Senado Hacienda

Senado - Hacienda - 8 de abril de 2025

8 de abril de 2025
22:00
Duración: 1h 57m

Contexto de la sesión

1.- Bol.N° 17096-21 Fija un nuevo fraccionamiento entre el sector pesquero artesanal e industrial.

Vista pública limitada

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Secretaria, ¿dónde quedamos en la discusión de la mañana? Terminamos el número uno, estamos en el segundo paquete de votación, terminamos el numeral uno y, por lo tanto, correspondería al numeral dos. Claro, terminamos el número 1, que tenía el tema de lo dinámico, ¿no es cierto?, que terminamos con el 10%, y por lo tanto esa parte; y ahora tocaría el número 2, que es la sardina española, ¿no? Que es básicamente la misma situación. ¿Podemos repetir la misma votación? ¿Les parece a los colegas? Disculpe, ya siendo por lo tanto las adaptaciones de la indirección del Ejecutivo al 90%... También hay unas referencias al 10%. Todo se ajusta con su ordenación. Confiamos en su criterio, secretario. Yo sé que hay alta responsabilidad, pero usted lo ha hecho siempre espléndido. ¿Correspondería entonces seguir avanzando? En el numeral 3, presidente. Escuchamos al Ejecutivo, esto es el jurel. Número 3. Señor secretario, por su intermedio, me gustaría explicar primero los tres numerales de jureles, es decir, el 3, el 4 y el 5, para dar primero la explicación general y después el específico de cada mercado. Muy bien, me parece. Adelante. En la hojita de respaldo que ustedes tienen, para mayor claridad, fíjense que allí existen cuatro filas de jurel: una, de Arica a Antofagasta; dos, de Atacama a la cuarta; tres, de la quinta a los ríos; y cuatro, de jurel a la décima. Pero si ustedes ven en el articulado, en realidad, el numeral que abarca desde Atacama a Coquimbo y el de Valparaíso hasta los ríos corresponden a una misma zona, es decir, aunque en la fila ustedes vean cuatro, en realidad son 13 zonas en el articulado, solo para efectos pedagógicos, porque así estaba dividida antes la pesquería, mostrada en cuatro segmentos. Ellos saben perfectamente que son tres grupos y, si ustedes se fijan, el fraccionamiento que está propuesto desde Atacama a Coquimbo es el mismo fraccionamiento que está propuesto para Quinta Región a Los Ríos. Estaba dividido en la legislación antigua y, por lo tanto, ahora se propone esta agrupación en tres grupos. Es la primera distinción que quiero proponer. Lo segundo es hacer ver que, en estas tres agrupaciones, se había propuesto inicialmente por parte de la Cámara de Diputadas y Diputados una figura de rango, parecida a la que vimos en el caso de la sardina. Un rango que, en este caso, era del 10 al 20% en el extremo norte del país, del 25 al 35% desde Atacama hasta Los Ríos y del 10 al 20% en Los Lagos. Eso es lo que había resuelto la Cámara de Diputadas y Diputados. El Senado corrigió uno de esos numerales, que fue el de la Región de Los Lagos, y del rango que estaba del 10 al 20% escogió situarse en el centro con un número fijo, que en este caso es el 15%. Eso es lo que viene aprobado para la Región de Los Lagos, que es la mitad del rango que había puesto la Cámara. Y, siguiendo ese criterio y dado el debate que se dio en la Comisión de Pesca del Senado, el Ejecutivo, para mayor claridad del fraccionamiento, propone el mismo criterio para las otras zonas del país. Es decir, en vez de dejar un rango abierto, que es una innovación que ya lo vimos en el caso de la sardina y la anchoveta, pero que no tiene la misma explicación en el caso del jurel porque el jurel no vive, no está radicado dentro de las cinco primeras millas de cartesia, entonces no hay una razón específica por la que uno tenga que establecer la figura que sí establecimos para la anchoveta. Lo que estamos proponiendo es situar la propuesta de fraccionamiento en la mitad del rango que había establecido la Cámara de Diputadas y Diputados; es decir, de Arica a Antofagasta, donde el rango era de 10 a 20, situarlo en 15, y desde Atacama hasta Los Ríos, donde el rango…
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Era de 25, perdón, desde 25 a 35, situarlo en 30. No sé si fui claro en la explicación, pero ese es el punto de partida. Entonces, se modifica lo que se aprobó en la Comisión de Pesca para tener un mismo criterio para las tres zonas del país: distinto fraccionamiento, pero con el mismo criterio. Esa es la propuesta y por eso quería explicar. En la tercera y la cuarta queda 30 para la pesca artesanal y 70 para la industrial, y ese mismo número se mantiene desde Valparaíso hasta Los Ríos. Disculpe, ¿hay alguna indicación del Ejecutivo? —Así es, hay un cambio de lo que salió de la Comisión de Pesca. Y eso, porque en el fondo yo veo que la Comisión de Pesca salió con 25 y 75, ¿no? Y ahí no se consideró el valor intermedio. No entiendo, es distinto a lo que usted nos está diciendo, pues no se condice con lo que la Cámara de Diputados había definido como propuesta, es decir, un rango para estas pesquerías en estos territorios. En el caso de la Décima Región se situó en el centro del rango; es decir, en la región de Los Lagos se definió que el rango era de 10 a 20 y el Senado aprobó un 15 como porcentaje. Entonces, tenemos la convicción de que ese criterio –situarse en la mitad del rango– permitirá que, además de ser correcto desde el punto de vista de la distribución en función de la condición en la que se encuentra el recurso, también este fraccionamiento definido en el Senado sea viable en la discusión del tercer trámite constitucional. Antes de darle la palabra, un segundo: lo que leo en la tabla que usted no entregó es lo siguiente. En el Jurel, en la primera del Norte, la Comisión de Pesca del Senado –según lo indicó su secretario– resulta de la siguiente manera: en la línea número 3, he numerado la línea que no pasó, y consta que salió con un rango, no con el punto intermedio. Salió con 10 y 20, y en otra fila se marcó con 90 y 80; eso se observa en el cuadrito. En la fila 4 salió con 25 y 75, fijo; en la fila 7 con 25 y 75, fijo; y en la fila 8 se indicó 15 y 85, fijo. Finalmente, en la última columna usted nos acaba de decir que salió de la Comisión de Pesca del Senado con un punto intermedio. Se lo explico: lo escucho, senador Lagos, si usted quiere... No lo explico, no tengo idea, pero, escuché a su secretario. Lo que entiendo es que el criterio que se quiso seguir ahora es tomar lo que se hizo respecto de la región de Los Lagos y replicarlo en las demás definiciones, para dotar de consistencia al criterio metodológico respecto a lo que había sido en la Cámara de Diputados. Exactamente; sin embargo, la Comisión de Pesca del Senado no fue parejo en todas sus decisiones, porque cuando había rangos, algunos fueron convertidos en números fijos y absolutos, mientras que otros se mantuvieron como rangos. Lo que se plantea acá es calcular el promedio en el caso de los rangos, dejándolos todos en un valor fijo, ya que en algunos casos el promedio no era la mitad. Eso lo estoy señalando para que se logre una consistencia. Señor Núñez. —Sí, presidente. Lo que sucede es que, claro, con tantas columnas y datos se puede confundir un poco, pero quizás convenga traer a colación primero lo que se aprobó en la Cámara de Diputados. En el caso del Jurel, tanto en la región de Coquimbo-Atacama como, desde la Quinta hasta Los Ríos, se aprobó lo que llamaban el "subsecretario de sistema dinámico", en el que a la pesca artesanal se le asignaba entre 25 y hasta 35, según lo que pescara la industria, es decir, había un rango. La discusión que hemos tenido en las regiones involucradas, junto con la mayoría de senadores y senatoras, es que este sistema de rango en el Jurel no nos parece apropiado y preferimos optar por un término medio. Entre 25 y 35, el término medio es 30. Y, aun cuando tengo indicación –ahora sí estoy seguro– de que se establece un 35% para el Jurel, nuestro ánimo es ceder para llegar a un acuerdo y quedarnos con el 30. Yo sé…
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El senador Provence tiene una indicación en esa línea. La senadora Provost, el senador Walker, y nosotros nos parecen razonables las propuestas del Ejecutivo. Por lo tanto, quiero decir que creo que ahí también encontramos un punto en que todos cedamos un poco, pero preferimos esta cifra clara de 30 en lugar de lo dinámico que nos podría enredar en el caso de esta pesquería en particular. Eso, presidente. Bien, el Ejecutivo quisiera decir algo. Estamos… Nos representa mucho lo que dice el senador Núñez, en el sentido de que efectivamente el punto que proponemos, por ejemplo, en el caso del jurel en Atacama y Coquimbo —y que se condice también desde Valparaíso a Los Ríos— es exactamente la propuesta que hicieron los senadores Provence y Provost. Creemos, entonces, que el arco político de lo que representa esa indicación da una idea del equilibrio que busca el Ejecutivo. Tendríamos, entonces, que partir votando la indicación del numeral 3, correspondiente a Arica, Parinacota, Tarapacá y Antofagasta. Existe una indicación del Ejecutivo en esta materia: se propone reemplazar el numeral 3 por el siguiente, relativo al área marítima comprendida entre las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, asignando 15% para el sector pesquero artesanal y 85% para el sector pesquero industrial. ¿En votación, no? Senador Lagos: Mejor me callo. Yo voy a argumentar, pero en el fondo estaba revisando que la cuota dinámica tenía una explicación, y básicamente tiene que ver con la diferencia que existe en el recurso entre la zona norte y la zona sur. Desde esa perspectiva, entiendo que lo asumido y aceptado en la Comisión de Pesca fue una cuota dinámica de 90–80 para el sector industrial y 10–20 para el sector artesanal, tal como se acordó en la Comisión de Pesca del Senado. Por ello, para entender lo que votamos, tiene sentido mantener la cuota dinámica entre un 90 y un 80 para el sector industrial, ya que refleja correctamente ese porcentaje. Además, reconozco que esta discusión se profundizó en la Comisión de Pesca, donde se constata que ambas partes funcionan adecuadamente con ese porcentaje; y cabe señalar que existe una diferencia con la macrozona centro-sur, donde quizás se maneje una discusión distinta. No estoy, por tanto, de acuerdo con cambiar lo acordado en el Senado, presidente. Así que, por lo tanto, voto en contra. —Ah, está bien, razón. ¿Está en votación? La propuesta 1585, ¿de quién es? Lo que pasa es que se escanoca uno de la Cámara. No hay exposición real, pero se escanoca uno de la Cámara. Voy a ordenar un poco el debate: tenemos dos opciones. O se mantiene lo que salió de la Comisión de Pesca al Senado —rechazando la indicación del Ejecutivo y quedándose con lo acordado en la Comisión de Pesca—; o se aprueba la indicación del Ejecutivo, que reemplaza el 15% para el sector pesquero artesanal y el 85% para el sector pesquero industrial.
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se decidió por parte de la Comisión de Pesca aumentar al 25%, no 15%. Y eso significa que hay más cuota para repartir, razón por la cual el Ejecutivo se siente cómodo con poner rangos intermedios respecto a lo que había propuesto inicialmente la Cámara de Diputados, ya que disponíamos de información que en ese momento no teníamos. Nosotros siempre fuimos optimistas como Ejecutivo, pero, por supuesto, contábamos con el peso de la prueba. Eso no significa, yo no sé cómo votarían de nuevo los senadores de la Comisión de Pesca. Es imposible saber ese contrafactual. Pero lo que tengo claro es que hoy día tenemos harto más recursos sobre la mesa que en ese momento y, probablemente, eso puede implicar que tenga sentido moverse hacia una parte intermedia del rango. Presidente. Sí, yo entiendo. Lo único que quiero decir es que el mismo criterio que nos pidieron que aplicáramos en el caso de la merluza –donde había discrepancia y usted mismo nos dijo que lo más probable era que se encajara en una mixta, y que tal vez no era la Comisión de Hacienda la que viniera a modificar, de alguna forma, los guarismos presentados por las comisiones específicas–, quizá se pueda aplicar en este caso, ya que probablemente esto formará parte del debate que tendrá la comisión mixta, al igual que ocurrió en el caso de la merluza, donde no se llegó a un acuerdo. Senador Macaya. Yo quiero, además, adicionar a los argumentos que sostienen la posición adoptada por la Comisión de Pesca, que efectivamente hay más para repartir con este 25% adicional, pero también van a haber subastas, y en el momento en que se subaste afectarán los coeficientes de participación actuales. Obviamente, nosotros hemos manifestado –y no solamente nosotros– las diferencias constitucionales respecto a lo que significa la subasta, pero si ese tema prospera, al final del día el coeficiente también se verá afectado. Muy bien, estamos en votación nuevamente. Tenemos que repetirla: la abstención influye en el resultado y hay que repetir la votación. Senador Lagos. Sí, yo voy a mantener mi votación a favor. Creo que el antecedente que ha agregado el ministro es bien categórico, porque efectivamente lo de Alorop fue un elemento que vino a confirmar lo que podía ser la intuición o los estudios que tenía el Gobierno. Y, en segundo lugar, quiero reiterar que en el caso de este fraccionamiento dinámico que se va a aprobar para la anchoveta y la sardina, es porque esa pesquería se había desplazado preferentemente hacia adentro de las cinco millas que son preferenciales, la denominada zona arpa, dedicada a la pesca artesanal. Por ello se hacía ese esfuerzo de dinamismo. Pero, si no se replica en el caso del jurel de los Lagos, que se encuentra muy adentro, no tendría sentido hacerlo. Lo que propone el Gobierno, entonces, es irse por el promedio entre ese rango dinámico y dejarlo fijo, para ser consistente con lo que se hizo en la misma Comisión de Pesca respecto al jurel de los Lagos. Eso era todo. Yo voto a favor. Gracias. Senador Macaya. Yo voto por mantenerlo en la Comisión de Pesca, es decir, en contra de la indagación. Senador Linsulza. Pienso que lo más probable es que las licitaciones favorezcan mucho al rector empresarial. Por eso, voy a votar a favor de lo que está planteado ahora. Senador García. Presidente, en contra. Queda rechazada esta indicación por tres votos contra dos. Muy bien, nos corresponde continuar entonces con el numeral cuatro, que es Atacama y Los Ríos. Le damos la palabra al… ¿Qué es lo mismo, al exterior? No, porque, en el fondo, la propuesta es 25–75, ¿entienden? ¿No es cierto? ¿Esto es jurel de Atacama y Los Ríos? Exactamente. Sí, don Julio. A diferencia del numeral anterior, en el que se mantuvo un rango –lo que generaba una incertidumbre respecto de dónde se situaría definitivamente el fraccionamiento, dependiendo de cómo se comportara la actual situación de las pesquerías, y que mantenía lo ya definido por la Cámara de Diputados–, en el caso de Atacama y Los Ríos se eliminó el rango y se decidió fijarlo en la parte baja del mismo. Ese punto nos parece completamente contradictorio con la nueva realidad definida en la reunión de la OROP de febrero. Porque, si ya estaba definido un rango, en este caso de 25 a 35, y surge como antecedente la reunión de la OROP, en la que creció un 25%, no habría motivo para situarse en la parte baja del rango y fijarlo en 25%. Entonces, es… Entendiendo la explicación que dio el Senador Macaya, a través de su intermedio, presidente, para explicar la movilidad, aunque puedo…
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Pudiera no compartirse en el caso de Arica-Antofagasta, ese mismo criterio ya no es aplicable en el caso de las regiones de Atacama a los ríos, porque ya no existe ese rango y se está tomando la decisión de situarse en la parte más baja, que es el 25%, en circunstancias en que hay antecedentes objetivos que demuestran un estado de muy buena calidad de la pesquería y un crecimiento muy alto registrado en el mes de febrero. Por ello, la indicación del Ejecutivo coincide con la de los senadores Provence y Proboste, quienes proponen un fraccionamiento de 30 y 70% respectivamente. Yo ofrezco la palabra al resto de los senadores antes de poner en votación. Quisiera, Presidente, hacer unas consultas al Ejecutivo, porque en el fondo hay algunos presupuestos que acaba de mencionar el subsecretario. Primero, efectivamente, como la cuota global va a crecer un 25% este año, que es el rango que hemos hablado, el fraccionamiento –el lugar donde probablemente esto es más relevante es la región de Bío Bío, corríjame si me equivoco– implica que, si el reparto queda en 75% para el sector industrial y 25% para el sector artesanal, el volumen de la cuota industrial crecerá un 6%, versus un incremento del 212% en el volumen de la cuota artesanal. Esto representa un crecimiento muy significativo para el sector artesanal, razón por la cual se había acordado este aumento en la comisión de pesca. ¿Cuál es el inconveniente que se ve? ¿Y usted me podrá corregir si me equivoco? La cuestión es que, con dicho fraccionamiento, la industria de la región, particularmente del Bío Bío –y quiero hacer mención de que este tema viene sugerido por la misma región–, verá reducido en un 3% el volumen respecto de lo proyectado para el año 2025, mientras que los artesanales experimentarán un incremento del 275% en su volumen. Es decir, además del aumento derivado de la redefinición que establece el organismo internacional, se produce una reducción del 3% para los industriales y, a la vez, un aumento del 275% para los artesanales. Considero que estos presupuestos son correctos, pues entiendo que estos argumentos se debatan, nuevamente, en la comisión técnica sobre la materia. Además, si se suma a este 70-30 el efecto de las subastas que ha establecido el proyecto –sólo por el recurso jurel–, se podría generar un ajuste aún mayor en la industria, lo que, de acuerdo a los antecedentes presentados en esta comisión, impactaría especialmente en el empleo en la región del Bío Bío. Ministro: Yo creo que primero hay que separar estas dos conversaciones. La subasta es al interior de la industria; no hay ninguna razón para pensar que la subasta disminuya el empleo, ya que se trata simplemente de otra empresa que saca el recurso. De hecho, estamos convencidos de que la licitación generará mayor competencia entre esos trabajadores, puesto que, al llegar nuevos actores a un sector, estos deben definir sus políticas salariales; en cambio, cuando hay pocos actores, la posibilidad de pagar salarios más altos se restringe. Por ello, la discusión sobre la subasta y las licitaciones es relevante –sé que genera bastante controversia– pero no habría motivo para pensar que la subasta deba reducir el empleo, pues únicamente se están disputando los mismos recursos en el contexto del fraccionamiento. Por otra parte, como indicó el senador Macaya, el cálculo que se puede hacer es el siguiente: si, inicialmente, se asumían 100 unidades en total y la industria tenía 90 de esas unidades, y ahora se estima que existen 125 unidades de las cuales la industria pasaría a tener 70, al aprobarse nuestra indicación esos 70 representarían aproximadamente un 87,5% de lo que eran 90 inicialmente. Es decir, se evidencia una reducción acotada, que fue justamente lo que planteaba el senador. Asimismo, conviene señalar que, si comparamos esta situación con la de otras pesquerías –en las cuales, generalmente, no ha habido incremento en las cuotas globales sino una redistribución de un recurso que se mantiene estable–, cuando se ha favorecido al sector artesanal, el sector industrial no ha permanecido inerte, sino que ha experimentado cierta reducción. En cambio, en el caso del jurel, con todos estos cambios que se pretenden implementar, el sector industrial en su conjunto quedaría bastante similar a como se encuentra actualmente. Por lo tanto, esto constituye también una excepción respecto a lo probado en otras pesquerías.
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Ya han aprobado, en el caso de las otras pesquerías, lo correspondiente. Entonces, en resumen, el tema de la subasta es súper relevante, con un valor en sí mismo que llegaremos a discutir en su minuto, aunque no necesariamente afecta el empleo industrial. Y, por otro lado, en el caso de la cuota general de toneladas que se lleva la industria, es cierto que baja, pero baja muy poquitito. De hecho, es más: si lo mantuviéramos en 25, subiría marginalmente, pasando de 90 a algo así como 93, según lo señala el senador Núñez. Sí, yo creo que es conveniente tener presente que partimos de una situación de tremenda desigualdad en este recurso, pues se distribuye en una proporción de 90–10, es decir, el 90 % de la cuota corresponde a la industria y solo el 10 % a la pesca artesanal. Eso quiere decir que hay regiones, por ejemplo, Atacama, donde estuvimos junto con el senador Proves y la senadora Proveste, y nos decían que, en dos semanas, se nos acababa la cuota de jurel, pues en ese corto plazo se capturaba prácticamente todo lo que estaba disponible para la pesca artesanal. Evidentemente, acá hay que hacer un cambio relevante, pero no uno que esté matando a la industria. Si fuera 50–50, lo que podría parecer un criterio general de equidad, alguien podría decir: “estoy eliminando a la industria al quitarle gran parte de su recurso”. Sin embargo, lo que se propone es bastante más modesto, con una relación de 70–30. Ahora, hay dos puntos muy importantes a tener presente. Primero, el jurel no solo se encuentra en la industria de la octava región. Por ejemplo, en Atacama y en Coquimbo, si tuviéramos más cuota de jurel podríamos promover el consumo humano. Pero no tenemos esa posibilidad, ya que la cuota es muy limitada. Para nuestras regiones esto generaría mayores oportunidades de empleo y consumo humano, siempre y cuando estuviera asociado a un aumento en la cuota que permita abastecer de manera adecuada a las plantas medianas. En segundo lugar, presidente, algo que es difícil de entender pero que es fundamental tener presente: la industria compra cuota a otros países y la pesca en Chile. Esto lo puede explicar mejor el subsecretario, ya que yo no tengo mi apunte con las estadísticas, pero la gran industria pesquera chilena compra la cuota de jurel a otros países –por ejemplo, a Cuba, entre otros– y luego pesca en el país, procesando el producto en territorio nacional. No es que dependa únicamente de la cifra actual, y es importante notar que esa cuota también viene con un 25 % extra del OROP. Por ello, se podría afirmar que, a pesar del ajuste a 70–30, la cuota de jurel para la industria probablemente no disminuirá de manera significativa. Desde ese punto de vista, nadie podría decir que estamos amenazando o poniendo en riesgo de quiebra a la industria de la octava región que captura jurel. Asimismo, la palabra se la damos ahora al subsecretario y, posteriormente, al señor Macallan. Si es lo mismo, la intervención será breve; quizás el señor Macallan se haga cargo de este apunte, ya que, en el fondo, es efectivo que la macrozona sur –de la que estamos votando hoy– es la que destina mayormente sus recursos al consumo humano, alcanzando alrededor del 80 % en esa proporción. ¿No iría esto en sentido inverso desde esa perspectiva? Un segundo, antes de dar la palabra, el señor Saavedra me pidió que respondiera de forma conjunta. Gracias, presidente. A propósito de la discusión, ¿a dónde se destina lo que pescamos? Evidentemente, se destina en la región, abarcando desde la macroregión de la Quinta hasta la de los Ríos, donde se concentra la mayor cantidad de recursos destinados al consumo humano. No es así en otras regiones. El jurel se destina, en líneas generales, a lo que pesca la industria, pues se aprovechan los descartes, las vísceras y otros subproductos para la elaboración de harina de pescado. Sin embargo, lo que pescan los artesanales –las actuales 74.000 toneladas, más lo que se incrementará con este nuevo acuerdo– se destina íntegramente a producir harina de pescado, con todas las implicancias que ello conlleva. Para dejar las cosas en su justa dimensión, si lo que se pesca en la quinta región se descarga en esa misma zona, sin lugares intermedios, mientras que en otros lugares sin desembarque se concentra el producto, se evidencia de forma clara la problemática. Además, existe otro inconveniente relacionado con el fracaso en esta materia.
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que los artesanales necesitan que efectivamente el monto que se les asigne sea el que les llegue, porque en la actualidad no llega, por alguna razón, el monto total de lo que se les tiene asignado. Ahora, en materia de uso de los recursos, reitero lo dicho: la pesca industrial, en su esencia, está destinada al consumo humano. Hay otra situación que también debemos resolver, que lo comprado —o lo traspasado, más bien dicho— de la ORP no es propiedad. Estamos pescando para mantenerle la historia al verdadero propietario, que es el que está fuera del país y que concedió, por lo tanto, el uso de esta pesca. Es importante dejarlo en el lugar que corresponde, porque de lo contrario nos perderíamos en la discusión y estaríamos pensando que estamos aumentando la propiedad de jureles, lo que podría llevar, en un futuro, a que la ORP diga: “¿Sabe qué? No le voy a conceder más”. Y hasta aquí llegamos, comprándonos un problema grande al interior del país, luego, con las licencias pesqueras que van a estar adjudicadas. Bueno, eso. Secretario, le pido al señor Insulza si podemos apagar el micrófono. No, perdón. Señor Secretario. Sí. Presidente, por su intermedio, señale que el jurel es una pesquería altamente migratoria y que se distribuye, a diferencia de las otras pesquerías que hemos resuelto en las votaciones de fraccionamiento previas, a través de una administración global, que en este caso es la ORP, la Organización del Pacífico Sur, que administra esta pesquería. Chile tiene el 66% de la cuota global de captura del jurel; es decir, de todo el jurel que se captura en el mundo, dos tercios de ese jurel lo tiene por derecho Chile para poder capturar. No obstante, teniendo esa cifra, la verdad es que sacamos el 90% del total de jurel que se extrae en el mundo, según cifras del año que recién pasó. En años anteriores ha sido 82, 85; el año pasado llegamos al 90% del total de jurel que se extrae mundialmente. ¿Cuál es la característica especial que tiene esta pesquería para Chile? Que el jurel se encuentra casi íntegramente —y, para decirlo en 2024, íntegramente— dentro de las 200 millas de la zona económica exclusiva de Chile. Es decir, lo que ocurre, paradojalmente, es que tenemos una gran cuota de jurel: compramos cuota de jurel a terceros países, pero la extraemos dentro de nuestras 200 millas; es decir, es jurel que compramos de cuota extranjera y extraemos en nuestra zona económica exclusiva. ¿Qué es lo relevante que hay que tener a la vista en esto, a propósito de las cifras que señalaba el ministro recientemente y que muestran que la variación sería muy menor para la industria? Es que el crecimiento del 25% aplica tanto para la cuota chilena del 66% como para los terceros países que le venden a Chile. Por lo tanto, lo que Chile va a tener es acceso a mayor cuota para poder comprar a terceros países, y de esa forma no solo completar esa diferencia de 2,5% que señalaba el ministro en relación a la variación de fraccionamiento, sino también un gran volumen de oferta por parte de terceros países para adquirir cuotas que el sector artesanal no puede obtener. Esa es la diferencia muy importante en este caso, porque el sector industrial tiene la posibilidad de acceder a cuota para acrecer su participación en esta pesquería; sin embargo, el sector artesanal, por sus características, no puede comprar cuota al exterior, de hecho, no lo permite la Organización del Pacífico Sur. Hago esa distinción porque me parece muy importante y también para señalar la envergadura del problema que hoy existe en esta pesquería, por lo que es tan importante esta discusión. Hoy se distribuye, todos los años, un porcentaje de imprevistos para subsidiar la pesca del sector artesanal, y no hay nada menos imprevisto que eso, o sea, dado que tenemos la distribución que hoy día existe.
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Hay que distribuir una cuota de imprevistos para el sector artesanal. Y además, a propósito de —probablemente esto explica la indicación del Senado Provence— se realizaron gestiones también del Senado en el gobierno del presidente Piñera, que estableció una negociación con el Gobierno de China para traspasar una cuota de la que le corresponde a China al sector artesanal, de modo que éste pueda desarrollar la faena de pesca. Todos los años también se celebra un rito, que es distribuir lo que se denomina en el mundo del jurel como la “cuota china”, la cual va a la región de Atacama, a la región de Coquimbo y a la región del Bío Bío. Expongo que las diferencias son de tal envergadura que se ha debido acudir a instrumentos de esta naturaleza para resolver el problema y, por cierto, destacar que la importancia de Chile en el mundo de la pesca del jurel hace que el crecimiento del 25% genere beneficios, no solo por la cuota que hoy tenemos, sino también por la capacidad de acceder a un mercado que probablemente venderá esa cuota a un precio menor para Chile. Vamos a proceder ahora a votar. Yo lo único que digo es que no entiendo por qué se aplica un criterio mixto, el que ustedes aplicaron, donde incluso se observan diferencias dentro del mismo oficialismo. La Comisión de Pesca fue presidida y tenía mayoría de oficiales de gobierno; los mismos senadores de gobierno tenían mayoría en la Comisión de Pesca. Los veo tan divididos que no entiendo por qué, frente al criterio que se ha aplicado para zanjada la diferencia entre la Cámara y el Senado en la Comisión Mixta —donde en algunos casos el gobierno dice “sí, vamos a Mixta porque no hay acuerdo”— aquí los veo todos en desacuerdo, sin ocupar un mismo criterio. En definitiva, para que se establezca un criterio, es importante recordar que la Comisión de Hacienda ha abordado todo el tema constitucional, que no es menor; se ha discutido el tema de la pesca ilegal, que además afectaba a los impuestos; y también hemos visto el tema de las licitaciones, que tiene relación directa con la recaudación. Por ello, contamos con la intervención del Ministro de Hacienda ayer, a quien reconozco como un gran aporte. Lo pongo sobre la mesa como un elemento de criterio. Insisto en dos aspectos. Primero, la Comisión de Pesca del Senado no conocía el aumento que iba a haber en el OROP; creo que eso es fundamental. Esa votación se realizó en enero, mientras que lo del OROP ocurrió en febrero. En segundo lugar, es cierto —como reconocí en la discusión anterior— que las diferencias cruzan los sectores políticos en ambos lados, pero quiero insistir en que la indicación que propone el Ejecutivo es equivalente a la indicación del senador Provence y la senadora Proboste. Y, por último, a diferencia del caso de la Merluza, en este asunto estamos más cerca de lograr un acuerdo, es decir, estamos más cerca de una votación que nos evite la comisión mixta, aunque ello no vaya a suceder; en el caso de la Merluza, donde existen diferencias mucho mayores y también transversales políticamente, la mixta ocurrirá de todas maneras. Senador Núñez. Presidente, le explico: en el caso de la pesca existen realidades regionales que es preciso comprender. No puedo descalificar a un senador de la octava región, aun siendo oficialista, por tener una mirada distinta respecto al impacto, ya que es diferente a la realidad que vivimos del jurel en la región de Atacama y en la de Coquimbo. Quiero insistir en esto: en el caso de Coquimbo, el 90% de la cuota industrial, desde el primero hasta el último jurel, se destina a la producción de harina y pescado, a diferencia de la octava región, donde lo destinado al consumo humano, que representa apenas un 7%, proviene de la cuota artesanal. Por lo tanto, por supuesto, queremos que haya mayor cuota artesanal, no solo por el efecto positivo, sino también porque nuestra región, muy parecida a la de Atacama, se estimulará para una mayor producción destinada al consumo humano. En ese sentido, con el senador Gaona y el senador Walker estamos de acuerdo. Ese es el punto que nos une, presidente. Espero sinceramente que logremos el acuerdo en la Comisión de Hacienda, lo cual eliminará una indicación en la sala.
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Si no hablamos que nada en la sala. Eso. Senador Walker, que acaba de llegar, de Coquimbo, lo escuchamos. Señor Presidente, yo quiero ratificar lo que ha dicho el senador Daniel Núñez. Efectivamente, los senadores de las regiones de Coquimbo y Atacama, los cinco senadores, junto con el senador Rafael Proves, la senadora Probostra, el senador Núñez y el senador Gaona, hemos estado en la misma posición. Además, el argumento que señala muy bien el senador Núñez, lo ratificamos la semana pasada en la reunión con FEDRAMAR, que es la organización más importante de la pesca internacional de la región de Coquimbo, presidida por Pascual Aguilera, en lo que respecta a la distinción entre la captura para el consumo humano y para la industria. En la región de Coquimbo y en la región de Atacama se da un círculo virtuoso, que bien lo conocen el ministro y el subsecretario. La poca industria que hay, que cada vez es menos, lamentablemente —a diferencia de la realidad de la región del Bío Bío, por ejemplo, que se abastece de la pesca artesanal— se nutre directamente de esta actividad. En efecto, la pesca artesanal captura, generalmente, con botes de 12 metros de eslora y le vende a la limitada industria que queda en la región. Por ello, no existe conflicto en nuestra región entre la pesca artesanal y la pesca industrial, a diferencia de otras regiones del país. Esto ha quedado materializado en la indicación que hemos presentado, y por eso es tan importante la propuesta de la indicación del 70-30 en el caso de Jurel. Gracias, presidente, y gracias, senador Walker. Senador Saavedra. Al comentar que, reitero, en la macrorregión, desde la Quinta hasta la de los Ríos, operan cerca de 500 lanchas de entre 12 y 18 metros. Para ser exactos, no son lanchitas. Ellos, ojo, venden lo que pescan a la industria para elaborar harina de pescado. Eso no es magia: hay alguien que procesa, y es la industria, ya que es lo que se pesca dentro de las cinco millas y cuya trazabilidad no permite su consumo humano. Y ahí tenemos un problema, que hay que decirlo también. Lo que se pesca fuera de las cinco millas es lo que va para el consumo humano, pues tiene otras condiciones y se realiza con otra calidad, y eso lo hacen los pesqueros de alta mar. Existe, por tanto, una interrelación, una integración y una cadena virtuosa entre la pesca artesanal, la pesca industrial, el procesamiento y la comercialización, que es la que en la región del Bío Bío se ha potenciado y desarrollado. Yo quiero que eso también se considere a la hora de que la distribución sea lo más justa, sin privilegiar ningún sector, porque un desbalance en esta distribución genera un impacto negativo en la región. Ya estamos hartos con el tema del desempleo, producto del cierre de otros procesos productivos, que, si bien aquí no viene al caso comentar, el Ministro de Economía conoce, ya que estamos obligados a generar proyectos productivos que no solo produzcan empleo, sino que también brinden estabilidad. Y otra cosa: cuando se cierra una industria, se tiene que partir de nuevo, y los ingresos nunca son los mismos, siempre son menores. Senador García. Gracias, presidente, por su intermedio. Quisiera hacer una consulta al Ejecutivo. Yo tendría a pensar que la indicación de los senadores Proves y Probostra para las regiones III y IV, el 30-70, puede ser razonable. En cambio, el jurel de la región de Valparaíso a los Ríos, el 70-30, termina perjudicando una industria que va al consumo humano y que genera mucho más empleo. De la discusión que hemos tenido, esa es la conclusión a la que llego naturalmente, con las limitaciones propias de no pertenecer a una región. Pero entonces, quería preguntarle al Ejecutivo si comparte mi análisis. Senador Macaya, después del senador García. He pensado, pero quiero—claro—como el subsecretario... ah, perdón, perdón, pensé que terminaba. Si el Ejecutivo comparte mi análisis, le doy la palabra al senador Macaya y, posteriormente, al Ejecutivo para que se haga cargo de estas dos consultas. Muy brevemente, dos cosas.
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