1.- Bol.N° 7736-11 Proyecto de ley que establece el derecho a optar voluntariamente para recibir asistencia médica con el objeto de acelerar la muerte en caso de enfermedad terminal e incurable (Boletines N°s. 7.736-11; 9.644-11; 11.577-11, y 11.745-11, refundidos).
A esta sesión se invitará al Profesor Experto en Bioética de la Universidad de Chile, Dr. Miguel Kottow, y al Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes, señor Alejandro Miranda.
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Por favor, en nombre de Dios y de la patria, vamos a dar inicio a la sesión ordinaria de hoy, martes 19 de agosto, en la Comisión de Salud. Partimos. Señor Secretario, por favor, de lectura a la cuenta.
Gracias, señor Presidente. Se han recibido las siguientes solicitudes de audiencia para el proyecto de ley que modifica el periodo de carencia del subsidio de incapacidad laboral por accidente en forma común. Estas solicitudes son de las siguientes personas. Del presidente de la Federación Nacional de Funcionarios de la Subsecretaría de Salud Pública, señor Ernesto Rojas, y de la presidenta nacional de la Confederación Nacional de Funcionarios Municipales de Chile, señora Morelia Río Bosch.
Muy bien, muchas gracias, señor secretario. Ayer en la sesión de Santiago, yo mencioné que me habían hecho llegar a través del WhatsApp solicitudes, si mal no recuerdo, de la FEMPRUS, de la FENAT, y yo solicité que lo hicieran formalmente por vía correo o por WhatsApp, pero por nota, para hacerse llegar a la secretaría y sea agregada dentro de la lista de organizaciones que han solicitado ser escuchados. Ya tenemos estas dos. Veremos el plazo prudente cuántas más han llegado para poder generar la lista definitiva y poder hacer el calendario. ¿Ofrezco la palabra sobre la cuenta? No hay.
¿Pueden hacer pasar a los invitados o invitadas? Sí, por favor. Bueno, ya no tenemos más. Hay asesores. Muy bien, ingresan.
Colegas, dado que está el Ejecutivo representado por la Subsecretaria de Salud Pública, quiero pedirles que se definan las prioridades del Gobierno, por tanto tenemos que ordenar un poco la tabla, o la agenda más bien. Porque, a ver, tenemos el acuerdo de escuchar a dos representantes de cada uno de nosotros en este proyecto. Pero también tenemos el proyecto salud mental en cercanías de votar con las aprehensiones que hice saber ayer. Tenemos probablemente de vuelta el proyecto que mejora los servicios del sistema de salud. Y hay otra cosa más, Julio, que… Sí, pero eso no lo hemos iniciado. Campo clínico que también debería, pero eso es lo que teníamos nosotros, tenemos varios, tenemos varios. Pero, sí, claro, si no se cumplen los plazos para presentar las indicaciones va a ser difícil.
Bueno, dicho esto, yo quiero preguntarle al Gobierno, si no tiene la respuesta ahora, por favor háganosla llegar cuanto antes. ¿Cómo seguimos? Porque yo puedo seguir con el programa de escuchar a los 10 y a las 10 invitadas que tenemos para este proyecto de eutanasia. Son 9 en realidad porque nos topamos con el senador Chaguán. O le damos continuidad a ese proyecto o terminamos de votar salud mental cuando el Gobierno diga hasta aquí llegamos con la presentación de indicaciones o no vamos a cumplir.
Y ahí quiero señalar que tenemos un problema. Y ese problema quiero que me lo aclare la Secretaría o la jefa de la mesa técnica, porque votamos ad referendum uno de los artículos cuyo compromiso tomó el Gobierno de presentarlo como indicación, y eso no se cumplió. Entonces tenemos una indicación votada. Yo estoy hablando de memoria, Caro, si me refresca, por favor. Tenemos una… lo debo tener en el cuaderno. Respecto al comité interministerial, eso fue votado ad referendum para que sea redactado por el Ejecutivo y eso no ha llegado. Entonces, tenemos ahí un problema.
Señor Presidente, no fue ad referendum, porque tal como expliqué, ese referéndum no existe. Sí, fue un acuerdo. Fue un acuerdo que se hizo al Presidente. Sí, en todo caso votamos algo que hoy día no está reflejado en el texto. Y ese es un tema que tenemos que resolver, porque entonces se pierde la confianza. Significa que votamos lo que tenemos a la vista.
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No pensando en cualquier expresión a futuro. Así las cosas, entonces yo le pido al Ejecutivo que resolvamos eso y que le dé una vuelta y veamos las urgencias, porque de acuerdo a las urgencias, ¿cómo deberíamos tener el timing, señor secretario?
No tenemos la hoja aquí, señor presidente. Muy bien, lo vemos en el transcurso de la reunión.
Sí, yo entiendo que tenemos todos los proyectos con urgencias simples, no hay nada que el gobierno le apure. ¿Perdón? ¿Sí? Muy bien.
Para no retrasar más el inicio de la sesión, vamos a continuar con el estudio del proyecto de ley en segundo trámite constitucional que establece el derecho a optar voluntariamente para recibir asistencia médica con el objeto de acelerar la muerte en caso de enfermedad terminal e incurable, de acuerdo a los boletines 7.736 al 9.644, 11.577 y 11.745 refundidos con urgencia calificada de suma. Este es el único proyecto que tenemos con suma.
Como ya señalé, habíamos acordado invitar a 10 personajes, y digo esto porque son académicos de renombre, son pacientes connotados que han estado en la palestra pública o son referentes, digamos, de distintas naturalezas. Para el día de hoy se había resuelto convidar al decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes, el señor Alejandro Miranda, invitado por el senador Gaona, aquí presente.
Buen día y bienvenido, decano. Y al profesor de teoría general del derecho y derecho penal de la Universidad Adolfo Ibañez, don Antonio Bascuñán, invitado por la senadora Orden.
Debo decir que se hicieron distintos esfuerzos por vía telefónica, por vía correo, por distintos medios y no fue ubicable. Entonces quisiéramos ver la manera, senadora, de poder localizarlo y ver si efectivamente va a poder concurrir para reprogramarlo.
Como no sabíamos y solamente tenemos espacio para escuchar a dos expertos, no era posible traslapar un tercero porque nos podíamos encontrar. Entonces hoy día tenemos solamente un invitado para escuchar.
Anteriormente se había intentado contactar al señor Miguel Cotou, invitado por el senador Castro. Tampoco fue ubicable y por lo tanto fue reemplazado por quienes se decidió para el día de hoy.
Yo quiero señalar la lista para que no sigamos sucesivamente teniendo este tipo de inconvenientes o de retrasos producto de que las personas señaladas no responden los correos o los medios mediante los cuales deberían ser contactados.
El cardenal Fernando Chomalí, invitado por el senador Chaguán y también por mí. Ahí tenemos un topón entre los dos que hay que resolver, lo dejo convidado por el senador Chaguán, yo me quedo con uno pendiente. El señor Felipe Guido, invitado también por el senador Chaguán, hay que... ¿Lo digo, senador? Porque estamos teniendo problemas con la facilidad de contactarnos con las personas. Ha sido muy difícil a través de medios electrónicos o telefónicos contactarse para que confirmen la asistencia.
La señora Susana Moreira, invitada por el senador Castro, que ella es una paciente. La señora Alejandra Zúñiga, invitada por la senadora Orden. La señora Javiera Belolio, convidada por el senador Gaona. Y el señor Juan Carlos Bertoglio, convidado por el senador Flores.
Estas son las listas de las personas que tenemos identificadas. Falta una décima, dado el tope que teníamos con el senador Chaguán. Y le rogaría, por favor, que cada uno de ustedes que ha señalado un nombre, lo contacte y diga que la secretaría los va a llamar o a invitar. ¿Estamos de acuerdo?
Mientras tanto, la subsecretaría... Perdón, el Ejecutivo siempre se representa por la autoridad, discúlpeme. Es la subsecretaria la que pide la palabra por el Ejecutivo.
¿Ya? ¿Perdón? Que lo señale la subsecretaria, por favor.
Buenos días, presidente. Saludarlos nuevamente por su intermedio. Adoro los integrantes de esta comisión. En realidad usted planteó dos preguntas importantes al comienzo de esta sesión. No sé si es que usted sea el Ejecutivo que responda en este momento.
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Entendí que en realidad la moderación de la reunión más bien llevaba a que iniciáramos la discusión de este proyecto de ley, pero si es que efectivamente quisiera que el Ejecutivo se manifieste ante estas dos preguntas particulares que planteó al inicio, yo sugeriría, si usted así lo permite, que pueda responder en nombre y en representación de la Ministra de Salud o de su legislativo. Pero entiendo que eso puede esperar y podemos seguir la conversación como lo estaba planteando. Bueno, yo lo planteo porque de acuerdo a las urgencias que de memoria tenemos presente, este sería el único proyecto que tiene suma. Y por lo tanto, si vamos a seguir en ese orden, deberíamos seguir escuchando estas audiencias. No obstante, hay otros proyectos que consideramos que hay que darle continuidad, como el de salud mental, que en su momento fue la prioridad del gobierno y que hoy día pareciera ser que está quedando detrás, digamos, ¿no? Y hay otros. Entonces me gustaría, independientemente del actual orden, el gobierno se manifieste. ¿Qué es lo que quiere definitivamente tramitar?
Sí, yo lamento de verdad que el gobierno despriorice el proyecto de salud mental. Quiero recalcarlo, que el gobierno despriorice el proyecto de salud mental versus el proyecto... de eutanasia. Eso habla, parece que estamos dentro de los 90 días del periodo electoral, que pareciera que acá lo mejor, lo más conveniente, y estoy haciendo un juicio político, sí estoy haciendo un juicio político porque yo creo que el proyecto de salud mental es el proyecto que está esperando de verdad la ciudadanía. Estamos a puertas de una crisis de salud mental, estamos en medio de una crisis de salud mental, pero pareciera... que es más rentable, pareciera que es más conveniente, pareciera que es más llamativo, a puertas de una elección, ponerle urgencia al proyecto de eutanasia. Yo habría preferido que hubiésemos terminado de votar el proyecto de salud mental y luego proceder a este proyecto para votarlo. Yo entiendo que todos los proyectos tienen que votarse, pero me habría gustado que no perdiéramos de vista que el proyecto de salud mental es más importante que la eutanasia o más importante que el aborto libre, por lo menos es mi opinión, simplemente. Gracias, presidente. Gracias, senador.
Solo para poner la pelota al piso también y tener mayor claridad, en temas de salud mental es una prioridad de esta comisión sin duda, estamos en primer trámite y lo que estamos a la espera son las indicaciones, o sea, ya votamos varias. Y con eso yo entiendo que seguimos avanzando. Y con lo otro será eutanasia y reforma está para sala. Entonces, yo no veo tanta complicación en la agenda ni en las urgencias. O sea, salud mental tiene su agenda, depende de nosotros también sacar las últimas indicaciones a tiempo, poder derivarlo a sala y continuar con eutanasia, presidente.
Muy bien. Yo quería escuchar las opiniones de ustedes. Yo creo que hay que resolver salud mental, de todas maneras. Estamos a punto ya de terminar este proceso. Nos queda muy poco. Y excepto el caso que señalé, que hay que resolverlo administrativamente. Nosotros no podemos estar votando por un acuerdo que después no se cumple. Eso empieza a resquebrajar las confianzas y eso tiene que resolverlo el gobierno. Terminamos eso y podemos seguir escuchando este otro proyecto, independientemente de que... En lo personal estoy un poco preocupado porque han estado ingresando nuevos proyectos que yo creo que son actuales, son respuestas legislativas a necesidades actuales y deberíamos darle un trámite. Entonces, independientemente de que hemos estado sesionando dos veces más de lo que nos corresponde en términos de frecuencia, deberíamos tal vez mantener el ritmo para ir despejando estos proyectos. Pero tenemos que conversarlo con el gobierno. No me gustaría... Que lo viéramos subsecretaria, dicho sea de paso, echamos de menos a la ministra. No estuvo ayer en la sesión, no estuvo hoy día en la sesión, y yo creo que sería bueno que sea persona, independientemente de lo valioso que esté usted aquí subsecretaria o el subsecretario cuando corresponda. Estamos tratando no cualquier proyecto. Entiendo de que particularmente este ha sido de interés muy principal por parte del gobierno y debería estar aquí la autoridad principal también.
Bueno, dicho esto, entonces vamos a revisar la lista de los invitados, señor secretario. Vamos a contactarlos a todos y les pido también a los colegas que nos colaboren en esto para ver si efectivamente los nombres que...
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hicieron sobre la mesa, siguen estando disponibles para poder participar. Necesitamos hacer eso para programarnos. Lo segundo, esperamos entonces la respuesta del gobierno respecto de si las urgencias se van a modificar o no. Lo único que tenemos con suma es este, eutanasia, y luego está el de salud mental con simple. Y el resto no tiene ninguna calificación de urgencia. Y eso me preocupa.
Bien. Presidente, pero si hay proyectos que, sin perjuicio de los proyectos de suma urgencia que nos queremos abordar, si hay otros que no tienen urgencias, podríamos incorporar proyectos que a nosotros sí nos interesan. Como el caso de violencia obstétrica, alimentación laboral, endometriosis. O sea, hay proyectos que a nosotros son de interés y si el gobierno no tiene interés de ponerle urgencia a los otros, podría aprovechar nosotros. Hay hospitales, campos clínicos, en fin, hay varios que a nosotros sí nos interesa, digamos. Para que nosotros llevemos la agenda.
Sí, bien. Estoy de acuerdo. Es lo que hemos señalado. Nos vamos a reunir. Si el gobierno no coloca urgencias diferentes, nosotros vamos a tomar la decisión de organizar la tabla como estimemos, de acuerdo a lo que nosotros mismos prioricemos.
Dicho esto, vamos a iniciar. Puntos varios los vamos a dejar para el final. Voy a parar un par de minutos antes de la sesión, me lo recuerdan por favor, porque seguramente el senador Gaona va a traer una larga lista de puntos varios, junto con la senadora Órdenes también, que son muy productivos en eso.
Muy bien. Quiero agradecerle al decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes que haya viajado hasta la sede legislativa para plantear su postura y opinión respecto de un proyecto que sin duda es sensible. Estamos hablando de cuestiones técnicas, pero particularmente también valóricas, y eso importa mucho, que tengamos a las y los mejores expositores para que nos puedan ilustrar desde su punto de vista.
Entonces, decano Miranda, le ofrezco la palabra.
Con la venia del señor presidente, honorables miembros de la Comisión de Salud del Senado, ante todo les agradezco la gentil invitación que me han dirigido para expresar mi opinión acerca de este proyecto de ley que establece el derecho a optar voluntariamente para recibir asistencia médica con el objeto de acelerar la muerte en caso de enfermedad terminal e incurable.
Mi exposición va a ser muy breve, porque me voy a limitar a exponer los argumentos por los que, a mi juicio, esta es una ley que no se dirige al verdadero bien común de la República y, por lo tanto, debería ser rechazada. Voy a explicar esto de manera muy sucinta.
El Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, que es un instrumento inspirado en la Declaración Universal de Derechos Humanos, contiene en su artículo segundo la siguiente disposición. Nadie podrá ser privado de su vida intencionalmente. Nadie podrá ser privado de su vida intencionalmente.
A continuación, esta misma norma añade cláusulas restrictivas para cinco casos, o sea, casos que no se entienden incluidos. Todos ellos se refieren a sujetos que atentan contra el orden justo y por lo mismo no pueden calificarse jurídicamente como inocentes.
El referido convenio no es ley en Chile, pero lo he citado porque establece de modo muy exacto un principio o regla de justicia que es fundamental para el orden jurídico, a saber, que ninguna persona inocente puede ser privada de su vida intencionalmente.
¿Por qué la prohibición de matar intencionalmente a una persona inocente es tan importante para el derecho? Porque es un corolario o una consecuencia del reconocimiento del valor intrínseco de la persona.
Y el reconocimiento del valor intrínseco de la persona es la columna vertebral del sistema jurídico, porque el orden jurídico se centra precisamente en la primacía de la persona.
Ahora bien, ¿qué significa que un ser esté dotado de valor intrínseco? Significa dos cosas. Primero, que su valor le corresponde por sí mismo y no sólo porque sirva como medio para conseguir otra cosa. Segundo, que su valor le corresponde por propiedades que le son inherentes, es decir, consustanciales a su naturaleza y por tanto inseparables de ella.
El valor intrínseco, entonces, se opone tanto al valor instrumental como al valor extrínseco. Las personas tienen valor intrínseco en los dos sentidos indicados.
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Son valiosas por sí mismas y ese valor es inherente a su modo de ser, es decir, no puede perderse. La eutanasia y el suicidio asistido, que son formas de dar muerte intencionalmente a una persona inocente, son acciones injustas precisamente porque operan bajo el supuesto de que las personas pueden perder su valor.
En efecto, como no existe una distinción real entre la vida de una persona y la persona misma, afirmar que la vida de una persona puede perder su valor implica afirmar que la persona misma puede perder su valor. Eso, honorable comisión, es tratar a una persona como si tuviera un valor inferior al que verdaderamente posee.
La legalización de la eutanasia y del suicidio asistido entonces debilita la protección legal de las personas, debilita la protección legal de las personas. Pero como es claro, debilita particularmente la protección legal de las personas más vulnerables de la sociedad, ancianos, enfermos, moribundos, discapacitados.
Puesto que la ley tiene una función pedagógica, es decir, lo que la ley autoriza se tiende a percibir como bueno, la legalización de la eutanasia y del suicidio asistido contribuye a que se asienten en la comunidad un conjunto de ideas que perjudican a esas personas vulnerables.
¿Cuáles son estas ideas? Las siguientes. Primera, que hay casos en los que la vida de una persona deja de ser valiosa. Segunda, que en esos casos matar a la persona puede ser objetivamente una forma de beneficiarla. Y tercera, que si lo mejor es que esa persona muera objetivamente, entonces su eventual decisión de seguir viviendo la convierte en una carga para la sociedad.
Una sociedad que trata a sus personas vulnerables a la luz de estos principios comete injusticia porque no les reconoce el valor que les corresponde y las somete a una constante presión que finalmente acaba por socavar su libertad de elección.
Por eso se suele afirmar, y es verdad, que el clima o ambiente moral propiciado por las leyes que legalizan la eutanasia voluntaria conduce rápidamente a la práctica de la eutanasia no voluntaria. Esto lo reconoce, por ejemplo, uno de los principales defensores contemporáneos de la eutanasia, como es Peter Singer. Él dice, el argumento a favor de la eutanasia voluntaria tiene un fundamento común con el argumento a favor de la eutanasia no voluntaria. Esto es, que la muerte es un beneficio para aquel a quien se mata. Eso nosotros no lo podemos recoger en nuestro derecho.
A veces se pretende fundamentar la legalización de la eutanasia y del suicidio asistido en la autonomía de la persona. Pero el argumento de la autonomía, por más usado que sea, es falaz. Nunca, nunca es la autonomía de la persona lo que en los hechos opera como justificación de dichas acciones. Porque siempre los médicos se reservan el juicio acerca de si la vida del paciente es o no una vida que vale la pena vivir. Por más que el paciente pida la eutanasia o el suicidio asistido en forma autónoma, el médico no accederá si no está convencido de que se encuentra frente a una vida que no vale la pena vivir.
Por otro lado, todos sabemos que una acción no es buena ni justa por el solo hecho de ser autónoma. También sabemos que hay decisiones autónomas que la ética médica no considera justificadas, por ejemplo, la amputación de un miembro sano. Y podemos darnos cuenta, finalmente, de que es un contrasentido invocar el valor de la autonomía para poner fin a la autonomía. Sería tanto como invocar nuestra libertad como fundamento para que se nos autorice a vendernos como esclavos.
En definitiva, Honorable Comisión, estamos en presencia de una ley que debilita gravemente la protección de las personas al desconocer el valor intrínseco que a todas ellas les corresponde. El derecho chileno retrocede si este proyecto se convierte en ley. Muchas gracias.
Muchas gracias, decano Miranda. Ofrezco la palabra si desean hacerle alguna consulta o algún comentario sobre su exposición. Ofrezco la palabra, senador Chaguán, senador Castro.
Simplemente señalar que yo comparto la argumentación y por supuesto yo anuncio desde ya que voy a votar en contra de este proyecto. Creo que la defensa de la vida, en lo mismo momento de la concepción hasta la muerte...
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Es un derecho que tenemos que cautelar en nuestro ordenamiento jurídico y por tanto yo quiero señalar que más allá de la argumentación, que vamos a escuchar todas y cada una de las intervenciones, pero por lo menos el que habla comparte exactamente la argumentación que se ha planteado. Hecho siempre cierto.
Gracias, senador Chaguán. Senador Castro. Senador Gaona. Senador Aura. Gracias, presidente.
No alcancé a escuchar enteramente la posición, pero sé por los escritos y la información que ha emitido antes también el profesor, con el mayor respeto, decirle que yo no comparto en absoluto la opinión que ha manifestado el académico, porque lo digo por una razón muy simple como médico.
En el siglo XXI, que las personas no tengan derecho a decidir cómo van a ser sus últimos días, y que esa decisión siga entregada a los médicos o al Estado de Chile, me parece impropio.
Esto no quiere decir que aquí haya una oferta de un menú de posibilidades para que la gente ande buscando un suicidio asistido. No.
Por algo el proyecto de ley establece un conjunto de criterios éticos, salvaguardas en tres ocasiones para que la gente cambie de opinión, evaluación psicológica y psiquiátrica de la persona que está solicitando y además reunir la condición de enfermedad incurable o terminal.
O sea, si cuando aquí estamos en el límite de la vida, producto de una enfermedad, no de un antojo ni de un voluntarismo, sino de una enfermedad que cumple el criterio de ser irrecuperable y que además reúne un conjunto de requisitos, la pregunta que uno se hace es, ¿tiene derecho o no esa persona o tiene que el Estado obligarla a permanecer en esa agonía insufrible hasta el último minuto sin que pueda decir nada?
Ese ciudadano o ciudadana en esta condición extrema de la vida frente a la cual tiene que tomar un camino y una decisión. Eso es.
Aquellas personas que tengan creencia y convicción religiosa o doctrinaria de una manera determinada frente a una ley que ojalá pueda ser ley el día de mañana, podrán omitirse, podrán no utilizar dicha ley porque su convicción doctrinaria o de fe les dice que no es el camino, y eso es legítimo, lo dijo el profesor, es legítimo.
Pero no le podemos impedir, en sede legislativa, al conjunto de la ciudadanía, la privación de un derecho como es el poder optar por un camino en un minuto determinado, bajo criterios muy estrictos, que además están en diversos países del mundo que ya tienen esta legislación, y que además, no solamente respecto al momento de la muerte, sino que además considera un capítulo de lo que se denomina el testamento vital, que es cuando yo en sano juicio voy donde un ministro de fe, un notario, un juez y declaro sin tener enfermedad grave o terminal o irrecuperable, ¿en qué aspectos yo quiero, solicito o no la reanimación, la recuperación, el cuidado excepcional?
Por ejemplo, con máquinas de soporte ventilatorio, de soporte nutricional o no, que son hoy día también derechos que las personas...
¿Qué cuántas veces en las reuniones familiares todos nos encontramos con personas amigas o cercanas que dicen mire, si a mí me pasara esto, yo no quiero que me hagan tal o cual otra cosa, porque yo sé que ya a esa altura difícilmente ya, yo no quiero.
Eso que es el sentido común que hoy día ocurre, que es la voluntad, puede que otra persona diga en la misma familia no, yo quiero llegar hasta el final, y ahí está, la familia respetará ese derecho.
Una ley no es impositiva y termina de nadie. Aquí se abre una posibilidad para aquellos que perciban que ese camino es posible puesto en el extremo del momento crítico del final de la vida.
Entonces, en ese sentido, yo que ya apoyé este proyecto en primer trámite en la Cámara de Diputados, lo sigo apoyando con la apertura de mente para hacer las enmiendas, porque estamos en segundo trámite, para hacer las correcciones, porque así son las leyes, tienes que procesarlas con todo, pero bajo la disposición de que me parece que tener una ley de muerte digna me parece que hoy día Chile a esta altura... altura, no cuando partió este proyecto, partió hace muchos años atrás, 2011 caramba que han pasado 14 años de por medio y que el país también ha evolucionado gracias, presidente.
Gracias senador Castro, senadora Orden y senador Gaona.
Muchas gracias, presidente. Quiero saludar al expositor, al señor Alejandro Miranda, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes, agradecer los comentarios, vamos a tener una serie de de expositores para abordar un tema que no es sencillo. O sea, la agenda valórica en Chile...
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General, no ha sido una agenda fácil de abordar, incluso en sede legislativa, donde es su lugar natural para un debate de esta naturaleza.
Las primeras mociones, presidente, para abordar la eutanasia o muerte digna, las tenemos registradas a principios de los años 2000. En 2011 ya se comienza a discutir y yo creo que una sociedad no puede tomarse tanto tiempo, por muy difícil que aparezca una discusión para generar un debate de esta naturaleza. Y por lo tanto espero que en esta comisión tengamos todos los espacios para abordarla como corresponde.
Yo estoy a favor de la eutanasia. Creo que el país también está en condiciones de abordarlo. Y lo decía el colega recién, está una conversación incluso de sobremesa, de familia, con amigos, y tiene sus límites.
Respecto a la exposición, compararlo o al menos que aparezca homologado con la idea del suicidio, yo no lo comparto, porque el proyecto de ley es bien claro, establece la frontera. Y se habla de enfermedades terminales, enfermedades incurables, y yo creo que así como se sostiene que es inherente la vida a la persona, también su capacidad de decidir respecto a una muerte digna. Y eso creo que es el centro de este debate.
Los seres humanos también nos caracterizamos por la autonomía, por la libertad individual, y por eso yo creo que cada persona tiene el derecho de decidir sobre su vida y su muerte.
Y este proyecto a mí me parece, ya revisado en primer trámite constitucional, me parece que es un proyecto serio, que ya estableció bien los bordes respecto de cómo vamos a entender esta discusión. Estamos hablando de personas que están enfrentando condiciones de sufrimiento muchas veces. Entonces, lo que se abre acá, porque esto no es que vayan en masa a solicitar eutanasia en Chile, son personas que bajo ciertas condiciones se les reconoce ese derecho.
Y además, este es un derecho que el 2012, con la Ley sobre Deberes y Derechos del Paciente, en sus artículos 14 y 16, cerró las diversas posibilidades de eutanasia en Chile. Y por eso creo que es tan importante hoy día abrirlo a partir de este proyecto de ley.
Tenemos harto que seguir conversando, pero el tema... de la dignidad, no se trata solo de vivir más tiempo. Acá creo que también si vamos a hablar de condiciones inherentes al ser humano, me parece que la autonomía, la dignidad también son valiosas y son el centro de este proyecto. Entonces, quizás ahí está el dilema y sobre eso vamos a tener que discutir.
Yo me voy a inclinar por eso, por el respeto a la autonomía, a la dignidad y que los chilenos y chilenas tengan el derecho a morir con una muerte digna y también por supuesto debe ser una muerte asistida y también con las fronteras, como ya he dicho, que esto requiere.
Eso de mi parte, presidente, quiero saludar también al diputado Blago Mirosevic, bienvenido, quien ha impulsado también fuertemente este proyecto de ley desde la Cámara y espero que podamos seguir avanzando.
Es una discusión, me parece, muy interesante, por eso valoro también que tenga su urgencia porque no la podemos postergar más. Muchas gracias, presidente.
Gracias, senadora Ordenes, senador Gaona y senador Chagüen. Que me otorgó la posibilidad de hacer una aclaración.
Yo fui autor de la indicación de la muerte digna en el proyecto de ley sobre derechos y libero a los pacientes. Es una indicación que presentamos junto con Marcelo Forni en aquel entonces que prohibía el encarnacimiento terapéutico. Y por tanto una persona, cuando estuviese justamente en su estado crítico, pudiera efectivamente tomar la decisión de no someterse a un encarnacimiento terapéutico, es decir, a no someterse a procedimientos que alargaran artificialmente la vida.
Pero sí lo que establecía ese proyecto y esa indicación es justamente la posibilidad de que la persona pudiera efectivamente abstenerse de esos procedimientos, no así de aquellos que fueran suministro vital, que yo creo que sin lugar a dudas era lo que buscábamos en esa dirección.
Yo creo que el proyecto que hoy día estamos poniendo sobre la mesa es un proyecto completamente distinto, es un proyecto que pasa la línea desde el punto de vista de aquellos que creemos en la defensa de la vida desde el momento mismo de la concepción hasta la muerte natural. Y esto no es por un tema de carácter...
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