Mixta Primera Subcomisión Mixta de Presupuestos (Presupuesto)

Mixta - Primera Subcomisión Mixta de Presupuestos (Presupuesto) - 20 de agosto de 2025

20 de agosto de 2025
18:00
Duración: 1h 39m

Contexto de la sesión

1.- Continuar analizando la ejecución presupuestaria del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo.

Vista pública limitada

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¿Cómo te va? Muchas gracias por estar nuevamente junto a mí, cocinando sin secretos recetas infalibles que puedes replicar estés donde estés. Hoy vengo a presentarte un plato emblema de la cocina chilena: la cazuela. Es un plato que se consume a lo largo de todo el territorio nacional y, según el lugar, va tomando apellidos en función de la proteína y de la preparación. Hoy haremos una de pollo —también llamada de ave—, pero existe de pavo, cordero, vacuno y chancho; en muchos lugares incluso se liga y espesa, pero el nombre siempre es uno: cazuela. Manos a la obra. Dos cucharadas soperas de aceite vegetal, muy suave, absolutamente neutro; es muy poco. Añadimos algunas verduras: una cebolla en pluma algo gruesa (yo usé una grande), medio pimentón cortado en bastones gruesos, una ramita de apio —idealmente del centro, donde las hojas son más claras y tiernas, porque aporta mucho aroma y sabor—, una zanahoria pelada, partida a lo largo por la mitad y luego cada mitad en cuatro trozos, dos dientes de ajo enteros (si después no quieres comerlos, los retiras) y un poco de orégano fresco. Incorporamos de inmediato sal fina, el equivalente a dos cucharaditas de té. Siempre conviene salar moderadamente para rectificar al final si es necesario. Revolvemos y damos una cocción suave durante cinco minutos. No buscamos dorar; queremos que los vegetales pierdan resistencia y liberen su sabor. El apio, el orégano y el resto forman una base realmente deliciosa. Mucha gente añade caldo de verduras a las cazuelas; esto es, en el fondo, lo mismo, pero de manera natural: aportar sabor desde el principio. Mientras tanto, pon agua a hervir. Pasados cinco minutos a fuego medio, los vegetales no están dorados —no es lo que buscamos—, pero sí han soltado su sabor. Ahora agregamos la proteína. Así, la proteína no solo se cocina en agua, sino que se cocina en esta base. Usaremos pollo. Hay quienes hacen la cazuela con piel o sin piel: la diferencia es menos o más grasa; con piel también aporta sabor. Tú decides. Son cuartos de pollo: piernas y pechugas con el ala. Como las pechugas eran grandes, les corté las puntas y las incorporamos por separado. Agregamos agua caliente —esto es importante para no perder temperatura— hasta cubrir totalmente los sólidos en la olla, en este caso, el pollo. Desde que vuelva a hervir, cocinamos por solo cinco minutos, con un hervor muy lento y suave; de lo contrario, los productos se golpean entre sí y se tienden a deshacer. Lento pero seguro. Mira, te voy a enseñar...
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Agradezco la atención. Presento la preparación de un plato emblema de la cocina chilena: la cazuela. Es un plato presente a lo largo de todo el territorio nacional y, según la zona, adquiere apellidos en función de la proteína y la preparación. Hoy se elaborará una de pollo (también llamada de ave), aunque existen variantes de pavo, cordero, vacuno y chancho; en muchos lugares además se liga y se espesa, pero el nombre siempre es el mismo: cazuela. Se comienza con dos cucharadas soperas de aceite vegetal neutro. Se incorporan las verduras: una cebolla cortada en pluma gruesa; medio pimentón en bastones gruesos; una rama de apio, idealmente del centro, con hojas claras y tiernas; una zanahoria pelada, partida por la mitad y cada mitad en cuatro; dos dientes de ajo enteros; y orégano fresco. Se añade sal fina de cocina, aproximadamente dos cucharaditas de té, en cantidad moderada para rectificar al final. Se revuelve y se da una cocción suave durante cinco minutos a fuego medio. No se busca dorar, sino que las verduras pierdan resistencia y entreguen sabor. Esta base equivale, de manera natural, al aporte de un caldo de verduras. Paralelamente, se recomienda poner agua a hervir. Transcurridos cinco minutos, las verduras no están doradas, pero han soltado su sabor. Se agrega la proteína: pollo, con o sin piel, según se prefiera menos o más grasa (y, por ende, sabor). Se utilizan cuartos: piernas y pechugas con ala; si las pechugas son grandes, se recortan las puntas y se acomodan separadas. Se incorpora agua caliente para no perder temperatura, en cantidad suficiente para cubrir completamente los sólidos (en este caso, el pollo). Una vez que retoma el hervor, se cocina por cinco minutos, manteniendo un hervor muy lento y suave. De otro modo, los productos se golpean entre sí y tienden a deshacerse. Lento, pero seguro.
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La primera pregunta es, ¿qué es lo que se está haciendo en la Fiscalía?
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Un proceso muy lindo de limpieza de un caldo. Cuando tú cocinas proteínas, como en este caso el pollo, a medida que se van cocinando van soltando esa espuma. Esa espuma es grasa. Sácala con una cuchara y déjala en un recipiente. Así vas a obtener un caldo mucho más limpio y sin excesos ni residuos de grasa. Dura muy poquito, pero te garantiza un proceso bastante más limpio. Hay gente a la que le gusta esta grasa en la superficie de un caldo, y hay gente a la que no. Yo te estoy enseñando para que tú lo puedas hacer. Y lo otro: mira el hervor. Así debe ser, un hervor lento y parejo, no un hervor fuerte donde los productos se vayan golpeando y moliendo entre sí. Lo que queremos es una concentración de sabor, y para eso las cocciones deben ser prolongadas y lentas. Desde que agregamos el pollo y retomó el hervor, hemos contabilizado entre 5 y 8 minutos. Ahora vamos a agregar otro producto delicioso de la cazuela, que es el zapallo camote. Este zapallo es el anaranjado, no el amarillo clarucho. Hay una gran diferencia: este es dulce, untuoso y tiene una consistencia maravillosa. Mira, tienen prácticamente el mismo tamaño; los corté prácticamente del mismo tamaño que las papas, entonces van a tener tiempos de cocción muy similares. Vamos distribuyéndolos acá. Las papas se pelan, obviamente, enteras; pero, si te fijas, el zapallo va con su cáscara porque, de lo contrario, se puede deshacer con mayor facilidad. Eso le entrega mucha más resistencia. Agregamos la misma cantidad de trozos de zapallo y de papa y volvemos a cubrir con agua. Nunca es demasiada el agua; siempre la cantidad exacta: solo hasta cubrir de nuevo los sólidos. Volvemos a encontrar el hervor y vamos a dar cocción durante 15 minutos. Recuerda que los tiempos dependen de la proteína que estás usando, y eso se ve siempre al principio. Si es de cordero, también va a depender si es un cordero nuevo o uno más viejo; por ende, ahí los tiempos de cocción se alargan. En el caso de las aves —un pavo, un pollo de campo, una gallina, o un pollo de mercado como este que yo estoy comprando—, también hay diferencias. En el caso de los vacunos, hay cazuelas que se hacen con osobuco —que es un hueso de pierna— y necesitan mucha cocción, o con costilla, ¿cierto? Entonces, primero cocinas siempre la proteína un rato y luego, cuando ya está prácticamente lista —en el caso del pollo, le falta todavía, pero se va a demorar lo mismo que las papas—, vas midiendo los tiempos. Estamos: tapamos y dejamos cocinar, a olla tapada, a fuego medio-bajo, con un hervor parejo, y nos vemos en 15 minutos. Al cabo de 5 minutos desde que agregamos las papas y el zapallo, vamos a incorporar estos choclitos. Van con la coronta, completitos, y se van a seguir cocinando entonces. Desde el momento en que agregamos todos estos productos, nunca más hemos metido cuchara a la cazuela. Para esto, las abuelitas tenían esta técnica: meneaban la olla y así las cosas se van asentando por su propio peso en el lugar que necesitan ir. ¿Por qué se tapa? Porque si hay cosas que quedan en la superficie, se van a terminar cocinando con el vapor. Recuerda: lento pero seguro. Cuando tus papas estén a medio camino de cocción, agrega el arroz. El arroz se distribuye de manera pareja. Mira, para este hoyón estoy agregando una taza de arroz. Piensa que ese arroz después va a aumentar al doble su volumen. No es buena una cazuela repleta de arroz. Aquí te puedes ayudar con una cucharita para que el arroz baje y no quede en la superficie, así, muy suavecito. ¿Bien? El arroz se va a demorar un ratito y, en ese rato, van a estar listas las verduras. Cinco minutos antes de que la cazuela esté lista, tenemos que agregar los porotitos verdes para que queden verdes y al dente. Agregamos unos porotitos verdes en la superficie y estos se van a terminar de cocinar en muy pocos minutos. Los sumergimos levemente en el caldo, tapamos; pongamos la mesa, que nos vemos en máximo cinco minutitos. Momento de destapar la olla y de servir nuestra cazuela. El primer plato es el que siempre cuesta un poco más, porque están todas las cosas aquí encima mostrándose para poder salir. Entonces, con mucho cuidado.
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Ministro, para que lo presente y después le damos... Tenemos la presentación aquí, ¿o no? Lo que siempre estamos teniendo. Don Hugo. Perfecto. Buenas tardes, señor presidente. Por intermedio suyo, saludo a los demás miembros de la subcomisión y también al ministro y a la subsecretaria. Si podemos avanzar, por favor. ¿Los nuevos Sánchez, verdad? Sí. Bienvenido. Muchas gracias. Bueno, contar que la dotación actual de la superintendencia son 175 funcionarios y funcionarias. Fuimos 163 hasta el 2023, pero una modificación de la ley nos otorgó 12 dotaciones más. En cuanto a los sumarios, informar que son cuatro sumarios, tres instruí por el tema de licencias más viajes al extranjero y uno reciente por los casos de licencias más visitas a los casinos. Uno, un funcionario, había renunciado hace un año, y trasladamos el sumario hacia la institución pública en la cual ahora está, y otra persona está en retiro, pero también ahí estamos, obviamente, persiguiendo el deber funcionario. Y los otros dos casos ya están en proceso para formular cargos. Esa es la situación de los cuatro sumarios en la actualidad. Entonces, pasamos al presupuesto. Contarles que a nivel global tenemos ejecutado hasta fines de julio un 59%, bien en línea con lo que debería corresponder si es que la ejecución del presupuesto fuera lineal. Y dentro de esto, gasto de personal, que en la superintendencia es un 65%, representa ese gasto. Vamos al día, estamos un 60% ejecutado, un 54% en bienes y servicios de consumo. Y algo que es importante también, que se lleva más de un 20% del presupuesto, que representa más de un 20% del presupuesto, son las transferencias corrientes. ¿Qué pagamos básicamente con estas transferencias corrientes? Son los honorarios por 30 UF, casi 1.200.000 pesos, a los liquidadores que administran procedimientos de liquidación que no tienen bienes o tienen bienes escasos. Entonces ahí, por ley, el fisco es el que paga. Y hoy día tenemos una leve sobre ejecución de un 67%. Y relevante también, por último, la adquisición de activos no financieros. Ya estamos un poco bajo porque básicamente lo importante acá es una licitación que está en curso, que son 216 millones para renovar los servidores de la superintendencia. Ya tenemos cuatro en la actualidad y vamos a renovar tres de aquellos. Y bueno, lo demás son los programas informáticos, las típicas licencias automáticas que gran parte de esas licencias se ejecutan dentro del segundo semestre. Y si pasamos por último a la proyección, aquí ir muy rápido, agrupar los tres primeros tiene que ver con la fiscalización que nosotros realizamos como superintendencia. Nuestra meta es cubrir un 68% desde la fiscalización a los procedimientos concursales, vamos a superviven en dos tercios de esa meta. Monitoreando también la aplicación de la nueva ley, tenemos una nueva ley que creó procedimientos simplificados para empresas de menor tamaño y estamos desde el día uno monitoreando si se cumple, ejecutando un plan ambicioso de gestión del cumplimiento por riesgo. Después los tres que vienen a continuación tienen que ver con nuestra política de calidad, estamos implementando la política de calidad, elaborando un plan plurianual para abordar este tema y finalmente también haciendo una concientización importante de nuestros funcionarios y funcionarias a lo largo de todo Chile. Y algunas cosas que voy a comentar rápido. Vamos a lanzar en septiembre un chatbot para nuestros usuarios con inteligencia artificial que va a permitir responder todas las dudas que puedan tener de la ley y de los procedimientos de nuestra asistencia de atención. Estamos muy focalizados en las charlas para MIPES. Estamos también co-creando con otras instituciones públicas y privadas y la academia herramientas para apoyar a los MIPES, para que tengan en nosotros un asistente virtual para determinar si están en insolvencia o no y qué camino seguir, en caso de que lo estén. Y por último, representar que tenemos un aumento muy significativo, más del 150% en las renegociaciones, gracias al cambio de ley que generó muchos nuevos beneficios e incluyó a personas que antes no recibían este beneficio. Y estamos tomando todas las medidas; entre esas, la última que se menciona es capacitando a los estudios de abogados que intermedian en este procedimiento, que no son nuestros sujetos fiscalizados, pero de buena fe estamos...
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Un proceso muy lindo de limpieza de un caldo. Cuando tú cocinas proteínas, como en este caso el pollo, mientras se van cocinando van soltando esa espuma. Esa espuma es grasa. Sácala con una cuchara y anda dejándola en un recipiente, y así vas a obtener un caldo mucho más limpio y sin excesos ni residuos de grasas finales. Dura muy poquito, pero te garantiza un proceso bastante más limpio. Hay gente a la que le gusta esta grasa en la superficie de un caldo; hay gente a la que no. Yo te estoy enseñando para que tú lo puedas hacer. Y lo otro: mira el hervor. Así debe ser, un hervor lento y parejo; no un hervor fuerte donde los productos se vayan golpeando y moliendo entre sí. Lo que queremos es una concentración de sabor y, para eso, las cocciones deben ser prolongadas y lentas. Desde que agregamos el pollo y retomó el hervor, hemos contabilizado entre 5 y 8 minutos. Ahora vamos a agregar otro producto delicioso de la cazuela, que es el zapallo camote. Este zapallo es el anaranjado, no el amarillo clarucho. Hay una gran diferencia: este es dulce, untuoso y tiene una consistencia maravillosa. Mira, los corté prácticamente del mismo tamaño que la papa, entonces van a tener tiempos de cocción muy similares. La papa se pela, obviamente, entera; pero, si te fijas, el zapallo va con su cáscara porque, de lo contrario, se puede deshacer con mayor facilidad. Eso le entrega mucha más resistencia. Agregamos acá la misma cantidad de trozos de zapallo y de papa y volvemos a cubrir con agua. Nunca es demasiada el agua; siempre es la cantidad exacta: hasta cubrir de nuevo los sólidos, nada más. Volvemos a encontrar el hervor y vamos a dar cocción durante 15 minutos. Recuerda que los tiempos dependen de la proteína que estás usando, y eso se ve siempre al principio. Si es de cordero, también va a depender si es un cordero nuevo o uno más viejo; por ende, ahí los tiempos de cocción se alargan. En el caso de las aves, un pavo, un pollo de campo, una gallina o un pollo de mercado como este que yo estoy comprando, también tienen diferencias. En el caso de los vacunos, hay cazuelas que se hacen con osobuco, que es un hueso de pierna que necesita mucha cocción, o con costilla. Entonces, primero cocinas siempre la proteína un rato y, cuando ya está prácticamente lista —en este caso, al pollo le falta todavía, pero se va a demorar lo mismo que las papas—, vas midiendo los tiempos. Estamos: tapamos y dejamos cocinar, a olla tapada, a fuego medio-bajo, con un hervor parejo. Nos vemos en 15 minutos. Al cabo de 5 minutos desde que agregamos las papas y el zapallo, vamos a agregar estos choclitos. Van con la coronta, completitos aquí, y se van a seguir cocinando entonces. Desde el momento en que agregamos todos estos productos, nunca más hemos metido cuchara a la cazuela. Para esto, las abuelitas tenían esta técnica: meneaban la olla, y así las cosas se van asentando por su propio peso en el lugar que necesitan ir. ¿Por qué se tapa? Porque, si hay cosas que quedan en la superficie, se van a terminar cocinando con el vapor. Recuerda: lento pero seguro. Cuando tus papas estén a medio camino de cocción, agrega el arroz. El arroz se distribuye de manera pareja. Para este hoyón estoy agregando una taza de arroz. Piensa que ese arroz después va a aumentar al doble su volumen. No es bueno una cazuela repleta de arroz. Aquí te puedes ayudar con una cucharita para que el arroz baje y no quede en la superficie, así, muy suavecito. ¿Bien? El arroz se va a demorar un ratito y, en ese rato, van a estar listas las verduras. Cinco minutos antes de que la cazuela esté lista, tenemos que agregar los porotitos verdes para que queden verdes y al dente. Pero, hasta el momento, no dejes de mirar lo hermosa que se está viendo tu cazuela. Agregamos unos porotitos verdes en la superficie y estos se van a terminar de cocinar en muy pocos minutos. Los sumergimos levemente en el caldo, tapamos; pongamos la mesa, que nos vemos en máximo cinco minutitos. Momento de destapar la olla y de servir nuestra cazuela. El primer plato es el que siempre cuesta un poco más, porque están todas las cosas aquí encima mostrándose para poder salir. Entonces, con mucho cuidado...
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apoyándolo y mejorando el proceso de atención en este proceso de renegociación que es tan importante para los ciudadanos en Chile. Eso, señor presidente. Muchísimas gracias, don Hugo. Yo quisiera que nos explicara un poco más este cambio y lo que están haciendo en términos del rol que cumplen, en el fondo con la nueva ley, cómo se está aplicando, qué beneficios ha tenido. Si nos puede dar un poquito más de texto para entenderlo. ¿Quiere preguntar algo? Perfecto, señor presidente. Sí, nuestra ley que entró en vigencia el 11 de agosto de 2023 creó procedimientos no simplificados para empresas de menor tamaño, micro, pequeñas, pero también para las personas. Con eso nosotros nos pusimos a altura mundial, tomamos la legislación comparada, sobre todo lo que hizo Citral, la Comisión de Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, y somos uno de los cinco o seis países en el mundo que tienen legislación especial para tener procedimientos, una organización simplificada de bajo costo para MIPER, porque antes era muy cara, y eso se está cumpliendo, por ejemplo. Hoy día, los honorarios de los veedores que antes superaban las 400 UF, estamos hablando de entre 12 y 20 millones, hoy día no es más allá de 3 millones, 2 millones y medio de pesos. Ya eliminamos otros costos también. Creamos una liquidación simplificada para empresas de menor tamaño y para personas, porque el procedimiento de liquidación está durando entre 2 y 3 años promedio. Para las personas en las MITE, y esto significa que no pudieran, certificamos la definición de empresa deudora y sacamos a los emisores de boletas de honorario que se estaban reorganizando como empresas o liquidando como empresas en tribunales. Hoy día tenemos casi un 70 % de esas personas que emitían boletas de honorario, hoy día se están renegociando gratuitamente en la superintendencia. Ya hay una cifra que ha ido creciendo. Y también mejoramos algunas atribuciones sobre también los sujetos fiscalizados que en ciertos periodos no nos informaban, no nos retroalimentaban cuando se empezaba a cumplir el acuerdo de reorganización, y hoy día lo están haciendo y de la mejor manera también. Entonces, eso es una modificación bastante más amplia, pero yo diría que dentro de los beneficios, los más potentes son estos, señor presidente. Muy bien, muchísimas gracias, don Hugo. Y no sé si hay alguna otra consulta, y seguimos con la Fiscalía Nacional Económica. Si le parece, fiscal, lo escuchamos. Muchas gracias, presidente. Saludarlo y por su intermedio también a los miembros de la comisión. Comenzar, bueno, con lo relativo a la dotación de la Fiscalía. Como puede observarse en la lámina, hoy en día nosotros tenemos una dotación autorizada de 117 funcionarios. Al 31 de julio teníamos 110, pero es un número, digamos, que está entre lo esperado, porque hay renuncias, hay concursos, digamos. Nosotros siempre hacemos los esfuerzos máximos por tener esos 117 cupos llenos. Quizás más retroceder, digamos, muy brevemente al año 2018, que explica un poquito la dotación de la Fiscalía. En ese año se nos otorgó una dotación de 125 funcionarios que correspondían a las facultades que nos otorgó el Congreso en el año 2016, en que se creó el control obligatorio de fusiones, se le otorgó a la Fiscalía la facultad de desarrollar estudios de mercado y también se nos fortaleció el ámbito de corrupción. Y entonces ha habido algún tipo de crecimiento, con excepción del año en curso, digamos, que al final del día nosotros contamos con 8 funcionarios menos y en términos presupuestarios con una suerte de aproximadamente un 15 % menos de presupuesto en términos reales. Nosotros, respecto a la ejecución total del presupuesto, y ya yendo a la lámina siguiente, el año pasado tuvimos una ejecución de un 99 % de nuestro presupuesto, y este año estamos dentro de lo absolutamente planificado, con una ejecución de un 57 %. Nuestro presupuesto, de forma importante, está representado por el subtítulo 21, el 81 % de nuestro presupuesto está destinado a gastos en personal; luego tenemos un 15 % al subtítulo 22, en que todo lo relacionado con el arriendo de nuestra oficina, gastos en vigilancia, aseo, gastos comunes, más algunas bases de datos que son indispensables para poder llevar adelante nuestras investigaciones y nuestros litigios en tribunales, cubre el subtítulo 22; y luego tenemos también el subtítulo 29, en que los equipos informáticos y las licencias son muy relevantes. En todos estos subtítulos estamos dentro de lo planificado.
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Vamos a disponer primero todas las presas y demás sólidos: un trozo de choclo, zapallo, un trozo de pollo —aquí apareció una pechuga—, una papa, porotos verdes, cebolla, pimentón y apio. Las piezas se mantienen enteras porque se ha cocinado con cuidado, sin apurar los procesos de cocción. Se van colocando ordenadamente en el plato, procurando mantenerlo limpio. Para coronar esta preparación, en muchos lugares se añade cilantro fresco recién picado. Hay quienes utilizan ají rojo fresco, que se ralla y mezcla. Hay personas —y me incluyo— que primero toman el caldo; por eso se sirve en dos platos: en uno se disponen los sólidos y, aparte, el caldo. Luego se prepara una molienda con aceite de oliva y ají verde, que se disfruta como ensalada. Mi propósito hoy es que aprendan y conozcan, si no la han visto, este plato extraordinario, que para mí es casi emblemático. No es solo comida de invierno; se consume durante todo el año. En muchas casas, especialmente en zonas campestres, hay cazuela todos los fines de semana. Una buena cazuela, hecha con calma, paciencia y los principios básicos que he señalado, es replicable en cualquier lugar del mundo. Soy Álvaro Barrientos. Este es nuestro canal de YouTube; por favor, suscríbanse: a ustedes no les cuesta y a mí me ayuda mucho, porque quiero que cada día seamos más personas cocinando esta deliciosa comida, sin un solo secreto. Muchas gracias. Está realmente deliciosa; el caldo, exquisito, y el cilantro, perfecto. Corte.
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