Cámara de Diputados CEI 65 Codelco Corfo SQM litio

Cámara de Diputados - CEI 65 Codelco Corfo SQM litio - 14 de abril de 2025

14 de abril de 2025
23:15
Duración: 3h 53m

Contexto de la sesión

Esta sesión tiene por ojeto abocarse al mandato que dio origen a esta instancia investigadora. Al representante Legal y Vicepresidente Ejecutivoo de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), Sr. José Miguel Benavente Hormazábal.

Vista pública limitada

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Ahí sí. Ya. Bueno, vamos a reanudar la sesión. Ya. El acta de la sesión número 6 se da por aprobada por no haber sido objeto de observaciones. El acta número 7 se encuentra a disposición de la señora y señores diputados. La secretaria, en este caso, dará lectura de la cuenta. Presidente, se ha recibido un reemplazo del diputado Félix González, quien reemplazará al diputado Gonzalo Vinter por la sesión del día de hoy. Ok. ¿Ofrezco la palabra respecto a la cuenta? No hay palabra respecto a la cuenta. Esta sesión tiene por objeto abocarse al mandato que dio origen a esta instancia investigadora. Para estos efectos, han sido invitados al representante legal y vicepresidente ejecutivo de la Corporación de Fomento y de la Producción (Corfo) el señor José Miguel Benavente, quien lo acompaña Pamela Borges, subgerente legal de Corfo; Bárbara Gutiérrez, subgerente de comunicaciones; y Enrique Urrutia, jefe de gabinete. Ofrezco la palabra en puntos varios. ¿Presidente? ¿Sí? ¿Sí? No, me viene a quedar en el espacio. Presidente, primero saludar a los invitados que nos van a exponer y a todos los de la sala. Presidente, sería bueno a lo mejor ver el tema del...
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¿Qué horario es esta sesión? O, a lo mejor, si la Secretaría puede indicar cuántas sesiones más o menos quedan, porque creo que este horario resulta inoficioso tanto para los invitados como para los parlamentarios. Entonces, a lo mejor, podríamos ajustarlo para que sea un horario, digamos, más acorde a la hora de trabajo. Sí, bueno, ese ha sido un tema. Cuando iniciamos la comisión, lamentablemente hicimos una propuesta de realizar las sesiones los días lunes a las 15 horas, propuesta que fue rechazada por la administración de la Cámara debido a que chocaba con otras comisiones. Luego, considerando que había horarios en los cuales no se podía sesionar, se evaluó la posibilidad de realizar la sesión incluso en Santiago. Actualmente, legalmente nos quedan dos sesiones, aparte de la sesión del día 24 en Calama, y también considerando la cantidad de invitados, ya que aún faltan muchos inscritos, además de los invitados que ha designado el diputado. Claro, ahí vamos a acomodar; puede que hagamos una sesión extraordinaria uno de esos días, la semana previa al término de esta sesión. Así que estamos; yo creo que llevamos un 70% de esta comisión de investigadores y, a mi juicio, ya es imposible continuar bajo estas circunstancias. Lo entiendo perfectamente; a todos nos acomodaría. Pongámonos de acuerdo en que en la próxima sesión se realice el último encuentro. Por ejemplo, tenemos el día jueves, que es el próximo jueves, el cual nos trasladaremos a Calama. Luego, a la vuelta de la distrital, ese mismo día, podríamos programar una sesión, pero consideramos, asimismo, hacerlo el lunes para que todos estemos presentes. ¿Les parece? Adelante. Gracias, presidente. Se contó con la presencia de 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 parlamentarios; otros marcaron su presencia y otros se retiraron. Presidente, ¿sabe lo que ocurre? Que esta es una comisión investigadora, que considero de las más importantes del último tiempo, ya que involucra, digamos, lo que estamos discutiendo: el futuro de Chile. Un acuerdo que algunos dicen que está mal hecho, otros dicen que está bien estructurado, y que ha generado varias especulaciones. Entonces, presidente, no sé si la Secretaría haya registrado esto anteriormente, pero creo que, dentro del informe que se lee en la sala o del que debe quedar registrado en la historia de la ley y de esta comisión, se detalle el nivel de asistencia de los parlamentarios. Porque, en primer lugar, es una falta de respeto hacia los invitados, independientemente de quién esté al frente. Es una falta de respeto tremenda. Por ello, en la actualidad, la imagen del Congreso Nacional está por el suelo. Porque hoy en día, aquellos que firmaron y solicitaron esta investigación deberían, al menos, presentarse para escuchar a los invitados, ya que, básicamente, luego tendrán que votar y se podría generar un desastre. Además, se prevé que la próxima sesión se realice fuera de la Región Metropolitana, en Calama, donde, probablemente, contaremos con asistencia completa. Por ello, le pido, presidente, que haga un llamado de atención a los otros parlamentarios, pues es inaceptable que, en una instancia tan relevante e importante para Chile, algunos se mantengan ausentes. Concuerdo, diputado Alavén, con lo expresado. Nos comprometemos a conversar personalmente con los parlamentarios, porque esta investigación es sumamente importante y debe haber respeto hacia los invitados que tenemos semana a semana. Esperemos que en esta sesión terminemos el trabajo con todos los presentes y, ojalá, que se sigan sumando más. Me comprometo a dialogar personalmente con ellos. Gracias, presidente. Quisiera saludar a los invitados y a los parlamentarios presentes. En la misma línea del diputado Lave, le comento, presidente, que el invitado de hoy ya tuvo que asistir en otra ocasión en la cual ni siquiera se pudo constituir esta comisión. Además, en las otras comisiones que hemos tenido –la semana pasada, por ejemplo, hubo muy baja asistencia– considero que es un tema sumamente relevante y que se deben dar las facilidades para poderlo tratar en otro horario. Es cierto que el horario actual es muy desfavorable, pero deberíamos contar desde el Congreso en Santiago o en este recinto con las facilidades necesarias para ajustarlo. Respecto a eso, como ya habíamos conversado con la Secretaría de la Cámara, realizaremos un último intento. Gracias, presidente.
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Para que en las próximas tres sesiones podamos cambiar de horario justamente para eso. Sí, es que en las reuniones de jefatura de Comité todos estábamos acordados, pero el problema es que de arriba no manifestó esa presión. Vamos en el último instante; veremos si podemos cambiar a un horario más flexible. Para no hacerme esperar a nuestro invitado, una vez más, agradezco la presencia de ustedes acá en esta sesión. Tal como han dicho quienes me han precedido, esta comisión investigadora nace a raíz de muchas inquietudes e interrogantes que teníamos y que, en su mayoría, no fueron resueltas en la Comisión de Minería y Energía. Es por eso que nosotros queremos transparentar este acuerdo entre SQM y Codelco, en el cual CORFO también cumple un rol bastante importante. Así que, con su gente, le damos la palabra en primera instancia por 20 minutos, para luego entrar en una ronda de preguntas y respuestas. Adelante. Ok, muchas gracias, presidente. ¿Se puede poner la pantalla? Ahí está. Perdón por el formato, pero quiero explicar con lujo de detalle la pregunta central que entiendo está detrás, al menos en lo que concierne a CORFO: ¿por qué la negociación era una mejor alternativa que una licitación? Entiendo que esa explicación atenderá muchas dudas y preguntas que se han levantado y revisado en las sesiones de este espacio; esas dudas y preguntas pueden ser atendidas después. Me van a perdonar mi historia como académico, pero lo voy a tratar de explicar de la forma más sencilla posible, utilizando números. Así, si tienen su calculadora a mano, podrán ir sacando los números junto conmigo, y verán exactamente por qué la negociación y el proceso que seguimos como CORFO en el contrato –en este caso, en el borrador de contrato con Codelco y SQM– era una alternativa mucho mejor que realizar una licitación, la cual también estaba entre las oportunidades o alternativas que teníamos bajo el contrato actual. Voy a ir de forma pedagógica, si les parece. Lo primero es determinar cuánto de la cantidad de las ventas que actualmente tiene el contrato queda en manos de SQM y cuánto de las ventas del contrato actual queda en manos del Estado. Creo que eso es muy importante, y lo haremos para evitar discusiones sobre la producción o el precio, ya que algunos dicen que si está a 10.000 o a 20.000, y también se discuten las cantidades. Entonces, lo formulamos en términos de "ventas": la venta la represento como X, que es la multiplicación del precio por la cantidad. Para SQM –y lo pongo acá– se alcanza a ver que, hoy, ellos venden X. No sé si ustedes conocen el contrato actual; en él, nos pagan un canon que depende de las ventas de la producción, establecido en una tabla progresiva en función del precio. En el margen –probablemente ya les mencionaron–, cuando el precio está por arriba de 10.000 dólares la tonelada, nos pagan el 40% de la venta. Sin embargo, es un sistema escalonado, similar al impuesto de Primera Categoría. Por lo tanto, al analizar la trayectoria, se puede calcular un promedio en el que nos pagan aproximadamente el 30% de la venta, es decir, el promedio ponderado es el 30% de las ventas. De esta forma, de las ventas totales que tiene SQM, se nos abona 0.3X. Estoy calculando las ganancias de SQM hoy; estos son los ingresos por venta menos lo que nos pagan a nosotros, descontando además los costos de producción. Actualmente, los costos de producción son el 30% de la venta. Esa es la gran ventaja competitiva de Chile, ya que si extraen litio en el fondo de roca, como lo hace Australia, esos costos pueden ascender a alrededor del 60%, dado que el sistema productivo es relativamente sencillo. Entonces, debo restar los costos de producción, que son 0.3X. Esas son las ganancias actuales de SQM. Asimismo, debo contarles cuánto pagan en impuestos: actualmente es el 27%, lo que significa que el 73% queda para ellos, es decir, 0.73.
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30% de las ventas. O, en el promedio, el 30% de las ventas. Eso es bien importante. No es que le traspasemos, como que le regalamos a Codelco los derechos de propiedad, sino que nosotros seguimos teniéndolos. En vez de hacer un arriendo con SQM, ahora será un arriendo con una empresa en la cual hay dos socios, uno de SQM y otro de Codelco, 50% cada uno. Entonces, veamos cuánto cambian estos números, porque es muy importante para lo que viene en el fondo para ver las partes. Supongo que el contrato empieza a operar en 2031, de modo que el 50% de la utilidad de las ventas se la lleva SQM, y el 50% Codelco. Pongamos: SQM o Codelco, que es lo mismo, van a ganar lo mismo; van a vender X (no sé cuánto será el precio ni la cantidad exacta), pero se tendrá X de referencia. Me van a pagar a mí, como CORFO, 0,3X, y los costos de producción son más o menos los mismos, 0,3X. Se quedarán con él, pues me pagan el 27%, por lo tanto se quedan con el 63% (0,73), pero ahora se llevarán el 50%, es decir, se reparten mitad y mitad. Está claro: ese es el costo del ICO para cada uno. Y esto, si uno calcula, es la mitad de lo que tenían antes, principalmente para hacerlo bien fácil; es 0,29 dividido por 2, lo que equivale a 0,145, es decir, 0,145X. ¿Y qué nos llevamos? ¿Qué se lleva el Estado? El Estado ahora tiene tres fuentes. Tiene el 30% en promedio de las ventas que corresponden a CORFO (0,3X), más el impuesto sobre este pedazo que está acá, que en el fondo, como vimos, es 0,4X por 0,27, y más lo que se llamó del CORFO, que lo dejó como otra parte del Estado, equivalente a 0,145X. Sumando, 0,4X por 0,27 más 0,3X más 0,145X dan 0,553X. Ahora vamos a calcular los porcentajes que quedan de la renta total. Como hicimos antes, en un mundo en el cual CORFO sigue siendo dueño y recibe el 30%, pero ahora tenemos dos socios al frente que se reparten la torta (la mitad cada uno), lo que queda es distribuir el 70% restante. Así, SQM recibe 0,145X, y la suma de ambos será 0,7X, lo cual implica que SQM obtiene 0,145X dividido por 0,7X, es decir, aproximadamente un 21%, mientras que el Estado se lleva 0,553X dividido por 0,7X, lo que equivale a cerca del 79%. Entonces, post negociación, o sea, a partir de 2031, independientemente, el Estado se lleva casi el 80%. Estos son los números que mencionaba el presidente del directorio de Poder, quien indicaba que era en torno al 80%: así se obtiene que el 80% se traslada al Estado a través del ingreso de las ventas que ingresan a CORFO, del impuesto que paga esta sociedad y de la porción adicional que se asigna. Ahora, esto es una transición: el contrato tenía esta fase en 2030 y luego, a partir de 2031 en adelante. A continuación, viene el tema de la negociación versus la licitación. Si hubiéramos realizado una licitación, en virtud del contrato actual que tiene CORFO (el contrato actual termina en 2030), y según las cláusulas presentadas aquí mismo, yo tenía –como vicepresidente ejecutivo de CORFO–, hasta junio de 2027, la opción de hacer una licitación o de optar por una negociación. Lo primero que tuvimos a la vista fue lo siguiente: si se realizaba una licitación en el año 2027, solamente podría entrar el nuevo operador el 1 de enero de 2031, en un mundo…
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En que, en el fondo, SQM salía y dejaba residuos, porque no tenía ningún incentivo para invertir, ya que se terminaba en el 2030. Ese nuevo productor empezaba a explorar, a generar capacidad productiva y a ponerse a producir. Los especialistas presentes indican que, al menos, ese proceso se demora entre cuatro y nueve años, es decir, cuatro años en los que las ventas de la nueva compañía son cero, pues en ese lapso se realizan actividades de exploración, aprendizaje y, luego, explotación. ¿Por qué es importante este bache? Porque representa la cantidad de dinero que deja de ganar el Estado por la falta de producción. La pregunta es: ¿cuánta plata deja de ganar el Estado por no producir? Lo planteo en el caso más sencillo, considerando un lapso de cuatro años en lugar de nueve. En ese sentido, el bache equivale a la producción que, en condiciones normales, tendría SQM en asociación con Codelco en el año 2031, estimada en 300.000 toneladas anuales. Se utiliza el precio más bajo, 10.000 dólares por tonelada —el valor menos alto registrado en la historia— para evitar inflar los números, tal como indicó el comentario realizado al vicepresidente de Codelco. Convertido a millones de dólares, el cálculo es el siguiente: 300.000 toneladas anuales por 10.000 dólares, dividido por un millón para pasar a millones, multiplicado por 0,79 y, finalmente, por cuatro años, lo que da 9.480 millones de dólares que el Estado de Chile deja de recibir en ese período. Cabe señalar que, según los especialistas, el proceso podría extenderse hasta nueve años; sin embargo, se ha considerado la hipótesis más extrema, es decir, cuatro años y el precio más bajo registrado. El resultado, redondeado, implica que alrededor de 10.000 millones de dólares dejen de llegar al Estado, tanto por la falta de ventas e impuestos como por el 50% que Codelco dejaría de recibir al no producir. Alguien podría argumentar, como lo hizo el señor Rastori al expedir su intervención, que en la licitación se debería establecer que el postulante aporte, al menos, 9.480 millones de dólares para compensar ese bache. Esta licitación es muy particular. En ella, al postulante se le imponen dos condiciones: primero, que el 30% de lo licitado se destine a que el Estado lo reciba a través de CORFO; y segundo, que no tenga control sobre la nueva empresa. Hasta donde tengo memoria, esa condición no se había incluido en anteriores licitaciones. Además, si se observa el caso expuesto, el valor de mercado se estimó en alrededor de 6.800 millones de dólares, correspondiente a la compra integral de la empresa o a una carga equivalente. Considerando que el cálculo del bache resulta en 9.480 millones de dólares, aún habría una diferencia de aproximadamente 3.000 millones por negociar. Supongamos que una empresa de algún país estratégico esté dispuesta a compensar al Estado lo que dejará de ganar durante esos cuatro años, ofertando 9.480 millones de dólares. En esa situación, la decisión sobre la prolongación o finalización del contrato resultaría indiferente.
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Y hace una licitación, porque se quiere que fuera exactamente igual. Sin embargo, en una licitación bien difícil, supongamos, existe una diferencia que es la siguiente: como consecuencia del acuerdo CODEL-COSECUEM, nosotros también tenemos una propuesta de aumentar la producción ahora, ya que la segunda parte de la estrategia establece claramente que, tras haber asegurado el control del Estado en la primera, la segunda es aumentar lo más rápido posible la producción de litio. Entonces, al observar la capacidad de producción que tiene SQM actualmente, ofrecimos aumentar la producción en 300.000 toneladas, no al año, sino en total desde ahora hasta 2030, de manera que se respete el estudio de impacto ambiental –es decir, sin extraer más salmuera–, pero forzando a SQM a hacer inversiones que ellos ya tenían planificadas, bajo el proyecto denominado "Salar Presente", para eficientar el proceso y obtener esas 300.000 toneladas adicionales. Esto implica también que, incluso en la planta que tienen abajo, deben realizar inversiones. Por ello, 300.000 toneladas adicionales requieren un permiso nuestro, lo cual se encuentra en nuestro interés. Con esto termino. La ganancia resulta fundamental para SQM, ya que, de acuerdo a lo expuesto, si para el 2030 no se invierte, estas 300.000 toneladas adicionales no se materializan. Pero, al contar con la posibilidad de operar desde el 2031 en adelante, se generan los incentivos para invertir y aumentar la producción, incrementando la cuota en 300.000 toneladas en total, repartidas en una sola cuota durante cinco años, de 2026 hasta 2030. Pongámosle 10.000 dólares por tonelada –una cifra super conservadora–, aplicable sobre lo que recibimos actualmente, que es de 0.58. De este modo, la cantidad de dinero que, en el fondo, nosotros como Estado ganaremos de aquí hasta 2030 por el aumento de producción es: 300.000 toneladas multiplicadas por 10.000 dólares, y luego ese valor, multiplicado por 0.58, nos da 1.740 millones de dólares. Para que la licitación sea exactamente equivalente a la negociación, la licitación tendría que pagar 1.740 millones de dólares más 9.480 millones de dólares, de modo que, desde el punto de vista económico, ambas alternativas sean indiferentes. Es decir, se requerirían 11.220 millones de dólares en total para que el Estado de Chile reciba el mismo monto. Dicho de otra forma, si se hubiese optado por una licitación sumamente difícil y complicada, podríamos, en el fondo, haber dejado de ganar hasta 11.000 millones de dólares en comparación con la negociación. Bajo cualquier perspectiva, con este escenario pesimista de producción y el precio más bajo del litio, era evidente que la negociación era un camino mejor que la licitación. Con esto termino, presidente. Ok, muchas gracias. Se ha recibido una nota del Comité de Demócratas, Amarillos e Independientes, por la cual se comunica que la diputada Joana Pérez reemplazará, en la sesión de hoy, al diputado Miguel Ángel Calixto. Respecto al punto, dejo el antecedente de que, por reglamento, estos reemplazos deberían llegar antes; de lo contrario, se requiere la unanimidad de todos los presentes. Lo expongo únicamente para dejar en claro el cumplimiento del procedimiento por respeto a las visitas, pero no es necesario solicitarlo, pues se le concederá de igual forma.
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Punto reglamentario en vista. Gracias. Ok. Ya, gracias. Diputada Catalina, en real, me cuesta ser la de hoy, no me quiero confundir. No, es que la tecnología a todos nos está pidiendo la tecnología. Salvo a un compañero allá, Félix González. Con respecto a los números, me quedó bastante clara toda la explicación inicial, pero sí me surge una duda: este cálculo del valle productivo, de cuántos años y de cuánto se produciría, ¿existe algún documento oficial, algún estudio oficial? Ojalá se pudiera hacer llegar a la comisión para poder estudiarlo en detalle, porque uno puede decir años y números al voleo en ese sentido, pero necesitamos tener una información un poco más fidedigna y más específica. ¿De un lado, Mara? Después de responder, por favor, todas las preguntas. Gracias, presidente. Bueno, saludar y agradecer la exposición. Yo voy a insistir en el tema de la licitación y la transparencia. ¿Por qué? Porque, independiente de todos los argumentos que aquí se han presentado, igualmente SQM podría haber sido parte de la licitación y, de acuerdo a lo que usted dice, podría igualmente haberlo adquirido. Entonces, acá lo que estamos pidiendo es transparencia. Y creo que la licitación, incluyendo a SQM, y aunque se lo hubiese adjudicado igual, debió haberse hecho. Porque, como lo dije en reiteradas ocasiones, no tenemos el punto de comparación para decir efectivamente si fue SQM quien ofertó o ejecutó ni si el monto es el correcto, ya que no se puede comparar; no sabemos qué fue lo que realmente pasó. Así como hoy día nosotros somos tan deseados para poder realizar el desarrollo del litio, porque además tenemos el litio en salario y no en roca como ocurre en otras partes, obviamente somos mucho más interesantes y atractivos para el resto de aquellos que quieren invertir en litio, principalmente en nuestro país. Yo creo que si seguimos haciendo las cosas como se están haciendo, generamos un mal presente, insisto, porque acá debió haber habido transparencia, conociendo efectivamente el tema de los montos reales y sabiendo si es que alguien podría o no haber ofrecido esos millones, como usted lo dice. Entonces, va a seguir estando la duda. Por otro lado, usted pone en cuestionamiento todos y cada uno de los argumentos de quienes han venido hoy a la comisión, por lo que espero que en algún minuto podamos contar, entre los expertos presentes, con la contraparte y tenerlos de manera directa para que así también esta instancia pueda convertirse en un espacio de contraparte, ya que nosotros podemos interpretar ciertas cosas, pero creo que los otros expertos podrían también responder a lo que usted ha expuesto. A continuación, voy a hacer algunas preguntas. Primero, una intervención en torno a lo que dice la diputada Omada. ¿Cómo podemos comparar si era mejor una licitación si no se hizo? Nosotros, que hemos estado en el mundo público, por lo general, ¿qué hacemos? Imagino que ustedes también: se hace un proceso de licitación y, si éste falla, se busca otra opción, que es el trato directo. Tan simple como eso, y aquí no se hizo. Cuando usted nos ofrece una cátedra de matemática con los números, lo cual me parece bien y respetable, debemos considerar que cualquier empresa tendría que haber pagado la misma cantidad de impuestos desde el inicio. Entonces, ¿cómo que Sotinich no va a pagar impuestos? Creo que no. De hecho, en sus preguntas usted no expuso el contrato actual de CORFO con SQM. ¿Es idéntico al de Albert Marley? Es el contrato de CORFO. Si es idéntico, ¿por qué tampoco se invitó a Albert Marley, siendo vecinos, quienes también podrían haber participado? Ahora, la verdad es que me deja totalmente fuera de contexto, porque viene el señor Pacheco y dice que el barrio productivo dura cinco años, que no dura menos. Después, llegan los especialistas en la materia, quienes dicen que podría durar un año y ocho meses o dieciocho meses. Y luego, ustedes afirman que va a durar entre cuatro o nueve años y que no se va a poder producir. En ese mismo contexto, el...
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El contrato que ustedes tienen con Soquimich es bien claro. Dice que se puede producir una licitación o bien otro contrato entre el 2027 y 2029, pero que Soquimich tendrá que entregar toda la garantía para que este proceso se lleve a cabo de forma transparente. Y lo que hemos trabajado en minería, sabemos que si hay una licitación y se exige entregar toda la garantía, es porque en un proceso en el que participan varias empresas –por ejemplo, cuando 10 empresas se postulan– todas deben presentarse al terreno. ¿Cómo van a ofrecer algo si no conocen lo que sucede en el terreno? Si no conocen los activos, la producción y los resultados, es indispensable que Soquimich entregue la garantía. Me parece muy contraproducente que se encierre en la única opción de entregarle esa garantía a Soquimich. Cuando usted dice que es la única alternativa, está implicando que este país estaría condenado a toda la vida a entregarle el litio a Soquimich para que lo explote, ya que, según sus planteamientos, no podría participar ninguna otra empresa. Así, cuando este contrato esté vigente –digamos, en el año 2060, cuando ninguno de nosotros esté presente por razones de seguridad–, las futuras generaciones se verán obligadas a entregarle el litio a los bisnietos y bisnietos de Pinochet, puesto que aquí no podría entrar nadie más que Soquimich. En cuanto a la producción de 300.000 toneladas hasta el 2030, de esas 300.000 toneladas, ¿cuánto se queda Soquimich y cuánto se queda el Estado? Nosotros, en nuestra presentación, ya contamos con una estimación aproximada, pero nos gustaría que ustedes nos hicieran este regalo. Por otro lado, cuando hablamos de este negocio con Soquimich, todos sabemos que esta empresa aún no le paga al Estado cerca de mil millones de dólares por concepto de impuesto específico a la minería; puede que lo declare, pero no ha efectuado el pago, a diferencia de la empresa que está al lado. Aquí no tengo nada que ver con Albert Marley, pero siempre es necesario comparar a los vecinos para ver si respetan o no la ley. Soquimich no está cumpliendo con la ley del impuesto específico a la minería, pues quienes afirman que el litio no es un mineral están equivocados; sabemos que es un mineral no metálico, siendo esta la única diferencia. ¿Cómo se pueden sentar a conversar con alguien que amenaza con entregar un valle productivo y los pozos secos, alegando que, según lo que usted dice, durante entre cuatro y nueve años no habrá producción porque supuestamente ellos enfrentarán dificultades? Además, si existiera un proceso de licitación, Soquimich también podría haber participado. ¿Por qué, entonces, el afán de apresurar la firma de un contrato, cuando entre el año 2024 –año en que ya firmaron y en el que el 23 se firmó el acuerdo memorando– y el 2024, aún quedaban seis o siete años? Esta es, al menos, la primera ronda de preguntas que hemos realizado para intentar obtener respuestas. Muchas gracias a todos y, por su intermedio, presidente, hemos tratado de contestar cada una de estas interrogantes en su debido mérito. Con respecto a la pregunta de la diputada, se pueden entregar los cálculos que realizamos, los cuales, aunque un poco más complejos que lo expuesto, están disponibles para ustedes. Esos son los cálculos que hicimos nosotros. Posteriormente, quiero comentar que existe una diferencia importante: una cosa es el cálculo que efectuamos nosotros, como CORFO, en conjunto con estas entidades y con Soquimich en relación con Codelco o Soquimich en el contexto actual; y otra cosa son los cálculos que pudo haber realizado Codelco en su negocio con Soquimich. Eso, evidentemente, escapa a nuestro conocimiento, ya que nos interesa únicamente el cálculo desde el punto de vista de CORFO. En relación con el punto de la diputada Humada y también el suyo, presidente, respecto a este asunto, se podría haber previsto que Soquimich adjudicara directamente el contrato. Lo más probable es que este sea el escenario factible. De hecho, los borradores de contrato que tiene CORFO con Codelco no indican que se realice con Soquimich, sino que se establece como Codelco con otra entidad.
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Esos son los borrados de contrato. En ellos pedimos, obviamente, muchas cosas en espíritu del mismo contrato que tenemos actualmente, bajo las mismas condiciones, el 30%, incluyendo los pagos a las comunidades, entre otros aspectos. Sin embargo, el borrador establece que “Codelco con otro”, y se indica que ese “otro” tendría el 50,1% del control a partir del año 2031. En ese contexto, lo que nosotros le pedimos a Codelco –o lo que exige la estrategia– es que haga los mejores esfuerzos para buscar la mejor alternativa. Según se informó, Codelco mandó por escrito una carta en la que definía a SQM como la mejor alternativa, y nosotros la aprobamos. Cabe destacar que los borradores de contrato no mencionan expresamente “Codelco SQM”, sino “Codelco con otro”, porque se preveía la posibilidad de negociar con Alves Marles, quien era considerado el segundo candidato natural. Ahora bien, ¿por qué SQM se podría adjudicar de alguna manera? La gran diferencia es que SQM no tenía asegurado ganarse la licitación. Por ello, no contaba con ningún incentivo para aumentar las cuotas e inversiones hasta el 2030 sin tener la certeza de obtener el contrato. Si no se garantiza un contrato a partir de 2030, ¿por qué invertir en algo que el mismo contrato señala que se ejecutará hasta dicho año? Tal como se ha argumentado, en el 2030 se debe devolver “todo a precio residual” y se estipulan otras condiciones; de hecho, en el margen ellos tendrían todo el incentivo. Ahí es donde entran los 18 meses, que representan el período que demora desde que sale la salmuera en la parte del fondo de secado, hasta que ésta pasa por todos los procesos y llega a la planta de abajo. Si fueran racionales, económicamente hablando, SQM debería detener su producción 18 meses antes, pues únicamente empezaría a vaciar las piscinas hasta que quedaran en cero, considerando que sus contratos finalizan en 2030 y, en consecuencia, nos devuelven las piscinas. Esto es fundamental, porque si SQM no tiene la certeza de ganar el contrato, no solo carece de incentivo para realizar inversiones, sino que tampoco limitará la velocidad de producción. Además, estamos alineados con los incentivos de SQM, dado que nosotros contamos con el 30% de las ventas. El presidente en su estrategia ha señalado que hay que aumentar la producción de litio de inmediato. Por ello, se busca que, al aumentar la cuota, SQM realice la inversión necesaria para producir esa cantidad adicional sin superar lo estipulado en el estudio. Respecto a otros aspectos contractuales, el contrato no permite que, en caso de realizar una licitación en el año 2027, se exija a SQM que permita la entrada de potenciales competidores para evaluar la tecnología utilizada en la extracción del litio antes de la finalización del contrato. Es decir, si tal disposición no está contemplada, no se puede exigir su aplicación. SQM tendría todo bloqueado y, para modificar esto, debería negociarse un cambio en alguna cláusula del contrato. En síntesis, si SQM sospecha que potencialmente se lo puede ganar otro competidor, tendrá menos incentivos para permitir la entrada de nuevos contendores y para revisar la tecnología que utiliza actualmente en la extracción. No existe, por tanto, forma de reducir sustancialmente el plazo que se maneja; los 18 meses corresponden efectivamente al tiempo que demora el secado y traspaso del litio, desde que sale la salmuera hasta que concluyen los procesos. Finalmente, habría que modificar el contrato en forma bilateral para ajustar, por ejemplo, la negociación sobre los 300.000. Esta cuota adicional ha sido establecida de manera pública y, en última instancia, es una negociación entre las partes.
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