Abrimos la sesión en nombre de Dios y la patria. No hay actas, entonces vamos a la cuenta. Gracias, señor presidente.
Se han recibido en principio tres mensajes de Su Excelencia, el Presidente de la República. Con el primero, retira y hace presente la urgencia, calificándola de discusión inmediata en relación con las dos iniciativas legales que indica. Con el segundo, retira y hace presente la urgencia, calificándola de suma respecto de los proyectos de ley que señala. Con el tercero, retira y se presenta la urgencia en carácter de simple respecto de las iniciativas legales que indica.
También se ha recibido en la mesa un nuevo mensaje del Ejecutivo, correspondiente a los oficios 648 y 373, conforme al cual se califica la urgencia como discusión inmediata respecto del proyecto de ley que modifica cuerpos legales que indica en materia de simplificación regulatoria y promoción de la actividad económica, correspondiente al Boletín 17.322-03.
Se toma conocimiento de los retiros y las calificaciones, y se mandan agregar los documentos a sus antecedentes.
Oficios. Dos de la Honorable Cámara de Diputados. Con el primero, se comunica que ha aprobado el proyecto de ley que establece la obligación de instalar dispositivos autónomos de detección y alarma de humo y monóxido de carbono en viviendas nuevas y otras edificaciones, correspondientes a los Boletines 14.526-14, 16.919-14 y 16.290-14 refundidos; pasa a la Comisión de Vivienda y Urbanismo. Con el segundo, se informa que se han despachado, en los términos que indica, las observaciones formuladas por Su Excelencia, el Presidente de la República, al proyecto de ley aprobado por el Congreso Nacional que modifica cuerpos legales en materia de simplificación regulatoria y promoción de la actividad económica, correspondiente al Boletín 17.322-03, con urgencia calificada de discusión inmediata; pasa a la Comisión de Hacienda.
Informes de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, recaído en el proyecto de reforma constitucional en primer trámite constitucional que modifica la Carta Fundamental, con el objeto de suprimir las disposiciones que indica por haber perdido oportunidad, correspondiente al Boletín 17.516-07; de la Comisión de Defensa Nacional, recaído en el proyecto de ley en tercer trámite constitucional, que fortalece y moviliza el sistema de inteligencia del Estado, correspondiente al Boletín 12.234-02.
Quedan para la tabla.
Mociones.
Del Honorable Senador, señor Fádiz del Bergue, con la que inicia un proyecto de ley que modifica el decreto con fuerza de ley número 458 de...
1976 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que aprueba nueva Ley General de Urbanismo y Construcciones para exigir la instalación de sistemas de protección en edificaciones de altura destinados a uso habitacional, en los términos que indica, correspondiente al boletín 17.599-14.
De los honorables senadores, señora Gatica y señor Kuzanovic, con la que inician un proyecto de ley que modifica la ley número 21.442, que aprueba la nueva Ley de Propiedad Inmobiliaria para exigir que los condominios cuenten con sistemas de protección destinados a prevenir caídas desde las alturas, de los términos que indica, correspondiente a la ley 17.594-14. Pasa a la Comisión de Vivienda y Urbanismo.
De los honorables senadores, señora Gatica y senadores, señor Bianchi y Kuzanovic, con el que inician un proyecto de reforma constitucional que modifica el artículo 30 de la Carta Fundamental en materia de requisitos para percibir la dieta de los expresidentes de la República, correspondiente a boletín 17.592-07.
De los honorables senadores, señoras Núñez, Gatica y Proboste, y señor Cruzcoque, con el que inician un proyecto de ley para regular el sorteo de inmuebles y su transferencia, correspondiente a boletín 17.595-07.
Del honorable senador Cibela Torre, con el que inicia un proyecto de reforma constitucional que modifique el artículo 44 de la Carta Fundamental para determinar las elecciones en las que los extranjeros pueden ejercer el derecho a sufragio, correspondiente a la ley 17.602-07. Pasa a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
De los honorables senadores, señores Edwards, Gaona, Kass, Morey y de Sangüesa, con el que inician un proyecto de ley que modifica diversos cuerpos legales en materia de sanidad, aplicables a los funcionarios públicos que hagan uso de certificaciones médicas falsas o fraudulentas y de la regulación de salud incompatible con el cargo, correspondiente a boletín 17.593-06.
Del honorable senador, señor Sandón, con el que inicia un proyecto de ley que modifica la ley de organización y atribuciones de la Contraloría General de la República para fortalecer su rol fiscalizador, correspondiente a boletín 17.603-06. Pasa a la Comisión de Gobierno, de Centralización y Regionalización.
Solicitud de rehabilitación de ciudadanía del señor Rodrigo Enrique Martínez Cádiz, en virtud de lo dispuesto en el inciso final del artículo 17 y en el número 4 del artículo 53 de la Carta Fundamental, correspondiente al boletín S2636-04. Pasa a la Comisión de Derecho Humano, Nacionalidad y Ciudadanía.
Es todo en relación a la cuenta, señor presidente.
A continuación, vamos a realizar un homenaje al periodista don Sergio Campos Ulloa. Le pido al secretario general que lo vaya a buscar, por favor. Vamos a aprovechar para saludar en la gradería a la señora Verónica Toro, su señora, y a don Alejandro Arellano, amigo de don Sergio. Yo le voy a pedir a los senadores que se comporten, por favor. Ya, estamos complicados hoy.
A continuación, se dará inicio al uso de la palabra por parte de los comités parlamentarios y, en primer lugar, hará uso de la palabra el señor presidente del Senado, honorable senador, señor Manuel José Osandón.
Yo dirijo de aquí. Bueno, primero, de nuevo, don Sergio, saludarlo, gracias por estar acá. Saludo a su señora, a su amigo, gracias por estar acá con nosotros.
Hoy, el Senado de la República se honra en rendir un merecido homenaje a don Sergio Campos, destacado periodista, locutor radial y Premio Nacional de Periodismo. Su trayectoria, ampliamente reconocida por la ciudadanía, representa lo mejor del ejercicio profesional del periodismo en Chile. Durante 50 años, Sergio Campos fue una voz fundamental en la radio Cooperativa, particularmente en momentos complejos de nuestra historia reciente. Su trabajo riguroso, su compromiso con la verdad y su valentía al informar, incluso en contextos de alta adversidad, lo convirtieron en una figura clave para la defensa de la libertad de expresión y el fortalecimiento de la democracia. Este reconocimiento no solo honra una carrera ejemplar, sino también una profunda contribución al país. Sergio Campos no solo relató la historia, fue parte de ella, y lo hizo con la convicción de que informar con responsabilidad es también una forma de servicio público.
Actualmente tenemos el privilegio de contar con su presencia como parte del equipo humano del Senado. Por ello, este homenaje tiene, a mi juicio, una doble dimensión: reconocemos al periodista que marcó una época y también al funcionario que hoy sigue aportando desde su rol institucional en nuestro país. Como poder del Estado, nos corresponde visibilizar y agradecer en vida a quienes han contribuido de manera significativa al desarrollo de nuestra sociedad. Este acto es expresión de ese deber. A nombre del Senado de la República, le agradecemos, don Sergio, por su trayectoria, por su integridad profesional y por el ejemplo que ha entregado –y que continuará entregando a las nuevas generaciones–. Muchas gracias por estar acá.
A continuación, tiene la palabra el senador Juan Luis Castro.
Muchas gracias, presidente.
Hoy estamos aquí agradeciendo a Sergio Campos: una trayectoria, una voz, una imagen, un contenido que tú le has entregado al país por décadas. Un homenaje en que lo que más se valora es que te estamos mirando a los ojos; no es póstumo, es delante tuyo, contigo, porque tú le has entregado a Chile todo lo que el país podría esperar de alguien que es un auténtico demócrata, un hombre que ha luchado por la libertad de prensa, por el derecho a la plena información y por recuperar, precisamente en aquellos años, lo que perdimos por décadas en nuestro país, también en la democracia. Cuando el pasado viernes 11 de abril te escuchamos despedirte de los micrófonos de Radio Cooperativa, después de 55 años en el medio radial –44 de ellos siendo la voz inconfundible del diario Cooperativa– sentíamos que perdíamos justamente no solo esa voz, sino también ese mensaje, esa certeza que la radiotelefonía coloca en los hogares, siendo la plataforma más cercana de todas las que hoy se utilizan para comunicarse, pues la radio emisora es la más íntimamente ligada a los hogares. Por eso, esto no es solo por un hito de larga trayectoria y experiencia, sino también por un ejemplo.
trabajo de profesionalismo, de honestidad y compromiso. Sabemos que en aquella época miles de chilenos vivieron un momento tan duro, desde el 11 de septiembre de 1973, en que tú tenías 24 años, trabajabas en la Radiocorporación, ahí donde está la galería del Banco del Estado, en la calle Morandé, y por esa razón hubo que refrescar la memoria y enfrentar un tribunal de la Fuerza Aérea. En aquel tiempo, por una declaración en contra de quien era senador de la época, que lideraba la emisora y fue acusado de sedición y traición a la patria, tú dijiste, frente a la pregunta de si estabas dispuesto a confesar que había supuestamente armas, en fin, respecto a este señor ex senador, que Campos negó rotundamente: “Es falso, no es así”, y se dijo la verdad en aquel tiempo. Posteriormente, abandonaste el país en el año 1974 rumbo a Argentina.
Por eso, Sergio Campos Ulloa, quien nació el 25 de febrero de 1949, periodista, locutor de radio, profesor normalista, docente universitario y Premio Nacional de Periodismo, acompañado hoy en día de tu distinguida esposa, Verónica Toro Pefor, es homenajeado en este acto. Ese momento se corona además con tu título de Licenciado en Comunicación Social de la Universidad de Santiago, donde tu tesis, en el año 1995, fue “La radio y la construcción social de la realidad, críticas y propuestas”. También pasaste por la televisión –Mega, UCB, La Red– conduciendo los noticiarios más importantes.
El mismo Sergio Campos, cuya voz inconfundible se oía en los años oscuros luego de los inconfundibles, pero también temidos, tambores que utilizaban el instrumental del músico británico David Richmond para anunciar, ni más ni menos, “el Diario de Cooperativa está llamando”, fue quien, junto a tantos otros periodistas ejemplares –como Manuel Arróbol, por ejemplo–, nos informó sobre la muerte del padre Andrés Yalán en la victoria del secuestro de los profesionales, posteriormente encontrados desgollados; sobre el resultado del plebiscito del año 1988; y sobre tantos otros episodios de la vida nacional en los que fuiste el primer portavoz de esa noticia al pueblo de Chile.
Por eso, este homenaje a Sergio Campos, presidente, no será ni el primero ni el último, pues le queda mucho por delante. Y es por ello que, en el año 2010, recibiste la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral, luego el Premio Nacional de Periodismo, y posteriormente la Universidad Central te galardonó, en el año 2023, con la medalla Fundadores, en compañía de figuras tan destacadas como Roberto Bravo, Benito Baranda y Fernando Monquiver. En mayo de este año, en la misma Casa de Estudios, se te reconoció como maestro del periodismo en el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa. En el discurso realizado en esa ocasión, destacaste la siguiente frase:
“Sergio Campos, desde joven, el laicismo fue mi inspiración, abrazando los valores del humanismo desde una perspectiva filosófica y ética que pone al ser humano en el centro, rechazando cualquier influencia dogmática, religiosa o sobrenatural, donde la razón y el método científico son las herramientas fundamentales para comprender el mundo y la vida. Nuestra meta, como comunicadores, debe estar orientada a mejorar la calidad de vida de las personas, una cuestión que nos hermana con el espíritu de quienes participamos en el proceso de aprendizaje y en la formación de los futuros periodistas. Siempre la libertad individual y la responsabilidad social, además de la búsqueda del conocimiento, deben ser las banderas que se agiten para profundizar la complejidad de la sociedad democrática.”
La periodista y psicóloga Patricia Collier ha definido a Sergio Campos así: “Sergio es un pisciano, signo de agua; se mueve por los sentimientos.”
Mucho pudor ante los halagos. Es un ser humano notable que nunca ha tenido mucha conciencia de que es de los imprescindibles, de esos que no luchan un día, sino toda la vida. Un provinciano nacido en Curicó, ha llegado por largo tiempo a Rengo. Inteligente, sencillo, un hombre bueno y con gran sentido del humor, que es lo que lo ha salvado de muchas cosas a Sergio Campos.
Por eso, don Sergio, culminando estas palabras y a nombre de la bancada de senadores del Partido Socialista y del Partido por la Democracia, queremos decirte que faltan palabras siempre para agradecer lo que has hecho por nuestro país, por tu rol, por tu profesionalismo y por tu objetividad, que sin negar nunca, se funden con tu corazón y tu identidad. La sociedad siempre está al servicio de los demás, y nos acompaña hasta el día de hoy, también en tu profundidad de campo, donde cada senador conoce y valora tus preguntas y lo humano que significa ser entrevistado por uno de los más grandes de la comunicación chilena. Gracias, Sergio Campos. Presidente, he dicho.
A continuación tiene la palabra la señora Yasna Provoste.
Muchísimas gracias, muy buenas tardes, querido presidente, querido Sergio Campos Ulloa. Hoy estoy aquí para homenajear, en nombre del Comité Independiente y de la Democracia Cristiana, en lo que es tal vez uno de los homenajes más importantes, por ser también parte de nuestro trabajo legislativo. Hoy rendimos homenaje en vida a un hombre cuya voz marcó a fuego la historia reciente de nuestro país.
Don Sergio Campos no solo fue testigo de nuestra transición democrática, sino también protagonista de ella. Desde los micrófonos de Radio Cooperativa, en los años más oscuros de la vida democrática y durante la dictadura, fue un faro de verdad, de valentía y de esperanza.
Cuando muchos callaban, usted habló. Cuando la censura pretendía apagar voces, la suya se alzaba serena, firme y ética. Su voz nos sostuvo en momentos muy difíciles. No se trataba solo de leer noticias; era un compromiso con la democracia, con los derechos humanos y con el deber ciudadano de no claudicar ante el miedo.
Don Sergio, usted entendió que el periodismo no es neutralidad ante la injusticia, sino una posición clara frente a la dignidad humana. Lo entendió y lo ejerció. Y por eso hoy no solo reconocemos a un periodista brillante, galardonado con el Premio Nacional de Periodismo y muchos otros reconocimientos, sino que homenajeamos a un profesor normalista, a un ciudadano ejemplar, a un hombre íntegro y a un maestro de generaciones.
Es especialmente impactante que, en momentos en que estamos reconociendo su voz valiente y su coraje, haya quienes pretendan acallar al periodismo. Es precisamente por figuras como don Sergio Campos que debemos defender con más fuerza que nunca la libertad de prensa. No podemos permitir retrocesos; no podemos criminalizar el ejercicio del periodismo.
Limitar el derecho de las personas a estar informadas. Honrar su legado implica justamente no callar. Informar con valentía fue, en tiempos de la dictadura, un acto de resistencia que reconocemos y que hoy debe seguir siéndolo; en democracia, es un acto protegido por todos.
Como mujer nortina diaguita, quiero también reconocer su memoria comprometida con los derechos humanos. Me siento profundamente honrada de poder ser parte de este homenaje, porque don Sergio Campos no solo representó la dignidad del periodismo, sino que también encarnó la esperanza de miles de familias de regiones como la nuestra, que al escuchar su voz se sostenían frente a momentos tan difíciles en la vida de nuestro país. Gracias, don Sergio, por enseñarnos que la verdad no se entrega al mercado, ni tampoco es posible silenciarla. Gracias por ser la voz que tanto necesitábamos oír cuando parecía que todo se apagaba. Este Senado y este país le deben gratitud, respeto, reconocimiento y memoria a la labor realizada. Permítame, antes de finalizar, también agradecer a Verónica, porque no podría hoy estar aquí don Sergio si no hubiese contado con el compromiso, el acompañamiento y la fuerza entregados por su propia familia. Muchas gracias por todo lo que ha entregado a nuestro país, a la democracia y al respeto irrestricto en materia de derechos humanos.
He dicho, señor presidente, muchas gracias.
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Señor presidente, honorables senadoras y senadores: tuve el privilegio de ser entrevistado varias veces por don Sergio; no solamente en el programa que tiene el Senado, sino también en Radio Cooperativa. Personalmente, no había nacido cuando usted empezó a ejercer el periodismo hace casi cinco décadas, lo que habla de la trayectoria y el merecido homenaje que hoy le rendimos por haber sido parte del tejido informativo de nuestro país durante casi cinco décadas.
El pasado 11 de abril se despidió del noticiero del diario Cooperativo, cerrando un capítulo muy significativo en la historia de los medios de comunicación chilenos. Usted, Sergio, fue testigo directo de momentos trascendentales y cruciales de nuestra historia reciente, y aunque desde su tribuna muchas veces representó una mirada crítica del acontecer nacional, nadie puede poner en duda ni negar su constancia, profesionalismo y el impacto que tuvo en el desarrollo del periodismo radial en nuestro país.
Fue un hombre con convicciones —aunque muchas veces sus posiciones tenían diferencias con las nuestras— y eso es lo más relevante hoy, pues hizo de su labor, en esencia, un compromiso con la comunicación seria y profesional. Es precisamente lo que distingue al pluralismo, la capacidad en una democracia de convivir con ideas distintas, pero bajo el respeto por la institucionalidad y las libertades que nos tienen que regir a todos.
Admiro eso y creo que es importante destacar que, en su trayectoria como profesor normalista y luego como comunicador, usted supo conectar con el Chile profundo, con la ciudadanía que cada mañana sintonizaba su voz en busca de información clara y coherente. Recién, el senador Castro puso una canción distintiva que, creo, cualquier chileno de más de 25 o 30 años recuerda como el preámbulo de la mañana en Radio Cooperativa.
Usted supo conectar con la ciudadanía a través de información coherente y clara, no solamente en su paso por Radio Cooperativa, sino también en otros medios como Megavisión, La Red y el canal de esta corporación, TV Senado, que dan cuenta de una trayectoria de trabajo y dedicación que trasciende colores políticos y confirma su influencia transversal. Recibió múltiples reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Periodismo, y fue formador de generaciones de periodistas en distintas universidades; por lo tanto, no solamente dejó huella en las ondas radiales, sino también en las aulas y en el pensamiento crítico.
Muchos jóvenes que se formaron con usted. Sergio Campos fue también parte de una época marcada por divisiones muy profundas en nuestro país. Y en esa época, donde muchos eligieron las trincheras, hoy, desde la distancia y la serenidad que da el tiempo, debemos hacer el esfuerzo de valorar lo que une el respeto por el país, por la verdad y por el bien común.
Sergio Campos fue mucho más que un hombre de radio. En los años 90 –yo lo he dicho– fue fundador de un canal de televisión privado, uno de los rostros fundadores de Megavisión; condujo Meganoticias y, al inicio del 2000, lideró el Noticiero de la Red, donde también compartió labores con otras connotadas figuras del periodismo nacional. Fue panelista del programa Puntos de Vista y, por cierto, conductor en el canal de televisión de la corporación TV Senado, donde destacó su espacio "Profundidad de Campo". Recientemente se mencionó que un jurado, presidido por el entonces ministro Felipe Bulnes, le otorgó el Premio Nacional de Periodismo; el acta que da cuenta de este galardón es clara y ejemplificadora, ya que el premio le fue conferido por su brillante, permanente y dilatada trayectoria en el periodismo radial, junto a su lúcida y resuelta defensa de la libertad de expresión. Más allá de estos reconocimientos se encuentran la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral (2010) y el nombramiento como personaje radial del año 2003 por la ARCHI.
Lo que distingue a Sergio Campos es su integridad, su consecuencia ética y, fundamentalmente, su devoción por el servicio público desde la comunicación. En 2016 publicó su autobiografía, La Voz de la Radio Está Llamando, en la que repasa episodios clave como el terremoto del año 1960, el quiebre institucional de 1973 y el período de la transición democrática en nuestro país. Además, fue un destacado académico desde 1988, desempeñándose como docente del periodismo radial en el Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile; también enseñó en la Universidad de Santiago y presidió la Junta Directiva de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (2014–2017). Fue, asimismo, decano en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Central (2017–2019). Su legado docente es profundo y permanente, viviendo hoy en muchos y cientos de periodistas formados bajo su solera.
Su vida personal también estuvo marcada por el compromiso. Durante el exilio en Argentina conoció a Verónica Toro, cirujana dentista, con quien contrajo matrimonio y formó una familia; tuvieron tres hijos: Lorena, Camilo y Valentina, siendo Camilo el único que siguió su camino como periodista. Sergio Campos también fue un apasionado hincha, confeso de Colo Colo; nadie es perfecto, pero su humanidad sencilla y cercana contrastaba con la solemnidad de su voz institucional.
El día de su retiro, el pasado 11 de abril, no fue un día cualquiera. Las redes sociales se llenaron de mensajes de agradecimiento, respeto y emoción; desde el Presidente de la República hasta ciudadanos de a pie, muchos lo calificaron como un héroe silencioso y un referente moral. Todos coincidieron en lo esencial: Chile le debe mucho, don Sergio.
Señor presidente, honorables senadores, en tiempos en los que la información abunda y, algunas veces también, la verdad escasea, Sergio Campos representa una figura ética imprescindible. En su vida profesional confluyen la valentía del testigo, la rigurosidad del periodista, la vocación del maestro y la dignidad del ser humano. Este homenaje no es solo a un periodista, sino a un profesional que dedicó su vida a informar en un sector que cree firmemente en la libertad de expresión como uno de los pilares fundamentales de la democracia, y a pesar de, quizás, las diferencias, no podemos sino valorar su trayectoria.
Gracias, Sergio Campos, por su soporte al periodismo chileno. Gracias por ejercer su labor con compromiso y firmeza. Y, en nombre del Comité de Senadores de la Unión Demócrata Independiente, lo felicito y agradezco por su trayectoria. He dicho.
Tiene la palabra la senadora Pascual:
"Traje los lentes. Muy buenas tardes a todas, a todos, señor presidente, don Sergio. No me quiero referir a todos y cada uno de los hitos de la vida de Sergio Campos Ulloa, puesto que no quiero repetirme, pero sí quiero destacar, en nombre del Comité del Partido Comunista, que Sergio Campos Ulloa fue un joven con sueños."
Para Chile, fue un joven que perteneció a generaciones de estudiantes universitarios, que pensó en un Chile distinto, que se tituló, como ya se ha dicho, de la Escuela Normal Superior José Abelardo Núñez, y que posteriormente estudió Licenciatura en Comunicación Social en la USACH, además de trabajar tempranamente en la Radio Prat y en la Radio Corporación. El propio golpe de Estado lo alcanzó, literalmente (perdón, lo coloquial de la expresión en la radio), pero precisamente ese golpe marcó su vida, puesto que fue testigo en el juicio de guerra contra Erich Schnake.
Y ya aquí lo relataba el senador Juan Luis Castro, lo que se planteó en ese momento, y creo que eso es muy relevante, puesto que no era fácil decir lo que había que decir y oponerse a esa junta militar en tan tempranos días del golpe de Estado. En 1974 comenzó su exilio en Argentina.
Muchos y muchas de nosotros – no soy tan joven como el senador Macaya – crecimos escuchando su voz en la Radio Cooperativa, y no solo era la voz característica de esa radio en aquellos tiempos para la tanda noticiosa de la mañana. Esta tanda, que pusieron hace un ratito, quebraba la programación normal de la radio para dar, lamentablemente, malas noticias, ya que la mayoría se referían a la represión y a las violaciones a los derechos humanos, en contra de los militantes y partidarios de lo que fue la Unidad Popular, en contra también de todos los detractores – tanto militantes como no militantes – de la dictadura, en contra de sindicalistas, en contra de estudiantes, en contra de pobladores y mujeres en nuestro país.
Le tocó dar noticias complejas de personas que, a lo mejor, no llegó a conocer personalmente, pero también le tocó informar acerca de gente que sí conoció muy bien, como ocurrió con el secuestro de Natino Parada y Guerrero.
Más allá de todos sus logros profesionales –profesor, periodista, comunicador social en radio y en televisión, Premio Nacional de Periodismo–, y estoy convencida, además, de que seguirá recibiendo galardones, fue también una persona con valores humanos, solidarios, reflexivos y esperanzadores; defensora del valor de la libertad de expresión y contrapuesta a la desinformación tan relevante hoy, pero sobre todo, un amigo de sus amigos y de su familia.
Muchas gracias, don Cedillo. Tiene la palabra el senador Velázquez.
Gracias, Presidente.
A mí me parece que estamos siendo hoy testigos de un reconocimiento, probablemente de quienes estábamos al lado opuesto en aquel momento tan complicado en que a usted le correspondió relatar, comunicar, decir. Pero que don Sergio Campo Ulloa, probablemente por su formación de profesor –profesor normalista, además, con características y condiciones distintas– fue, yo diría, un educador permanente, un educador a diario, como lo indica el nombre del programa "El Diario Cooperativa", que usted condujo durante tanto tiempo en la Radio Cooperativa. Pero también fue un hombre de regiones, curicano, y eso nos acerca a quienes hoy intentamos representar a los territorios. Muchas veces usted citó como ejemplo su ciudad, su región, y eso en cierta medida invitaba a representar también las demandas que tenemos en aquellos lugares. Ya lo han mencionado acá los colegas, su esposa Verónica y sus hijos.
En las circunstancias, además, que iniciaron y formaron familia. Probablemente, algunos de acá, como decía la Senadora Pascual, nos trae recuerdos de los momentos en que vivimos, cuando conocimos por primera vez su voz, en lo personal, desde Calama y Arica, en la década del 80, cuando comencé a escucharlo.
Y la voz suya –que, a juicio de la Senadora Alejandra Sepúlveda, a quien me corresponde representar con estas palabras y en el mío propio– es aquella que queremos reconocer como valiente. Debemos reconocer que, además, no todos los seres humanos se manifiestan en aquellos momentos de su vida. En ambientes de países como el nuestro, donde impera, entre comillas, una relativa normalidad y fluye la calma –a veces, hasta el punto de no distinguir una voz de otra–, en momentos complicados y difíciles su voz se expresa con coraje, con fuerza y, fundamentalmente, con coherencia. Porque debemos entender que los países atraviesan momentos difíciles en su historia, crueles y vergonzosos, que podrían anidar revanchas permanentemente a don Sergio; pero usted, en cambio, ha sido una persona y un profesional que nos ha acercado, que comunica con fuerza, que dialoga, que no olvida y, quizás, lo que es incluso más importante, que construye futuros fraternos.
Lo he escuchado en numerosas ocasiones; usted ha entrevistado a gran parte de quienes hoy desean participar en este Congreso, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, y a tantos dirigentes sociales. Usted encara, pero lo hace también con ese afecto y esa sensibilidad que, probablemente, provienen de su historia familiar –de su niñez y de su crianza, y fundamentalmente de su camino como educador–. Así, abriga tiempos esperanzadores, porque su voz debía mostrarse en tiempos de dictadura, donde se arriesgaba la vida y el miedo era palpable entre usted, su familia y su gente. Pero hoy conversa con todos, dialoga con todos, reitero, manteniendo claros sus puntos de vista y principios; nunca olvida, y siempre está construyendo, con su voz, su concepto y su pensamiento, una reflexión fraterna. Y eso nos acerca, porque, como ha manifestado en ocasiones –particularmente en Radio Cooperativa, donde decía “vive la diversidad”, es decir, vive esa diferencia y, a partir de ella, se intenta construir unidad–, usted tiene no sólo el reconocimiento a sus ideas –quizás porque esta es la democracia que se vive en el Senado–, sino el reconocimiento a la voz valiente y a esa mirada hacia un futuro mucho más fraterno, que seguramente es la esperanza compartida con su familia. A nombre de los regionalistas de este país, reciba nuestro afecto y nuestro reconocimiento por siempre. Muchas gracias.
Tiene la palabra el Senador Chaguán.
Señor Presidente, honorable sala. Hoy estamos rindiendo un homenaje no solo al periodista, al líder de opinión, a un hombre que también tuvo la posibilidad de educarse como profesor normalista, sino al hombre de regiones, al curicano, al hombre que luego estudió Comunicación Social en la Universidad de Santiago de Chile. Estamos rindiendo un homenaje a alguien que ha sido parte y testigo de la historia reciente en nuestro país; 47 años en los que trabajó arduamente informando a los chilenos, comenzando en el año 69, cuando ingresó a Radio Corporación y se le presentó la noticia de que el Presidente de la República había sido un hombre de la República.
El 11 de septiembre del año 1973, cuando a la una de la mañana —o sea, a la una de la tarde— entra justamente al aire y dice: “La situación es seria”. En ese programa estaba al aire, junto con Eris Shnake, miembro del directorio de la emisora; Rodolfo Varela, director de la radio; y el periodista Miguel Ángel San Martín. En ocasión recibieron el llamado del presidente de aquel entonces, y la información difundida los llevó a ser detenidos en la Academia de Guerra Aérea.
Estamos rindiendo un homenaje no solamente al Premio Nacional de Periodismo que se le entregó —como bien señalaba el senador de nuestro partido aliado Macaya, quien destacaba que tenía todos los méritos necesarios—, sino también al que fue otorgado por el gobierno del presidente Piñera, durante su mandato, al reconocer a un hombre que honraba la libertad, los derechos humanos, la institucionalidad y, sobre todo, el diálogo.
No solo homenajeamos al hombre que recibió la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral en 2011, o al que fue reconocido con la trayectoria premiada a Germán Maldonado en 2003; hablamos de una persona que hoy, desde el Congreso Nacional y a través de su programa “Profundidad de Campo”, logra adentrarse en la actividad de cada uno de nuestros parlamentarios, llevando al país el trabajo que se realiza en el Parlamento. Hablamos de un hombre de la radio, pero también de la televisión, que estuvo en Meganoticias, en La Red, en UCB Televisión –canal regional– y, sobre todo, hoy desde el canal del Senado.
Quiero señalar a ese hombre que salió al exilio en el año 1974, que conoció a Verónica Toro, con quien formó una familia y se casó al año siguiente cuando logró volver al país; a ese padre de tres hijos —Lorena, Camilo (también periodista) y Valentina—; y a ese abuelo de tres nietos —Javier, Tomás y Rafael—. Insisto: ha sido un hombre que ha llevado la seriedad del periodismo, un periodismo que no busca insinuar posiciones, sino generar una discusión amplia, profunda y resolutiva, tal como se ha señalado.
En ese contexto, me quiero quedar con las palabras de despedida, después de 47 años al aire, cuando dijo: “Yo siempre digo que el auditor de la radio es uno, pero son muchos unos. Uno que está levantándose, uno que está manejando, uno que está conversando y escuchando el sordino de la radio; uno que va por la carretera conduciendo un camión; en fin, muchos unos. En realidad es muy distinto. Usted, que escucha el Diario Cooperativa, piense que siempre hay una posibilidad concreta de informarse de la realidad con la mayor aproximación a los hechos. Y eso está aquí, en la Radio Cooperativa, sin un lenguaje exagerado, sin adjetivos acerca de lo que está pasando, pero siempre pendiente también de acompañar a los periodistas más jóvenes –sí, ese formador de otros periodistas, y no solamente docente en la Universidad de Santiago y en la Universidad de Chile–. Ese hombre que dice: ‘Me voy, pero no abandono mi voz’. Y hoy, esa voz sigue presente acá, desde Televisión del Senado, para llevar al país el trabajo legislativo, que muchas veces es invisibilizado y que entiende claramente que el diálogo es la única forma de reivindicar la política como un instrumento al servicio de la persona.”
Gracias, Sergio, por todo tu trabajo.
Por último, tiene la palabra la senadora Jimena Rincón. Disculpe, después el senador Cuscoque, que no estaba inscrito.