Gracias. Gracias. Gracias.
Se abre la sesión. Se da por aprobada el acta de la sesión 196 por no haber sido objeto de observaciones. El acta de la sesión 197 se encuentra a disposición de las señoras y señores diputados; el señor secretario dará lectura de la cuenta.
Se agradece la intervención del presidente. Se informa que se ha recibido un oficio ordinario de la jefa de gabinete del Ministro de Obras Públicas, mediante el cual se remiten informes sobre la fiscalización, el procedimiento, la mantención y el personal que controla las cámaras de seguridad pública instaladas en las carreteras concesionadas del país. Cabe señalar que la Subsecretaría se encuentra en un proceso de regularización de los requerimientos y en la solicitud de respuesta al Senado y a la Cámara de Diputados, siendo esta respuesta parte de dicha regularización.
Asimismo, se informa que la Asociación de Aseguradores de Chile remite un listado de convenios, refiriéndose en particular al convenio con las municipalidades respecto del permiso de circulación otorgado, y que empresas que operan plataformas de apuestas en línea (Betano, Betson, Coolbet, Latangwine y Betworld), todas con participación en el mercado chino del rubro de apuestas en línea, solicitan audiencia con la comisión en el marco del proyecto de ley que impulsa el subsistema de inteligencia económica.
Se menciona, además, el oficio del Gabinete del Ministro de Seguridad Pública, en el cual se excusa la asistencia del ministro por compromisos impostergables, agendados con anterioridad.
A continuación, se comunican los siguientes reemplazos de diputados para efectos de la sesión:
• El diputado don Boris Barrera reemplazará a la diputada Alejandra Plasencia.
• Don Marco Antonio Zulantay reemplazará al diputado Henry Leal.
• Don Jorge Zafirio reemplazará al diputado Andrés Joanet.
• Don Hugo Rey reemplazará al diputado José Miguel Castro.
• Se realiza el pareo entre la diputada Maite Orcina y el diputado don Diego Chalpe.
• Se justifica la ausencia de la diputada Gloria Navellán, quien se encuentra delicada de salud.
• Finalmente, se hace el pareo entre el diputado don Jorge Alessandri y el diputado don Jaime Araya.
Se informa que se procederá a poner la palabra sobre la cuenta, dejando los puntos varios para el final.
A continuación, se da la bienvenida a la intervención. Se comunica que el ministro ha sido sustituido por el subsecretario. Se da la bienvenida al subsecretario de Seguridad Pública, señor Rafael Collado González, y a su equipo. Se anuncia que, posteriormente, se recibirá al ministro Marcel en el marco del segundo proyecto, en el que además participará el subsecretario.
Se señala que, durante esta sesión, la Cámara de Diputados ha sufrido un ataque cibernético que ha afectado el funcionamiento de la plataforma SUBEN, situación por la cual se menciona que el señor Álvarez no está ejerciendo sus funciones.
El objeto de la sesión es recibir al subsecretario de Seguridad Pública, el señor Rafael Collado González, para que se refiera a la situación actual del programa Estadio Seguro, particularmente en lo que respecta a su presupuesto—señalando qué destino tendrá—y, además, para indicar qué organismo o autoridad asumirá las responsabilidades en materia de autorizaciones, control y seguridad en espectáculos deportivos masivos. Para estos efectos se destinarán los primeros 30 minutos de la sesión.
Se establece que la intervención del subsecretario se limitará a 20 minutos, dejando 10 minutos para preguntas de los diputados.
Se entrega la palabra al subsecretario:
"Gracias, presidente. Sí, ningún problema; ajustaré, pues tenía preparado un comentario más bien breve, ya que..."
Que ya el ministro de Seguridad Pública, señor Luis Cordero Vega, asistió ayer a la Subcomisión de Crimen Organizado de esta misma comisión y se refirió a las mismas materias o materias similares a las que ya ha informado, por lo tanto, en ese sentido descansa un poco lo que ya se ha explicado.
Perfecto. Bueno, la seguridad en los estadios no se logra solo con más policía; se requiere mayor planificación conjunta, corresponsabilidad pública y privada y profesionalización de los entes intervinientes. En relación a la primera consulta sobre el destino presupuestario, quisiera hacer una breve introducción respecto al Ministerio de Seguridad y por qué la creación de dicho ministerio y la ley de seguridad privada tienen algún efecto en lo que tratamos hoy.
La ley 21.730, que crea el Ministerio de Seguridad, entró en vigor el 1 de abril. Al hacerlo, se produjeron varios cambios: el Ministerio del Interior y el Ministerio de Seguridad se convirtieron en dos ministerios distintos, lo cual implica, para los efectos de esta convocatoria, una diferenciación entre la persona que siempre se ha encargado de autorizar los eventos masivos deportivos –en este caso, son las delegaciones presidenciales, por aplicación de la ley 19.327 sobre derechos y deberes en los espectáculos deportivos y su reglamento–. De hecho, son las delegaciones presidenciales regionales las que autorizan tanto los planes de seguridad de los recintos, es decir, que las medidas de seguridad se cumplan, como los eventos masivos específicos. Esto se mantiene en la práctica y, en ese sentido, respondo la segunda consulta: en realidad, no ha habido cambio, porque siempre ha sido así.
No obstante, con la creación del Ministerio de Seguridad, la prevención de aquellos eventos que puedan afectar la seguridad en eventos masivos deportivos y el registro del artículo 30 de la ley de deberes y derechos del fútbol pasan a ser potestad del Ministerio de Seguridad, tal como lo establece el artículo 5, letra H, de la ley que lo crea. En consecuencia, el Ministerio del Interior, a través de sus delegaciones, mantiene la autorización, mientras que el Ministerio de Seguridad se hace cargo de los aspectos técnicos y operativos en materia de seguridad en los eventos masivos en general, y en particular de los eventos masivos deportivos, como puede ser un partido de alta convocatoria o el fútbol profesional que concentra a numerosas personas en los estadios.
Antes de la lamentable tragedia del 10 de abril, el Ministerio de Seguridad, a través de la Subsecretaría de Seguridad Pública –sector al cual me dirijo– configuró el organigrama de la subsecretaría e implementó una serie de adecuaciones. Una de estas medidas fue que el programa presupuestario conocido como Estadio Seguro, que tiene varios años en funcionamiento, pasara a formar parte del equipo que se encontraba contratado bajo esa glosa, integrándose así a una línea más institucional de la subsecretaría.
En ese contexto, hoy me acompañan la jefa de la División de Seguridad y Orden Público de la Subsecretaría de Seguridad Pública, Natalia Silva, y el jefe subrogante del Departamento de Orden Público y Eventos Masivos, Ricardo Viteri. Ellos están a cargo de las materias relacionadas con la seguridad y los eventos masivos, particularmente en el ámbito de los eventos deportivos, con el equipo que antes se conocía como Estadio Seguro.
Esta decisión se implementó mediante la emisión de una resolución, ya que se definieron nuevos aspectos en el organigrama, se creó una división especializada en crimen organizado, y se mejoró la división que antes se denominaba Dijempol, y que ahora se llama Dicopol. Estos cambios responden a las nuevas atribuciones establecidas en la ley que creó el Ministerio de Seguridad, implicando un cambio en la gobernanza y en el modo en que se administran estas materias, dado que anteriormente era un solo ministerio y ahora son dos.
Asimismo, debo reconocer que, en coordinación con el Ministerio del Deporte, se inició un trabajo para generar un nuevo flujo en esta materia y, ante la lamentable tragedia, se hizo necesario comunicar de manera mucho más precisa estas decisiones que se tomaban paralelamente. En ese sentido, el Ministerio de Seguridad Pública adquiere la función de ente técnico en materia de seguridad, que establecerá una relación, a través de sus delegaciones, con las delegaciones presidenciales para prestar la asesoría que establece la ley 19.319.
El programa Estadio Seguro se radica ahora en el Ministerio de Seguridad. La autorización, como les comenté antes, se mantiene en los delegados presidenciales regionales, a la espera de la aprobación de la ley –sin perjuicio de las modificaciones que puedan efectuarse–, a partir de que nos encontramos tramitando una modificación de la ley que establece los deberes y derechos del fútbol profesional. Dicha ley se encuentra en segundo trámite constitucional en el Senado, en la Comisión de Deporte, y sin perjuicio de lo que pueda ocurrir en esa normativa, existe un plan que, debido a los lamentables sucesos del día de abril, ha generado una necesidad de apuro en la tramitación, por lo que eventuales indicaciones nuevas en este proyecto deberían llegar pronto a la Cámara para su revisión. En efecto, se están reconociendo instancias que ya constituyen mejores prácticas y que deberían quedar legalizadas.
La segunda razón de la modificación, reestructuración y reformulación de lo que se denominaba anteriormente Estadio Seguro tiene relación con la pronta entrada en vigor de la Ley de Seguridad Privada, ya que esta genera una nueva estructura de gobernanza para los eventos masivos. Dicha estructura debe articularse con los eventos deportivos, los cuales son, en esencia, un género de evento masivo. En ese sentido, se están definiendo protocolos que deberán establecerse entre la Subsecretaría de Seguridad Pública y la Subsecretaría de Prevención del Delito, la institución del Estado que tendrá una nueva división de seguridad privada, encargada de la autorización de eventos masivos y de la certificación de guardias privadas, entre otros aspectos contemplados en la ley.
Por último, creo que es importante comentarlo, dado que fue un tema debatido ampliamente en esta comisión y en mi día anterior, cuando tramitábamos el Ministerio de Seguridad. Además de ser un ministerio sectorial, está a cargo del sistema de seguridad pública, el cual se rige por dos principios: institucionalidad e interoperabilidad. Sé que durante la tramitación algunos diputados y diputadas sonrieron ante lo extenso que fue el debate para llegar a ese fraseo; sin embargo, hemos pasado de las palabras a los hechos. El sistema de seguridad pública se está configurando, y parte de esa configuración implica un sistema de gobernanza interinstitucional en algunas materias.
A través del Ministerio del Interior se han diseñado mejoras respecto a lo que antes existía, por ejemplo, en materia de programación del fútbol. Una de las decisiones ya definidas –y que incluso se estaba tomando antes de los lamentables sucesos del día de abril– es que la mesa de programación del fútbol crecerá, ya que se integrarán más actores interinstitucionalmente coordinados, para que dicha programación incluya materias adicionales a las propias de seguridad. El fútbol es mucho más que seguridad; es un deporte, y por ello debe contar con personal especializado en materias deportivas. En consecuencia, el Ministerio del Interior, que ahora solo tiene facultades de gobierno interior, pasará a formar parte de dicha mesa.
En relación al tema presupuestario, respecto a la consulta que se me formula, informo que todo el equipo —salvo Pamela Venegas, cuya renuncia fue aceptada— que conformaba el programa Estadio Seguro, y que ahora forma parte del Departamento de Orden Público y Ambientes Masivos, se encuentra trabajando en la actualidad. Están organizando partidos y realizando las coordinaciones pertinentes con la Delegación, por lo que no se producen modificaciones en cuanto al personal. Es decir, el programa no deja de existir, sino que se institucionaliza, siendo esta la reestructuración producto de lo comentado. Me acompaña, de hecho, el jefe interino de ese departamento, quien actúa en calidad de subrogante mientras culminamos el proceso de selección definitivo que determinará la nueva jefatura.
Muchas gracias.
¿Se integra el Ministerio de Seguridad, no el Ministerio del Interior? –Dijo usted Ministerio del Interior.
Sí, interior. El Ministerio ya formaba parte; el Ministerio del Interior y Seguridad Pública ya era parte.
¿Quiere preguntar también el secretario?
El Ministerio del Interior, que ahora solo tiene facultades de gobierno interior, se integra en una mesa que antes correspondía al Ministerio de Seguridad Pública. A eso me refería.
Muy bien, ¿eso sería, subsecretario? ¿Cuál es su nombre? Ricardo, usted va a oficiar como subrogante de Estadio Seguro una vez que termine el proceso de selección. Según lo último que entendí, dicho proceso se concluirá al finalizar la selección. ¿Cuánto duraría, más o menos, ese proceso, señor subsecretario? Dejo abierta la palabra al diputado Frías, que me lo ha solicitado. Muchas gracias, presidente, y felicitaciones al subsecretario.
Yo quiero hacer un par de preguntas, porque, efectivamente, a partir del 1 de abril tendremos un Ministerio de Seguridad y quiero entender bien la división de roles entre Estadio Seguro, por un lado, y el control del orden público, por otro. Si recuerdo bien, hoy los temas de control del orden público ascienden, en la línea jerárquica, hasta llegar al SEREMI de Seguridad; en la Región Metropolitana, sería el SEREMI de Seguridad en esa materia el que dispone de facultades en torno al control del orden público. Por otro lado, está el delegado presidencial, quien actualmente tiene una relación más acotada en materia de seguridad, puesto que le competen ciertas autorizaciones y supervisiones, pero no necesariamente la coordinación de las estrategias operativas de Carabineros en temas de seguridad. ¿Por qué digo esto? Porque, si entiendo bien, cuando se habla de Estadio Seguro se hace referencia a lo que ocurre dentro de un evento masivo, en particular dentro del estadio; mientras que al hablar de control del orden público se alude a lo que acontece en el exterior. Por ejemplo, el delegado presidencial tiene facultades para suspender un partido, pero no es él quien determina cómo se debe actuar ante un episodio de desorden o descontrol. ¿Estoy en lo correcto, subsecretario?
Gracias, diputada Fritz. Vamos acumulando preguntas. Diputada Plasencia, gracias, presidente.
Saludo al subsecretario y a quienes acompañan en esta ocasión desde el Ministerio de Seguridad Pública. Lamentablemente, presidente, en el debate público se tienden a mezclar diversos temas, y la nueva institucionalidad aún no se ha reflejado adecuadamente en esta discusión. Es fácil confundir o asignar responsabilidades a quienes, debido al cambio institucional, actualmente no las tienen; ahora esas competencias corresponden al Ministerio de Seguridad. Además, cabe señalar que también nos tocó tramitar la Ley de Seguridad Privada, la cual, a pesar de estar vigente, aún no ha sido implementada completamente por carecer de un reglamento. Sin embargo, uno de los aspectos que queda en evidencia es que lo que ocurre dentro del estadio forma parte de las coordinaciones previas y se integra a esta mesa de trabajo interinstitucional, de la que confiamos podrán surgir buenos resultados. Cada entidad puede cumplir un rol en materia de seguridad de acuerdo a su competencia, asegurando que un evento deportivo masivo se desarrolle en las mejores condiciones, principalmente para quienes asisten. Ojo: me refiero únicamente a lo que sucede en el entorno previo de los eventos, el cual no necesariamente está contemplado.
Lo digo porque es importante considerar que las afectaciones en general de los eventos masivos no están plenamente detalladas para lo que es el entorno de esos espectáculos. Voy a poner el foco en esta ocasión, dado que se ha generado producto de los trágicos acontecimientos que ocurrieron en las inmediaciones del Estadio Monumental. Es relevante precisar que, aunque los hechos no se desarrollaron dentro del estadio sino afuera, es inaceptable que se hayan registrado incidentes con la consecuencia de dos niños fallecidos. No es aceptable.
Si partimos de la base de que el control de orden público implica que no deberían ocurrir muertes en el marco de un espectáculo, estamos errando el foco, lo que evidencia la gravedad de la situación. Se han conocido, a través de la prensa, informaciones contradictorias respecto de lo ocurrido; primero, a partir de filtraciones desde la institucionalidad de Carabineros de Chile, y segundo, en investigaciones que relatan hechos contradictorios, los cuales, lamentablemente, no se habrían conocido de otra forma que por medios cibernéticos.
Por ello, hay que hacerse cargo de la gravedad de lo que estamos hablando y las respuestas deben ser contundentes respecto de las responsabilidades, ya que hay gente muerta, incluyendo dos niños –aunque en un caso se señaló que la joven tenía 18 años, sigue siendo el trágico destino de una niña–. Respecto del tema de la responsabilidad administrativa y de cómo avanza dentro de la institucionalidad la asunción de responsabilidades del mando, creo que es fundamental que exista claridad en el accionar del ministerio especializado y en el mando civil, a pesar de que, como sabemos, Carabineros tiene una autonomía excesiva. La responsabilidad del mando, es decir, la decisión de quién define los temas operativos y de quién informa al mando respectivo de los hechos, no es menor.
Además, es importante considerar que las afectaciones también se extienden a los vecinos, quienes padecen consecuencias permanentes –en lugares como el Estadio Nacional, el Monumental, y en comunas como San Joaquín, Macul, Ñuñoa e incluso La Florida–, sin que se les preste la atención debida. Hoy nos encontramos aquí lamentablemente, por el hecho que dos niños murieron afuera del estadio.
Gracias, diputada Plasencia. Tiene la palabra el diputado Hugo Rey.
Gracias, presidente. Yo creo que lo que nos debe preocupar es, de una vez por todas, ver cómo se para esta situación y cómo se pone mano dura para evitar que se repitan este tipo de hechos. Esto no solamente ocurre en el fútbol. Hace algunos años, en Talca, durante un evento masivo, falleció Isaías Oroztica, reconocido boxeador talquino, en un contexto donde no se contaba con las condiciones adecuadas de luminosidad y con las cámaras de seguridad necesarias para registrar el incidente; de modo que a la Policía de Investigaciones le costó mucho tiempo indagar y encontrar a los responsables.
Con lo expuesto, quiero decir que es imperativo utilizar la tecnología al máximo. Debemos contar con sistemas de lectura biométrica para controlar la entrada a los estadios, así como establecer un registro nacional de hinchas sancionados y un registro nacional de delincuentes.
Esta es la universidad, para que no puedan ingresar a los estadios. Y este registro tiene que estar conectado mediante Carabineros, Ministerio Público y PDI, con los entes que se encuentran en los estadios, para que, a través de cámaras de última tecnología que usan inteligencia artificial, puedan ir identificando a las personas que ingresan a los estadios y a los eventos masivos, y de esta manera, de forma automática, ir discriminando quiénes son los que van ingresando. Estas son medidas que, en parte, se tomaron en otros países; hay que recordar lo que hicieron con los hooligans en Inglaterra: aplicaron mano dura y esto se terminó. Aquí en Chile tenemos que hacer lo mismo; si no actuamos de esta manera, continuaremos con los mismos inconvenientes y problemas. Para los barristas o los hinchas violentos que causen graves daños, las sanciones tienen que implicar la prohibición de asistir a eventos de por vida. Esto debe aplicarse de esta manera; no hay otra forma de cambiar la situación para que las familias puedan volver a asistir a los eventos y a los estadios.
Porque hoy, lamentablemente, estos hechos nos hacen recordar que no han pasado otras situaciones aún más graves. Yo soy creyente; no han ocurrido episodios de mayor gravedad, aunque el día es grande y podrían suceder situaciones que superen ampliamente los eventos actuales, no solo en cantidad (no de 4, 5 o 10, sino de muchos más), sino en intensidad. Todos los que hemos asistido asiduamente al estadio sabemos que se producen enfrentamientos entre las barras, aun cuando no se han registrado hechos de extrema gravedad. Por ello, hay que generar equipos especializados de élite, integrados por las mismas instituciones que organizan estos eventos, para atender, por ejemplo, los casos en que se presenten barras conflictivas en el fútbol.
Las entradas deben ser nominativas y comprarse con anticipación, para que se sepa quién asiste y qué número utilizará. Si bien esta medida resulta espectacular, es necesario adoptar acciones drásticas de inmediato. De hecho, tenemos preparado un proyecto de ley que ingresaremos mañana, el cual abarca gran parte de estos temas y otros adicionales. Nos gustaría mucho que el gobierno lo revisara y lo patrocinará, ya que creemos que estas medidas deben implementarse con la mayor celeridad.
Muchas gracias, presidente. Muchas gracias, diputado Rey, y diputado Alessandri. Muchas gracias, presidente y subsecretario. Gracias por venir junto a su equipo. Es una tremenda responsabilidad la que tienen sobre sus hombros, subsecretario, tanto usted como el ministro, pues no hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión. Los chilenos se están encontrando con este nuevo Ministerio de Seguridad, y aún mantienen los dedos cruzados, esperando que la situación mejore, no solo en los estadios, sino en la seguridad a nivel nacional.
En estos 10 meses que quedan de gobierno, usted, subsecretario, tiene sobre sus hombros una tarea de carácter nacional y de Estado: demostrar que el Ministerio de Seguridad sirve, que se puede hacer mejor y coordinar con mayor eficiencia. Nosotros, algunos diputados de esta comisión, representamos a un distrito con muchos estadios, en comunas como Ñuñoa y Macul, y muchos de esos municipios están dispuestos a colaborar; también desean integrarse a la mesa de coordinación, poniendo a disposición sus móviles e inspectores. Yo sé que usted lo sabe, subsecretario, pero siento que tiene una tremenda oportunidad, pues el reglamento de seguridad privada aún no está listo y quedan pasos por dar para que empiece a funcionar la agencia de protección de datos.
Podemos modificar ambos aspectos pensando en los eventos masivos en los estadios. ¿Qué podemos mejorar en el reglamento de seguridad privada, considerando que no contamos con Carabineros para todas las funciones, y que estos eventos abarcan tanto el interior de los estadios como su entorno? ¿Lograremos aplicar, con nuestra ley de protección de datos y la nueva agencia, tecnologías como el reconocimiento facial que ha usado Uruguay? Le remití al señor ministro, por oficio, hoy en la mañana, el decreto y la ley aprobados en Uruguay, para que, en caso de eventos masivos, se puedan manejar las bases de datos de personas que tengan antecedentes de violencia en los estadios o de ofensas sexuales.
Incluso le incluyeron en Uruguay a los papitos, corazón. No dejaban entrar a espectáculos masivos en el estadio a personas que no habían cumplido con su obligación de alimento.
Entonces, yo le pido, subsecretario, sentido de urgencia en esto a usted, al ministro, al equipo, no solo por los 10 meses que quedan de gobierno, sino que por la urgencia ciudadana del tema de seguridad, que aprovechemos de hacer las modificaciones necesarias, tanto en el Reglamento de Seguridad de seguridad privada como en la Agencia de Protección de Datos, y veamos los proyectos de ley que usted crea que son necesarios.
Yo siento que los clubes no van a invertir en esto, pues la ley no los obliga. Cuando usted llama a un club y le dice: "Mire, se está viendo mal su partido en Osorno, porque la señal de TV cable no lo está transmitiendo bien", los clubes corren, ya que ganan su dinero en las transmisiones del canal del fútbol. Entonces, ahí hay un incentivo económico para correr, arreglar antenas, tender cable, poner satélite, en fin; pero el club no corre cuando se trata de invertir. Y en eso, el Estadio Monumental – pregúntele usted a los carabineros que han servido ahí – está varios pasos más atrás del resto. Por lo tanto, ¿va a mandar el Gobierno proyectos de ley para exigirle un estándar a los clubes y a los estadios?
Respecto al registro de hinchas, sabemos que está en segundo trámite en el Senado, pero hay que acelerar eso con urgencia. Vamos a poder traspasar ese registro de hinchas cuando hayan sido violentos. Y, a propósito de la Ley de Protección de Datos, no se trata de perseguir a las 80.000 personas que van al Estadio Nacional, sino de concentrarnos en los 1.000 – o quizás 500 – que son conflictivos, que han cometido delitos, que están dispuestos a hacer una estampida y que van a atacar a Carabineros.
La tecnología – a propósito de la polémica con las cámaras del Estadio Nacional – es otro tema clave. Tener cámaras en el Estadio Nacional que no cuentan con tecnología, que no tienen inteligencia artificial y que no disponen de un método es como que usted mande puros vehículos blindados a la Araucanía y que el personal de COP se pasee por esa zona con los vidrios abajo. Eso es una cámara cuando no es utilizada con tecnología, cuando no hay un software con inteligencia artificial que permita el reconocimiento de datos y la identificación a tres cuadras de la persona que ha sido detenida por violencia en los estadios. Porque, si una persona que llamó por redes sociales a una estampida en el Monumental y como resultado de esa estampida hay dos muertos, para mí esa persona es un delincuente y tiene que ser tratada como tal.
Y, respecto a la coordinación, por supuesto, los municipios nos piden que los sienten a la mesa. La pregunta del millón que se hacen muchas personas en este nuevo ministerio –que parte el primero de abril– es: ¿dónde estaba el Ceremi de Seguridad esa noche? Las diputadas que me han antecedido han planteado que el delegado presidencial no tenía todas las facultades. Yo entiendo que en esa mesa habían dos personas –corríjame, subsecretario, dos personas que tenían facultades para suspender el partido: el representante de la Conmebol y el delegado presidencial–, pero, por supuesto, el delegado presidencial tenía que escuchar en esa mesa al Ceremi de Seguridad. He hablado con personas que estuvieron allí y me dicen que, cuando pasaron lista y dijeron "Ceremi de Seguridad", se produjo un silencio. ¿Dónde estaba, subsecretario, el Ceremi de Seguridad? Tiene un tremendo desafío, y no hay una segunda oportunidad para crear una primera impresión, ni en sus hombros ni en los del ministro Cordero, en este ministerio nuevo sobre el que mucha gente tiene esperanza. Aprovechemos estos reglamentos, que están en la puerta del horno, y, por supuesto, no vamos a permitir que en Chile se diga que no hay más espectáculos masivos, porque esa no es la solución.
Tenemos que tener una ciudad vibrante, una ciudad con corrida, una ciudad con recitales, una ciudad con partidos de alto riesgo, una ciudad que atrae el turismo, pero una ciudad que esté preparada. Probablemente, los Carabineros no tendrían que ir a apoyar un espectáculo masivo en un club cuyo estadio no esté a la altura de los estándares que le ha fijado su ministerio.
Gracias, presidente.
Gracias, diputado Alessandri. Diputado Araya, del Norte: Muchas gracias, presidente. Por su intermedio, subsecretario, yo quisiera hacer preguntas bien precisas, porque durante la tramitación del proyecto del Ministerio de Seguridad, uno de los temas más discutidos fue la expresión regional de dicho ministerio. Entonces, hoy, que, yo creo, de manera oportunista la oposición anuncia una acusación constitucional contra el delegado presidencial, quisiera saber cuál es la opinión técnica de usted –el que asesora técnicamente al ministro– sobre si cabe dentro de las responsabilidades del delegado presidencial o no los hechos que aquí se exponen.
Siendo materia de discusión, que en mi entender eso está absolutamente fuera del ámbito de las competencias del delegado presidencial. Y además, que usted, hoy día en su rol de subsecretario —porque fue el asesor técnico de la ministra de la tramitación—, podría ilustrar esta comisión respecto de las responsabilidades que podría tener eventualmente un delegado presidencial. Se lo planteo porque me parece que ha sido tremendamente injusto el tratamiento que se le ha dado al delegado presidencial. Yo, personalmente, no tengo convicción de que él no tenga responsabilidad ni, tampoco, la tengo respecto a que eventualmente la tuviera. Por lo tanto, en su rol de subsecretario y asesor técnico del ministerio, quisiera saber su opinión respecto a eso, conforme a lo que fue el espíritu de la ley. Este fue un tema que fue muy debatido, y cuando se planteó muchas veces respecto de quién iba a responder en hechos graves, la discusión siempre se centró en qué iba a hacer el Ceremi de Seguridad.
En segundo lugar, no sé si usted tiene información respecto de las cámaras, pues me parece que es un tema que tiene que quedar reflejado claramente. Es decir, ¿tenían cámaras Carabineros? ¿No tenían cámaras? ¿Había cámaras en los entornos? Creo que eso es importante y, además, quiero decirlo con mucha claridad: estas versiones contrapuestas tienen que parar. No puede ser que sigan habiendo filtraciones en causas donde hay una familia que perdió un hijo o una hija. En algún momento, considero que el ministerio —que entiendo tiene la coordinación tanto con las instituciones policiales como con la Fiscalía— debiera ser el punto focal. Una madre no puede decir un día “¿sabe qué? Un carabinero lo mató” y al otro “no lo mató un carabinero”, para luego generar debate público. Por su intermedio, presidente, solicito que se formule a usted, en su rol de subsecretario y con la coordinación que tiene tanto con las policías como con la Fiscalía, la pregunta de qué es lo que ocurre, ya que estos son hechos de conmoción pública ocurridos en el contexto de la muerte de un menor de 13 años y una joven que acaba de cumplir 18 años.
Gracias, diputado Araya.
Ahora, Cristian Araya.
Gracias, presidente. Presidente, tengo una sola pregunta. Ante los antecedentes vertidos en esta comisión y la evidente dualidad de mando y la confusión de funciones —donde nadie sabe si, en realidad, era el delegado o el Ceremi quien estaba a cargo—, le consulto, señor subsecretario, por su intermedio, presidente, si no era más adecuado mantener la estructura anterior, en la que todo se concentraba en una sola figura. Porque, al parecer, esto nos está demostrando lo que dijimos en toda la tramitación: que con las nuevas estructuras, donde se disociaron funciones, se genera confusión acerca de quién quedaba a cargo de qué cosa. A pocos días de inaugurado este ministerio, con bombo y platillo, se está presentando exactamente lo que advertíamos: nadie está claro sobre quién era el responsable, nadie asume la responsabilidad; todos miran para otro lado y se la pasan entre unos y otros, y el resultado es que hay dos muertos. Entonces, ¿cuántos muertos más tendremos que esperar para que se aclaren las funciones y se definan las responsabilidades? Me refiero a si se trata de un problema estructural de diseño o de quienes están a cargo.
Gracias, presidente.
Gracias, Diputado Araya.
Diputado Laiva.
Muchas gracias, presidente. Saludo al subsecretario. Le quisiera formular tres preguntas.
Primero, si con la normativa actualmente vigente, en concreto con la ley 19.327, se puede implementar un adecuado sistema de seguridad. Entendiendo que la ley 21.659 sobre seguridad privada entrará en vigencia seis meses después del último reglamento publicado —ya se publicó el de eventos masivos, pero falta el de seguridad pública—, ¿es posible que, con el derecho de admisión, se impida el ingreso de ciertas personas? Porque se podría entender que si es posible limitar el aforo y vender tickets únicamente a las personas del local o, como se hizo eventualmente por parte de la NFP en una copa en La Serena, únicamente a la gente de La Serena, entonces, ¿se puede limitar?
En segundo lugar, respecto a la responsabilidad que tiene el organizador del evento, conforme al artículo 8º de la ley 19.327, ya que siempre se argumenta que la responsabilidad recae dentro del recinto deportivo, a pesar de que este abarca un perímetro de un kilómetro alrededor, quisiera preguntar: ¿por qué lo digo, subsecretario? Porque usted también participó en la discusión y, así lo expresó el ministro Cordero, indicando que hoy día existen todas las herramientas legales para que esta situación funcione adecuadamente. Sin embargo, como él mismo señaló esta mañana, ¿hemos sido muy tolerantes con este tipo de espectáculos?
Lo reconoce y hemos sido laxos en la aplicación de la norma. Mis amigos de allá se van a enojar, pero claramente este foco investigativo debe ejercerse en función de la 21.537 y la modificación del 292 para acciones delictivas; también nos gustaría saber cuántas acciones se han iniciado y cuántas querellas se han presentado en función de estas asociaciones delictivas. Y, finalmente, y yo sé que es un tema de fondo subsecretario —tal vez un poco complejo—, entendiendo que el Ministerio tiene una división de eventos masivos que se va a hacer cargo de este tema.
Hay un problema que eventualmente podemos tener en la aplicación de la 19.237, porque la ley que crea el Ministerio de Seguridad Pública hace referencia a la 19.327 de la Ley 20.000. La 19.327 siempre ha hecho relación, incluso, con el intendente, que hoy día es el actual delegado presidencial. Entonces, existe claridad y, además, como experto en materia administrativa, el subsecretario nos plantea cuáles son los deslindes o la coexistencia de ambas normas, lo que va a requerir una interpretación, en mi opinión, porque no es tan simple. No soy experto en Derecho Administrativo, pero al analizar la norma y las referencias que hace la ley del Ministerio de Seguridad en un transitorio —a la 19.827, que también me importa—, quizá ahí nos falta algo respecto a quién coordina o quién se hace cargo. Esta ley, la 11.327, siempre hace relación al intendente, que es el delegado presidencial y sigue la línea del ministro del Interior. Entonces, esa coexistencia, si es tan nítida, dada la problemática existente a nivel del Ministerio de Seguridad, me gustaría que el subsecretario nos lo dejara muy claro, porque creo que ahí tenemos un problema. Y se lo planteo también en la línea de cómo coexisten ambas normas, cómo se concilian e integran estas dos funciones, porque considero que es súper importante tenerlo medianamente claro. Si efectivamente va a corresponder por esta ley, si se modifica tácitamente o se interpreta esa modificación junto con la Ley de Seguridad Pública, y también cuál es el rol que tiene el Ceremi —qué rol cumplió el Ceremi de seguridad interino, siendo este interino porque ya estaba vigente la ley de seguridad, o sea, la ley que crea el Ministerio de Seguridad al momento de este espectáculo—.
Gracias, presidente. Gracias, diputado Leiva. Diputado Solantay. Muchas gracias, presidente.
Bueno, yo venía a reemplazar al diputado Leal, pero, como están hablando de un tema que, en lo personal, hemos estado siguiendo, y yo integro la Comisión de Deportes, quiero señalar lo siguiente: creo que no es buena idea enfocar las críticas hacia el espectáculo o los espectáculos masivos; lo que hay que hacer es centrar la atención en los asistentes a esos espectáculos. Y les puedo dar un ejemplo. Cuando juega la selección chilena, con 60.000 o 65.000 personas, se producen cero incidentes. Cuando hay un espectáculo musical, como Coldplay —el año pasado o el antepasado—, en el estadio se reúnen 80.000 personas y se registran cero incidentes. Entonces, ¿qué es lo que estamos viendo? ¿El espectáculo masivo o al asistente? Con la U ya sabemos lo que pasa.
Y ahí quiero tomar la palabra del diputado Alessandri: lo clave es el Registro Nacional de Hinchas biométrico, con todo lo que tiene que ver en el fondo con la segmentación y los bloqueos —como quieran llamarlo— de esos hinchas indeseados. Creo que no hay que extralimitarse en lo que estamos hablando. La estadística indica que el 0,4% de los partidos del fútbol chileno en un año presentan algún tipo de problema de violencia en los estadios, y la mayoría de esos casos se concentran en los mismos equipos. O sea, estamos hablando de un problema muy focalizado, aunque importante, pues hay gente muy violenta y la situación es grave; sin embargo, está circunscrito. Entonces, lo que creo es que no debemos perder el foco para no malgastar ni tiempo ni recursos en buscar soluciones más amplias, sino que debemos centrarnos en lo que realmente vale una solución. Y es por eso que he señalado la importancia de concordar con el ministro Cordero en declarar a las barras bravas —o a algunos integrantes de ellas— como organizaciones criminales, porque eso es lo que son: hay tráfico no solamente de drogas, sino también porte de armas e incluso tráfico de fuegos artificiales. Además, se registran casos con exlíderes de alguna de las barras de un equipo.