haría para mejorar la calidad de vida de los niños y niñas que viven en campamentos, cerca de basurales y en entornos vulnerables y precarios?
¿Qué le responde, candidata, a Manuela? Nosotros tenemos todo un sistema de acceso a la vivienda para mujeres que son mamás. Ellas van a tener preferencia en los subsidios habitacionales, porque la mayoría de los niños y niñas que viven en pobreza están a cargo de una mamá sola. No hay un papá que esté pagando la tuición, que esté pagando la pensión alimenticia. Es ella quien los saca adelante, quien tiene que salir a trabajar, quien tiene que ver dónde van a vivir.
Por ejemplo, candidata, ahora que estamos viviendo el tema de los campamentos de manera muy crítica, hay muchos aspectos en juego: hoy día están los desalojos, la demolición de campamentos que ha decretado la justicia y que se ha ejecutado, y está el tema de la gran toma de San Antonio. Pensando que usted fuera Presidenta de la República, desde la perspectiva de la infancia, ¿cómo aborda el tema del desalojo de campamentos?
Lo que tenemos que buscar es, justamente… Hoy día estaba hablando con la alcaldesa de Quilpué, María Carolina Corti, y le decía: ¿cómo lo hiciste? ¿Dónde están los niños? ¿Dónde están las personas? Y me dice: mira, tenemos todo bastante ordenado; veníamos trabajando y preparándonos hace mucho tiempo. Y lo que vamos a tener que enfrentar como gobierno es cómo dar prioridad, en materia de acceso a una vivienda digna, a familias que tienen niños, pero sobre todo a mujeres solas con niños, porque esas son…
Perdón, ¿tú querías hablar algo, Paloma? No, quería preguntarle, candidata, porque sabemos que el acceso a la vivienda se demora, los proyectos de vivienda se demoran, y hoy día un estudio de Fundación Recrea muestra que los niños que están en campamentos llevan en promedio más de seis años ahí. Eso tiene efecto en su desarrollo integral. Entonces, volviendo a la pregunta de Manuela de NTV, ¿qué va a hacer por mientras?
Ah, por mientras. Perfecto. Yo estaba hablando de la solución final, que es la vivienda. Pero, ¿cuánto cuesta —y por eso quiero a gente como Claudio Bravo, por ejemplo, a cargo de Deporte, y estoy feliz conversando con Roberto Bravo en materia de música— tener espacios lindos dentro del campamento o cerca del campamento, donde haya arbolitos? Mientras tanto, si no hay arbolitos, pondremos toldos para el verano; que haya juegos; que haya alguien que les enseñe a pasarlo bien, a ser felices, a ser niños. Eso no cuesta nada, y dándoles financiamiento a los alcaldes y alcaldesas, ellos pueden organizarlo de manera local.
Nosotros, por ejemplo, durante la pandemia abrimos los colegios en Providencia. Lo que más nos preocupó fue que los niños lo pasaran bien. Porque un niño que no es niño, que no corre, que no salta, que no está con otros niños, es un niño que no va a aprender. No va a aprender a leer, no va a aprender matemáticas, no va a aprender nada. Y además tendrá baja autoestima y finalmente será una persona problema el resto de la vida.
Por lo tanto, en el intertanto —hasta que lleguen a una vivienda digna, que como tú dices se demora— lo que tenemos que hacer es lo que hicieron en Medellín. Yo fui a Medellín y básicamente implementan programas comunitarios enfocados en que el niño sea niño, sea alegre, sea feliz, se sienta querido, se sienta parte de una comunidad que lo apoya. Eso es lo que hay que hacer entre medio.
Vamos al segundo tema de nuestra edición de hoy. Es el tema de educación, y atención con la siguiente cifra, porque uno de cada cuatro alumnos de cuarto básico obtiene nivel...
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Moderador(a): Tenemos resultados insuficientes en la prueba SIMCE de Lenguaje. Vamos a hablar específicamente sobre lectura, pero también de otros aspectos del problema de la educación inicial. Sabemos que las habilidades lectoras se forman en la primera infancia, de 0 a 5 años, y hoy uno de cada cuatro niños en Chile no accede a educación parvularia entre los 3 y los 5 años, una etapa crítica. Según la OCDE, llevamos 10 años estancados en cobertura. ¿Cuál es su principal política, candidata, para fortalecer la educación inicial de 0 a 5 años y garantizar la calidad de los establecimientos?
Candidata: Tenemos comprometida la expansión del acceso a la educación inicial. Nuestra meta es que los niños aprendan a leer en primero básico.
Moderador(a): Una posibilidad que han explorado otros países es adelantar la obligatoriedad. En Chile la educación es obligatoria desde los 6 años. ¿Plantea su programa adelantar esa obligatoriedad?
Candidata: No. Lo que proponemos es ampliar la cobertura de salas cuna y de jardines infantiles, y equiparar el financiamiento entre los distintos jardines, porque hoy los VTF reciben mucho menos recursos que otros. Para nosotros, el programa de sala cuna universal es muy importante, con más financiamiento del actualmente considerado, y con la posibilidad de que, en vez de enviar al niño a un jardín, se pueda pagar a la mamá, a la vecina o a la hermana para que lo cuide. Muchas mujeres en Chile prefieren que su hijo quede al cuidado de un adulto conocido antes que mandarlo a una sala cuna. También queremos que, si un jardín infantil privado queda más cerca del hogar, la familia pueda optar por él.
Moderador(a): Un segundo. ¿Eso significa una asignación directa, un voucher, a la madre, al padre o a la familia para pagar a un cuidador X? ¿No podría eso poner en riesgo al niño, considerando que los jardines infantiles cuentan con una institucionalidad que garantiza ciertas condiciones?
Candidata: Creemos que la mamá y el papá tienen el derecho de decidir qué es lo mejor para su hijo o hija. Eso puede ser un jardín infantil privado cercano, o el cuidado de la madre o de una familiar, que es lo que ocurre hoy en muchas familias. Esta alternativa permite, de forma más rápida, que la madre deje a su hijo en condiciones que le den tranquilidad y que pueda trabajar.
Moderador(a): Entiendo que usted propone eso para la primera infancia de 0 a 2 años.
Candidata: Sí. Entre los 3 y los 5 años ya corresponde pre‑kínder y kínder, y las chilenas y los chilenos están dispuestos a enviar a sus hijos desde los 3. Pero a los 1 y 2 años, muchas madres en Chile prefieren no institucionalizarlos porque se enferman más, y los quieren más cerca.
Moderador(a): En ese sentido, ¿cómo apoyamos a esas madres para que, además, puedan entregar herramientas educativas? Sé que suena temprano, pero el lenguaje se forma desde que uno nace.
Candidata: Por ejemplo, a través del canal infantil de Televisión Nacional que ustedes tienen; hay múltiples formas de enseñarle a la mamá cómo estimular a su hijo. Ahora, también...
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