Invitados
- CAROLINA MARZÁN
- JOSÉ MIGUEL INSULZA
- GERMÁN CORREA
- ARTURO SQUELLA
- ANDRÉS LONGTON
- CARLOS VERGARA (Director El Mercurio de Valparaíso)
Vista pública limitada
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Muy buenos días a todas y a todos. En nombre de la Cámara Chilena de la Construcción Valparaíso y El Mercurio de Valparaíso, les damos la más cordial bienvenida a la cuarta y última sesión del ciclo de debates Elecciones Parlamentarias 2025, Región de Valparaíso. En esta oportunidad, dedicada a las y los candidatos al Senado por nuestra región. Hoy contaremos con la participación de quienes aspiran a representar a nuestra región en el Congreso y podremos conocer sus propuestas y miradas en torno a temas fundamentales para nuestro desarrollo regional. Saludamos especialmente a quienes nos acompañan a través de Soy TV en soychile.cl. Para dar inicio a esta nueva jornada de diálogo y reflexión, quiero dejar con ustedes al presidente de la Cámara Chilena de la Construcción Valparaíso, el señor Fernando Bustamante Rodríguez.
Muy buenos días a todas y a todos. En nombre de la Cámara Chilena de la Construcción Valparaíso, les doy la más cordial bienvenida a esta cuarta sesión del ciclo de debates Elecciones Parlamentarias 2025, dedicada nuevamente a las y los candidatos al Senado de la República por nuestra región. Llegamos a esta instancia luego de tres jornadas previas —dos con candidatos a la Cámara de Diputados y una con postulantes a la Cámara Alta— que aportaron a la conversación pública de nuestra región, poniendo en el centro los datos, las medidas, los plazos y los indicadores; promoviendo el respeto en el intercambio de ideas y la claridad en los compromisos. Este trabajo se tradujo además en muy buenos resultados de audiencia en la transmisión de Soy TV, con gran interés ciudadano por seguir el debate y comparar propuestas.
Hoy damos continuidad a este ciclo con quienes aspiran al Senado, un espacio cuyo trabajo incide en la calidad de las leyes, la coherencia institucional y la construcción de acuerdos de alcance regional y nacional. Este espacio de conversación tiene como finalidad mejorar el diálogo democrático y abrir mejores caminos de solución para los desafíos de la Región de Valparaíso. Esa es la idea que nos motivó a impulsar estos debates y es el principio que guía todo lo que hacemos como gremio.
Como organización regional, con vocación pública y social y con rol articulador, creemos en el valor de las organizaciones de la sociedad civil para fortalecer la democracia, convocar, contribuir al diálogo con evidencia y hacer trazables los compromisos. Creemos importante que cada candidata y candidato se comprometa con una tarea concreta: por cada eje que abordamos, definan una medida prioritaria, un plazo y un indicador verificable que permita dar seguimiento desde el Senado, poniendo a las personas de la Región de Valparaíso en el centro.
Agradecemos a los candidatos Carolina Marzán, José Miguel Insulza, Andrés Longton, Germán Correa y Arturo Squella por aceptar nuestra invitación a dialogar en esta instancia. También agradecemos especialmente al equipo de profesionales de la Cámara Chilena de la Construcción y de El Mercurio de Valparaíso, en la persona de su director, Carlos Vergara, por el esfuerzo y el trabajo conjunto desplegado que ha permitido sostener este ciclo con alta calidad y amplia audiencia. Y a quienes nos acompañan aquí y a través de Soy TV, muchas gracias.
Que esta cuarta sesión nos permita converger en soluciones de políticas públicas que nuestra región necesita, con diálogo democrático, y que la vivienda, la infraestructura, el empleo y la descentralización sean el centro de una visión de futuro que revitalice el desarrollo regional y del país. Bienvenidos y muchas gracias.
Agradecemos las palabras del presidente de la Cámara Chilena de la Construcción Valparaíso, el señor Fernando Bustamante Rodríguez.
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Antes de comenzar este último debate, les informamos que las reglas de esta actividad fueron compartidas y aceptadas previamente por los equipos participantes. Además, hace unos momentos se realizó el sorteo que definió el orden de intervención de acuerdo con las bases de este encuentro. A continuación, cedo la palabra al director de El Mercurio de Valparaíso y moderador de esta jornada, el periodista Carlos Vergara, quien presentará a los candidatos e iniciará el debate.
Buenos días a todos, muchas gracias, Carolina. Damos así inicio a este debate, el cuarto, como bien decía el presidente Fernando Bustamante, organizado por El Mercurio de Valparaíso en conjunto con la Cámara Chilena de la Construcción. Para ello, primero quiero saludar y agradecer a nuestros invitados. Partiremos por estricto orden de sorteo.
Arturo Esquella, exdiputado, hoy presidente del Partido Republicano y candidato al Senado por Cambio de Chile. Muy buenos días, Arturo.
Don José Miguel Insulza, y aquí me voy a quedar corto, pero traté de resumir algunos de los cargos que ha tenido: subsecretario de Relaciones Exteriores, canciller, ministro Segpres del presidente Frei, ministro del Interior del presidente Lagos, secretario general de la OEA, agente de Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya en el caso de la demanda marítima de Bolivia, y actual senador, candidato por Unidad por Chile. Muy buenos días, don José Miguel.
La señora Carolina Marzán, actual diputada por el Distrito 6, también candidata por Unidad por Chile.
Don Andrés Longton, diputado de Renovación Nacional por el Distrito 6, candidato de Chile Grande y Unido.
Y don Germán Correa, exministro de Transportes del presidente Aylwin, de Interior del presidente Frei, presidente de la Empresa Portuaria de Valparaíso, presidente de la Comisión Asesora para la Pro Movilidad Urbana de Michelle Bachelet, presidente de EFE, candidato al Senado por Verdes Regionalistas y Humanistas.
Muy buenos días a todos, muchas gracias por su asistencia. Dicho eso, les voy a explicar las reglas, aunque entiendo que las tienen claras, pero nunca está de más. Tendremos dos preguntas generales que versarán sobre los cuatro ejes planteados por el presidente Fernando Bustamante: inversión e infraestructura crítica; vivienda, desarrollo urbano y reconstrucción; productividad, empleo y capital humano; y descentralización, gobernanza y sostenibilidad. De esos cuatro ejes saldrán dos preguntas comunes, las cuales cada candidato responderá en el orden asignado por sorteo; tendrá 120 segundos con un cronómetro que está al frente de su estrado. Como dije, serán dos rondas completas. Luego vendrá un segundo bloque de preguntas cruzadas, en que cada candidato formulará una pregunta a otro, también sorteado previamente, con respuesta de 90 segundos y eventuales réplicas de un tercero o del mismo contrincante, de 30 segundos. Finalmente, un tercer bloque con un mensaje final a la audiencia de 90 segundos.
Ahora sí, damos por iniciado el debate. Partimos, según el sorteo, con don Arturo Esquella. Arturo, hoy, en el tema de inversión e infraestructura crítica, el 70% de la cartera de infraestructura depende del Estado. Más que una pregunta, quiero plantearte un tema: ¿debe el sector privado tener un rol mayor en obras públicas regionales? Hablemos de proyectos estratégicos: acá hemos hablado y escuchado tanto del Terminal 2, del Tren a Santiago, del Aeropuerto de Concón, de la extensión del Merval y otros. ¿Y cómo se apalancarán? Por favor, defíname cuáles son los principales proyectos de infraestructura urbana y crítica que usted pretende empujar desde el Senado y cómo se financiarán: ¿con ley de rentas regionales, con futuros royalties, con facilidades o estímulos al sector privado? Don Arturo tiene sus 120 segundos.
Bueno, muchas gracias, Carlos; muchas gracias a la Cámara Chilena de la Construcción y a El Mercurio de Valparaíso por esta invitación, por el esfuerzo de llegar a todos los rincones de la región con un debate de ideas que construye democracia y nos da una oportunidad a nosotros, los candidatos, para poder avanzar. Quiero partir con una definición: el sector privado es el motor del país, y eso nunca debemos perderlo de vista. El rol que debe tener el Estado frente al esfuerzo que hacen cientos y miles de particulares que tratan de sacar adelante sus proyectos de inversión —que, en definitiva, es de donde surge el trabajo— tiene que ser coadyuvante y no obstaculizador, como ocurre hoy. Es realmente lamentable cómo, con el paso del tiempo, hemos visto...
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…que el Estado se ha esforzado permanentemente por estar generando mayores dificultades. Hemos tenido una especie de competencia durante las últimas décadas acerca de cómo generarle más dificultades al Estado, tratando de contar con estándares de países que no obedecen a nuestra realidad. Y ahí está la primera determinación: desde el Estado y desde el Congreso Nacional —pero particularmente, hablando de un eventual gobierno de José Antonio Kast— vamos a combatir con determinación la burocracia que hace que muchos de los recursos públicos terminen destinándose a instancias políticas, a operadores que muchas veces obstaculizan que esos recursos lleguen a grandes obras de inversión. Ejemplo: el Fondo Nacional de Desarrollo Regional, que efectivamente estuvo dispuesto para equiparar el desarrollo de las regiones versus la Región Metropolitana, por la lógica política ha terminado financiando clases de zumba en vez de financiar obras de infraestructura. Eso hay que combatirlo con determinación, y nunca más tiene que haber organizaciones, ONG que se dedican y que se jactan de que pueden judicializar los proyectos de inversión. Porque, al final del día, todos los chilenos somos los que perdemos por falta de oportunidades, falta de inversión y falta de trabajo.
Muchas gracias, Arturo. Es el turno ahora de don José Miguel Insulza.
Muchas gracias por la invitación, en primer lugar, a la Cámara Chilena de la Construcción y a El Mercurio de Valparaíso. La verdad es que el tema de la infraestructura crítica es un tema que nace con el retorno a la democracia. Hasta entonces, la mayor parte de la infraestructura de este país se construía fundamentalmente con dineros del Estado, perdón. Y, naturalmente, la infraestructura crítica como concepto supone dos aspectos importantes: por cierto, la presencia del Estado, que tiene que regir estos temas, y el tema de la seguridad nacional. Tiene que haber condiciones para que esta infraestructura —llámense puertos, llámense aeropuertos, llámense faenas mineras, etcétera— sea protegida. Sin embargo, lo que se agrega a la nueva infraestructura crítica hoy día es la presencia de los privados, precisamente. Yo quiero recordar que fue por allá por los años 60… por los años 90, perdón, que nació el concepto de las concesiones. Antes no había concesiones: se hacía aquello que se podía hacer cuando había plata; si no había plata, no se hacía. Los primeros gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia —el del presidente Aylwin, el del presidente Frey, el del presidente Lagos— echaron a andar una política de concesiones para desarrollar la infraestructura crítica del país a proporciones prácticamente desconocidas. Y eso, naturalmente, hoy día hay que protegerlo. Por esas razones, este tema está necesariamente vinculado con el que vamos a hablar después, que es el de la seguridad. Pero lo primero que yo quería poner de manifiesto es que el modelo en el cual se basa el crecimiento de este país —de los puertos, de los aeropuertos, de las vías de transporte, etcétera— es, fundamentalmente, un modelo de desarrollo de infraestructura crítica en que participan en conjunto el Estado, los particulares y, también, el concepto de la seguridad nacional, que es necesario proteger.
Muchas gracias, José Miguel. Carolina Marzán, su turno, por favor.
Muchas gracias. Primero, quiero agradecer a la Cámara Chilena de la Construcción y a El Mercurio, por cierto, por organizar este debate, que creo que es tan importante para transparentar, primero, cuáles son los proyectos que nosotros hemos llevado a cabo en beneficio de la comunidad; eliminar prejuicios, que yo creo que es profundamente importante; y, sobre todo, aclarar las atribuciones que nosotros tenemos o vamos a tener en el Senado. Y, sobre todo, cuando hablamos de recursos del Estado, porque nosotros, como autoridad —diputados y senadores—, no tenemos ninguna facultad sobre recursos del Estado, y yo creo que eso es importante aclararlo. Sobre todo en tiempos de elecciones, que es fundamental informarse respecto de los candidatos y candidatas.
Con respecto a la pregunta principal, yo creo —y acá le doy un punto muy importante a la Cámara Chilena de la Construcción— que cuando se propone una Agencia Nacional de Infraestructura autónoma, en el fondo esto le daría mayor relevancia a los proyectos que dependen de la región, con pertenencia y pertinencia regional. Cada región tiene demandas que son particulares a lo largo de nuestro país, y yo creo que este proyecto que ustedes ponen —y la verdad es que lo encuentro muy interesante—, la Agencia Nacional de Infraestructura Autónoma, además se propone que sea independiente de los gobiernos de turno.
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Sabemos que, cuando hay cambio de administración, se hace complejo darle proyección a una propuesta y que, sin duda, esto perjudica a quienes más lo necesitan. Creo que, cuando hablamos de infraestructura, crítica o no, debemos desmitificar lo que existe en relación con la inversión privada. El privado debe ser un aporte, un complemento del esfuerzo estatal. El Estado no puede solventarlo todo, ni podemos apretarlo de manera extrema, porque eso va en perjuicio de la comunidad y de los proyectos que debemos relevar. Muchas gracias, Carolina.
En cuarto lugar, es el turno del diputado Andrés Longton. Muchas gracias, Carlos. En la región de Valparaíso ha existido un prejuicio con el sector privado. Ha habido una falta de relacionamiento evidente que ha detenido parte importante de los proyectos de inversión en esta región. El puerto exterior de San Antonio, la ampliación del puerto de Valparaíso, la extensión del Metrotren Quillota–La Calera–La Cruz —donde apareció una comunidad diaguita de la noche a la mañana que está prácticamente extorsionando al Estado—, así como el aeropuerto de Concón, son fundamentales para el desarrollo de esta región. Si esta región sacara adelante más de 60 proyectos que están pendientes, muchos de ellos de energías renovables, podría generar más del 20% de la inversión en todo Chile; hoy día genera solamente el 1,7%. Es decir, hay un capital activo muy relevante para desarrollar.
Y eso, entre otras cosas, tiene que ver con decisiones políticas, como lo que ocurre con el paño de Las Salinas. Las demoras no siempre tienen que ver con la permisología; muchas veces tienen que ver con decisiones políticas de autoridades de turno. Por eso hay que modificar la ley del Servicio de Evaluación Ambiental para dar certeza respecto de los plazos. También, al interior de los municipios, muchas veces funcionarios públicos se dan licencias políticas, y eso debe ir acompañado, por ejemplo, de silencios positivos. Cuando la autoridad no se hace cargo, eso no es responsabilidad del privado; es responsabilidad de la autoridad administrativa, de la autoridad pública. Por ello, no solamente tiene que haber sanciones, sino también plazos acotados para poder sacar adelante proyectos tan importantes para la inversión regional.
El Consejo de Monumentos Nacionales es fundamental reformarlo. Hoy día es un espacio político para definir proyectos que, en definitiva, muchas veces, cumpliendo con la normativa, terminan repercutiendo, al igual que en el Consejo de Ministros, en una decisión discrecional de la autoridad política. En eso también tiene que haber implicancia y participación de la región, para poder destrabar cosas tan importantes como el Instituto de Neurociencia, que quedó paralizado en La Matriz, en Valparaíso. Muchas gracias, Andrés Longton.
Y, finalmente, el turno de don Germán Correa. Muy buenos días. Muchas gracias a El Mercurio y a la Cámara Chilena de la Construcción por invitarme a este debate. El tema de la infraestructura crítica es fundamental, sin duda alguna. La infraestructura, como se ha demostrado en todo el mundo, es un ariete, abre inversiones hacia distintos sectores; es, en definitiva, un multiplicador del desarrollo. De tal manera que poner el acento en esto es crucial.
Por eso creo que es fundamental rescatar aquello que yo encabecé en 2016–2017 en la región: la propuesta de movilidad de bienes y personas en el Gran Valparaíso ampliado, que abarcaba un área territorial de más de siete u ocho ciudades de la región, e incluía iniciativas del orden de 3.500 millones de dólares de inversión. Entre ellas, una autopista interurbana que vinculaba varias de las ciudades de la región, entre las cuales existe una fuerte relación funcional, y además establecía una red de Metro Valparaíso. Metro Valparaíso, desde hace 25 años, es el mismo; no ha habido nueva inversión, excepto los trece trenes cuya traída a Chile me correspondió impulsar y que me tocó inaugurar como presidente de Metro Valparaíso. No ha habido otra inversión importante. Sin embargo, ahí está todavía la extensión a La Calera, detenida: viene impulsándose hace cuatro gobiernos y aún no se concreta. Y está esta propuesta que hicimos de cinco nuevas líneas de metro para Valparaíso, que se necesitan por el crecimiento urbano y por los graves problemas de conectividad que tienen las personas.
Propuestas hay, y esa propuesta —que contó con la participación de todo el sector privado, la Cámara Chilena de la Construcción, la Cámara de Turismo, las universidades y los equipos técnicos de los municipios con los cuales me tocó trabajar y coordinar— la pusimos sobre la mesa. Desgraciadamente, los gobiernos, centralistas al extremo, no la tomaron en cuenta. Creo que esa propuesta es perfectamente válida hoy. Todo el trabajo que hicimos colectivamente en los distintos sectores de la región en aquel entonces sigue siendo plenamente vigente. Y es fundamental rescatar propuestas que la propia región ha puesto sobre la mesa. Muchas gracias.
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Pasamos a la pregunta dos. Como tema que no podemos obviar en este debate de la Cámara Chilena de la Construcción y El Mercurio de Valparaíso, tenemos, como región, varias heridas; pero una especialmente dolorosa, que parece ni siquiera haber comenzado a cerrar: la vivienda. Y eso tiene varios componentes, entre ellos sucesos horrorosos como el megaincendio de Viña del Mar y Quilpué, con más de 100 muertos, miles de damnificados y soluciones que todavía no llegan a nadie, o quizá a muy pocos, siendo generosos. Tenemos el fenómeno de las tomas, con Viña del Mar como la principal comuna de Chile y la región como la que presenta más tomas en todo el país, un fenómeno que se va a seguir produciendo. Tenemos la megatoma de San Antonio y también el caso de la toma Calichero del empresario Alejandro Correa. Por acá está Janet Bruna, precisamente viendo este debate, abogada de la familia Correa, y que terminó con hechos tan espantosos como un sicariato perpetrado por extranjeros hace cinco años; y el Estado se demoró cinco años en, no sé si dar una solución, pero por lo menos desalojar el predio. La pregunta, respecto de todo eso: ¿qué hacer con el problema de la vivienda? ¿Qué hacer con el déficit, que crece, no vamos a decir de forma exponencial, pero al menos geométrica? ¿Y qué hacer con los damnificados del megaincendio? ¿Cómo se resuelve eso? Partimos por don Arturo Esquella.
Gracias, Carlos. El tema de la vivienda a nosotros, como región, nos golpea especialmente fuerte. Si bien representamos el 10% del total de requerimientos de vivienda a nivel país, evidentemente que eso, dada la gran población que tenemos en nuestra región, es significativo. Y este gobierno se ha destacado, o más aún, ha simbolizado la ineficiencia en esta área tan necesaria para darle dignidad a la familia chilena.
Lo que hemos visto en materia de reconstrucción es realmente de no creer. Ha habido indolencia por parte de quienes forman parte del actual gobierno, quienes al principio vieron incluso una plataforma política, instalando a quienes en su momento seguramente pensaban posicionar para una candidatura presidencial. Luego se dieron cuenta de que eso no funcionaba y dejaron al ministro de Vivienda. El ministro de Vivienda, entre dimes y diretes con el resto de la administración, no ha sido capaz de explicar por qué las familias han tenido que arreglárselas por su propia cuenta.
Hoy día, verdaderamente, la solución ha estado en manos de quienes menos tienen: las familias de quienes se les incendió su vivienda han tenido que acogerlos en sus casas, y las construcciones están entrampadas en una lógica de permisos administrativos y de calificaciones de vulnerabilidad que no se condicen con el sentido de una emergencia. Es absurdo exigir, en una construcción de la cual dependen cuatro roles, que todos tengan la misma condición socioeconómica para poder construir. Cuando estamos frente a una emergencia, con familias y niños sin techo, la lógica y la estructura de funcionamiento y reacción tienen que ser diametralmente distintas.
Ahí están dejando la vara realmente baja. Las próximas autoridades tendrán que asumir que debemos llegar con una solución habitacional, particularmente a las personas que hoy no cuentan con casa propia, y resolver, evidentemente, los campamentos —donde sí tenemos un crecimiento exponencial— repartidos por toda la región. Eso tiene mucho que ver con materias de seguridad pública que, en el próximo espacio, me gustaría abordar.
Senador Insulza, sus dos minutos. Bueno, muchas gracias. Efectivamente, según los últimos datos que tenemos del Censo, Valparaíso es una de las regiones que tiene un déficit habitacional cuantitativo muy importante: 44.742 viviendas para toda la región, dice ese informe. Pero más de dos tercios del déficit están concentrados en el Gran Valparaíso. Cualquier empresa constructora de viviendas dirá que probablemente esa es la zona del país en que es más difícil construir, fundamentalmente por la falta de terreno y por las características de los terrenos. El déficit habitacional representa el 11% de los requerimientos, y el Ministerio de Vivienda tiene un catastro oficial de campamentos, además, en el cual hay 674 asentamientos irregulares. Solamente entre 2020-2022 y 2024 se crearon 118 nuevos asentamientos irregulares. Ahora, un estudio...
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El informe reciente nos muestra que hay 11 tomas de grandes dimensiones, con más de 36.000 personas viviendo en ellas. Esta realidad exige un plan distinto, de mayor alcance, con cambios institucionales que faciliten la toma de decisiones, la que muchas veces termina retrasando la ejecución de los recursos. Es importante que, durante el actual periodo del Congreso, y en particular del Senado, se hayan aprobado normas que permiten la desocupación de terrenos con mayor facilidad; eso se ha visto en los últimos días. Se habla mucho de los lanzamientos y creo que hoy eso se está realizando justamente porque en este periodo se legisló al respecto. Ahora hay que desarrollar un plan de reconstrucción que contemple acompañamiento comunitario para los pobladores, mecanismos de restitución más rápida de terrenos en caso de problemas, y la reposición y también la adquisición de viviendas ya construidas. Su tiempo, señor Insulza. Bueno, después trataré de resumir más adelante. Muchas gracias, José Miguel. El turno, por favor, de Carolina Marzán.
Muchas gracias. Primero, retomar la introducción respecto de la situación de la toma de Calicheros y ese crimen tremendo cometido por un sicario, que ha provocado un dolor no solo en la familia, sin duda, sino también un dolor social. Es lamentable, y también lo es que la persona que, según la información disponible, inició estos loteos hoy esté libre, deambulando, porque a mi juicio tiene una parte importante de responsabilidad.
Cuando hablamos de las tomas en nuestra región —que sabemos es la que presenta los índices más altos, con Viña del Mar encabezando esa situación—, esto obedece a múltiples factores. Parto de la base de que las personas, pensando buenamente, no quieren ir a tomarse un terreno por la fuerza. Pero, más allá de eso, y buscando soluciones, hoy los costos de arriendo son altísimos; la documentación que se exige para acceder a una vivienda es tremenda; y los años que una familia tarda en juntar el pie para la casa propia pueden superar con creces una década, y ese sueño se va esfumando.
Cuando se inició este periodo del presidente Boric, el déficit habitacional, según el catastro, era de aproximadamente 650.000 viviendas. Eso ha disminuido, pero sabemos que no es suficiente, porque el incendio que arrasó con más de 14.000 viviendas en Quilpué, Viña del Mar y Villa Alemana ha dejado una crisis que hasta hoy es tremendamente dolorosa. Las explicaciones sobran cuando hay personas que aún necesitan su vivienda. He estado trabajando con el Comité de Crisis de El Olivar; he estado en terreno porque, dentro de nuestras facultades, la gestión para ayudar a las familias —aunque no contemos con todos los recursos o atribuciones— es tremendamente importante. Estar en terreno, movilizando y fiscalizando, es relevante. Muchas gracias, Carolina. Don Andrés Longton.
Gracias, Carlos. La señal más importante que se dio con el desalojo de la toma de Calicheros es que nadie está por sobre la ley y que los fallos judiciales deben cumplirse. Pero, antes que los fallos judiciales, las autoridades tienen que cumplir con las resoluciones administrativas cuando hay un mandato que obliga a ello. Lo que hubo por parte del Estado —de este gobierno— fue una desidia evidente para cumplir una resolución de demolición del año 2021 que estaba vigente. Y si no fuera por la presión de los medios, particularmente de la abogada Janet Bruna, de Valentina Correa —hija de Alejandro Correa, brutalmente asesinado en un sicariato—, y de la alcaldesa Carolina Corti, esto no se habría realizado.
Tiene que haber un antes y un después, porque las tomas, las usurpaciones, no pueden normalizarse. Hay una ley de usurpaciones que nosotros sacamos adelante para que esto se enfrente como corresponde: en el acto, con el desalojo de estas personas. No pueden ser puestas primeras en la fila quienes incumplen la ley y pretenden apropiarse de lo ajeno.
Respecto de la reconstrucción, se ha ejecutado solo el 2,2% de más de 800.000 millones de pesos. Es una ejecución paupérrima, porque se intentó aplicar el Programa de Emergencia Habitacional —es decir, una estructura ya establecida— y no un subsidio especial, una herramienta distinta para sacar adelante la reconstrucción.
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