En nombre de Dios y de la Patria, se da inicio a esta sesión. Las actas de las sesiones 181 y 182 quedan reglamentariamente aprobadas. La señora Secretaria dará lectura a la Cuenta.
Gracias, Presidenta. Se han recibido los siguientes documentos:
- Oficio N° 24 de S.E. el Presidente de la República, por el cual formula indicaciones al proyecto de ley que concede la calidad de titulares de una dotación docente a los profesionales de la educación incorporados a ella en calidad de contratados por un mínimo de tres años, acompañadas de su respectivo informe financiero.
- Correo electrónico del Ministro de Educación, mediante el cual da cumplimiento al tercer reporte trimestral de los puntos comprometidos en el protocolo de acuerdo que formó parte de la tramitación de la Ley N° 21.722, Ley de Presupuestos del Sector Público correspondiente al año 2025.
- Ordinario N° 878 de la Subsecretaría de Educación, mediante el cual se da respuesta al Oficio N° 819 de esta Comisión, por el que se solicitó informar acerca del estado de avance de las obras de construcción, reposición o conservación de jardines infantiles en el país, teniendo en consideración que muchas de ellas se encuentran sin ejecutar o han sido abandonadas.
- Ordinario N° 869 de la Subsecretaría de Educación, mediante el cual se da respuesta al Oficio N° 857 de esta Comisión, por el que se solicitó informar acerca de las medidas y acciones que se adoptarán ante los graves hechos de tráfico de drogas al interior de establecimientos educacionales y la utilización de estudiantes de enseñanza media por parte de traficantes en la comisión de estos delitos.
- Copia del Ordinario N° 4618 del Jefe de la División Jurídica de la Subsecretaría de Educación, mediante el cual se deriva el Oficio N° 976 de esta Comisión al Alcalde de la Municipalidad de Santa Cruz, por estimar que la materia consultada se enmarca dentro de la esfera de sus atribuciones. Este oficio se refiere al Liceo Santa Cruz de la comuna de Santa Cruz, donde un colector de aguas servidas colapsó, lo que provocó una grave emergencia sanitaria.
- Copia del Ordinario N° 1830 de la Subsecretaria subrogante del Trabajo, mediante el cual solicita al Director Nacional del Trabajo remitir a esa Subsecretaría, por tratarse de materias de su competencia, los antecedentes consultados en el Oficio N° 1010 de esta Comisión, por el que se solicitó informar si el auxiliar que falleció en el Liceo Bicentenario de Los Ángeles, producto de una descarga eléctrica, fue contratado conforme a las normas del Código del Trabajo, si el establecimiento cumplía con las condiciones laborales y si cuenta con comité paritario de higiene y seguridad conforme a la ley.
- Comunicación de la diputada Carolina Tello, por la que señala que el Colegio de Profesores Comunal O'Higgins manifiesta la necesidad de exponer ante la Comisión sobre las principales problemáticas que afectan al profesorado y al sistema educativo en el país en materia de alta carga lectiva, la extensión del año escolar, la duración de la hora pedagógica, la ausencia de financiamiento basal para la educación pública y las condiciones laborales que inciden en la salud mental y el desempeño docente. Asimismo, indicó que resulta urgente abordar situaciones locales en O'Higgins, como el déficit financiero del DEM, la reducción de horas PIE y la atención insuficiente para estudiantes con TEA, por lo que solicita invitar a ese colegio comunal a una sesión.
Esto es la Cuenta, Presidenta.
Muchísimas gracias, señora Secretaria.
¿Habría palabras respecto de la Cuenta? Diputados, por esta ocasión necesito dejar los Puntos Varios para el final. Les recuerdo que los Puntos Varios no están reglamentados; por lo tanto, es potestad de cada Comisión. Pero hoy día tenemos dos proyectos que votar en particular, más un invitado. Por lo tanto, yo siempre he abierto el espacio a todos los que quieran hacer oficios, pero nos está tomando una hora de cada sesión. Entonces, en vista…
Presidenta: Considerando, lo haremos igual, pero al final. No es lo mismo —lo voy a decir al micrófono—, porque muchas veces se hacen los puntos varios y se retiran y no participan de los proyectos y de las discusiones. Solo por eso. Yo tengo un varios buenísimo, pero me lo voy a guardar. Pero si lo van a hacer igual... Tenemos hasta las cinco. Por otro lado, comisión: he hablado con el ministro, quien en este momento se encuentra en el Senado. Él quiere participar, obviamente, en el proyecto de titularidad que estaba en primer punto. Entonces, quiero recabar el acuerdo para poder cambiar la tabla: ver primero el proyecto de homologación, para que, en titularidad, podamos contar con la presencia del ministro, aunque el Ejecutivo está presente por medio de sus asesores. ¿Habría acuerdo, comisión? Acuerdo. Están muy creativos, están frescolines.
Diputado Bobadilla: Presidenta, yo sé que no hay varios, pero, así como se ha modificado un acuerdo preestablecido, le solicito y le reitero, una vez más, respecto de las sesiones extraordinarias —y lo voy a decir tal cual como es—: todos estamos en campaña y tenemos que dedicar el máximo tiempo posible al trabajo territorial. Y quien no lo quiera reconocer públicamente está en su derecho. Pero quiero insistirle, Presidenta: esto de las sesiones el lunes en la mañana o el miércoles a última hora no es lo más apropiado. Le solicito respetuosamente que nos atengamos al horario normal, los días martes a las tres de la tarde, y le reitero que aplique su buen criterio y acoja la solicitud.
Presidenta: Ya, diputado Bobadilla. Diputado Cornejo.
Diputado Cornejo: Presidenta, ¿no es posible los días martes o miércoles sesionar en paralelo a la Sala? Por favor.
Presidenta: Ya, comisión. He tratado de abordar este tema no de manera pública, pero ya que ustedes lo están haciendo público… La verdad, a mí personalmente me da vergüenza que estemos más preocupados de la campaña —y no lo digo por nadie en particular, lo digo con mucho respeto— que de legislar. Yo al menos no estoy haciendo campaña; debería, pero no lo estoy haciendo, porque presidir la Comisión de Educación es una responsabilidad grande. Por otro lado, como lo veo, a mí me pagan por legislar, no por hacer campaña, y nos pagan harto comparado con muchos otros trabajadores en Chile. El miércoles pasado, que era el día de los asistentes de la educación, y en donde justamente se había invitado a las organizaciones de los asistentes de la educación, en un momento quedé sola presidiendo con el Ejecutivo. Y eso no es una buena señal. No me van a decir que por eso tienen razón; por el contrario, diputadas y diputados, ante la opinión pública, creo que le estamos fallando. Cuando cada uno elige ciertas comisiones es porque tiene compromisos con esos temas en particular. Si queremos ser parte de la Comisión de Educación es porque tenemos un compromiso con la educación. Esta presidencia, como todas las demás, tiene la potestad de citar a sesiones especiales si así se requiere. Todos estos años, en las distintas presidencias, ha habido sesiones especiales. Yo al menos no voy a cambiar eso porque estemos en período o en año electoral. Es más, el Ejecutivo tiene al menos tres proyectos con suma urgencia, lo que me obliga por reglamento a hacer sesiones especiales; de lo contrario, sería yo quien estaría incumpliendo. Voy a insistir: voy a seguir con las sesiones especiales. Por lo demás, estamos viendo una ley muy importante, la Ley 21.040, respecto de los traslados de los servicios locales. Por lo tanto, si no hacemos sesiones especiales, entonces votemos las leyes, pero sin escuchar a la sociedad civil, sin escuchar a las organizaciones y sin escuchar a los trabajadores que están sufriendo por los traspasos y por la incertidumbre de lo que será de aquí al año 2029.
Presidenta: No me voy a ir para la casa con esa responsabilidad encima. Yo, al menos, voy a seguir convocando a sesiones especiales y, si no hay quórum, saldrá en la prensa; cada cual sabrá qué prioriza y a qué viene. ¿Y por qué no puedo pedir un acuerdo de comités para sesionar en otros horarios? Porque el miércoles pasado —y que se haga público— no se pudo llevar a cabo la reunión de comités por falta de quórum. Ni siquiera estamos llegando a las reuniones de comités. Y ese mismo miércoles, cuando yo podría haber pedido un acuerdo como este, se suspendió la Sala tres veces por falta de quórum. Entonces, más allá de las prioridades personales, aquí tenemos un compromiso: nos eligieron, con más o con menos votos, para legislar y para eso se nos paga, no para hacer campaña. Me parece vergonzoso lo que pasó el miércoles y vergonzoso que sigamos pidiendo menos carga laboral porque tenemos que estar en los territorios. Yo, al menos, no voy a hacer lo que no hice en tres años y medio: no voy a estar “más o menos” en el territorio. A mí me corresponde trabajar acá. Eso es lo que puedo decir, comisión.
Diputado: Presidenta, sobre el punto. Por lo menos en mi caso, yo no pido que se nos baje la carga laboral; creo que debe mantenerse y que tenemos que sacar los proyectos adelante. Lo que pasa es que, en algunos casos —como el mío—, para los diputados de zona extrema es muy difícil viajar. Por lo tanto, si pudiéramos encontrar la forma, yo mismo, como jefe de comité radical liberal, puedo ir a los comités, pedir un acuerdo y tratar de buscar un horario que, ojalá, esté dentro del lunes, martes o miércoles, dentro de los horarios de Sala o similar en algún momento. Por ejemplo, cuando se hace una comisión el miércoles en la tarde, yo pierdo dos días de ir a mi región, porque solo existe un pasaje para el día siguiente, en la noche o de madrugada. Entonces pierdo dos días de estar en Arica, donde, más allá de la campaña, el territorio es donde uno tiene que trabajar y desde donde debe traer los problemas de la gente. Si no estoy allá, no me traigo para acá esos problemas, ni voy a fiscalizar colegios, liceos o temas universitarios. Por lo tanto, pongo a disposición, con ánimo constructivo, mi cargo de jefe de comité liberal radical para pedir un acuerdo entre todos, de modo que podamos sesionar en paralelo a la Sala o en un horario —ojalá el lunes, por ejemplo, a las 19:00— que no sea comúnmente utilizado para comisiones. Es simplemente por los temas de vuelos y porque, si me quedo más tiempo, no estoy con mi gente. Y eso es difícil para quienes somos de zona extrema.
Presidenta: Ningún problema, diputado Mayar. Mientras ese acuerdo no se lleve a cabo, la potestad reglamentaria de fijar los horarios de las comisiones es lo que tenemos disponible. Les recuerdo que se eliminó el horario especial para sesionar los martes y miércoles en la mañana por acuerdo de comités. Entonces, no es que yo quiera imponer algo obtusamente; es lo que, en el fondo, queda disponible. Diputada Molina y diputado Schubert.
Diputada Molina: No puedo estar más de acuerdo con usted, Presidenta, en que nos pagan para legislar y en que tenemos una tremenda responsabilidad de sacar adelante las leyes con la urgencia que les imprime el Ejecutivo. Pero creo que, sobre todo para los compañeros que tienen que viajar, es razonable lo que están proponiendo. Por ejemplo, el lunes yo tenía una reunión de expertos y después se filmaba la franja; entonces no pude ir a la Comisión de Educación y quería ir, pero no alcancé: fue mi asesora. Siempre pasa que, en los espacios que uno tiene libres, se aceptan compromisos que no se toman en horario laboral.
Presidenta, los días lunes a las 14:00 horas tengo otra comisión; me es muy complicado. Creo que debemos abordar esto de manera constructiva, como señalan mis colegas, y buscar una solución, porque no asistir a las reuniones extraordinarias no es sancionado ni multado, pero lo ideal es que todos estemos en todas las instancias y podamos realizar conjuntamente el trabajo que nos corresponde. No podemos negar que estos son tiempos especiales y, por supuesto, a quienes vamos a la reelección nos interesa que nos reelijan, porque también es parte de nuestro deber legislativo seguir trabajando con la ciudadanía que, por miles de votos, nos eligió. Gracias, Presidenta.
Sumado a lo ya expuesto, hay dos puntos relevantes. Primero, la antelación en la notificación de las sesiones extraordinarias. Como bien se ha dicho, varios somos de regiones y debemos comprar pasajes aéreos; a veces hay que cambiar esos pasajes y los horarios no siempre son los que uno quisiera. Cuando no se avisa con debida antelación, uno ya tiene comprados los pasajes y, por supuesto, la agenda armada en el distrito, además de los compromisos familiares. Si se avisara con mayor antelación, podríamos reaccionar de forma distinta, y no siempre esa antelación ha sido aceptable, especialmente para quienes estamos lejos.
Segundo, la carga. Hemos tenido sesiones extraordinarias en otras ocasiones, pero no tantas como ahora. La carga se ha incrementado más que nunca en esta comisión; nunca habíamos tenido tantas sesiones extraordinarias como en el último tiempo. Además, estamos entrando a la Ley de Presupuestos, que demanda otras sesiones paralelas, además de las demás comisiones. De hecho, ya comenzamos con las sesiones de la Comisión Mixta de Presupuestos, en las que también participa Educación; el lunes estuve en esas sesiones. No podemos estar en todas partes a la vez.
Por eso le pido, Presidenta, si puede buscar otra salida, conversar sobre otros horarios y solicitar un acuerdo especial: a las 8 o 9 de la mañana, o los lunes a las 19:00 horas. Son alternativas que proponemos, porque, tal como ocurre a otros colegas, los vuelos no siempre calzan.
Por último, aquí también hay una responsabilidad del Ejecutivo. Tiene tres proyectos de ley con urgencia y fija esas urgencias ahora, cuando se está acabando el período. Eso no es responsabilidad nuestra. Todo es urgente ahora; y cuando todo es urgente, nada es urgente. Que se escoja qué es realmente urgente. Vamos de a uno, pero nos ponen urgencia a tres en paralelo; nos tienen copada la comisión, de modo que solo podemos ver los proyectos con urgencia en horarios muy complejos, mientras en paralelo vemos Presupuestos. Parece una estrategia para que no pongamos atención a Presupuestos y nos dediquemos a esto, o para que se nos cuestione por qué no estamos allá o acá. La verdad es que no podemos estar en dos partes a la vez. Es llamativo que, entrando al período de Presupuestos y en época electoral, se establezcan estas urgencias que no se fijaron antes; tuvieron cuatro años para hacerlo y no lo hicieron. ¿Cómo se les pone urgencia a última hora a varios proyectos al mismo tiempo? Me parece una irresponsabilidad, y no solo ha ocurrido en la Comisión de Educación. Tenemos demasiados proyectos con urgencia, todos juntos, y eso no permite legislar de buena manera. Le pido, por favor, que revise y que, si es posible, solicite alguna autorización extraordinaria para sesionar en otro horario. Tener tantas sesiones convocadas a la carrera no es bueno para legislar. Muchas gracias.
Diputado Schubert, necesito aclarar lo siguiente: usted puede considerar que la antelación de las citaciones de esta comisión no es prudente, pero reglamentariamente estamos procediendo correctamente. Nos pueden citar a sesión de Sala, como también a una sesión extraordinaria o especial de comisión, con solo cuatro horas de anticipación. Y la citación del día lunes se envió el día jueves, con bastante más de cuatro horas. Reglamentariamente, además, podemos solicitar reemplazo.
Respecto de buscar un acuerdo para sesionar en otro horario, reitero: si no somos capaces, como diputados —de los 155, aunque hoy seamos menos en ejercicio—, de llegar a una reunión de Comités para buscar estos acuerdos, y si esas reuniones se caen por falta de quórum, ni siquiera puedo llegar a esa instancia para hacerme cargo de las solicitudes que ustedes formulan. Es imposible avanzar si no hacemos quórum en la Sala y se suspenden las sesiones a cada rato, si no hacemos quórum en las reuniones de Comités y si no hacemos quórum en las comisiones.
Presidenta: Sobre el punto. Podríamos comenzar; los puntos varios los vemos después para poder avanzar en la homologación. Si alcanza el tiempo, los vemos, porque están por reglamento.
Diputada Serrano: Sí, presidenta. Yo creo que se puede llegar a un acuerdo para asegurar la asistencia a todas las sesiones especiales, sobre todo en este tiempo. Quiero despejar suspicacias respecto de por qué ahora están las urgencias: la razón es sencilla. El Senado se demoró mucho en devolvernos la tramitación del proyecto de Nueva Educación Pública. No tiene otra explicación. Lamentablemente, todos los proyectos estructurales para fortalecer la educación pública quedaron al final de este periodo legislativo. Esa es la urgencia para sacarlos, no para pasar de largo el presupuesto. Solo eso, presidenta.
Presidenta: Gracias, diputada Serrano. Comisión, entrando en el Orden del Día y de acuerdo al acuerdo adoptado para esperar al ministro respecto del proyecto de titularidad, iniciamos la discusión y votación en particular del proyecto de ley que tiene su origen en moción de los diputados Héctor Barría, Viviana Delgado, Andrés Giordano, Karen Medina, Elia Molina, Emilia Nuyado, y quien les habla, que modifica el Estatuto Docente para homologar los derechos de los profesionales de la educación en materia de distribución de horas lectivas y no lectivas. Esto se encuentra en primer trámite constitucional.
Para este proyecto no se recibieron indicaciones. En consecuencia, corresponde votar el artículo único. En votación. Cada uno puede fundar su voto.
—Diputado Barría.
—Diputado Barrios: A favor.
—Diputado Vadilla.
—Diputado Cornejo.
—Diputado Maya.
—Diputada Medina: A favor.
—Diputada Molina: A favor.
—Diputado Rey.
—Diputada Schneider: A favor.
—Diputado Schubert.
—Diputada Serrano.
¿Algún diputado que no haya emitido su voto?
Presidenta: A favor.
Por la afirmativa, nueve votos; uno en contra. Aprobado en particular el proyecto de homologación.
Corresponde designar diputado informante. El último que informó fue el diputado Barrios; por orden alfabético le correspondería al diputado Vadilla.
Diputado Vadilla: Sí, presidenta, pero entiendo que el proyecto es de su autoría. Propongo que usted lo informe en esa calidad, si nadie tiene objeción, como hemos hecho en otros proyectos.
Presidenta: Si no hay oposición, asumo. Se designa como diputada informante a Mónica Arce.
Ningún problema; lo conversamos.
Pasamos a recibir en audiencia a la comisión al señor Leontxo García Olasagasti, maestro de ajedrez, periodista y conferencista español de categoría mundial en ajedrez educativo. Lo acompañan la presidenta de la Federación Deportiva Nacional de Ajedrez de Chile, señora Alejandra Díaz Sepúlveda; el vicepresidente de la federación, señor Adolfo Barrios Lara; y el presidente de la Comisión de Educación de la Federación, señor Marcelo Llorens Sepúlveda. Esto, a petición —quiero decirlo— del diputado Hernán Palma, que lamentablemente no se encuentra; debe estar en otra comisión. Sean muy bienvenidos a esta sesión de comisión. A nuestro invitado le damos la palabra; por favor, encienda el micrófono.
Honorables diputados, primero, muchas gracias. Me consta que ustedes tienen pendiente el estudio de un proyecto de ley para introducir el ajedrez como herramienta educativa y, bueno, primero quiero felicitarles, porque espero convencerles en los próximos minutos de que eso es una idea excelente. Además, les aseguro que es un momento muy oportuno para ello y también voy a sugerirles cuál es el método, porque es el que está funcionando mejor en el mundo y el que más les gusta a los maestros de escuela prácticamente en todos los países, sin distinción de culturas, etcétera.
En primer lugar, creo que esta frase de un filósofo alemán muy prestigioso nos coloca muy bien en situación. Él lo dijo antes de la pandemia: “la vida actual no invita a pensar”. Por desgracia, el paso del tiempo le da la razón. Yo suelo decir al principio de mis conferencias que cada día, por desgracia, hay más gente que piensa menos, por una serie de razones acumuladas, entre las cuales la más importante, creo yo, sería el mal uso de las redes sociales. El ajedrez es un juego que enseña a pensar y, además, está plenamente avalado por estudios científicos muy serios y por experiencias internacionales largas y sólidas.
Esto que tienen en la pantalla sería un resumen de más de un siglo de investigaciones científicas y de experiencias internacionales en países de muy diversa cultura. Resumiendo mucho, la conclusión general sería que los alumnos con quienes se emplea el ajedrez como herramienta educativa mejoran más su inteligencia que los demás —que los grupos de control— y también obtienen mejores resultados académicos en general, pero especialmente en matemáticas y comprensión lectora. Corríjanme si me equivoco, pero, según tengo entendido, ustedes en Chile sufren el mismo problema que sufrimos en España y creo que en todos los países de habla hispana: en el famoso informe PISA, que es bienal, donde más fallan nuestros niños —creo que también los chilenos— es en matemáticas y en comprensión lectora, precisamente.
Además, el ajedrez encaja perfectamente con el siglo XXI: es el único deporte que se puede practicar por internet, lo cual también puede ser muy útil a la hora de utilizarlo como herramienta educativa, por ejemplo, en territorios remotos, etcétera. Y de esta pantalla yo destacaría muy especialmente la autocrítica. En ajedrez no es como en el fútbol, donde se puede culpar al árbitro o a que está lloviendo de la derrota. En ajedrez, si mi rival me ha ganado, entonces hoy ha jugado mejor que yo y debo preguntarme por qué he perdido, qué error he cometido y cómo lo puedo evitar la próxima vez. Lógicamente, una persona que hace ese ejercicio mental con frecuencia...
Quien juega al ajedrez es muy probable que transfiera ese aprendizaje a su comportamiento cotidiano y sea una persona autocrítica. Y de estas cinco ideas que hay en esta nueva pantalla, yo destacaría muchísimo la primera. Como ustedes saben bien, el mundo ha cambiado en los últimos 25 años tanto o más que en cualquier otro periodo de la historia de la humanidad, y los expertos consideran que en los próximos 10 años va a cambiar todavía más. Por tanto, la capacidad de adaptarse a una realidad cambiante y muy rápidamente es una de las cualidades más importantes que debe tener un ser humano en este momento.
Seguramente muchos de ustedes conocen al psicólogo Howard Gardner, de la Universidad de Harvard, y su famosa teoría de que no tenemos una sola inteligencia, sino nueve. Bueno, podemos asegurar que el ajedrez desarrolla al menos seis de ellas y, como verán en unos minutos, lo utilizamos en parvulario con niños de tres a seis años, combinando el ajedrez con música y danza en un tablero gigante en el suelo; así, estaríamos trabajando también la inteligencia musical y la corporal.
Me imagino que les gustará saber que el Parlamento Europeo, en 2012, con 415 eurodiputados —es decir, diputados de todas las tendencias políticas—, recomendó la introducción del ajedrez en horario lectivo como herramienta educativa. Y lo de abajo, permítanme una broma, es lo que yo llamo el milagro del Parlamento español del 11 de febrero de 2015. No sé si aquí en Chile será igual, pero en España que todos los partidos políticos se pongan de acuerdo en algo, sin excepción alguna, es un milagro y, de hecho, esa tarde estuve muy tentado de llamar al Vaticano para reportarlo. He dicho “recomendar” y no “obligar” porque en España, como seguramente saben, las competencias de educación están transferidas a los gobiernos regionales, pero 10 de las 17 regiones que tenemos ya lo han incluido de alguna manera en horario lectivo.
Esta nueva pantalla no es rigurosamente exacta; simplemente es orientativa, para que ustedes tengan una idea. En la primera línea figuran países donde el ajedrez es asignatura obligatoria, pero yo no recomiendo seguir ese modelo, porque en esos países el ajedrez, como deporte, es tan popular como el fútbol y, por tanto, el contexto es completamente distinto al que pueda ser normal en la mayor parte del mundo. Sí recomendaría como modelos los países o territorios que cito en el segundo párrafo, donde luego explicaré cómo están aplicando el método transversal e interdisciplinar. No recomiendo tampoco los del tercer párrafo, porque en esos países —China, Cuba, India, Rusia y Turquía— lo que han introducido masivamente en la escuela es el ajedrez como deporte, no como herramienta educativa, que es de lo que yo pretendo convencerles esta tarde. Y en el último párrafo aparecen países donde hay iniciativas muy interesantes en marcha, aunque no globales en todo el país, o como ocurre en Paraguay, donde el Parlamento ya ha tomado la decisión de introducirlo en el sistema educativo, pero todavía no se ha implementado.
Bien, y aquí viene la pregunta del millón de dólares. Cuando estoy, por ejemplo, con un ministro de Educación o algún alto cargo de casi cualquier país y le he mostrado previamente —aquí con ustedes no tengo tiempo— estudios científicos detallados, etcétera, suelen interrumpirme y decirme: muy bien, ya estoy convencido o convencida, pero ahora contésteme a una pregunta. ¿Qué quitamos del currículo para poner ajedrez en su lugar? Y mi respuesta es: nada. Porque lo que realmente está funcionando muy bien es el ajedrez como herramienta transversal, mezclado con inteligencia emocional —que, como saben, es transversal a todas las materias—, o el ajedrez interdisciplinar, por ejemplo, en todo lo que ven ahí: clases de matemáticas, lengua, historia, idioma extranjero, educación física, tecnología. Es decir, no hay que quitar una hora a nada ni a nadie para que el ajedrez contribuya a elevar la calidad de la educación del país.
Ejemplos concretos. Fíjense en esta foto: dos o tres días antes de sacarla, las relaciones personales entre estos chicos y chicas eran horribles. Se empujaban, se pegaban, se insultaban.
El ambiente en el aula era irrespirable y, entonces, aquí están trabajando en equipo, obligados a trabajar en equipo de alguna manera. Fíjense en el tablero en el suelo. Ustedes no lo ven, pero hay un montón de piezas. Están compitiendo con otros grupos en la misma aula y disponen de un minuto para recordar en qué casilla está cada pieza. Después de dos o tres días de hacer este ejercicio, las relaciones personales entre ellos mejoraron sustancialmente, porque se necesitaban unos a otros para poder cumplir el objetivo.
Esto no es una ocurrencia de su maestra, a quien conozco muy bien, sino una aplicación práctica de un estudio científico, publicado en español e inglés por la Universidad de La Laguna, en Tenerife, donde compararon a alumnos ajedrecistas con alumnos que jugaban al fútbol y al baloncesto, teniendo en cuenta que estos dos son deportes de equipo. Y, por tanto, si estamos hablando de desarrollar cualidades socioafectivas, podríamos pensar, como hipótesis inicial, que el fútbol y el baloncesto son mejores que el ajedrez, que en principio es individual. Sin embargo, el resultado fue el contrario. En todos estos parámetros que ven en esta otra pantalla —¿pueden leerlo desde el fondo?— los ajedrecistas fueron significativamente mejores que quienes jugaron al fútbol y al baloncesto.
Vamos ahora a clase de matemáticas. Estas tres ideas serían algunas de las justificaciones de por qué una gran parte de la geometría, del álgebra o de la aritmética se pueden explicar de manera muy amena para el alumnado y muy eficaz para el profesorado a través del ajedrez. Ejemplos concretos, y ahora les pido que se conviertan en mis alumnos, si no es una falta de respeto por un momento, porque aquí necesito un poco de interactividad.
¿Ustedes consideran que el tablero de ajedrez es simétrico? La señora es una alumna aventajada, sin duda alguna, porque la respuesta correcta es: depende. ¿De qué depende? Del eje. Porque, si doblamos el tablero en horizontal o en vertical, nos encontraremos con que los colores de las casillas de los rincones son distintos; luego no hay simetría. Pero si doblamos el tablero en diagonal, entonces sí hay simetría. Acabo de explicar un concepto bastante complejo, sobre todo para niños, en menos de un minuto, y lo único que he utilizado ha sido un tablero vacío. ¿Cuánto ajedrez tiene que saber el maestro o la maestra para hacer esto? Cero.
Bien, otro ejemplo: cuando, yo diría, al 99% de las personas les preguntamos qué es un rectángulo, lo que se imaginan es como esto que tengo en la mano. Esto es un rectángulo, ¿no? Pero a una niña o a un niño de siete años que sepa simplemente que el alfil se mueve en diagonal, le damos un alfil y, en dos segundos, tenemos un rectángulo inclinado. Y entonces el maestro puede explicar varias cosas muy interesantes. Primera: no busquen solo rectángulos “derechos”, porque pueden estar torcidos, para entendernos. Por extensión, muchas figuras geométricas pueden estar inclinadas, no necesariamente “derechas”. Y la más importante de todas: no somos el centro del mundo y no todo tiene que adaptarse a nosotros; somos nosotros quienes debemos adaptarnos a cómo son las cosas en realidad.
En fracciones, utilizando de nuevo solo el tablero desnudo, podemos trabajar conceptos como medios, cuartos, octavos, dieciséisavos, modelos continuos, modelos discontinuos, etcétera. Otra pregunta para ustedes: ¿cuántos cuadrados hay en un tablero de ajedrez? Pero el tablero también es cuadrado. ¿Sesenta y cinco, entonces? Más, efectivamente, porque tenemos que añadir los de 2x2, los de 3x3, los de 4x4, y no solo los contiguos, sino los entrelazados; o sea que, al final, para los niños son un montón. La respuesta exacta es 204.
Aquí estamos trabajando la inteligencia abstracta. Sustituimos números por iniciales de las piezas. Arriba a la izquierda, si la torre vale 5 puntos, la dama 10 y el caballo 3, 5 más 10 más 3 son 18. Los maestros pueden complicar esto todo lo que necesiten, según cuál sea el objetivo pedagógico. Se puede llevar al álgebra, por ejemplo.
Ejemplo, y complicarlo todavía más si es necesario. Ahora, en historia, me voy a saltar otros ejemplos para no ocupar demasiado tiempo; me voy a conformar solo con este. El ajedrez tiene 1.500 años de historia documentada. Muy pocas actividades humanas tienen 15 siglos de historia documentada. Por tanto, en una escuela donde el ajedrez sea popular entre el alumnado, se pueden explicar los últimos 15 siglos de historia utilizando el ajedrez como hilo conductor.
Ahora, este ejemplo en concreto. He consultado con muchos profesores de historia de distintos países y ninguno ha encontrado una manera mejor de explicar qué fue la Guerra Fría que esto que tienen en sus pantallas: 1972, campeonato del mundo Fischer-Spassky. Esto fue noticia de primera página en casi todos los países del mundo, porque el botón de la guerra nuclear estuvo a punto de ser pulsado varias veces. Afortunadamente no se hizo, porque no estaríamos aquí ahora; por eso se llamó “Guerra Fría”. En ese contexto, tenemos un campeonato del mundo totalmente simbólico entre el campeón del mundo, que era soviético, Spassky. Para que se hagan una idea de lo serio que era esto: la Unión Soviética era el país más grande del mundo, tenía 287 millones de habitantes, de los cuales 5 millones eran ajedrecistas federados y 50 millones practicaban ajedrez de forma informal. Y, además, muy importante: para el gobierno del Kremlin, el ajedrez era un escaparate de la pretendida superioridad intelectual del comunismo sobre el capitalismo. Y resulta que el retador de su campeón es un estadounidense autodidacta, rebelde, extravagante. Por eso esto fue primera página. Y, para que vean que no exagero, Fischer no quería ir a jugar el mundial porque decía que la bolsa de premios era bajísima, que era una porquería y que era indigno para él jugar por ese dinero. Entonces lo llamó el secretario de Estado Henry Kissinger, de parte del presidente Nixon, para pedirle que fuera a Islandia y que venciera a Spassky, porque eso significaría un torpedo en la línea de flotación de la propaganda comunista. Pero, además de esa llamada, hizo otra: llamó a un amigo multimillonario británico, Jim Slater, y le pidió que doblase la bolsa de premios. No estoy convencido de qué convenció más a Fischer, si el doble de dinero o el fervor patriótico, pero Fischer fue a Islandia —me estoy saltando un montón de escándalos—, al final ganó el mundial y fue recibido como un héroe en Washington, y Spassky como un traidor en Moscú.
Ahora les doy la bienvenida a un mundo maravilloso, el del parvulario: niños de uno a cinco o seis años. Vamos a trasladarnos a Bogotá, donde la maestra Adriana Salazar, quizá la mayor experta del mundo en esta materia, trabaja con un tablero gigante en el suelo, mezclando ajedrez con música y danza. Por ejemplo, aquí están empezando a trabajar el concepto de diagonal; en esta otra imagen se ve con más claridad. También utilizan marionetas, tableros de dos y tres dimensiones, de pared, de mesa, etcétera. Y ahora fíjense bien, por favor, en la siguiente pantalla, porque esto ahorra muchas explicaciones. ¿Por qué más del 90% de las maestras —y lo digo en femenino porque en esta etapa casi siempre son mujeres— que han utilizado el ajedrez de este modo están satisfechas o muy satisfechas con los resultados pedagógicos? Porque están trabajando todo lo que tienen ahora en la pantalla: estos diez objetivos pedagógicos, a los que podríamos añadir todavía alguno más. Esto es sumamente eficaz. Es muy difícil encontrar una maestra que no esté muy contenta después de haber probado esto así.
Voy acabando ya. En todas las aulas, como ustedes saben bien, hay niños con necesidades especiales, y en la sociedad hay personas con necesidades especiales. Voy a mostrarles dos pantallas —esta y la siguiente— con todos estos grupos de personas. El ajedrez ha funcionado muy bien: en algunos casos tenemos evidencia científica; en otros, largas experiencias internacionales. Voy a pasar de pantalla y aquí les recalco muchísimo la primera: el retraso del envejecimiento cerebral y del Alzheimer.