En nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión. La señora Secretaria dará lectura a la Cuenta, si la hubiere.
Señor Presidente, hay solamente una solicitud de la diputada Ana María Gasmuri para asistir y efectuar una breve exposición de tres minutos; es lo único que tenemos registrado en la web. Vamos a iniciar el trabajo de la Quinta Subcomisión con el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, Partida 19. Saludamos al señor Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, bienvenido, a sus Subsecretarios de Transportes y de Telecomunicaciones, y a los directores y directoras de los servicios presentes. Agradecemos su presencia.
Iniciamos el trabajo de esta Quinta Subcomisión. Si le parece, señor Ministro, abra usted señalando las orientaciones y los énfasis del Presupuesto 2026 de su Ministerio, que, entiendo, a diferencia de otros, presenta un incremento. De modo que dejamos los pañuelos que utilizamos profusamente ayer con Obras Públicas. Le pedimos, eso sí, que sea lo más breve y sucinto posible, para luego entrar al detalle que cada Subsecretaría y cada área nos presentará. Tiene la palabra.
Muchas gracias, señor Presidente. Es un gusto estar nuevamente, en este que es mi cuarto año, ante esta Comisión de Presupuestos. Lo que voy a presentar se antecede brevemente por algunos elementos ocurridos entre 2022 y 2025 en la cartera, temas que han interesado a esta Comisión y que es relevante que conozcan.
En primer lugar, abordaré materias asociadas a las regiones en las cuales hemos estado trabajando. Ustedes cuentan con la documentación, por lo que no entraré en todos los detalles. Quisiera destacar que hemos avanzado significativamente en sistemas regulados de transporte público mayor urbano en regiones durante este período de gobierno, lo que ha permitido expandir la cantidad de buses y sistemas regulados. A modo de contexto, a inicios de 2022 teníamos cerca de 4.500 buses regulados —esto es, buses sometidos a exigencias de frecuencia y horarios— y hoy hemos pasado a 9.300, con presencia en 14 regiones, prácticamente duplicando la cobertura.
En electromovilidad, ya comenzaron a operar los primeros buses eléctricos en distintas regiones. Cuando se inició el gobierno teníamos cero; hoy contamos con 216 buses eléctricos en operación. Esperamos que, hacia fines de este gobierno, deberían ser 450 buses eléctricos distribuidos en 11 regiones, y para 2027 deberían superar los 1.000 buses en operación en regiones, lo que constituye una muy buena noticia.
Otro ámbito, quizá más silencioso pero clave, es el despliegue del sistema de recaudo electrónico. Cuando llegamos no había ningún sistema de recaudo electrónico en regiones; hoy tenemos seis sistemas de pago electrónico operando y cuatro adicionales implementados por los propios operadores, alcanzando a casi 7 millones de habitantes que realizan su pago cotidiano fuera de Santiago en forma electrónica.
Como es natural, hemos avanzado en la conectividad de zonas aisladas y rurales —incluidos servicios lacustres y marítimos—, y también, muy importante, en la regulación del sistema del Gran Valparaíso. Estamos en proceso de licitación de los buses del Gran Valparaíso, un anhelo largamente esperado y la mayor licitación realizada en el país fuera de Santiago, lo que permitirá modernizar flota, terminales y operación.
Siguiente lámina, por favor. Me gustaría que, con esta lámina, se hagan una idea del proceso: aquí se detallan sus principales etapas. Una lámina atrás, por favor, Marco. A continuación presentaré sus componentes.
Niveles: 0 es nada, no regulado; 1, que los buses ya tienen GPS; 2, que hay un perímetro negociado con los operadores; 3, que el perímetro es el resultado de un concurso; 4, alto estándar; y 5, alto estándar con buses eléctricos. En las siguientes láminas, de norte a sur —son tres y no las detallaré—, se presenta, región por región y ciudad por ciudad, el avance que hemos tenido, no solo en recursos para la regulación, sino también en incorporación de buses de alto estándar. Los códigos QR identifican ciudades en las cuales ya contamos con recaudo electrónico. Cuando aparece el GORE —y esto es muy importante a la luz de lo trabajado el año pasado—, significa que hay recursos del gobierno regional involucrados. Recordemos que la ley de subsidio al transporte público radica la mitad de los subsidios en los gobiernos regionales; por lo tanto, cuando hablamos de avances en movilidad en regiones, la mitad de esos recursos no está en manos del ministerio y exige un trabajo conjunto para que eso ocurra.
Dentro de lo más emblemático, como pueden ver, hay un esfuerzo por avanzar en casi todas las ciudades. En el caso de Copiapó, recuerdo que el presidente de la comisión me señaló que debíamos tomar una ciudad y abordarla a fondo; y eso haremos en Copiapó. Habrá un sistema de recaudo electrónico, se incorporarán 121 buses eléctricos donde casi no había, y esperamos que en las próximas semanas eso se inicie, de modo que sea una transformación que muestre de forma rotunda en qué puede convertirse el transporte público y cómo puede transformar la ciudad.
El último tema que quiero tocar, antes de pasar a los aspectos relevantes del proyecto de Presupuesto 2026, es la evasión tarifaria, siempre de preocupación en esta comisión y motivo de múltiples conversaciones. La evasión en Red Movilidad es, sin lugar a dudas, el principal lunar del sistema. Hemos estado trabajando para abordarla no solo con un plan antievasión que contempla distintos ejes —fiscalización, control de acceso, tecnologías como el QR, educación y coordinación intersectorial—, sino también mediante un proyecto de ley muy coordinado con el diputado Bianchi. Él tenía una iniciativa en la misma línea; se refundieron ambos proyectos y esa propuesta avanza bastante bien para robustecer la fiscalización de la evasión y, al mismo tiempo, generar más mecanismos para que las personas puedan pagar.
Como pueden ver —y es una satisfacción—, la tabla muestra que la demanda ha ido al alza. Eso es muy positivo. Al final, lo que nos interesa —y supongo que también al presupuesto— es que los generosos recursos destinados al transporte público se traduzcan en personas que se mueven; no en buses o trenes que se mueven, sino en personas que usan los servicios. En ese sentido, el crecimiento, entre 2022 y 2024 al cierre del tercer trimestre, en buses, Metro y tren, es muy elocuente. También nos preocupa la evasión tarifaria, y observamos que los esfuerzos que estamos haciendo —mejorar la flota, extender el sistema, reducir la evasión, reforzar la fiscalización, entre otros— han logrado bajar la evasión desde el 45,8% en 2023 a 36,5%. Son avances todavía insuficientes; seguimos trabajando, pero son nueve puntos porcentuales, que no es nada menor.
Ahora, presidente, comenzaré con los aspectos relevantes del proyecto de Presupuesto 2026. Haré un barrido muy breve de algunos puntos que me parece importante destacar, para después pasar, si le parece, por la Junta de Aeronáutica Civil, seguir con la Subsecretaría de Telecomunicaciones y cerrar con la Subsecretaría de Transportes, que es la más extensa, y de esa manera quizás las dos primeras unidades puedan…
—Un segundo: el diputado Carlos Bianchi quiere hacer una consulta.
—Sí, pero muy breve. Escuché atentamente la primera presentación del ministro; aprovecho de saludarlo a él, al subsecretario y a todos los presentes. Solo, por su intermedio, presidente: ministro, ¿hay alguna urgencia que el Ejecutivo haya puesto al proyecto de evasión que está acá en el Senado?
—Sí, está con urgencia.
—Dado que, para tener claro más o menos el panorama del tiempo en que esto se va a ver, si todavía está en la Comisión de Transportes del Senado, para que podamos solicitar —además— la urgencia, porque es un proyecto, como usted bien lo ha señalado, extraordinariamente relevante, más aún con la situación económica que estamos teniendo como país…
—El proyecto está en la Comisión de Transportes del Senado.
...y la suma urgencia, si no se ha dispuesto, nos parece de la mayor relevancia; entiendo que se abordará mañana. —Ah, perfecto, gracias. —Gracias, Ministro. ¿Podemos continuar?
Muy bien. Dentro de los aspectos más relevantes del proyecto de Presupuesto 2026, hay distintos tipos de reasignación: reasignaciones asociadas a la rebaja de tarifas de adultos mayores en regiones y al Fondo de Apoyo al Transporte Público y Conectividad Regional, con el propósito de implementar el soporte a la operación de la modernización del sistema de transporte público mayor del Gran Valparaíso. La licitación del Gran Valparaíso requerirá una oficina con personal capaz de gestionar esos contratos, de manera similar a lo que tenemos en el sistema de Red Movilidad en Santiago. Ese soporte está contemplado en este presupuesto.
También se crea una asignación para dar continuidad, durante 2026, a los servicios comprometidos asociados a la tarifa rebajada de adultos mayores en regiones, que no es parte del espejo permanente administrado por subsidios. Se asegura, además, la cobertura del transporte regulado en regiones y se incrementa la flota de buses eléctricos en 208 unidades.
Importante también: se generan recursos para la gestión del transporte regional, como la plataforma de cálculo de indicadores de cumplimiento, la aplicación Red Regional y otras herramientas para planificar y gestionar el transporte público en regiones. El esfuerzo que hemos hecho por llegar con buses de mejor estándar y con mayor regulación exige una autoridad que supervise adecuadamente su cumplimiento, y aquí hay recursos para ello.
Muy relevante: entra en operación plena la Ventanilla Única Marítima. Este sistema permite que, cuando llega un barco a nuestros puertos, se enfrente a un único sistema de documentación, lo que no solo agiliza los procesos, sino que además debiera generar ingresos por mil millones de pesos al año, más que justificando los recursos destinados a su ejecución y operación. La plataforma ya está operativa en todos los puertos del Biobío, en puertos de Coquimbo, La Serena y en toda la zona norte. Estamos ad portas de iniciar en la Región de Valparaíso.
Hay soporte para la operación y la gestión de información del sistema de Red Movilidad, con campañas comunicacionales habituales de antievasión, y soporte para la aplicación Red Movilidad. Quisiera destacar que lo de la app ha sido notable: hoy, en 51 comunas de Chile fuera de Santiago, las personas pueden saber cuánto falta para que llegue el bus, lo que cambia significativamente sus condiciones de viaje. También es útil para los conductores, que pueden ver la distancia respecto del bus anterior y posterior, ayudando a mantener la regularidad.
Se asegura la continuidad de la inversión en infraestructura pública a nivel nacional; contamos con un diagrama que muestra su distribución regional. Asimismo, se amplían los sistemas de control de tránsito y la construcción e integración de semáforos en distintas regiones del país. Hay un esfuerzo por una mejor coordinación y, finalmente, se da continuidad operativa a los servicios ya implementados, asegurando correcto funcionamiento y eficiencia.
Eso respecto de Transporte, entre los temas más destacados. En Telecomunicaciones se otorga continuidad operativa a todos los servicios implementados, se continúa con el proyecto de Fibra Óptica Nacional y se consideran algunos arrastres del Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones, que podemos detallar. En materia de la Junta de Aeronáutica Civil, también se da continuidad operativa a los servicios, asegurando el adecuado financiamiento y eficiencia.
Siguiente, por favor. Estos son los indicadores generales a nivel del ministerio, desglosados por subsecretarías y la Junta de Aeronáutica Civil. Como pueden ver, el proyecto de ley presenta una variación positiva de 7.000 millones, equivalente a un 0,4% de aumento, concentrado totalmente en la Subsecretaría de Transportes, porque tanto Telecomunicaciones como la Junta de Aeronáutica Civil disminuyen su presupuesto respecto del presente año.
Dicho eso, Presidente, me gustaría darle la palabra a los encargados de cada una de las tres unidades; si me permite, sugiero comenzar por la Junta de Aeronáutica Civil.
—Sobre esta parte, ¿consultas a los integrantes de la Quinta Subcomisión? Diputado Carlos Bianchi.
—Gracias. Mire, más que una pregunta, este es el último presupuesto que nos toca con esta administración. Y hemos estado, por lo menos los aquí presentes, en muchas otras administraciones y trabajos. Quiero destacar el trabajo de este equipo humano, que está aquí presente. Efectivamente, hemos podido ser testigos de avances y reformas significativas; la última, la de cabotaje, aprobada ayer en Chile.
Por lo tanto, Presidente, sé que esta constancia que voy a dejar no sirve más allá de las palabras; es el sentir que tengo: felicitar el trabajo encabezado por el Ministro y todo el equipo humano, que será de gran aporte el día de mañana para el mundo privado y para la academia. Agradezco estos cuatro años en que hemos estado trabajando en las comisiones y en la subcomisión.
En general, pese a las diferencias que hemos tenido, Ministro, reconozco el trabajo y los avances en algunas áreas. El tema de trenes, sin duda, es complejo por las dificultades que conlleva y lo difícil que es rentabilizar un negocio así hoy en Chile. Ha habido un esfuerzo objetivo de este Gobierno en esa área. Valoro el avance normativo en materia de evasión. Se mantiene mi opinión, que usted conoce, respecto de la necesidad de que en ese proyecto de ley debimos haber incorporado otras acciones que promovieran el cambio conductual.
Insisto: hay acciones que van en buen camino y que causarán efecto, pero creo que debimos haber puesto toda la carne a la parrilla, siempre que no implicara costos sustanciales. ¿Qué problema había? La restricción de salida del país, como existe en distintas materias, es una medida restrictiva que, estoy seguro, modifica conductas. Quien va a viajar al extranjero debe pasar por Aduanas y por controles; por lo tanto, si tiene una multa por evasión en el Transantiago, la paga o no sale del país. Le aseguro que la va a pagar y que, en el futuro, estará mucho más consciente y atento a aquello. Incrementar aún más las multas es necesario, pero por sobre todo hay que ir colocando un cerco de restricciones para quienes, teniendo multas, muchas veces ni siquiera se acercan a pagarlas. Ese es el problema: las multas se cursan, pero no se pagan.
Veamos el impacto de todo lo que avanzamos en el cuerpo normativo que hemos aprobado. No hemos avanzado sustancialmente en la rebaja de la evasión ni del subsidio que se entrega al Transantiago. Eso es real y hay que asumirlo. No tenemos algo para festejar allí. Sigue siendo una parte importante de los recursos que destina Chile para cubrir lo que en parte no pagan los santiaguinos; no todo, pero sí gran parte del déficit que eventualmente tiene el sistema de transporte metropolitano.
Desde regiones vemos, cada cierto tiempo, la presentación de 50 o 100 buses eléctricos muy bonitos, rojos; pero nosotros, ¿qué? Además, todo Chile debe subsidiar porque, a pesar de ese servicio, hay gente que no paga. Seamos objetivos: hay un esfuerzo, pero cambios sustanciales no tenemos. Las cifras globales no se mueven significativamente. Podemos explicarlas, como explica un director técnico el resultado del domingo: jugamos como nunca y perdimos como siempre.
Confío en que parte de lo que se está haciendo dará sus frutos, no ahora; obviamente, lo que hemos desarrollado en el Congreso no puede tener efecto inmediato. Pero creo que ahí faltó un poquito —usted sabe lo que voy a decir—. No quiero abrir la discusión; es, por cierto, mi opinión. Estuve a punto de presentar indicaciones; lo conversé con usted, Ministro, y me pidieron que no enredáramos el proceso. Creo que ese y otros temas podrían incorporarse en el futuro.
Estamos poniendo el cerco con dureza a quienes no pagan, a quienes evaden en el Transantiago y a quienes evaden en muchas otras cosas más; hay muchas multas que en Chile no operan para nada. Eso por un lado. Por otro, y sé que lo veremos en la Subsecretaría y en otras áreas, observamos que algunas regiones han tenido avances sustanciales. Una de ellas ha renovado completamente su flota de buses urbanos, ofreciendo un servicio de transporte público espectacular. Pero el subsidio que se entrega allí es diez veces mayor que el que se entrega en el Maule, o que el que se está proponiendo para Talca. Diez veces más. Si a ustedes les entregaran ese monto a la flota óptima de Talca para el perímetro de exclusión o para la renovación de flota, también tendríamos todos los buses nuevos y los horarios que se requieran; y con mayores recursos podríamos incluso superar aquello. Pero esto funciona con recursos, ministro.
Lo planteo con la mejor disposición, porque lo conversé con el subsecretario. Yo fui seremi de Transportes; conozco el decreto 212 al revés y al derecho, sé de los perímetros de exclusión desde que partieron, y conozco experiencias positivas y negativas, y son hartas; no son pocas, en las cuales la gente no percibe cambios. Para qué vamos a hablar de Valparaíso: deben ser los buses de transporte público más rápidos del mundo, más que el tren bala. Yo conduzco rápido y me superan; creo que todos lo hemos vivido, no estoy exagerando. Bien por los pasajeros que van atrasados, pero la verdad es que asusta. Y tienen una maniobrabilidad que ni le cuento: es como motos. Aquí se implementaron modificaciones, entiendo que hay un perímetro de exclusión, y si usted le pregunta a la gente de Valparaíso —¿hay alguien de Valparaíso aquí?—, la descentralización no funciona mucho: le podrán decir que no ven un cambio significativo en el transporte público, excepto, por cierto, los buses eléctricos, los troles, donde hay un brote verde muy potente que hay que potenciar.
Para terminar, porque tenemos buenas noticias y no mayores complicaciones en este presupuesto de Transportes, le pido que podamos revisar y hacer una pausa, al menos, en el perímetro de exclusión de Talca. Que no quede ninguna duda: me reuní con los gremios y con el seremi; queremos la modernización y el mejoramiento del transporte público urbano. Aquí no se trata de mantener prebendas a operadores que no tienen ganas de cambiar. Pero con los recursos que se están poniendo sobre la mesa, eso es imposible. Va a ser como en Valparaíso: diremos que cambiamos, pero al final del día la percepción de la gente será que no cambió nada. Quizás no podamos —porque es un tema más complejo que en Copiapó— cambiar toda la flota de un golpe, como nos gustaría. Habrá que buscar procesos graduales, pero claramente se requieren mayores recursos desde el Ministerio y, por cierto, apalancar recursos desde los gobiernos regionales. Esto no es una tarea en solitario. Comparto con usted —lo hemos dicho siempre— la crítica de que las lucas del Fondo Espejo que van a regiones se utilizan en temas vinculados, sí, pero que no generan un impacto real en la mejora del transporte público, y esa era la idea original. Se están renovando y chatarrizando buses; para serle franco, se da de baja un bus, por ejemplo del año 85, y se reemplaza por uno del 95: ni siquiera llega nuevo.
Por lo tanto, le pediría instalar una mesa de trabajo y convocar al gobernador regional —quien tiene algo que decir y recursos para esto, y con quien he conversado: tiene la intención de colaborar—, al municipio de Talca —que no conoce este plan y que además tiene buses propios que compiten con el transporte público urbano, una situación bastante particular—, al Ministerio de Transportes y al gremio. El gremio también tiene que cambiar; tiene que entender hacia dónde va esto. Bienvenida una cooperativa o una empresa que agrupe a todos los socios.
No interesa tener un gran empresario dueño de todo el transporte público en Talca; interesa que pequeños propietarios participen como accionistas de una empresa que preste un buen servicio. Ese es el ideal, y no el sistema de asociación gremial que tenemos hoy día, que es totalmente ineficiente, y eso es evidente.
Pero yo le pediría hacer una pausa. Lo que pretenden hacer, si lo quieren hacer, bienvenido; pero debo decirlo, y lo he dicho: esto no va a cambiar el transporte. Vamos a engañar a la gente; no vamos a modernizar la flota ni a mejorar sustancialmente los servicios, porque con los recursos que tenemos puestos ahí no hay posibilidad para eso. Y ese es un imposible que no tiene que ver con su capacidad, ministro, ni con la de su equipo. Ahí hay que hacer un refuerzo adicional y tenemos que ir a buscar voluntades desde el Gobierno Regional, porque allí sí hay recursos importantes.
A eso lo quiero comprometer, y si usted asume el compromiso será un acuerdo de esta comisión instalar, a la brevedad, una comisión que revise la propuesta financiera, que convoque a todas las partes y que, de aquí a diciembre, pueda entregar una propuesta. Porque yo lo conversé con el subsecretario y él coincide conmigo en que los recursos son insuficientes, que no nos alcanzan. Y esa es la verdad. ¿Para qué nos vamos a meter en un problema cuando, a lo mejor, podemos hacer una pausa y desarrollar algo mejor? Cualquiera sea la definición —seguir a rajatabla ahora y no hacer esta pausa, o hacer la pausa—, finalmente será el próximo gobierno el que va a terminar implementando un programa de esta naturaleza. Tratemos de dejarlo bien consolidado y yo estoy seguro de que vamos a poder avanzar y mostrar algo potente.
Eso, por un lado. Y lo último: aplicaciones. Yo, en mi lógica de transporte, siempre he tenido reparos respecto de las aplicaciones, pero es una realidad. El transporte de pasajeros privados vía aplicaciones es una realidad que, en su momento, el Congreso acogió a través de una ley para poder ordenar. El reglamento demoró bastante tiempo en implementarse y hoy día la empresa que debía suministrar la plataforma se cayó. Eso no es responsabilidad de ustedes. Lo único que quiero pedirle, Ministro, es que puedan tener una reunión de trabajo con fiscalización para ordenar los criterios. No me parece razonable que un grupo de personas que tiene una actividad hoy día —y yo creo que la mayoría de nosotros las ocupa; cuando no va en taxi negro o amarillo, la ciudadanía utiliza vehículos de transporte por aplicaciones—, si están esperando una solución y están disponibles, bueno, hay que revisar los criterios de fiscalización. No parece razonable fiscalizarlos con todo rigor cuando lo que no ha operado más bien es la solución desde lo público. Son terceros afectados.
Por lo tanto, si a mí me preguntaran qué es lo que haría, yo fiscalizaría, pero bajo criterios de cumplimiento de la norma que se implementará. Y al que no cumpla, infracción. Pero no corresponde infraccionarlos simplemente por ser aplicaciones y porque todavía no tienen la implementación legal, el reglamento y todo lo que corresponde. Creo que ahí hay que tener criterios y sentido común. Es uno de los sistemas de transporte público que hoy día está trasladando a miles y miles de chilenos. Lo que necesitamos es que, obviamente, caminen hacia un grado de formalización de estándares que establece la ley; pero, la verdad, los criterios de fiscalización hoy día no están claros en cómo se están utilizando. Sé que es un tema que va por otro carril, pero una reunión de trabajo en ese sentido no sería mala, sin dejar de exigir lo que va a venir y lo que tiene que exigirse. Con ese criterio se pueden hacer ambas cosas.
Eso, Ministro, por mi parte.
Diputado.— Palabras van sacando palabras. Trataré de ser más breve. Sí, una de las cosas que preocupa es la ley Uber; creo que para todos es una preocupación. Y me voy a quedar con una declaración suya, Ministro, que señala el compromiso de que, dentro de su mandato y de este Ministerio, efectivamente este tema va a estar resuelto. Pero es un problema. Y recojo lo que dice nuestro Presidente Sepúlveda, Alexis: que, en el intertanto, debiera perfectamente aplicarse el rigor de la ley, aun cuando no esté esta otra reglamentación. Es decir, ¿por qué no? Y con mucha razón el resto del transporte público hace ver este punto. A mí me parece relevante, porque aquí vamos a estar a la espera, a lo menos, de un par de meses más, si es que alcanza esto a dejarse...
Reglamentado dentro de este mandato. Esa es una cosa. Usted, ministro, me dijo hace un ratito que mañana se vota el proyecto de evasión. Y no es así: mañana se aborda, se hace una presentación por parte de ustedes. No responsabilizo a ustedes; responsabilizo al Senado, a la comisión y a quien la presida, en el sentido de que, por razones poco razonables, esto se ha postergado, con el perjuicio que ello tiene para el erario nacional, para el país y para el transporte en general, es decir, para el resto de las regiones.
Por eso insisto en la urgencia suma, ministro, para establecer un plazo a esa comisión, más allá de la pretensión que pueda tener quien la presida y que, por razones poco entendibles, no lo ha tratado con la premura debida, de modo que este proyecto cumpla su objetivo cuanto antes y que entren en vigor lo antes posible todas las medidas que afectan al resto del territorio. Esto es inaceptable. Le pido, estimado ministro, que como Gobierno sean rigurosos en los plazos, para que, más allá de otras pretensiones, prime la cordura y se entienda que este es un proyecto que, por lejos, permitirá al Estado recaudar una cantidad significativa de recursos y hará justicia con las regiones respecto del transporte, como lo decía nuestro Presidente.
Y una última cosa. En ocasiones anteriores hicimos ver la necesidad, por ejemplo en el caso de la región que represento, Puerto Natales. No puedo sino agradecer, una vez más y públicamente, lo que allí se hizo, porque es histórico: habrá nueve buses en una localidad como Puerto Natales, en buena hora. Pero hay un tema pendiente que me reclaman con mucha razón quienes hoy prestan el transporte público: los colectiveros. En alguna conversación —no sé si con el subsecretario— quedó el compromiso de abordar la posibilidad del recambio de estos vehículos por otros de distinta tecnología, etcétera. Ellos me lo han reclamado con fuerza, y les asiste la razón. La llegada de nueve o diez buses a Puerto Natales no debe afectar la otra actividad de quienes prestan el servicio de transporte público —colectivos, taxis, etc.—, sino fortalecerla y entregar un mejor servicio. Me gustaría que pudieran responder a esto y, para que quede como acuerdo, presidente, tener una reunión, aunque sea por Zoom, con este grupo, convocada por ustedes mismos, a fin de dar respuesta a esta reclamación en el marco de la puesta en marcha del sistema. Y no dejar de lado lo que falta: semáforos y todo lo relativo a un mejor tránsito para que estos buses cumplan su objetivo. Gracias.
Perfecto. Ahí están los planteamientos hechos por los parlamentarios. ¿Sería posible tener la respuesta para dejarlo en acta y avanzar en la planificación de la presentación de la Ley de Presupuestos?
Sí. A ver, yo…
Perdón, ministro. Diputado Durán, por favor, siéntese acá. Gracias, presidente. Ahí… No sé si era… a invitar.
A ver, tomando lo que usted decía al principio, diputado, coincido en parte. Fui recogiendo varios temas. Usted mencionaba no permitir que la persona que evade pueda salir del país. No quiero entrar de nuevo en esa discusión; entiendo que es un tema complejo desde el punto de vista de las libertades de las personas. Pero lo que se hizo fue en línea con lo que usted propuso —sé que no es lo mismo, no es lo mismo—: una persona que cae en el registro de evasores no puede sacar pasaporte. Y, si bien para algunos viajes a países vecinos no se requiere pasaporte, va en esa línea.
Y todo lo que se hizo en línea con el proyecto del diputado Bianchi fue extender la vigencia de una persona en el registro de barristas de 3 a 5 años. Es más probable que la persona suspendida se vea enfrentada a la dificultad que usted señalaba; quizás, como dice, no se puso toda la carne a la parrilla, pero algo se avanzó. Yo lo consulté: es absolutamente implementable; basta con que sea parte de la ley. No hay restricción de libertad. En materia de cumplimiento de obligaciones, recuerde que quienes enfrentan situaciones legales, como deudas por pensión de alimentos, no pueden salir de Chile hasta que las solucionen; por lo tanto, aquí tampoco se afecta la libertad.
Además, otro punto, ministro: todos los extranjeros que eventualmente salgan de Chile lo hacen sin pagar la multa, y los chilenos que viajan a países que no requieren pasaporte también pueden irse y, si permanecen largo tiempo fuera, sin pagar la multa. Estas multas tienen fecha. Esto no afecta la libertad; se trata de cuadrar los registros, como se ha hecho con otras plataformas, y créame que operará de manera muy eficiente. Si es posible, incorporemos la indicación acá en el Senado; estoy disponible para ir si esto no va a cambiar mucho más. Esa será una medida efectiva. Piense cuando salen nuestras barras a apoyar a su equipo: el único lugar donde se les puede controlar, donde no puede producirse una aglomeración que permita pasar sin control, es en el control migratorio; tendrán que ponerse al día con la multa si la tienen y, si no, no salen. Créame, ministro, que ese es un camino, entre otros, muy efectivo.
Muy bien, vamos a tomar nota de la sugerencia. Yendo a otros temas mencionados, coincido en que la evasión es uno de los aspectos más vergonzosos que tiene el sistema de transporte público de Santiago. Me gustaría precisar dos cosas. Primero, esa evasión del 36,5%, que viene bajando desde 45%, corresponde a los buses. El sistema tiene buses y Metro; por lo tanto, cuando uno piensa en el transporte público de Santiago, mirado desde regiones, la evasión es bastante menor que ese 35%, porque en el Metro es mucho más baja. De hecho, mi estimación personal es que la evasión del sistema completo ronda el 20%, que todavía es altísima y debemos trabajarla.
Usted el año pasado me exigió un compromiso de llegar al 35%. Estamos trabajando con ese propósito. El primer semestre llegamos al 36,5%, desde el 37,5% que teníamos en ese momento, y seguimos impulsando distintas medidas para cumplir la meta que me propuso. No sé si lo vamos a lograr, pero ese es el objetivo.
En lo que discrepo es en considerar vergonzoso el subsidio al transporte público. Creo que el subsidio es importante para que las ciudades tengan buena movilidad. ¿Cuánto subsidiar? Por supuesto que es discutible; tal vez podamos decir que sí al subsidio, pero no a estos niveles. Puede ser. Sin embargo, el subsidio permite que tengamos un sistema que no dependa solo de las tarifas. Si exigiéramos que se financiara exclusivamente con tarifas, volveríamos a algo similar a la micro amarilla, lo que no le hace bien a Santiago ni a ninguna ciudad. Estas modernizaciones que hemos impulsado se sustentan en que, como país, como sociedad, hemos decidido aportar recursos adicionales. Debemos estar orgullosos de esos recursos en la medida en que cumplan su rol. No se trata de mover buses ni de mover trenes; se trata de mover personas, que de otra manera probablemente no tendrían plena movilidad.
Respecto de Valparaíso, efectivamente hemos avanzado. Hay un perímetro de operación que, si bien no logra abordar del todo las condiciones de velocidad que mencionaba el presidente, sí permite que los horarios de operación y las frecuencias se cumplan mejor que antes de su implementación.
Una ganancia que yo creo que es importante, pero todavía nos falta mucho y por eso hemos avanzado en una licitación. Hoy día hay una licitación abierta en Valparaíso para renovar un tercio de la flota: son 600 buses los que se van a renovar, y esperamos que los gobiernos que vengan tomen la posta para renovar lo que sigue.
En el caso del Maule, efectivamente tenemos una región que, en materia de electromovilidad, va más atrás, y eso no admite dos opiniones. Me alegra que usted haya puesto al principio el modo ferroviario como un avance, porque al norte no tenemos trenes; los trenes los tenemos concentrados principalmente entre la Región Metropolitana y Ñuble. En el caso del Maule, llegaron los nuevos trenes para la Talca-Constitución; creo que es una buena noticia y espero que pronto se pongan en operación. También se ha fortalecido el servicio ferroviario entre Santiago y Chillán, pasando por las principales ciudades.
Pero, efectivamente, en términos de la calidad del transporte público en Talca, Curicó y Linares, falta harto. Nosotros estamos trabajando ahora: hay un proceso de perímetro de exclusión para las tres ciudades, en el que estamos cerrando ya la conversación con los operadores, y esperamos contar con un perímetro que permita garantizar que las frecuencias y los horarios de operación se cumplan. Acepto la invitación —o la provocación— de conversar con el gobierno regional, donde se alojan la mitad de los subsidios, para avanzar en la otra parte: que nosotros pongamos la regulación y que el gobierno regional pueda aportar, por ejemplo, la renovación de flota. Es perfectamente factible y va en línea con el espíritu de lo que se ha aprobado en estas mesas.
Ministro, para ser claro, porque en esto hay que ser rigurosos: lo que estoy solicitando —me puede decir que sí o que no— es el compromiso del Ministerio de detener, hacer una pausa en el proceso de perímetro de exclusión, e instalar un trabajo conjunto con el gobierno regional, con el gobernador, con el municipio, el Ministerio de Transporte y el gremio, para ver de qué manera complementamos los recursos que ustedes están proponiendo, que son insuficientes, y de aquí a diciembre tener una respuesta en ese sentido y no avanzar con el proceso. Porque avanzar y ver qué pasa en el camino, no. Soy súper claro: instalar una mesa de trabajo para ver de qué manera complementamos los recursos de aquí hasta diciembre. Para nosotros esto es un acuerdo que queremos tener con ustedes, que quede refrendado acá, en acta, como un acuerdo de la Quinta Subcomisión.
Bueno, lo podemos tener. En mi comprensión —aunque puedo estar equivocado—, las dos cosas podían correr por carriles separados. Si es necesario, tenemos la conversación y hacemos una pausa en el perímetro de exclusión, que buscaba ir lo más rápido posible. Estábamos apurados, tratando de avanzar con premura para que, lo antes posible, los operadores de buses cumplieran un mínimo estándar y después avanzar en lo otro. Pero no tengo problema en hacer esa mesa y poner esa pausa.
Esa mesa podría ser innecesaria si usted me dice: “¿Sabe qué, Alexis? Tenemos el doble de los recursos, por decir algo, para colocar en el perímetro de exclusión por bus”. Pero tienen un problema de recursos. Lo que está sobre la mesa no alcanza. Eso lo tiene claro el subsecretario —lo conversé con él—, lo tienen claro los operadores; todo el mundo. No alcanza. Entonces, si no alcanza, no podemos avanzar, en mi opinión. Yo soy ingeniero comercial: si usted no tiene los recursos para avanzar en algo, no puede avanzar, porque la carga no se arregla en el camino. Ya nos pasó, un poquito, con un proceso que vivimos en Santiago.
Por lo tanto, lo que digo es: OK, los recursos no alcanzan, y todos queremos avanzar con la mejora. Hagamos la pausa de aquí a diciembre, instalemos una mesa de trabajo con el gobierno regional, veamos qué podemos sacar ahí. Y si no están los recursos del gobierno regional, tendrán que estar recursos adicionales del Ministerio de Transporte para operativizar. Pero no se puede, con los recursos que hay, hacer lo que ustedes están planteando. Eso sería engañar a la ciudadanía, porque no va a cambiar sustancialmente el sistema de transporte público. Van a poner a los operadores actuales en una situación compleja; después habrá que multarlos permanentemente porque no van a cumplir y terminarán saliéndose. No hay capacidad; se lo digo con conocimiento de causa. Está hablando con alguien que conoce al detalle cómo operan los sistemas de transporte público urbano en Curicó, Talca y Linares. Este mismo ejercicio es para Curicó y Linares, si quieren avanzar. Pero hay que hacer la pausa, hagámoslo bien, como corresponde, porque lo que hoy está puesto no alcanza para operativizar lo que ustedes quieren. No tengo problema; quizás el subsecretario pueda tener un poco más de antecedentes, pero estoy de acuerdo.