La sesión. Tenemos esta tarde invitados a poder exponer, no sé si están conectados ya por Zoom, a la Asociación Gremial de Mujeres de Plantas de Proceso de la Industria Pesquera Salmonera, la Presidenta, señora Paola Sangüesa, y la Tesorera, señora Patricia Ocampo. Escuchamos a Paola Sangüesa; no sé si estará conectada. Parece que todavía no lo estaría.
Entonces, si quieren, pasamos al segundo expositor, de la Federación Gremial de Organizadores de Pescadores Artesanales del Puerto Pesquero de Lebu, don Felipe Vidal. Muy bien, lo escuchamos entonces, don Felipe Vidal, para que pueda exponer. Aquí lo estamos escuchando atento y claro. Felipe, parece que está muteado; tiene que usted apretar ahí, o no sé si lo tenemos muteado nosotros. ¿Se escucha? Ahora sí se le escucha, lo escuchamos fuerte y claro. Se le escucha muy bien. Adelante.
Muy bien, lo escuchamos, don Felipe Vidal—perdón, Fidel Vidal. Buenas tardes, la verdad es que yo escucho bastante despacio, pero algo logro entender. Lo escuchamos y, obviamente, reiteramos nuevamente nuestra solidaridad, sobre todo con los familiares de los pescadores que fallecieron esta mañana.
Mi nombre es Lester Chávez Campbell, administrador del Puerto Pesquero de Lebu, y la Federación del Puerto de Lebu me encomendó hacer una presentación en torno al proyecto de fraccionamiento. Se solicita que la presentación se muestre en modo presentación en el PowerPoint, ya que actualmente se visualiza en formato reducido. No sé si se ve en pantalla completa; verifiquen, por favor, que ustedes vean lo mismo que nosotros. Ahí sí, ahí estamos. Adelante.
Bueno, como les comentaba, la Federación del Puerto me encomendó hacer una presentación, la cual vamos a concentrar en pesquerías, principalmente en la reineta de jibia, de importancia acá en la provincia de Arauco. Estamos en Lebu, en la parte sur de la Región del Bío Bío, y comenzaremos con la pesquería de reineta.
Como es de conocimiento, la pesquería reineta es una especie ampliamente distribuida en la costa nacional. De hecho, se han observado ejemplares incluso en Nueva Zelanda, extendiéndose aproximadamente por 2.500 kilómetros de costa.
Además, también, como es bien sabido, la especie reineta es considerada, por ley en Chile, como una especie altamente migratoria. ¿Por qué por ley? No es que exista una ley o norma que la estableciera de manera directa, sino que, al ratificar la CONMEBAR en el partido del decreto 193 del año 1997, esta entidad fija en su anexo número uno a la especie como altamente migratoria, ubicándola dentro de la familia Bramidae. Por lo tanto, en Chile se reconoce, por disposición legal, que la reineta es una especie altamente migratoria.
¿Por qué traigo este asunto? Porque es fundamental para comprender el funcionamiento de la actividad pesquera en relación con esta especie.
En primer lugar, si bien no existen estudios específicos sobre la migración de la reineta, hay un consenso científico basado en el conocimiento pesquero y biológico actual, según el cual la "lámina" presente constituiría la hipótesis de migración de la especie. Se reproduce en el océano –aunque aún no se conoce con precisión el lugar–, ingresa ejemplares juveniles por el sur austral y, a partir de allí, avanza hacia el norte hasta alcanzar sus principales zonas de alimentación para volver a reproducirse. Se trata, en definitiva, del característico ciclo migratorio.
Esto es relevante porque existen dos zonas principales de pesca: una desarrollada por la pesca artesanal y otra por la pesca industrial. Cuando hablamos de pesca industrial, nos referimos a una única empresa, Friosur. En cuanto a la pesca artesanal, operan embarcaciones menores de 18 metros, dominadas principalmente por aquellas de 15 metros hacia abajo; en ciertos casos se concentra el uso de lanchas un poco más grandes, de entre 12 y 15 metros.
[Se perdió parte del audio en un momento, pero ya se escucha con claridad.]
Las embarcaciones artesanales pescan con arrastre cuando los ejemplares juveniles ingresan por el sur austral. Este contexto resulta complejo, en tanto se trata de una situación de subexplotación. El consolidado entregado el año pasado a la Sociedad de Pesca por Olifo establece tres períodos: hasta el año 2013 se consideró que la pesquería estaba subexplotada; desde 2013 hasta 2019, cuando inicia la operación de la industria, se caracteriza de plena explotación; y desde 2019 a la fecha, se califica al recurso como sobreexplotado.
Es relevante también considerar, por ejemplo, que en la pesca artesanal operan aproximadamente 1.500 embarcaciones (1.524 en la práctica). El promedio de estas embarcaciones es de 8,8 metros; es decir, se trata de unidades muy pequeñas dentro del ámbito de la pesca de reineta (embarcaciones de 15 metros hacia abajo). Si consideramos, en promedio, entre cuatro y cinco personas por embarcación, la pesca artesanal de reineta genera alrededor de 6.800 empleos directos. Aplicando el criterio de la FAO (de tres a uno), se estima que se generan cerca de 20.000 empleos, lo que suma un total de 27.000 empleos directos en cinco regiones.
Por su parte, la pesca industrial cuenta con tres barcos de Friosur (numerados 9, 10 y 11) de aproximadamente 50 metros cada uno. En cada barco se registran, en promedio, unas 17 personas a bordo, alcanzando unas 50 personas de empleo directo. Aplicando el mismo criterio FAO (150), se estima que la industria genera en total unos 200 empleos, entre directos e indirectos, en esta pesquería. Cabe señalar que, además de la reineta, Friosur captura otras especies –su especie principal es la merliz austral, entre otras–, aunque desde el año 2012 se ha concentrado específicamente en la reineta en el puerto de Chacabuco.
Finalmente, es importante destacar que la reineta es el pescado más consumido en Chile. Según una encuesta publicada el año pasado, este es el pescado que mayor preferencia tienen los chilenos al momento de elegir alimentos del mar. Los principales destinos de este producto son Santiago, Paraíso y Coquimbo, hacia el norte. Mientras que la pesca artesanal abastece los terminales metropolitanos –donde se comercializa aproximadamente entre un 5% y un 10% del pescado consumido a nivel nacional–, la pesca industrial se dedica principalmente a la exportación de reineta.
Por lo tanto, si la pesca artesanal extrae menos reineta, obviamente afecta al consumo per cápita de la población, que actualmente es de 15,8 kilos por persona, y la idea es llevarlo a 20 kilos por persona, que es la recomendación de la ODE. No es tan fácil sumar 5 kilos más, pero si la reineta comienza a disminuir, naturalmente se reducirá el consumo de pescado en Chile. De hecho, la gente declara que, cuando consume pescado, lo prepara en casa y no acude a restaurantes. Por ello, cobra mayor importancia el rol de la pesca artesanal, que es la que abastece los platos de los chilenos.
De hecho, la reineta no estaba en el proyecto original de fraccionamiento y fue incorporada por el sector pesquero artesanal en la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados. Por lo tanto, al analizar la historia para determinar un baripo, es necesario considerar la totalidad del recorrido: no podemos enfocarnos únicamente en los últimos tres o diez años. Debemos tener presente que la reineta comenzó a operar en el año 1994, la industria inició sus operaciones en el año 2012 y ya estamos en el año 2025. Si se contempla la historia completa de los desembarques de reineta, se concluye que se dejó el desembarque.
[Disculpa, volvió el audio a empeorar, no sé qué ocurre, pero te estábamos escuchando muy bien hasta hace 10 segundos. ¿Ya escucho? Ahora lo escuchamos bien.]
Debería considerarse un 97% de actividad artesanal y un 3% de actividad industrial, considerando la historia completa desde 1994. Si existiera un fraccionamiento en el año 2012, se analizarían únicamente los últimos 10 años, pero al no haber precedente, se debe contemplar la totalidad de la historia. Nosotros planteamos un 96%, tal como lo hizo la Comisión de Pesca del Senado.
Resulta inevitable, cuando se habla de jibia, mencionar la Ley 21.134, que actualizó las técnicas de captura al prohibir el arrastre. Chile era el único país en el mundo que realizaba arrastre al pescar este recurso, mientras que en otros países se capturan calamares con trote y boteta. Desde que esta ley entró en vigencia en 2019, la captura en la pesca estacional ha incrementado, pues en ese año no hubo presencia de la misma. La pesca industrial tomó una decisión privada y manifestó: “No quiero pescar jibia si no es mediante arrastre”, ya que, mediante este método, el precio alcanzaba los 180 pesos el kilo, en contraste con los 100 o 150 pesos que se logran en playa. Por ello, la pesca artesanal pasó a desempeñar un rol preponderante.
El año pasado se alcanzaron 129 mil toneladas, es decir, 640 mil toneladas, que constituyen el registro histórico desde el año 2000 hasta la fecha. Antiguamente se utilizaba el cerco, lo que implicaba mayor descarga, y además aumentó el precio, pasando de 2 dólares el kilo promedio a 4 dólares, impulsado por las pymes, actor que pocas veces se menciona. La industria, al pescar, alcanzaba precios de 180 o 150 pesos el kilo en playa para la jibia, mientras que la pesca artesanal la extrae casi de inmediato, lo que genera diferencias en la calidad y en los incentivos para agregar valor.
La industria exportaba la jibia en sacas y utilizaba los típicos contenedores llenos de sacos que se destinaban a los principales mercados. Con la incorporación de las pymes, que compran el pescado a un precio mayor y cuentan con plantas que valoran más el proceso de arrastre en comparación con el artesanal, se impulsó el avance para agregar mayor valor. Así surgieron 24 productos asociados a la jibia. Aunque aún estamos lejos de Perú, que cuenta con 42 productos en 40 años de historia, nosotros manejamos 25 productos distintos; no obstante, esto permitió que el precio subiera. Si la industria retoma la pesca, competirá en el mismo mercado y reducirá los precios, lo que sería desastroso para las pymes, dado que sus márgenes son menores.
Nuevamente, tenemos problemas de audio. ¿Qué pasó? Estamos próximos a cerrar, y se le estaba escuchando muy bien hasta hace 30 segundos. Ahora sí, volvió el audio.
Como sabemos, las exportaciones han ido creciendo; el año pasado se alcanzó el segundo máximo histórico, en comparación con 2018 (que fue el máximo histórico), con 174 millones de dólares. Hasta el año 2019, cinco países concentraban el 90% de la recaudación por exportación. Con la incorporación de las pymes, esta concentración comenzó a decaer, lo cual es positivo para el sistema, ya que implica una mayor diversificación: se pasó de un 90% a un 73% de estos cinco países, lo que indica claramente que se está entregando una mayor distribución en el mercado.
diferentes países, Jibia, y eso es producto de la PYME y la industria pesquera, porque la industria no pesca, pero sigue comprando. Acá en el puerto, el año 2017 se compraba el 33% de las descargas, y el año pasado se compró el 9,5% de las descargas. El mismo año, la industria talcahuana – concentrada en Talcahuano – compró 3.400 toneladas de jibia, principalmente a la pesquera Alandes y a la pesquera Frío Sur. Por lo tanto, esa diferencia la fue abarcando la PYME.
¿Qué pasa en la octava región? Las pymes pasaron de ser maquiladoras – cuando operaba la industria, realizaban maquila – a ser exportadoras. Y, por supuesto, eso costó, pero ahora ya van como si se viera en popa, avanzando bien fuerte. Es más, este año, en un par de meses, se inaugura una nueva planta y hay tres plantas más en construcción. Se estaría hablando de cerca de ocho mil millones de pesos más en inversión en la región del Bío Bío en pymes, ya que no es un kiosco: una pyme cuesta dos mil quinientos millones de pesos cada planta.
Esto ha sido virtuoso, y ahí aparece la pregunta: ¿por qué reservar 40.000 toneladas de jibia a un sector que no quiere pescar? Nosotros planteamos que el guarismo adecuado debería ser un 90% para la pesca artesanal y un 10% para la pesca industrial. Tengo la intuición de que la industria podría aceptar, ya que tiene problemas con otros recursos, no tanto con la jibia. Asimismo, pensamos que el jurel debería quedar en un 30% artesanal y un 70% industrial, porque se trata de una pesquería incipiente y, en la provincia de Arauco –a diferencia de la provincia de Concepción– trabajamos con el consumo no directo, lo que creemos que es el camino en el caso del jurel, al cual podría haber acceso.
Muchísimas gracias, Lester Chávez, a nombre de la Federación Gremial de Organizaciones Pesqueros Artesanales del Puerto Pesquero de Lebu. La verdad es que ha sido una presentación muy ilustrativa y completa, por lo que estamos muy agradecidos, don Lester.
Pasamos ahora a invitar a exponer a la pesquera Pacific Blue y al sindicato de Pacific Blue. Entendemos que, en función del orden que dispongan, cuentan con 10 minutos para su intervención.
Gracias, presidente.
Marcel Mone, por acá, gerente de Pacific Blue:
Gracias por la invitación. Saludos a todos por su intermedio. Voy a compartir mi pantalla. ¿Se ve y se escucha bien? Sí, se ve bien.
Parto por presentarnos. Somos Pacific Blue, una empresa de Talcahuano que nace en 2014, pero que es la continuidad legal de muchas empresas y de una actividad histórica en el puerto. Nuestra principal especie hoy en día es la merluza común; todo lo que pescamos es 100% para consumo humano y el 80% se vende en el mercado nacional. Creemos en una empresa líder en el desarrollo del producto del mar para el mercado nacional, con valor agregado, que se comercializa con la marca El Golfo a lo largo de todo Chile –probablemente ustedes la conocen en los supermercados–. Otorgamos casi 900 empleos directos, más los empleos indirectos, con un foco primordial en el empleo femenino en las plantas de proceso.
En la foto de la derecha se observa que, actualmente, operamos con la cantidad mínima: tan solo dos embarcaciones, pero que cuentan con tecnología de punta y el tamaño suficiente para poder capturar de forma continua, en casi cualquier condición de clima, razón necesaria para abastecer nuestras plantas de proceso de manera continua. Más abajo se puede apreciar la imagen de la planta de merluza, que es muy intensiva en mano de obra, y también contamos con nuestra planta de panados, la única en Chile de productos del mar de valor agregado.
Ahora, es importante resaltar que este encadenamiento productivo –captura, proceso primario, proceso secundario y comercialización– solo se puede sostener en base a la captura industrial, ya que proporciona la cantidad necesaria para las plantas. Como dato, la pesca artesanal de merluza solo representa, en promedio, el 15% de la captura, según una estadística prolongada de sus posibilidades.
Voy a hablar solamente del recurso de merluza común, que es el que principalmente capturamos. En el caso de la merluza común se da algo muy distinto a otras pesquerías, el mismo gobierno planteó que el…
Donde este proyecto es el principio de pesca para que la pesca se desarrolle. En esta pesquería se observa que el sector artesanal, que está a la izquierda en la gráfica, muestra el consumo de cuotas, es decir, del 100% de la cuota asignada, el porcentaje que realmente se captura. En el sector artesanal, en las distintas regiones, durante los últimos cinco años no se han capturado en su totalidad sus cuotas, registrándose un promedio de captura del 50–51%. En el caso industrial se capta más del 90% y, en las industrias como la nuestra, dedicada a la merluza común, se alcanza un 99%, es decir, prácticamente el 100% de las cuotas asignadas. Así, el sector artesanal está limitado, siempre lo ha estado, por restricciones climáticas, sumado a los fenómenos oceanográficos y al conocimiento actual sobre la población de los marinos, que han hecho que la merluza se encuentre a mayor profundidad. Por ejemplo, en datos recientes del año anterior, se observa que, en la cuarta región, el consumo de cuotas es del 26% y en el caso de Valparaíso, aún menor, de 21,3%. Contrariamente, en nuestro caso el año pasado consumimos casi el total, un 99,37%.
Ahora, esta información ha sido desvirtuada en más de una ocasión por el subsecretario de Pesca, quien ha argumentado que esta estadística, oficial según Sena Pesca, no representa la realidad, dado que existe pesca ilegal o pesca sin reportar en todas las caletas y regiones de Chile.
Personalmente, considero que este es un muy mal argumento por al menos cuatro razones. La primera es que, si bien es cierto que hoy día sigue existiendo pesca ilegal en grandes volúmenes, esta se encuentra acotada a ciertas caletas, particularmente en el sur de la Región del Maule. La segunda razón es que no resulta una buena política pública, ya que premiar con mayores participaciones de cuotas a quienes no cumplen la ley, en detrimento de quienes sí la cumplen, es inadecuado. En un tercer lugar, y según lo escuchado en esta comisión, parecería razonable que antes de considerar cambios en las asignaciones de cuotas se garantice que, como Estado, todos los actores cumplan con lo estipulado. Por último, no es correcto acusar a los colegas artesanales, muchos de los cuales cumplen la ley sin incurrir en pesca ilegal ni subreportar, especialmente cuando existe un informe oficial del Estado de Chile elaborado por observadores de IFOP que visitan regularmente las caletas y evidencian el subreporte artesanal.
Por ejemplo, en el año 2023, en el caso de la caleta de Membrillo, la primera línea muestra un factor de uno, lo que significa que se pesca una unidad y se reporta una, sin incurrir en pesca ilegal ni subreporte; lo mismo ocurre en Portales al comparar años. Sin embargo, en Curanipe el último informe de 2023 revela un factor de 4,6, lo que indica que se pescan 4,6 unidades mientras solo se declara una, evidenciando un subreporte o pesca ilegal. Además, en el caso de Membrillo Portales, el consumo de cuotas del año anterior fue de 38 (cercano al 40%). En efecto, en la mayoría de las caletas artesanales de Chile se observa que, aunque no se cumplen del todo las cuotas, tampoco se incurre en pesca ilegal, simplemente porque, por las razones expuestas, no es posible capturar la totalidad asignada.
Lo que nos parece muy inapropiado es el proyecto del gobierno de traspasar cuotas a las empresas que sí las ocupamos y necesitamos; en la gran mayoría de los casos se estarían entregando cuotas a caletas y regiones que no las pescan, dejando recursos en el agua, lo cual no beneficia al país. Y, en el caso de las pocas caletas que incurren en pesca ilegal, se les estaría asignando un poco más de cuota, de modo que, sin un mayor control, se seguiría pescando los mismos 4,6 y se incrementaría marginalmente la declaración. Por lo tanto, al final se trataría de una situación en la que nadie saldría favorecido.
No puedo dejar de mencionar que es sabido el problema de esta pesquería, la de la Mendoza Comuna, a diferencia del Pueblo, es una pesquería que está sobreexplotada. Eso lo dicen ambos comités, el comité científico, independiente, y el comité de manejo, donde estamos presentes industriales, artesanales y gobiernos. Por unanimidad se hizo un plan de manejo que señaló que el principal problema de la pesquería era la pesca ilegal y, en segundo lugar, la falta de fiscalización. Por lo tanto, eso lleva a pensar, como les dije, que este es un problema que deberíamos todos estar pensando cómo resolver primero, antes de considerar cambiar los fraccionamientos que, además, están vigentes hasta el año 32.
En el caso nuestro, como yo les decía, operamos con solo dos barcos, que es la unidad mínima operacional que se requiere para mantener un abastecimiento continuo a las plantas de proceso. Con el actual funcionamiento al 60%, estamos con la cuota al límite. Por lo tanto, aceptamos la propuesta que hizo el Senado, la opción de pesca del Senado, que coincide con la del propio Ejecutivo: cambiar el fraccionamiento de 56 a 43. Aunque no lo compartimos, nos permite al menos la sobrevivencia de la compañía. Un cambio mayor de fraccionamiento nos pone en una situación de inviabilidad económica, lo cual, como dice abajo, tendría un impacto muy negativo en el empleo y en el desarrollo, en el crecimiento económico de la región del Bío Bío y, particularmente, en la comuna de Tarcahuano, que ha sido golpeada por el caso Huachivato.
Por último, para ratificar todas las propuestas, la primera es pedirle a esta comisión que ratifique, como dije, el fraccionamiento emanado de la comisión especializada del Senado, 5743, en esta pesquería. Y lo segundo, que no podemos dejar de mencionar que este proyecto de ley es una muy buena oportunidad para avanzar en la recuperación de la pesquería y, según lo decimos todos en el comité de manejo, está en el plan de manejo: la única forma de eliminar el subreporte y permitir la recuperación es mediante la certificación de los desembarques de forma presencial. Eso sí se puede hacer, y esperamos que en este proyecto de ley o en uno que venga se aborde lo antes posible.
Eso es, muchas gracias. Le dejo la palabra a nuestro dirigente. Muchas gracias, señor Marcel. No sé si el sindicato también va a exponer o están subsumidos en la misma presentación. ¿Se puede? ¿Se escucha? Sí, lo escuchamos.
Presidente, muy bien, lo escuchamos.
Primero quiero saludar a toda la autoridad, al ministro, al secretario y a los senadores presentes. Mire, lamento el poco tiempo que tenemos para expresar la preocupación que tenemos nosotros como trabajadores, y en ese tenor quiero darle el pase a mi compañera para que exponga todo lo que pasará si se llegara a concluir este proyecto de ley.
Muy bien, lo escuchamos.
Buenas tardes, quisiera compartir una pequeña exposición que tenemos. ¿Podemos mostrarla? Sí, claro: comparte pantalla y la vamos a poder ver. Nosotros igualmente tenemos la presentación impresa de ustedes; cada senador la tiene en su poder, la cual comienza con “¿Quiénes somos?”.
Sí, muchas gracias. ¿Quiénes somos? Somos trabajadores y dirigentes sindicales de Pacific Blue, donde trabajan más de 850 personas de forma directa y más de 2.600 de forma indirecta. El 63% de los trabajadores son mujeres, jefas de hogar en su mayoría, con estudios más o menos y en edades ya avanzadas. Hemos llevado muchos años trabajando en el sector pesquero, sobre todo en esta empresa. Nuestro producto, fruto de años de negociación colectiva, hoy tiene remuneraciones sobre la media del mercado, y eso lo agradecemos porque nos ha ido ganando año a año.
Disculpe, no la estamos escuchando ahora.
¿Algo? ¿Le vamos a reactivar el audio? Ahora sí, ahora volvimos; le escuchamos fuerte y claro. Ya, gracias, señor presidente. Nosotros ya vivimos la letra de la jibia. Aquí en la región del Bío Bío se cerraron cuatro plantas de proceso y perdimos 1.700 puestos de trabajo directos.
Con este fraccionamiento, nuevamente, los trabajadores y trabajadoras seremos castigados con la pérdida de nuestros trabajos y de nuestros puestos indirectos. Tenemos presencia nacional y seguridad alimentaria. Nuestros productos se venden en supermercados con la marca del Golfo, en almacenes de barrio. Procesamos también el 80% de nuestro producto que hay acá en Chile y todo lo hacemos con valor agregado. También repartimos producto a la Junaed y a Ferial Libre. Durante la pandemia fuimos declarados empresa estratégica, manteniendo nuestras operaciones en forma permanente y, con el sacrificio de cada uno de nuestros trabajadores y compañeros, llevamos el alimento a todo el país.
¿Por qué cerraría Pacific Blue? Nosotros, como trabajadores con años de experiencia acá, sabemos que esta planta de merluza común requiere un abastecimiento común, continuo, y esto se logra a través de los barcos de la empresa, de los dos barcos. El sector artesanal siempre dice que ellos nos pueden abastecer, pero eso no es verdad, ya que es incapaz de abastecernos: en nuestra empresa necesitamos un abastecimiento en forma continua.
Nos oponemos al fraccionamiento porque provocará el cierre de la planta y la pérdida de nuestros puestos de trabajo. Nuestras conclusiones como trabajadores son las siguientes: somos la décima potencia pesquera, en gran medida por el aporte de la pesca industrial, que genera exportaciones, desarrollo y valor agregado a los productos, además de miles de puestos de trabajo e ingresos a las arcas fiscales.
Así como hace pocas semanas, el Aurob, Pacífico Sur, aumentó la cuota de julio en un 25%. Pronto se definirá la cuota de la merluza y, dado que no somos capaces de pescar la cuota real, Chile no podrá aumentarla. Esto traerá consecuencias para el país, para los pescadores artesanales y para los trabajadores de la industria, cuyos ingresos se verán reducidos, afectando también a las arcas fiscales.
Pacific Blue es la unión de varias industrias que se fusionaron al disminuir las cuotas de la merluza, lo cual provocó que cientos de trabajadores perdieran sus empleos y que, por esta razón, se constituyera en la única industria que procesa merluza. ¿Nos preocupamos? ¿El sector artesanal se adecuará a la pérdida de la cuota? Creemos que no. Es un sector que crece espontáneamente y cada día son más, con un crecimiento permanente de la flota artesanal, que hace que ninguna cuota sea suficiente.
Sí, el subsecretario recorrió todo Chile para armar su propuesta de Ley de Pesca y determinó que la merluza común debe tener un fraccionamiento del 57% para la pesca industrial y 43% para la artesanal. Pensamos que este es fruto de su trabajo realizado, por lo que lo llamamos a defender su propuesta.
El estado de la pesquería de la merluza es fruto de la pesca ilegal. Llamamos a las autoridades a enfrentar este delito, que genera grandes pérdidas para el sector artesanal, para los trabajadores de las plantas y para el Estado, ya que son cientos de millones de dólares los que se roban con esta actividad ilegal. Demandamos que se busque un fraccionamiento que no destruya el empleo industrial y que permita el desarrollo de ambos sectores.
Le damos las gracias por escucharnos y por el poco tiempo que tuvimos; se agradece igualmente. Representamos a miles de trabajadoras; en esta planta, somos la mayoría jefas de hogar, mujeres.
Llevamos más de 20 años trabajando en la empresa, en el rubro, y ya somos grandecitas, como digo yo. Ya en otra parte no encontraremos el mismo empleo ni las mismas remuneraciones que tenemos acá, con nuestra experiencia. Muchas gracias, señor presidente. Muchísimas gracias al sindicato de Pacific Blue y, obviamente, a la misma empresa. La verdad es que creo que han sido muy claros en su presentación.
Vamos a continuar con la presentación de la Asociación Gremial de Mujeres de Plantas de Proceso de la Industria Pesquera Salmonera. Entiendo que está la Presidenta Paola Sangüesa y la Tesorera Patricia Ocampo.
Disculpe, Senador Insulza, me pide la palabra. No, no, Presidente. En realidad, solamente quiero felicitar a la persona que habló anteriormente. Yo he sostenido varias veces en esta comisión que se habla mucho de los pescadores artesanales y de las empresas, y se habla poco de los trabajadores de la pesca. Las compañeras van perdiendo día a día sus empleos, precisamente porque las empresas van disminuyendo su personal y, al mismo tiempo, se enfrentan a los problemas de los artesanales. Entonces, lo que ellos están planteando es que se busque una solución ecuánime para ambos sectores: por un lado, defender el gremio de los trabajadores y tripulantes de la pesca, y por otro, mejorar las condiciones de vida de quienes han sido tripulantes de pesca y ahora son pescadores artesanales, al haberse decaído el empleo en sus empresas. Muchas gracias.
Bueno, yo también aprovecho. Da gusto cuando el sindicato tiene su propia voz, al igual que la empresa, y cada uno, en forma autónoma, puede expresarse. Lo vimos también en el caso de Aysén, donde el Senador Sandoval hizo lo propio, y creo que es muy relevante. Aquí todos tienen derecho a ser escuchados, y eso es lo que hemos justamente buscado en la Comisión de Hacienda, a pesar de que algunos querían que no escucháramos a nadie. Por suerte, no le hicimos caso y estamos escuchando como corresponde a un Senado de la República serio en la Comisión de Hacienda.
Pasamos ahora con la intervención de la Asociación Gremial de Mujeres de Plantas de Proceso de la Industria Pesquera Salmonera. Entiendo que está Paola Sangüesa y Patricia Ocampo, a quienes se les da la palabra.
[Paola Sangüesa]
No la escuchamos, si pudiera poner el micrófono encendido. Hay un micrófono que está en la esquinita de abajo, en su pantalla a la izquierda.
Sí, muy bien. Hola, buenas tardes a todas y todos. Primero que nada, no me gusta la Rural Ponsum, porque hay mucho problema para conectarse cuando uno no es con Putin. Tuvimos ese pequeño empate, que es la disculpa del caso. Yo sé que tengo seis minutos y creo que esta instancia hay que valorarla, señor presidente. Se hace necesario escuchar; recién estábamos escuchando a la compañera Luisa, y es fundamental oír la voz de quienes, por años, han prestado servicio en esta industria y pareciera que quieren acallarla. Por eso le agradecemos a la Comisión de Hacienda la instancia de poder exponernos y darnos estos minutos.
Con la presentación —yo sé que la tienen impresa y la pueden ir leyendo— aquí la tenemos, así que no hay problema. Si quieren compartir pantalla, pero si no, la tenemos impresa acá. Es bueno compartirla por si hay alguien más que la quiera ver. ¿A dónde la comparto? Es el teléfono... Bueno, si no, avanzo nomás; la tenemos impresa.
Ya, esta es la presentación ante la Comisión de la Cámara de Hacienda del Senado. Somos la Asociación de Trabajadores de Planta de Proceso de la Industria Pesquera y Salmonera del Biobío, para que ustedes se formen una idea, y a lo mejor muchos han estado en terreno. Esta es la planta de proceso, sobre todo de Pacific Blue, que es la planta más afectada con la decisión del fraccionamiento hoy en día.
¿A quiénes representamos? Somos las trabajadoras de la planta de proceso de la industria pesquera y del salmón en el Biobío. Sostenemos a más de 3.500 familias y estamos aquí para defender nuestro empleo formal, la estabilidad económica y el sustento para el trabajo que esta actividad les da a nuestras familias. Muchas de nosotras somos jefas de hogar y dependemos de un trabajo que garantice la educación, la salud y la alimentación de nuestros hijos e hijas.
¿Quiénes somos? Somos trabajadoras de las plantas de proceso de la industria. Representamos la cantidad de trabajadores ya mencionada. Somos una industria con alta participación femenina, tal como siempre hemos señalado. Queremos destacar y recalcar…
Que en las plantas de procesamiento, el 51% o el 59% son mujeres jefas de hogar que llevan años prestando servicio en la industria. ¿Por qué estamos aquí? Porque esta ley significa despidos. El subsecretario de Pesca, que está sentado en esta mesa junto con el ministro, no ha querido y han estado impulsando una ley de fraccionamiento que solo perjudica el trabajo de años que llevamos nosotros en las plantas de procesamiento.
Esta ley significa despido, aunque él me diga que no, significa despido. Para nosotros significa, aquí en el Bío Bío, despido, porque nosotros ya hemos vivido. Luisa lo dijo anteriormente: se impulsó un proyecto de la Jibia, que únicamente perjudicó a las mujeres en las plantas de procesamiento, porque perdimos; perdimos con esa ley. Nadie ganó con esa ley; solamente ideología política. Sobre todo, en la Región, perdió la comuna de Talcahuano.
Venimos a defender nuestros empleos formales, que no son privilegios. No defendemos la industria, ya que ésta se ha defendido siempre sola; defendemos nuestro sustento, el trabajo que realizamos de forma digna y con derecho, fruto de años de negociación colectiva. Esta ley pone en riesgo todo esto: nuestra edad laboral, las condiciones de trabajo que son fruto de años de negociaciones y la seguridad social que hoy tenemos nosotras y nuestras familias. Sin empleo formal no hay estabilidad para nuestras familias ni para nuestras comunidades.
¿Qué va a pasar si se aprueba esta ley tal como está? De aprobarse estos términos, que salieron en su primer trámite, el nuevo fraccionamiento conllevaría al cierre de la empresa, especialmente de Pacific Blue, en el Bío Bío. Esto significaría la eliminación de funciones en dos plantas y en dos barcos.
En cuanto al jurel, el nuevo fraccionamiento acordado en el Senado deja el 75% de la pesca industrial y el 25% al sector artesanal; sin embargo, a raíz del aumento de la cuota, este recurso en la organización del Pacífico Sur, la ORP, el cambio no sería significativo en cuanto al efecto en el empleo ni en la elaboración de alimentos, pero sí traería graves consecuencias en el sector con la subasta que proponen para el jurel.
Aquí, presidente, yo sé que a lo mejor no lo tengo a la vista para que lo vea, pero estos son seis contratos colectivos, cada uno con una duración de entre dos y tres años, y si usted saca la cuenta, suman como 15 años de negociaciones que tenemos. El último contrato dura hasta noviembre de 2025 y así sucesivamente para atrás. Estos contratos colectivos tienen una base de sueldo estandarizado, regalías o convenios que hacen las empresas con las organizaciones sindicales, y esta organización gremial también tiene su propio convenio colectivo.
El temor es perder los contratos colectivos y las negociaciones, porque, de persistir esta situación, ya se perdió anteriormente con la mala ley de la Jibia, y hoy en día vuelven a poner en jaque, especialmente a Pacific Blue, pues en la misma condición, perdemos y perdemos todo.
Las mujeres trabajadoras del Bío Bío, y de comunas directamente afectadas como Talcahuano y Coronel, ven en riesgo el trabajo formal en el sector. Se trata de sectores vulnerables, y el impacto se extiende a la cadena productiva y económica regional.
Hoy exigimos, presidente, por su intermedio, estabilidad laboral, respeto a la labor, visibilización de nuestro rol, el aporte que representamos a la cadena de valor y al desarrollo económico del Bío Bío, y una participación real en las decisiones sin que se vean afectadas directamente. Somos trabajadoras, somos mujeres, somos el corazón de la industria; y si esta ley no considera nuestras voces, no es una ley justa, no es sostenible y no es equitativa.
Inclusiva ni con perspectiva de género. Queremos, a través de esto, darle los agradecimientos a esta comisión por tener la experiencia de poder escuchar la voz de las mujeres trabajadoras del Bío Bío. Le pedimos un equilibrio justo en la discusión, porque sabemos que esto tiene que llegar a acuerdos entre el sector industrial y el sector artesanal. Pero nosotros necesitamos seguir trabajando, necesitamos seguir defendiendo lo que por años nos ha costado, y eso quería compartirlo. Dejo la palabra a mi compañera Eva, para que se explaye un poco más.
Buenas tardes. Primero, agradecemos nuevamente que nos hayan admitido en esta comisión. Queremos netamente concientizar sobre la posibilidad de que ustedes puedan legislar y reconocer la gran labor que, como mujeres, desempeñamos hace muchos años en las plantas de proceso, ya sea de la merluza, del jurel y, en algunos casos, de salmón. Somos la Asociación Gremial de Mujeres de Plantas de Proceso de la Industria Pesquera y Salmonera. Pedimos, de manera clara, nuestra fuente laboral; no estamos solicitando un regalo, solo requerimos tener nuestra fuente laboral con contratos indefinidos y estabilidad económica, de modo que podamos solventarnos como mujeres. Quizás muchas no tenemos una carrera profesional, pero hoy en día podemos decir que ganamos más que un profesional, pues nuestros sueldos son totalmente comparables a los de una persona con estudios. Eso es lo que queremos que ustedes conozcan: que vean nuestros contratos y los años de trabajo que acumulamos desde nuestros inicios hasta el día de hoy. Queremos, de forma neta, nuestros puestos de trabajo y que, con todas las leyes que ustedes están promoviendo, se nos tenga en consideración, sobre todo en lo que respecta a la mano de obra de las mujeres trabajadoras de planta, muchas de las cuales son tanto madres como padres. Así que, expresamos nuestro agradecimiento y pedimos, una vez más, por la preservación de nuestros puestos de trabajo y para que puedan conocer nuestras plantas y evidenciar el crecimiento que hemos experimentado a lo largo de los años gracias a la tecnología y otros factores. Muchas gracias.
Muy bien, muchísimas gracias a la Asociación Gremial de Mujeres de Plantas de Proceso de la Industria Pesquera y Salmonera, y sean bienvenidos a exponer. A continuación, vamos a escuchar a los académicos de la Universidad Católica de Valparaíso: señores Dante Quirolo, Cristian Canales y Ezequiel González.
La verdad es que, insisto, resulta muy relevante que podamos escucharlos a todos. Hay distintas impresiones. Agradezco al ministro de Economía, quien en la mañana se manifestó abierto a corregir algunos elementos que generaban dudas sobre la redacción. Debo lamentar que algunos senadores, como el senador Núñez del Partido Comunista, insistieran en que no escucháramos a nadie y que, en consecuencia, no esté presente para oír a los expositores. Si tan preocupado estuviera por esta ley, me imagino que el senador Núñez estaría sentado acá, participando activamente. Pero, claramente, parecía que no había mucho interés en sostener un debate democrático y abierto entre todos. Insisto: la Comisión de Hacienda está sesionando tres veces a la semana, y esta semana probablemente incluso lleguemos a cuatro, para poder sacar este proyecto de ley adelante con urgencia, escuchando a todos y realizando un trabajo serio. Escuchémoslos: don Dante Quirolo, Cristian Canales y Ezequiel González.
Muchas gracias, señor presidente.
Muy buenas tardes. Por su intermedio, saludo a los senadores y a la autoridad presente en la sesión. Haré esta presentación en nombre de un grupo académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. En particular, no nos referiremos al pronunciamiento acerca del fraccionamiento en sí mismo, ya que no hemos contado con un informe con los fundamentos suficientes que sustentaran el proyecto. Sabemos que no existe una solución simple, ya que los recursos pesqueros en general son escasos y la demanda por parte de los actores supera con creces la disponibilidad de biomasa.
En particular, nos enfocaremos en un artículo transitorio que figura en el proyecto de ley asociado al recurso reineta, el cual constituye una indicación realizada por el Ejecutivo durante la tramitación del proyecto en la Comisión de Pesca del Senado. En un breve contexto, el proyecto de ley incluye el fraccionamiento del recurso reineta, recurso que nunca había estado sujeto a la definición de cuotas globales de captura. Esta es la primera ocasión en la que, debido al fraccionamiento, se verá sometido a cuotas globales de captura. El estado de este recurso, como se mencionó anteriormente en otra presentación, se encuentra en sobreexplotación entre los años 2017 y 2024, según lo indica el Comité Científico Técnico, y además, la mortalidad por pesca supera con creces los límites establecidos.