Muy buenos días a todas y todos. Vamos a dar inicio a la sesión de hoy, martes 6 de mayo, escuchando a representantes públicos y privados respecto de lo que, a nuestra manera de ver, es un déficit presupuestario; algunos hablan de crisis financiera de los hospitales públicos. En nombre de Dios y de la patria, iniciamos.
Estaba leyendo y escuchando al Secretario de la Comisión: tenemos un problema de aforo y, tal como se ha advertido, es obligatorio hacerlo cumplir. No estamos en pandemia, pero tenemos una dificultad. Hay indicadores de medición de CO2 en toda nuestra sala; curiosamente, hoy no se encuentra el medidor de esta sala, pero tenemos problemas de aforo. Les pido, por favor, que aquellas instituciones que han sido invitadas estén representadas por un solo representante; el resto asiste vía streaming, por teléfono o a través de otros canales. Ruego que se mantenga el aforo, ya que estas son las sillas disponibles y cada sala tiene un límite determinado de ocupación.
Procedo con la cuenta, señor Secretario.
El senador Chaguán expone: “Presidente, estamos en este minuto y, en simultáneo, se desarrolla el encuentro nacional con todos los gobernadores regionales, donde se tratarán otros temas. Con el programa de fortalecimiento de la región, nos encontramos en el tercer piso y yo actúo como anfitrión; por ello, debo dirigir desde arriba, para evitar contratiempos en el evento.” Muy bien, se excusa la ausencia del senador Chaguán. Debo señalar que, por coincidencias, yo mismo hubiese debido estar en la Comisión de Vivienda y en la bancada regionalista, pero hoy me toca presidir y no puedo estar en las otras reuniones. Queda, por tanto, excusado el senador Chaguán, y contamos con quórum no solo para sesionar, sino también para tomar decisiones.
En primer lugar, damos la bienvenida a: la Ministra de Salud, señora Ximena Aguilera; al Ministro de Hacienda, señor Mario Marcel; a la Directora de IPRES, Javiera Martínez; al Subsecretario de Redes Asistenciales, señor Bernardo Martorell; a la Presidenta del Colegio Médico, doña Ana María Arriagada; además, está don Ignacio de la Torre, don Mauricio Osorio y, por último, don Camilo, a quien damos una cordial bienvenida.
Acá se encuentra el medidor; se le solicitará al senador Castro, especialista en medidores de CO2, que lo maneje y nos informe al respecto. Muy bien, contábamos con ello. Asimismo, contamos con la presencia del presidente de la Confederación de la FENAT Unitaria, don Ricardo Ruiz; del presidente de la Federación Nacional de Asociaciones Funcionarios Técnicos de Servicios de Salud, don Freddy Sepúlveda; y de la presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Salud Pública, doña Carmen Scaf.
Se solicita también que aquellas personas que no hayan sido invitadas y que estén sobrepasando el aforo procedan a retirarse, ya que se ha invitado únicamente al personal autorizado en función del espacio disponible, garantizando así el mejor orden posible.
Procedo nuevamente con la cuenta, señor Secretario. Gracias, señor Presidente.
Ha llegado una solicitud del presidente del Senado, el senador Manuel José Osandón, mediante la cual se pide desarchivar una moción de su autoría, cuya idea matriz es objeto de las iniciativas que buscan garantizar, de forma obligatoria, la entrega de agua potable.
A continuación, se presenta la comunicación del Ministro de Hacienda, señor Mario Marcel. Voy a volver a repetir: “No me obliguen, por favor, a pasar lista.”
Las personas que fueron invitadas, las que no debieran estar acá, por favor salgan. Tenemos un problema de foro y el indicador ya lo marca. Entonces, les voy a pedir, por favor, a las personas de pie, por tercera vez, que abandonen la sala. Se permite un asesor por parlamentario y, por favor, las personas invitadas deben permanecer. Discúlpenme, pero son reglas sanitarias en una comisión de salud. Las personas que no estén sentadas en silla, ¿quiénes son? Pregunto. Voy a revisar si eso no corresponde a un asesor por senador. Sí, un asesor por senador se puede quedar; las demás personas, lo siento, deben abandonar la sala. No quiero ser rudo, pero es la regla.
Muy bien, espero que el marcador ahora esté de acuerdo a lo que se requiere. Prosigo, señor presidente. Comunicación del ministro de Hacienda y de la subsecretaria de Hacienda, quienes se excusan de participar en la sesión del día de hoy debido a compromisos anteriores. En su reemplazo, se informa que asistirá la directora de presupuestos, señora Javiera Martínez. Por último, tres documentos de la Oficina Presupuestaria del Senado, relativos a la materia del día de hoy, han sido preparados para vuestras señorías; dichos documentos se encuentran en vuestras carpetas y les serán enviados a vuestros correos electrónicos.
Muy bien, colega, respecto de lo solicitado por el presidente del Senado –quien también es autor de una moción que pide desarchivar– sugiero desarchivar. Después veremos, ya que, además, la comisión despachó (yo no estuve presente, estaba con permiso constitucional) el proyecto del vaso de agua. Sin embargo, este proyecto que estaba archivado es complementario a lo despachado, y existe una solicitud expresa de sumarlo. No veo inconveniente, aunque quedaríamos desfasados en el trámite, pues el proyecto despachado la semana pasada ya está en la sala con ese trámite y, si se desarchiva, tendríamos que discutir el siguiente. Existe una figura reglamentaria que lo permite y, por lo tanto, mientras tanto se resuelve, podemos tomar el acuerdo de desarchivar. Se acuerda desarchivar, y le pido a la secretaría de la comisión que revise reglamentariamente cómo tratar ese proyecto, de modo que se empaten los trámites, pues no tiene sentido llevar dos procedimientos en paralelo para resolver el mismo asunto.
Muy bien, damos inicio entonces a la tabla de puntos varios. No hay.
Y qué bueno, porque el tema que hoy nos convoca es complejo, y queremos tratar de entenderlo bien escuchando a las partes. Al contar con representantes del mundo privado y del mundo público –siendo tres a uno en proporción–, partiremos con el sector privado para, posteriormente, darle espacio al público, encabezado por la ministra de la cartera. En tal sentido, se le ofrece el tiempo establecido al Colegio Médico para que plantee su postura respecto a la dificultad financiera por la que están atravesando los hospitales, en distintos grados y con diversas consecuencias. Presidenta, le ofrezco la palabra.
Muchas gracias, señor presidente, por su intermedio saludo a todos los miembros de la comisión, a la ministra de Salud, a la directora de presupuesto, a la subsecretaria de Redes Asistenciales, a las demás personas del ministerio, también al director de FONASA y a todos los presentes.
En primer lugar, quiero agradecer y contarles, a través de esta primera diapositiva, un poco lo que vamos a abordar y la razón de nuestra presencia. El impacto que la falta de recursos tiene en las condiciones en que se ejerce la medicina, en la calidad y oportunidad de atención a los pacientes, es una preocupación central del Colegio Médico y del resto de los gremios de la salud. Por esa razón, estamos acá.
La verdad es que aquí tenemos una recopilación de noticias y apariciones en prensa surgidas a fines del año pasado, que muestran las diferentes caras de una notable falta de presupuesto evidenciada en ese periodo. Fue un momento en el cual la mesa directiva, que yo presido, inició una discusión presupuestaria para comprender, como pocas veces, la complejidad del tema y del contexto. Nos parecía que no entendíamos bien a qué se debía este corte presupuestario. Hablamos de remesas –aunque sé que esa no es una palabra muy técnica–, refiriéndonos a esas “cajas” de fondos que se atrasaban en llegar a los hospitales y que solían venir al rescate en el último trimestre, ya que, históricamente, el presupuesto asignado ha sido a la baja. Esto generó crisis el año pasado.
Observamos diferentes noticias ordenadas cronológicamente provenientes de hospitales de distintas regiones del país, que fueron mostrando las diversas aristas de esta crisis presupuestaria. Además, contamos con un reporte correspondiente a enero. Hoy abordaremos puntos relacionados con la situación fiscal, la situación hospitalaria y algunas consideraciones y propuestas del Colegio.
El Consejo Fiscal Autónomo ha proyectado que nuestro presupuesto requerirá ajustes continuos hasta el año 2029 para alcanzar la sostenibilidad financiera. Se habla de que habrá que ahorrar 5.950 millones de dólares en los próximos años, algo que también ha explicado la directora de presupuesto. Por su parte, el Ministerio de Hacienda ha anunciado la necesidad de recortar, más allá de los 600 millones de dólares iniciales, indicando que como país tendremos que reducir el gasto público en 1.500 millones para cumplir con las metas fiscales; situación que es, sin duda, la base para ubicarnos en la realidad.
Contábamos inicialmente con un presupuesto de 16 billones. Se aplicó un recorte presupuestario mediante el decreto 19 del 10 de enero de 2025, por 15.000 millones de pesos, afectando en mayor o menor medida gastos de personal, bienes y servicios, vehículos, mobiliario y las reparticiones de la autoridad sanitaria. Se indicó que esto no impactaría directamente la atención de los pacientes, pero todos sabemos que este es un sistema muy complejo y que requiere, de forma integral, todos los fondos necesarios. Finalmente, el presupuesto real quedó en 15 billones y fracción, con un aumento del 4,1%, lo que, comparado con otros ministerios o sectores, lo situó entre aquellos con crecimiento en el gasto. Sin embargo, el aumento real de 600.000 millones compensa en parte la falta en el subtítulo 22, referente a bienes y consumos, con la que quedaron los hospitales a fines del año pasado. Se estima que dichos hospitales gastan alrededor de 300.000 millones mensuales en este subtítulo. El año pasado se registraron problemas en dos meses, y por lo tanto, esa expansión de 600.000 millones se traduce en que, en la práctica, el presupuesto en salud no ha aumentado este año.
En cuanto a la situación hospitalaria, en prestaciones institucionales (PPI) se ha ejecutado el 31% de lo presupuestado, correspondiente al primer trimestre. En GRD, por otro lado, se cuenta con un poco más de holgura, registrándose un 14% decretado, lo cual es más o menos esperable en tres meses; recordemos, además, que el primer trimestre no es el periodo más ocupado en un hospital. Respecto al subtítulo 21, la ejecución promedio de los servicios alcanza aproximadamente el 28% del presupuesto vigente. Sin embargo, nos preocupa la ejecución del subtítulo 22 –bienes y servicios–, que presenta un promedio del 43% en los distintos servicios del país.
La siguiente diapositiva muestra la ejecución presupuestaria por servicios. Se observa que algunos, como en Antofagasta, alcanzan hasta un 47% en el primer trimestre (recordando que este periodo no es de máxima actividad). Además, se identifican en círculos naranjas aquellos servicios en los que la ejecución del subtítulo 22 supera el 40%, siendo en total 16 servicios. Entre ellos destacan regiones como Antofagasta, Atacama, O’Higgins, Ñuble y Concepción, donde algunos servicios han superado incluso el 50%.
Siguiente, 50% Talcahuano, Araucanía Norte, Araucanía Sur, Los Ríos, Araucanía Sur, un 63% del subtítulo 22 ejecutado en los primeros tres meses. La siguiente, Osorno, Reloncabía y Sen, Metropolitano Central. La siguiente, Metropolitano Occidente.
Quiero cruzar esto con lo que ha sido la evolución de la mediana de espera, porque la verdad es que, si uno mira (y esto está en el portal, en el visor ciudadano), la gran disminución en los tiempos de espera se produjo durante el 2022; durante el 2023 hay un decrecimiento de la mediana, pero esto se va enlenteciendo durante el año 2024 y vemos cómo, desde diciembre hasta ahora, las medianas han aumentado, salvo en cirugía menor. En todo el resto de las mediciones (cirugía mayor, ambulatoria, consulta nueva de especialidad), se evidencia un enlentecimiento de la disminución en los tiempos de espera de los pacientes, que sabemos que son 3 millones, y esto nos preocupa porque muestra el efecto que puede tener en el funcionamiento hospitalario.
Ojo que, de los 16 servicios que tienen una ejecución mayor al 40% del subtítulo 22, hay 11 que presentan tiempos de espera mejores que la media del país; por lo tanto, se podría decir que estos servicios, que están gastando más, están siendo efectivos en una de las medidas más importantes con las que se les evalúa hoy, que son los tiempos de espera.
Esto tiene que ver con alinear factores de producción. A veces uno se resiste a mirar los hospitales como empresas. Cuando entré a estudiar medicina, hablábamos de servicios clínicos; hoy se habla de centros de costo, algo que no nos gusta mucho, ya que, si bien somos algo parecido a una empresa en la que tenemos productos, de alguna manera esto nos aleja de lo final y principal, que es atender a las personas. Sin embargo, entendemos que en ese lenguaje debemos incursionar, sobre todo cuando hablamos de recursos que serán escasos.
Se habla mucho de la productividad hospitalaria y, en ocasiones, se la denigra, diciendo que somos un saco sin fondo, que siempre estamos explotando, que llevamos tantos años con un gasto expansivo sin que esto se refleje en una mejora en la salud de la población. Sabemos que eso no es cierto, según lo demuestran los indicadores de salud, pero además, los sectores productivos de este país llevan 10 años estancados, según muestra la Comisión Nacional de Productividad, Servicios y Construcción.
Lo que quiero es centrar la atención en que nosotros no somos un sector de la productividad de bienes y servicios o de turismo, sino el eje principal para asegurar la productividad del país: el desarrollo del capital humano. Cuando hablamos de capital humano, nos referimos a la calidad de la fuerza de trabajo, expresada en las habilidades, conocimientos, experiencias y competencias que las personas acumulan y que contribuyen directamente a su productividad. Chile —y aquí cito al exministro Mañalich, quien lo expresó muy bien el otro día— tiene 3 millones de personas en lista de espera. Esto es un país de enfermos. Cuando hay una persona en lista de espera, es una persona que no produce; por lo tanto, se afecta su ingreso familiar, el equilibrio de la familia y la capacidad de llevar adelante su proyecto vital.
Quiero hacer un cruce que me parece muy virtuoso y que pocos conocen, tal vez solo quienes trabajamos en el mundo del trasplante. Hace varios años, el cruce virtuoso entre un economista, Harrison, de la Universidad Católica y un urólogo, el doctor Domínguez, de esa misma universidad, demostró que un paciente en lista de espera, en diálisis, le costaba al país mucho más que un paciente trasplantado. Y creo que ese es el juego que debemos emprender: no analizar la productividad hospitalaria simplemente como números o cuánto produce, sino entenderla como una contribución al capital humano, sacando a las personas de esos tiempos de espera, de las diálisis, y ofreciéndoles la oportunidad de integrarse al mundo y ser productivos.
Por lo tanto, sabemos que es difícil pedir más recursos, considerando que nos hacen falta muchos, pero sí tenemos algunas ideas sobre cómo avanzar. Lo que pedimos es que, en el mundo político —y estando acá la Directora de Presupuesto, la Ministra de Salud y el mundo legislativo— se hagan todos los esfuerzos necesarios para proteger la atención de salud de la población, para que los hospitales no enlentezcan su trabajo y puedan seguir ofreciendo soluciones para resolver las listas de espera, considerando la actividad quirúrgica como una cadena de producción en la que cada eslabón es importante.
Consideraciones finales: se plantearon una serie de desafíos en la discusión.
Que no son ninguna cosa; estas son algunas de las temáticas de las que estamos hablando. Los que hablamos de salud nos referimos a los aspectos que el Colegio Médico abordó en su discusión presupuestaria, el mismo lugar en el que ustedes pusieron el foco en lo que fueron los protocolos de acuerdo de la Cámara de Diputadas y Diputados y del Senado. Se habló de resolución de listas de espera, de APS universal, de inversión en infraestructura, de ingreso de nuevos hospitales a GRD, del plan de productividad quirúrgica, de las terapias de alto costo, de la regulación de fármacos y del Fondo Nacional de Cáncer, incluido el registro de cáncer. La pregunta que debemos abordar hoy con mucha seriedad y en los meses venideros es cómo enfrentar estos desafíos sin contar con presupuesto suficiente.
Nosotros creemos que hay acciones que se pueden emprender sin necesidad de más recursos, y para ello el Colegio también cooperará. Por ejemplo, podemos llegar a mejores acuerdos técnicos y éticos en torno a las terapias de alto costo. Hay algunos comités que han funcionado, como el de Ricarte Soto, que lo han hecho de forma muy exitosa. Sin embargo, nosotros notamos que existen otras decisiones en las cuales, en ocasiones, nos dejamos influir por la presión generada por casos puntuales o por ciertas agrupaciones de pacientes. No estamos en contra del lobby o de la presión que puedan ejercer estas agrupaciones para relevar sus problemas de salud, pero debe existir una instancia técnica y ética que analice esas solicitudes con responsabilidad; para ello no se requieren más recursos, simplemente mejorar el funcionamiento y alcanzar acuerdos técnicos y éticos.
Hemos estado mucho tiempo entrampados en la ley de fiscalización de licencias médicas; ustedes conocen la posición del Colegio. Vamos resolviendo ese asunto, y ayer tuvimos una muy buena reunión con la directora de la COMPIN, algo que agradecemos, ya que nos permite seguir avanzando. Esto nos ayudaría a salir de una ley que, a nuestro parecer, no resuelve el problema, y a entrar, ojalá de forma profunda, a discutir el subsidio de incapacidad laboral de manera seria y a gran escala.
Consideramos importante avanzar en la implementación de las recomendaciones de la Comisión Nacional de Productividad, en la cual estamos atrasados, y es fundamental proteger la complejidad hospitalaria. Por ello, queremos pedirle al Ministerio de Hacienda que se abra a establecer decretos específicos que protejan a los hospitales complejos regionales y a los institutos. Por ejemplo, en la región de O’Higgins, se debería proteger al Franco Ravera, puesto que es un servicio que, de manera específica, puede funcionar con menos recursos en hospitales menos complejos, pero no se puede perder la complejidad del hospital central de dicha región. Es esencial acudir al rescate y proteger, sobre todo en regiones, ya que esto resulta más complicado en la Metropolitana, donde un servicio de salud puede contar con dos o tres hospitales complejos.
No quiero concluir sin mencionar la situación del Calvo Maquena, que nos preocupa mucho. El Calvo Maquena cuenta con recursos para apenas un mes más; está viviendo una situación muy compleja tras la emergencia que sufrió en sus pabellones y requiere apoyo. Igualmente, es sumamente importante el respaldo que se está ofreciendo al Hospital Carlos Van Buren. Ayer estuvo acá el secretario, el doctor Osorio, en conjunto con el presidente del Regional de Valparaíso, atendiendo lo que fue la mesa o la comisión investigadora sobre listas de espera, con el fin de proteger la complejidad hospitalaria mediante decretos específicos que resguarden esas camas complejas y esa productividad regional que no se puede comprometer.
—Perdón, Presidenta, le voy a pedir al oficial de sala que impida el ingreso de más personas. Tenemos una dificultad, ya que estamos aquí con baja temperatura para mantener la calidad del aire; no deben entrar más personas. Dicho sea de paso, y lo mencionaré en la siguiente reunión, esta es una sala pequeña y no hay otras disponibles para el trabajo de la comisión. Estamos funcionando en paralelo en todas las salas, de tal manera que, de ahora en adelante, habrá un control de entrada y únicamente ingresarán las personas que han sido invitadas y autorizadas para participar en la sesión; las demás podrán conectarse a través de streaming, pues contamos con un canal de señal abierta.
—Puede continuar, Presidenta.
—A ver, Senador Gaona, por si hay alguna coyuntura.
—Sí, Presidente. Sería bueno fijar un criterio, porque precisamente he sido yo quien ha invitado a personas. Quizás hayamos excedido el número de asistentes, especialmente de los gremios, ya que he invitado a varias personas a todas las sesiones de la comisión. Por ello, sería interesante establecer un criterio y también aplicar las restricciones que correspondan, ya que, al no haberlas, yo efectivamente soy responsable de haber invitado a miembros de gremios que, probablemente, hoy ya no puedan ingresar. En fin, pido las disculpas del caso.
Sería bueno fijar ese criterio para tener claridad respecto a cómo actuar en las próximas sesiones y poder indicar de qué no podemos invitar a más personas de las que permite la sala o que nos den un cupo determinado. De esa manera, tener claridad de aquí para adelante en estas materias, presidente. Estoy muy de acuerdo con usted con la medida que está tomando. Muy bien, nos ponemos de acuerdo, no hay ningún problema. Ojalá podamos mantener siempre las sillas ocupadas, siempre es interesante que haya gente acá, pero dentro del marco que permite el reglamento; no es una cuestión mía, es una cuestión reglamentaria. La vamos a hacer cumplir y, en ese escenario, nos pondremos de acuerdo: quien quiera invitar, quien no quiera invitar, se cederán los cupos y vendrán las personas que tengan que estar, bienvenidos todos, pero dentro de lo que significa el aforo sanitario respectivo. Así que, ¿se entiende, senador Gaona? Discúlpeme usted que haya sido tal vez un poco brusco; no ha sido mi intención con sus invitados, pero así es la cosa.
Está muy bien. Bueno, lo importante es corregir para adelante y corregirlo en buena. Nadie quiere ponerse pesado con nadie. Por favor, Presidenta, puede continuar. Me queda la última, la siguiente. Entonces, hoy vimos la situación fiscal, entendiendo que tenemos una realidad de la cual nos tenemos que hacer cargo como país. Abordamos la situación hospitalaria y, en las consideraciones finales, hemos manifestado la necesidad de lograr un acuerdo político para proteger la productividad y el funcionamiento hospitalario, de ir con decretos específicos a rescatar la complejidad en algunos hospitales regionales que son muy importantes para esas regiones. Y, por último, quiero señalar algo que viene de la Comisión Nacional de Productividad en el informe del año 2024, que menciona al final cómo la sindicalización o la incorporación de sindicatos y su fortalecimiento al interior de algunas unidades productivas de la economía han servido para disminuir la conflictividad al interior de esas instituciones y mejorar también sus números. Yo, de nuevo, quiero señalar que, en ese sentido, creo muy importante incorporar a los gremios en lo que es el momento actual de la salud. Creo que, si los gremios participamos efectivamente, no solo disminuye la conflictividad, sino que mejora la productividad y podemos abordar temas tan importantes como, hoy día, el ausentismo dentro de nuestras instituciones. Quería terminar con ese mensaje. Muchas gracias.
Gracias, Presidenta. Voy a dar otra explicación. ¿Por qué expone primero el Colegio Médico y no expone el Ejecutivo? La respuesta es muy sencilla: se la acabo de dar a la Directora de Presupuestos. Y es porque el Colegio Médico, públicamente, ha estado planteando una preocupación. Es bueno escucharlo, porque después me imagino que el Ejecutivo estará coordinado, estará alineado, lo habrá conversado y, por lo tanto, ahora viene la respuesta. La explicación es súper simple. Le voy a dar la palabra; no sé cómo están organizados, me imagino que a la ministra primero, luego a la DIPRES. Tampoco, esta es una sesión particular de la situación del Hospital Carlos Van Buren, y así corregí la convocatoria, porque más bien es una preocupación de todas las regiones. Con información certera o no, es una preocupación de todas las regiones y queremos despejar la situación hospitalaria en Chile. Esta no va a ser la única sesión, dicho sea de paso; nos preocupa, no solamente, el financiamiento, sino que la gestión en los hospitales de las regiones. Son dos cosas distintas que convergen en generar un problema. Nada personal, directora. Con el Hospital Carlos Van Buren, sin duda, ha estado en las noticias. Y, por cierto, nos preocupa, ¿no? Ministra, le ofrezco la palabra.
Muchas gracias, presidente. Oye, ¿podremos juntar un poquito la ventana? ¿Ya somos menos? La verdad es que ahora nos vamos a pasar, de la posible contaminación aérea, al resfrío directamente. Es bueno conservarse en frío, pero la ministra ha dicho que nos cuidemos de los cambios de temperatura y todo. Yo, que estoy resfriada por el virus, pero protegida con la vacuna, por lo cual puedo estar de pie y trabajando, si no, no podría. Yo espero que estemos todos vacunados.
Sí, bueno, agradecer, saludar a la Presidenta del Colegio Médico y a la directiva, a la Directora del Hospital Carlos Van Buren, que está acá. Venimos con todo el equipo de salud, que trabajamos continuamente en los temas presupuestarios. Agradecerle, particularmente, a la Directora de Presupuestos que haya querido acompañarnos. Estuvimos justamente ayer en la noche, en la tarde-noche, en el cierre de la Comisión Investigadora de Listas de Espera, y fue una muy buena sesión. Yo creo que van a salir buenos resultados de esa comisión en relación a todo el trabajo que se ha hecho de revisión y de visita hacia los establecimientos. Esta ocasión que usted dedicó al tema de la...
...de alguna forma de financiamiento de los hospitales. Primero, yo quisiera aclarar algunas cosas. El año pasado, efectivamente, hubo un mucho revuelo comunicacional a raíz, particularmente, del Hospital Carlos Van Buren. Situación que nosotros aclaramos en su momento, indicando que no era resultado de que se hubiera hecho un corte de presupuesto, sino de una falta de sincronía entre los recursos que se le habían entregado al servicio de salud y lo que este le estaba suministrando al hospital. Eso fue lo que generó un problema de financiamiento y de ausencia de insumos, el cual resolvimos directamente como Ministerio de Salud, interviniendo en esa situación con el auxilio de la directora, la jefa de División de Presupuestos, la señora Catherine Paine.
En ese momento no estaba de subsecretario el doctor Martorell, sino que estaba el doctor Salgado, y nosotros intervenimos directamente para subsanar dicho problema. A la directora de Presupuestos se le preguntó en varias oportunidades, y ella contestaba que, si no era que se le hubiera cortado el presupuesto –lo cual efectivamente era así, pues se le había entregado el presupuesto–, entonces no ha habido cortes. El presupuesto de salud nunca ha estado a la baja; por el contrario, es creciente. Yo creo que en la presentación se demostrará que no ha habido presupuestos a la baja.
Distinto es el desafío que enfrentamos al salir de la peor crisis sanitaria que hemos vivido en, yo creo, en toda la historia de la República, y aún cuando, incluso en los países desarrollados, se estima que se demorarán tres, cuatro o cinco años en resolverse. Nos encontramos enfrentando una situación en la que debemos hacernos cargo de una serie de determinantes que aumentan la demanda asistencial y, por lo tanto, requieren una mayor producción de servicios. Entre ellos se encuentran, primero, el aumento brusco de los beneficiarios de FONASA –un millón y medio más de beneficiarios en este gobierno–; el envejecimiento poblacional, que en Chile se acelera; la multimorbilidad; el estancamiento de las atenciones durante la pandemia, en especial las atenciones electivas, que tuvieron que ser retomadas; y, asimismo, el aumento de los costos producto no solo de la pandemia, sino también de la guerra –si ustedes lo recuerdan–, de los insumos, del IPC en alza, y de otros factores estructurales que se evidenciarán en la presentación, tanto por parte del sector como de la Dirección de Presupuestos. Todo ello explica la situación de mayor demanda asistencial que afrontamos, la cuál ha implicado un incremento en la ejecución del subtítulo 22, en relación con los tiempos de espera, prioridad de nuestra gestión.
Ciertamente, nos interesa y analizamos de forma continua que el aumento de la ejecución presupuestaria esté vinculado a la producción, pero también debemos hacernos cargo de todas las demás áreas en las que se destinan recursos y que, en el fondo, compiten entre sí. Por ejemplo, el gasto en subsidios por incapacidad laboral, del que hemos hablado: son tres billones de pesos, equivalente al 20% del presupuesto, lo cual es muy importante y compite directamente con la disponibilidad de recursos para financiar la atención de salud. Entonces, aquí no hay cortes de presupuesto ni presupuestos a la baja; lo que se observa es una presión de gasto producto de la mayor producción de servicios, aspecto en el que trabajamos de manera continua con la Dirección de Presupuestos.
El año pasado, cuando se produjo esta situación, informé en esta Comisión en varias oportunidades que estábamos trabajando con la directora. También se lo informamos al Colegio Médico, señalando que se realizarían reasignaciones –a las que ellos llaman “remesas”–, y fuimos efectuando dichos ajustes para cerrar el año de buena forma, aunque con arrastre de deudas que se reflejan en la ejecución presupuestaria del presente año. Asimismo, continuamos trabajando en ese marco con la Dirección de Presupuestos para el año en curso.
Con respecto al tema de los hospitales complejos, nos interesa que exista un financiamiento asegurado y que se tomen las mejores medidas. A través de la Ley de Presupuestos, recordemos que acordamos un protocolo en el cual estamos controlando una serie de factores que inciden en el uso ineficiente de recursos, tales como las compras a sociedades de servicios de salud –para no decir “médicas”, ya que en realidad no lo son todas– y el establecimiento de una banda para los honorarios. Esto se debe a la gran diversidad existente en los honorarios médicos contratados en los distintos servicios de salud, situación que en algunas circunstancias es entendible y en otras, no tanto, debido a la mayor oferta de servicios. En realidad, la banda pretende generar una mejor capacidad negociadora entre los directores de hospital y los profesionales que prestan servicios en relación con los honorarios, así como en el marco del plan de control del gasto en subsidios por incapacidad laboral y de precios.
Y de control de ausentismo, porque nosotros también destinamos una cantidad muy importante de recursos a las suplencias, recursos que son tan relevantes que compiten también con el financiamiento hospitalario. Entonces, si todos estos elementos crecen, pareciera que quizás hay menos recursos para la atención, pero no es así. Estos siempre han ido al alza y nunca se ha producido una baja en los recursos para el sector salud. Nosotros, por cierto, estamos haciendo todos los esfuerzos necesarios para que los hospitales tengan un buen marco financiero, pero que también sean responsables de la gestión de esos recursos que se están entregando, que son cuantiosos, y que es importante que se destinen efectivamente a la atención de salud.
Para nosotros, los hospitales de alta complejidad son importantes, pero es más importante mejorar la resolutividad a nivel primario, de manera de impedir que las patologías de alta demanda y de baja complejidad o de resolución intermedia tengan que ser atendidas en establecimientos como institutos nacionales o centros de alta complejidad, porque eso es un uso ineficiente de los recursos y una organización de red que no corresponde con el modelo que queremos establecer, y además, no está en acuerdo con la necesidad de la población, que quiere tener la mayor resolutividad cerca de donde vive y no ser derivada de un establecimiento a un centro con mayor capacidad de oferta.
Nuestro trabajo ha estado orientado a tratar, y de hecho, ayer lo presentamos en la comisión investigadora, en mejorar la resolutividad a nivel primario. Estamos cambiando la norma, incluso la técnica, de los hospitales de primer nivel, de los comunitarios, otorgándoles más capacidades diagnósticas y terapéuticas. También estamos haciendo lo mismo con las normas que regulan la capacidad resolutiva de la atención primaria con las canastas de medicamentos. Esto está en línea con la asignación de especialistas en la atención primaria, ya que este año se va a empezar a pagar para especialistas distintos de los de la salud familiar, lo que fue una discusión y una solicitud que tuvo el Colegio Médico, solicitud que acogimos para iniciar en el segundo semestre y que implica tener una mejor resolución, más cerca de las personas.
Para la presentación específica de la situación financiera de los hospitales, el presidente, por su intermedio, ha solicitado que por favor presente la jefa de la División de Presupuestos, doña Katherine Paine, y la experta en ese tema. Muy bien, le doy la palabra a doña Katherine, por favor.
Buenos días a todos y todas. Soy Katherine Paine, jefa de la División de Presupuestos de la Subsecretaría de Redes. Tal como señaló la ministra, vamos a presentar, en primera instancia, cuáles son los determinantes del aumento del gasto en salud, que han sido más o menos los que ya hemos conversado. Respecto a la complejidad de los pacientes, a la mayor producción y también al incremento de los costos de producción, tenemos también la evolución histórica del gasto del subtítulo 22 y la diferencia en este desacople que existe entre el presupuesto inicial y la ejecución final de cada año. He entendido esto como un problema histórico que data de muchos años atrás; nuestra serie da cuenta de 15 años y ya se observa que este desacople comienza a generarse y a incrementarse.
Luego, analizaremos en específico la ejecución presupuestaria del primer trimestre. Presentaremos también cómo van los niveles de producción a marzo de este año, los tiempos de espera y el cumplimiento del GES, y cuáles son los compromisos que se han suscrito tanto en el protocolo para la mejor gestión en salud como en las distintas acciones que se están impulsando a través de la Subsecretaría de Redes para abordar este desafío, en un escenario de estrechez fiscal con metas de aumento de la producción y, por supuesto, abordar el tema de las listas de espera como una prioridad en nuestro ministerio.
Respecto de los determinantes del aumento del gasto en salud, lo primero es que hemos tenido un incremento muy importante de afiliados a FONASA desde el año 2022 hasta la fecha; tenemos un millón y medio más de afiliados al Fondo Nacional de Salud. Además, contamos con un análisis del envejecimiento poblacional acelerado, ya que se ha registrado un incremento del 23,6% en la población mayor de 60 años en el período 2019–2024. Esta población, por supuesto, es la que demanda más atención de salud y de mayor complejidad, lo que genera un mayor costo en las prestaciones ofrecidas. Adicional a ello, un 92% de la población mayor de 65 años se atiende y cotiza en...
FONASA y, por lo tanto, se atienden bajo el sistema público de salud o las modalidades de cobertura que hoy día tiene FONASA. Adicional a ello, tenemos una población de más del 17,6% con más de cinco patologías crónicas, lo que también genera un incremento en el uso de los recursos para atender a esta población y un aumento de la complejidad de los casos de un 14,7%, medido a través del indicador GRD que permite evaluar la complejidad de la casuística que atienden nuestros hospitales. Esto se suma, además, a un escenario de incremento permanente en los últimos años de los gastos operacionales, asociados principalmente al alza del IPC, que impacta directamente en los costos de funcionamiento hospitalario. Asimismo, se observa un efecto acumulativo relacionado con los servicios externalizados que utilizan los hospitales para su funcionamiento, los cuales se ven impactados directamente por el incremento del sueldo mínimo; en los últimos años, dicho incremento ha estado alrededor del 77%, lo que presiona los costos de las licitaciones de servicios, tales como alimentación, mantenimiento, servicios generales (como aseo) y vigilancia en los establecimientos de salud.
En resumen, esto evidencia que existe una mayor cantidad de población a atender y un envejecimiento creciente, lo que se traduce en mayores costos de atención en salud, sumado a incrementos permanentes en los costos de operación y funcionamiento a nivel hospitalario, considerando que somos un sector fuertemente operativo.
Respecto a los datos relevantes asociados a la producción asistencial, se observa que, en comparación con el primer trimestre del año 2024, a pesar de una disminución del 2,3% en los egresos hospitalarios, los egresos de hospitalización domiciliaria han aumentado un 6,7%. Esto se debe a la complejización, pospandemia, de la estructura de camas de la red hospitalaria, orientada a aumentar las camas más complejas y reducir las básicas. La hospitalización domiciliaria se ha potenciado como estrategia para mantener los niveles de cobertura que requieren los pacientes.
Adicionalmente, al comparar el primer trimestre del periodo 2024-2025, se registra un incremento del 1,2% en las cirugías mayores electivas y del 5,3% en las cirugías ambulatorias. Las consultas de especialidad han aumentado un 2,5% y las odontológicas un 6,7%. Esto indica que, a pesar de que el sistema se ha visto tensionado por el déficit presupuestario histórico en el subtítulo 22, con sus mayores costos, la actividad asistencial pospandemia ha mostrado una recuperación permanente, manteniéndose el incremento en las trazadoras de actividad más relevantes de nuestros hospitales.
Por otro lado, en el análisis de los tiempos de espera durante el primer trimestre, las garantías aumentaron un 5,4%, alcanzando un total de 1,2 millones de registros, y el nivel de cumplimiento se mantuvo en 93,31%, representando un incremento del 0,81% respecto al mismo periodo del año anterior. En relación con la lista de espera asociada a intervenciones quirúrgicas, se observa un aumento en el número de registros, mientras que en las consultas de especialidad se evidencia una disminución en la mediana de tiempo para intervenciones quirúrgicas (un 2,3%) y un incremento del 5,9% en el registro de casos de consultas de especialidad.
Finalmente, el gráfico presentado ilustra el desacople histórico entre la ley inicial aprobada en el presupuesto—específicamente en el subtítulo 22 de bienes y servicios de consumo—y la ejecución final. Se aprecia que este mayor desacople se vivió durante el periodo de pandemia, cuando se incorporó una inyección relevante de recursos para responder a esa coyuntura; posteriormente, en el periodo 2022-2023, las curvas comenzaron a acercarse, aunque los recursos aprobados inicialmente en la Ley de Presupuesto resultaron estructuralmente inferiores a la ejecución que se tiene cada año en el conjunto de los servicios.
La ejecución al mes de marzo de 2025 alcanza un 32,1 por ciento, donde, tal como se mencionó anteriormente, en el caso del subtítulo 21 es de un 28 por ciento y en el del subtítulo 22 un 41 por ciento. También tenemos la ejecución de los gastos de capital, que son los programas de inversión transferidos desde el programa de inversión sectorial a los servicios de salud para su ejecución.
Si mencionamos los aspectos más relevantes de la ejecución por cada ítem de gasto en el subtítulo 21, el principal impacto de esa desviación del 3 por ciento por sobre lo esperado al primer trimestre se explica por la ejecución, en términos de gasto, del pago del diferencial de reajuste y de los bonos asociados a reajuste; sin embargo, a la fecha estos no están incorporados en la ley inicial y, por lo tanto, tienen que ser aprobados extraordinariamente, como ocurre cada año al inyectarse esos recursos en el presupuesto de los servicios públicos.
En el caso del subtítulo 22, efectivamente se presenta una ejecución del 41 por ciento, que corresponde al desfase del gasto del último mes del año 2024 para 2025 y a la diferencia entre el presupuesto inicial y la ejecución real de cada año en los gastos de capital.
Los recursos en este ítem corresponden a las transferencias desde el programa de inversión sectorial. De manera particular, si bien presenta una mejoría respecto al mismo periodo en términos de ejecución en relación al año 2024, se espera que haya mayor ejecución a partir del segundo semestre, dado el proceso administrativo de las licitaciones para adquirir los equipos y equipamientos del subtítulo 29.
En situación similar, en el subtítulo 31, al mes de marzo se evidencia un 91 por ciento de los proyectos identificados de inversión decretados en el presupuesto de los servicios de salud, con una ejecución del 13,5 por ciento, lo que también representa una mejoría respecto al mismo periodo del año 2024.
Luego, en relación al servicio de la deuda, correspondiente a la deuda flotante que abarca compromisos devengados y no pagados al cierre del ejercicio 2024 y que se trasladan para pago en el año 2025, a la fecha se ha ejecutado y pagado el 98,8 por ciento de estos compromisos, por lo que la deuda flotante del año 2024 ya se encuentra regularizada y pagada.
Tal como se mencionó, aunque la ejecución del presupuesto del subtítulo 22 corresponde a un 41 por ciento en términos oficiales a marzo, hoy, a raíz del trabajo permanente con la Dirección de Presupuesto iniciado el segundo día del año y en conversaciones para abordar la situación presupuestaria del 2025, ya se ha acordado un primer decreto de suplementación de recursos para dicho subtítulo, que esperamos tramitar durante este mes. Esto implica un incremento del presupuesto del subtítulo 22 de 360.000 millones de pesos, asociado principalmente al reconocimiento de la mayor producción de egresos hospitalarios en hospitales de alta, mediana y baja complejidad; al reconocimiento de la mayor producción de intervenciones quirúrgicas mayores ambulatorias; y a la mayor complejidad de los pacientes respecto de lo observado en 2025.
Además, permitirá financiar incrementos de costo en nuestros programas de pacientes ventilados, que han aumentado tanto en número de beneficiarios como en los precios de las licitaciones de contratos para proporcionar este tipo de prestaciones, y reconocer algunos incrementos en otros gastos operacionales. Esto está muy alineado con el compromiso asumido en la tramitación de la Ley de Presupuesto, que busca generar incentivos adecuados para el financiamiento de la producción y asignar recursos en base al desempeño y la actividad efectiva de los hospitales de la red asistencial.
Siguiente, por favor.
En relación a ello, y tal como mencionó la ministra, se han suscrito distintos compromisos para poder mejorar la gestión asistencial, porque, si bien hay un problema respecto de la diferencia que se genera entre el presupuesto inicial y la ejecución final, efectivamente también hay…