Senado Salud, Socialismo Democrático y Futuro

Senado - Salud, Socialismo Democrático y Futuro - 4 de agosto de 2025

4 de agosto de 2025
14:30
Duración: 4h 31m

Contexto de la sesión

Seminario: Salud, Socialisn Democrático y Futuro • Lugar: Sala de lectura, Biblioteca Nacional Del Congreso, San Fecha: Lunes 4 de Agosto, 2025. Programa: 09:30 - 10:00 Recepción e inscripción de asistentes. 10:00 - 10:30 Sr. Renato Garín, abogado y analista político. 10:30 - 10:50 Expone: "¿Estamos Dispuestos a Gobernar la Salud o Sólo a Administrarla?" Expone: "Salud Universal desde los Territorios". 10:50 - 11:10 11:10 - 11:30 Dr. César Cárcamo, médico cirujano y Presidente de la Comisión de Salud del PR Dr. Guido Girardi, ex Senador PPD y fundador de Encuentro del Futuro. Dr. Juan Luis Castro, Senador PS y ex Presidente del Colegio Médico. Expone: "Innovación con Justicia Social". Expone: "Propuesta Integral del Socialismo Democrático".

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Conversación en una comida que tuvimos algunos pensando en que en realidad teníamos que empezar a abrir el espacio para la conversación de futuro más allá de un solo tipo de mirada y también, dado el legado que tenemos como socialismo democrático, nos pareció que era importante mostrar cuál es nuestra propuesta de salud, qué es lo que estamos viendo y cómo podemos avanzar. Así que sin más, quiero darles primero la bienvenida, agradecerle a todos los que están acá y voy a presentar primero para una breve introducción de contexto al senador Juan Luis Castro. Muchísimas gracias, Janet. Quiero pedirles que guardemos un minuto de silencio por la tragedia minera que ha vivido el país en las últimas horas y me parece que, estando en sede legislativa, corresponde en función del drama que se ha vivido. Por favor. Muchísimas gracias. Simplemente agradecer a quienes hoy día nos acompañan. Aquí hay líderes gremiales, hay expertos, gente que nos conocemos, muchos de nosotros, pero nunca vamos a ser una fuerza suficiente si no tenemos capacidad de influir. Y aquí queremos ser muy francos. El mundo del socialismo democrático es un mundo que tiene trayectoria, que tiene liderazgo, que tiene contenido y que quiere estar presente en el próximo periodo presidencial a través de la candidata que el oficialismo ha definido, que es nuestra candidata. Pero no lo queremos hacer desde una base etérea. Lo queremos hacer a partir de la experiencia acumulada, de los fallos, de los éxitos y, sobre todo, de la renovación de figuras y desafíos que tenemos por delante. No me cabe duda que con el apoyo que le dimos los partidos del socialismo democrático a Carolina Toá hace poco más de un mes, que, como toda reyerta electoral, se puede triunfar o no, ya verá el tiempo las razones de por qué eso no prosperó. Que no tiene que decir que las ideas que encarnó Carolina en ese instante o las ideas del socialismo democrático pierdan vigencia. Por el contrario, más que nunca hoy, en un escenario muy complejo como el que tenemos por delante y con serios riesgos de polarización. Entonces, en ese sentido, quiero agradecer a quien será nuestro principal expositor, Renato Garín, a quien conocí como diputado. Fuimos juntos diputados durante prácticamente casi los cuatro años. Luego él emprendió su tarea como constituyente. Un hombre que es abogado, académico de la Universidad de Chile y de muchos otros lugares, escritor, un hombre que nunca ha dejado de decir lo que piensa, cosa que a veces genera ruido o genera malestar en algunos, pero que nos pareció al equipo radical, PPD, socialista, que era la persona que tenía que hacernos esta provocación a la reflexión que tendremos en estas dos horas.
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que iremos comentando luego, Guido Girardi, ex senador, líder del Congreso Futuro, un hombre que está pensando en lo que viene más adelante, siempre, más allá del lugar que tenga o no, pero que es un líder político, permanente en el tiempo y reconocido en Chile. Y César Cárcamo, que representa al Partido Radical, ya que nuestro diputado Tomás Lagomarsino tiene sesión especial, ¿verdad?, como la Cámara de Diputados a estas horas en Valparaíso. Y César, como presidente de la Comisión, ha querido también representarnos en su condición también de haber sido dirigente del Colegio Médico, una larga trayectoria también en los temas de salud. Sin más, y agradeciendo a todos, aquí hay representación muy diversa de las regiones, Juan Pablo Cárdenas, Servicio Salud O'Higgins, Manuel Nostrózot, agradecemos tu presencia también acá, Ricardo Ruiz, Ana María Bustamante, la FEMPRUZ Nacional y O'Higgins. La misma Janet Vega, que ha sido una figura permanente en el tiempo en materia sanitaria, ex ministra, ex subsecretaria. Alberto Robles, que ha sido también parlamentario durante largos años, director de servicio. Marco Antonio Núñez, académico, permanente, ex diputado, presidente de la Cámara. Jorge Cienfuegos, presidente del Colegio de Químicos hasta pocos días atrás. En fin, Sergio Sánchez, jefe de la reforma hoy día del Ministerio de Salud. Patricia Zamora, comisión de salud del Partido Socialista. Sergio Lobos, Vladimir Pizarro, en fin, me puedo equivocar nombrándolos a todos, va a llegar más gente. Solo quiero decirles que este esfuerzo es para influir en la campaña presidencial. No es un esfuerzo teórico, el mundo de la academia es el mundo que se hace las preguntas, pero el mundo de la política es el mundo que debe tener respuestas, respuestas que ofrecerle a la ciudadanía. Por eso, con el aporte de todos estos mundos, pero aquí en sede política legislativa, queremos decir cómo construimos de mejor forma frente al enorme desafío de la desigualdad en materia de salud, frente a los avances realizados, los desafíos pendientes y los errores que no queremos volver a cometer. Tiene la palabra Renato Garín. Muchas gracias por la invitación. Quiero dedicarle estas breves palabras a la memoria de Pablo Lorenzini, con quien fuimos colegas en la Cámara de Diputados y no tuve oportunidad de despedirlo como se merecía, un gran colega también de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados. La genealogía del socialismo democrático actual suele hacerse con la nueva mayoría, la concentración de partidos por la democracia, la unidad popular. Sin embargo, hoy día los quiero retrotraer al inicio verdadero de esta coalición, que fue el Frente Popular de la elección que elige a Pedro Aguirre Cerda. Las derechas en ese momento estaban radicalizadas, un fuerte hálito fascistoide había en las derechas chilenas en los 30, había un partido nazi chileno, González Fonmarés, un abogado de la Escuela de Derecho de la Chile, fundó un partido nazi chileno, y la izquierda, en parte porque el Partido Comunista recibe la instrucción desde Moscú, llama a la alianza de los frentes populares tanto en Europa como en el Tercer Mundo. Y el Frente Popular más exitoso de ese ciclo fue el Frente Popular chileno, que armó una coalición del Partido Socialista, del Partido Comunista y del Partido Radical. Y el candidato presidencial, después de una larga primaria de tres días en este edificio, que involucró la baja de Manu Maduque Grobe, la baja de Arturo Matelarraín y finalmente electo como candidato al Frente Popular un radical de derechas, Pedro Aguirre Cerda, que tenía gran capital social porque había pasado por el pedagógico, era profesor y era abogado de la Chile también. Por ende, conocía muy bien a las élites de los partidos de izquierda. Recavarren ya estaba muerto, se había suicidado en el 24. Por ende, el Partido Comunista y el Partido Socialista ya estaban en una línea más institucional. Habían abandonado esa línea un tanto sui generi de la República Socialista en los 11 días. 90 años después, hoy, el escenario es bastante similar. Las derechas están radicalizadas, estamos en una alianza que incluye al Partido Comunista y al Partido Radical, es decir, las dos puntas de la izquierda, confluye el Partido Socialista, el Partido por la Democracia, también la democracia cristiana. Y si uno revisa el programa de Frei Montalva del 64, va a encontrar mucho del espíritu del Frente Popular. Por eso es que después la alianza que más tarde conocemos entre Mata Cristiano y el antiguo Frente Popular, que es la concertación, se parece mucho al Frente Popular y al programa de Frey del 64, porque hay algo común. Y ahí está, por ejemplo, el tema de la salud. El tema de la salud aparece por primera vez en el Frente Popular.
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siglo XX con el Frente Popular. Y no es casualidad que el ministro de salud de Pedro Aguirre Cerda es un joven llamado Salvador Allende. Y que de hecho vive junto al Ariostazo del 39, cuando se le intenta dar un golpe a Aguirre Cerda y Aguirre Cerda revolver sobre la mesa, se sienta en la moneda, tres ministros la acompañan y entre ellos está el más joven, Salvador Allende. Que vea a Aguirre Cerda ese día el Ariostazo. Hoy día, 90 años después, hacemos lo que se llama malestar social. Un concepto a mi juicio es pseudocientífico, al cual hay que dotar de contenido político y contingente. En materia de salud, por supuesto, las listas de espera están número uno en el malestar social. Cerca de 3 millones de personas afectadas directamente por las listas de espera. Si multiplicamos por el hogar promedio en Chile, 4 personas, tenemos 12 millones de personas directas e indirectamente vinculadas con listas de espera. ¿Cómo eso nos va a generar malestar social? 12 millones de personas esperando que le opere la cadera a la abuela. Que le operan el colon al abuelo. 12 millones de personas. 3 millones en lista de espera, 9 millones que son sus parientes directos, que votan. Entonces imagínense ustedes 12 millones de personas votando, votando, votando, votando, esperando a que le operan la cara a la abuela y nunca se le opera la cara a la abuela. Eso es malestar social. El eje del malestar social, el costo de la vida. El costo de la vida en Chile se disparó. Quienes recibimos extranjeros en Chile sabemos el impacto que genera ver los precios. Claro, no es Buenos Aires que está en una crisis económica, pero Santiago es de las capitales más caras del mundo, especialmente en salud. En los medicamentos de marca tenemos el mercado de los más caros del mundo y en los genéricos de los más baratos del continente, pero son los de marca los que generan ese malestar social. Ese costo de la vida generó también un malestar social respecto de las farmacias. Cuando hay saqueos, no se saquea como en Europa a todos por igual, desde el zapatero, ¿cierto?, hasta el gran retail. No, no, en Chile se saquea a los supermercados y a las farmacias, porque es allí donde está la experiencia de consumo que genera el malestar social, donde gran parte del salario, gran parte de la pensión, o si no toda la pensión, se va en la farmacia. Y las farmacias son protagonistas, no de una, sino de dos casos de colusiones. Entonces, cuando hablamos de malestar social, hablamos de ese remedio que sale caro en la farmacia, hablamos de esa colusión que todos supimos. El poder corporativo también es una tercera fuente de malestar social en el mundo de la salud. La ISAPRE, gran reflejo del poder corporativo. También la farmacia, los laboratorios, las grandes clínicas integradas verticalmente con la ISAPRE. El poder corporativo haciendo de contrapeso al poder público democrático. Entrelazados dando un bien público que es la salud pública. Hace 100 años este contexto no estaba. ¿Por qué? Porque las grandes corporaciones privadas, que tienen 80, 70, 50 años, no existían en el mapa del Frente Popular. Y entonces el Frente Popular dijo, gastemos más en salud, y gastemos más en salud, y gastemos más en salud. ¿Y qué dijo la Iglesia Cristiana? Gastemos más en salud. ¿Y qué dijo el presidente Allende? Gastemos más en salud. ¿Y qué vamos a decir hoy día nosotros? Gastemos más en salud. Llevamos 90 años en eso. ¿Cómo se gasta el dinero en Chile? Ley de presupuesto. Voy a hacer una provocación, dado que he vuelto a este edificio después de dos largos años, tres largos años. Es más importante para el malestar social en Chile cambiar la ley de presupuesto que cambiar la constitución. Es más importante en Chile cambiar la ley de presupuesto que cambiar la constitución. Es más transformador para la vida diaria de las personas que arreglemos el gasto fiscal. A que cambiemos de nuevo la constitución. ¿Cuáles son los problemas jurídicos de la ley de presupuesto actual? Primero, es una ley de arrastre. ¿Qué quiere decir esto conceptualmente? Que si este año se gastó X, el próximo año se defiende X más 1 o X menos 1. Pero X es la base. Se arrastra. Es una ley traumática políticamente. Una guerra civil en 1891, diversos conflictos políticos en el siglo XX, pero que después, como fuimos... perdiendo el interés en cambiar la ley de presupuesto, dejaron de haber conflictos políticos en la ley de presupuesto y se transformaron en otros conflictos, derechos sociales, prestaciones públicas, gastos públicos. Pero es la ley de presupuesto el instrumento en el cual se regulan esos problemas. Entonces, aquí voy, hay una práctica enajenada, un tanto alienada, en la política chilena respecto a cómo gastamos el dinero. Y esto no está solo en mi generación, en la izquierda, está también en sectores de la derecha. Si ustedes leen, por ejemplo, el libro de Diego Chalper sobre derechos sociales, presentado por Catalina Pérez, hoy día recluida en su casa, van a encontrar que el libro de Chalper es un libro de la historia de la sociedad.
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En el libro de Diego Chalper, más o menos las mismas intuiciones que el programa presidencial de Gonzalo Inter. Es decir, hay que gastar más en derechos sociales y ese gasto es bueno, porque sí. Tercer problema de la ley de presupuesto. Hay una asimetría en el Congreso con la dirección de presupuesto. Porque el diputado o el senador que quiere conversar con el ministro sobre presupuesto... Lo hace primero en base a estimaciones, segundo no tiene toda la información y tercero cuando quiere negociar viene un tanque llamado DIPRES que tiene todo a su disposición para echar abajo tu razonamiento. Y entonces, dado este cruce de camino entre una ley de arrastre, un trauma político con el presupuesto y además este poder de la DIPRES, lo que ocurre, lo que yo conozco en la Cámara de Diputados, es que algunos diputados de la Comisión de Hacienda, dos o tres diputados, se especializan en discutir el presupuesto y en negociar con el ministro la glosa y la partida. ¿Por qué? Porque conocen la serie. ¿Qué quiere decir eso? Estuvieron en la negociación del 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, y entonces, por ejemplo, mi estimado Pablo Lorenzini, un maestro de este arte, sabía cuánto había negociado hace cinco años atrás con Larraín, cuánto había negociado con Arenas, cuánto le había sacado a Valdés, cómo había sido con Aiza Aguirre. Lo mismo José Miguel Ortiz, por ejemplo, dos grandes diputados de la Cámara de Diputados cristianos, muy maltratados por mi generación, negociadores del presupuesto. ¿Y qué hacíamos los diputados? Que no, que estábamos recién empezando. Íbamos a la oficina de Lorenzini y Lorenzini hacía de diprés de los diputados. Y entonces Lorenzini iba en paquete y le decía, mire, tengo todas estas solicitudes, ministro, arreglemos la mitad. Y así se negocia en el Congreso, al menos en la Cámara de Diputados, lo que yo conozco. El presupuesto de la nación durante el segundo gobierno de Presidente Piñera. Diputados cristianos negociando las partidas con el ministro Larraín, porque se conocían de antes, conocían la serie de la negociación. Quien llega de la nada no puede negociar un presupuesto. Esto es una asimetría de información extraordinaria, que por supuesto la gente afuera, nuestro votante, no lo sabe. Y entonces nos pide resultados, nos pide eficiencia, nos pide que negociemos. ¿Cómo? Si vengo llegando. Tengo que recurrir al que sabe. Por eso tiene sentido que haya un Senado. Esto lo discutimos en la Convención Constitucional. Tiene sentido que haya un Senado. Claro, quizás están mal duplicadas las funciones, pero tiene sentido la bicameralidad. Tiene sentido corregirse unos a otros. Hay un sesgo conservador. A esto quiero ir en el fondo. Hay un sesgo conservador en la manera en la cual entendemos la ley de presupuestos. La mantenemos porque sí. Hacemos una repetición por inercia, incluso sabiendo que estamos causándonos un daño. Y además, para coronar, el gobierno anterior, el que se va, le hereda el primer presupuesto al que entra. Y entonces el presupuesto, realmente el primer presupuesto real del gobierno que entra es el segundo. Pero en el tercer año ya está en campaña municipal. Entonces es bastante difícil esta especie de laberinto institucional que hemos creado, donde el gasto hay que hacerlo, hay que ejecutarlo, si se ejecuta, miramos feo, y hay que hacerlo en un plazo, y si ese plazo se cumple... y no has ejecutado el dinero, la DIPRES tiene que venir a ponerse colorada delante de los diputados y senadores porque no ejecutó. Es conceptualmente errado lo que tenemos. A esto voy. No es progresista, es conservador. Es el peor conservadurismo, el que conserva porque sí. Traje un solo gráfico hoy día para no abrumarlos con gráfico. Ese gráfico muestra claramente, a mi juicio, el drama chileno, una especie de estado fallido en materia de salud y en otras materias. En la línea gris pueden ver el déficit fiscal, en la línea roja la deuda fiscal y en la línea azul las listas de espera. Y ustedes dirán, ¿qué tiene que ver? No hay relación de causalidad, obviamente, listas de espera, déficit y deuda, pero hay correlación. Fíjese usted lo mal que hacemos las cosas, de que mientras endeudamos al país, hasta 45 puntos del PIB prácticamente, se nos fueron a 3 millones las listas de espera de la gente. Y tenemos un déficit acumulado de 13. 13 de los últimos 16 presupuestos de la nación han sido deficitarios. Piñera 1, Bachelet 2, Piñera 2, Boric. 13 de los últimos 16 presupuestos de la nación han sido deficitarios. Le debemos 45 puntos del PIB a acreedores internacionales y a AFP, que nos compran los bonos soberanos. Y no solucionamos nada en salud. ¿A qué es lo que está mal? ¿Y qué es lo que está mal? ¿Qué es lo que está mal? Que nuestro sector político, los partidos políticos aquí representados, abandonaron...
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Abandonaron el rigor fiscal. Abandonamos el principio del rigor fiscal. Toda la política chilena, desde a poquito 3000 para abajo, abandonó el rigor fiscal. Yo he encontrado muchas excusas. Terremoto, pandemia, crisis, estallido, derechos sociales, reforma educacional, para tener déficit año tras año. Ministros con doctorado que después se van a tremendas pegas al FMI, que le exigen rigor fiscal a medio mundo. Pero cuando ejercen en Chile, no, cuando ejercen en Chile hay déficit con Valdés. Cuando ejercen en Chile hay déficit con Briones. Cuando ejercen en Chile hay déficit con el ministro Larraín. Qué curioso, qué curioso que los mejores economistas de nuestras generaciones tienen este problema. ¿No será que hay algo estructural en la ley de presupuestos? ¿No será que hay algo problemático más allá de las personas? Bueno, este problema lo entendió muy bien el presidente Ricardo Lago Escobar. Si uno tiene que traer acá... Un legado de Ricardo Lago Escobar es esto, haberle explicado al progresismo y al votante progresista de que el rigor fiscal es clave para poder ejecutar políticas públicas. Es clave, porque el déficit trae inflación, porque el déficit es el padre de la deuda, porque para pagar el déficit hay que traer deuda. Ejemplo, si seguimos a 1,5% de déficit anual, sobre 300 mil millones de dólares que es el PIB, son 4.500 millones de dólares en déficit por año. Por cuatro años que son cada gobierno, 18 mil millones de dólares en solo déficit. Esto es absurdo, es morboso. ¿Y qué ocurre con esto? Ricardo Lagos lo entendió muy bien. Cuando la izquierda no entiende el rigor fiscal, viene la derecha, pues. Vienen los libertarianos, porque así se les dice, no libertarios. Esa es la izquierda libertaria, son los anarquistas de izquierda. Los libertarianos. Son lo que representan, por ejemplo, hermanos Kaiser. Lecturas de Von Hayek, lecturas de Von Mises, de Milton Friedman, de Murray Rothbard, de Ayn Rand, ¿cierto? Les encanta ese libro, La rebelión del Atlas, ¿cierto? El individuo contra el colectivismo. ¿Por qué? Porque tenemos este gasto fiscal desmesurado, pues. Este déficit irracional. Entonces le abrimos la puerta a esta reversión libertariana, ¿verdad? Que nos dicen recorte, motosierra, ni ley. ¿Cómo solucionar esto? Tiene razón el senador Castro, hay que tener soluciones políticas, ¿no? Porque el mero diagnóstico académico queda corto. Esta desorientación del progresismo respecto del gasto puede solucionarse mediante un instrumento que está discutiéndose en Chile hace por lo menos 25 años, que empezó con Lagos, que ahora se le llama presupuesto en base cero, pero que ha tenido otros nombres. Esta idea se la apropió en un momento el Centro de Estudio Horizontal de Evópolis, Ignacio Briones la llevó al gobierno supuestamente de Piñera, y en vez de ejecutar una base cero, ejecutó una base 80. Y ustedes comprenderán que no hay que ser doctor en economía, entender que de 0 a 80, hay 80 de diferencia. ¿Qué quiere decir base cero? ¿Cuál es la diferencia conceptual? con los recortes y la motosierra. Los recortes y la motosierra van a empezar desde el tope, que es 90 mil millones de dólares de gastos, y vamos recortando. ¿Por qué? Porque a esa visión del mundo le conviene que cada uno de los recortes traiga, ojalá, una marcha en esa calle acá al lado. Y que cada uno de los recortes traiga conflictividad social. Para que entonces nuestro sector y la izquierda tenga que ir a defender ese gasto, y entonces ellos, los kaiser, los agustinlajes, ¿cierto? Los quirós, el abogado de la farmacia, al menos el costo de la vida, digan no, pues yo estoy aquí por la eficiencia estatal. ¿Se entiende el dilema? Los recortes y la motosierra le sirven a mi ley porque mi ley tiene ahora, politológicamente, una elección de medio término, ahora en septiembre y octubre. Eso no existe acá. Esto es solo conflictividad social un modelo de motosierra en Chile. Solo conflictividad social. Con la ANEP, con los gremios, con los proveedores estatales, que no son pocos, con los médicos, por supuesto, en el sector público. Entonces aquí está la pregunta política, dura, definitiva, total, al final del día. ¿Qué es lo que necesitamos? Arreglar el gasto público sin conflictividad social o sin romper, al menos, el pacto social en Chile. Esta es la pregunta política. ¿Cómo ordenamos la ley de presupuestos sin ejecutar una crisis en las calles que nos cueste más caro lo que arreglamos? Bueno, un presupuesto en base cero se trata de eso, de partir de cero, no de 90.
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Pero, corrijo, no es de cero, porque tenemos ya, ahora este año, 4.000 millones de dólares de intereses de deuda externa y el próximo año van a ser 5.500. Entonces no es base cero, es base 5.500, porque hay que pagar los intereses de la deuda. La base cero también significa, obviamente, al menos equilibrio fiscal. Si nuestro sector algo tiene que pedirle a la candidatura de la izquierda, es al menos, al menos, una regla de equilibrio fiscal. Al menos, no superávit, pero al menos equilibrio fiscal. Que lo que entra se gaste y no se gaste un peso más. Porque ese déficit genera eso. ¿Cuánto cuesta, más o menos, en términos gruesos? Ojo, esto no es solo plata. Ellos me lo han explicado toda esta semana que no es solo plata. Pero pongámosle algún número para tomar conciencia de cuánto cuesta esto. Por ir a los medicamentos, se recauda en torno a 2.500 millones de dólares. Eso es en régimen, es decir, en arrastre. Son 2.500 este año, 2.500 el próximo, 2.500 el próximo y así. Por ende, eliminar y ir a los medicamentos cuesta en cuatro años 10.000 millones de dólares. 2.500 por cada año. ¿Cuánto cuesta la lista de espera? Hay una estimación de este gobierno, del 2023, que habló de 750 millones de dólares, pero desde todos los sectores salieron a decir que es un cálculo mal hecho. ¿Por qué? Porque está calculado como si todas las operaciones y consultas se hicieran en Santiago, en Rancagua, en Viña del Mar. Y el problema real que tenemos es que la abuela que tiene que operarse de cadera en Melipilla o en Alhué hay que moverla hasta el hospital. Y eso también se paga, hay un costo y hay que licitarlo, hay que pagarlo. Se agrega, por ende, al costo de listas de espera. Y además, lo que he leído que hay un cierto consenso es que las primas que paga Fonasa respecto a estas licitaciones que hay que hacer con las clínicas son bajas respecto al mercado. Entonces va a haber que subirla al alza. ¿2.000 millones de dólares en listas de espera? No 700, sino 2.000. Es bastante. Pero 2.000 millones de dólares todavía, si ustedes lo piensan, es nada. Es nada al lado de 90 mil millones de dólares que tiene el presupuesto estatal. Esto puede hacerse. Claro, la política implica que hay que dejar de pagar otras cosas. Y el liderazgo implica decirle a algunos sectores de la sociedad chilena que este año no toca, porque hay que operar las caderas de las abuelas. Y quizás este año no va a poder tener un Ministerio de Cultura como quisiéramos a primer nivel mundial, porque hay que pagarle la operación de colon a los abuelos. Eso es liderazgo político, colocar prioridades con el gasto público, entre un marco de rigor fiscal y equilibrio fiscal. Eso fue lo que hizo Ricardo Lago, eso fue lo que hizo Michelle Bachelet durante sus primeros tres años de gobierno, hasta que vino lo que hizo el subprime. Los costos que están calculados en los informes del gobierno, en los informes que circulan, son precios bastante curiosos. Por ejemplo, el precio promedio de una cirugía que se está calculando en estos precios está entre un millón y un millón doscientos. Y las consultas médicas están en 160 mil pesos promedio, las especializadas, en las estimaciones del gobierno. O sea, son precios que van a ir al alza, si ustedes lo piensan. Porque primero por la inercia inflacionaria, ¿cierto? Pero además porque son, a nivel mundial, estos son los costos más sensibles de la sociedad. Donald Trump acaba de hacer una conferencia de prensa dos semanas atrás, cadena nacional, muy bien recibida por la población, incluso los demócratas, pidiendo a las farmacéuticas que bajen los precios. Es una agenda política en todas partes del mundo el costo de vida y la salud. Por ende, esos 2.500 millones de dólares que involucra quitarle el IVA a los medicamentos, es muy importante considerarlo. Sería muy interesante, por ejemplo, ver al gobierno de Chile fiscalizando a las farmacias, si acaso están aplicando la baja del 19% en cada medicamento o no. Y podamos ver a Cruz Verde, a Salcobran, a Farmacia Humada, ¿cierto? Bajando los precios porque el IVA no se aplica. Sería interesante, cambiaría el eje de la discusión, al menos. Pero fíjense ustedes, 2.000 millones de dólares en lista de espera, 2.500 en medicamentos, cada hospital de alta complejidad cuesta entre 300 y 350 millones de dólares. Hay que ir sumando. Más el déficit que tenemos que reducirlo. Hay que dejar algo sin pagar. Hay que dejar gente desconforme en algún momento. No sé, en Nirvana, donde todos quedan contentos.
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Esto contradice la primera ley de la economía, que no hay de todo para todos. Cierro con esta idea. ¿Es progresista pagarle a las clínicas para solucionar la lista de espera? Este es un debate que estuvo en el Frente Amplio cuando yo firmé mi Frente Amplio de Fundadores. Tuvimos muchas veces, muchas veces, porque hay un sector del Frente Amplio y, por supuesto, el Partido Comunista, aunque yo creo que esto es más intenso en el Frente Amplio, que se opone a rajatabla a que las clínicas participen en la solución de las listas de espera. Es decir, que el Estado pague a las clínicas para operar las caderas de la abuela. El contraste que hay que hacer no es con un Estado socialista ideal, obviamente, porque es una falacia, falacia del Nirvana, insisto en eso, comparar un ideal con una realidad. La comparación que hay que hacer es esta. Si el Estado no le paga a las clínicas para operar a las abuelas, lo que hacen las abuelas es tomar un crédito de consumo con Luxic para operarse la cadera. Cuando no, el nieto ayuda en el crédito, el grupo familiar entero se endeuda con el banco para operar a la abuela o al abuelo. Entonces, la pregunta que hay que hacerse es: ¿quién es más progresista en este Estado de la realidad política? ¿Licitar las listas de espera a las clínicas o hacer que el Banco de Chile endeude a la gente para achicar las listas de espera? La respuesta es evidente. Y me parece a mí que, si pudiéramos revivir a todos nuestros próceres desde el gobierno de Aguirre Cerda para adelante, incluyendo a su ministro de Salud, lo que nos dirían es que ordenemos eso. Porque esa es la primera lección del progresismo en el siglo XX: el rigor fiscal, la gran lección de la concentración de partidos por la democracia; el rigor fiscal, regular el poder corporativo, gran lección de la izquierda en el siglo XX; y, por supuesto, mantener la esperanza, el sueño de que alguna vez vamos a poder construir un sistema público que se haga cargo de la realidad política. Pero hoy día, me parece a mí, que hay incluso un dejo de crueldad en quienes, por una pureza ideológica, dicen: no, no metamos a las clínicas en las listas de espera, porque eso es neoliberalismo. No, no es neoliberalismo, porque se hace con plata pública, que viene de los impuestos, que viene de la hacienda pública. Neoliberalismo sería un crédito con aval del Estado para pagar las operaciones de las abuelas. Eso es neoliberalismo. Entonces, con la discusión que viene en salud ahora, en estos próximos meses, tenemos que ser muy claros: rigor fiscal, equilibrio fiscal, licitaciones abiertas para pagar las listas de espera y, obviamente, creo yo, apretar al mundo farmacéutico y decirles: señores, se acaba el IVA de los medicamentos, pero usted me baja el precio de consumidor mañana, ese 19%. Ese, creo yo, es un programa político realizable y que está entroncado en la mejor versión de lo que fue el Partido Radical del siglo XX, de lo que fue el Partido Socialista, de lo que es el Partido por la Democracia, de lo que es la democracia cristiana, de lo que es el Partido Liberal, en lo que somos quienes nos sentimos progresistas, herederos de Aguirre Cerda y, por supuesto, heredero de Ricardo Lago Escobar. Muchas gracias. Muchas gracias, Renato. Estoy segura de que vamos a tener harto tema para conversar una vez que terminemos las exposiciones. Vamos a ir con exposiciones de no más de 20 minutos. Estuvo perfecto en el tiempo y ahora le vamos a pedir a César que, por favor, se dirija a todos nosotros. También saludar a todas aquellas personas, amigas, compañeras y compañeros que por streaming nos están siguiendo a lo largo de todo el país, porque esta es una transmisión en vivo que se está haciendo gracias a TV Senado. Bueno, muy buenos días a todos. En primer lugar, también quisiera, de nuestra parte, entregar nuestras más sinceras condolencias a la familia y los seres queridos de los trabajadores que perdieron la vida en el fatídico accidente de la mina del Teniente la semana pasada. No debiera ser que el hecho de salir a trabajar para traer el sustento de la familia signifique poner en riesgo la vida de los trabajadores. Distinguidas autoridades, ex autoridades, un fraternal saludo a los presentes y a quienes nos siguen por streaming.
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Quienes mayoritariamente estamos participando en este seminario, compartimos un ideario socialdemócrata o socialista democrático y apoyamos entusiastamente la candidatura en las pasadas primarias de nuestra muy buena candidata Carolina Tohá. Con los resultados ampliamente conocidos y ampliamente comentados, lejos de salir corriendo a refugiarnos en nuestras respectivas atalayas, hemos decidido hacer un nuevo esfuerzo de convergencia y volver a proponer bajo la mirada de la socialdemocracia o socialismo democrático nuestras miradas hacia el futuro. Una pequeña introducción como marco de la socialdemocracia, del estado del bienestar y de las propuestas, muy generales, por supuesto. Socialdemocracia. La esencia de la socialdemocracia ha sido y es la búsqueda de los medios necesarios para alcanzar las mayores cuotas de libertad, igualdad y bienestar entre los miembros de la sociedad. En cuanto a los medios, nosotros proponemos. Queremos cambiar la sociedad mediante un proceso evolutivo. Creemos en la evolución, en el cambio gradual, en la vía pacífica. Somos reformistas, nosotros los radicales. Queremos promover los cambios en democracia como una respuesta a la voluntad popular expresada periódicamente en las urnas. La gran palanca para nosotros del cambio es la educación y la capacitación. La igualdad de oportunidades sólo será realidad mediante la educación. Todos deben llegar a los niveles de educación que les permita su capacidad intelectual, no su capacidad económica. Como una condición necesaria para que se cumpla este objetivo, nuestros compatriotas deben tener acceso a los mínimos aceptables de trabajo, salud y vivienda. La socialdemocracia cree que sus aspiraciones pueden lograrse en una sociedad libre y justa, con una distribución del ingreso que permita hacer realidad la igualdad de oportunidades, solidaria, en que todos los individuos puedan desarrollar todas sus potencialidades. Queremos una sociedad en que el Estado esté presente cuando se trate de asegurar la igualdad de oportunidades y de llevar a cabo las grandes tareas prioritarias de interés nacional que el sector privado no puede realizar. Ante cualquier duda de competencia entre el sector privado y el sector público, ésta debe resolverse recurriendo al criterio de costos y de eficiencia. En esta materia, los radicales, como en muchas otras, tenemos un enfoque eminentemente pragmático. En lo económico, reconocemos el valor del mercado como elemento que puede ser eficiente en la asignación de recursos de manera flexible, al mismo tiempo que sostiene la capacidad del Estado para actuar con esa misma flexibilidad en lograr un control y respeto por las reglas del juego entre los actores que se desenvuelven en el mercado. Por otra parte, la socialdemocracia no equivale necesariamente a la propiedad pública de los medios de producción, no obstante que considera al Estado lo suficientemente empoderado para crear y propiciar iniciativas y recursos que faciliten un desarrollo armónico y sostenible con el resto de la economía, agilizando procesos para la expansión de la producción, la investigación, la ciencia y la innovación productiva, cuyo fin es lograr pleno empleo como objetivo ideal. En suma, la socialdemocracia propugna la libertad para alcanzar la igualdad social y el bienestar, o fraternidad, libertad, igualdad y fraternidad. Algunas palabras sobre el estado de bienestar. Socialdemocracia y estado de bienestar constituyen toda una simbiosis, una pareja armónica que el socialismo democrático ofrece en la sociedad capitalista para la emancipación social y política de los sectores más postergados y establecer los derechos sociales universales dentro de un clima de libertad, democracia y pluralismo. Este esquema de sociedad, no obstante, como...
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Idea viene desarrollándose y proponiéndose en Europa desde hace mucho tiempo, en la práctica desde los inicios del siglo pasado, y en Chile por el Partido Radical entre la segunda y la tercera década del siglo pasado. El estado de bienestar, que ya debería llamarse estado benefactor, ya que se refiere al rol activo del estado en la búsqueda del bienestar social de la población, nace sin embargo en su forma madura en paralelo a la recuperación de la economía occidental de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial. En esa época se acuñó el famoso término de, comillas, proteger al ser humano desde la cuna hasta la tumba, cierre comillas, en el cual se expresaba esta aspiración de protección, igualdad de oportunidades y justicia social propia de la época, postura con que el concepto integrador de seguridad social, con diversos matices, fue adoptado por la socialdemocracia. La idea central de este proyecto se basaba en la necesidad de establecer, comillas, un salario social, cierre comillas, que complementase a los ingresos de los trabajadores en busca de la equidad. Igualmente se postulaba en esta política una expansión de la demanda a través de un incremento del salario directo, estableciendo un salario mínimo por el estado, un aumento de las oportunidades de trabajo mediante la creación de empleo por la acción directa del sector público, precisamente en las tareas de las instituciones destinadas a desarrollar las políticas sociales como educación, salud, asistencia, vivienda, etc. Sin embargo, la transición demográfica con una baja fecundidad y envejecimiento de la población, unida a la transición epidemiológica hacia el predominio de las enfermedades crónicas como el cáncer, los accidentes, las enfermedades mentales y los tóxicos de dependencia, produce junto con el explosivo desarrollo de las tecnologías en la medicina y a la mayor necesidad de cuidados médicos en esta población envejecida una alza inflacionaria desmedida en los costos de la atención de salud y una crisis en el estado de bienestar. Por otra parte, la prevalencia de una cultura de la inmediatez, las redes sociales, la revolución de la información producen un incremento en las demandas por atención y tensionan la capacidad del estado de bienestar para dar respuestas oportunas a estas necesidades, produciendo frustración y malestar en la sociedad. Emerge así la denominada sociedad del malestar. Ciertamente, después de más de medio siglo de éxito, hoy el estado de bienestar, nuestro estado de bienestar, recibe críticas por su excesivo centralismo, su burocratización reflejada en la denominada permisología, ciertamente tenemos permisología en salud, los elevados costos de la administración, el favorecer un clientelamiento político en un gobierno de turno, el ser excesivamente paternalista y dar poco espacio para una participación real de las personas en la toma de decisiones. Salud universal desde los territorios. Ese era el título del seminario y quisiera verlo desde el punto de vista personal. A mi modo de ver aquí se unen dos conceptos, salud universal y territorios. Respecto al concepto de salud universal, no me voy a profundizar, se puede interpretar como el anhelo de un acceso expedito y gratuito a una salud de calidad, en forma independiente de la edad, condición de salud y niveles de ingreso. Respecto al concepto de territorios, más allá del concepto geográfico, a mi modo de ver lo que estamos hablando de territorio, estamos hablando de personas que habitan en los territorios. Las personas que hoy habitan en los territorios son igual a las personas que vivieron hace casi un siglo cuando nace el estado de bienestar. Si así fuere, entonces las soluciones que funcionaron hace casi un siglo debieran funcionar hoy día. El modelo implantado hace casi un siglo era el de la eficiencia e igualdad que podía lograrse mediante soluciones estándar, pero además escondía una evidente voluntad normativa por parte de las instituciones políticas respecto de la diversidad ciudadana. El ciudadano fue convertido así en un receptor pasivo de beneficios y servicios modelados desde arriba por las élites políticas y tecnocráticas, sin mayor posibilidad de adecuarlos de acuerdo con las necesidades específicas ni de poder elegir alternativas. La incorporación de los seguros privados posteriores que aportó grados de libertad de elección no solucionó el problema del modelo fordista o de Ford, ya que el poder ejercer verdaderamente la libre elección.
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En el sector privado solo se puede hacer a no ser que se disponga de un poder adquisitivo relativamente fuerte. La libertad de elección y la diversidad fueron así transformándose en el privilegio de clases más acomodadas de la sociedad, lo que no ayuda necesariamente a la paz social y, por el contrario, aumenta la sociedad del malestar. Persistir en un modelo fordiano de arriba hacia abajo que no considere la velocidad de los cambios tecnológicos, la rapidez de la innovación, las expectativas de las personas, la diversidad de los territorios, las redes sociales y la transición epidemiológica presenta un riesgo serio de desmantelamiento de nuestro querido estado de bienestar. Un estado de bienestar que no sea capaz de reinventarse ante los nuevos restos está en riesgo su continuidad. El gobierno del pueblo y para el pueblo. Si diagnosticamos que el actual estado de bienestar no puede satisfacer las necesidades de las personas, entonces, a partir de este diagnóstico, podemos visualizar tanto la vía como la metodología para la reforma que debe seguir. Debemos levantar un proyecto de transformación e innovación profundo que involucre tanto la demanda como la oferta en nuestros servicios públicos de salud. Brevemente, algunas ideas. Por el lado de la demanda se debe profundizar y asegurar la libre elección ciudadana. Se debe empoderar a la gente. Esta libertad de elección debe ser incluyente y equitativa, asegurándole a todos los ciudadanos el acceso a los servicios de salud mediante una garantía de financiamiento público total o parcial. La modalidad de cobertura complementaria MSC FONASA va en el sentido correcto. Pero es aún incompleta, pues no involucra a todas las personas. Además, Fonasa, que ha llegado a ser responsable del aseguramiento de casi el 90% que viene de los chilenos, rápidamente, rápidamente debe modernizar su gobernanza con un gobierno corporativo. En el subsector privado se debe terminar con las barreras para la ley de movilidad, terminando con la declaración de salud. Y en ese sentido está el proyecto de ley implementado, presentado por el Ejecutivo. Por el lado de la oferta, y aquí está lo difícil, el proyecto de transformación e innovación debe ser gradual, pero profundo, muy profundo. Gradual, pero profundo. Equidad, eficiencia y calidad debieran ser los ejes de la transformación de la red prestadora pública. Se debe avanzar en el caso de la APS hacia una APS universal, aumentando su responsabilidad en los procesos de derivación y contradirivación de los pacientes que requieren atención por especialistas o patologías de alta complejidad. Ese flujo de derivación debiera ir acompañado por el financiamiento correspondiente proveniente de un fondo especial para estos efectos. La APS debe tener la facultad de escoger qué prestadores públicos o privados o universidades forman parte de su red de derivación. Se debe modificar el financiamiento de los hospitales públicos, los que deben ser financiados completamente de acuerdo a su producción. Debería estar alineado de una vez por todas su financiamiento con su producción real. Un pago tipo GRD o soluciones similares deberían implementarse. Esta transformación de los hospitales hacia empresas públicas requiere profundizar la profesionalización de su administración. Deberían ampliarse las ADP hacia las jefaturas, necesariamente. Y en las relaciones industriales al interior de los hospitales se requiere conversar con los gremios para modernizar el estatuto administrativo. La transformación de las redes regionales de salud requiere una nueva estructura. Tenemos que salir de nuestro servicio a salud. Esta nueva estructura debe organizar en nivel regional la oferta de servicios bajo un régimen de libertad, emprendimiento y competencia por calidad de servicio. La nueva estructura debe organizar y regular la provisión de servicios garantizados públicamente a modo que su oferta pueda adecuarse a una demanda ciudadana cada vez más empoderada. Terminando, como fue anunciado, la esencia de la socialdemocracia y del estado del bienestar ha sido y es... La búsqueda de los medios necesarios para alcanzar las mayores cuotas de libertad, igualdad y bienestar entre los miembros de la sociedad. Necesitamos una reforma innovadora y profunda.
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