Otros Parlamentarias 2025

Otros - Parlamentarias 2025 - 7 de octubre de 2025

7 de octubre de 2025
12:30
Duración: 312h 15m

Contexto de la sesión

UNAB y La Tercera: Cuarto “Debate Parlamentarias 2025” | Distrito 10 En esta cuarta cita, los candidatos Jorge Alessandri (UDI), Emilia Schneider (FA), Francisco Orrego (RN) y Fernanda Villegas (PS) debatirán en un encuentro moderado por Rocío Latorre, periodista sección política de La Tercera.

Vista pública limitada

Esta es una vista pública que muestra solo la primera mitad de la transcripción. Para acceder al contenido completo, regístrate en nuestra plataforma.

5:00
El Presidente de la República de Chile, don Gabriel Boric Font, ha enviado un proyecto de ley que modifica la Ley N° 18.290, de Tránsito, para establecer la obligación de que los vehículos motorizados cuenten con un sistema de alerta de proximidad de ciclistas. La iniciativa tiene por objeto reducir los accidentes de tránsito que involucran a ciclistas. El sistema de alerta deberá estar instalado en todos los vehículos motorizados que circulen por las vías públicas del país y cumplir con las especificaciones técnicas que establezca el reglamento.
15:00
Moderadora: ¿Cómo estás, Jorge? Diputado Alessandri: Muy buenos días, muchas gracias por la invitación; agradecer a la universidad, a La Tercera; feliz de estar acá. Moderadora: Y termino con Emilia Schneider, representante del Frente Amplio, quien lleva un período en la Cámara. Emilia Schneider: Sí, muchas gracias, Rocío; un gusto compartir con todas y todos ustedes, muy contenta de estar debatiendo aquí con las y los colegas. Moderadora: Para explicar un poco el formato: vamos a debatir en torno a cuatro temas principales —contingencia, gobernabilidad, seguridad y crecimiento económico y carga impositiva—. Incluiremos preguntas de la moderadora, es decir, de mí, y también de la comunidad universitaria, que veremos en video. ¿Les parece que partamos con contingencia? ¿Están todos de acuerdo? Y si no están de acuerdo, da igual. La primera pregunta es para los representantes de la derecha: hace algunas semanas, el presidente de Evópoli, Juan Manuel Santa Cruz, señaló que “le dolería la guata” votar por José Antonio Kast. ¿Ustedes tendrían esa misma dolencia en ese escenario? ¿Y qué opinan de que Evelyn Matthei esquive continuamente la respuesta a esa pregunta? Parto con Francisco. Francisco: A ver, al presidente de Evópoli yo le daría un consejo, quizás dos. Primero, que se compre un omeprazol y se lo tome; y, si no es suficiente, que se compre un Yastá, lo disuelva en agua y se lo tome de una. Porque lo más importante para nuestro sector es entender que tenemos que gobernar durante los próximos cuatro años. La decadencia moral, de seguridad, espiritual y económica en la que se encuentra nuestro país requiere un gobierno de derecha que venga a modificar las cosas. Si eso significa votar en segunda vuelta por Evelyn Matthei, por José Antonio Kast, por Johannes Kaiser o, incluso, por Franco Parisi, todos quienes estamos en la oposición y nos jugamos en su momento por la campaña del rechazo tenemos el deber moral de apoyar a quien represente un cambio respecto de este gobierno que tanto daño le ha hecho al país y a las familias chilenas. Corresponde poner a Chile primero: Chile primero, Chile segundo, Chile tercero. Lo que nos pide el votante de las oposiciones —particularmente de la derecha, orgullosamente de derecha—, que defiende la libertad, la sociedad libre, la propiedad privada, el emprendimiento y la igualdad ante la ley, es consecuencia política: trabajar de forma conjunta para sacar a un gobierno que vino a hacer la práctica durante cuatro años y que tanto daño le ha hecho a nuestro país. Ese es mi consejo para Juan Manuel Santa Cruz: poner los intereses del país por sobre los individuales. Muy malas declaraciones. Moderadora: Tiempo, Francisco. Me olvidé precisarles: es un minuto y medio para cada intervención. Ténganlo presente; está en la pantalla. Los televidentes no lo ven, pero las y los candidatos sí tienen bien marcado el tiempo. Diputado Alessandri, su minuto. ¿Quiere que le repita la pregunta? Diputado Alessandri: Nosotros tenemos en Chile cada vez más un sistema parlamentario: la forma de elegir a los diputados hace que haya muchos partidos chiquititos en el Congreso. Partidos identitarios que levantan una bandera, eligen tres, cuatro, cinco; llegamos en un momento a tener 23 partidos. Y las coaliciones tienen que ser amplias para alcanzar mayoría. Si tú ganas La Moneda pero no ganas mayoría en el Parlamento, es como tener un auto pero no tener bencina: no puedes operativizar todas las cosas que quieres hacer, tu plan de gobierno; tienes que conseguir los votos. Por eso ustedes ven que se juntan a los dos lados, bastante extremos, desde el PC hasta la DC. Y en la derecha tenemos que aprender a hacer lo mismo: una coalición amplia para elegir muchos diputados, muchos senadores, y que tu gobierno sea viable. ¿De qué sirve la foto en La Moneda si no tienes mayoría parlamentaria? Entonces, yo llamaría al presidente de Evópoli y a todas las personas: el voto no es para escoger al príncipe azul ni por tu ideal en la vida; el voto es comparar este con este otro. Y cuando él dice “yo no votaría” o “votaría con molestia” por José Antonio Kast, evidentemente está pensando en la segunda vuelta. Entonces sí, puede haber dolor de guata por Kast, pero ¿qué malestar físico le produciría Jara? No por la persona, sino por las ideas del Partido Comunista. Entonces uno no vota por su ideal; uno espera...
20:00
... Diputados, ustedes van a tener 55 nombres en este distrito para 8 escaños; tienen mucha más variedad. Pero en el caso de las presidenciales, son 8 en primera vuelta y 2 en segunda: las grandes coaliciones dan gobernabilidad a los países. Vamos con una pregunta, mismo formato, común para ustedes dos, que son las representantes de la izquierda y la centroizquierda. Está relativamente claro que Jeannette Jara aglutina alrededor del 30%, ese 30% del que tanto se habla como base dura de apoyo al gobierno del presidente Gabriel Boric; pero ese porcentaje, en segunda vuelta, al menos en nuestro país, no es suficiente para ganar. ¿Hacia dónde debe crecer Jeannette Jara? ¿Debe moderarse, buscar el voto de centro, o debe hacer sus propuestas más nítidas para el mundo de la izquierda que la respalda? Partamos con Fernanda en este caso. Muy bien. Mire, la votación de Jeannette Jara evidentemente tiene un piso, y ese piso está dado por la suma de los partidos que hemos logrado un acuerdo unitario para avanzar en las transformaciones que el país necesita. Pero hay 5 millones de chilenos que están desafectados de la política, 5 millones de chilenos a los que no les interesa la política y que, cuando uno les pregunta por ello, dicen: “Yo mañana me tengo que levantar igual a trabajar”. En esos 5 millones hay una mezcla entre personas que efectivamente no lo están pasando bien y hay que atender sus requerimientos, y personas que no han tenido un vínculo más activo con la política, debido a déficits estructurales en materia de educación cívica, etcétera. Ese es el espacio de crecimiento de Jeannette Jara: un público con poco vínculo con la política, pero que sí se ha beneficiado de todo lo que ha significado una política social creciente, un sistema de protección social, gratuidad para los estudiantes al 70% —ahora que estamos en una universidad—. Esas son las proyecciones de crecimiento: hablarle a un público desafectado, pero que sí ha recibido los beneficios de la política social desde los gobiernos de la Concertación en adelante. Y, por supuesto, hacer la autocrítica: ajustar y adelantarse a nuevos problemas que todavía siguen siendo nudos críticos por resolver. Tiempo, candidata. Emilia, ¿te repito la pregunta? Estoy bien, estoy bien, muchas gracias. Yo creo que ni lo uno ni lo otro: ni virar al centro ni izquierdizarse. Lo que debe poner en el centro nuestra candidata Jeannette Jara, a quien apoyo con mucho entusiasmo, son las propuestas, el programa que hemos construido en encuentros ciudadanos a lo largo de todo el país, con la participación de miles de personas. Poner en el centro aquellas medidas que mejoran la vida de los chilenos y chilenas: pienso en el salario mínimo vital de 750 mil pesos que propone la candidata, en el plan de salud mental, o en el fortalecimiento de la salud pública y del derecho a la salud, por ejemplo, con remedios a domicilio, que está desde el principio en su programa. También es importante mostrar la experiencia de nuestra candidata en generar resultados: Jeannette Jara no viene a improvisar ni a “hacer la práctica”, como dicen algunos; viene a demostrar que ha logrado juntar a distintos sectores, con visiones e ideologías muy diversas, para llegar a acuerdos en beneficio del país. Un ejemplo es la reforma de pensiones, que subirá la jubilación a las y los jubilados de nuestro país y que se logró con un acuerdo importantísimo y transversal; también la ley de 40 horas, el alza histórica del salario mínimo, la ley de conciliación laboral y otros derechos conquistados para las y los trabajadores. Tiempo, diputada. Cumplió muy bien en el tiempo. Esta es una pregunta específica para el diputado y candidato a la reelección, Jorge Alessandri. Los últimos resultados de los sondeos de opinión hacen ver que Matthei ha ido estrechando distancia con Kast, principalmente porque José Antonio Kast, independiente del sondeo del que hablemos, ha tenido una baja sostenida en algunas semanas. Pero, ¿es suficiente este viento de cola que tiene Evelyn Matthei para disputarle la segunda vuelta a Jeannette Jara? Hemos vivido como una montaña rusa. Veintidós meses fue Evelyn Matthei la primera en todas las encuestas, y evidentemente eso desgasta. Después irrumpe Kaiser en un momento y, si ustedes recuerdan, Kaiser aparece como la sorpresa y llega a 17%. Kast, me parece, ahí tomó una buena decisión en vez de ir a pelearle el nicho de derecha más dura a Kaiser.
25:00
Kast se modera, deja un poco a Evelyn Matthei fuera de juego o sin un puesto en la mesa, porque ya estaba el de derecha dura, estaba el moderado, y Evelyn Matthei se empieza a acomodar a nuestra nueva realidad, y en las últimas seis semanas empieza a subir sostenidamente. A mi juicio, ¿por qué? Porque la gente empieza a ver las propuestas, porque sabemos, como les decía al principio, que sin mayoría parlamentaria no se puede gobernar. Evelyn Matthei te asegura esos poquitos votos de Demócratas, de Amarillos, que van a ser quizás dos senadores y seis diputados, que te van a dar mayoría para gobernar, y evidentemente que también Matthei, aparte de atender la emergencia, nosotros creemos que proyecta mejor a Chile para 10 o 20 años. Muy bien, diputado. Vamos con Francisco Orrego. La candidatura de Evelyn Matthei ha sufrido diversos descuelgues. El último, el más notorio, fue el del gobernador regional de Arica y Parinacota, militante de RN, igual que usted. ¿Es partidario de aplicar medidas disciplinarias para quienes crucen el río y apoyen una campaña que no es la que definió el partido? Mira, yo siempre he considerado que la política no es una actividad que se realice como caballo solitario. En la política, la comunidad y compartir ideas son fundamentales. Lo relevante no son los rostros, no son los nombres ni los apellidos. Lo importante son las ideas, los planes que tú defiendes, los proyectos de país que tú defiendes; básicamente, los modelos de desarrollo económico, social y cultural que impulsas desde tu propio sector político. No es lo mismo plantearse desde la vereda de quienes defendemos las ideas de la libertad que desde la de los colectivismos totalitarios: los comunistas, los socialistas, los nazis o los fascistas, que son ideologías totalitarias. Cuando tú tomas la decisión política de militar en un partido que tiene una declaración de principios, no te adhieres a quien es el presidente o el secretario general; te adscribes a una declaración de principios con ideas concretas y adquieres el compromiso de respetar las decisiones que, como órgano colegiado, se toman al interior de una colectividad y de un cuerpo intermedio que es tan importante fortalecer. La democracia se construye desde los partidos políticos, desde la opinión que estos puedan levantar en la opinión pública. A mí no me gustan los llaneros solitarios y creo que lo importante es respetar la institucionalidad interna. Quienes no estén de acuerdo con las decisiones que se toman en un partido, lo primero que corresponde es renunciar. Renunciar. Y si no renuncian, que caigan todas las sanciones que se tengan que establecer en los órganos internos, porque es una deslealtad profunda con aquellas personas que están representando tus intereses. Tiempo, candidato. Sigo con las preguntas individuales. Una para Emilia Schneider. ¿El Socialismo Democrático está plenamente desplegado en la campaña de Janet Jara? ¿Por qué lo pregunto, candidata? Hace algunos días, Sergio Bitar decía en entrevista con La Tercera que hay que concentrar los recursos en ganar la parlamentaria, hacer los mayores esfuerzos en tener una representación parlamentaria. ¿Ve totalmente comprometido al Socialismo Democrático? A mí no me cabe duda de que los nueve partidos políticos que estamos detrás de Janet Jara, junto con las y los independientes y las organizaciones sociales, estamos completamente desplegados y precisamente jugándonosla porque ella sea la próxima Presidenta de Chile. No voy a poner en duda el compromiso del Socialismo Democrático por una declaración que, además, tiene que ponerse en contexto, porque es una entrevista completa. En ese sentido, me parece muy relevante, de todas maneras, la disputa parlamentaria, porque necesitamos un Congreso para los cambios, para acompañar a la Presidenta Janet Jara. Necesitamos un Congreso que esté disponible a avanzar en las transformaciones que Chile necesita, porque en este período no lo tuvimos y vimos cómo la derecha frenó por mucho tiempo el acuerdo en materia de pensiones; se rechazó, por ejemplo, el fin del CAE, los créditos para estudiar, y se ha opuesto en general a todos los cambios que hemos propuesto para avanzar en derechos y libertades de las personas, para mejorarle la vida a los chilenos y chilenas. Por eso la disputa parlamentaria es central, y creo que en esas declaraciones y en apoyar al 100% a Janet Jara no hay contradicción alguna. Insisto, no tengo ninguna duda de que desde la DC hasta el Partido Comunista y el Frente Amplio estamos completamente jugados porque ella sea nuestra candidata, porque sea la futura Presidenta de Chile y porque podamos seguir avanzando en los cambios que ya hemos propuesto y profundizarlos aún más. Muy bien. Voy con una pregunta para Fernanda. Es una pregunta un poco similar, pero distinta. Hace algunos días, Guido Girardi dijo en La Segunda que puede ser que haya gente de centroizquierda pensando en votar por Matthei. Usted, que es una representante de ese mundo de la centroizquierda, ¿coincide con Girardi? ¿Cree que algún grupo más o menos organizado podría declararse en favor de Matthei o votar, en el secreto de la urna, por Matthei? En el secreto de la urna nadie sabe lo que ocurre, pero yo creo que el centro y la izquierda tienen candidata y tienen claridad.
30:00
Ya, en lo que significa votar por Janet Jara: votar por Janet Jara también significa darle gobernabilidad a este país. Claro, están los pruritos, porque este es un país donde la derecha juega mucho a hacer ruido sobre el tema del comunismo. La candidata es la candidata de esta coalición, de nueve partidos, y detrás de ella están todos los partidos que han gobernado los últimos años. Entonces, la seguridad que da Janet Jara se va a ver en las urnas. No creo que haya nadie orquestadamente pensando en votar por Matei. Si alguien en su fuero interno lo hace, será una decisión aislada. La mayoría —los partidos, las organizaciones sociales, los trabajadores, quienes saben lo que representa Janet Jara— van a expresar su voto con nitidez y claridad en las urnas. Quiero partir de inmediato con una contrapregunta, Fernanda, a propósito de tu respuesta. ¿Es tan claro que el centro tenga una candidata? Se han escuchado voces desde este nuevo clivaje que fue el Rechazo en 2022: un grupo que salió de lo que eran partidos como la DC, que formó nuevos partidos y hoy hace alianza con la derecha. Algunos han manifestado que no está tan claro si el centro o la centroizquierda históricamente tiene una candidata. Bueno, hay que reconocer que hay un espacio en el centro que tuvo un vaciamiento político; eso venía de antes. Y los que ya tenían que irse ya se fueron; evidentemente dejaron de ser de centro. Yo escuché hoy día al senador Huenchumilla, con la claridad que le caracteriza, abrazar la candidatura de Janet Jara, expresar su apoyo y su adhesión, y a mí eso me reconfirma lo que acabo de decir: quienes se definen como de centro y de izquierda tienen una candidatura. Los que no son de centroizquierda ya se fueron. Emilia, a propósito de tu respuesta, tú hablabas del compromiso del socialismo democrático, pero dentro de ese mundo de centro y centroizquierda está la DC, y a la DC le ha generado bastante ruido que en el lanzamiento oficial del programa ampliado de Janet Jara se incluya la discusión sobre el aborto. ¿Eso no genera una fricción que pueda mermar el compromiso del partido con la candidatura de Janet Jara? Lo primero que quiero señalar, antes de referirme a la pregunta, es que es importante recalcar el esfuerzo que hemos hecho por la unidad. Si hoy estamos todas y todos detrás de la candidatura de Janet Jara, esto no ha sido gratis ni de la noche a la mañana. Al principio de este gobierno veníamos de distintos sectores —el socialismo democrático, la ex Concertación, lo que era el Frente Amplio, el Partido Comunista— enfrentados en veredas distintas. Hoy podemos decir que somos una coalición amplia y que hemos puesto por delante los intereses del país, las propuestas del programa y el futuro que queremos construir: con más derechos, más libertades, más progreso, más desarrollo y más seguridad. Dicho eso, no creo en ningún caso que el que la Democracia Cristiana tenga una diferencia con un punto del programa suponga una fricción o un quiebre. Quiero ser muy clara: yo, como militante del Frente Amplio, como diputada y como feminista, siempre voy a estar por avanzar en el aborto legal, por avanzar en los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas, por avanzar en la educación sexual y afectiva integral; por avanzar, no por retroceder. No como los sectores que hace muchos años, por ejemplo, objetaban la entrega de la píldora del día después, se negaban a promover el uso del condón o el uso de anticonceptivos, como hacía —diciendo que el condón era una ordinariez— el mentor de Pancho Orrego, Carlos Larraín, que lo dijo, me parece, en Tolerancia Cero. Lo pueden buscar. Tengo un compromiso claro con los derechos sexuales y reproductivos y creo que esto no genera ningún tipo de fricción en nuestra coalición. Diputado Alessandri, continúo con usted con una pregunta que quedó en el tintero. Los partidos han sido muy claros en decir que en segunda vuelta no tienen miramientos para apoyar a José Antonio Kast; ya lo hicieron en 2020. ¿Qué opinión le merece a usted que la candidata esquive continuamente esa respuesta? Sí, primero, respecto al tema de Janet Jara. Estamos en época electoral: los diputados empiezan a llegar al Congreso con sus afiches, sus dípticos, te los muestran. No he visto ninguno del PS, del PPD, de la DC, del Partido Radical, ninguno que incluya a Janet Jara en su publicidad. Entonces, un hecho vale más que mil palabras: ya la dejaron caer; no sienten que sea su candidata, no sienten que vaya a ganar, no sienten que les convenga para su elección.
35:00
Cada uno tendrá sus razones; yo diría que el Frente Amplio y el PC siguen firmes a pesar de los malos resultados, pero el resto se bajó de esa candidatura hace rato. La pregunta era que a la candidata le ha costado mucho… Ah, sí. No, lo han preguntado muchas veces, yo lo he dicho, Pancho Rego también. Esa noche vamos a estar en el escenario del que gane la primera vuelta, sea Kaiser, sea Kast o sea Evelyn Matthei. Yo quiero que sea Evelyn Matthei, pero la alternativa B que tiene el país es la candidata del Partido Comunista, Jeannette Jara. Perdón que lo interrumpa, pero a la candidata le ha costado hacer esa definición. En cambio, los partidos de Chile Vamos —de hecho, ayer Guillermo Ramírez se explayó sobre eso y no es primera vez que lo hace—. Ella está dando la pelea, evidentemente; tiene toda la fuerza, ha ido subiendo en las encuestas. Yo quiero que sea ella, pero, en cualquier caso, esa noche del 16 de noviembre vamos a estar ahí como partidos de Chile Vamos, porque la otra alternativa es muy negativa para Chile. Francisco, dado que fuiste aludido en la respuesta de Emilia Schneider, tienes un minuto y medio para responder y, si quieres, explayarte sobre el mismo tema. Vamos a la sección del debate que se llama Avisos de Utilidad Pública. Si va a tener relaciones sexuales, use condón. Si tuvo relaciones consentidas sin condón, píldora del día después. Si desea un mayor control sobre su sexualidad, pastillas todos los meses o un dispositivo como el Mirena. Son mecanismos muy importantes hoy para el control de la natalidad y para actuar con responsabilidad respecto del ejercicio de la sexualidad libre, con quien usted quiera estar. Porque en un país de libertades usted tiene todo el derecho a estar con quien quiera. Eso es muy importante, hay que recalcarlo, hay que decirlo siempre. Son cuestiones fundamentales, sobre todo cuando estamos en una universidad como la Andrés Bello, con jóvenes que están disfrutando de su carrera universitaria, que probablemente tienen más de algún encuentro con los amigos, que están conociendo el mundo, abriéndose a nuevas experiencias. Yo, en esas materias, no tengo ningún problema; soy bastante liberal. Tampoco tengo problema, Emilia, con el matrimonio homosexual, con la adopción homoparental, con un concepto de familia mucho más extendido. Esa discusión, para mí, está ampliamente superada en sectores que, en esas materias, somos mucho más liberales. Ahí te la dejo. Emilia, te veo con ganas de responder. Sí, entiendo y comparto la posición de Pancho Rego en este caso, porque, por supuesto, estoy a favor de avanzar en todos esos derechos, de avanzar en los derechos sexuales y reproductivos como señalaba anteriormente. Pero me gustaría saber qué opina el candidato Pancho Rego de que en su sector siempre ha habido detractores de estas causas. Particularmente del matrimonio igualitario, de la adopción homoparental —los hubo con la última ley de adopción que se votó en el Congreso—. Y vuelvo a repetir: usted tiene una relación estrecha con el señor Carlos Larraín. El señor Carlos Larraín fue opositor a la píldora del día después, al uso del condón, al aborto legal y, en general, a todos los derechos sexuales y reproductivos. Entonces, ¿cuál es su opinión respecto de eso? ¿Quiebra derechamente en estos temas con el señor Carlos Larraín? ¿Quiebra derechamente con la derecha más conservadora? ¿O qué? Porque, si no, no se entiende que tenga esta posición y, al mismo tiempo, en su sector se defienda otra cosa. Yo puedo decir con claridad que quienes estamos en esta vereda, quienes somos del Frente Amplio, defendemos esto en una sola línea: estamos por los derechos sexuales y reproductivos de ustedes, de toda la población, para avanzar precisamente en mayor libertad. Porque eso es mayor libertad. Y quienes se llenan la boca con la libertad muchas veces se niegan a que las personas desarrollen sus proyectos de vida como ellas quieran, como deseen. Precisamente, creo yo, avanzar en derechos sexuales y reproductivos es avanzar en mayor libertad. Francisco, tienes tiempo para responder, pero breve; tenemos que pasar al siguiente bloque. Pasamos de la sección de avisos de utilidad pública a la sección de salud. Entonces parto saludando a mi “papi”, Carlos Larraín; le mando un tremendo saludo a la distancia, espero que me esté viendo. Lo quiero mucho, Carlos. Segundo: las políticas avanzan y la mentalidad de las personas va avanzando. Y en la derecha tenemos distintas almas: conservadores, liberales, socialcristianos, anticomunistas, que son almas distintas. Uno puede discrepar; yo discrepo abiertamente de la posición que es un poquito más conservadora. Tengo mis límites y prefiero decirlo abiertamente. Soy una persona que se caracteriza por hablar con la verdad y actuar de forma directa. Si le gusta, bien; si no le gusta, también. Si quiere votar por mí, bienvenido sea; si no quiere votar por mí, vote por otra persona. Esa es la gracia de la diversidad en democracia. Yo soy provida, y lo voy a decir abiertamente en todos los escenarios.
40:00
...político a los cuales me pueda enfrentar. Ahora, Emilia, cada sector político tiene que hacerse cargo de su propia tradición. Ustedes vienen de la ultraizquierda radical que representan el Frente Amplio y el Partido Comunista, de la tradición de Salvador Allende. Salvador Allende pensaba que los homosexuales eran enfermos mentales a quienes había que hacerles una lobotomía. Eso pensaba Salvador Allende. El Che Guevara decía que los homosexuales no servían para la revolución; un profundo homofóbico que asesinaba a aquellos que tenían y representaban a las disidencias sexuales. Fidel Castro, otro homofóbico reconocido. Fueron los primeros en realizar campos de concentración para que la homosexualidad fuera proscrita y las personas fueran “reentrenadas” en conductas de revolucionarios. Hay que hacer un poco de historia y conocer de dónde uno viene. Tiempo, candidato. ¿Puedo responder brevemente? En diez segundos. Yo represento una izquierda del siglo XXI que precisamente reconoce esas falencias, esos escollos y retrocesos que tuvo la izquierda del siglo XX. Atrocidades humanas, lo digo con todas sus letras. Y en ese sentido, represento una izquierda que mira al futuro, que asume nuevas luchas como el feminismo y las diversidades sexuales. En mi trayectoria lo he defendido claramente y no tengo por qué dar cátedra de ello. Lo positivo es que han coincidido en un punto. Veremos cómo vota Pancho Rego estos temas en el Congreso, si es que resulta electo. Al final tendrán un minuto para hacer su llamado a votar. Pasemos al tema de gobernabilidad. Para abrir este tema, tenemos una pregunta de María José, estudiante de la carrera de Derecho de la UNAP. Corre video, por favor. Hola, soy María José, estudiante de Derecho de la UNAP. Mi pregunta para los candidatos es: actualmente existen más de 20 partidos políticos que compiten por representación en el Congreso y solo el 3% de la ciudadanía confía en ellos, según la última encuesta CEP. Además, considerando que el 72% de los jóvenes se muestra indiferente a la política tradicional, ¿cómo proponen fortalecer la gobernabilidad y recuperar la confianza institucional? Comencemos con Fernanda. A ver, lo primero es que es un problema que es de todos, no de un sector. Tenemos que hacernos cargo de que, si la sociedad no mejora su relación con la política y los políticos no contribuimos a que ello ocurra, enfrentamos un problema de cohesión social. Y cuando un pueblo tiene problemas de cohesión social, surgen situaciones emergentes de riesgo social. Entonces, ¿queremos resolver los problemas dialogando, conversando y usando la institucionalidad del Congreso? Debemos ponernos de acuerdo en eso. Y esa es una de las cosas que precisamente Janet Jara genera: capacidad de llegar a acuerdos. Cuando tenemos un 3% de confianza de la ciudadanía respecto de sus diputados y senadores, ¿qué podemos hacer? Lo primero: la proliferación de partidos debe detenerse. Eso requiere una ley en el Congreso, que además está en discusión. Tenemos que poner un piso mínimo de electores a los partidos políticos. Y debemos sancionar a quien entra a un partido, se hace elegir por ese partido y después se va y elige camino propio. Esa no es una conducta democrática. En los partidos tenemos que cerrar filas frente a eso. Nosotros, en el Partido Socialista y en el mundo socialista, estamos por eso. Somos quienes tenemos que reconectar con la ciudadanía. Somos quienes debemos dar el ejemplo en el Congreso. Tiempo, candidata. Emilia, te escuchamos. Yo creo que en este debate hay dos dimensiones. Por un lado, reformas institucionales y legales que debemos hacer para mejorar la representatividad, robustecer el sistema de partidos y destrabar los acuerdos; y, por otro, un debate de fondo. Sobre lo primero, tal como decía Fernanda, es necesaria una reforma al sistema político en general para hacerlo más eficiente y efectivo, para privilegiar los proyectos colectivos y de mayoría, y para que no sea un negocio formar partidos políticos porque sí. En ese sentido, tenemos que avanzar. También debemos construir una democracia más participativa, con más canales de participación, por ejemplo, con la iniciativa popular de ley y otros mecanismos probados en el mundo, precisamente para darle más participación a la ciudadanía. Pero creo que el debate de fondo es más relevante: aunque hagamos todas las reformas institucionales, si la política no responde a los problemas reales de la gente, estamos perdidos; la política no va a tener sentido.
45:00
Si la política no responde a los problemas de las y los jóvenes —que no encuentran pega, que no pueden comprar una casa, que viven endeudados—, no vamos a tener una política que, en serio, les haga sentido. Por eso tenemos que pelear para que la política genere cambios concretos en la vida de la gente. Eso es algo que representamos los sectores progresistas y de izquierda en el Congreso, porque ha sido la derecha quien se ha opuesto a avanzar en estas materias. Grandes avances para ustedes como jóvenes se han logrado en gobiernos progresistas, como la gratuidad universitaria. Diputado Alessandri: El Congreso fragmentado viene del sistema proporcional, que cambiamos hace tres elecciones; hay muchos diputados de muchos partidos con muy bajas votaciones. Evidentemente, así el Congreso no funciona: cada uno levanta su pequeña bandera; están los diputados que defienden las ballenas azules, otros que defienden temas puntuales —legítimos—, pero que entorpecen. El sistema anterior tendía a dos grandes mayorías; el sistema que tiene Estados Unidos tiende a dos grandes mayorías. Si tienes una clara separación entre poderes del Estado, con pesos y contrapesos, y el Congreso tiene la capacidad de oponerse, pero también de fiscalizar, vas por buen camino y el engranaje funciona. La buena noticia es que ya se aprobó una reforma al sistema político en primer trámite en la Cámara de Diputados. Pone un umbral del 5% de los votos a nivel nacional para existir como partido político —para que no exista el caso de Parisi o de MEO, que van creando partidos y desaparecen después de cada elección—; quien se cambia de bancada pierde el escaño, un tremendo cambio; y exige un mínimo de 8 diputados o 5 senadores, o 13 en total. Así abrimos una ventana para volver a las grandes mayorías. Lamentablemente, no todas las sensibilidades pueden estar representadas en el Congreso, porque, si lo haces así, terminas con tantas pequeñas sensibilidades que, en los temas grandes que el país necesita, quedas entrampado. Francisco, candidato: Mira, la política, por definición, es una actividad noble, en la que debes estar al servicio de las personas y de la construcción del bien común, como lo señala la Constitución chilena en su artículo 5º o 6º, si no me equivoco. Yo crecí en un país lindo, de oportunidades. Fui el primer profesional de mi familia, viniendo de muy abajo; llegué desde la Quinta Región, desde Quilpué, a Santiago a estudiar Derecho en la Universidad de Chile y pude regalarle ese cartoncito a mi viejo, lo que fue muy significativo para mí. Soy papá; tengo una hija que se llama Isidora del Carmen, y siento que la Isi no va a crecer en el mismo país que crecí yo: va a crecer en un país con menos oportunidades, menos acceso a la vivienda, menos seguridad, menos posibilidad de acceder a una mejor calidad de vida y a la educación. ¿Por qué yo crecí en un país lindo? Porque había acuerdos, porque existía un modelo de sistema político llamado binominal. Soy muy claro con mis respuestas: si soy diputado, voy a impulsar una ley para volver al binominal y terminar con el sistema proporcional de hoy día, que ha fomentado verdaderas empresas políticas; hoy en el Congreso hay 23 partidos políticos. Tienes dos opciones: o vuelves al binominal para reconstruir ese Chile de oportunidades, o sigues con un Chile fragmentado, donde no hay posibilidad de llegar a acuerdos. Como probablemente pocos diputados tendrán la valentía de decir “volvamos al binominal” —por eso me defino de una derecha directa y valiente—, tendremos que, al menos, corregir el sistema proporcional de D’Hondt; y ahí, como decía Jorge, es clave un 5% para la asignación de escaños. Moderación: Vi algunas caras de desazón cuando Francisco menciona lo de volver al binominal. Si alguna de las dos quiere responder. Interviniente: Yo, en particular, solo quiero decir que el binominal expresa a Pinochet. Y perdón que lo traiga a colación, pero la disminución de la participación también se debe a eso. La desconexión y la separación de las organizaciones sociales también se debieron a eso. Entonces, tenemos que buscar soluciones —por supuesto que sí—, pero deben ser coherentes con el siglo XXI: hay que expandir la participación de la ciudadanía con mecanismos adicionales y debemos introducir otro factor que no tiene que ver con escaños más o escaños menos, ni con cambios en el régimen democrático; tiene que ver con la ética política. Si hay una razón por la que la ciudadanía hoy día se ha despegado de la política y genera sus propios negocios al margen de ella, tiene que ver...
50:00
Quiero partir con la falta de ética en la política; ese es un tema que hay que instalar en el Parlamento, tanto en las conductas individuales como en las colectivas. La corrupción mata la política; da lo mismo si tenemos dos, cuatro o seis partidos: ese tema tiene que ser central en un nuevo Congreso. Siempre que uno pregunta algo objetivo sobre qué molestaba del binominal, qué cosa concreta no gustaba, te dicen: “es que fue hecho en el gobierno militar”. Pero eso no es una característica del sistema. El sistema funcionó; podemos sacar cosas del binominal, adaptarlas a otros sistemas, si quieren incluso cambiarle el nombre. Es como cuando alguien presenta un auto chino maravilloso, con una gran pantalla y buen precio: “¿qué tiene de malo el auto?” “Es que está hecho en China.” No, ¿pero qué tiene de malo? Si es rápido, económico, bonito, tecnológicamente impresionante, ¿qué tiene de malo? “Es que está hecho en China.” Con el binominal, como no hay dónde atacarlo técnicamente, todos se van al origen, espurio o lo que quieran. Bueno, hagamos otro, saquemos ideas; pero estar eligiendo a Florcita Motuda con 0,3% no van a decir que es un buen sistema de conformación del Congreso. Muchos candidatos que llegaron con partidos fragmentados se sientan en el Congreso a decidir la reforma de pensiones que va a definir la vejez de ustedes, la reforma tributaria que incidirá en su futuro, y los malísimos retiros del 10% que los pueden convertir en la primera generación de profesionales en 50 años sin vivienda propia. Es la primera vez que uno entra a esta sala y dice “levante la mano quien vive mejor que sus padres”, y muchos de ustedes no van a poder levantar la mano. Eso es fruto de malas políticas públicas populistas que nos han llevado por mal camino. Diputada Schneider. Sí, yo no me voy a meter en el debate del origen del binominal, pese a que creo que es un antecedente relevante, y entiendo que al diputado Alessandri le moleste que saque a colación a Pinochet, porque todavía no tiene una posición clara respecto de su condena a la dictadura y a las violaciones de derechos humanos; el fin de semana estuvimos debatiendo y el diputado fue incapaz de decir si condenaba el golpe de Estado. Incapaz, en pleno 2025. Pero no me voy a meter en eso. Quiero señalar que precisamente el sistema binominal tiene varios problemas, entre ellos que no permite la representación de nuevas identidades y proyectos políticos, y eso también es un defecto de un sistema político. Por algo fue necesario cambiarlo: porque se estaba dando una situación en que las personas solo podían elegir entre dos grandes bloques, lo que generó malestar en la población y bloqueó cambios y transformaciones necesarias para que Chile avanzara. Eso lo empujaron los movimientos sociales y la juventud. No fue una petición del Frente Amplio ni del Partido Comunista; fue una demanda de la sociedad por más participación. Y yo, contrario a lo que dice Pancho Rego, no creo que haya solo dos opciones: mantener lo que tenemos o volver al pasado. Podemos mirar ejemplos en distintos países y en la literatura de las ciencias políticas para encontrar sistemas que nos hagan sentido, que representen la diversidad de pensamiento y, al mismo tiempo, privilegien la participación de proyectos mayoritarios que busquen la unidad. En ese sentido, respaldo, por ejemplo, el umbral de 5% que señalaban las y los diputados anteriormente. Francisco, el último en hacer una réplica, porque después vienen preguntas para cada representante de los bloques. Mira, yo tampoco voy a caer en el tema de Pinochet ni en lo que significaron las atroces vulneraciones a los derechos humanos, Emilia; me parece que no está acorde con el debate que estamos teniendo, hay una cuestión regresiva ahí. A mí me gusta la política que se trata de ayudar a las personas. Y me gusta la historia: leer, estudiar, analizar cuándo el país tuvo su mayor auge de crecimiento. Y no fue precisamente en los últimos 10 años. Este país experimentó un profundo desarrollo en los primeros 20 años desde el retorno a la democracia, tanto en la reducción de brechas de desigualdad —reflejada en el coeficiente de Gini— como en el acceso a la educación y al agua potable, y en la ampliación de la matrícula universitaria. Por ejemplo, esta Universidad Andrés Bello, que tiene un profundo rol público pese a ser una universidad privada. Lo digo con todas sus letras: el gobierno de Patricio Aylwin, que se hizo cargo de cerrar dolores muy profundos; el gobierno de Eduardo Frei, que se hizo cargo de abrir Chile a los mercados internacionales.
55:00
Chile, a través de tratados. El gobierno de Ricardo Lagos Escobar, que administró básicamente como un gobierno de derecha, concesionó autopistas, hospitales y cárceles; trabajó con un modelo de derecha, y los acuerdos se producían en el Congreso precisamente porque existía un sistema binominal. Insisto: puede gustarle o no mi opinión; puede gustarle o no lo que representa Pancho Rego, pero yo volvería al binominal. Tiempo, candidato. Vamos a partir ahora de forma inversa, con preguntas para los representantes del bloque de la derecha. ¿Coinciden ustedes con la idea de que el único bloque que puede generar gobernabilidad es la actual alianza entre Chile Vamos, aliado hoy con Amarillos y con Demócratas? De todas formas, pienso yo, se van a tener que coordinar con el Partido Republicano, ya sea en la oposición o ya sea en el oficialismo. Parte el diputado Alessandri. Hoy día ya nos coordinamos en el Congreso: Chile Vamos, Republicanos, Nacional Libertarios, que tiene también algunos diputados socialcristianos. Ya hay una coordinación y logramos también obtener votos del centro, de la Democracia Cristiana a veces. Como ustedes saben, se aprobó una ley muy importante en materia de seguridad, que es la Ley Naín-Retamal, que recuerda a dos carabineros asesinados. Algo que jamás habríamos podido aprobar en el primer año de gobierno, pero que evidentemente fue decantando: la gente fue comprendiendo que una democracia requiere una policía fuerte y protegida, y cosas que Carolina Tohá calificó como “ley de gatillo fácil” terminaron obteniendo una tremenda votación en el Congreso. Respecto de la gobernabilidad, dentro de nuestro pacto están Amarillos y Demócratas. Han dicho que serían una oposición en un eventual gobierno de Kast o de Kaiser, pero han dicho que sería constructiva. Entonces, evidentemente, nosotros sentimos que Evelyn Matthei tiene mayor capacidad de llegar a esos votos de centro para ganar, o para tener —en proyectos de ley determinados— una mayoría en la Cámara y en el Senado. Creemos que de todas maneras hay que trabajarlo, y en el sistema actual, en que todos se pueden cambiar fácilmente de bancada o pasar a independientes, aunque uno tenga la mayoría en el Congreso el primer día, eso no asegura que la mantendrá en los meses siguientes de su gobierno. Por lo tanto, la gobernabilidad se construye. Yo creo que Matthei tiene las herramientas para hacerlo, pero vamos a tener que trabajarlo día a día. Tiempo, diputado. Francisco, me gustaría agregarle un punto. ¿A usted, particularmente, le acomoda esta alianza que se ha dado con Amarillos y Demócratas? A ver, yo lo he dicho públicamente: la derecha tiene distintas almas: conservadores, liberales, socialcristianos, nacionalistas y anticomunistas. Son las cinco almas que han representado históricamente en los últimos doscientos años a la derecha. Yo me siento parte de un sector de Chile Vamos que es la derecha sin apellido. Me siento parte de aquella derecha que es nacionalista, profundamente socialcristiana, católica, que ancla su pensamiento político en la doctrina social de la Iglesia; que tiene elementos conservadores en el respeto de la tradición, de la patria, de las costumbres, de la institucionalidad, del respeto a la institucionalidad; y también bastante liberal en materias de carácter valórico, como lo hemos conversado en este momento. Pero, por definición política, yo estoy mucho más cercano a Republicanos que a Amarillos y que a Demócratas. Respeto mucho la posición de Amarillos y Demócratas, pero yo no soy socialdemócrata. Soy libremercadista, soy capitalista, soy de la Escuela de Friburgo, creo en la economía social de mercado, me gusta el trabajo que hicieron los Chicago Boys, creo en la reducción del Estado, creo en el Estado al servicio de la persona, creo en la subsidiariedad, como la delimitó conceptualmente Jaime Guzmán. Yo no soy socialdemócrata; no creo en la socialdemocracia que sostiene estados de bienestar a nivel internacional. Esto es doctrina pura; puede ser bastante aburrido, pero es importante definirla. En ese sentido, al ver las declaraciones de principios, ¿cuál me acomoda más: la de Demócratas y Amarillos, que es socialdemócrata, o la de Republicanos, que es conservadora? La de Republicanos, cien por ciento. Se lo digo de forma directa. Su candidata, eso sí, sigue siendo Evelyn Matthei. Sin duda, porque soy una persona leal, y Evelyn Matthei es mi amiga, mi comadre. ¿Compañera de curso? Casi le rompo las costillas en un abrazo que nos dimos. Voy con las candidatas de centroizquierda y de izquierda. ¿Cuál será el estilo si la izquierda finalmente termina siendo oposición? ¿Una oposición más dura —como, por ejemplo, la que se vio en el período pasado cuando les tocó hacer oposición, que impulsa acusaciones constitucionales—, o bien ustedes creen que, después de dos períodos bien convulsos que hemos tenido, el Parlamento tiene que ser un lugar mucho más de encuentro? Parto con Emilia. Muchas gracias. Primero, un comentario sobre el bloque anterior. A mí me llama mucho la atención que Francisco Rego reivindique los gobiernos de la Concertación, cuando el sector que él representa fue férrea oposición a la Concertación, presentó candidatos para enfrentarlos en las elecciones y, probablemente, si Pancho Rego hubiera podido...
Fragmentos 1-10 de 20 (10 disponibles públicamente)

¿Listo para empezar?

Únete a Parlamento.ai y transforma la manera en que monitorejas la actividad parlamentaria