Sí, en nombre de Dios y de la patria se abre la sesión. La señora secretaria dará lectura a la cuenta. Sí, presidente.
Los documentos llegados para esta sesión incluyen el reemplazo de la diputada Cintabella El-Diomar por el diputado Jaime Sáez, y una solicitud del diputado señor Chalper, don Diego Ignacio Chalper, para que la comisión revise en detalle las decisiones adoptadas por el Servicio de Impuestos Internos en materia de avalúo de precios urbanos y agrícolas, en vista de analizar los efectos en el pago de contribuciones, materia que se solicita para una sesión especial invitando al director de Impuestos Internos.
Asimismo, solicita que en la misma instancia se analice este tributo en detalle, de manera de generar las reformas necesarias para que responda adecuadamente, señor director, a los criterios de justicia tributaria. Se solicita invitar a esa sesión especial a don Mario Marcel, al señor Javier Echeverry y a la señora Francisca Perales, subsecretaria de Desarrollo Regional.
Igualmente, el presidente de la República ha colocado la siguiente urgencia, que califica de suma, para el despacho del proyecto que regula los sistemas de inteligencia artificial, la robótica y las tecnologías en sus distintos ámbitos de aplicación; el proyecto que perfecciona a los sistemas de medianos en la Ley General de Servicios Eléctricos y el que aprueba el Acuerdo de la Asociación Económica Integral entre la República de Chile y los Emiratos Árabes Unidos.
Por último, ha ingresado el informe a la Comisión de Trabajo y Seguridad Social, recaído en el proyecto iniciado en moción, que modifica el Código del Trabajo para extender la duración del permiso postnatal parental. Eso es toda la cuenta, señor presidente.
Muy bien. ¿Algo sobre la cuenta, estimado diputado? ¿Diputada? ¿No? ¿Varios? Yo sobre la cuenta. Es que el diputado Chalper mandó una carta solicitando lo que ya aquí habíamos acordado de invitar al ministro de Hacienda, al
de este edificio de puente interno y agregó también a la subsecretaria de Desarrollo Regional, claro, y, como ya lo habíamos acordado, le vamos a agregar a la invitación el representante de la municipalidad que lo había solicitado usted, de modo que se sume a lo ya acordado, y sobre varios.
Yo, antes de que partamos, quería comentarles que ya estamos casi completando la lista de invitados a exponer a la comisión, así que me gustaría que, a la vuelta de la distrital —o mejor dicho, durante la distrital— conversara con la gente de la DIPRES para que avance con el tema de la mesa y entregue la información solicitada. Aquí lo conversé con Pablo Jolquera también, para que cite las veces que sea necesario y así se pueda terminar con la mesa antes de la vuelta de la semana distrital y, al volver, concluir con los pocos invitados que nos quedan el día martes y comenzar a votar. Propongo que el plazo para indicaciones sea hasta el 26 de junio, si es que hay indicaciones, ya que es difícil, en estos temas, incorporar indicaciones; pero a lo mejor se requieran votaciones separadas, según lo que ya ha pedido el Diputado Bianchi. Gracias, Presidente.
Sí, yo quisiera, por su intermedio, saber cuál es la disponibilidad del Ejecutivo luego de todas las exposiciones realizadas y las que aún faltan para acoger algunos de los planteamientos, ya que, según he conversado con colegas, la mesa ha funcionado poco y nada, y no ha sido tan prolífica como se hubiese deseado. Entonces, no sé si de ahí va a venir el acuerdo, pero, previo a la votación que usted señala para esas primeras semanas de julio, me gustaría saber, al menos de mi parte, hasta dónde está o no la posibilidad de encontrar un acuerdo. ¿Y por qué? Porque, como usted señala, la gran mayoría de las indicaciones van a ser inadmisibles y requerirán el patrocinio del Ejecutivo, para que luego nos demos cuenta de que, al final, todas las modificaciones terminen siendo tratadas en el Senado. Esta comisión fue únicamente para escuchar las distintas expresiones. Muy bien, lo planteamos cuando llegue el subsecretario, quien está invitado también; entonces, cuando llegue, se lo planteamos.
Diputado Donoso.
Que, como usted plantea el 26 de junio y aún no sabemos ni siquiera si vamos a contar con los antecedentes de la mesa técnica, nos va a faltar información; es muy difícil tener indicaciones sin contar con todos los antecedentes. Entonces, veamos bien a los invitados, los resultados de la mesa técnica y, después, establezcamos un plazo para indicaciones o, en su defecto, dejemos un plazo más largo. Me imagino que ya deben tener a la vista ciertos aspectos para avanzar y evitar quedarnos a última hora, ya que el mandato que tiene la impresa es que la mesa finalice durante la semana distrital. Si la mesa termina y esto no se acuerda, se va a aplazar más, y nos acaban de llegar tres urgencias más. El plazo fijado es a mediados de la semana distrital, así que dejémoslo hasta el lunes 30. Yo lo pensaba hasta el 26 para darle más tiempo a la Secretaría, pero creo que debe ser posterior y, claro, sabiendo que se haya terminado la mesa, porque, de lo contrario, es esencial contar con sus resultados para indicar.
Diputado Rojas.
Sí, Presidente, estoy de acuerdo con la propuesta —la que sostenía respecto del 27—, pero también estoy abierto a lo del 30. Me parece importante fijar una fecha, ya que esa fecha es para las indicaciones que mandamos en términos generales; aunque, hasta que no se vote un artículo, podemos presentar indicaciones durante la discusión, lo que nos permite orden y comparación. Es cierto y reglamentario que se pueden presentar indicaciones hasta el último momento, y, generalmente, en proyectos de esta envergadura se generan conversaciones en el calor de la discusión. Entonces, pediría que se tenga esta consideración. Entiendo que lo de la DIPRES lo puede comunicar la misma DIPRES, pero ya se han tenido suficientes espacios de conversación. Estoy de acuerdo en que se fije una fecha y quiero señalar que la comisión ha recibido bastantes invitados, de hecho, más que la Comisión de Educación, ya que nosotros contamos con 27 invitados —si no me equivoco—, mientras que la Comisión de Educación recibió 20. Hemos tenido invitaciones y, por supuesto, esto es algo positivo, y quiero destacarlo.
Hemos recibido hartos invitados, tenemos hartos insumos para procesar y a mí me parece relevante que podamos dar el proceso de votación, porque, como usted bien decía, hay más proyectos que discutir en la Comisión de Hacienda y, con todas las sesiones que estamos realizando, que por supuesto valían la pena, ya es hora de que pongamos la votación en general y luego la votación en particular. Muy bien. Sin duda, colocar la fecha es para que avance nomás el comparado y no estemos a última hora, pero, como bien dice la diputada, habrán conversaciones durante la votación, algún ajuste y cosas así, y nosotros ya sabemos que es así. Entonces, eso quería informarles.
Si no hay más puntos, comenzamos con la orden del día, que tiene por objeto continuar recibiendo audiencia respecto al proyecto de ley que crea un nuevo instrumento de financiamiento público para los estudios de nivel superior y un plan de reorganización y condonación de deuda educativa, del Boletín N°17.169-04, con urgencia calificada de Suma.
Está invitado el señor subsecretario de Educación Superior; espero que llegue pronto. ¿Ah? ¿Dijo que no venía? Ah, viene el ministro. Mejor. Muy bien. Bien, el ministro del Senado está en el Senado y viene ahora cruzando para acá. Mejor.
Solo dejar en claro, con todo respeto a Camila, que la mesa no es para llegar a acuerdos, sino para realizar el informe financiero y para que los cálculos y supuestos que se están sacando sirvan de insumos para nosotros y permitan resolver mejor los temas.
También está invitido el jefe del subdepartamento de estudio de la Dirección de Presupuestos, el señor Pablo Jorquera. Bienvenido, don Pablo.
En audiencia tenemos, y me parece que todos están confirmados, lo siguiente:
En primer lugar, la Federación de Estudiantes de la Universidad de La Serena, con su presidenta Julia Arana Sepúlveda, que está por acá, junto con Joaquín Honores Carvajal, Víctor Jara Biachi, Diego Torres y Camila Bergaglio, o al menos su representante.
En segundo lugar, la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica del Norte de la sede Coquimbo, con su presidente Erick Tirado Anduesa, junto a Cristóbal Bruna Contreras y Catalina Correa Pérez.
En tercer lugar, la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica, con su presidente Jean Joublan y su vicepresidente, Clemente Fernández. Bienvenidos a la Comisión.
En cuarto lugar, la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, con su presidente Lucas de la Rosa. ¿Está por acá o no? Muy bien, bienvenido. Por ahí parece que hay un asiento y allá hay otro; las sillas que están por allá también pueden ocuparlas si es que quieren.
Entonces, vamos a partir según el orden que acabo de nombrar. Pasan adelante quienes vayan a exponer cuando se les nombre. Les pediré, como son cuatro exposiciones, que traten de ser lo más concisos posible, con un máximo de 10 minutos, para poder escucharlos a todos y para que los parlamentarios y las parlamentarias tengan tiempo suficiente para hacerles consultas o resolver dudas. Yo avisaré un poquito antes de que se cumpla el tiempo para que estén atentos.
Comienza la exposición de la Federación de Estudiantes de la Universidad de La Serena, con su presidenta Julia Arana Sepúlveda y quien la acompañe. Se señala que serán dos personas porque va a llegar el ministro, para que se siente en ese espacio.
¿Tienen alguna presentación? Ah, la enviaron. Si es que alguien tiene una presentación y desea que se proyecte, se le ruega enviarla a la señora secretaria que está presente.
Ya, por favor. Tiene la palabra, entonces, Julia Arana. ¿Quién va a partir? Joaquín. De ahí, sí, tiene que apretarlo.
Buenas tardes, honorables diputados y diputadas. Mi nombre es Joaquín Honores y, junto a mi compañera Julia Arana, somos representantes de la Federación de Estudiantes de la Universidad de La Serena.
El día de hoy vamos a exponer, principalmente, sobre el fortalecimiento de las universidades del Estado. Tenemos que hablar, primeramente, de la Universidad de La Serena. En esta casa de estudios entendemos que existen universos de estudiantes: no solo aquellos que provienen de la conurbación Serena-Coquimbo, sino también de zonas rurales como Montepatria, Montegrande, Illapel, etcétera. Además, contamos con estudiantes que financian su educación mediante diversas modalidades: algunos con gratuidad, otros con crédito interno solidario y otros a través del CAE.
Cabe señalar que, en este último tiempo, miles de estudiantes se han manifestado en distintas zonas del país, entre ellas Santiago, Valparaíso, Antofagasta y Arica, siendo este último caso que se especificará más adelante. Estas manifestaciones se han desarrollado en el contexto de la crisis de financiamiento que enfrentan las universidades estatales, situación que nos obliga a abogar por su fortalecimiento.
Si bien las universidades estatales son atractivas para los estudiantes, últimamente las universidades privadas han ganado ese atractivo por ofrecer beneficios como ingreso sin PAES, educación online y modalidades de educación vespertina, entre otros. Por ello, nuestro objetivo es fortalecer la educación pública para que resulte más llamativa para quienes egresan de colegios y liceos.
Como estudiantes, consideramos que las universidades del Estado deben volverse mucho más competitivas, contando con ingresos basales proporcionados por el Estado que contribuyan a su fortalecimiento.
Bueno, como mencioné a mi compañero, vamos a citar en particular el caso de la Universidad de Tarapacá. Pase la lámina, por favor. Como pueden ver, en la sede de Arica de la Universidad de Tarapacá, aproximadamente 10.000 estudiantes paralizaron sus actividades académicas durante alrededor de un mes, debido a un alza exponencial de los aranceles universitarios, lo que derivó en un incremento de los copagos que debían abonar, convirtiéndose en una carga tanto para ellos como para sus familias.
En la siguiente lámina se evidencia que, a pesar de los aumentos en aranceles y copagos, persisten problemas estructurales en las universidades estatales, tales como deficiencias en infraestructura, docencia y la falta de recursos para investigación. Esto demuestra que, aun con el incremento del copago, no se solucionan los problemas fundamentales de las universidades del Estado.
Ahora queríamos abordar una de las cuantas problemáticas particulares y es un caso que...
Es muy cercano a mi persona, por ejemplo. Isaac es un joven estudiante que ingresa a la carrera de Derecho y tiene un arancel anual de 4.250.000 pesos, además de un copago aproximado de 10 millones de pesos. Obviamente, este copago, al tratarse de un monto considerable, obliga a adquirir una deuda con una casa comercial. Por esto mismo, se generan dos deudas: no solo con el CAE, sino también con una casa comercial. Este problema, estas deudas, resultan muy pesadas para un estudiante, que ya de por sí enfrenta una carga académica elevada y, además, debe asumir una carga económica mayor, lo que impulsa miedos como el de la deserción: ¿qué ocurre si deserto y no logro continuar la carrera? Son temores que surgen a raíz de deudas difíciles de sobrellevar.
A grandes rasgos, a partir de la experiencia expuesta en el caso de nuestro amigo Isaac, que es muy cercano a nosotros, y considerando las paralizaciones ocurridas en las universidades del Estado —particularmente en la Universidad de Tarapacá, sede Arica— queda en evidencia que el copago no significa progreso ni un desarrollo constructivo de las instituciones de educación superior, sino que, por el contrario, termina siendo una carga y una mochila para los estudiantes y sus familias.
Por ende, nosotros, como estudiantes, venimos a presentar a esta Honorable Comisión dos puntos primordiales. En primer lugar, solicitamos que el tramo exento de pago, relacionado al impuesto a la renta, se aplique de modo que las personas exentas del impuesto a la renta también estén exentas del copago. En segundo lugar, en lo que respecta al FES, creemos necesario establecer un copago cero para todas/os, entendiendo que ello permitirá que los y las estudiantes se mantengan en el sistema educativo de las instituciones de educación superior sin que ello represente una carga para su desarrollo profesional.
En la siguiente lámina, por favor.
Respecto a qué significa el copago para los y las estudiantes, el copago cero culminará en una mayor tranquilidad para quienes deban acceder a algún tipo de deuda para pagar sus estudios, ya que se eliminará ese copago que, en definitiva, atormenta a los estudiantes al ver obligados a asumir dos deudas —una con el CAE y otra con las casas comerciales—, sumas que ascienden a cifras significativas, alrededor de 10 millones de pesos.
Asimismo, ¿qué implica el copago para las universidades, sobre todo las estatales? Tras el caso de la UTA, entendemos que el copago no conlleva desarrollo ni una mayor inversión en las universidades. Es por ello que consideramos importante avanzar en la inyección directa de recursos en las universidades del Estado, para que puedan superar las falencias actuales en infraestructura, docencia, investigación, etc., y contar con instituciones fortalecidas que asuman un rol público con mayor trascendencia en las localidades. Esto es especialmente relevante en aquellas casas de estudio con un rol regional, como es nuestra Universidad de La Serena, que prepara profesionales para contribuir al desarrollo de nuestra querida región, dejando de lado la intermediación bancaria y permitiendo un trato directo entre el Estado y las universidades.
Esa es nuestra presentación. Muchas gracias a esta Comisión por la atención brindada hoy. Si bien nosotros como estudiantes tenemos críticas respecto al FES, también proponemos que se instaure y se continúe la discusión en torno a un modelo de financiamiento nuevo, basado en los aportes basales del Estado a las instituciones de educación superior y en un fortalecimiento efectivo de la educación pública y de las universidades que desempeñan un rol fundamental en nuestro país.
Muchas gracias por la instancia; quedamos atentos a cualquier duda o consulta.
Muy bien, muchas gracias. Los invitamos a que se queden, ya que van a exponer todos y, al final, realizaremos las preguntas. Pueden tomar asiento.
Porque así es más eficiente el tiempo. Entonces queremos que pasen ahora de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica del Norte, de la sede de Coquimbo, don Erick Tirado, Anduesa y no sé quién va a pasar, Cristóbal Bruna o Catalina Correa. ¿Solo? Sí, cualquiera de las dos. Sí, sí.
Bueno, disculpe, ministro, bienvenido a la comisión. Sí, no te hacía negativa por llegar atrasado, claro. No nos habían dicho que venía desde el Senado, así que bienvenido, ministro. Hoy día van a exponer solamente federaciones y partió la Universidad de La Serena. Tiene la palabra, don Erick.
Sí, primero yo envié un PPT, quizá llegó un poco tarde, no sé si... Primero que todo, saludo a los honorables diputados y diputadas, también a las distintas federaciones y a los distintos dirigentes que nos acompañan hoy, especialmente a los compañeros de la Universidad Mayor. Me referiré brevemente a dos temas que aborda el proyecto: el primero es el término o limitación del copago y luego, los mecanismos de transparencia en el uso de recursos que plantea el proyecto.
El impacto que el copago genera hoy en las y los estudiantes del país trae consigo consecuencias significativas, afectando a estudiantes en distintos ámbitos de su desarrollo, pero ello no tendrá mejor explicación que el propio testimonio de quienes día a día cargan con este peso. Por lo mismo, me permito leer el relato que Ignacio, estudiante de mi casa de estudios, hizo llegar a esta federación y que representa el sentir de miles de estudiantes:
"Mi nombre es Ignacio y soy estudiante de la UCN. Estoy en tercer año de ingeniería, una carrera que me apasiona porque quiero marcar una diferencia en mi comunidad. Sin embargo, estudiar aquí no ha sido fácil. Vengo de una familia de clase media-baja, con un ingreso familiar que apenas alcanza los 750 mil pesos mensuales. A pesar de eso, no califico para la gratuidad, porque estamos justo sobre el límite. Con la beca Bicentenario —que cubre la mitad del arancel y un crédito aval del Estado para el resto— pensé que iba a estar tranquilo, pero cada año tengo que pagar una matrícula de 200.000 pesos que no cubre la beca ni el CAE. Para poder cubrir estos gastos, trabajo 20 horas semanales como mesero, ganando unos 240.000 pesos aproximadamente al mes. Aunque el trabajo me ayuda a pagar la matrícula y el transporte, también me roba tiempo valioso que debería estar dedicando a estudiar; ya me he atrasado en algunas materias y en ocasiones no puedo asistir a clases importantes porque mi horario laboral no me lo permite. Lo que más me duele es haber tenido que rechazar una oportunidad increíble. Me invitaron a participar en un programa de liderazgo estudiantil, pero no pude aceptar, porque necesitaba seguir trabajando para sostenerme. Esto no solo afecta a mi rendimiento, sino también mi desarrollo como futuro profesional. Siento que el sistema está diseñado para que personas como yo tengan que cargar con estas dificultades, cuando lo único que queremos es estudiar y salir adelante. Por eso, creo que el copago debería desaparecer."
Ahora sí, pasamos a la siguiente diapositiva.
Bueno, por lo anterior es indudable que el actual proyecto se hace cargo de esta problemática, limitando el copago en al menos 9 de los 10 deciles, lo cual valoramos. Si analizamos el panorama actual en torno a mecanismos de transparencia en el uso de los recursos por parte de universidades públicas no estatales, notamos que la materialización de estos instrumentos descansa meramente en la buena fe de las distintas administraciones de cada casa de estudios. Ejemplo de lo anterior es lo señalado por distintos rectores en el seminario "Transparencia en la Educación Superior: Avances y Desafíos", llevado a cabo a principios de este año en la Universidad de Concepción. En la diapositiva se muestran algunas de las declaraciones de diversos rectores respecto a los mecanismos actuales que cuentan las universidades, principalmente del G9.
El panorama no es muy distinto en las universidades privadas, donde en los últimos tiempos se han develado casos extremos sobre el uso de recursos al interior de ciertas instituciones, que si bien no reciben financiamiento público regular, sí reciben recursos estatales o avalados por el Estado a través de becas fiscales, el CAE y fondos concursables. La transparencia en el manejo de los recursos no debe sustentarse únicamente en las buenas prácticas de quienes los administran, menos aún de aquellos recursos.
Provenientes de fondos públicos. Por lo anterior, desde el mundo estudiantil valoramos profundamente este proyecto, pues avanza de forma concreta en la materialización de mecanismos de transparencia activa que permitirán evitar irregularidades que se han vivido en casas de estudio, como la Universidad Mayor o la Universidad San Sebastián. Casas de estudio en donde el lucro ha golpeado duramente a las comunidades educacionales, generando movilizaciones nacionales que exigen mayor transparencia y fiscalización de los recursos que deben ir en mejorar las condiciones de la AELO y los estudiantes.
Este proyecto permitirá a las distintas comunidades educativas y a la sociedad en general conocer de forma constante: uno, la estructura organizacional; dos, la planta del personal directivo académico y no académico con sus correspondientes remuneraciones; y tres, las transferencias de fondos públicos o donaciones que perciban, incluyendo todo aporte económico recibido por personas jurídicas o naturales hacia sus casas de estudios.
Muchas gracias.
Gracias, Eric, ¿cierto? Entonces, si quieres, pasa ahí a sentarte para que pasen los representantes de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica, junto con Clemente Fernández.
Probablemente hay un diagnóstico compartido actualmente; existe un malestar social sobre el financiamiento de la educación superior en Chile y sobre que el sistema efectivamente puede presentar injusticia, pero sobre todo que presenta una carga para millones de familias chilenas. Es por esto que, desde la FEU, queremos que se avance hacia un sistema de financiamiento accesible, responsable, y que mejore la realidad de todos los estudiantes de nuestro país. En ese sentido, creemos lamentablemente que el proyecto de financiamiento público para la educación superior, conocido como FES, no mejora el escenario actual, sino que solo lo empeora.
Por cierto, señor Presidente, desde la FEDUG queremos plantear diversas inquietudes que hemos recolectado desde nuestro trabajo territorial en distintos campos, tanto en Santiago como en Villarrica. Como federación, nos preocupa profundamente la eliminación de las becas de arancel en la educación superior, tales como la beca Juan Gómez Milla, la beca Bicentenario y la Nueva Milenio, sobre todo considerando el impacto que están teniendo sobre la movilidad social en segmentos medios y bajos, progreso que ha contribuido significativamente a nuestro país. En definitiva, la eliminación de las becas de arancel significa castigar el mérito y, sobre todo, profundizar la segregación dentro del sistema educativo.
Me permito a continuación desarrollar este punto. El proyecto de ley, como bien sabemos, extiende la lógica de gratuidad a prácticamente todo el sistema, eliminando la posibilidad del copago para 9 de los 10 deciles existentes y, en consecuencia, compromete la estabilidad financiera de las instituciones de educación superior. Señor Presidente, desde aquí nos nace la siguiente pregunta: ¿por qué, en una universidad no adscrita a la gratuidad, pero que hoy percibe alrededor del 20% de su ingreso en aportes familiares y copagos, adquiriría este nuevo sistema, el FES, donde la fijación de aranceles le implica un mayor estrés financiero? Justamente, son este tipo de instituciones donde, gracias al sistema de becas de arancel, miles de estudiantes fruto de su esfuerzo han podido estudiar y profesionalizarse.
Señor Presidente, ¿qué pasará con todos estos estudiantes de segmentos medios y bajos que, gracias a las becas, podían acceder a carreras de excelencia en universidades no adscritas al sistema? Con el nuevo sistema, dichos estudiantes, lamentablemente, no elegirán su futura universidad en función de la calidad de ésta, sino en función de si tiene un financiamiento compatible con su situación socioeconómica. Es decir, con esto estamos disparándole a la movilidad social, al mérito, a la diversidad y, ¿por qué no?, también a la inclusión.
Al eliminar la posibilidad de copago, tendrá a su vez un impacto directo en la segregación del sistema. Como señalé recién, al eliminar el aporte familiar como fuente de ingreso, muchas instituciones podrían decidir no inscribirse al FES, tal como ha hecho con la gravedad. Si ese fuese tal escenario, aquellas universidades que no deseen exponerse a temas como la eliminación del copago concentrarán en su matrícula a aquellos que sí pueden aportar, es decir, a los estudiantes más ricos del país. Sin becas y sin copago, terminaremos con una educación superior altamente segregada, lo cual terminará por asfixiar a la comunidad.
Los espacios de convivencia y diálogo que ya escasean en nuestro país, lo cual me atrevo a decir que nadie de acá desea.
Señor Presidente, los estudiantes de clase media que no tienen derecho a la gratuidad y, a la vez, no tienen una situación económica favorable, como es el caso de estudiantes que acceden a la Beca Bicentenario —que tiene como requisito, como bien sabemos, pertenecer al 70% de la población de menor ingreso en nuestro país—, al eliminarse las becas de arancel, tal como presenta este nuevo sistema el FES, son obligados a adquirir, por así decirlo, un nuevo esquema impositivo. Estos estudiantes cambian de una situación en la cual podían esforzarse al máximo por mantener o acceder a una beca de arancel, a una en la que, sin importar su esfuerzo, tendrán que pagar por 20 años un impuesto a los ingresos. Esto afectará a miles de estudiantes en nuestro país y, en particular, a más de 500 estudiantes de la Universidad Católica de Chile. Por su intermedio, señor Presidente, le dejo la palabra al presidente de la FEUC, Jan Juhlan. Tiene la palabra.
Muchas gracias. Señor Presidente, la eliminación de las becas no es nuestra única preocupación. Tras conversar con los estudiantes y padres de nuestra universidad, también queremos revelar otra inquietud en torno al impuesto sin tope de pago o retribución que plantea el proyecto. La eventual creación de una tasa de función sobre los ingresos no tiene relación alguna con el costo real de la carrera; esto quiere decir que se obliga a los estudiantes a someterse a un sistema de financiamiento en el que no saben cuánto tendrán que pagar en el futuro. En buen chileno, es un cheque en blanco que se le entrega desde el estudiante al Estado.
Señor Presidente, nos preocupa que cientos de miles de estudiantes terminen pagando sustancialmente más que el costo real de sus carreras, no solo por lo injusto que es, sino también porque se castigará, mediante un impuesto, a aquellos que con esfuerzo han podido progresar; donde incluso estudiantes de deciles menores de ingresos terminan financiando a estudiantes de deciles mayores, lo cual no es sostenible ni justo.
En base a la evidencia, hemos podido recopilar que cerca del 40% de los estudiantes pagará más que el valor de su carrera, pero, aún más preocupante, es que, según datos de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile —donde se compara el impacto financiero del FES con el CAE— las carreras STEM, principalmente aquellas relacionadas con la ciencia, la tecnología y la información, son las áreas más afectadas, pues más de la mitad de los estudiantes de estas carreras, independientemente de la universidad en la que estudien, pagará más de una vez el costo de la carrera si utilizan el FES como método de financiamiento.
Esto no solo nos preocupa por lo injusto que es para algunos estudiantes, quienes se ven sustancialmente perjudicados, sino también por la señal que se entrega al país. En los tiempos que vivimos, lo que más necesitamos son profesionales en áreas como tecnología, inteligencia artificial, programación, innovación, entre otros, que están directamente ligados al desarrollo de nuestro país. Lo que se está logrando con el FES es simplemente poner un freno a la formación de profesionales en dichas áreas, los cuales también se ven afectados debido a la reducción de la inversión en investigación y desarrollo.
Para finalizar, y por su intermedio, señor Presidente, nos gustaría recalcar que, como Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Chile, creemos que el sistema actual posee falencias, y en consecuencia, miles de familias chilenas viven día a día la angustia de no contar con un sistema de financiamiento más justo y responsable. Sin embargo, por las razones expuestas previamente, creemos que el FES, tal como está planteado, es una mala alternativa y está lejos de ser una solución. Es esencial que se exploren alternativas a este proyecto de ley que considere una real contingencia al ingreso, un pago acorde al costo real de la carrera, la mantención de las becas de arancel, el mantenimiento del copago de los déficits del 7, 8 y 9, y una serie de elementos más que aseguren la estabilidad de un sistema viable a largo plazo. Porque la educación es el camino para construir un país más justo y más solidario. Muchas gracias.
Muy bien, muchas gracias a los representantes de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Los invito entonces a quedarse ahí atrás para que pase el presidente de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, don Lucas de la Rosa. ¿Tiene presentación? No. Tiene la palabra, entonces, don Lucas. Perfecto, muchas gracias. Gracias.
Diputados, me presento. Mi nombre es Lucas de la Rosa, soy presidente de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y hoy estoy aquí para entregarles una perspectiva estudiantil sobre este nuevo proyecto de ley que crea un nuevo instrumento de financiamiento público para la educación superior, FES.
Este es un cambio fundamental que busca poner fin a un sistema de financiamiento que, con el tiempo, se ha vuelto insostenible, ofreciendo una alternativa más justa y eficiente para los estudiantes y sus familias. El proyecto responde a la necesidad urgente de reformar un sistema que ha llevado a miles de estudiantes a endeudarse sin una perspectiva de salida.
El FES ha sido diseñado para corregir las fallas del sistema actual, surgiendo como respuesta a una crisis de endeudamiento estudiantil acumulada en las últimas décadas. Según los datos más recientes, aproximadamente 896.000 personas enfrentan deuda educativa con el CAE en etapa de pago al 2023, de las cuales el 74% proviene de hogares de menores ingresos (es decir, de los primeros tres quintiles). Además, el 57% de los deudores son mujeres, muchas de ellas pertenecientes a estratos vulnerables.
Este dato es revelador. El nivel de endeudamiento ha restringido la economía de miles de familias y ha generado una carga financiera significativa tanto para el Estado como para las instituciones de educación superior. Sabemos que el CAE permitió el acceso a la universidad a muchos jóvenes con la esperanza de recibir una educación de calidad; sin embargo, este sistema implicó altas tasas de interés e involucró a la banca privada con garantías estatales. La alta morosidad que dejó este crédito obligó tanto al Estado como a las universidades a cubrir las garantías de aquellos estudiantes que no pudieron cumplir con sus pagos. Según datos del Ministerio de Educación, las universidades han tenido que desembolsar alrededor de 597.000 millones de pesos hasta el 2023 para cubrir los costos de estudiantes que abandonaron sus estudios.
Es necesario reconocer el enorme costo fiscal que ha generado el sistema actual de crédito con aval del Estado. Desde su creación en 2005, el CAE ha costado al fisco más de 9 billones de pesos, dinero que no ha sido utilizado de manera eficiente en el financiamiento directo de la educación superior. En lugar de beneficiar a los estudiantes, gran parte de esos recursos se han destinado a pagar intereses y garantizar créditos morosos, desvirtuando completamente el propósito inicial del sistema de financiamiento.
El FES se configura como un modelo más eficiente y responsable, asegurando que los recursos públicos se destinen directamente a la educación superior. Según el informe elaborado por Lorraine Derden, experta en financiamiento estudiantil de University College London, publicado en junio de 2025, este nuevo sistema garantiza una recuperación de aproximadamente el 93,8% de los recursos invertidos. Este resultado no solo demuestra el compromiso con una inversión responsable en la educación, sino que también valida al FES como una política fiscalmente sostenible para el país, sin comprometer su estabilidad económica.
Otro de los problemas más graves que enfrenta la educación superior en Chile es el aumento desmesurado de los aranceles. Según la Subsecretaría de Educación Superior, entre 2010 y 2024 los aranceles de pregrado han aumentado casi un 122%, mientras que el IPC solo ha subido un 44%. Este incremento ha generado una carga económica insoportable para las familias, obligándolas a endeudarse cada vez más para poder cubrir estos costos. En cambio, el FES tiene el potencial de regular estos precios, evitando que los estudiantes sigan siendo explotados por instituciones que buscan maximizar sus ganancias a expensas de su función social.
El sistema actual ha hecho que los estudiantes paguen más de lo que realmente cuesta su educación debido al copago y a los intereses adicionales del CAE, afectando no solo a los estudiantes en términos de deuda, sino también la estabilidad financiera de las universidades, que han tenido que cubrir garantías de créditos de estudiantes que abandonaron sus estudios.
El FES se presenta como una respuesta más equilibrada y responsable, ya que el pago de las carreras será contingente a los ingresos de los estudiantes y los aranceles se regularán de manera justa, evitando especulaciones y abusos por parte de las instituciones educativas. Esto permitirá que las familias puedan acceder a una educación superior sin tener que pagar más de lo justo, liberando a los estudiantes de la carga de intereses y copagos excesivos. Además, el FES permitirá que los recursos se inviertan no solo en la educación superior, sino que también podrían destinarse a otros niveles educativos, como la educación parvularia, o incluso a áreas como la ciencia o la cultura.
Ahora, otro tema recurrente que creo que se ha tocado bastante en esta comisión es el tema de la preocupación sobre si el FES...
El sistema pondría en riesgo la autonomía de las universidades. Sin embargo, es fundamental comprender que el financiamiento público no compromete la autonomía académica de las instituciones. De hecho, muchas de las universidades privadas ya dependen en gran medida de los recursos públicos, como lo demuestra el caso de la Universidad San Sebastián, que en el año 2023 recibió más del 45% de sus ingresos de fuentes públicas, a pesar de no estar adscrita a un sistema de gratuidad.
El FES ofrece una alternativa más justa y transparente, donde las universidades seguirán siendo autónomas en sus decisiones académicas, pero sin depender de un sistema financiero basado en el endeudamiento estudiantil. Este sistema asegura que los recursos públicos se destinen exclusivamente a la educación superior y no a intereses bancarios o pagos a entidades financieras.
Es importante señalar que la autonomía universitaria no se reduce únicamente al hecho de que el rector hable en nombre de las universidades, sino que también debe incluir el reconocimiento de los estudiantes y de los trabajadores. Sabemos que en muchas instituciones la organización estudiantil y laboral se ha visto restringida por falta de apoyo institucional o, simplemente, son vetados; por ello, es esencial que el modelo permita una mayor participación.
El FES permitirá que los recursos sean utilizados de manera eficiente. Actualmente, el CAE ha generado un gasto desmesurado y no ha resuelto el problema de acceso a la educación superior, que es el mayor reto. Con el FES, las familias de clase media y los estudiantes que no acceden a la gratuidad serán los más beneficiados, ya que podrán obtener financiamiento sin tener que asumir los altos costos de matrícula y aranceles, lo que contribuirá a la reducción de la desigualdad en el acceso a la educación.
La estructura progresiva del FES asegura que los estudiantes con menores ingresos no tengan que hacer pagos elevados, mientras que aquellos con mayores ingresos aporten proporcionalmente más. Esto incluso reduce la brecha de género observada en el sistema actual, donde, como se indicó anteriormente, las mujeres representan el 56% de los deudores del CAE y tienen un mayor riesgo de no poder pagar sus deudas debido a sus menores ingresos.
Un poco a modo de conclusión, el FES representa una oportunidad única para reformar el sistema de financiamiento en la educación superior en Chile, haciéndolo más justo, eficiente, accesible y responsable. La necesidad de terminar con el CAE no es una obsesión ideológica, sino una responsabilidad fiscal que el Estado debe asumir. Con el FES se busca garantizar que la educación superior sea un derecho y no una deuda, y que los recursos públicos se destinen a mejorar el acceso y la calidad de la educación, y no a financiar intereses bancarios. Este proyecto responde a los desafíos actuales que enfrentan los estudiantes y sus familias, y es una acción responsable para asegurar que el sistema educativo sea financieramente sostenible en el futuro. Con el FES, Chile podría dar un paso importante hacia un modelo de financiamiento más justo y equitativo, alineado con las demandas de la ciudadanía y las necesidades del país. Gracias.
Muy bien, don Erick de la Rosa, le invito a que se quede ahí. Y, aprovechando que hay tres puestos más libres, que pase un representante de cada federación para que los parlamentarios y las parlamentarias les puedan hacer preguntas. No sé quién va a pasar de la Universidad de La Serena y de la Universidad Católica del Norte. Allá, mira, hay dos puestos y uno acá; no sé, como quiera, con un representante. Sí, allá puede ser en la esquina, hay dos. ¿No viste? Muy bien. Entonces, ¿tiene la palabra diputado o diputada? Si tiene, está el diputado Sáez, diputado Cuello. ¿Alguien más? Tienes que apagar el micrófono. ¿Alguien más? Por ahora, diputado Donoso. Pablo, ahora sí. Muchas gracias, presidente.
Agradecemos estas presentaciones de los dirigentes estudiantiles y de las dirigentes que nos acompañan el día de hoy. Habíamos recibido a una numerosa cantidad de expertos, académicos, representantes de las distintas instituciones de educación superior, centros de pensamiento y de los distintos sectores políticos, pero no habíamos tenido hasta ahora la perspectiva del estudiantado, y eso, al menos para mí, contiene un gran valor, independiente de las posiciones que se puedan plantear en torno al proyecto.