Y el Senado votó a favor un guarismo diferente que es 57-43, ¿no? ¿Me equivoco? Ah, perdón. O sea que damos infraccionamiento en esta...
Ya, estamos sin fraccionamiento en la melusa común, por lo tanto, le damos en primer lugar la palabra al señor subsecretario para que abordemos esta meta. Presidente, por su intermedio, si me permite, dado la velocidad con que vamos avanzando, tuve contacto durante el receso con la Dirección de Presupuestos, quien me ha planteado la disposición a evaluar la propuesta que había planteado el diputado Romero en relación a grabar las transferencias. Dado que hemos aprobado un proyecto —o sea, tenemos aprobado hasta el momento un proyecto que está resultando deficitario— y hemos rechazado la propuesta que hizo el Ejecutivo de Financiamiento sobre base de licitaciones, y dado también que se aprobó en la primera sesión del día de ayer que íbamos a tener sesiones el martes, miércoles y, si quedaba algún tema pendiente, podíamos sesionar el martes de la próxima semana, quisiera pedirle, Presidente, que pudiésemos llegar con una propuesta de financiamiento sobre la base del análisis de la propuesta del diputado Romero para el día martes próximo y así evitar una situación de déficit fiscal que, creo, nos preocupa a todos por responsabilidad fiscal en esta materia. Eso, Presidente, si fuera posible.
Senador Núñez. Sí, yo quiero partir señalando que yo escuché atentamente en la mañana al diputado Romero. Yo no conocía esta situación del paso internacional de cuotas de Purell a empresas chilenas, pero trabajando en Atacama, en una asamblea de los pescadores, nos mostraron una tabla Excel que daba cuenta de ello. Y la verdad es que no son cifras pequeñas ni cantidades pequeñas, más allá de que hay que estudiarlo, analizarlo y comprenderlo bien. Yo creo que es una propuesta muy interesante de estudiar y apoyaría que el Ejecutivo pudiera aterrizar esto, porque tampoco podemos improvisar. Son recursos relevantes; hay que ver que no generen otros efectos colaterales inesperados. Por ello, Presidente, quiero apoyar lo que está planteando el Ejecutivo y saludar la propuesta que hizo el diputado Romero, porque es un tema interesante, estudiado y no es algo, digamos, baladí.
Diputado Vadilla. Presidente, yo lo he dicho en reiteradas oportunidades. Quiero partir diciendo lo siguiente: para aceptar la propuesta que está haciendo el señor subsecretario tiene que haber unanimidad, y yo no se la doy. Y ahora me remito a lo que he reiterado en otras oportunidades. El Ejecutivo, y particularmente el subsecretario, han actuado durante toda la tramitación con mucha arrogancia; no han acogido absolutamente nada de lo que veníamos proponiendo los diputados, particularmente de oposición. Creo que salir ahora con esta intención no demuestra que se esté tramitando este proyecto con la seriedad y transparencia que tanto han esgrimido los parlamentarios de gobierno. Le digo que no es aceptable lo que está proponiendo el subsecretario, y convoco al Presidente a que le demos la tramitación y despachemos hoy, si es posible, este asunto. Por otro lado, Presidente, creo que si el gobierno sigue con la tozudez de que la única fuente de financiamiento es la subasta, le reitero lo que mencioné en la mañana: existen otros instrumentos que permiten recaudar. En esto comparto con el diputado Romero, y creo que aplicar un impuesto específico a las compras de la Europa permitiría ingresos adicionales. Lo que sucede, permítame, diputado, es que si esta propuesta se hubiera presentado antes de votar, podríamos discutirla, pero es algo que ya se sancionó, que está zanjado. Además, el gobierno acostumbra este tipo de maniobra cuando pierde votaciones. Practiquemos la democracia, pues. Aquí nos hemos pronunciado y dijimos no a la subasta, porque ésta trae inestabilidad laboral, y el gobierno cuenta con otras fuentes de financiamiento que no necesariamente implican el mecanismo que nos está intentando imponer.
Tardíamente, porque la votación ya se produjo. Por lo tanto, presidente, yo en esto reitero lo que dije al inicio: no estoy de acuerdo en que se reabra el debate respecto de algo que ya está sancionado y que el Gobierno explore otras actividades que le permitan, quizás, recaudar muchos más recursos que los que se podrían recaudar a través de una eventual subasta. He dicho, presidente, solo algunas palabras. Primero, no se requiere la unanimidad porque estamos con un proyecto… hasta el total despacho. Por lo tanto, sí se puede incorporar una propuesta. Yo preferiría que la evaluáramos, porque no es una propuesta que continúe con la idea de la licitación, sino que busca una forma distinta de financiar parte de lo que se ha perdido con la caída de la licitación. Yo prefiero eso a que el Ejecutivo nos presente un veto a la iniciativa y tengamos una profundización del problema. Es mucho mejor establecer otro mecanismo, que luego podremos discutir si fue bueno o malo, pero es otro mecanismo.
Sergio, lo que yo entiendo –yo no sé, si el subsecretario me corrige, a lo mejor estoy equivocado– es que no se insiste en la subasta, se plantea una alternativa distinta y se renuncia a la posibilidad legítima constitucional que tiene el presidente de ir a un veto, lo cual podría complicarnos aún más.
Subsecretario: Exactamente, presidente. El punto aquí es que lo que se ha traspasado como competencia a la mixta es una serie de problemas que se buscan resolver. El Ejecutivo ha presentado un mecanismo para resolver un problema y se ha rechazado una indicación del Ejecutivo con un mecanismo para resolver un problema. Sin embargo, mientras la mixta esté funcionando, podemos presentar otros mecanismos distintos de la licitación para resolver el problema, porque el objetivo aquí no es empecinarse específicamente con un instrumento, sino generar, a partir de la señal que ha entregado la Comisión, otro instrumento a propósito de las mismas sugerencias que han surgido del diputado Romero, otros mecanismos que permitan paliar el déficit financiero que genera el proyecto; y eso podríamos hacerlo para el próximo martes, si usted lo considera, presidente.
Yo voy a hacer uso de la facultad que me permite, obviamente, escuchar y que nos hagan llegar, ojalá con anterioridad, ese planteamiento para que lo podamos estudiar con nuestros equipos técnicos.
Diputado Brito: ¿Me dio la palabra? ¿Quién más?
El senador Cuchel: Presidente, yo veo con preocupación que se intenta traer a esta Comisión la intransigencia que vimos en un par de parlamentarios de la Comisión de Pesca, en relación a no atender argumentos ni datos, y al acusar cualquier opinión distinta como falta de seriedad. Cuando acá tuvimos en la mañana un debate en el que se acusaba que, si a la industria del jurel se le aumentaba la cuota en un 15% y no en un 25%, habría desempleo; cuestión que es irracional, porque estamos hablando de que a la industria del jurel sí se le iba a aumentar la cuota. Sin embargo, se amenazan e intentan instalar mentiras que, en realidad, generan preocupación, ya que el país necesita salir adelante. Invito a la Comisión a que no nos enganchemos con estas provocaciones y a que podamos atender las propuestas, en relación a que no se requiere unanimidad y que vamos a salir adelante con algo que sentará las bases del desarrollo pesquero del país para las próximas décadas. Eso es cuanto quiero plantear, presidente.
Presidente: Señor Cuchel, tiene la palabra.
Cuchel: Gracias, presidente. Quiero pedir rigurosidad en los números, porque mi experiencia es que los números no siempre coinciden con la realidad o la necesidad, y cuanto antes, como usted expresó, podamos verlos, compararlos y analizarlos, mejor.
Presidente: Hay algunas personas que a veces se quedan como poseedoras de la verdad. Yo puedo equivocarme, sí, me puedo equivocar, pero me tienen que demostrar que estoy equivocado. Y hasta el momento, ni el Gobierno, ni el subsecretario, ni el diputado Brito me han demostrado que estoy equivocado. No me han demostrado que estoy equivocado. Quiero insistir en lo siguiente: le voy a consultar, por su intermedio, a la Secretaría.
A la Secretaría: la cuestión de la subasta está sancionada. Es decir, y quiero que me corrija si me equivoco, la subasta no existe a contar de la votación que hicimos en la mañana. ¿Estoy en lo correcto?
Con su venia, presidente.
Presidente: Sí, está en lo correcto, porque la subasta no existe a contar de lo votado en la mañana. No obstante, el subsecretario está proponiendo traer el día lunes una…
Una propuesta para una nueva forma de financiamiento que no recaería en la subasta, según se lo entendí haciendo uso de mis atribuciones. Este punto lo trasladamos para el día martes de la próxima semana, esperando que el Ejecutivo nos haga llegar la propuesta el lunes, y que la última sesión de la Comisión se celebre ese mismo martes para zanjar este punto en particular que es del financiamiento.
Yo quisiera, antes de entrar al tema de la merluza, plantear un asunto que me ha pedido la parlamentaria Javiera Morales, la diputada Javiera Morales. Quiero públicamente reconocer que fue imposible decirle que no a la petición que ha realizado, la cual viene suscrita por varios parlamentarios, pues no guarda una relación exclusiva con lo que estamos viendo. No obstante, quisiéramos que ella lo explique en un minuto para determinar si es posible incorporar este punto o si se halla completamente fuera de la idea matriz del proyecto. Quiero que técnicamente se detalle. Gracias, presidente.
Muchas gracias, senadores, diputados.
Bien, a ver: ¿de dónde nace esta necesidad de revisar o perfeccionar un aspecto de la ley ya aprobada? Magallanes y Aysén tienen una norma especial en la Ley de Pesca que permite a quienes tienen cuota de pesca artesanal ceder el 100% de la misma al mundo industrial. Es una norma excepcional, ya que la regla general en el resto de Chile es que se pueda traspasar sólo el 50%. Con el paso de los años, esto ha provocado que la pesca artesanal no esté pescando la merluza, y que tengamos cada vez menos recolección de merluza y un mercado local disminuido; no hay dónde comprar, no se realiza compra formal, ni existe un mercado formal. Por ello, esta ley de fraccionamiento, al asignar a la pesca artesanal una parte de la cuota –muy poco, apenas un 3% de merluza y de congrio dorado– abre la posibilidad de que la pesca artesanal se desarrolle de manera formal, como corresponde. Sin embargo, si se mantiene la regla general del traspaso del 100%, a lo largo del tiempo no se alcanzará uno de nuestros objetivos, que es lograr un mercado local para el producto regional. Por esta razón, esta indicación que presento y solicito se someta a votación, en caso de obtener la unanimidad de senadores y diputados, busca que la nueva cuota asignada por esta ley se rija por la norma general aplicable al resto de Chile. Nada más.
Ahí me gustaría, si es posible, que el senador Kuzanovic, también de la región, me complemente por deferencia, pues él puede acreditar que ésta es la realidad en la región y que ello es lo que busca dicha ley; de lo contrario, si no efectuamos este perfeccionamiento—o mejor, esta aclaración—no alcanzaremos el objetivo pretendido. Gracias, presidente.
Muchas gracias, presidente.
Efectivamente, es así. En Magallanes, para la gente y para los lugareños, prácticamente no hay pesca, ya que todos están preocupados; venden su cuota y se inquietan por la centolla, el erizo, etcétera. En consecuencia, se registra muy poca pesca, lo que en cierta medida obligaría a que los pescadores artesanales opten por pescar la cuota en vez de negociarla; considero que es un tema importante. Muchas gracias.
Sí, muchas gracias, presidente. Creo que este es un asunto que trasciende Magallanes y afecta de manera directa a los pescadores artesanales. Probablemente, el traspaso sea un acto voluntario: cada pescador, si lo desea, lo efectúa. Sin embargo, en nuestras zonas, especialmente en la zona austral —caracterizada por su complejidad geográfica y la falta de alternativas en materia de procesamiento y otros aspectos—, ¿qué ocurre realmente? Existen muchos pescadores, muchos de ellos en edad avanzada o con discapacidad, para quienes el traspaso constituye su única fuente alternativa de ingreso. Es innegable que se trata de una norma excepcional, y en la zona austral lo que pretendíamos era incentivar, por todos los medios posibles, el procesamiento en las respectivas regiones. Pero esta norma podría tener un efecto boomerang muy complicado para la gran cantidad de pescadores que, desafortunadamente, por su edad, su condición física o por cualquier otro motivo, no tienen otra alternativa. Evidentemente, se trata de una situación que se enmarca en la discusión general de la Ley de Pesca, la cual aún se encuentra en trámite en la Cámara de Diputados, pero que no examinamos aquí.
No, no es la ley de fraccionamiento. Y, en segundo lugar, ojo con lo que se está sugiriendo, porque yo creo que hay que hablar con los pescadores artesanales de las respectivas regiones, ya que eso significaría, en términos simples, una situación extremadamente compleja. Independientemente de que se trate de un complemento o de cuotas adicionales, es una situación complicada para los pescadores de la zona. Allá no solamente se enfrentan a las dificultades derivadas de las condiciones del litoral, las cuales son bastante más severas, sino que en ocasiones simplemente es imposible salir a pescar. Los costos de los servicios esenciales para salir a pescar, por ejemplo, hacen que el litro de petróleo en la zona del litoral—que debe estar a mil y tantos pesos hoy en día—a veces resulte más caro que el valor de la venta de la pesca. Hay aspectos que solo se pueden comprender mediante un análisis mucho más exhaustivo de la realidad de cada región, y sobre esa base se debe buscar resolver el problema.
En cuanto al traspaso como acto voluntario, creo que lo que se debe plantear es una línea en la que cada región asuma un gran desafío, como también se ha señalado, para mejorar los niveles de desarrollo, competencia y capacidades productivas. Se va a instalar, por ejemplo, una pequeña planta en la localidad de Puerto Sidney, lo que permitiría que, en vez de traspasar, se procese en la zona y se lleve el producto directamente a la mesa de la gente. Ese es, en mi opinión, el camino a seguir en este tema, ya que modificar una norma tan excepcional y relevante supondría un enorme riesgo para la gente de la pesca en nuestros territorios.
Gracias. Para cerrar el punto, debo entrar a la discusión del tema de la merluza. No, me parece que hubo una confusión. Estamos hablando, en este caso, únicamente del 3% adicional que aumentó la cuota en Magallanes; no nos referimos a lo que existía anteriormente, sino a la parte nueva del 3%. Técnicamente, la Secretaría nos señala que, por más que exista voluntad de haber firmado, esto no obedece a las ideas matrices de lo que estamos discutiendo. Javiera, ¿tienes alguna palabra para cerrar? Porque debo continuar… La Secretaría ha indicado que, técnicamente, se trata de otra ley, ya que esta materia no está regulada acá. Por ello, es ajena a las ideas matriculadas del proyecto. Aunque se trate del aumento de la cuota, esto tendría que expresarse en la ley correspondiente, en la ley que modifica la Ley General de Pesca y Agricultura. Es una ley de fraccionamiento y no tiene nada que ver con la cesión de lo anterior.
Lo que la indicación procura hacer es referirse a la nueva cuota que surge con esta ley de fraccionamiento; de esa forma, se alinea con la idea matriz. Es una forma de asignar esa cuota, tal como se discute en la subasta, es decir, mediante los mecanismos para distribuir esta nueva cuota que nace de la ley de fraccionamiento. Por ello, la indicación hace referencia únicamente a la nueva cuota de los numerales 10 y 11, sin afectar la cuota anterior.
Sí, pero aunque se trate de una nueva cuota, se refiere a la sesión, la cual está regulada en la Ley General de Pesca, en el artículo 55 de TRAEN. Esa es la opinión de la secretaria, y aunque no podemos apartarnos de esa opinión, cuando se logre incorporar la voluntad necesaria, podremos discutirla aquí y ayudar a solucionar este problema en cada región.
Señor subsecretario, le damos la palabra para que avancemos en este tema. Usted dispondrá de los primeros minutos para exponer este aspecto, recordando que ha quedado comprometido, ya que el lunes contaremos con la propuesta de financiamiento de 10 parlamentarios, y el martes citaré la sesión a las 11 de la mañana para zanjar ese punto y observar cuál es la fórmula que se propondrá.
Le damos la palabra al señor subsecretario para abordar el tema de la merluza común.
Gracias, presidente. Como ustedes saben, y como planteó el presidente al comienzo de la sesión, senadores, la diferencia entre la Cámara y el Senado fue una brecha importante de 70-30 versus 47-30 —no 43-57— que finalmente la sala del Senado también rechazó.
Sobre lo que me interesa llamar la atención de los senadores, tiene que ver con las extracciones de cuota artesanal e industrial en las series históricas que se muestran en la tabla. Quiero poner especial énfasis en la situación que se observa en el año 2024, que aparece en la parte final del cuadro: ni el sector artesanal ni el sector industrial consumieron la totalidad de su cuota de merluza. Esto se debe a un problema de disponibilidad del recurso en los últimos años, lo cual debiera ser uno de los puntos de preocupación esencial.
El Ejecutivo, como ustedes saben, ha buscado generar los más amplios consensos en la definición de los fraccionamientos, y en este caso no es la excepción. Hemos considerado como principales criterios que existen zonas especializadas en la extracción del recurso que no disponen de una asignación de cuota suficiente. Es necesario comprometer los montos disponibles para el sector artesanal en algunas localidades rurales que, al no contar con el recurso frente a sus costas, no pueden ejercer la actividad. Además, la asignación insuficiente de cuotas impide, en ocasiones, costear los costos operacionales del manejo de las embarcaciones, lo que se traduce en un incentivo perverso para prácticas irregulares. En ese sentido, consideramos que la actual distribución es inequitativa y opera como incentivo para la pesca ilegal, situación que se evidencia en la Región del Maule, donde las bajas cuotas generan un incentivo directo a dicha práctica. Asimismo, la merluza es un producto que tradicionalmente ha sido de primera comercialización y el emblema de las diferentes caletas.
Nuestras propuestas fueron elaboradas durante la semana, lo que me lleva a la impresión de que en este momento existen condiciones para números distintos a los que presentamos. Sin embargo, queremos dejar en claro que el Ejecutivo ha considerado que un consenso en esta pesquería se alcanzaría con un fraccionamiento mayoritariamente artesanal, asignando un 52% del recurso al sector artesanal y un 48% al sector industrial.
Gracias, señor subsecretario. Le doy la palabra al diputado Alexis Sepúlveda.
Gracias, presidente. Efectivamente, lo que señala el subsecretario es real, y quisimos reafirmarlo, más allá de que no hay parlamentarios del Maule en la comisión mixta, ya que también está el senador Castro, quien subraya la necesidad de equilibrar la realidad con lo que, en definitiva, esta ley determinará. Muchos parlamentarios han hablado de la pesca ilegal en el Maule y, aunque yo creo que la pesca ilegal existe en todas las regiones, si se recopilan los datos –como lo venimos discutiendo en la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputadas y Diputados– se comprueba que, en términos de incautaciones, la situación está más focalizada en la octava región. Históricamente, la industria también ha tenido una participación importante en la pesca.
Pero, más allá de eso, lo que es real es que, al calcular la cuota que hoy día tiene la pesca artesanal en la Región del Maule y distribuirla entre la cantidad de embarcaciones, tripulantes y armadores que participan en la actividad, prorateándola a 11 meses (dejando un mes de descanso), el resultado –que puede corroborar el subsecretario– arroja que el promedio de ingreso mensual entre tripulantes y armadores es de 150.000 pesos. Este monto corresponde al principal producto que llena la mesa y la canasta económica de las familias dedicadas a la pesca artesanal y, por cierto, de muchos hogares chilenos.
Entonces, ¿qué ha pasado este año? Más allá de otros recursos que han tenido un buen devenir, no cabe duda de que la jibia –aunque reconozco que no es el tema central hoy— ha constituido, en gran parte, el sustento.
del trabajo y del ingreso que han tenido los pescadores artesanales, tanto del Maule, de la Región de O'Higgins y, por cierto, de la región del Bío-Bío. Tuvimos numerosas embarcaciones artesanales de la región del Bío-Bío visitando nuestras hermosas costas del Maule, algo que O'Harmada pueda revisar.
Pero más allá de eso, lo que sí está claro son dos cosas fundamentales que se dijeron en la discusión sobre la eliminación del arrastre respecto a la jibia: una, que efectivamente la pesca artesanal no tenía capacidad para capturar el recurso; y dos, que el arrastre no generaba mayor impacto en el recurso.
Y créame, y apruebe mentira, podemos ir –yo los invito– con almuerzo incluido, por cierto, junto con el senador, no hay ningún problema, y con cena también, y bajativo.
Pero lo que sí es que se ha recuperado el recurso sustancialmente, con especímenes que salían de 2 o 3 kilos, y hoy día tenemos sobre 20 o 30 kilos. Esa es la realidad objetiva: un recurso en abundancia, tanto en nuestras costas del Maule –donde, por cierto, hemos tenido la visita permanente y constante de la flota del Bío-Bío artesanal–, que ha permitido que la captura sea sustancialmente importante.
Nuevamente se ha puesto en marcha la producción y el procesamiento de la jibia en numerosas regiones, por aquellas industrias que lo han querido. Porque pareciera que los industriales, cuando se les eliminó el arrastre –que, por cierto, les permite pescar con potencia–, no es que se les haya quitado el negocio; se tienen que transformar a potera, como lo hace la flota industrial de numerosos países, y no lo han querido hacer. Trataron de colocarnos contra la espada de pared para decirnos que se iba a terminar el trabajo de las plantas procesadoras, pero nuevas plantas procesadoras se han abierto eventualmente a ese recurso.
Y en la merluza pasa eso, presidente; y lo digo con mucha responsabilidad, porque esta ley –lo que todos esperamos–, pienso yo, es vista desde la perspectiva del trabajo de la pesca industrial y, a la vez, es la defensa legítima de la pesca artesanal, que por cierto es la única actividad que hay en el Maule. Nosotros tenemos que bancarnos barcos que pasan a cinco millas con sus redes, dejándonos prácticamente sin recursos, a pesar de que no contamos con plantas procesadoras. ¿Por qué tenemos que devengar el costo, sin recibir ninguna parte del beneficio? Porque, si esto se distribuyera por región, perfecto; pero nosotros tenemos que bancar ese costo, y lo que sí está claro es que, con el recurso que hoy día tenemos de merluza, no es suficiente. Por lo tanto, si no buscamos una fórmula, un porcentaje razonable que permita incrementar la captura en la pesca artesanal, lo que vamos a seguir teniendo permanentemente –y se va a extender en el tiempo– es la pesca ilegal.
Queremos terminar con eso, porque, ¿sabe qué? No nos gusta la pesca ilegal, ni la pesca industrial, ni la pesca artesanal. Tampoco nos gusta el arrastre, porque efectivamente daña el recurso marino, no solo el que se busca, sino también todo lo colindante. Y prueba de eso es el hecho de que, más allá de la trinchera o de la mirada que podamos tener, el punto es que, si no cuidamos el recurso –más allá de la peleíta de los porcentajes–, no va a haber merluza común ni para la pesca industrial ni, por cierto, para la pesca artesanal.
En mi zona, cuando era pequeño, veíamos cómo el mar nos entregaba lenguado, abundancia de corvina y otros recursos marinos, y hoy día no hay nada de eso. Cuidado, los recursos no son inagotables; tenemos que cuidarlos para que efectivamente la industria se mantenga en la actividad económica y también lo haga la pesca artesanal.
Gracias, presidente.
Podamos sintetizar las intervenciones, por muy importante la suya. Yo acabo de, en estos momentos de recibir una presión directa en esta votación, y acaba de llegar la presidenta de mi partido. Senador Castro tiene la palabra.
Gracias, presidente. Mire, el subsecretario acaba de decir que tenemos pesca ilegal, y esa es una realidad: en el Maule hay pesca ilegal, y lamentablemente se lo digo, presidente y a todos los miembros de esta mesa, que tenemos que ser capaces de afrontarla. ¿Cómo vamos a enfrentar este tema? Obviamente, entregándole más cuota a los pescadores artesanales, que son los que más pesca ilegal tienen, a diferencia de la industria –que también tiene pesca ilegal, pero en menor medida–. Entonces, yo creo, presidente y a los miembros de la mesa, que un 60% para los artesanales y un 40% para la industria es una proporción bastante correcta y justa, porque no puede ser que, por un lado, sigamos con la pesca ilegal, y por otro, la industria se pueda adecuar de manera más fácil. Hay otras pesquerías; la industria tiene mayor capacidad de negociar y de adentrarse en el interior del mar, es decir, tiene más herramientas que la pesca artesanal. Entonces, yo creo que, siendo justos, un 60% para los artesanales y un 40% para la industria.
Lo que inicialmente habíamos colocado nosotros como indicación: estábamos pidiendo un 70% para el sector artesanal, pero entendemos que hay que cuidar la industria, hay que cuidar el recurso y, obviamente, estos porcentajes me parecen razonables, ya que en una región que es exclusivamente artesanal –al igual que en la sexta y en la quinta región– se aplica dicho enfoque. Incluso debo decir, presidente, que en la quinta región se ha señalado muchas veces que no se captura la cuota; obviamente, no se captura la cuota de merluza por la escasez de recursos, lo que imposibilita alcanzarla. Pero en el MAURE, afortunadamente, tenemos recursos y los cuidamos de manera mucho mejor cuando se otorga el porcentaje mayoritario al sector artesanal.
Resumiendo, tengo entendido que la propuesta del Ejecutivo es 52-48, la propuesta del senador Castro es 60-40, y mediante indicaciones existen también otras propuestas que se irán exteriorizando. La de los senadores Cusano, Sandoval y Kuchel plantea un 43% para el sector artesanal y un 57% para el industrial durante los dos primeros años, y a partir del 1 de enero de 2028, un 45% y 55%, respectivamente. Adicionalmente, se presenta otra propuesta que es permanente: 45% para el sector artesanal y 55% para el industrial. Por su parte, el diputado Brito propone 57% para el sector artesanal y 43% para el industrial, mientras que el senador Castro mantiene el 60-40. Contamos con cinco propuestas en total. Para que sigamos avanzando, tiene la palabra el diputado Brito.
Muchas gracias, presidente.
En primer lugar, quiero reafirmar los datos que se señalan en torno a la experiencia con la jibia, ya que, según datos de la propia Cancillería del Ministerio de Economía, el año pasado se exportaron 170 millones de dólares en jibia capturada por la flota artesanal sin pesca de arrastre. Creo que es importante evaluar las políticas públicas para constatar cómo una iniciativa ha permitido a las caletas de la zona centro-sur subsistir frente a la crisis de la merluza y de otras pesquerías.
En segundo lugar, es relevante señalar que existe una situación crítica con la merluza. Hay un semáforo de cuatro tiempos que indica la salud de las pesquerías, según datos oficiales de la Subsecretaría de Pesca. En dicho semáforo, en los dos tramos próximos al rojo –entre amarillo y rojo– se encuentra la merluza común, que se encuentra en un estado de sobreexplotación, seguido de un estado de agotamiento. Por tanto, no se trata de una pesquería sana, sino de una que está siendo amenazada.
En tercer lugar, durante los años 99 y 2000 se prohibió la pesca de arrastre de la merluza para los pescadores artesanales. Sin embargo, hasta el día de hoy, la industria es la única que captura la merluza mediante pesca de arrastre de fondo, considerado el arte de pesca más dañino, ya que estudios documentados indican que deja una huella en el fondo marino que dura al menos cinco años. Por ello, los pescadores artesanales de nuestra región de Valparaíso, que son principalmente merluceros –y de hecho, los presidentes de todas las caletas nos acompañan acá afuera– expresan su gran preocupación, no solo por no poder acceder a una mejor cuota, sino también para que se reconozca el daño acumulado durante años de empobrecimiento por la falta de cuota.
Asimismo, en lo que concierne a las pesquerías, cabe destacar que mientras la flota industrial, compuesta por botes de gran valor, se detiene en distintas pesquerías, los botes artesanales de nuestra región, de aproximadamente 8 metros –muy distintos de botes de 300 millones de pesos– son considerablemente más pequeños. Nuestros artesanales muestran gran frustración al constatar que, en el caso del jurel, la industria se lleva el 85% de la captura, acaparando en gran parte este recurso; mientras que en el caso de la merluza de cola, la industria se lleva el 95%. En cuanto a la merluza del sur, nos gustaría que se consiguiera un 70% para la cuota a favor de los pescadores artesanales. Inicialmente habíamos aprobado un 70%, pero sabemos que en el Senado ello no tiene posibilidades de flotar en la sala, por lo que nos hemos desplegado para buscar entendimiento. Así, junto a todos los pescadores artesanales con los que hemos trabajado en la zona centro-sur, se aprecia de forma positiva la propuesta de asignar un 57% para la pesca artesanal y un 43% para la pesca industrial. ¿Cómo se vería esto?
En la práctica, si ustedes notan en la presentación realizada por el subsecretario en relación a las capturas del año pasado de la merluza común en el país, se informó que la industria tuvo desembarques en el año 2024 por 15.000 toneladas. Si aprobamos un 43% para la industria y un 57% para los artesanales, la industria tendría autorizado capturar el próximo año 17.703 toneladas, es decir, casi 3.000 toneladas más de las que se capturaron este año.
En consecuencia, no debiera existir ningún despido en ningún puesto de trabajo dedicado a la merluza, porque la industria, tanto este año como en años anteriores, ha capturado un poco menos de lo que proponemos aprobar en esta comisión.
Y para ir concluyendo, es muy importante destacar las asociaciones que se pueden generar entre la industria y los artesanales. Pareciera la pelea del perro y el gato, pero la realidad es que existe un potencial de desarrollo entre ambos si colaboramos. Las plantas de proceso pueden destinar la merluza al consumo humano, pero creemos que la captura tiene que ser principalmente artesanal, porque, como bien se señaló, observamos con mucha impotencia cómo buques de pesca de arrastre industrial llegan a nuestra Región de Valparaíso y, posteriormente, los caladeros históricos de nuestros pescadores artesanales se quedan sin pescado por cinco años. Esa situación nos impulsa a defender esta pesquería con mucha fuerza. Hemos intentado colaborar en la medida de lo posible para alcanzar entendimientos, pero debo ser brutalmente honesto respecto al drama que se vive en las caletas debido a la falta de cuotas. Hoy, en especial, se presenta la oportunidad de trabajar sin justificar despidos por parte de las plantas de proceso ni de la flota industrial, ya que, en cualquier caso, contarán con una cuota autorizada mayor que la que hoy y ayer están capturando.
Eso es cuanto quería señalar, presidente. Gracias. Muchísimas gracias.
Dejo abierta la palabra sobre este punto al diputado Bobadilla.
Presidente, la intención, yo creo, de la mayoría es no generar incertidumbre en el empleo para ningún sector. Por su intermedio, puedo entender el planteamiento que hace el diputado Brito; sin embargo, él solo se refiere al sector artesanal. Espero que el sector artesanal, tras este ajuste, salga fortalecido, se genere más empleo y se logre el progreso y bienestar para todas las familias de los pescadores artesanales. Pero también quiero lo mismo para los miles de trabajadores que se desempeñan en las plantas de proceso, en especial aquellas en las que trabajan mujeres. Reitero que un gobierno que se declara feminista no debe poner en riesgo el empleo de miles de mujeres que dependen única y exclusivamente de su fuente laboral actual.
Dicho eso, presidente, quisiera hacerle una consulta al señor subsecretario. Originalmente, el Ejecutivo presentó una propuesta de 43% para el sector artesanal y 57% para la industria en el primer trámite. Sin embargo, hoy se nos indica una distribución de 52% para el artesanal y 48% para la industria. Le pregunto de manera directa, por intermedio suyo, que nos dé a conocer el estudio o los estudios que el Ejecutivo desarrolló para llegar a proponer esta nueva distribución, así como el impacto que dicha propuesta tendría en la estabilidad laboral. Considero que no existe impacto y pienso que es una propuesta antojadiza, ya que el gobierno sigue actuando con la misma tozudez de siempre. En esa línea, presidente, quiero señalar que un grupo de diputados y senadores ha formulado una propuesta que establece un reparto de 57-43 –la cual se implementaría de forma gradual durante los dos primeros años y posteriormente entraría en régimen–, además de otra propuesta con una distribución de 55-45. Nosotros hemos firmado esta propuesta, presidente.
Un grupo de senadores y diputados cediendo nuestra postura original, porque la postura original es mantener lo que hoy día existe para no generar inestabilidad. Entonces, yo invito al oficialismo y, particularmente, al subsecretario, que dé respuesta a lo que yo he planteado y que también cedan para buscar un acuerdo; de lo contrario, no vamos a llegar a ningún acuerdo en esta discusión. Lo he dicho, presidente. Gracias, diputado Badía. Igual le sugiero que se pongan de acuerdo con los firmantes para quedar con una propuesta, porque someter las dos a votación sería inou.
Presidente, presidente, presidente, si me permite, yo quisiera, por cierto, manifestar que estaría disponible, si todos los firmantes lo están, a retirar una de las dos, pero quiero escuchar al Ejecutivo: ¿qué disposición hay por parte del Ejecutivo?, y que nos dé y nos demuestre qué estudios hicieron para llegar a hacer la propuesta que nos hicieron.
¿Alguien más? Senadora Obrador, después de una vuelta. Muchas gracias, presidente. Yo hago mías las intervenciones del senador Castro del Maule y también del diputado Brito, y para no repetirlo, hago mías esas intervenciones. Quisiera ir al fundamento de esta ley: ¿para qué estamos legislando? Porque, finalmente, el Ejecutivo —aquí está presente el subsecretario de Pesca, por su intermedio, presidente, que forma parte del Ministerio de Economía—, me indica que se han hecho análisis, pues a todos nos interesa que la economía progrese, que florezca y que tengamos más fuentes laborales.
Este enfrentamiento que se avecina en la discusión de esta ley, entre qué trabajo o qué fuentes laborales son más importantes, a mí no me parece. Yo soy senadora por el Maule y también soy presidenta del Partido Socialista de Chile, y como tal quiero decir que nuestro partido siempre ha sido el partido de los trabajadores, no de los empresarios, a diferencia de otros honorables que sí defienden, tal vez, los intereses legítimos de las empresas. El derecho del trabajo es un derecho que nace para regular las desigualdades en la sociedad, porque aquí claramente no hay igualdad entre quienes tienen la pesca artesanal y las industrias, evidentemente.
Basta ver, lamentablemente, y también quiero saludar a todos los familiares de quienes sufrieron el terrible accidente de la embarcación Bruma de Constitución; basta ver cómo esa embarcación es tan pequeña enfrentada a otra embarcación industrial, de manera que esa desigualdad, patente al evidenciar ese lamentable accidente, también se observa en la extracción y en las faenas diarias y cotidianas. Son tan importantes las fuentes laborales de las industrias, donde también están las mujeres, como lo son en las fuentes laborales artesanales.
Quiero recordar la mofa que hizo mucha gente cuando se discutió la ley con perspectiva de género en las caletas, cómo se burlaban de esa ley en circunstancias en que estaba hecha para que los hombres permitieran el acceso a las caletas a las mujeres, pues antes no se les permitía el acceso. Entonces, presidente, yo creo que aquí no se trata de una pelea entre los industriales y los artesanales, sino de cómo cuidamos los recursos y solucionamos los problemas para los que se hizo esta ley. Se pensó en ella porque, en la ley actual, efectivamente hay un desmedro del sector artesanal. Además, lo que trajo el Ejecutivo—todos lo tienen en sus manos—indica que la actual distribución no es equitativa y produce problemas, inclusive en lo que es la renovación de los recursos.
A todos los que estamos aquí, a todos los parlamentarios y a todo Chile, le tiene que interesar que cuidemos los recursos y las fuentes laborales, pero eso no quiere decir que no se pueda hacer un esfuerzo: la cuota que se le entregue a los pescadores artesanales debe ser mejorada y, aunque la propuesta que ha hecho el Ejecutivo me parece mejor, todavía resulta insuficiente.
Gracias, presidente. Muchas gracias, senador Saavedra, Bogadilla, Brito y Sandoval. Gracias, presidente. A ver, si todos consideramos insuficiente, no vamos a llegar nunca a un acuerdo.