Ahora sí, en nombre de Dios y de la Patria se da inicio a esta sesión. Muy buenas tardes a todos, a todas, a los parlamentarios y a nuestros invitados. El acta de la sesión 84 se da por aprobada por no haber sido objeto de observaciones y el acta de la sesión 85 queda a disposición de los señores y señoras diputadas. De la cuenta, señora secretaria.
Gracias, presidenta.
Se han recibido los siguientes documentos:
Correo del jefe de gabinete de Senapred, de fecha 2 de abril, por el cual se excusa la asistencia de la Directora Nacional, señora Alicia Cebrián, a la sesión del día de hoy por actividades previamente agendadas en terrenos fuera de la región, las cuales son imposibles de postergar; sin embargo, comunica su disposición para poder participar en otra sesión que sea fijada para tales efectos.
Correo del Gabinete del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, de fecha 3 de abril, por el cual se excusa la asistencia al Ministro de Vivienda y Urbanismo, señor Carlos Montes, por compromisos contraídos con anterioridad. Del mismo modo, se comunica que la Subsecretaria de dicha cartera, señora Gabriela Algueta, no podrá asistir por tener programados viajes a regiones; informando que, en su representación, asistirá la directora del Servicio Región del Maule, la señora Paula Oliva.
Correo del coordinador legislativo del Ministerio de Obras Públicas, de fecha 4 de abril, por el cual se excusa la asistencia a la Ministra de Obras Públicas, señora Jessica López, por motivos de agenda; se informa que, en su representación, asistirá la Directora Nacional de Obras Hidráulicas, la señora María Loreto Mery Castro.
Indicaciones sustitutivas del presidente Anapsi, señor Cristóbal Mir, de fecha 7 de abril, para los proyectos de ley refundidos que están en tabla en la sesión de hoy. En ese mismo sentido se rindieron indicaciones de la diputada Marcela Riquelme, indicaciones de los diputados Ricardo Cifuentes y Felipe Camaño, e indicaciones del diputado Cristian Araya.
Se registraron dos reemplazos: mediante nota del jefe de la bancada Unión Demócrata Independiente de fecha 8 de abril se comunicó que el diputado Felipe Donoso reemplazará al diputado Guillermo Ramírez durante la sesión de hoy; y, asimismo, una nota del jefe de la bancada socialista de fecha 8 de abril informó que la diputada Emilia Nullado reemplazará al diputado Nelson Venegas durante la sesión de hoy.
Finalmente, se recibió un correo del señor Felipe Ross, de fecha 8 de abril, en el que solicita que la Comisión realice sus buenos oficios en favor de la brigada de bomberos El Bosque Sur, para que ésta pueda desempeñar adecuadamente y de forma segura su labor. Se expone que, en la comuna del Bosque, un grupo de jóvenes atacó con bombas de ruido a dicha brigada en la sede social donde funciona, ubicada en la calle Las Parcelas, lo que tuvo como lamentable resultado la lesión auditiva de tres bomberos y puso en evidencia la precariedad de sus instalaciones, así como los riesgos que enfrentan al cumplir su función.
Se ofrece la palabra sobre la cuenta al diputado Araya.
Diputado Cristian Araya: Muchas gracias, Presidenta. Primero, saludo y doy la bienvenida a quienes hoy nos visitan. Quisiera rescatar el último punto de la cuenta, relativo a una brigada del Cuerpo Bombero Metropolitano Sur emplazada en la comuna del Bosque, un sector bastante aislado donde los tiempos de respuesta son muy lentos. Por ello se está conformando una nueva brigada para cubrir una zona de alta vulnerabilidad.
Lamentablemente, anoche se tuvo conocimiento de que una brigada, en formación, fue atacada con una bomba de ruido, lo que dejó lesionados a algunos voluntarios. Considero que lo expresado por el señor Felipe Ross es muy atendible y sería bueno oficiar, ya sea al cuerpo de bomberos respectivo, manifestando nuestra preocupación, y solicitar al gobierno regional los recursos necesarios para que puedan desempeñar sus funciones de manera correcta. No solo prestan su tiempo, sino que arriesgan incluso su integridad al ser agredidos en su propio cuartel; es como si a cualquiera de nosotros lo atacaran en casa.
Propongo convocar al superintendente del cuerpo de bomberos para que nos informe sobre la situación y el estado de salud de los tres bomberos lesionados, y a la vez nos haga ver la necesidad de establecer una brigada de bomberos en El Bosque Sur. Luego de esa exposición, podríamos oficiar al gobierno regional, pero primero escuchemos lo que nos tenga que decir para poder citarlo en la próxima sesión; y de ser posible, fijaremos la fecha con la Secretaría. ¿Estamos de acuerdo? [Sí].
Muchas gracias.
¿Algo más sobre la cuenta? No.
Pasamos a la orden del día, y se ha alterado el orden de la sesión a efectos de atender de manera más eficiente a los invitados del día de hoy. Por lo tanto, vamos a pasar al punto 2, que consiste en recibir en este caso a la Directora Nacional de Obras Hidráulicas y, en la misma línea, a la Ministra de Obras Públicas, señora Jessica López Saffie. Se les da la bienvenida.
A la Directora Nacional de Obras Hidráulicas, la señora María Loreto Mery Castro, muy bienvenida a nuestra comisión. Siempre será muy bienvenida en esta comisión, directora, con el objeto de abordar en detalle los planes de tratamiento y mitigación para futuras inundaciones, los trabajos que se están realizando en la actividad, así como los estudios futuros en relación al río Mataquito en la comuna de Licantén, Región del Maule.
Se encuentra presente, con este mismo objeto, la directora del servicio de la Región del Maule, la señora Paula Oliva, quien se encuentra precisando en el computador para su presentación, dadas las excusas del ministro de Vivienda y de la subsecretaria. Igualmente, reiteramos las excusas de la directora de SENAPRED.
Recibimos también, sobre este mismo punto, al alcalde de Licantén para que se refiera a los problemas que afectan la comuna; lo que vimos precisamente la semana pasada. Se encuentra presente el alcalde, don Claudio Reyes Fuenzalida, nuevamente. Bienvenido, alcalde.
Por supuesto, en representación de la Junta Nacional del Cuerpo de Bomberos de Chile, el diputado honorario que tenemos aquí –nuestro abogado asesor jurídico, don Fernando Recio–, es siempre un placer recibirlo.
Bueno, entonces, para proceder, hay una presentación de la Directora Nacional de Obras Hidráulicas. Tengo entendido que ya fue informada sobre la temática del día de hoy, así que le damos la palabra, directora.
Muy buenas tardes a todas, a todos. Presidenta, por su intermedio, he traído una presentación que aborda, más allá de la situación de la comuna de Licantén, el proceso de reconstrucción de lluvias 2023 en términos generales, dada la magnitud de esta afectación y la situación permanente de cambio climático que estamos viviendo. Como Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas, nos encontramos en emergencia permanente: sean incendios, inundaciones, etc., estamos acudiendo a la protección de las personas y de la infraestructura pública y privada.
Solo para recordar, algunas imágenes de la emergencia muestran las tres regiones más afectadas: O'Higgins, Maule y Ñuble.
¿Cuál fue la afectación? En 2023 tuvimos en total 460 afectaciones: 228 en el mes de junio y 232 en el mes de agosto, y, dado el lapso tan breve, no fue posible incluso llegar a soluciones de mitigación. Algunas afectaciones se duplicaron en términos del evento que representaron. Como se puede ver, lo más importante son las 162 afectaciones en servicios sanitarios rurales y las 282 en el caso de cauces. Los servicios sanitarios rurales se explican por tres elementos: primero, cortes de energía que se resolvieron muy rápidamente; segundo, inundaciones propiamente dichas, que permitieron recuperar el servicio una vez que bajó el agua; y tercero, la turbiedad de las aguas, que, al normalizarse los caudales, permitió una recuperación más veloz.
En la lámina siguiente podrán ver que las afectaciones en servicios sanitarios rurales disminuyen considerablemente por estas tres condiciones.
Esta información la tienen, así que voy a tratar de ir pasando rápido para que lleguemos al tema de Licantén. El sistema frontal, además de afectar a las regiones de O'Higgins, Maule, Ñuble y Biobío, afectó también a Valp...
En total, de las 460 intervenciones –considerando duplicidades– se llegaron a 415 intervenciones, sumando un total de 106 mil millones de pesos invertidos en el 2023, con recursos sectoriales. Recordemos que aquí no hubo disponibilidad adicional de recursos para la emergencia.
El 100% de los trabajos de defensas y encauzamiento se encuentran terminados. En relación a los cuatro estudios en cartera, dos están terminados y dos se encuentran en proceso de término. Así, los estudios de Guayaquillo –realizado por la Universidad de Chile– y el de eventos climáticos de la zona central –desarrollado por la Universidad Católica– están terminados, mientras que el estudio en Licantén y el de la zona del Salto del Laja están en proceso, siendo este último desarrollado por el Instituto Nacional de Hidráulica.
En términos muy generales, el estado de los servicios sanitarios rurales refleja que hubo 27 afectaciones importantes, 22 contratos y una inversión total de 5.200 millones de pesos.
Respecto a las intervenciones de obras hidráulicas en los cauces comprendidos entre O'Higgins y Bío Bío, se registraron 374 afectaciones y 137 contratos. La etapa de encauzamiento –que permite recuperar el eje hidráulico del río para determinar si se requiere enrocado o defensa fluvial– alcanzó un total de 246.200 metros, mientras que el enrocado sumó 19.124 metros a lo largo del país, con una inversión total de más de 89.000 millones de pesos.
En la región de O'Higgins se registraron 70 afectaciones y 24 contratos, con 42 kilómetros de encauzamiento y 5 kilómetros de enrocado, invirtiéndose más de 16.000 millones de pesos.
En la región del Maule se registraron 231 afectaciones y 65 contratos, con 83 kilómetros de encauzamiento y 10 kilómetros de enrocado, lo que representó una inversión total de 41.419 millones de pesos; es decir, aproximadamente el 50% del monto invertido en obra se destinó a dicha región.
Entre los detalles de obra, se destacan intervenciones en el río Maule, en el sector La Mina; el río Chibueno en Linares; el río Lontué en Curicó; y el río Perquilauquén en Parral. En la región de Ñuble se registraron 55 afectaciones, 38 contratos, una inversión de más de 23.000 millones de pesos, 93 kilómetros de encauzamiento y 3,5 kilómetros de enrocado, siendo este último menor que en otras regiones. Asimismo, se observa el río Ñuble y se presentan cuatro imágenes del trabajo desarrollado durante el verano –la época estival del 2024–, ya que se debía esperar la baja del nivel de agua para introducir la maquinaria.
En la región del Bío Bío se registraron 18 afectaciones y 10 contratos, con una inversión de 3.882 millones de pesos, 29 kilómetros de encauzamiento y menos de un kilómetro de enrocado.
Por último, en Licantén se estableció el compromiso de realizar un estudio para determinar cuáles obras deben ejecutarse y comprender qué está sucediendo en la zona. Se presenta una imagen satelital, correspondiente al 26 de agosto, de la desembocadura del río Mataquito. Aunque no dispongo de un puntero para señalarla, la imagen evidencia que, a tres días del segundo evento importante, se produjo la ruptura de la barrera en el sector habitual de la salida del río. Se mostraron además algunas imágenes que indican que, a 4 kilómetros al norte, es donde el río sale efectivamente, constatando la apertura del cauce.
Efectivamente, la barra se abrió 4 kilómetros más abajo, más hacia el sur. Y ahí está la apertura antecrecida y la apertura actual. Hay una diferencia de 4 kilómetros, por eso también era importante hacer todo ese análisis.
Bueno, como señala ahí, la situación del río Mataquito en la zona de Licantén y la interacción de su comportamiento hidráulico con las condiciones de su descarga al mar, junto con la afectación por inundaciones, infraestructura, terrenos agrícolas y viviendas —incluyendo parte de la zona urbana de Licantén—, llevó a la DOH a desarrollar un estudio hidráulico con el Instituto Nacional de Hidráulica. Hicimos sinergia en ambas instituciones para poder realizar este estudio.
Este estudio se inició el 30 de enero del 2024 y tiene fecha de término el 22 de octubre del 2025, estando ajustado absolutamente a la carta GAN. El objetivo principal era diagnosticar la dinámica fluvial y marítima del río Mataquito en la zona de Licantén, para poder elaborar propuestas de medidas estructurales y no estructurales orientadas a mitigar el problema de inundación y/o erosión. Por ello, este estudio tiene cinco objetivos específicos: hacer el diagnóstico hidráulico fluvial; identificar las zonas de inundación y/o erosión de riberas; estudiar la dinámica marítima fluvial; realizar la caracterización geomorfológica para poder establecer patrones de dinámica fluvial; proponer medidas de mitigación estructurales y no estructurales (etapa en la que nos encontramos actualmente); y, finalmente, elaborar un informe técnico de deslindes del cauce que es fundamental compartir con la comunidad.
Aquí está el cronograma, tal como se presenta. Se inició el 30 de enero del 2024, y se ha cumplido a cabalidad con el programa de trabajo, con la recopilación de antecedentes y el levantamiento de información. Hoy nos encontramos en la hidráulica fluvial y marítimo costero, iniciando el diagnóstico de las propuestas de deslindes, medidas estructurales y no estructurales, cuyo informe final estará terminado el 22 de octubre, como fue nuestro compromiso.
Ahora es importante mirar algunos elementos que nos ha ido arrojando el estudio. El estudio abarca desde Doca Mávida hasta la desembocadura del río, pero tomamos un área hacia el norte y otra hacia el sur para analizar adecuadamente los flujos, tanto fluviales como en la barra, abarcando desde Rancura hasta el río Huanchuyami por el lado sur. Se trata de una longitud de cauce de 43 kilómetros y un área completa de 80 kilómetros cuadrados.
Es importante lo que pongo acá en pantalla, que son los dos puentes: el puente Lautaro y el puente Mataquito, ya que hay algunas observaciones respecto a este tipo de obras que debemos ir analizando.
En el diagnóstico, tenemos a Licantén y los periodos de retorno. Se puede apreciar que, en el azul oscuro, corresponden a 2 años; luego, 5, 25, 50 y 100 años de retorno. Esto significa que, dejando de lado el área azul, se podría considerar que toda esa zona se inundará cada cinco años, tal como nos indica el estudio hidráulico realizado. Por lo tanto, ya que tenemos el diagnóstico, ahora debemos determinar las medidas de mitigación y, en caso de ser necesario, establecer qué obras se deben ejecutar para que no actúen como barreras y, al contrario, eviten que la inundación genere mayores daños.
Los niveles de marea no afectan la inundación en Licantén, según lo demostrado hasta el momento. Cada cinco años, la comuna se ve afectada por crecidas, de acuerdo con todos los modelos estudiados. La abertura de la barra tiene poca relevancia en las inundaciones en Licantén, ya que, a pesar de la diferencia de 4 kilómetros, no fue ese factor el que más alteró la dinámica de la zona. Asimismo, las alturas máximas de inundación, correspondientes a un periodo de retorno de 100 años, pueden superar los dos metros en sectores de Licantén cercanos a la ruta J60; imagínense una altura de 2 metros, muy cercana a lo que ya se vivió. Ese es el panorama de Licantén en general.
Ah, esto es el puente Lautaro. Aquí tengo una profundidad de cauce y caudales asociados a...
La hidrología, aun cuando la abertura de la barra no incide en el tamaño del área inundada, sí vimos que el terraplén de acceso norte al puente Lautaro funciona como un dique. Eso es lo que hemos evaluado hasta ahora en un periodo de retorno de cinco años; por lo tanto, son obras que vamos a tener que mirar desde otra perspectiva. Lo mismo ocurre con el puente Mataquito: sucede exactamente lo mismo que en el puente Lautaro. En este caso, la mayor afectación corresponde a predios agrícolas, a diferencia del caso anterior.
La etapa en la que nos encontramos –la de proposición de deslinde y recomendación de medidas– nos lleva a analizar, en términos de medidas estructurales, el efecto de las inundaciones y a considerar la remoción de los terraplenes de acceso a los puentes Mataquito y Lautaro. Asimismo, en lo que respecta a la defensa fluvial en Licantén, junto a la ruta J60 –la cual se inunda de todas maneras– el desafío consiste en compatibilizar la ubicación y el tamaño de la defensa con la afectación al drenaje natural de aguas lluvias. Esto significa que, al disponer de una altura mayor que el terreno natural, la instalación de diques, barreras o defensas fluviales podría ocasionar, de igual manera, una acumulación de aguas y posterior inundación.
Ante la baja concentración de viviendas en las localidades rurales, se plantea evaluar un diseño de defensas fluviales para un periodo de retorno de 100 años. Una vez terminado el estudio, previsto para octubre de este año, será compartido. En cuanto a las medidas no estructurales, se entregará el estudio a MIMPU y a CENAPRED como insumo para la elaboración de un mapa de riesgo de inundaciones que se incluirá en el plan regulador comunal de Alicanten u otros instrumentos de planificación territorial. Además, servirá para gestionar el riesgo de desastres y facilitar a la DGA el estudio que complementará el sistema de monitoreo de amenazas de inundación por crecida en el río Mataquito en el área de estudio. Esto es, en definitiva, lo mínimo que debemos realizar.
En términos de recomendaciones, se destaca el estudio de caracterización de las precipitaciones y crecidas del río, realizado por la Universidad Católica, en el que se observa que, en la última década, ha habido un aumento en la cantidad de eventos de precipitaciones con isoterma cero elevada. Esto implica que una mayor proporción de la cuenca recibe precipitaciones en estado líquido. Dada la alta incertidumbre en las proyecciones y escenarios de cambio climático, es necesario actualizar este tema de forma periódica. Se propone actualizar los parámetros hidráulicos, la temperatura y las precipitaciones diarias, especialmente para el diseño de nuestra infraestructura, en la que una falla podría provocar grandes daños o riesgos para la vida humana. Paralelamente, una vez finalizado el estudio, revisaremos toda la norma técnica del MOB en lo que respecta a los manuales de carretera de la Dirección de Vialidad, al manual de drenaje urbano de la Dirección de Obras Hidráulicas y al manual de cálculo de crecidas de la Dirección General de Aguas.
Presidenta, por su intermedio he compartido la presentación y el compromiso que tenemos en el Ministerio de Obras Públicas de realizar este estudio para Licantén, a fin de abordar oportunamente este tema con el alcalde. Antes de pasar a las preguntas, se espera poder abordar en forma posterior el tema de Villa del Esfuerzo.
Diputado Donoso, bienvenido.
Muchas gracias, Presidenta. Bienvenidas, además, las autoridades que nos visitan, lo cual resulta muy oportuno, ya que este estudio ha surgido precisamente a raíz de una inquietud creciente en relación al tema.
Alcalde, que cada vez que lo visitamos nos dice: "Esto es importante para mí y para la comuna", y es un hecho tan real y violento, mucho más incluso que lo que vimos en la presentación. La zona inundable de 100 años inundó el año antepasado. Es así de violento, no es algo que pueda pasar. Y no se inundó una vez, se inundó dos veces en un año. Entonces, es de vital importancia; el alcalde asume recién, pero eso no quiere decir que no lo haya vivido, y por lo tanto, la inquietud es cómo buscamos una solución hacia adelante. La directora nos plantea, y esa es la duda, que se está haciendo el estudio, que este estudio estará en octubre y se lo entregará a Serviu y a Cernapred, pero la pregunta es si, junto a esta carta GAN, vamos a establecer otra carta GAN del Ministerio de Obras Públicas para ver qué hacemos con el puente Lautaro y Mataquito, que ya tenemos claro que son parte del problema. Es evidente que esto no es un problema de gobierno y, quizás, no del futuro, sino que es un plan a largo plazo, porque son inversiones gigantescas que tenemos que hacer para que Licantén completo no sea una zona inundable. Ya logramos que el próximo hospital se construya en una zona que no va a ser inundable, pero eso puede ir cambiando; por lo tanto, me gustaría saber un poco qué se hace con este estudio después y cómo planificamos hacia el futuro.
Y en lo previo a usted, en la presentación, directora, habló del informe que también estaba pendiente del Guayquillo. Me queda la duda de si ese informe es del estero Guayquillo de Curicó u otro. Cosa de saber un poquito más de aquello.
Muchas gracias, diputado Benozo. ¿Alguna otra consulta?
Alcalde, ¿usted quiere hacer alguna pregunta a la directora de la DOH?
Sí, saludar y agradecer nuevamente el poder estar acá con ustedes, porque efectivamente, como bien lo dice el diputado Donoso, si bien yo asumo recién en diciembre, he vivido toda mi vida en Alicante. He sido concejal durante 12 años; mi padre, alcalde durante 16. Créanme que la historia de Alicante la conozco mucho mejor de lo que puedo incluso relatar.
Digo esto porque, cuando digo que conozco la historia de Alicante y cuando escucho que una de las problemáticas que se generan es tanto el terraplén camino hacia el puente Lautaro como hacia el puente Mataquito, eso es efectivo. Pero me causa un poco de, no sé cómo llamarlo, algún interrogante, que no sé cómo toman las medidas los técnicos, sin preguntar tal vez a los vecinos de los sectores para definir ciertas acciones. Porque en el puente Lautaro –o camino al puente Lautaro–, el año 24 ya se hicieron algunas acciones en las que se pusieron cajones en cierta cantidad de metros de ese terraplén, o tubos, perdón. El problema es que esos cajones –o tubos, pues, son cajones, no son tubos– se colocaron en la parte más alta del terraplén, y todos sabemos que el agua escurre por las partes más bajas, donde no se hizo ninguna acción, ninguna acción. Entonces, no se logró nada, absolutamente nada, con la instalación de esos cajones. Efectivamente, cuando ya tengamos el agua hasta el cuello, van a empezar a escurrir por ahí y a trabajar. Pero esos cajones debieron haberse instalado en la parte más baja de esos sectores para que el agua no tuviese que subir tanto el nivel para empezar a pasar. Esa es una preocupación bastante grande, y ahí, créanme, que con toda la comunidad, entre risas y con rabia, nos preguntamos cómo se justifica un gasto tan elevado en instalar estos cajones en un sector que efectivamente van a "trabajar" –cuando ya estamos con el agua hasta el cuello–. Esos cajones, que son 30, 40 metros al menos, debieron haberse instalado en la parte más baja del terraplén, porque así habrían actuado y trabajado mucho antes, tal vez aminorando bastante el daño que se genera en la comuna de Alicante.
Por lo demás, veo que se habla –entiendo que es parte del estudio que se está realizando hoy día–. Estamos hablando de que se nos corrió 4 kilómetros la desembocadura hacia el sur, que efectivamente eso es así. Estamos hablando de que...
Tenemos la problemática de los terraplenes, pero no estamos hablando de algo súper importante porque, al lado del puente Lautaro, lamentablemente hoy día no cuento con las imágenes. Se las relaté hace dos semanas cuando estuve con ustedes: tenemos un islote de 250 a 300 metros de largo, 50 metros de ancho y 3 metros de altura, lleno de sauces, lleno de aromos y, además, pequeñas islas adelante.
Así, el terraplén causa hoy día obstrucción para que circule el agua, aunque la primera obstrucción no es el terraplén, sino el mismo cauce, que se encuentra completamente sucio. Yo creo que, cuando hablamos de medidas de mitigación –y lo hemos visto con el tema del bache de la región, habiendo estado en terreno y visibilizado la situación–, se han convencido de que la primera medida a tomar debe ser la limpieza de dicho cauce. Porque, tal vez, si generamos esa limpieza, le daremos fluidez y velocidad al agua, y ésta también contribuirá a depurar el cauce que hoy se encuentra sucio.
Espero que en el estudio que nos indique nuestra directora se plasme esta necesidad y que, junto con la instalación de enrocados y defensas fluviales, se incluya la limpieza del cauce del río Mataquito.
Yo lo decía la semana pasada: esa limpieza debe iniciarse por la parte final, ya que ésta es la que nos va a dar la velocidad necesaria e incluso ayudará a abaratar los montos y costos de este tremendo trabajo que, como bien lo decía el diputado Donoso, no pasa por este gobierno y tal vez tampoco por el siguiente. Tal vez, y lo tengo súper claro, es mucho más: aquí se trata de una política de Estado que debe implementarse no solo en Licantén, sino en las distintas ciudades del país que están sufriendo situaciones similares.
Hoy día vengo a abogar ante ustedes, ante nuestros parlamentarios –me acompañan el diputado José León y el diputado Donoso–, porque creo firmemente en la importancia de lo que nos está ocurriendo, cada vez de manera más cercana. Les decía hace una o dos semanas: la primera inundación fue en el año 72, la segunda en el 85, la tercera se registró en el 2008 y la cuarta y quinta en el 23. Los niveles de afectación en 2008 ya fueron similares a los de la primera inundación del 23, lo que evidencia que ya no se trata de la frecuencia de 100 años para que se llegue a este punto, ya que pasaron 20 años. ¿Se fijan?
Creo que esos datos, directora, son necesarios para que ustedes los manejen y, además, para que las autoridades puedan comunicarlos a las personas de cada sector, pues es precisamente allí donde se evidencian algunas de las dificultades y problemáticas. Por ejemplo, la instalación de los cajones en el terraplén del puente Lautaro se realizó en un lugar que no se debió haber elegido, ya que existe otro sitio donde hubiera podido efectuarse un trabajo de mejor forma.
Me voy contento al saber que estamos trabajando y que ya tenemos una fecha para obtener un diagnóstico. Sin embargo, comparto plenamente lo que dice usted, diputado, en cuanto a la necesidad de avanzar en paralelo para definir los plazos de ejecución, a través del Ministerio de Obras Públicas, de todas estas acciones. No basta con contar con un diagnóstico que, cuando lo tengamos en mano, nos haga exclamaciones como “¡por Dios, qué mal, qué peligroso!”. No se ha trabajado, en ningún momento, en definir de qué forma se generarán los recursos para solucionar esta problemática, quedándonos únicamente en el estudio.
Por ello, quiero pedirles que colaboren en exigir al Ministerio de Obras Públicas –y a las demás autoridades– que se comience a trabajar de forma paralela en la búsqueda de esos recursos para avanzar de inmediato.
Por supuesto, muchísimas gracias, alcalde, nuevamente, por su inquietud. Nos sumamos a estas preocupaciones, como ya lo hemos visto, incluso en la región de Oji.
Sí, dos cosas solamente, directora. Primero, mi inquietud para este año: sabemos que a lo mejor no será un año tan lluvioso, pero ¿en qué etapa nos vamos a encontrar cuando llegue la crecida o la eventual crecida del río Mataquito? ¿En qué etapa nos encontraremos en el desarrollo de este proyecto, de este estudio o de las medidas de mitigación? Eso es una cosa. Y lo segundo es la misma petición que hice en la región de Jiguin y que también menciona el alcalde: la comunicación con las comunidades. Muchas veces estas decisiones tan importantes y cruciales deben ser conversadas no solo con los alcaldes, sino también con los propietarios ribereños y con las comunidades ribereñas. Es preciso que estas comunidades sepan qué se está haciendo en dichos sectores y que sean escuchadas al respecto. Yo le pido eso, directora, especialmente que cuando se inicien estas obras exista ese contacto y esa relación directa tanto con las autoridades como con las comunidades ribereñas.
Diputado Senedón: Gracias, representante. Una consulta, señora directora: en este estudio de las medidas de mitigación estructurales, ¿se han definido priorizaciones? En conversación con el señor alcalde se informó que el sector urbano –donde se encuentran, entre otros, la municipalidad, la Fiscalía y el Tribunal– es invadido por las aguas, lo que paraliza estos servicios públicos. Muchas gracias.
Directora: Gracias, Presidenta. Voy a tratar de dar respuesta a las inquietudes de los señores diputados. Con relación a la planificación que consultaba el diputado Donoso, el estudio recién está iniciando. Acabamos de terminar el diagnóstico de los flujos hidráulicos y de todos los antecedentes que hemos podido medir, con el objetivo de contar con puntos de referencia reales para las obras que deberían llevarse a cabo, tanto de mitigación como de medidas preventivas definitivas. Aún no disponemos de ese capítulo; de haberlo tenido, lo habría presentado. Por ello mencioné el puente Lautaro y el puente Mataquito, a pesar de que no es una competencia directa de la Dirección de Obras Hidráulicas –le compete a la Dirección de Vialidad–, pero somos un solo ministerio, por lo que debemos compartir la información y trabajar en conjunto para lograr una solución sistémica y global. Por supuesto que vamos a planificar y considerar aquello que corresponda como Ministerio de Obras Públicas. ¿Cómo lo vamos a hacer? No me puedo comprometer, ya que, como sabe, no contamos con recursos de emergencia. Los únicos recursos disponibles en el caso de la Dirección de Obras Hidráulicas son los recursos sectoriales, asignados mediante una cartera definida conjuntamente con el Ministerio de Desarrollo Social a través del proceso de los ARI cada año, de modo que en la discusión presupuestaria se deben tener en cuenta los ERS validados. Trataremos de dar prioridad a lo urgente. Entiéndase que, a pesar de que sabemos que Licantén está ubicado en una zona de cauce –efectivamente, la mitad de la población se encuentra en dicha zona–, debemos buscar una solución para que los efectos sean los mínimos posibles y evitar que se repita lo ocurrido en 2023. Asimismo, el estudio del estero Guaiquillo –correspondiente al estero de Curicó– estará disponible en una próxima oportunidad, y haremos públicos los resultados tan pronto como sea posible. Estamos terminando el informe final, a pesar de que el tema se encuentra judicializado entre los dueños de las viviendas, el municipio y la constructora.
Pero nosotros hicimos un estudio independiente y podemos compartirlo, un estudio que realizó la Universidad de Chile. Respecto a lo que señalaba el alcalde, no me cabe duda de que él tiene un gran conocimiento del territorio, probablemente mucho mayor que el mío. Sin embargo, efectivamente, tenemos ciertas preocupaciones y debemos empezar a mirar aquellas obras que ya se señalan como necesarias de cambiar. Eso tenemos que verlo en conjunto cuando correspondan a obras del Ministerio de Obras Públicas. La Dirección de Obras Hidráulicas tomará lo que le compete y la Dirección de Vialidad abordará lo que le compete para que veamos cómo mejoramos el tema.
Respecto a las limpiezas de cauce, efectivamente, alcalde, estamos trabajando con distintas limpiezas de cauce; probablemente estará consignado en el informe, pero quiero hacer un punto: en el año 2023 tuvimos 28 cauces afectados en su totalidad, con longitudes como la del río Mataquito. Ahí tenemos que priorizar, efectivamente, aquellos lugares donde hayan concentraciones de población o infraestructura pública o privada para hacer estas limpiezas, ya que, insisto, nuestro presupuesto es sectorial y limitado año a año.
Con relación a la mejora de la comunicación, cabe destacar que en el caso del Maule, durante todo el 2024 funcionó una mesa especial, la mesa de Mataquito, en la cual se comprometieron todas estas acciones que estoy comentando. Parte del estudio de Licantén surgió de la mirada de los propios vecinos.
Por último, respecto a la inquietud de la Presidenta en torno a la comunicación con las comunidades, estamos trabajando permanentemente con ellas cuando se trata de obras. Dentro de nuestras obras contamos con participaciones ciudadanas, por lo que debemos escuchar lo que tienen para decir. Cuando hemos tenido alguna diferencia con la comunidad, hemos ido a terreno para explicar en detalle la obra y el proyecto que estamos llevando adelante, y lo que significará para la comunidad. En el caso de Licantén, el estudio se dará a conocer una vez finalizado, porque me parece que la comunidad debe ser la primera en saber que efectivamente está ubicada en una zona de inundación y que los riesgos se presentan mucho antes de lo que se podría pensar; el evento de 2023 —reiterado en junio y agosto— fue de una magnitud que no esperábamos como sociedad.
En cuanto a la priorización, por supuesto, tendremos que priorizar, ya que no contamos con los recursos para cubrir todas las obras. Se dará prioridad, en primer lugar, a aquellas que permitan salvar vidas; en segundo lugar, a todo lo que proteja infraestructuras de servicios públicos y privados; y, en tercer lugar, se considerarán los terrenos agrícolas, dado que los recursos no alcanzan para abarcarlo todo. Me imagino que, sea o no yo quien esté presente, esto constituye una política de Estado, la que debe llevarse adelante en el caso de Licantén y de otras ciudades afectadas por inundaciones. Se conversará con la comunidad para que efectivamente logremos un consenso y podamos avanzar, ya que todos queremos evitar que se repitan imágenes como las que yo mostré. Yo las traje; sé que los eventos de junio y agosto fueron mucho mayores, pero tendemos a olvidar aquellos que no hemos vivido directamente en el territorio. Por lo tanto, es muy importante recordar la magnitud de este evento y tener claro que aún estamos lejos de alcanzar una gestión de riesgos de desastres acorde al camino que debemos avanzar.
Eso, Presidenta, muchas gracias.
Ahora, con micrófono, muchas gracias, directora, por su intervención. Vamos a darle la palabra entonces a la directora del CERMIU para que nos exponga respecto a este tema específico de la Villa del Esfuerzo. Muchas gracias, Presidenta.
Primero que todo, un poco de contextualización sobre lo que nos convoca a nosotros como Ministerio de Vivienda en el día de hoy, en virtud de la consulta que se nos hace en relación al proyecto habitacional Villa El Esfuerzo.