Se abre la sesión. El acta de la sesión 102 ABA queda reglamentariamente aprobada. El acta de la sesión 103 ABA se pone a disposición de las diputadas integrantes de la comisión.
La señora secretaria dará lectura a la cuenta.
Buenas tardes, han recibido los siguientes documentos:
Un proyecto iniciado en moción de las diputadas Ñanco, Bello, González, Doña Marta Hertz, Rojas, Tello y Llamas, que modifica el Código Procesal Penal para proteger la integridad física y psíquica de personas gestantes y puérperas en la realización de diligencias investigativas y actuaciones procesales.
Una nota por la cual se comunica que en esta comisión, a contar de este día, la diputada Alejandra Palacencia Cabello reemplazará en forma permanente a la diputada Natali Castillo Rojas.
Un oficio de la Subsecretaría de Educación, por medio del cual informa que fue derivada al Ministerio de Salud la solicitud sobre las charlas de sexualidad que se impartieron a alumnos de quinto básico del colegio.
Un correo en nombre del Comité Triestamental de Género y Diversidad, por medio del cual se excusan por no poder asistir a la sesión de hoy.
Y una carta de un estudiante de medicina de la Universidad de Chile de nacionalidad afgana, por medio del cual solicita, lo voy a leer textual, dice: «Ayuda a la Comisión de Mujeres para obtener la nacionalidad chilena y cambiar su apellido; indica que sufrió VIF (violencia intrafamiliar) por parte de su expareja, lo denunció y escapó de la casa perdiendo su pasaporte. Dado que Afganistán actualmente está en manos de los talibanes, es imposible solicitar un pasaporte nuevo. Hace más de tres años que busca solucionar su problema con ayuda de la diputada Jimena Osandón; ni el Ministerio de Relaciones Exteriores ni el Registro Civil han dado respuestas satisfactorias y está a un mes de egresar de la universidad y no desea que el apellido de su agresor aparezca en su título. Por ello, solicita informar al Presidente de la República sobre su caso.»
Y un correo de la doctora Daniela Acuña, oncóloga y ginecóloga, por medio del cual solicita una audiencia en esta comisión. La doctora Acuña es asesora médica del Observatorio del Cáncer y posee una dilatada experiencia en cánceres ginecológicos. Ha desarrollado estudios de incidencia en la región de Coquimbo y posee un alto compromiso social. Actualmente lidera la constitución de la primera organización de pacientes de cánceres cérvico-uterinos de Chile y el tema a presentar es el diagnóstico y brechas en el cáncer cérvico-uterino en el país, siendo la organización patrocinante el Observatorio del Cáncer.
Eso es todo.
Muchas gracias, secretaria.
Yo creo que podemos llegar a acuerdos respecto del punto 5 y 6 de la tabla. Respecto del punto 5, mi propuesta es oficiar al Ministerio de la Mujer y Equidad de Género como primera instancia para ver si lo pueden abordar y también solicitar un oficio al Ministerio de Relaciones Exteriores y al Registro Civil para que informen respecto de la situación, en qué estado está la solicitud realizada por este estudiante de medicina —reservaremos su nombre—; pero después, internamente, usted, señora secretaria, quedará a cargo del contenido de los oficios. ¿Estamos de acuerdo? ¿Llegamos a acuerdos?
Acordado.
Bueno, y respecto de la solicitud de la doctora Acuña, cuando nosotros nos dediquemos a nuestro módulo, nuestro módulo de cáncer de mama, ahí podemos invitarla, no hay problema. Sí. Ya. Ah, pero lo acordamos. Ah, sí. Gracias, presidenta.
Bueno, saluden a los invitados.
Presidenta, con respecto a la doctora Acuña, creo que es importante poder invitarla; quizás, yo no sé, si puede ser la próxima fecha, el día 26 de marzo, porque ese mismo día en la mañana tenemos pensado también invitar a la doctora para que pueda exponer en la bancada rosa. Entonces, me gustaría ver si puede coincidir con la Comisión de Mujeres y Equidad de Género.
El género y aquí la bancada la va a invitar para que ella pueda exponer en la mañana, entendiendo que está paralelo a la sala y nosotros vamos a estar con la bancada Rosa en una sala oficial donde van las diputadas que a veces asisten y otras veces, por temas de tiempo, de jornada laboral y otras cosas que son propias del cargo y que están también a la misma hora, pero me gustaría ver si es posible esa fecha. Gracias, diputada Morales.
La señora secretaria me informa que ya ha llegado un oficio, una comunicación por parte de la Secretaría General, señalando que la próxima semana, el próximo miércoles, se van a suspender las sesiones de comisión del miércoles. Entonces, del primer bloque, tendríamos que dejarla para la vuelta de la distrital. Sería de vuelta el 9 de abril; ya, lo dejamos para el 9 de abril porque es imposible antes.
Se ofrece la palabra sobre puntos varios. Ahora vamos a necesitar que lleguemos a la unanimidad para cambiar el orden de la tabla y dejar los puntos varios, a petición de las colegas, ya que la colega Alejandra Plasencia tiene que ir a la Comisión de Constitución, por lo que necesitamos recabar la unanimidad para modificar la tabla. ¿Habría acuerdo? Acuerdo.
Diputada Plasencia. Muchas gracias, Presidenta. Bueno, saludarle a usted, a las colegas que están presentes y, por supuesto, a nuestros invitados. Estoy contenta de incorporarme a esta comisión; voy a tratar de ser muy breve. Me interesaba poder expresar un par de solicitudes, porque, en varias ocasiones, nosotras, diputadas en el Congreso, hemos intentado mostrar que la violencia intrafamiliar y también otro tipo de violencia y agresiones que sufren las mujeres, incluso en el espacio público—como agresiones de tipo sexual, por ejemplo—son un tema de seguridad pública y no solo de las mujeres que tenemos que protegernos entre nosotras.
En ese sentido, creo que hay que valorar primero que el Plan Nacional de Seguridad Pública, que está vigente y que fue impulsado por el gobierno del presidente Gabriel Boric, elaboró este plan considerando justamente este elemento. Y lo menciono, Presidenta, porque quiero solicitar que se pueda invitar a la Subsecretaria de Prevención del Delito, Carolina Leitao, a la comisión para que exponga los planes que hemos conocido durante lo que va del mes, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Esto, ya que la prensa ha informado que se han lanzado iniciativas como la red SOS Mujer, en la cual se entregarán dispositivos electrónicos de alerta para prevenir la violencia intrafamiliar contra las mujeres y se informará a las policías e instituciones vinculadas a esta red de apoyo. Además, sería bueno que conociéramos los alcances de la campaña “La violencia de género es un delito”. Considero importante conocer ambas iniciativas, que son coherentes con este Plan Nacional de Seguridad Pública, con la perspectiva de género y de prevención y protección de la integridad física y psicológica de las mujeres, y ver cuáles serán sus alcances en este ámbito. Muchas gracias.
Muchas gracias, diputada Plasencia.
Se recaban los acuerdos después de puntos varios para escuchar a las colegas.
Diputada Bello. Muchas gracias, Presidenta. Saludarlas a todas, colegas. Vengo a hacer uso de mi facultad de representación de una ciudadana de la comuna de Villa Alemana y quiero pasar a leer un texto, no tan breve, pero para luego pedir algunos oficios desde la comisión. Muy cortito, lo vamos a tratar de hacer.
Lo que sucede es que nosotros invertimos el orden de la tabla, así que lo que voy a solicitar encarecidamente—puesto que hay más solicitudes de palabra—es que se trate de un caso bastante grave. Bueno, ahora lo van a ver, porque yo ya no soy parte de la comisión, entonces me tengo que ir.
Javiera Acerda-Jara, vecina de la comuna de Villa Alemana, madre de un menor de ocho años, ha demandado en diversas instancias judiciales la posibilidad de establecer un régimen de relación directa y regular y el cuidado personal de su hijo, quien encontraría actualmente viviendo junto a su padre, Cristóbal Gorichón, y abuelos paternos, aparentemente en la ciudad de Viña del Mar. La complejidad del asunto radica en el hecho de que…
El padre del menor se encuentra actualmente inubicable, pues los múltiples intentos por notificarlo han resultado fallidos y la justicia de familia ha negado sistemáticamente otras opciones para subsanar este hecho. No contesta los correos electrónicos y mantiene bloqueado el teléfono a las llamadas de la madre. A mayor abundancia, la madre del menor involucrado asistió recientemente al colegio donde el menor estaba matriculado el año pasado, y las autoridades del establecimiento señalaron que el menor presentó un porcentaje de asistencia del 65 %, lo que obligó al padre a firmar un compromiso para demandar al colegio y evitar que el avance escolar del menor se perdiera. Dicho compromiso, sin embargo, no habría sido cumplido por el padre, lo que evidencia su nulo interés por resguardar el derecho a la educación del menor.
Lo anterior debe complementarse con el hecho de que, durante el presente año y aún matriculado en el mismo colegio, las autoridades han informado que el menor no asiste a ninguna de sus clases, agravando aún más su situación escolar. El registro de notas e informes psicológicos obtenidos confirman que el menor estaría siendo vulnerado por esta situación.
Además, se ha constatado que el padre, en complicidad con los abuelos paternos, ha negado sistemáticamente establecer contacto con la madre, manteniéndola bloqueada en todas las instancias de comunicación (correo electrónico, teléfono y videollamadas). De esta forma, el régimen de comunicación entre el menor y la madre se ha reducido a la mínima expresión, permitiéndole verla tan solo una vez al mes, en la plaza pública, por un lapso de dos horas y siempre acompañada de otras personas, lo que resulta perjudicial para la generación de un vínculo materno-filial. Cabe destacar que, en reiteradas ocasiones, la madre se ha visto obligada a dejar constancia de esta situación a través de la oficina virtual de Carabineros.
El asunto se agrava aún más al considerar que, durante el tiempo en que ambos padres convivían, la madre del menor fue víctima sistemática de violencia de género, especialmente en sus dimensiones psicológica, económica y vicaria. Durante casi tres años, la madre no pudo mantener ningún tipo de contacto con su hijo, producto de la entera desidia del padre, quien, según su testimonio, generó en ella el temor constante de ser víctima de femicidio. Por fortuna, este escenario se mantuvo en el pasado, y solo a partir del año pasado el menor ha podido tener un mínimo contacto con su madre, y eso únicamente cuando el padre arbitrariamente lo dispone, contando además con la entera tolerancia de los abuelos paternos.
Es importante señalar que la madre no tiene ningún tipo de orden de alejamiento respecto del menor, ni impide acercarse a cualquier niño, lo que demuestra que no representa peligro para él. Sin embargo, la situación descrita constituye una grave vulneración de derechos fundamentales, que exige una pronta intervención de las instituciones estatales.
Por ello, la petición concreta es la siguiente: se solicita, presidenta, que se oficie a la Defensoría de la Niñez, informando sobre la situación detallada, pues podría constituir una vulneración de los derechos fundamentales del menor (cuyo nombre no se revelará), para que se tomen acciones de apoyo, principalmente facilitando el contacto directo entre la madre y el hijo y, de esta forma, poner fin a la situación de abuso denunciada. Asimismo, se requiere que se oficie al Ministerio de la Mujer, de Equidad y Género, a fin de que se arroje conocimiento de los antecedentes expuestos y se brinde apoyo y asesoría a la madre del menor, doña Javiera Cerda. Se dejará la carpeta correspondiente para la elaboración de los oficios pertinentes. En resumen, se solicita oficie a la Defensoría por la inasistencia del niño, considerando que ello constituye una vulneración muy grave de los derechos de niñas y niños, y, en paralelo, se oficie al Ministerio de la Mujer.
Muchas gracias, presidenta.
Muchas gracias, diputada. Me había solicitado la palabra la diputada Tello. ¿Alguien más respecto de puntos varios?
(Pausa)
Sí, vamos a tomar acuerdos. Es que justo la diputada Tello me ha pedido... Bueno, podemos recabar los acuerdos mientras tanto.
Asimismo, a la solicitud de la diputada Alejandra Plasencia se le suma la invitación a la Subsecretaría de Prevención del Delito para abordar los temas señalados por la diputada. ¿Habrá?
Ah, ya. Diputada Weiss: "Estoy de acuerdo con ello, por las medidas que se han tomado e implementado, pero también solicitamos que la subsecretaria nos aporte las cifras actualizadas de, en este caso, femicidios o violencia contra las mujeres, ya que tenemos cifras del gobierno correspondientes a junio del 2024. Se requiere contar con información actualizada al segundo semestre del 2024 para disponer de antecedentes precisos de estadísticas lamentables, que han ido en aumento."
Gracias, diputada Weiss.
Entonces, ¿complementamos la solicitud de la diputada Plasencia con la diputada Weiss? ¿Habría acuerdo?
Acordado.
¿Habría acuerdo respecto de las solicitudes de oficios efectuadas por la diputada Bello? Ella nos hizo llegar mayor detalle de la información. ¿Habría acuerdo respecto del caso expuesto por la diputada Bello?
Sí, acordado.
Bueno.
¿Alguien más? No sé. Sí, diputada. Escuchemos a los invitados y, después, hagamos unos pasos para varios, que estarán compañeras dándose vueltas. Sí, eso iba a ser, diputada. Ya, gracias.
Entonces, vamos a pasar a la orden del día. Corresponde recibir a representantes. Primero, quiero saludar a nuestros invitados; tanto quienes están presenciales como las invitadas que están en forma telemática.
Pasamos al primer punto de la tabla, que consiste en recibir a representantes del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, con el objeto de exponer el Informe sobre Mujeres y Movilidad Social, elaborado por esa entidad. Asisten: el director ejecutivo del Instituto INAP de Políticas Públicas, don Raúl Figueroa; el subdirector del Instituto, don Gonzalo Valdés; y la jefa de comunicaciones, señora Rafaela Cifeli.
Pasemos a darle la palabra, inmediatamente, a don Raúl, por favor.
Muchas gracias, presidenta. Ahí tienen la presentación, buenísimo. Presidenta, muchas gracias por permitirme hablar y agradecer a la Comisión por el interés en escuchar este estudio, que creemos puede aportar al compromiso que esta Cámara de Diputadas y Diputados y, en particular, los miembros de la Comisión, tienen con los temas de mujer y con el acceso a mayores oportunidades para las mujeres.
Lo que voy a hacer a continuación es exponer brevemente los principales resultados de un estudio que realizamos en el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello sobre movilidad social, y de cómo de ese estudio se desprenden temas de movilidad social y mujer que son muy relevantes. Una copia del estudio completo está a disposición de ustedes, al igual que una breve minuta con los elementos centrales; y, por supuesto, esta presentación también quedará a su disposición.
En esa línea, quiero darle también los créditos a Francisca Espinoza, economista del Instituto, quien está fuera de Chile y por ello no nos pudo acompañar, pero que tuvo un aporte muy relevante en la elaboración de este informe.
Lo que hicimos fue, primero, abordar el tema de la movilidad social como una cuestión central. ¿Por qué? Porque, en términos generales, cuando se habla de movilidad social se tienden a considerar algunos factores muy específicos –por ejemplo, los ingresos de las personas y su nivel educacional–, que son las maneras habitualmente más comunes de medir la movilidad social, pero que resultan ciertamente insuficientes.
Nos parecía razonable analizar la movilidad social en Chile con una lógica multidimensional, y este estudio –el que sirve de base al que luego vamos a presentar– toma precisamente ese enfoque. Quisimos contribuir evaluando la ruta vital de las personas y determinar si existe movilidad social, e identificar cuáles son los determinantes que la generan.
Para estos efectos, usamos el concepto que tradicionalmente maneja la OCDE, entendiendo por movilidad social la habilidad de los individuos para cambiar su estado socioeconómico a lo largo de su vida o entre generaciones. Esta movilidad, cuando se analizan las diferencias entre padres e hijos o entre etapas de la vida, puede presentarse de forma ascendente, neutra (nula) o descendente: ascendente si la situación mejora, neutra si no hay cambios y descendente si empeora. Además, incorporamos el concepto de movilidad neta, que es la diferencia entre la movilidad ascendente y la descendente, permitiéndonos obtener una mirada global de la existencia o no de movilidad en cada una de estas dimensiones.
Basándonos en esta lógica, elaboramos un modelo que identifica, en este caso, ocho dimensiones: nivel educacional, acceso a la salud, vivienda propia, habitabilidad (es decir, si hay o no hacinamiento), seguridad en el barrio, trabajo, ocupación, interés público y acceso al consumo. Más adelante, profundizaremos en cada una de estas dimensiones para identificar si en ellas se presentan situaciones de movilidad, ascendente o descendente.
Y tratar de identificar cuáles son los determinantes, cuáles son las palancas que generan esos cambios que influyen, ya sea de forma positiva o negativa. Para ello, tomamos determinantes que son componentes de contexto: la situación de los padres, el entorno en que viven, el entorno educacional, y ciertas características propias del contexto; y, además, otros que son individuales, como el esfuerzo y la capacidad de razonamiento abstracto, entre otros. Ahí las vamos a ver en detalle.
Este modelo identifica si hay o no movilidad social y, a la vez, determina cuáles son los factores (determinantes y palancas) de ese cambio. El origen, o el trabajo de campo, consistió en una encuesta presencial realizada a 2.124 personas, con representatividad nacional y también representatividad en la región metropolitana del Bío-Bío y de Valparaíso. Es importante destacar que se encuestaron personas de entre 35 y 55 años, es decir, nacidos entre los años 1969 y 1989. A estas personas se les preguntó sobre su situación particular y sobre la situación de sus padres cuando ellos tenían 14 años, lo que equivale, de alguna manera, a comparar la situación de los padres con la de los hijos en la misma etapa de la vida. Con ello se mide el avance o el retroceso en una generación completa, aproximadamente 30 años entre uno y otro.
Los principales resultados, que se muestran de manera más compleja y profunda en la lámina que acompaña el estudio, revelan lo siguiente: en cada una de las ocho dimensiones consideradas, las barras azules corresponden a la movilidad ascendente, las barras rojas a la movilidad descendente y la barra gris a la movilidad nula (es decir, cuando no hay movimiento). Es interesante que, de estas ocho dimensiones, se observa una movilidad neta positiva en cuatro de ellas: nivel educacional, habitabilidad, acceso a la salud, y trabajo u ocupación; y una movilidad neta negativa en interés público. Cabe aclarar que, al hablar de interés público, no nos referimos a factores como la participación electoral, sino a la medida en que se discute en los hogares la política, se conversa sobre los problemas del país, se analiza la vivienda propia y se valora la seguridad en el barrio.
Cada una de estas dimensiones ofrece información que, más allá de simplemente saber si hay un aumento en ingresos o mejoras en un aspecto particular, permite conocer el conjunto y focalizar de mejor manera un conjunto de medidas. Por ejemplo, en el caso de la vivienda propia, aunque los datos muestran una movilidad neta negativa, se observa que en la parte neutra es muy alta (un 52% mantiene la misma situación que sus padres), lo que se debe a que, si los padres ya poseían vivienda, la mayoría de los hijos también la tienen.
Este estudio, además de identificar si hay movilidad social, busca determinar con precisión cuáles son las palancas y los determinantes que la generan, los cuales se agrupan en dos ámbitos: los componentes de contexto y los individuales. Se destaca, por ejemplo, que el máximo nivel parental—el mayor nivel alcanzado por los padres en cada una de las dimensiones medidas—resulta ser un factor muy relevante, coincidiendo con lo que han encontrado otros análisis de movilidad social a nivel mundial. Sin embargo, aunque es un factor importante, no es el único que influye, ya que existen otros elementos que pueden favorecer o, en algunos casos, obstaculizar el proceso de movilidad social.
Vemos, asimismo, que el nivel de educación es la dimensión donde más se ha avanzado, lo que se traduce en la práctica en una reducción de la cantidad de personas que no terminan el cuarto medio, aunque aún persiste un elevado porcentaje de adultos que no concluyen dicha educación, tema que se relaciona estrechamente con la problemática de las mujeres. Esta es una mirada general que abre la puerta a otras conclusiones y análisis más profundos sobre la movilidad en diferentes sectores y sus implicancias en la sociedad.
El contexto, el capital social, es decir, la capacidad de las personas de ampliar sus redes de apoyo, la infraestructura escolar, el SIMS, en el caso de los que estudiaron, son elementos que influyen positivamente. Cada una de estas dimensiones se ve influida al alza por esos elementos, y vemos cómo, dentro de los componentes de contexto, las situaciones violentas vividas en la infancia afectan negativamente, en este caso, en dos de las dimensiones. No es que no afecten las demás, sino que acá mostramos sólo donde las diferencias son significativas.
Si uno mira los componentes individuales, el razonamiento abstracto, este estudio incorpora varias innovaciones, una de ellas, la incorporación de un test de Raven, que permite medir la capacidad de razonamiento abstracto de los encuestados. El razonamiento abstracto influye de manera importante en todas las dimensiones. Esto es muy relevante porque, como ustedes saben, la capacidad de razonamiento abstracto no es una cuestión fija, sino que evoluciona en el tiempo, y por lo tanto las políticas centradas en el bienestar infantil, en la educación parvularia específicamente, son muy relevantes. Esto permite identificar que políticas de ese tipo impactan positivamente en la capacidad de razonamiento abstracto y, por lo tanto, impactan también positivamente en todas las dimensiones medidas para acceder a mejores oportunidades en el futuro.
Lo mismo ocurre con el esfuerzo escolar, con la valoración del esfuerzo. Y aquí ya entramos directamente a lo que tiene que ver con esta comisión, aunque el otro también, pero esto con más especificidad. Si uno mira la discriminación de género, tomada simplemente como el hecho de ser mujer, en cada una de estas dimensiones tiene un impacto negativo en la determinación de si hay o no movilidad social. Es decir, las mujeres, en todas las dimensiones —tienen el nivel educacional, el acceso al consumo, el acceso a la salud, el trabajo u ocupación y el interés público—, implican una carga que hace más complejo para ellas acceder a las mismas oportunidades.
Y ahí está destacado, lo ven, y no solo influye, sino que influye además de una manera bastante significativa. Si uno compara los números —menos 5, menos 9, menos 11, menos 9, menos 8—, ¿esto a qué nos llevó? Nos llevó a tomar este determinante como una cuestión particular para identificar, a raíz de este estudio de movilidad social realizado desde el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, cuál es la situación de las mujeres en particular y cuánto han evolucionado las oportunidades para ellas en nuestro país en esta misma generación. Es decir, comparando las que tienen, esta fue la muestra del 2024, por lo tanto ya ha cambiado, pero las que nacieron entre el año 69 y el año 89 en relación a sus figuras principales.
Y, además, ¿qué es lo que nos permite hacer este estudio? Dentro de las innovaciones metodológicas que se realizaron, no solo permite comparar con la figura principal —que en algunos casos será el padre, en otros casos será la madre o alguna otra figura relevante—, sino que específicamente se preguntó por la situación del padre y de la madre. Por tanto, el estudio nos permite comparar cómo vivían en estas dimensiones el papá en relación al hijo y la mamá en relación a la hija. Es una cuestión bastante innovadora porque, en general, este tipo de análisis no considera ese elemento y nos lleva a cuestiones que son muy relevantes.
Primero, vuelvo atrás, porque esto no tiene que ver ya con la madre y el padre, sino que, en relación a la figura principal que los antecedió, vemos una primera conclusión. La movilidad promedio de hombres y mujeres ya muestra brechas. Vemos cómo en términos de movilidad ascendente, los hombres —que son las barras azules—, hay un 39,6% de personas que tienen movilidad ascendente, versus un 37,4% en el caso de las mujeres. La movilidad nula es más baja en el caso de las mujeres que en el de los hombres. La movilidad descendente, que es algo que debiese preocuparnos aún más, es mayor en el caso de las mujeres que en el de los hombres, un 29,4% versus un 23,7%. Y la movilidad neta, que es la diferencia entre la ascendente y la descendente, es prácticamente la mitad: un 8% versus un 15,9%. Esto, lamentablemente, no es nuevo. No es que nos sorprenda este dato, porque sabemos que existen estas diferencias, pero sí es interesante ir poniéndoles rostro y tratar de identificar quiénes son las mujeres que…
Alcanzan las mismas oportunidades, ¿quiénes son las mujeres o cómo caracterizamos a esas mujeres que se van quedando atrás? En la misma lógica de lo que acabo de plantear, ahí ven un cuadro resumen de cómo en las distintas dimensiones se aprecian estas diferencias. La buena noticia es que esto no es una regla general; existen algunas dimensiones –y lo vamos a ver después con más detalle– donde las brechas se cierran con fuerza, como por ejemplo en nivel educacional. En nivel educacional, las brechas entre hombres y mujeres prácticamente no existen. En otros ámbitos, en habitabilidad, pasa lo mismo. Acá hay otros factores, entre la política habitacional y lo que estamos viendo de la baja en la tasa de natalidad, que también influyen en que el tema de la habitabilidad se vea afectado; hay que estudiarlo con más detalle. Es muy similar.
En acceso al consumo, la ascendente es muy similar, pero vemos cómo la neta ya empieza a ser distinta. En acceso a la salud, lo vamos a ver con detalle; miren la diferencia en movilidad neta: un 1,9 en el caso de las mujeres y un 19,6 en el caso de los hombres. En trabajo y ocupación, se evidencia una fuerte brecha, 1,9 versus 17,2. En interés público incluso se registran tasas negativas en el caso de las mujeres, y lo mismo ocurre en seguridad, que es negativo para todos, pero tiende a ser más fuerte para el caso de las mujeres, lo cual es coincidente con otros análisis, encuestas, etcétera.
¿Qué es lo que les quiero mostrar a continuación? Lo que les anticipaba. Este estudio permite no solo medir en general las diferencias de movilidad, sino también comparar la situación de las madres respecto de sus hijas y de los padres respecto de sus hijos. Por tanto, podemos ver para cada una de estas dimensiones qué tipo de contraste existe al fijar un umbral y describir, en cada caso, cómo vivían esos padres y esas madres y cómo viven los hijos y las hijas en relación a estas figuras.
En el caso de educación, anticipábamos que los resultados serían más bien positivos. Si uno mira –y aquí tomamos un umbral, que es el umbral de la ley (la ley exige cuarto medio obligatorio)–, en la generación anterior solo un 52,6% de los padres había alcanzado cuarto medio, y solo un 37,2% de las madres lo habían alcanzado, evidenciándose una brecha muy fuerte, de un 15%. Para aclarar, cuando hablo de generación anterior me refiero a aquellas personas entre 35 y 55 años, es decir, a los padres y madres de las personas encuestadas. En el fondo, las generaciones anteriores corresponden aproximadamente a un rango de 30 años antes, es decir, entre los nacidos alrededor de 1969 y 1989.
Por lo tanto, lo que mide este estudio de movilidad es la evolución en esos 30 años. Observamos que, en el nivel educacional, al fijar ese umbral, el avance es positivo: se cierra la brecha, y las mujeres progresan incluso más que los hombres, fruto, obviamente, de políticas implementadas a lo largo del tiempo.
En cuanto a habitabilidad, fijamos un umbral de habitabilidad medio alta o alta. Para efectos de análisis, siempre dividimos en cinco categorías: baja, medio baja, media, medio alta y alta. Cuando hablamos de habitabilidad nos referimos a la cantidad de personas que viven por metro cuadrado en un hogar. En este aspecto se observan avances, ya que el nivel de hacinamiento se reduce; sin embargo, aunque tanto las hijas mejoran en relación a sus madres como los hijos en relación a sus padres, la brecha tiende a ampliarse. Es decir, la brecha, que en otros tiempos era menor, hoy día resulta ser mayor.
Si uno mira en trabajo y ocupación, también hay una buena noticia. Existía una brecha fuerte de un 11,1% que se reduce a un 2,7%, y las mujeres avanzan en captar trabajos bien remunerados. Ahora, ¿qué es lo que muestra el estudio en esta gráfica? No lo muestra esta gráfica, pero yo se los puedo anticipar.
Bien, en términos de puestos de mayores ingresos, las mujeres avanzan con fuerza en trabajos peor remunerados, lo que implica que la brecha se amplifica. Esto tiene un impacto en lo que veremos después, en temas sobre todo de acceso al consumo y a la salud. Es una buena noticia que las mujeres accedan a mejores puestos de trabajo, pero en el fondo se concentra el beneficio en un grupo de mujeres y esas oportunidades no se distribuyen por igual, ya que existe un segmento que accede a trabajos mal remunerados o informales, lo que repercute en otras dimensiones que evaluaremos.
Voy a pasar rápido algunas cosas, pues la presentación se las voy a dejar. En acceso al consumo se observa también una evolución interesante, ligada en cierto modo al acceso al trabajo. ¿Dónde se evidencia una cuestión negativa? En el acceso a la salud. Lo que medimos no es tanto la calidad del servicio, sino fundamentalmente la velocidad con la que las personas son atendidas. Llama mucho la atención —y es coincidente con otros elementos, como el alto número de personas en las listas de espera— que, en la generación anterior, prácticamente no había brecha, mientras que, en la generación actual, los hijos mejoran en relación a sus padres y las mujeres, es decir, las hijas, empeoran en comparación con la situación que tenían sus madres en materia de acceso a la salud. Por lo tanto, no solo se registra una disminución, sino que la brecha se amplifica.
En interés público ocurre algo similar: se aprecia una baja sistemática, y en seguridad, aunque la percepción disminuye en general, las mujeres experimentan una mayor sensación de inseguridad en comparación con los hombres.
En el caso de la vivienda propia también se observa una baja, pero hay que mirarlo con cautela, ya que, si bien la noticia no es alentadora, corresponde a un grupo relativamente pequeño, porque la mayoría de quienes han presentado una movilidad nula proviene de familias que ya tenían acceso a la propiedad.
Acá hay una síntesis —no la reproduciré literalmente, pues es un resumen de lo anterior— que culmina con un cuadro muy interesante, ya que refleja de manera gráfica lo que estamos evaluando. Dichos cuadrantes muestran, por un lado, las brechas entre hombres y mujeres, si aumentan o disminuyen, y por otro, si las hijas retroceden o mejoran en comparación con sus madres. Así, el cuadrante superior derecho representa el escenario positivo, donde quisiéramos que todos se ubicaran: las hijas avanzan respecto a sus madres y, además, las brechas entre hombres y mujeres se cierran. En cambio, el cuadrante inferior izquierdo es el de las malas noticias, el más negativo, donde las brechas aumentan y las mujeres retroceden en relación a sus madres.
Para concluir, se puede apreciar que, ciertamente, Chile ha mostrado avances en materia de movilidad social en la última generación, resultado de un conjunto de políticas bien pensadas que han generado mayores oportunidades y que, en general, la ciudadanía ha sabido aprovechar. Sin embargo, al analizar el detalle, se identifica que ciertos grupos se van quedando atrás y no acceden a esas oportunidades. Específicamente, las mujeres, a pesar de haber sido parte de ese avance, mantienen brechas en relación a los hombres, lo que impide que todas alcancen el mismo nivel de bienestar. Hay avances en la inclusión de las mujeres, pero estos no son homogéneos; lamentablemente, aquellas en situación de mayor vulnerabilidad tienen menores posibilidades de acceder a las oportunidades que todos quisiéramos que estuvieran a su disposición. Tanto en educación como en trabajo se observan buenas noticias, aunque en el ámbito laboral, a pesar de que algunas acceden a mejores puestos, esto no ocurre en todas. Por último, el crecimiento económico ha sido un motor clave de movilidad que impacta de manera significativa, por lo que no se debe abandonar, y es necesario implementar nuevas estrategias para asegurar avances y cerrar brechas, lo cual es parte del desafío de Chile y, ciertamente, del desafío del mundo.
Comisión. Eso es una síntesis, Presidenta. Muchas gracias. Muchas gracias, Raúl. Ahora abrimos… ¿Va a intervenir también, no? No, Gustavo está de acá para la respuesta.
Se abre entonces la ronda de preguntas: diputada Barchesi, después diputada Marta González.
Diputada Marta González –
Gracias, Presidenta. Un gusto saludarlos, qué bueno que están acá. En el caso de la salud, ¿puede darse por temas de natalidad? Porque antes las mujeres tenían más hijos, entonces naturalmente requerían un acceso a la salud distinto al que requieren las mujeres hoy día. ¿Podría ser? ¿Tienen evaluadas las razones?
Bienvenida, porque la extrañábamos. Muchas gracias. Estoy haciendo mi mayor esfuerzo, pero me siento mucho mejor, así que gracias por sus palabras, Presidenta.
Bueno, yo agradezco la presentación, el estudio, la profundidad del estudio y todas las dimensiones que éste pone en juego. Es muy interesante lo que hace en comparación con las generaciones anteriores, etcétera, y también en cuanto al género. Me parece que son insumos súper importantes para la generación de políticas públicas y para medir cómo esas políticas efectivamente tienen un impacto en esta movilidad social, tema que en algún momento se discutió y que ahora ya no está tan en la palestra pública, a pesar de su importancia; con el enfoque de género, resulta aún más pertinente.
Me parece muy pertinente además, porque nosotras, como mujeres, entendemos en carne propia cuáles son las dificultades que tenemos y sabemos también cuáles fueron las dificultades que experimentaron nuestra generación, nuestras madres, nuestras abuelas, etcétera. Pero hoy día sucede, por ejemplo, en este Parlamento, en este período, en el que existe un grupo político que afirma que cada proyecto de género implica una sobreideología, es decir, que se trata de una ideología de género que tienden a demonizar. Y todos los temas relacionados con la brecha o la perspectiva de género reciben una argumentación de ese estilo.
Lo menciono porque, efectivamente, se puede analizar con un método científico que aporta objetividad al dato y permite una comprensión profunda de las distintas dimensiones y de cómo se han movido. Tenemos, finalmente, un respaldo más objetivo que explica por qué a las mujeres les cuesta tanto llegar a distintos espacios. Muchos de los argumentos que se repiten sostienen que las mujeres tienen la capacidad de llegar a todas partes, que cuentan con tantas cualidades como los hombres, lo cual comparto; pero, en definitiva, algo impide que ocupemos esos espacios en las condiciones y en la cantidad que se debiese, considerando que siempre buscamos avanzar hacia la paridad.
Aunque las mujeres poseen las capacidades, existe algo que, social y estructuralmente, las limita. Y esa es una diferencia política importante con respecto a lo que hoy día representa el Partido Republicano, en particular.
Me siento muy asombrada positivamente por este estudio; lo felicito y agradezco que esté acá, planteándonos este insumo como un material importante para difundir en los distintos grupos legisladores. Muchas gracias.
Muchas gracias, diputada González.
Diputada Weiss –
Sí, gracias, Presidenta. Bueno, gracias por la exposición. Pregunto, primero, sobre la muestra: ¿está tomada en sectores rurales y urbanos? No sé si lo mencionaron al inicio, pero me gustaría saber, en términos generales, cómo es y de qué tamaño es, sobre todo considerando la diversidad de nuestro país, que se extiende desde Arica hasta Tierra del Fuego y Magallanes, además de las zonas rurales, las cuales represento particularmente.
Y en relación a dos aspectos, uno es el de seguridad, pues la brecha que señalaron estaba entre salud y seguridad y parecía ser desfavorable. Esto, según lo que entendí, se debe a que se toma en cuenta la percepción o algo similar. Justo antes se mencionó la solicitud de la colega anterior para mostrar qué planes tenía el gobierno o el Estado de Chile, en este gobierno en particular, para proteger a las mujeres de la violencia, y ahí vemos que en esa movilidad…