Senado Educación

Senado - Educación - 1 de octubre de 2025

1 de octubre de 2025
15:00
Duración: 7h 57m

Contexto de la sesión

1.- Bol.N° 11728-04 Escuchar, en relación con el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que modifica la ley Nº 20.370, General de Educación, con el objeto de prohibir y regular el uso de dispositivos digitales en establecimientos educacionales (Boletines Nos 11.728-04, 12.885-04, 16.062-04, 16.520-04, 16.527-04, 16.574-04 y 16.575-04, refundidos), la opinión de diversos representantes de establecimientos educacionales que han regulado el uso de celulares en su interior.

Vista pública limitada

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Comisión de Educación. La Cuenta, breve y resumida. Gracias, señor Presidente. En la Cuenta se han recibido los siguientes documentos: una solicitud del senador Kast, quien remite una propuesta de oficio dirigida a la Dirección de Presupuestos, en relación con el conjunto de antecedentes necesarios para su análisis.
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Se solicita que esta Comisión los considere en su análisis del proyecto de ley que crea el nuevo Fondo de Educación Superior (FES), tema al que se refirió la semana pasada el senador Kast, quien se comprometió a formalizar esta petición. Para clarificar, señor Secretario: se requiere información sobre los datos que se están utilizando para el FES; en definitiva, que se transparenten mejor los insumos con los que se calcula su costo. —¿En relación con lo propuesto en el informe financiero? —Así es. Es, en el fondo, una aclaración del informe financiero. La Subsecretaria de Educación, señora Alejandra Arratia, remite un oficio del Director de Educación Pública relativo a la situación sanitaria del Liceo Tecnológico Alfredo Nazar, en Playa Ancha, ciudad de Valparaíso, y de las escuelas María Franck de MacDougall y Ramón Barros Luco, todas de la misma ciudad. Asimismo, el profesor Matías Reyes, Jefe de la Unidad Técnico-Pedagógica del Colegio Los Pinos de San Bernardo, solicita a esta Comisión su ayuda para dar una solución a más de 300 niños y familias que podrían quedar sin colegio debido a la inacción del Ministerio de Educación y de sus organismos, así como a la deficiente gestión de su representante y de la corporación sostenedora. Informa problemas vinculados al uso de la subvención escolar, cortes de suministros básicos y no pago de remuneraciones, situaciones que amenazan el funcionamiento del establecimiento. Se propone oficiar al Ministerio de Educación para que informe el camino de solución en este caso. —De acuerdo: ofíciese al Ministerio. El señor Leonardo Selman, Director de la Escuela Pablo Villeneche, un pequeño establecimiento de La Cisterna con 70 años de historia, 140 estudiantes y un 78% de índice de vulnerabilidad, primero en su grupo socioeconómico según los resultados SIMCE de 4º año 2024, expone un grave problema económico derivado del ingreso al sistema de reconocimiento profesional docente. Solicita oficiar al Ministerio de Educación para que se establezca un financiamiento acorde con la realidad de las escuelas pequeñas, que no cuentan con la capacidad financiera para soportar una reducción tan severa de la subvención general. —De acuerdo: ofíciese también en este caso. Se acuerdan los tres oficios por unanimidad (3-0). En la tabla del día de hoy, Presidente, hay dos proyectos de ley; más bien, un mismo tema: el que crea el nuevo instrumento de financiamiento público para estudios de nivel superior y el plan de reorganización y condonación. Antes, se deja constancia de solicitudes de audiencia para el FES y para el proyecto sobre uso de dispositivos celulares. Pasando a la tabla: en primer término, el proyecto de ley que prohíbe y regula el uso de dispositivos digitales en establecimientos educacionales. Este proyecto fue aprobado por la Comisión y, en general, por la Sala. El plazo para presentar indicaciones vence el viernes 3 de octubre. La Comisión acordó abrir un breve espacio de audiencias. Se invita a representantes del Liceo Reyes de España de Chillán, de la Red de Colegios Asociados y del San Gabriel School, a fin de exponer diversos aspectos relacionados con la iniciativa. Posteriormente, la Comisión continuará con la discusión en particular del proyecto de ley sobre convivencia educacional. Gracias, señor Secretario. Hagan pasar a las y los invitados para sus exposiciones y, luego, proseguimos con la votación del proyecto de convivencia.
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Para que lo vean y lo puedan sentir: cómo nuestros estudiantes están en los recreos sin celulares. Ahí tenemos caritas; todos nuestros asistentes de la educación trabajan en los recreos y muchos docentes, voluntariamente, también lo hacen para poder acercarse más a nuestros estudiantes. Aquí tenemos, para que ustedes vean, uno de nuestros recreos. Es un video; parece no tener sonido. ¿Podemos subir el volumen? En todo caso, se aprecia a los niños jugando, contentos. Hay música, porque a ellos lo que más les gusta es el karaoke que realizan los docentes. En el “recreo entretenido” también contamos con un buzón de los buenos deseos para apoyar la convivencia escolar, que vi está en su tabla como el punto número dos de la sesión que nos enviaron. ¿Qué áreas potenciamos? Nos dimos cuenta de un desarrollo cognitivo, socioemocional, físico y sensorial, y de un mayor vínculo con el entorno y la cultura. ¿Cómo evidenciar esto? Tuvimos mejoras significativas en los resultados del SIMCE 2022, 2023 y 2024, aproximadamente un 15%. Cada año hacemos un consejo de evaluación y nos preguntamos qué pudo haber sucedido para subir tanto el SIMCE en los últimos años. Los docentes señalaron: los niños están poniendo atención en clases. Y, por esa razón, hemos logrado ese aumento paulatino. Además, tenemos mejoras en la asistencia a clases, también evidenciables; mejoras en la convivencia entre estudiantes, constatadas por nuestro equipo de convivencia escolar; y, lo más importante, no tenemos ciberbullying. Eso es muy relevante, porque en Chillán hemos tenido muchos problemas con el ciberbullying, incluso casos de suicidio de estudiantes. A veces no sabemos qué ocurre y luego se constata que el hostigamiento se produce a través del celular. ¿Cómo iniciamos este desafío? En el año 2022 se realizó el consejo de evaluación anual de la Escuela República de España y, en el ámbito de convivencia, surgió una lluvia de ideas. Debo señalar que llevábamos mucho tiempo sin celulares en las clases, porque antiguamente los profesores iban con una cajita, solicitaban el celular a los estudiantes y luego lo devolvían. En 2022 los retiraban en la cajita durante los periodos de clases. Pero, al evaluar la situación, los docentes nos señalaron que no optimizábamos el recurso del tiempo para el aprendizaje: se demoraba mucho en que los niños entregaran su celular y, además, el clima no era propicio para iniciar la clase.
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Había estudiantes que no querían entregar su celular; se enojaban y no contábamos con las condiciones emocionales adecuadas para el aprendizaje. Evaluamos el sistema de la “caja” para los teléfonos y se planteó la prohibición del uso del celular durante la jornada de clases para todos, pues antes la “cajita” la implementaban voluntariamente algunos docentes para pedir los celulares en su clase. Lo discutimos en el Consejo de Evaluación y luego lo llevamos al Consejo Escolar, donde están representados todos los estamentos: apoderados, docentes, asistentes de la educación, Dirección y estudiantes. En el Consejo Escolar se aprobó la medida por unanimidad. Como no estaba reglamentada y, siendo un colegio municipal, si había apoderados que no estaban de acuerdo se nos hacía muy difícil; por ello tuvimos que firmar un acuerdo con los 500 apoderados. Se incorporó la prohibición en el Reglamento Interno de Convivencia Escolar y se dejó constancia de la medida en los espacios del colegio. La Asociación Chilena de Seguridad nos apoyó enviando afiches de “no usar teléfono celular” para colocarlos en toda la escuela. La medida causó sensación en Chillán; lograr la firma de los 500 apoderados fue muy desafiante y nos posicionó. Contamos con una carta dirigida a la Dirección por parte del Centro General de Padres, respaldando la medida del no uso de celulares por parte de los estudiantes. Pequeños grandes cambios que hacen una gran diferencia: volvieron las conversaciones y los juegos entre estudiantes; los recreos son más seguros y cordiales, sin miedo al ciberbullying, porque antes temían ser grabados y luego venían los memes y las bromas de mal gusto. Observamos un mejor desarrollo de habilidades sociales. Nos llamó una radio; fueron a ver los recreos y les gustó. Luego llegaron todos los medios de comunicación de Ñuble. El Diario de Ñuble tituló: “Escuela Reyes de España de Chillán le dice adiós a los celulares de sus aulas”, y recibimos 1.928 comentarios, en su mayoría excelentes. Algunos ejemplos: “Excelente iniciativa que se debería replicar en todos los establecimientos educacionales”; “Sólida la Escuela España, con proyectos reales en ayuda a su comunidad”; “Excelente iniciativa que ha dado resultados favorables para la educación”. Personas de todo Ñuble, que no conocíamos, aplaudieron la medida. No imaginamos el impacto: nos vimos rodeados de periodistas; nuestra directora, que no es periodista, debió atender numerosas consultas sobre cómo logramos que 500 apoderados firmaran el acuerdo. Esa carta del Centro General de Padres fue crucial, porque a alguien no le gustó la medida y, por Ley de Transparencia, nos solicitaron toda la documentación para intentar presentar una denuncia. La carta de los apoderados, solicitando que nos dejen educar a sus hijos y manifestando su conformidad con la regulación del uso de dispositivos, fue determinante. Debo señalar que muchos padres se veían —y se ven— sobrepasados y nos piden ayuda. Por ejemplo, un niño llegaba tarde todos los días; su padre nos decía: “No tengo cómo quitarle el teléfono”. El niño se quedaba hasta la una o dos de la madrugada conectado, y debía levantarlo a las seis para que llegara temprano; era inviable. Ahora que todo está reglamentado, sin proponérnoslo, estamos ayudando también a las familias mientras buscábamos mejorar los aprendizajes. Nos ganamos su cariño y hoy somos una escuela mancomunada con su Centro General de Padres.
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Con sus estudiantes, con los apoderados, con todos. Si me permite, voy a referirme a la cabina; es una diapositiva. ¿La conoce usted? No todo ha sido color de rosa: cuando los niños empezaron a jugar en los recreos, tenemos muchos niños TEA (condición del espectro autista). Al escuchar tantos juegos y gritos, maravillados, comenzaron a desregularse. Analizamos por qué y concluimos que era el ruido que hacían nuestros estudiantes. ¿Qué hicimos? En los recreos interactivos, si vieron niños pintando, es porque pueden optar por pintar o jugar en otra parte de la escuela; debemos considerar todas esas aristas. También juegan, y les enseñamos a regular el ruido. Esto es muy impactante. No sé si se va a escuchar, y de no ser así no tendrá el impacto debido; si lo requieren, podemos volver y traerlo como corresponde. Realizamos un estudio e implementamos una cabina sensorial de la empatía, precisamente para que los demás pudieran regular su ruido. Es muy impactante ver cómo observan y escuchan. Con esta cabina llegamos a la Comisión de Diputados de SENADIS, y ellos iban a oficiar al Ministerio de Educación, destacando que sería muy importante contar con esta cabina en todas las escuelas. Me hubiese gustado que la pudieran ver, pero quedan todos invitados a Chillán, a la Escuela España; de lo contrario, no se logra la sensación ni la emoción que necesitamos transmitir si no la pueden escuchar. Por ello, me gustaría que más adelante se nos invitara a presentarla, porque cuando se habla de educación debemos hablar con todos los estudiantes y considerar a todos nuestros estudiantes. Muchas gracias, Marisol. Mi orientadora: Sí, deseo hacer hincapié en algo tremendamente importante de este proyecto maravilloso, que está cambiando en parte el paradigma que hemos sostenido como sociedad: hemos recuperado el vínculo directo con la comunidad a través de los apoderados y de los padres. Si todos recordamos por un momento cuando éramos niños y había reuniones de apoderados, y el papá decía… Si uno sabía que se había portado mal, que había una anotación negativa o una mala nota, los niños quedaban expectantes respecto de cómo regresaría el papá a casa después de informarse de ese comportamiento. Aunque pudiera parecer lapidario, antiguo, era muy valioso, porque se retomaba la comunicación. Eso es lo que también está sucediendo hoy con nuestros padres y apoderados: mantienen una comunicación muy buena con sus hijos y, de esa forma, nosotros como escuela podemos desarrollar todos nuestros programas, todo lo diseñado para el aprendizaje, porque el aprendizaje no se reduce solo a los contenidos. Hoy debemos prestar mucha atención a las emociones y sensibilidades de nuestros estudiantes, de nuestra juventud en general. Con ese estrecho vínculo con la familia podemos trabajar, saber en qué están, evaluar y hacer ajustes. Eso ha dado resultados, como mencionó la directora, en esos porcentajes estadísticos maravillosos: los resultados del SIMCE, la buena asistencia y el hecho de que los niños llegan contentos a clases. Un simple ejemplo: hay un grupo de entre 16 y 20 niños que viaja desde Cato a la escuela. Se levantan a las cinco y media de la mañana y, además, caminan por un camino sin pavimentar, lleno de pozas de agua, hasta la ruta a Cato, donde los pasa a buscar el bus de la escuela. Llegan muy temprano. A mí, que también estoy muy temprano en la escuela, me impresiona ver cómo bajan del bus, casi como una estampida, abriendo las puertas, felices de llegar. He trabajado en el sistema privado, en Santiago, y les aseguro que no lo había visto.
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Ellos vienen con felicidad a clases y se sienten muy acogidos por todo lo que les entregamos. Para terminar, solo agregar lo siguiente: soy una de las profesionales que sale a recreo con los estudiantes y doy fe de lo importante que es esta ley. Sacar los teléfonos y ver a nuestros niños desarrollando su pensamiento creativo, que hoy les cuesta, es fundamental. Tenemos niños frustrados porque están con el teléfono a un clic; cuando se enfrentan a situaciones que ya no les son comunes —jugar, compartir, explorar su colegio— se les hace difícil. Al aprobarse esta ley, tendremos niños con una mente más desarrollada, capaces de integrarse mejor. Será un aporte no solo para los establecimientos y sus resultados, sino también, como decía la directora, la señora Marisol, para trabajar con los padres. Tenemos papás que trabajan de sol a sol, y que podamos aportar con este granito de arena es muy importante. Agradecemos a la Escuela Reyes de España, de la ciudad de Chillán, que nos acompañó hoy, y su trabajo, porque este es un esfuerzo que han debido realizar. Los establecimientos públicos, a diferencia de los privados, requieren un trabajo previo importante con la comunidad. Eso debe considerarse al legislar: de poco sirve la ley si no existe la voluntad de las comunidades escolares para avanzar en esto. Agradecemos infinitamente el viaje, la exposición y la experiencia que nos han compartido a partir de lo vivido en la Escuela Reyes de España. Muchas gracias por escucharnos; esperamos que esta ley salga pronto, porque es muy necesaria. También esperamos mostrarles nuestra cabina sensorial de la empatía en una próxima oportunidad. Quisiera compartir mi experiencia personal con la cabina sensorial: es increíble, porque uno dentro de la cabina no dimensiona hasta que se pone en el lugar del otro y percibe cómo siente un niño con condiciones especiales. Eso es muy relevante, y en la medida en que toda la comunidad escolar lo conozca, contribuye a la convivencia al interior del establecimiento. Senador Kast: Muy breve. Primero, agradecer. Solo preguntar cómo esto conversa con otras actividades de los niños y niñas en el colegio, como las actividades extraprogramáticas, el deporte, la música. Hemos hablado mucho del celular, que aquí estamos apoyando con mucha fuerza. Les quiero decir, señor Presidente, que una de las publicaciones que mayor interacción y convicción ciudadana generó en mis redes fue cuando informé que aprobamos en general este proyecto. Me interesa mucho, pero también quisiera que nos cuenten cómo ven, en la evolución del colegio —y no quiero atrasarme porque sé que tenemos harto en la agenda—, el tema de lo extraprogramático. Ustedes dijeron algo muy lindo: que los niños y niñas están cada vez más presentes, que les dan ganas de ir al colegio. ¿Cómo las otras actividades, que no son la típica clase de matemática y lenguaje —que son muy importantes—, han jugado un rol en el colegio? Respuesta: Como muchos colegios, contamos con numerosas actividades extraprogramáticas. Lo que se mostró fueron los recreos interactivos; eso es distinto de las actividades extraprogramáticas que se realizan en la tarde. Tenemos, por ejemplo, una niña pianista que el año pasado recorrió Sudamérica y llegó a Estados Unidos. También deportistas que, desde la Escuela Reyes de España, representan a Ñuble en las Olimpiadas; el año pasado, la única escuela municipal que tenía un niño en las Olimpiadas era la Escuela Reyes de España de Chillán. El resto de las actividades extraprogramáticas se desarrolla con normalidad; no eran parte de la presentación. Los niños siguen siendo felices y están contentos. Nos llama la atención que talleres que teníamos cuando éramos pequeños, como manualidades, hoy vuelven a ser muy preferidos, incluso por niños muy inquietos.
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Tejiendo, entonces uno queda como: “Oh, miren, ahí está el niñito; miren cómo teje”, y tejen; la concentración que ellos demuestran en esas manualidades y en la greda con la que trabajan es bastante importante. Yo creo que la educación, si ustedes me permiten, tiene que ir primero al encuentro del estudiante como ser humano. Y luego, cuando el estudiante ya esté afiatado, comenzar con lenguaje y matemáticas, como lo hacen en otros países desarrollados. Me preocupa, por ejemplo, que en cuarto básico tengamos que medir ya nuestro SIMCE, cuando los niños deberían estar, a lo mejor, en otra situación. Pero sí: hay muchas actividades extraprogramáticas; los niños se desarrollan allí, y también usamos esas actividades para trabajar lenguaje y matemáticas, y sí, lo hacen. Gracias, Marisol. Me indican que ahora podemos ver el video. El video de la cabina es muy importante, porque lo que sucede ahí es que enseñamos a nuestros apoderados y a nuestros estudiantes a ser empáticos con nuestros niños CEA o TEA. Tenemos aproximadamente 50 estudiantes TEA o CEA, de una matrícula total de 550. Hicimos esta cabina pensando en nuestros recreos, pero luego la extendimos al resto de nuestros estudiantes. Incluso fuimos a la Plaza de Chillán y instalamos la cabina allí, y realmente los padres —personas que no conocíamos— que entraban a la cabina salían diciendo: “De verdad nos impactó”, porque nosotros solemos llamarles la atención a nuestros hijos y no sabíamos lo que ellos pensaban, veían o escuchaban. Salían padres muy, pero muy emocionados. Ahí se ve a una madre entrando con su hijo a un mall, un hijo CEA, y se escucha reiteradamente: “No, no, no”.
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Realizamos una encuesta a todos nuestros socios, a quienes les hicimos varias preguntas en torno al uso del celular, su prohibición y cómo lo estaban implementando. Carol les va a presentar los resultados, porque es importante mirar también los números y cómo les ha funcionado a colegios que lo han aplicado: hay establecimientos que llevan 15 años sin celulares, es decir, desde los inicios de su uso; otros 10 años, otros 5 y otros menos tiempo, pero, en general, no han permitido el uso de celulares. Carol, te dejo para que expongas los resultados, que creo pueden ser de ayuda. Como señala Ann Marie, para nosotros es muy importante transmitir información con datos, para dimensionar lo que ocurre tanto en los colegios municipales o subvencionados como en los particulares, porque esta es una realidad que afecta a todos por igual. Y, como dice Gabriela Mistral, los niños necesitan nuestra atención ahora: el futuro de los niños es hoy, no es mañana. En la encuesta, la primera pregunta general fue si existe o no una norma para el uso de celulares. La inmensa mayoría, el 70,6%, tiene totalmente restringido su uso; un 20,6% lo permite para actividades pedagógicas previamente definidas; aproximadamente un 2% lo autoriza solo cuando lo solicita el docente, y cerca de un 6% lo permite en los recreos. Creemos fundamental conocer la realidad chilena —tal como se acaba de presentar desde Chillán—, y en esa línea retomo lo planteado por el diputado Martínez y el ministro Cataldo en sesiones previas: podemos hablar de estudios internacionales, pero nuestra realidad tiene características propias —acceso a Internet, número de dispositivos—; de hecho, todos nosotros los usamos y caemos en revisarlos cada cierto tiempo. En los colegios que entrevistamos, esta es la situación. También preguntamos si existe diferencia entre enseñanza básica y media, considerando el debate sobre si la medida debiese aplicarse a todos los niveles o solo a los más pequeños. Entre los colegios que respondieron, la mayoría (64,7%) mantiene la misma normativa para todos los niveles, desde prekínder hasta cuarto medio, mientras que el 35,3% establece diferencias, principalmente vinculadas al uso pedagógico en actividades de ciencias, ocasionalmente en música y, en algunos pocos casos, en recreos. Respecto de las estrategias más utilizadas para el control del uso del celular, se observan prácticas comunes en todo tipo de colegios. Queremos mostrar sus aspectos positivos y los desafíos que presentan, recordando que cada establecimiento es distinto. Por ejemplo, en un colegio con 2.000 alumnos, recolectar celulares en una caja cada mañana puede significar perder entre media hora y una hora. - Guardar los celulares en cajas centralizadas: como aspecto positivo, existe un control general a nivel de colegio. El desafío es que recogerlos, guardarlos y entregarlos toma mucho tiempo en establecimientos con alta matrícula, y se han reportado pérdidas y robos. En línea con lo expuesto por el señor Luis Castro, de la Biblioteca del Congreso, es deseable que la normativa no implique una carga adicional para los colegios, especialmente en el rol de custodio: quién se hace cargo de la custodia cuando se confiscan o resguardan los celulares. - Mantener los celulares por sala (en una caja o en un organizador tipo zapatero instalado en los muros): tiene elementos muy positivos, porque los profesores se suman a la iniciativa y los adultos se involucran; es un sistema transparente. El desafío es que el celular sigue estando en la sala, visible, y por lo tanto los alumnos pueden distraerse.
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Y algunos alumnos ya se han dado cuenta de que pueden dejar un celular antiguo y, después, llevar el celular nuevo en sus bolsillos. Por eso hay que conocer la realidad del país. La tercera opción es que se permita que los tengan en sus mochilas y se soliciten solo para fines pedagógicos. Positivo: se da un buen uso a la tecnología, ya que está mediada por un adulto; pero, cuando se pide, también existe el riesgo de que tengan acceso a juegos y plataformas, y es difícil el control. Y lo último es que se prohíba totalmente el ingreso de los celulares al colegio. Positivo: no hay distracción, no hay robos, no hay pérdidas; pero, como desafío, se pierde la posibilidad de poder trabajar con ellos en un ambiente pedagógico y, en algunos casos, algunos colegios señalaron que han tenido problemas por la diferencia que se hace con los alumnos con necesidades educativas especiales. Esas, a grandes rasgos, son las principales alternativas que hay. Si se restringe la normativa, ¿debería extenderse la restricción del uso de celulares a otros dispositivos? El 55,9% dice que sí y el 44,1% dice que no. ¿Por qué creemos que esto es tan relevante, sobre todo ahora que están en la discusión de este proyecto? Porque hay que incluir todos los dispositivos. Hoy en día el abanico es muy, muy grande. Hay que pensar que estamos hablando con la generación Z y la generación Alfa, que ya vienen con otro chip mental. Y eso podría, si queda así estipulado, evitar ambigüedades de que algún dispositivo sí y otro dispositivo no. Después, como bien señalaban aquí la directora y el equipo de Chillán, respecto de los reglamentos internos: sí, el 100% de los colegios ya los tiene. Existen medidas formativas y, si se incumplen, también medidas disciplinarias. Y eso ya se está haciendo. Esto para nosotros es muy importante, porque, sin duda, tiene un efecto positivo que no tengan celulares en los colegios. Pero es una realidad que los niños tienen celulares. Entonces, ¿qué pasa en los horarios fuera de los colegios? Preguntamos si han tenido problemas de convivencia fuera del horario escolar, en las noches o incluso en vacaciones, y el 94,1% dice que sí. Aquí es muy importante —y muchos de ustedes han participado en esa discusión— tomar nota de las intervenciones de los senadores Espinosa, Castro, Kast y Sanhueza, quienes señalan que el rol de las familias y de los adultos es tremendamente importante. No sacamos nada con tratar de tapar el sol con un dedo y decir que esto va a eliminar todos los problemas, porque es algo cultural, es algo mucho mayor. Eso, para nosotros, es fundamental. Tenemos algunas observaciones que nos gustaría compartir con ustedes, a grandes rasgos. Yo soy directora de un colegio en Talagante y, como todos los directores, estamos sobrecargados con regulaciones, protocolos y leyes que nos están afectando, que hoy día nos tienen abrumados no solo a los directores, sino también a todos los equipos, incluso a nuestros profesores dentro de las salas de clase. Entonces, lo que estamos diciendo es que es importante que esto no produzca una sobrerregulación. Es importante que, cuando se vaya a hacer la ley, quede redactada de tal manera que permita que cada uno de los proyectos, que son distintos, pueda definir cómo va a manejar esta prohibición de uso: prohibición total; prohibición dentro de un ambiente pedagógico; que se guarden los celulares; o que se dejen afuera. Porque, si sobrerregulamos, seguimos tensionando este ambiente que hay en este minuto en los colegios, donde realmente el nivel de estrés es enormemente grande. Hay un estudio de un investigador escocés que dice: a mayor distancia del celular, mayor concentración y menos ansiedad. Eso lo tenemos todos claro. Pero si vamos a producir una ley que va a provocar ansiedad —no en nuestros estudiantes, sino en las personas que trabajan con ellos—, eso finalmente también incide en nuestros estudiantes. Por tanto, es importante advertir el riesgo de aumentar la carga administrativa en vez de aliviarla con sacar el celular de la sala, que sí es un problema. Y yo quiero recalcar lo que decía Carol: es importante que hoy día las familias, los tutores, los apoderados se hagan cargo de lo que implica
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Entregarle un celular a un niño o a un adolescente plantea desafíos, porque la mayor parte de los problemas de ciberacoso o de las dificultades que observamos ocurren fuera del horario escolar: a las dos o tres de la mañana, en vacaciones. También debemos hacernos cargo de esa dimensión: son los apoderados quienes tienen que definir desde qué hora hasta qué hora sus hijos podrán usar el celular y, aunque la ley no puede prohibirles entregarlo, sí puede sugerir buenas prácticas y, de alguna manera, hacerlos responsables cuando, por un uso indebido del celular, su hijo daña a otra persona o a otro estudiante. Compartimos plenamente el objetivo y el espíritu del proyecto; sin embargo, es importante precisar qué se fiscalizará una vez publicada la ley, porque —como señala Anne-Marie— allí se genera burocracia y carga adicional. ¿Qué se va a fiscalizar? ¿Nuevos protocolos, funcionarios especializados, etc.? La segunda observación valora la idea de realizar campañas informativas para las comunidades, pero es crucial definir quién las ejecutará, a quiénes estarán dirigidas y resguardar que el rol de los colegios siga siendo pedagógico, enfocado en formar en el uso responsable de la tecnología. La tecnología tiene múltiples beneficios; hay que enseñarlos, y ese debe ser el rol de los colegios. Invitamos a que otros actores se sumen a estas campañas y al cambio cultural: ojalá el Ministerio de Salud, el Ministerio de Transporte —es decir, que no recaiga todo en los colegios, porque es imposible—, así como las empresas de comunicaciones y de tecnología. Se ha difundido mucha información sobre la responsabilidad de estas empresas: Carolina Pérez aludía a la existencia de responsabilidad en Estados Unidos; el presidente de los colegios británicos envió tiempo atrás una carta a la prensa sobre casos en Europa. Entonces, ¿de quién es esa responsabilidad? En el punto 3, detectamos en el proyecto que, si bien compartimos la necesidad de excepciones para alumnos con necesidades educativas especiales y para casos de enfermedad o condiciones de salud, solo se exige diagnóstico médico en estos últimos. Consideramos que ese mismo requisito debe aplicarse a los alumnos con necesidades educativas especiales, de modo de evitar la ambigüedad de que los apoderados o alguien cercano determinen por su cuenta la necesidad de uso de celular. Esto debiera regir para todos los niveles. Por último, respecto de las actividades en los recreos —instancias de socialización, actividades deportivas y comunitarias—, en nuestros colegios hemos observado un aumento del juego y de la conversación: juegos de naipes, juegos de mesa, torneos de fútbol, ping-pong, taca-taca y muchas actividades de lectura impulsadas por los propios alumnos. Es importante considerar quién liderará y supervisará estas actividades, entendiendo que los recreos son un espacio de descanso para los docentes. No debe asumirse que serán ellos quienes las conduzcan; más bien, pueden ser oportunidades para promover el liderazgo del centro de alumnos, la creatividad, la resolución de problemas y el juego libre, sin que todo esté excesivamente normado. Para cerrar, sabemos que los celulares afectan la atención. Tres propuestas: uno, que la restricción general se aplique a todos los alumnos desde pre-básica hasta cuarto medio, pero que los colegios tengan autonomía para determinar su uso con fines pedagógicos; es importante validar el uso de la tecnología como beneficioso y permitir que cada establecimiento se adapte a su realidad. Dos, promover la autonomía de los establecimientos y fortalecer el rol docente y directivo. En las discusiones se dieron muchos ejemplos de países donde se entrega a los colegios y a las escuelas la capacidad de diseñar sus propios programas.
Fragmentos 1-10 de 27 (13 disponibles públicamente)

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