1.- Bol.N° 12748-17 Proyecto de ley que modifica y fortalece la ley N° 20.609, que establece medidas contra la discriminación.
Invitados:
La Subsecretaria de Derechos Humanos, señora Daniela Quintanilla.
Fundación Ronda.
Fundación Iguales.
Comunidad y Justicia.
Comunidad Judía
Vista pública limitada
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Entonces, en nombre de Dios y la patria, vamos a partir igual, vamos a partir en comité, como nos sugirió el senador Walker. No tenemos cuenta, señora presidenta, y en la tabla estamos convocados para recibir a las organizaciones que han solicitado audiencia.
Está Fundación Ronda, representada por María José Escudero y Francisco Silva. Fundación Iguales, representada por María José Cumplío. Comunidad y Justicia, representada por Gustavo Páez. Y de la comunidad judía no tengo... no he llegado para eso todavía.
¿Con quién partimos? Partimos con...
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Entonces, en nombre de Dios y la patria, se abre la sesión. Hoy tenemos cuatro agrupaciones para escuchar; vamos a comenzar con Fundación Ronda – María José Escudero.
Sí, disculpe, antes de que comiencen a exponer, quisiera dirigirme a los senadores y diputados: ya tenemos 27 agrupaciones inscritas, por lo que podemos considerar cerrar las inscripciones, ya que de lo contrario nos quedarían 23 agrupaciones por escuchar y se prolongarían varias sesiones adicionales. ¿De acuerdo? Entonces se toma la… dígame.
De todas maneras, Presidenta, quería sugerirle a usted y a la Secretaría que, de ser posible, realicen una selección o establezcan un calendario para las invitaciones que tenemos, quizá asignando algunas a favor y otras en contra, por ejemplo, una cuota de cinco y cinco, para otorgar un plazo razonable a este trabajo, ya que debemos sacar adelante este proyecto de ley, sea lo que resulte de esta Comisión Mixta. Creo que es importante escuchar a todas las organizaciones, agrupaciones y académicos que quieren exponer, pero también es necesario contar con un tiempo adecuado para ello. Muchas gracias, Presidenta.
Asimismo, como comentábamos con Jimenita, se podría alargar un poco la sesión para dar oportunidad a más agrupaciones y organizaciones, o bien sesionar otro día, de modo que podamos avanzar más rápidamente en este proceso. Valga la redundancia. Diputado Kaiser, por favor.
Muchas gracias, Presidenta. Solamente hacer presente que si nosotros eligiéramos entre las agrupaciones que han solicitado articularse aquí o hacer su testimonio, estaríamos en el…
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Obviamente, al tomar una decisión arbitraria –puesto que tendríamos que elegir a una dejando a las otras fuera– no estaríamos en sintonía con un proyecto que supuestamente está en contra de la discriminación. Entonces, supongo que tendremos que escucharlas a todas, en los tiempos que sean necesarios, para formarnos una opinión completa con los insumos que se nos entreguen.
Señora presidenta: ¿Usted se refiere a que debemos escuchar a todas las agrupaciones que ya están inscritas o que dejemos abiertas las inscripciones para que otras agrupaciones puedan venir a exponer?
No, señora presidenta, considero que deberíamos cerrar ahora las inscripciones. Es correcto que cerremos las inscripciones, pero, por lógica, no podemos elegir entre los inscritos; vamos a escuchar a todos. Por eso, la idea es que, si bien tal vez algún día se alarguen las sesiones o se llegue a sesionar dos veces por semana para avanzar más rápidamente con el tema de las agrupaciones, académicos y con SIPO, en este momento escuchemos a todas las partes.
Senador Kaiser pidió la palabra.
Senador Kaiser: Les agradezco que me suban de rango, pero estoy de acuerdo, hipotéticamente, en que pudiésemos alargar las sesiones; sin embargo, se hace muy difícil coordinar agendas. Si agregamos otra sesión –teniendo en cuenta a las investigadoras y a quienes nos tocan en régimen– llega un momento en que el tiempo simplemente ya no acompaña la disponibilidad. No obstante, si desean alargar la sesión, estoy dispuesto a hablar sobre el punto. Muchas gracias.
Disculpe, Emilia, al tiro le doy la palabra.
Cuando estuvimos eligiendo al defensor de la niñez, pasamos toda una tarde con exposiciones de, creo, diez expositores postulando al cargo y lo logramos. Por ello, podríamos, en un día –sin importar si no es martes o miércoles y estando la mayoría en sesión– escuchar a Emilia, por favor.
Emilia: Sí, señora presidenta, disculpe que insista; seré muy breve. Considero que, de todas maneras, hay que generar algún tipo de priorización, porque, de lo contrario, este proyecto no saldrá adelante. Si hablamos de las víctimas de discriminación –de la no discriminación– lo que debemos hacer es ofrecer una herramienta concreta para resguardar a quienes han sufrido estos hechos. Además, quiero decir que, por lo que tengo entendido, esta es la primera comisión mixta en la que participo; entiendo, sin embargo, que en las comisiones mixtas generalmente no se reciben invitados. Con esto no pretendo restringir la participación ciudadana, sino que tengamos en cuenta que, en ambos trámites legislativos, hubo una participación muy amplia –incluso con quienes fuimos integrantes de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara y, me imagino, del Senado. Por ello, insisto para que se evalúe la posibilidad de generar una priorización, ya que de lo contrario este proyecto nos tomará mucho tiempo y no me sorprendería que alguien estuviera interesado en que no salga adelante. Hago responsable lo que acabo de decir. Muchas gracias, señora presidenta.
Sí, Emilia, lo que ocurre es que tomamos un acuerdo en la sesión anterior de abrir el tema de las inscripciones. Yo entiendo que este proyecto, ojalá, pueda aprobarse lo antes posible; sin embargo, hoy no podemos dejar agrupaciones sin exponer, pues ya fueron inscritas y el acuerdo fue tomado. Aunque podríamos haber reducido la lista, se adoptó el acuerdo y debemos responder a las agrupaciones y a los académicos, ya que hoy no podemos descartarlos.
Diputado Kaiser, por favor.
Diputado Kaiser: Solo para cerrar lo siguiente: efectivamente, había opiniones disímiles, incluso en la Cámara de Diputados, respecto del contenido del proyecto. Nosotros rechazamos el proyecto completo, porque se aleja 25 puntos de la idea original y habría generado una situación absolutamente insoportable tanto en tribunales como en la sociedad. Esto es lo que explico; si ustedes quieren, podemos votar el proyecto directamente y, después, pasar de nuevo a la sala.
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Y veremos qué es lo que sucede con el proyecto, si se vuelve a repetir la votación de la Cámara de Diputados así como está; yo creo que sí o no. En el caso de que efectivamente, en esta Comisión Mixta se quiera hacer un proyecto nuevo –porque en la práctica va a ser necesario hacer un proyecto nuevo para lograr el respaldo de la Cámara de Diputados– tenemos que tomarnos el tiempo que se requiera para hacer la tramitación nuevamente y hacer presente que la última tramitación duró más de dos años. Muchas gracias.
Senador Walker, por favor. Presidenta, nos quedan 45 minutos. Las organizaciones ya están acá. Usted ordene como disponga. Puede ser cinco minutos cada una, pero, por favor, escuchemos a todos nuestros invitados y sanjemos el tema. Les sugiero a todos, si no hay problema. Jimenita. Ronda. Por favor, María José y Francisco, adelante.
Muchas gracias, Presidenta. Vamos a ser concisos; nos organizamos para 10 minutos, pero voy a poner X3.
Nosotros somos Fundación Ronda, nacimos en el año 2014, trabajamos en discapacidad, cuidados y equidad de género. Tenemos carácter consultivo ante Naciones Unidas en el ECOSOC desde el 2019 y, desde este año, somos también miembros del ECOSOC Nacional. Junto a otras organizaciones de la sociedad civil, desde el año 2020 creamos una red para la reforma de esta ley, queriendo hacer visible que la normativa obedece a muchos grupos de la diversidad y de especial protección –por ejemplo, personas privadas de libertad, personas mayores, temas de religión, situación de migración, discapacidad, diversidad sexual, entre otros.
¿Cuál era nuestro objetivo? Demostrar que, finalmente, la discriminación es un problema de todos y todas, que todos podemos ser discriminados o hemos sido en algún momento por ser gordos, bajos, altos, por nacer en tal comuna o por características propias de ciertos grupos.
Pero, además, logramos con esta red incidir en conversaciones con el gobierno, tanto en el entonces de Sebastián Piñera como en el actual del presidente Gabriel Boric. También logramos una alianza con CERVEL, generando visibilidad para estos grupos de la diversidad, capacitando vocales de mesa y realizando acciones de incidencia en el uso correcto del lenguaje, entre tantas otras iniciativas que combaten la discriminación.
Fuimos parte de la Agenda de Buenas Prácticas, de la Agenda 2030 y de Chile hacia Naciones Unidas, y estamos muy prontos a lanzar una campaña que, en su momento, se las haremos llegar, con el mismo fin: hacer visible que esta ley y la discriminación constituyen un problema nacional.
Dicho eso, quiero señalar algunos datos que reflejan la magnitud del problema. Según el Observatorio del Envejecimiento, en el período 2020–2021, Chile es el país donde más se percibe que las personas mayores son incompetentes; el 28% del país lo piensa, superando a Estados Unidos con un 23%, a China con un 17% y a Brasil con un 17%. Travesía 100, una de las organizaciones de nuestra red, evidencia cómo día a día las personas mayores son objeto del prejuicio, la percepción errónea de sus competencias y una forma de caricaturizarlas, refiriéndose a ellas como “abuelitos tiernos”. Yo no me imagino que pudiésemos ver de manera similar a Hitler o a cualquier otra persona mayor, y que se llegara a percibir esa imagen tan tierna. Son caricaturas que la sociedad construye y que las propias personas mayores interpretan como un ataque.
De la misma manera, el INE señaló en el año 2021 que las mujeres, en todos los grupos etarios, reciben menores ingresos que los hombres, con una brecha aún más marcada en mayores de 65 años. Podemos hablar de que 395 mil pesos es el promedio para ellas, versus 591 mil para ellos, lo que implica una diferencia –una brecha del 33,1%.
Queremos ser enfáticos en que hemos seguido esta discusión parlamentaria desde el año 2020, cuando ingresó al Senado y se conformó nuestra red. Somos muchas decenas de organizaciones de distintos grupos de la DSA que han dado esta pelea, y fue muy doloroso y lamentable ver cómo, en la comisión y en la votación en sala, se hizo ver que esta ley obedece a una agenda en la que se victimizaba a ciertos sectores. Lo que queremos dejar en esta comisión –y que quede grabado para la posteridad– es que, si bien la diversidad sexual es uno de los grupos que mayor violencia recibe –y ello no lo afirmo solamente yo ni Fundación Ronda, sino que lo respalda la Subsecretaría de Prevención del Delito del año 2021, al reportar que el 89,3% de las personas LGBTIQ+ ha experimentado al menos un episodio de discriminación en su vida–, no son los únicos, ya que, junto con las personas con discapacidad, han sido las que han hecho mayor uso de la ley 20.609.
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Y también esto lo refuerzo con lo que dice la encuesta de bienestar social del año 2021, que señala que el 20,5% de las personas con discapacidad que participan en el mercado laboral han experimentado algún nivel de maltrato, y el 32,7% reporta que estas situaciones ocurren principalmente en sus trabajos, con la ley 21.015 que varios de ustedes ayudaron a impulsar de inclusión laboral. Se hace más necesario aún resguardar los espacios de interacción de las personas con discapacidad y ayudarlas, apoyarlas a poder transitar libres de discriminación.
Y es por esta razón, nuestras mejoras, las que hemos venido diciendo desde el año 2020, no han cambiado el discurso. Me encantaría no haber venido, porque sé que esto retrasa una ley que es urgente para los grupos de especial protección de nuestra sociedad, pero era necesario dejarlo nuevamente, enfatizando que para nosotros esta ley sí o sí debe contemplar una institucionalidad robusta, además de ampliar su objeto para prevenir, erradicar y sancionar todo acto discriminatorio, así como promover y garantizar el principio de igualdad y no discriminación.
A modo ilustrativo, la legislación foránea ha otorgado situaciones similares en Alemania, Argentina, España y Francia, entre otros. No vamos a inventar algo nuevo: esto ya existe en el mundo y, nosotros en Ronda, utilizando un lenguaje burdo que ayude a comprender a las personas que nos están siguiendo, imaginamos un Sernac de la discriminación, un lugar donde las personas puedan ir a buscar apoyo, orientación, educación, y para que la sociedad en su conjunto aprenda a distinguir qué es y qué no es discriminar.
Yo soy cristiana radical, leo la Biblia a diario, voy a la iglesia todas las semanas, y predico donde se me cruza alguien. He vivido discriminación, tanto por ser mamá soltera como antes de crear Ronda, cuando era la única mujer subgerente porque no había gerentes hombres, desempeñando el mismo trabajo que mis compañeros y ganando menos. He sentido mi propia piel, pero sabemos que muchos otros grupos de la diversidad lo viven aún peor, sobre todo en zonas rurales o en regiones extremas de nuestro país.
El segundo punto es que esta reforma de la acción de no discriminación debe abordar tres aspectos fundamentales. Uno, la modificación de la carga de la prueba y la valoración de la misma, ya que en el proceso actual el peso probatorio recae sobre la víctima, lo que claramente desincentiva la denuncia; muy pocas personas se atreven a denunciar, aun cuando cuentan con hechos y pruebas, por el temor que genera ese punto en particular, el cual pedimos modificar.
Otro aspecto es el aumento de las sanciones: se plantea el incremento de la multa hasta 500 UTM –lo habíamos conversado hace unos días–, y además que se establezca la posibilidad de que el juez pueda decretar indemnización por perjuicios como medida reparadora, dado que en esta ley no existen medidas reparatorias y es necesario dar soporte a las víctimas, a los sobrevivientes de la discriminación.
También pedimos la eliminación del inciso del artículo 12, que especifica que el denunciante será sancionado con multas cuando la sentencia determine que la denuncia careció de todos los fundamentos, aspecto que, como decíamos, fomenta la baja cantidad de denuncias.
Y para cerrar, la ley debe contemplar que se amplíe el mandato del inciso segundo del artículo 1 de la ley a todos los poderes del Estado, exigiendo la elaboración e implementación de políticas destinadas a garantizar el ejercicio de los derechos sin discriminación alguna. Es necesario reforzar que hoy existen grupos de especial protección, pero la situación se complica aún más si, por ejemplo, eres persona mayor, mujer y tienes alguna discapacidad. Por ello es tan necesaria esta institucionalidad, para que las personas no sean derivadas como una pelota que rebota de un servicio a otro, y para que puedan contar con los apoyos, el acompañamiento psicológico y todo lo necesario.
Para poder darle el pase a mi compañero que me acompaña hoy, quiero citar a Nelson Mandela, quien dijo que la educación es el arma más poderosa que podemos usar para cambiar el mundo. Estamos convencidos y convencidas de que esto es, ante todo, un tema de ignorancia, y que es necesario educar a nuestra ciudadanía en lo que se refiere a la discriminación. Desde la infancia estamos acostumbrados a tratos peyorativos y a bromas de mal gusto que, lamentablemente, se han normalizado en nuestro país; y, actualmente, esta es la única legislación que nos puede resguardar, en especial a quienes necesitan ser resguardados y resguardadas.
Para cerrar nuestra exposición, traje hoy conmigo a un gran amigo y compañero, Francisco Silva, encargado de Desarrollo Institucional del Servicio del Patrimonio, quien vive en la región de Valparaíso y es activista por los derechos de las personas con discapacidad. Él compartirá su testimonio y hará reflejo de la experiencia de un grupo de la sociedad –las personas ciegas– que históricamente han sido las que más han recurrido a la ley 20.609.
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Muchas gracias, María José, muchas gracias por su intermedio, Presidenta. Por permitirme dar un poco de testimonio respecto de lo que vivimos las personas con discapacidad.
Las personas con discapacidad en Chile, en general, jugamos y en todas partes del mundo nos jugamos la vida en modo difícil. El día a día es un desafío. Cuando escucho estas cifras, por ejemplo, que más del 80% de las personas de la comunidad LGBTIQ+ han denunciado haber sido discriminadas al menos una vez en la vida, noto que dichas cifras están claramente subvaloradas, ya que yo, como persona con discapacidad, me levanto todos los días y recibo al menos uno, dos o tres tratos discriminatorios diarios.
Eso cansa, eso te revienta el alma, porque soy una persona con suerte, soy una persona que trabaja, me he educado, he tenido oportunidades, he sido activista y he estado en este Congreso varias veces trabajando con diputados, diputadas, senadores y senadoras. Respecto de cambios de ley, he colaborado muchísimo en el trabajo de las organizaciones de las personas con discapacidad. Somos expertos por experiencia; sabemos lo que vivimos y, aun así, el hecho de denunciar estas discriminaciones duele, cuesta y, a veces, no se hace.
Yo tengo un perro guía. También es una suerte, es un compañero que vela por mí, y gracias a él he ganado mucha más independencia de la que tenía. Sin embargo, esa independencia tiene un costo altísimo. Hay muchos lugares en donde no puedo entrar, no porque la ley me lo impida, sino porque simplemente las personas no quieren que entre. Esto sucede frecuentemente en restaurantes y en vuelos nacionales, a pesar de que la legislación no exige nada respecto al traslado de perros de asistencia; es más, la ley lo permite, y aun así tenemos que enfrentar verdaderos calvarios al trasladarnos dentro del país por trabajo, por ejemplo. Hemos perdido trabajos, vacaciones y momentos familiares, a causa de la ignorancia y la discriminación que debemos soportar en todos los ámbitos.
Insisto, tener un perro guía es maravilloso, pero tiene un costo muy, muy alto. Desde que estoy con él, la verdad es que tengo menos accidentes; la gente no me tironea en la calle, aunque sí se acerca a acariciar al perro guía, lo cual también es un problema de educación que hay que abordar. Pero, al final del día, todos estos pequeños desencuentros con la sociedad van minando nuestra confianza y ánimo, y al terminar la jornada, después de recibir tanto maltrato, terminamos completamente agotados.
Tener la posibilidad de denunciar, a pesar de conocer las leyes y los procedimientos, es muy difícil, pues se requiere un gran ánimo para hacerlo.
Quisiera terminar dejándoles una reflexión que he compartido en otras ocasiones: sé que a todos en algún momento nos hemos levantado en la noche, por ejemplo, para ir al baño con la luz apagada, somnolientos, y nos ataca ese mueble asesino que nos golpea justo en el dedo chico. A todo el mundo le ha pasado. Eso lo vivimos todos los días, en todas partes, no solo porque el entorno no esté preparado, sino porque la gente tampoco lo está y no tiene los incentivos para cambiar. Vivimos en un mundo agresivo, tan agresivo, que los ánimos apenas nos alcanzan para sobrevivir y no para vivir plenamente.
Muchas gracias, muchas gracias. Y para cerrar, solamente quiero decir que ustedes, me imagino, también han vivido, parlamentarios y parlamentarias, la discriminación. Es cosa de ver sus redes sociales, donde a menudo se manifiesta de forma violenta, con rabia, insultos peyorativos e incluso involucrando a miembros de sus familias. Queremos decir que esta ley es transversal y rogamos, rogamos que esta Comisión actúe con celeridad, porque se necesita ayer, y que podamos analizarla de forma integral, pues la discriminación no tiene color político.
Muchas gracias, muchas gracias. Estamos siempre disponibles para colaborar. Ay, sí, ya. Muchas gracias, María José y Francisco. Y no saben cuánto los entiendo.
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Soy una persona con discapacidad que he recibido mucha discriminación y no tan solo por ser una persona con discapacidad, sino por ser mujer, porque también nos discriminan. Así es que ojalá esta ley, o sea, este proyecto pueda servir para todos, porque hoy no puede haber discriminación. Somos un país que ya ha avanzado muchísimo, sobre todo en la igualdad hacia las mujeres, y no queremos que esto retroceda. Por eso nos hace falta un proyecto —una ley como ésta— y de verdad que vamos a tratar de luchar para poderla sacar lo antes posible y que se pueda aprobar.
Fundación Iguales, María José.
María José, cumpliendo en representación de Fundación Iguales: "Adelante, por favor, muchas gracias por recibirnos." Como bien decía María José Escudero de Ronda, esta ley para nosotros, como Fundación Iguales, es muy importante y muy necesaria. Solo para contextualizar, esta ley se aprobó en 2012 tras el crimen de odio cometido contra Daniel Zamudio, quien este jueves además cumple 13 años de su muerte. Durante esos 13 años hemos observado justamente los problemas que tiene la ley, problemas que ya advertimos ese año, y por eso creemos que hay que reforzarla y mejorarla. Se ha comentado que el 89,3% de las personas LGBTQ+ ha sido discriminada durante su vida y menos del 10% de ellas ha denunciado estos hechos discriminatorios.
Por otro lado, Naciones Unidas sostuvo el año pasado (2024, en relación a Chile) que preocupa el aumento del número de casos de discriminación, intimidación y violencia contra las personas LGBTQ+, además de observar con alarma la falta de medidas de reparación y medidas preventivas en relación a la actual Ley 20.609. Una de las conclusiones de estos 13 años es que esta ley no previene la discriminación y hoy constituye una herramienta judicial difícil y poco accesible para las personas.
Por lo tanto, ¿qué creemos nosotros que mejora este proyecto de reforma? En primer lugar, nos parece muy importante la creación de una institucionalidad antidiscriminación preventiva que establezca medidas de reparación. ¿Por qué? Porque nos parece que es central la prevención para combatir y erradicar la discriminación, y no solo reaccionar ante estos fenómenos. Valoramos también el enfoque preventivo que se puso en la ley y que debe robustecerse y mejorarse para que sea eficaz.
Otro avance significativo es el establecimiento de medidas de reparación concretas. ¿Qué ejemplos tenemos en otros países? Por ejemplo, Bélgica en 1993, con su Centro Interfederal para la Igualdad de Oportunidades; Alemania en 2006, con la Oficina Federal contra la Discriminación; y Francia en 2011, con el Defensor de los Derechos. Estas instituciones se dedican a crear y monitorear políticas públicas preventivas, a recibir denuncias, a acompañar a las víctimas, a hacer recomendaciones vinculantes y a realizar estudios e informes, lo que permite en general una respuesta estructural al problema y no solo individual o "caso a caso", como ocurre hoy.
¿Qué otras mejoras tiene este proyecto? Pensamos que refuerza el acceso a la justicia, mantiene la acción contra la discriminación arbitraria e incorpora una acción indemnizatoria, permitiendo a la víctima exigir conjuntamente compensación económica directa por el daño sufrido. Se elimina también la multa al recurrente vencido y se sugiere aumentar el plazo para denunciar.
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