Señora secretaria, entonces dará lectura a la cuenta. Solo se reemplaza para esta sesión al diputado señor Donoso por la diputada señora Marta Bravo. Muy bien. ¿Algún punto sobre la cuenta? ¿Algo sobre la cuenta? ¿Ninguno? Partimos, entonces, con la orden del día, que tiene por objeto iniciar el estudio del proyecto de ley que reconoce y fortalece a las ferias libres como pilar de la alimentación y el desarrollo local, otorgando un marco jurídico integral para ellas, Boletín Nº 17.117-03, con urgencia calificada de suma.
Para ello, se invita a recibir los antecedentes por parte del Ejecutivo, representado por el Ministro de Economía, Fomento y Turismo, señor Nicolás Grau Veloso. Bienvenido, ministro, y a su equipo también.
Asimismo, se reciben en audiencia las siguientes organizaciones: la Confederación Gremial Nacional de Organizaciones de Ferias Libres, Persas y Afines (ASOF C.G.), representada por la señora Paola Morales Hermosilla; la Federación Nacional de Ferias Libres (FETACROM), representada por la señora Clara Román Pavez; y la Coordinadora Nacional de Ferias Libres, representada por la señora Carla Paola Muñoz San Martín.
Se constató la confirmación de los dirigentes, aunque se indicó que algunos no estuvieron presentes en la sala durante la mañana. Con lo anterior, tiene la palabra, señor ministro.
Muchas gracias, presidente. Saludo a todas y todos los diputados presentes, así como a la secretaría y al equipo de trabajo de esta Cámara. Este es un proyecto, presidente, que consideramos muy importante y que, como se hará evidente durante la presentación, cubre diversos ámbitos que fueron tratados en la Comisión de Interior. Dicha comisión debiera revisar una parte acotada del proyecto de ley; pero, si a usted le parece bien, me gustaría hacer una presentación general del proyecto y luego abordar los artículos, tanto del cuerpo del proyecto de ley como el artículo transitorio, que corresponden a la competencia de la Comisión de Hacienda, en lo relativo al Registro Nacional de Ferias Libres.
Dispongo de la diapositiva. Durante el camino se incluyeron un par de diapositivas que, por lo tanto, no quedaron impresas, pero que señalaré para evitar confusiones. Ahí se proyectará la estructura de la presentación: primero, algunos antecedentes generales; después, una exposición detallada del contenido del proyecto; y, finalmente, la referencia a los artículos de competencia de la Comisión de Hacienda, tanto en el cuerpo del texto como en el artículo transitorio.
La siguiente, por favor.
Bien, esta es una de las diapositivas que agregamos.
Creo que sirve de contexto. Yo creo que todas y todos sabemos la importancia que tienen las ferias libres, pero considero que suma, y además en la Comisión de Hacienda, donde se analizan numerosos números y datos, es relevante ver qué representan para nuestra economía. Según nuestra última estimación, existen 1.287 ferias en todo el país que generan empleos directos para unas 300.000 personas, lo que equivale a aproximadamente un 3% de la gente empleada, considerando que hay cerca de 9 millones de personas con empleo en Chile. Esto las constituye como un pilar esencial de la seguridad alimentaria y nutricional del país, en virtud de que, en general, ofrecen productos frescos de calidad a mejores precios. Además, poseen una relevancia cultural: las ferias libres tienen antecedentes que se remontan incluso a períodos anteriores a la existencia de Chile como tal, pues se originaron en la época colonial, lo cual resalta su importancia en la historia económica.
¿Cuáles son los desafíos actuales que busca abordar este proyecto de ley? En primer lugar, se evidencia una notable heterogeneidad y un trato desigual en la relación entre las ferias y las comunas. Aunque las ferias son muy importantes, no cuentan con una institucionalidad que les permita desarrollarse de forma estable y segura. Estos problemas en la relación con los municipios son el eje central del proyecto. Asimismo, esta situación genera inestabilidad laboral y jurídica; por ejemplo, en la actualidad, un permiso a una feria o a un feriante puede ser retirado con gran facilidad. Esto no solo repercute en la estabilidad de este sector económico, sino que también abre la puerta a arbitrariedades, especialmente en momentos electorales, dado el rol político tan relevante de las ferias. Además, se dificulta el fortalecimiento organizacional del sector.
En resumen, las ferias han sido y continúan siendo fundamentales en la economía chilena desde varios ángulos, pero adolecen de una institucionalidad que garantice su desarrollo a lo largo del tiempo.
¿Qué hicimos inicialmente como preparación para este proyecto de ley? Es importante señalar que no somos el primer gobierno en abordar este desafío institucional. A comienzos de los años 2000 se realizó un esfuerzo —no necesariamente idéntico en contenidos, pero inspirado de igual manera— que, sin contar con la participación de todas las organizaciones nacionales de ferias libres, enfrentó dificultades durante su tramitación y finalmente no pudo avanzarse. Aprendimos de esa experiencia y, principalmente durante el año 2023, estuvimos en más de 30 sesiones con las tres organizaciones nacionales de ferias libres: la Confederación Gremial Nacional de Organizaciones de Ferias Libres, Persas y Afines (ASOF C.G), la Federación Nacional de Ferias Libres (FETACROM) y la Coordinadora Nacional de Ferias Libres. Se nos impuso el desafío de presentar un proyecto de ley al Congreso que contara con el acuerdo de estas tres organizaciones y que abordara los problemas anteriormente mencionados. Además, participaron en este espacio tanto ODEPA, del Ministerio de Agricultura, como la FAO, ambos con un rol muy relevante en materia de ferias libres y de seguridad alimentaria.
Insisto en que el foco principal era poder ingresar este proyecto de ley. Quizás es un buen momento para señalar que, como ustedes han conocido en esta comisión, la agenda del Gobierno en materia de ferias libres ha abarcado principalmente dos proyectos: uno que, de hecho, acaba de aprobarse y que ustedes ya han tramitado, relativo a un proceso tanto de simplificación como de reducción de impuestos para las ferias libres; y otro, trabajado junto a las mismas tres organizaciones nacionales de ferias libres, que fue liderado por el Ministerio de Hacienda.
Que no tiene nada que ver con lo tributario, sino más bien con la institucionalidad, que fue trabajado con las mismas tres organizaciones a las cuales, por supuesto, agradecemos mucho su disposición. Ellas fueron y son protagonistas de este proceso.
¿Cuál es el contenido del proyecto de ley? Estamos hablando de algo más de 40 artículos. Es un proyecto de ley que tiene tres pilares: un primer pilar relacionado con el reconocimiento y una mejor regulación; un segundo pilar que tiene que ver con fortalecer la representación, lo cual es muy importante para que puedan incidir en la discusión de políticas públicas y para fomentar una buena relación con los municipios; y un tercer pilar de mayor apoyo y capacitación para que ellas se puedan desarrollar. Yo diría que, además, hay un elemento político-simbólico que recorre todo el proyecto de ley y que me parece importante resaltar, ya que tiene que ver con la dignidad de este sector. No hay, creo yo, otro sector tan relevante como la feria libre que no cuente con una expresión institucional, y eso es algo que hay que reparar, tanto desde el punto de vista simbólico como por las consecuencias prácticas que esta ausencia de institucionalidad genera.
La siguiente, por favor.
Bueno, entonces, procederé a comentar, en cada una de estas tres dimensiones, los aspectos principales del proyecto de ley, señalando siempre cuál es el problema que aborda y cómo lo soluciona. Parto por el primer eje, que es el reconocimiento y la mejor regulación.
En primer lugar, existe una ausencia total de reconocimiento, lo cual se evidencia, entre otras cosas, en que ni siquiera hay una definición de qué es una feria libre. Si se va a reconocer algo y a dotarlo de un mayor estatus, además de derechos y obligaciones, es necesario definir qué es una feria libre. El proyecto de ley se encarga de ello y, además, define otros conceptos que son constitutivos de una feria libre, tales como feriantes, puestos y permisos para esta actividad. Así, se opta por señalar que una feria libre es una especie de mercado ubicado en algún lugar —que puede ir rotando— y cuya actividad principal es la venta de alimentos frescos. Este concepto de "principal" queda detallado en el proyecto de ley, distinguiéndose entre el artículo permanente y los artículos transitorios. Se discutió ampliamente en la Comisión de Interior; inicialmente se propuso que al menos el 70% de los puestos fueran de alimentos, pero en la discusión interna se redujo al 50% y se estableció un plazo transitorio más flexible para aquellas ferias existentes que deseen incorporarse al régimen de ferias libres dentro de este proyecto de ley.
En segundo lugar, las ferias libres enfrentan hoy una regulación muy incierta. Aunque operan mediante ordenanzas municipales —lo cual no cambia con este proyecto de ley—, más de la mitad de los municipios no tienen ordenanzas específicas para regularlas, lo que genera una gran arbitrariedad en la administración municipal. No existen procedimientos claros, por ejemplo, para la creación de una nueva feria o para la eliminación de los permisos de una feria libre, lo que expone su desarrollo a un alto nivel de incertidumbre. En respuesta, el proyecto exige que todos los municipios cuenten con una ordenanza. Además, para ayudar y orientar a los municipios, se establece que el Ministerio de Economía, en virtud de su mandato, elaborará una ordenanza tipo que sirva de guía para aquellos municipios que tengan menos capacidad para diseñarla por su cuenta.
En tercer lugar, se crea un procedimiento claro para la definición de una nueva feria libre. Esto es particularmente relevante en contextos de expansión urbana, donde la ciudad se extiende y se generan áreas residenciales que carecen de una feria libre cercana. Por ello, se fija que una nueva feria libre debe ubicarse a una distancia determinada de las ya existentes, y se establece un procedimiento formal para su definición.
Se define que toda alteración requerirá la consulta a la feria, no necesariamente –digamos–, no es vinculante esa consulta, y a la aprobación del Consejo en caso de que el cambio sea permanente. ¿Cuál es la idea de esto? Para ser bien preciso, la idea de este proyecto de ley no es cambiar el hecho de que el municipio en última instancia tome estas definiciones. Lo que cambia es que obliga a los municipios a seguir ciertos procedimientos, promover la transparencia y realizar las consultas correspondientes al tomar esas decisiones. Además, hace que ciertas decisiones importantes tengan que ser consultadas y decididas en el Consejo Municipal. En cierto sentido, se definen contornos y se obliga a establecer normas para que esa definición sea predecible y se evite, justamente, la arbitrariedad.
Del punto de vista no solo de la feria como un todo, sino de los feriantes, este proyecto busca abordar la inestabilidad laboral a la que están expuestas las personas que trabajan en las ferias en la actualidad. Así como no hay reglas claras sobre qué sucederá con una feria o cómo se creará una nueva, tampoco existen normas precisas respecto a los permisos que deben obtener los feriantes para trabajar en cada una de estas ferias. Tanto en la entrega como en la renovación, hay un amplio margen para la arbitrariedad en la forma en que estos permisos se otorgan desde el municipio.
¿Cuáles son, entonces, los cambios que introduce el proyecto de ley en esta materia? En primer lugar, y desde el punto de vista de la transparencia para evitar, como se comentó anteriormente, prácticas clientelares, cada municipio dispondrá de una lista de espera obligatoria para la asignación de los permisos. Por ejemplo, cuando se libere un cupo, existirá una lista de espera transparente en la que se sabrá quién debe acceder a ese nuevo cupo, debiendo el orden de ingreso estar basado tanto en el orden de llegada como en aspectos asociados a las familias de los feriantes, que se comentarán más adelante.
En segundo lugar, los permisos tendrán una vigencia mínima de seis meses, lo que constituye una condición básica de estabilidad. Dichos permisos se renovarán automáticamente y solo podrán ser revocados a través de un decreto fundado, en el cual se deberán aplicar las causales establecidas en el reglamento. Este reglamento, que deberá ser elaborado por el Ministerio de Economía, definirá las causales que permitirán, por ejemplo, la revocación de un permiso.
En tercer lugar, en línea con el esfuerzo general del gobierno y, en particular, del Ministerio de Economía por simplificar los trámites relacionados con las autorizaciones, se propone una importante simplificación: en la actualidad, los feriantes requieren dos permisos, uno de uso y otro de patente comercial. Este proyecto de ley los integra, señalando que, cuando un municipio otorgue el permiso de uso, deberá emitir inmediatamente la patente comercial correspondiente, ya que ambas autorizaciones son indispensables para que se desarrolle la actividad.
Finalmente, en el tercer aspecto considerado, que es la certeza en el tratamiento, se establece que el permiso de uso será obligatorio y se entregará junto con la patente comercial. No obstante, para ello es necesario contar con un inicio de actividades que permita obtener la patente. Tal como se indicó, y conforme a la ley que se acaba de aprobar, efectivamente se requiere este procedimiento. Disculpe la aclaración.
Es la ley que se aprobó hoy, es la ley que se aprobó el año pasado. Toda la razón, de cumplimiento tributario. De cumplimiento tributario. Toda la razón, Presidente. Sí, sí, sí. Gracias, Presidente.
Entonces, segundo tema. El primer tema tenía que ver con tener reglas claras, estables, que eviten arbitrariedades y que estén estandarizadas en todo el país. Ese es, digamos, un resumen de la primera parte.
La segunda parte tiene que ver con que, si uno quiere que las ferias libres puedan tener una mayor incidencia y una mayor participación en las decisiones que les competen o que les afectan, uno debe definir una forma de representación, es decir, arreglar la manera en que las ferias libres puedan constituir una voz que las represente. En la actualidad hay una serie de dificultades de representación. Está muy fragmentada, no necesariamente existe una voz única por feria y, aunque quizá sea menos relevante en la actualidad porque no tienen espacios reales de incidencia, dado lo que hace este proyecto de ley esto representa una falencia en sí misma.
¿Qué es lo que hace el proyecto para abordar este desafío? Lo primero es que se mandata que, en cada feria libre, exista una asamblea general conformada por la totalidad de los feriantes, quienes son los titulares de las autorizaciones, y también se establece un comité de representación, formado por representantes de una o más organizaciones ya existentes en la feria. Esto es una de las cosas que cambiamos, por ejemplo, en el interior; después haré un resumen de ello. En nuestro proyecto original, a veces podía suceder que en las ferias coexistieran distintas organizaciones (en muchos casos sindicatos, pero también pueden existir cooperativas, asociaciones y otras formas de organización), y proponíamos que la organización más representativa elegida en esa asamblea fuera la que representara la totalidad de la feria. Lo que se cambió en el interior es que ese comité de representación puede ser una mezcla de estas distintas organizaciones, para que refleje de manera más adecuada la heterogeneidad de la feria. Creemos que fue un cambio positivo en la Comisión.
Cada feria, además, deberá contar con un reglamento interno, para el cual se establecerán reglamentos tipo diseñados por el Ministerio. Una vez definida esta representación, el proyecto de ley regula cómo se relacionará ese comité de representación y, en general, las ferias libres, tanto con el municipio como en la definición de políticas públicas del país. Esto se establece a través de dos espacios:
Primero, se crea un Consejo Participativo Comunal para vincular a los feriantes con las autoridades municipales. En este Consejo participarán todos los comités de representación de las ferias de la comuna y estarán relacionados con el municipio. Será de carácter consultivo, pero permitirá coordinar diversas gestiones, como la discusión de la creación de una nueva feria libre, la cual deberá pasar por este espacio entre otras conversaciones. Se trata, pues, de un espacio de planificación municipal, reglamentado en cuanto a la participación.
Por otro lado, a nivel de políticas públicas nacionales, y siguiendo una buena práctica adoptada de administraciones anteriores, se establece el Consejo Consultivo Nacional. En este espacio tendrán representación las organizaciones nacionales y se aseguró, en la Comisión de Interiores, que estén representadas las distintas macrozonas del país. Participarán distintos ministerios, partiendo por el Ministerio de Economía, y también el Ministerio de Agricultura, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Seguridad, entre otros. Además, se podrá invitar a organizaciones internacionales y académicas, como, por ejemplo, la FAO en su minuto. Este espacio, que en principio no existía para construir este proyecto de ley, se ha armado de facto, y se espera que, basándose en la experiencia exitosa con las distintas organizaciones nacionales de feriantes, pueda existir de forma permanente.
Y por último, el tercer eje del proyecto dice relacionar…
Con más protección, apoyo y capacitación para crecer, uno de los problemas que existe en la actualidad tiene que ver con la dificultad para mantener la continuidad de esta actividad. Este es un tema especialmente relevante para las organizaciones de feriantes, relacionado tanto con la tradición cultural como con las especificidades propias de este sector. Los feriantes nos plantearon que, en caso de que así lo quisieran, sus familiares o hijos pudieran continuar con esta actividad. Lo que nosotros hicimos como ejecutivos fue buscar alguna manera de lograrlo sin generar otros problemas jurídicos, encontrando un esquema relativamente flexible que procedo a describir a continuación.
Primero, se permite que, al cumplir 65 años o ante una incapacidad permanente, el o la feriante pueda designar a un familiar cercano para continuar con la actividad en la feria. En caso de fallecimiento, el proyecto de ley propone que la persona que lo suceda ocupe el primer lugar en la lista de espera que se definió con anterioridad. Esta lista, transparente y conocida por todos, asigna una prioridad asociada a la situación de fallecimiento.
Además, otro problema actual es que las ferias, las cuales tienen un rol relevante en el desarrollo comunal, no están incorporadas de manera obligatoria en ninguno de los instrumentos de planificación comunal vigentes. Un elemento muy importante es la seguridad: el proyecto de ley habilita la participación de representantes de las ferias libres en el Consejo de Seguridad Municipal y establece que las ferias deben integrarse en los planes de seguridad municipal, los cuales deberán incluir una estrategia específica para asegurar las ferias. Asimismo, los municipios deben incorporar a las ferias libres y el acceso a alimentos en sus planes de desarrollo comunal (Pladeco); aunque algunos municipios ya lo hacen, se considera fundamental que esta medida se generalice a nivel nacional.
Por último, desde el primer gobierno de la presidenta Bachelet se creó un fondo de Cercotec para Ferias Libres, que fue anunciado recientemente. Este año el fondo asciende a 2.500 millones de pesos, con un aumento del 15% respecto al año anterior. Sin embargo, existen otros subsidios o apoyos de capacitación para los cuales las ferias libres no estaban habilitadas. El proyecto de ley, en este sentido, facilita el acceso de las ferias libres a herramientas de capacitación de esta naturaleza.
Otra aportación del proyecto de ley es definir claramente qué es una feria libre. Por ejemplo, los programas del fondo de Cercotec destinados a ferias libres deberán estar enfocados y restringidos únicamente a aquellas que estén registradas a nivel nacional, tal como detallaré en pocos minutos.
Habiendo señalado de qué se trata el proyecto de ley, el cual ya incorpora los cambios de la Comisión de Interior, me gustaría resaltar dos aspectos. Primero, la gran mayoría de los artículos han sido votados con unanimidad en la Comisión de Interior, lo que muestra que el proyecto genera un consenso amplio. El mayor debate se centró en cómo definir una feria libre. El proyecto inicial del Ejecutivo era más estricto, exigiendo que al menos un 70% de los puestos fueran de alimentos frescos. Este criterio se flexibilizó de dos formas: se permite que los municipios, mediante sus ordenanzas, definan un rango entre 50% y 70% de puestos de alimentos frescos de manera permanente; y, de forma transitoria, se autoriza a que las ferias que no cumplan inicialmente con el 50% puedan, en el plazo establecido y a solicitud de sus administradores, pasar a ser consideradas como ferias libres registradas. Este cambio resultó especialmente relevante en zonas de mayor ruralidad y en regiones extremas.
Donde, por ejemplo, la venta de alimentos frescos no es tan común en las ferias libres, y en cambio se venden otro tipo de alimentos. Entonces, yo diría que ese fue el tema principal donde hubo mayor debate y que se expresó en distintos momentos del proyecto de ley, y lo que acabo de plantear fue finalmente algo en lo que llegamos a un acuerdo con los parlamentarios que manifestaron esta preocupación, parlamentarios de diversos sectores políticos. Así que fue una preocupación que tenía más bien un contenido geográfico, más que similitudes políticas entre quienes lo manifestaron.
Hay otras cosas que cambiamos. Por ejemplo, se fortaleció el tema del Consejo de Seguridad, se mejoró la forma de darle una cierta preferencia a quienes heredan una vez que fallece un feriante, y también se fortaleció el Registro Nacional, que de hecho es lo que vamos a conversar ahora. Se incorporaron representantes de manera más equilibrada en términos regionales, o sea, se aseguró que existía una representación regional equilibrada en este Consejo Nacional. En fin, esos fueron los cambios realizados, pero insisto: el único que, yo diría, generó realmente un debate importante fue el primero.
La siguiente, por favor.
Ahora, para terminar la presentación, voy a comentar con un poco más de detalle el artículo permanente, y de ahí se deriva también el artículo transitorio que debiera ser votado por esta comisión.
Primero, la justificación. Hay diversas razones por las que se hace lo que se plantea – solo tengo la diapositiva que sigue – así que voy a explicar qué es lo que se hace.
Se crea un Registro Nacional de Ferias Libres, establecido en el artículo 37, que estará a cargo del Ministerio de Economía. Como verán después, tiene asociado un presupuesto, un presupuesto algo limitado, pero esencial para poder materializar este registro. Este registro, como se explicará con mayor detalle en la siguiente diapositiva, tiene una serie de usos de los que voy a dar ejemplos bien concretos, por lo que omito parte de la explicación.
¿Cuál es el sentido de este registro? En primer lugar, se establece la obligación de que los municipios lo mantengan actualizado mensualmente. ¿Cuáles son sus utilidades? Primero, como comentaba antes, si uno quiere que las ferias libres puedan acceder a más beneficios y apoyos – por ejemplo, como lo hace este proyecto a través de CENSE –, es necesario identificar quiénes son las ferias libres sujetas a ese apoyo. Eso se logra mediante un registro oficial para todos estos efectos.
En segundo lugar, este proyecto de ley regula que la misma persona no puede tener dos puestos el mismo día en dos comunas distintas. La única forma de verificar que se cumpla lo dispuesto es contar con un registro de ferias y de feriantes, lo que también servirá para que los municipios velen por una distribución más justa en la asignación de los puestos. Esto no significa que una persona no pueda tener puestos en distintos momentos, ya que muchos feriantes lo hacen de forma escalonada en ferias que funcionan en diferentes días o lugares, respetando la tradición de la Feria Libre. Pero lo que no puede ocurrir es que una misma persona tenga dos puestos el mismo día, ya que ello implicaría arrendar uno de ellos, situación que se quiere evitar para garantizar una asignación justa.
Además, el registro resulta fundamental para, por ejemplo, verificar que una nueva feria se ubique al menos a 1.200 metros de otra, pues es necesario conocer la ubicación de las distintas ferias. Por último, en situaciones de emergencia – tal como sucedió durante el COVID-19 y que podría repetirse en el futuro – es indispensable contar con un registro que permita organizar la lista de ferias libres y de feriantes para efectuar apoyos excepcionales.
Por supuesto, este registro también se articulará con otros registros, lo que permitirá diseñar mejores políticas públicas en términos generales.
La siguiente, por favor.
En cuanto al financiamiento, se dispone de 73 millones de pesos, desglosados en tres actividades, según se detalla en el informe financiero, y esta es una de las razones por las que tenemos que…
Discutir este proyecto en esta comisión. Entonces, hay una primera parte que es el desarrollo del registro, después el desarrollo de la API para la consulta de Sercotec, que eso es 15 millones, y el desarrollo de la API para la consulta y suministro por parte de los municipios, pensando que, insisto, los municipios van a ocupar esto de forma importante. Creo que eso es… no sé si viene una más. Eso, presidente. Así que, ojalá pudiéramos votar estos artículos que son relativamente simples el día de hoy, para que podamos avanzar este proyecto. Ese es nuestro deseo, nuestra aspiración. Usted sabe que tenemos muchas aspiraciones nosotros, como gobierno, para poder avanzar. Disponible, por supuesto, todas las preguntas o comentarios que hubiera, presidente.
Les propongo lo siguiente: vamos a hacer las preguntas ahora al ministro y, de ahí, le voy a dar la palabra a los representantes de las ferias para que nos den su visión antes de que voten. ¿Me parece? Está el diputado Donoso. Bueno, diputado Romero, diputado Donoso, diputado Mellado, diputado Bianchi, diputado Rojas. Muchas gracias, presidente.
Yo, primero, quería solicitarle a usted que también permita la presencia de invitados que quisiéramos hacer de alguna otra asociación. Yo creo que también es legítimo que podamos ampliar la invitación a otras personas para que puedan participar en esta discusión. Segundo, presidente, yo quería hacer una consulta al ministro por intermedio. Es que, como hoy día aprobamos un proyecto de feria, yo quería preguntarle si las definiciones son las mismas que en el proyecto actual o son distintas, ya que sería increíble que en la ley tengamos varias definiciones de feria que no cuadren entre sí y que se entienda qué se regula ante toda esa regulación.
Ahora, me llama la atención, presidente, que se hable, como con tanta, digamos, arbitrariedad de que hoy día quitar un permiso o dar un permiso de feria es, por así decirlo, discrecional o arbitrario. Yo trabajé en una municipalidad y sé perfectamente que el otorgamiento de un permiso para una feria debe realizarse cumpliendo los requisitos de una ordenanza, pero además, el quitarlo tiene que ser fundado. Si no, se activan los recursos de protección; hay jurisprudencia absolutamente asentada respecto a este tema en nuestros tribunales de justicia, o sea, no es que cualquier alcalde se comporte como un Julio César de su terreno y pueda llegar y decir: “Ah, ¿sabe qué? Este año es electoral, así que a los que no votan por mí les quito los permisos”, y eso por lo menos no funciona así en ninguna parte.
En este punto, también quisiera preguntarle cómo conversa esta ley con las ordenanzas, porque, si bien es cierto, algunas municipalidades no tienen ordenanzas, mientras que otras sí las tienen y muy desarrolladas. Entonces, ¿cómo se armonizan? ¿Qué vamos a tener que modificar para que cuadren con la ley? Insisto en que este tema de la arbitrariedad, del que se habla tan livianamente, yo no lo conozco; hay jurisprudencia asentada en ese tema, a menos que las municipalidades no respeten el ordenamiento jurídico en general. A mí no me parece que exista hoy en día esta discrecionalidad, a pesar de que la ley establece que el permiso para la feria se enmarca dentro de los llamados permisos precarios. Su otorgamiento y su término tienen consecuencias jurídicas y deben ser fundados.
Ahora, se habla también de un reglamento de feria. Yo, presidente, aquí tengo que levantar la alerta: se me prende el botón de pánico en el tablero. ¿Qué pasa con este tipo de reglamento? Tenemos un ejemplo, como es la ley Uber, donde existe un reglamento –no sé cuánto tiempo–, el reglamento del retiro de cables, presidente. Entonces, ¿qué vamos a hacer con este reglamento de feria? Le encargo la tramitación del reglamento, ya que esto sí que se vislumbra como fuente de conflictos que no le explico.
Por último, el tema de la representación me llama la atención. Quiero saber si, en definitiva, el interés del gobierno y de esta ley es terminar con los sindicatos de feria actuales, pues lo que está pasando claramente aquí es que estos órganos de representación son los que van a tener contacto directo con la autoridad. Ahora estarán también presentes los representantes, pero como uno más, dentro de este gran consejo de la feria. Sin embargo, hoy en día los sindicatos de feria, que entiendo son quienes conversan con el gobierno, al integrarse en dicho consejo dejarían de existir como tales, transformándose en un consejo más pequeño, más atomizado y con menos voz. Por eso, me gustaría saber si eso es así, si se lo han indicado a los dirigentes y si se terminará en esas condiciones o en otras.
Y hay una reflexión que quiero hacer: el espacio público, presidente, es complejo de administrar. Entonces, se establece una serie de normas que, a mi juicio, son bastante peligrosas; basta con que se tenga que construir una calle o pavimentar, y la feria tendrá que reubicarse, obligando a la autoridad a tener ciertos…
Ciertas atribuciones para poder disponer de él. Yo quiero recordar una cosa: el espacio público es de los vecinos, lo administra un alcalde y debe otorgarse como mandatario para que se realicen actividades económicas, cumpliendo las leyes y ordenanzas y haciendo un uso razonable. Pero, presidente, ¿qué sucede si existe una ley que eventualmente diga que no se puede mover la feria? No vamos a poder construir un camino o arreglar una plaza. No es que, presidente, yo crea que esta ley sea compleja sin que se escuche también a las organizaciones presentes, sino que me gustaría que se diera la oportunidad de invitar a otras organizaciones que nos expliquen realmente lo que acontece en la feria, pues percibo una gran desconexión en esta ley.
Gracias, presidente, diputado Donoso. Gracias, presidente. Me gustaría pedirle que invitáramos al ministro de Hacienda, porque tenemos un proyecto de marco jurídico integral de ferias libres. Hoy, en la mañana, promovido por el Gobierno, se presentó una ley distinta también para ferias libres. ¿Por qué digo esto? Porque, en el fondo, hoy existen dos definiciones distintas: una ley despachada en la mañana y otra que estamos votando ahora. Son diferentes en cuanto a plazos de implementación y definiciones. Y, por último, cuando un feriante o cualquier ciudadano interesado se dirija al proyecto de ley marco jurídico integral para ferias libres, se encontrará con dos proyectos diferentes, presentados con dos semanas o un mes de diferencia. Esto significa que tenemos un gobierno, dos ministerios y dos proyectos con temáticas distintas; es decir, se hace necesario que se conversen los plazos y las definiciones. Yo, como mínimo, pido un comparado de ambas leyes para que se armonicen y así evitar que el Poder Legislativo luzca ridículo. Si el Gobierno lo quiso hacer de esa manera, ningún problema, pero nosotros debemos al menos unificar estas dos leyes.
Diputado Mejía. Gracias, presidente.
Si quiere hablar primero la diputada Camila Rufo.
Ok, gracias, presidente.
Mire, lo que se aprobó en cumplimiento tributario avanzó bastante, ministro, por su intermedio, en la implementación de esta ley. Es más, no habría para qué llevar esta ley al artículo en el que debemos votar ahora sobre la información y documentación suministrada por los municipios respecto del Registro Nacional de Ferias Libres, ya que esa información será trasladada a Impuestos Internos a través de los municipios. Estos tendrán la obligación de solicitar la formalización a todos los feriantes, y dicha información llegará mensualmente a Impuestos Internos para que éste reciba la cantidad de recursos correspondientes a lo vendido, llevando a que los feriantes paguen el 1,5%. Con ello, es posible que los municipios dispongan de una copia adicional, además de enviar la información a Impuestos Internos y al Ministerio de Economía, lo que nos permitiría ahorrar, quizá, 70 millones. La verdad es que aquí se abordan aspectos relativos a los titulares de patente, todo ello normado en los proyectos presentados.
Ahora, pregunto lo siguiente: se establece que cada comuna podrá tener un porcentaje mínimo entre el 51% y el 70% de alimentos. ¿Incluye esto a las ferias persas y a las ferias de las pulgas? Porque, eventualmente, podrían vender y tener un 40% o 50%, por ejemplo, un 50% de fruta y verdura, en ferias de las pulgas en algunos lugares. No sé si cabe este concepto más general en el proyecto, considerando que este tipo de ferias es muy común en los municipios. Hemos observado en Ciudad Natal, Temuco, que el alcalde organiza ferias de las pulgas en algunas plazas los días domingos, donde se vende de todo. Ellos también serán considerados feriantes en el municipio y deberán formalizarse para poder vender con tarjeta y pagar el 1,5%, lo que ampliará el alcance del proyecto. Quisiera saber si efectivamente se contempla esta situación.
La verdad es que yo no sé si efectivamente este artículo que vamos a votar aquí ya está cubierto por la ley de cumplimiento tributario; por lo tanto, no sé si es duplicidad, como decía el diputado Donoso, o no. Gracias, presidente. Gracias, presidente. Bueno, saludar a todas y a todos.
Recojo lo que dijo el colega Donoso: yo creo que es absolutamente necesario que veamos cómo están conversando y cómo podemos socializar ambos proyectos. De otra manera, a mí me resulta casi impensable avanzar y menos votar en el día de hoy, además de que se ha pedido acá que vengan otras instituciones y agrupaciones a plantear su punto de vista.
Presidente, mire, esto lo digo con mucho respeto. Respeto muchísimo la labor de estos comerciantes minoristas, respeto mucho la historia, respeto cómo se inician en toda esta actividad económica y lo valoro porque, en definitiva, es la seguridad alimentaria y nutricional de todo el país. Pero a mí me da la impresión de que lo que votamos hoy y lo que podríamos votar en las próximas semanas implica cambiar total y completamente la historia del mundo de la feria. No veo que sea tan fácil de aprobar, porque estaríamos borrando de un plumazo la tradición de toda la vida de cómo funciona esta feria.
Mire, hoy en la mañana, y como también recogí en la petición de las agrupaciones, voté favorablemente el proyecto en todos sus artículos. Sin embargo, en la medida en que tenemos esta discusión, me da la impresión de que, por querer cambiar todo, podríamos terminar en una situación peor. Y me explico: no sé qué tan realizable es que, de aquí a un año o de aquí a seis meses, todos quieran vender con la maquinita y pagar el impuesto que nunca se pagó. Es más, creo que lo más probable es que, en los meses siguientes o en el año que viene, se vean obligados a tener que volver a vender al contado.
Ahora, como no es una obligación incorporarse a tener las máquinas ni nada, es voluntario, son libres; y como se ha señalado insistentemente, es altamente probable que vuelvan efectivamente a la práctica histórica. Entonces, ¿de qué manera, con este proyecto, recogemos la historia? Porque yo no la veo presente en ninguna de estas discusiones; estamos haciendo algo totalmente distinto, algo nuevo, de cuyo resultado se desconoce el alcance, por ejemplo, en lo que respecta a la administración de los espacios públicos, lo cual es, como lo mencionó otro colega, absolutamente complejo. ¿Está representada la macrozona sur-auchal, por ejemplo? Hay solamente tres macrozonas, y no sé si la representación es adecuada, ya que la zona sur difiere de una zona sur-auchal.
También quiero, por su intermedio, pedirle al ministro que pueda responderme en ese aspecto. Yo quisiera solicitar, presidente, que seamos muy prudentes en esto. Hoy ya sancionamos un proyecto de ley complejo; todos fuimos testigos del quiebre que existe entre las mismas organizaciones y, si vamos a hacer algo distinto a lo que votamos hoy —proyecto que, según el gobierno, perfecciona, mejora, ordena y ofrece un marco regulado mucho mejor en complicidad con los municipios—, al menos hagamos algo que a la postre no signifique volver a foja cero y retomar los orígenes históricos de las ferias en nuestro país.
Diputada Rojas y diputado Sinfuente. Gracias, presidente. Está difícil que lo votemos hoy, a raíz de que se quieren recibir más invitados y ver más posiciones, pero en ese caso, presidente, solicitaría que se fije una fecha certera respecto de cuándo podríamos votarlo en caso de acordar recibir más invitados. Y bueno, vamos a escuchar a las organizaciones; me imagino que allí podrán profundizar. Sin embargo, algo que considero especialmente importante de lo presentado es la creación de este registro, que en cualquier caso sería de especial utilidad para el país y para los feriantes.