Senado Salud

Senado - Salud - 18 de marzo de 2025

18 de marzo de 2025
12:30
Duración: 2h 29m

Contexto de la sesión

1.- Bol.N° 17355-11 Proyecto de ley que modifica diversos cuerpos legales, con el objeto de establecer la prescripción médica por medio de receta electrónica y sancionar su falsificación. A este punto se invitará a la Presidenta del Colegio Médico de Chile A.G., Dra. Anamaría Arriagada, y al Presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile A.G., QF. Jorge Cienfuegos. 2.- Bol.N° 17375-11 Proyecto de ley que moderniza el Sistema Nacional de Servicios de la Salud; fortalece al Fondo Nacional de Salud; crea el Servicio Nacional de Salud Digital; otorga facultades al Instituto de Salud Pública de Chile y a la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud, y modifica normas que indica. A este punto se invitará al Director Nacional de CENABAST, señor Jaime Espina, y a la Directora del Instituto de Salud Pública, Dra. Catterina Ferreccio. 3.- Bol.N° 17157-11 Proyecto de ley que establece una ley marco de alimentación laboral saludable. A este punto se invitará a la Especialista en Nutrición y Sistemas Alimentarios de FAO, señora Ornella Tiboni.

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Nos ponemos de pie y vamos a abrir la sesión. En nombre de Dios y de la patria se abre la sesión. Señor secretario, va a dar lectura de la cuenta. Gracias, señor presidente. Se han presentado las siguientes urgencias: se suma el proyecto que establece el derecho a optar voluntariamente para recibir asistencia médica con el objeto de acelerar la muerte en caso de enfermedad terminal e incurable y el que define establecimiento de salud como asistencial y docente. Asimismo, se ha presentado urgencia simple al proyecto de ley de salud integral, que modifica diversos cuerpos legales. Se ha recibido una solicitud de audiencia del representante de la Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud para exponer sobre la regulación de los dispositivos médicos. Don Carlos Cuadrado. No sabemos, puede ser un error en el nombre; ah, es Cristóbal. Invitación de la Presidenta del Colegio Médico de Chile, Dra. Anamaría Arriagada, para reunirse con la comisión el día viernes 28 de marzo a las 12 horas, con el objeto de presentar un análisis de la productividad médica en la sede que indica. Eso es todo, señor presidente. Gracias, presidente. Voy a dar enseguida espacio para hacer comentarios sobre la cuenta o puntos varios. Solamente recordar que el día de hoy tenemos en tabla los tres proyectos: 1) El primer trámite constitucional, el de receta electrónica, ha sido presentado por el senador Castro, entre otros senadores, e involucra la receta electrónica. En este proyecto están invitadas la Presidenta del Colegio Médico de Chile, Dra. Anamaría Arriagada, y el Químico Farmacéutico y Bioquímico de Chile, Jorge Cienfuegos. 2) El proyecto de fortalecimiento de FONASA, con distintos invitados. 3) El primer trámite constitucional de alimentación saludable, solicitado por el senador Sergio Gaona. Entiendo que tenemos la posibilidad de comenzar inmediatamente para tratar de hacerlo lo más ejecutivo posible y aprovechar de pasar un aviso de utilidad pública. Yo he sido designado en la Comisión de Hacienda a partir del día de hoy, así que a las 10:30 voy a solicitarle a alguno de los parlamentarios que me pueda reemplazar, si es que seguimos con la sesión, para poder participar también en esa otra comisión. Así que, sobre la cuenta y puntos varios, señor senador, le ofrezco la palabra.
5:00
Del Colegio Médico, pero el viernes 28. Esa es una invitación que se hace a la Comisión. ¿Se acordó el día y el horario con ustedes, señor presidente, o algo por el estilo? No, es una presentación que hacen ellos. Está agendada para el viernes 28 de marzo a las 12 horas. Sin embargo, no es para la Comisión de Salud, es una invitación de ellos, en la que el Colegio Médico nos convoca. Y creo que es bien atingente lo que se está conversando: la reforma de FONASA, que tiene que ver con el estudio de la Universidad Nacional Andrés Bello, y otras cuestiones de interés. Efectivamente, me parece una oportunidad interesante, pero un viernes resulta fatal para nosotros, no es posible. Entonces, se solicita al presidente que, cuando sea posible, se hagan llegar las presentaciones y la documentación con los antecedentes que puedan entregar. Cabe señalar que la doctora Arriagada está aquí invitada el día de hoy por uno de los proyectos, por lo que se la aprovecha para transmitir, en caso de que esté escuchando o viendo la sesión, e incluso para que se tenga acceso al contenido de esta reunión. Senador Castro: Dos puntos. Uno es sobre el tema de la ejecución presupuestaria en el sector salud. Yo lo planteé en la ocasión anterior y, dado que sigo recibiendo información sobre las crisis que hay en el subtítulo de bienes y servicios de consumo, desabastecimiento, etc., considero pertinente contar con un reporte oficial del Ministerio de Salud o de la autoridad superior —ya sea de la subsecretaría o de la ministra— respecto a lo que está sucediendo en la red asistencial. Todos los indicadores, e incluso voces de directores de hospitales, señalan que la habitual crisis del último trimestre se adelanta a junio o julio de este año, sumado a la pérdida de recursos y otros factores. Por ello, creo que es relevante contar con una exposición formal que detalle lo que se viene en materia de financiamiento, lista de espera y crisis hospitalaria. Este panorama nos ha acompañado largamente, pero estando en marzo e ingresando al otoño, con todo lo que implica la crisis respiratoria y los mayores gastos naturales de la época, es oportuno disponer de una buena presentación al respecto, incluso en Santiago, la cual podría programarse para un lunes en el momento que resulte pertinente. Y dos: considerando que la ley corta de ISAPRE lleva 10 meses de vigencia y se anunció el ICSA 2025, sugiero que, en algún momento, se escuche al superintendente para que nos informe de la globalidad de lo ocurrido en estos 10 meses; es decir, qué ha pasado con los excedentes, su devolución, los descuentos por la aplicación de fallos y el ICSA, anunciado ahora como la última medida. De ese modo se tendría una panorámica más clara de cómo se aplican estas acciones derivadas de la ley corta, lo que brindaría mayor claridad a los usuarios. Acordémonos que, en enero, nuestro debate se centró en la mala devolución de los excedentes, tema que expusimos ante el Comité Técnico. Creo que es momento de tener una recapitulación del estado en que se encuentra la aplicación de alzas de precios, incluida la prima extraordinaria, ya que han sido muchas las variables en juego. Presidente: Se plantea la solicitud en los términos señalados por el senador Juan Luis Castro, para que se pueda fijar fecha para esos efectos. Senador Sergio Caona: En puntos varios, señor presidente, quisiera expresar la preocupación que tenemos respecto a la crisis de natalidad en el país. Desde hace algunos años se ha venido escuchando sobre la caída en la tasa de natalidad de Chile; actualmente se encuentra en torno a 1.15 o 1.16, cuando para las tasas de reemplazo se requiere 2.1, y el promedio en Latinoamérica es de 1.9 hijos por mujer en edad fértil (de 15 a 49 años). Este es un tema que merece atención, ya que tendrá un impacto enorme en 30 años: en pensiones, en la economía, en la población activa y en el gasto en salud debido al envejecimiento poblacional. Por tanto, señor presidente, sugiero que, más allá de los diagnósticos y de las publicaciones continuas en prensa, así como de los distintos estudios — incluido el último presentado por el INE — se destine uno de estos días de comisión para abordar este tema de forma detallada.
10:00
De salud y expertos nos puedan decir, y especialmente los relacionados con el Estado, ¿qué medidas se están adoptando para esto? ¿Qué política pública se está pensando para poder enfrentar esta crisis de natalidad, que no es menor y que, probablemente, hoy día no la estemos sintiendo, pero que en treinta años va a ser grave? Por tanto, quisiera ver si puede ser la ministra de Salud o alguien que, sobre todo por lo que impacta en salud, lo que nos corresponde a nosotros, nos cuente qué se está haciendo respecto al tema de la crisis de natalidad que tenemos en el país. Somos uno de los diez o quince países con la peor tasa de natalidad o la más baja tasa de natalidad del mundo. Entonces, evidentemente, me gustaría que, señor presidente, se organizara una sesión de la comisión para abordar este tema. Hay personas relevantes, como el doctor Fernando Seger de la Universidad Diego Portales, que ha realizado estudios interesantes a lo largo de muchos años; lo mismo la gente de la Universidad Católica, de la Universidad del Desarrollo y del Centro de Estudios Públicos. Creo que es un tema que hay que poner en la mesa, y me parece que esta comisión es la más adecuada, por lo menos partiendo por salud. Se han realizado algunos esfuerzos y se han planteado proyectos de ley relacionados con la fertilidad, pero eso constituye solo una pequeña parte del problema, que es mucho más amplio. Me gustaría que esta comisión se ocupara del tema y no se limitara a leer diagnósticos publicados en la prensa, sino que efectivamente impulsara una política pública para enfrentar este problema. Hemos discutido distintos proyectos de ley en esta comisión. La senadora Paulina Núñez nos ha visitado permanentemente, y este es un tema que debe preocuparnos, considerando el futuro de nuestro país. Por ello, propongo que se incluya este tema en la agenda de la comisión. Además, es importante tener en cuenta estudios sociológicos, ya que, debido a cuestiones laborales, muchas mujeres están retrasando la natalidad. Esta situación tiene otras implicancias, pues en Chile no existen políticas que faciliten el acceso a tratamientos para la fertilidad. Propongo, incluso, la realización de un seminario o un espacio amplio que permita abordar la agenda de forma integral. Partamos entonces con la tabla. En primer lugar, se encuentra el proyecto de ley en primer trámite que modifica diversos cuerpos legales, con el objeto de establecer la prescripción médica por medio de receta electrónica y sancionar su falsificación. El origen de esta iniciativa se ha dado aquí en el Senado y es una moción de los honorables senadores: señor Castro González, señora Seben Perguer y Núñez, y señores Durresti y Flores. El proyecto ingresó el 15 de enero del presente año y tiene como objetivo establecer un sistema universal de receta electrónica para mejorar la seguridad en la emisión de recetas médicas, reducir las falsificaciones y proteger la salud pública, a su vez que fortalece las sanciones asociadas a la falsificación o mal uso de las mismas, tanto en formato papel como digital. La estructura del proyecto consta de dos artículos y no tiene carácter de urgencia. Adicionalmente, se menciona que este proyecto podría tener alguna relación con otro que se reanudó en una conversación mantenida en la comisión.
15:00
La semana pasada, en el marco de la discusión sobre la Ley de Fármacos, se abordó un aspecto que ya estaba previsto en el proyecto, aunque de forma parcial. Así, de la misma manera que el tema de dispositivos médicos está siendo tratado en el proyecto FONASA, este asunto posee un tratamiento específico que, en mi opinión, resulta una muy buena iniciativa para debatirlo en profundidad. Por ello, convengo en darle la palabra al Colegio Médico para que exponga su perspectiva respecto al proyecto, el cual, cabe destacar, impacta significativamente dado que son los emisores quienes están mayormente involucrados en este asunto. Así que, doctora Anamaría Arriagada, si se encuentra disponible –no sé si cuenta con presentación– le ofrezco la palabra para que nos comparta sus comentarios sobre este proyecto. — Sí, muchas gracias, presidente. Saludo al resto de los miembros de la comisión. Estoy muy contenta de que, de alguna forma, retomemos ese espacio tan abierto que siempre nos han ofrecido, y de que, a través de esta invitación, podamos reunirnos en torno a algunos proyectos para mejorar la productividad médica el día 28. Estamos preparando esa sesión para que, ojalá, todos ustedes puedan acompañarnos. Además, tengo una presentación que ya he enviado al secretario de la comisión, a ver si la puede proyectar; consta de pocas diapositivas relacionadas con el tema. Quiero mencionar que, aparte del proyecto de ley en el que participamos en conjunto con el presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos, este tema se ha enriquecido bastante. Estoy muy contenta de contar con la presencia de la gente de DIPOL, del Ministerio de Salud, así como de las diversas reuniones, encuentros y un seminario en conjunto con ProSalud, en el que se abordaron los avances en la receta electrónica y la prescripción. ¿Cuáles son los desafíos? En primer lugar, la receta en papel es susceptible, sin duda, a falsificaciones, extravíos y a interpretaciones erróneas de lectura; y no podemos pasar por alto esos memes que muestran la letra de los médicos, la cual resulta, en ocasiones, muy difícil de comprender tanto para los pacientes como para nosotros, incluso al revisar recetas de colegas. Esto conlleva diversos errores, impactando negativamente la calidad de la atención, dificultando el seguimiento del historial médico del paciente y el control sobre los medicamentos dispensados, y aumentando el riesgo de eventos adversos por interacciones entre fármacos, sin mencionar el efecto perjudicial en la fiscalización. El objetivo de este proyecto de ley es, pues, mejorar la seguridad, la trazabilidad y la eficiencia en la emisión y el uso de recetas médicas, tratando de subsanar las limitaciones del actual sistema basado en papel. Nuestra propuesta, al adherirnos a este trabajo legislativo, es transitar hacia un sistema universal de receta electrónica que otorgue mayor seguridad. Mientras se desarrolla esa transición –pensada en un plazo razonable, de cinco años, para alcanzar finalmente una receta completamente electrónica–, los colegios profesionales y las Ceremis deberían encargarse de la edición, control, inspección, impresión, distribución y entrega de los talonarios de recetas médicas en soporte papel. Esto incluiría otorgar legitimación activa a los colegios profesionales para ejercer las acciones y denuncias ante tribunales por el delito de falsificación de dichos instrumentos. El sistema propuesto permitiría una prescripción segura y trazable, integrando información del paciente que se centralizaría de manera que estuviera accesible tanto para médicos como para farmacias autorizadas; lo que reduciría errores y fraudes, mejoraría la eficiencia en la atención del paciente y optimizaría el control sobre medicamentos de uso restrictivo. Cabe resaltar que la prescripción médica es parte fundamental del acto médico, al igual que el de otros profesionales, como matronas y dentistas, quienes hoy están autorizados para ser prescriptores. El uso racional se define como la prescripción del medicamento más adecuado, con disponibilidad oportuna, a un precio asequible, y su dispensación bajo condiciones de vida adecuadas y conforme a los intervalos y tiempos prescritos; definición que adoptamos de la OMS. Es, por tanto, un componente integral del acto médico, que debe regirse no solo por la valoración del acto y los valores éticos –como la no maleficencia, no causar daño, buscar el beneficio del paciente y preservar su espacio de libertad y decisión–, sino también formar parte de una decisión compartida y contribuir al uso adecuado de los recursos y costos.
20:00
El adecuado balance riesgo-beneficio. Yo agregaría también un tema fundamental, que es el tema medioambiental, de controlar lo que es el mal uso de antibióticos y la resistencia antimicrobiana, que es hoy día un tema de primer orden en el mundo. Los resultados, en países en que esto se ha implementado, reducen en un 50% los eventos asociados a la prescripción. Esto permitiría controlar la indicación de antibióticos, el control de alergias, evitar la falsificación, mejorar la comunicación entre el dispensador y el prescriptor y, además, avanzar hacia la deprescripción. Lo hablamos en un seminario muy interesante y también en nuestra conversación con el Ministerio de Salud, con Dipol y quienes manejan hoy día la receta electrónica, pues esto pudiera ir también modernizándose e incluyendo otras herramientas, como alertas en caso de alergia y alertas en el caso de cruce de fármacos que pudieran estar interactuando de forma no adecuada entre sí, y además favoreciendo la deprescripción, sobre todo en los pacientes de mayor edad. ¿Qué se necesita entonces para optimizar esta receta? Bueno, se requiere un diseño participativo, creemos nosotros, que incluya grupos focales en el futuro, la receta electrónica con lo que ya señalé, sugerencias de prescripción según diagnóstico, formas de administración que realicen cruces de información para evitar interacciones farmacológicas y que ayuden a prevenir alergias e interacciones. Ojalá se incentive la prescripción de medicamentos genéricos, bioequivalentes, biosimilares, y se vincule con protocolos clínicos y solicitud de exámenes. Y nosotros creemos que, de alguna manera, lo normal en un país que se va modernizando y que crece en seguridad sanitaria es transitar, en un periodo razonable que hemos pensado en cinco años, hacia una receta electrónica. Ese es el grueso de nuestra presentación. Nosotros hicimos un proyecto que, de alguna manera, aumenta las penas; un proyecto que también define y saca a la luz la receta electrónica como un elemento que se da en la esfera privada, otorgándole el carácter que merece, y que persiga siempre a quien utilice una receta falsa, a quien compre un medicamento con una receta falsa o la presente. Y eso es lo que nosotros estamos apoyando con este proyecto, que nos parece muy bueno, un proyecto que, además, es bastante acotado, pero que tiene un impacto fundamental. Con ello queremos evitar lo que ocurre hoy día, por ejemplo, cuando uno va a una feria y encuentra medicamentos dispensados sin ningún cuidado, sin receta, lo cual va absolutamente en contra de una atención segura a los pacientes. Perfecto, doctora Arriagada, se agradece su presentación. Vamos a proceder. Entiendo que el presidente del Colegio Químico Farmacéutico ya está presente, o está por llegar. Sí, llegó. Está por llegar, así que aprovechemos de interactuar con la presidenta del Colegio Médico, el doctor Castro, y el senador Chagüen. Sí, presidente, se trata justamente de poder abordar de manera acotada un problema que viene desarrollándose desde hace muchos años en Chile. Por un lado, la legibilidad de una receta. ¿Por qué? Porque, como los que somos facultativos, usamos nuestro recetario en la práctica cotidiana, en papel. Este documento, cualquier chileno o extranjero hoy día lo puede llevar a una imprenta por teléfono, proporcionar datos que pueden ser verídicos o falsos, e imprimir mil talonarios a nombre de ese doctor –comillas– que pueden ser o no auténticos. Yo, presidente, he sido víctima de esto años atrás, y poco a poco, conversando con el Colegio Médico y con distintos colegas profesionales de la salud, he constatado que la falsificación es un fenómeno creciente a lo largo del tiempo. Pero también lo es la difícil legibilidad de la letra de los médicos, lo cual ha llevado, en ocasiones, a confusiones con riesgo de daño. Cuando se confunde una insulina con una heparina, y no estoy inventando, esto ha generado muertes en hospitales; o cuando se han confundido medicamentos que tienen siglas o nombres parecidos y no se conoce la posología correcta.
25:00
O sea, la dosis que tiene que usarse durante el período prescrito. Tercero, porque tenemos una cultura de automedicación, y eso ocurre no por una cuestión de cofradía entre médicos, sino porque hay muchos productos farmacéuticos que requieren receta médica. Si uno dice: “mire, vitaminas, sales minerales…”, perfectamente se pueden comprar en cualquier parte, como ocurre. Pero muchos otros son productos combinados que tienen efectos colaterales, efectos adversos e interacciones con otros medicamentos, por lo que requieren prescripción. En un mundo tan complejo, se buscan dos cosas, simplemente, en el marco general de los medicamentos. Por un lado, con la ayuda del Colegio Médico, se propone el tránsito directo a una receta electrónica, instrumento de derecho privado con letra legible, portable, que esté registrada y validada por el receptor; por ejemplo, el dispensador de una farmacia. De este modo, la receta llegará al presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile A.G. al momento de despachar, quedando en poder de la farmacia para que el paciente la tenga en su móvil, ya sea para repetir la receta en casos crónicos —si soy hipertenso, diabético, etc.— o cuando se trata de una receta retenida que debe emitirse solo una vez, pues queda registrada al tratarse de un benzodiacepínico, un estupefaciente, etc. Transitar de lo papel a lo digital parece razonable, y se busca dar ese paso en una transición de cinco años. ¿Para qué? Para que el público y los pacientes sientan agilidad, menos burocracia y no tengan que ir al médico cada vez por lo mismo, sino que dispongan de un mecanismo mucho más amigable para obtener una receta que se entienda claramente, sin que sea necesario recurrir a un grafólogo para descifrar lo que quiso escribir el doctor. Y, en segundo lugar, para combatir el fraude: la falsificación, el error malicioso, el mercado secundario, la venta en cunetas o en ferias libres, y todo lo que implica ese submundo relacionado con las recetas falsas. Esos son los dos propósitos que se buscan. Asimismo, en consonancia con lo que ha sido siempre la discusión legislativa, en el caso del contenido de la receta probablemente se introduzca una enmienda, al momento de debatirse en particular, para que esto quede a tono con la Ley de Fármacos 2, en el sentido de que el DCI (Denominación Común Internacional) sea lo que prevalezca como receta de puño y letra –en este caso, electrónica– emitida por el médico. El nombre comercial, o “fantasía”, se utilizará solo bajo excepción, es decir, cuando no exista un principio activo genérico, cuando haya más de tres sustancias en un producto o a solicitud del paciente, que podría decir: “mire, usted me da la amoxicilina, pero yo prefiero el amobal para la guagua”, porque el sabor del jarabe es distinto y resulta más amigable. Estas opciones se basan en que la piedra angular sea la Denominación Común Internacional, la cual se incorporará en la discusión para que se convierta en un estándar aceptado por todos, dado que siempre ha sido consensual. Esos son los puntos que quería destacar, presidente. Senador Chagüán: Sí, presidente. Recordemos que contamos con la Ley de Fármacos 2. Lo dijimos y lo hemos llevado a cabo. Pero quisiera plantearlo como presidente de la Comisión, ya que además hemos solicitado la constitución de un comité técnico que está trabajando justamente en este tema. Asimismo, solicito que, independientemente de ello, pudiéramos fusionar este proyecto con otras iniciativas relacionadas con recetas electrónicas que se están tratando en esta Comisión. Sería bueno que la Comisión revisara cuáles son esos proyectos sobre recetas médicas y los fusionara, pues van en la misma dirección y, al estar en el mismo estado de tramitación, no habría inconveniente. Le pedimos a la Secretaría que revise este asunto, para que en la propuesta del próximo martes se confirme que están en idénticas condiciones de tramitación. Además, lo que usted plantea respecto a la Ley de Fármacos es pertinente, ya que estos son apéndices que se van separando y facilitan también el despacho de otros temas, como los dispositivos médicos en la ley de FONASA, entre otros. Entiendo que también está presente don Juan Francisco Collado del Ministerio de Salud, especialista en la materia, para que aporte su parecer. Pero, en este momento, le cedo la palabra al presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile A.G.
30:00
El químico farmacéutico don Jorge Cienfuegos. ¿Está disponible o no? Secretario, ¿don Jorge Cienfuegos está? ¿Lo tenemos en Zoom o está presencial? ¿No ha llegado todavía? ¿No? Voy a aprovechar mientras vemos si avanzamos al siguiente punto de la tabla, señor Chaguán. Creo que sería relevante, porque usted ha hecho mención respecto al tema de la Comisión Mixta de Fármacos, que ojalá pudiésemos designar a alguien responsable de ese comité que había quedado de revisar las normas, ya que hasta el momento no se ha convocado ningún trabajo y no hay nada concreto. Le pedí a la ministra que designara a una persona que hiciera cabeza desde el Ejecutivo, y la idea es que nosotros podamos aportar, estableciendo un plazo —de aquí al miércoles o de aquí a mañana— para contar con un representante de cada uno de los senadores, de la misma manera que lo harán los diputados. Perfecto, porque sería importante, dado que no es tan fácil la construcción de un consenso en esa comisión. Ojalá se pudiese comenzar a trabajar a la brevedad posible. Muy bien. Del Ejecutivo le ofrezco la palabra al asesor legislativo. Presidente, muchas gracias. Saludarles, señorías. Soy Cristian Miquel. Mire, presidente, quiero solamente dar cuenta de lo que se conversó con la ministra cuando estuvo acá en relación al Proyecto de Fármacos II: el Ejecutivo está disponible para empujar lo que decidan ustedes como parlamentarios y como miembros integrantes de la Comisión Mixta. Sin embargo, esa iniciativa depende de que ustedes se reúnan, ya que nosotros vamos a estar presentes para apoyar. Estamos esperando que los asesores nos citen para conformar la comisión, y ya enviamos desde el Ministerio los nombres de las personas que estarán presentes, tanto de carácter técnico como de asesoría legislativa. Eso, presidente. Perfecto, muchas gracias. Perfecto, el oficio y la convocatoria se enviarán para que se puedan reunir a la brevedad posible y comenzar a trabajar. Le damos la bienvenida a don Jorge Cienfuegos para que nos pueda entregar comentarios respecto de este proyecto de ley en particular y para que nos cuente cuál es la visión del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile, o de la asociación gremial (AG), por así decirlo. Exacto. Don Jorge, no sé si trajo alguna presentación, ¿quiere hacer algún comentario? Bueno, primero que nada les ofrezco mis disculpas por la tardanza; hubo un inconveniente para que pudiésemos bajar del autobús, pero por suerte la presentación es corta y eso les brinda tranquilidad. Senadores, senadoras y a los presentes, les hago un par de comentarios en relación al Boletín 17355-11, que versa sobre la prescripción mediante receta electrónica y la sanción de su falsificación. No sé si lo alcanzan a ver bien; si no, lo iré leyendo para que no se preocupen. Asimismo, hay un tema ineludible y queremos comenzar por ello, que es la Ley de Fármacos II. Les planteamos esto porque, finalmente, se trata de un debate que lleva una década; si bien existen aspectos indiscutiblemente positivos, no se han logrado avances. Es importante tener en cuenta este contexto para conversar sobre el proyecto. El mismo incorpora elementos sanitarios y de seguridad pública, aspectos muy relevantes y profundamente demandados por la ciudadanía y los expertos. Así, está el elefante en la habitación, porque es algo que hay que discutir en la Ley de Fármacos II. Comencemos por lo positivo: valoramos la iniciativa y la consideramos un aporte en temas de prescripción, fiscalización y persecución de delitos relacionados. Impulsa un proyecto que, de manera transversal, ha sido considerado positivo en aspectos de interoperabilidad, seguimiento, trazabilidad e información para políticas públicas, elementos de los que actualmente carecemos.
35:00
Salud. Y muchas de las decisiones que han tomado los gobiernos, de manera transversal, con respecto a medicamentos, son temas que se huelen, digamos, son de la guata muchas veces, sin dato particular; incluso se adquieren datos de forma segmentada a una empresa que, en un tiempo, fue IMS Health y hoy día es IQVIA. Estos mismos datos, hoy día, podríamos obtenerlos a través de la receta electrónica, que ya está instalada y se hace cargo de una parte del tema de seguridad, tráfico y narcotráfico de medicamentos. Hemos tenido muchos casos; de hecho, ayer, si mal no recuerdo, se presentó otro caso en un hospital con respecto a fentanilo, lo cual invita a mirar al futuro lo que ocurre en Estados Unidos, pues es un tema que hoy día a todos nos preocupa. El tráfico y narcotráfico, que hace unos años era un tema bien lejano, hoy nos pisa los talones y afecta finalmente a servicios de salud, hospitales, SFAM, farmacias y otros ámbitos de forma transversal. El proyecto aborda además una deuda histórica con la dispensación en farmacias. Los invito a examinar un par de las recetas clásicas, por ejemplo, aquella del lado izquierdo, de la cual no tenemos la más remota idea de qué dice. Pese a ello, es importante destacar que nuestra regulación –por lo menos lo establece el Código Sanitario– indica que cualquier prescripción debe realizarse con letra imprenta legible. Cualquiera de estas recetas podría ser considerada ilegal, pero en la práctica esa ilegalidad no se toma; se maneja aún como una especie de juego, entre comillas, lo que resulta grave, ya que los médicos tienen “letra de médico”, y otros profesionales que prescriben, y los farmacéuticos lo toman también como un juego, argumentando que pueden descifrar la letra. Esto, en última instancia, se presta para un escenario macabro, pues, si nos equivocamos, podríamos poner en riesgo vidas, como se ha evidenciado en otros países. Una de las medidas que se ha tomado de manera importante es la implementación de la receta electrónica para hacerse cargo de esta problemática. Asimismo, se observa que en las recetas, aún apareciendo la firma del prescriptor, en la parte inferior figura “a permanencia”, un elemento que es súper simple y práctico, puesto que lo encontramos cotidianamente en las farmacias. No obstante, explicarle esto a una persona resulta complejo por dos razones: por un lado, cargamos con una mochila histórica desde el área farmacéutica (desde el año 2011, cuando ocurrió la colusión, lo que generó desconfianza en las farmacias); y, por otro, no se sabe si los prescriptores incluyen “a permanencia” por desconocimiento o si lo hacen de forma desentendida, trasladando el problema al ciudadano, quien termina atrapado en un ping-pong entre él y la farmacia, situación en la que, indudablemente, es el ciudadano quien pierde. Teniendo esto en cuenta, se observa que el proyecto plantea un horizonte de cinco años para implementar estos cambios, lo cual resulta poco práctico, considerando que la receta electrónica ha tardado más de cuatro años en desarrollarse y ha abarcado dos gobiernos. Surge, asimismo, la duda sobre cuántos funcionarios trabajan exclusivamente en receta electrónica en el Ministerio de Salud. Se recomienda que la comisión solicite datos certeros, ya que sabemos que son pocos, para no decir que hay una sola persona dedicándole 11 horas diarias. Finalmente, ¿cuántos recursos están destinados a la implementación y al mantenimiento evolutivo de este sistema? Recientemente se sostuvo una discusión intensa sobre el presupuesto nacional, en la cual se cuestionó: ¿cuánto del presupuesto se destina a esta receta electrónica, que todos la vemos con buenos ojos? ¿Cuáles son las brechas actuales y en qué horizonte temporal se pretende abordarlas? Se destacan, además, la brecha digital, la aceptación de los prescriptores, de los dispensadores y del público en general. Esto es un tema que avanzó de manera importante durante la pandemia, pero luego retrocedimos, ya que se le puso un freno de mano. Creemos que este proyecto justamente se hace cargo de ese desafío y puede darle el dinamismo que se requiere. La sostenibilidad del sistema y el acceso a medicamentos son dos temas que hoy día están sobre la mesa en múltiples foros, pues no se trata solo de medicamentos, sino de la viabilidad del sistema en su conjunto y de los proyectos que se quieran plantear para mejorar el ecosistema sanitario y farmacéutico. Por ello, consideramos que el proyecto se encuadra en esa línea de trabajo.
40:00
De lo sanitario y de seguridad es un avance, sin duda. ¿La prescripción y la dispensación electrónica permiten mejorar la seguridad del paciente y la información de medicamentos en Chile? También lo vemos como algo positivo. Sabemos que hay múltiples temas que requieren la atención del ecosistema sanitario, pero creemos que esto es un avance concreto. En ese sentido, no solo lo apreciamos, sino que confiamos en que, como sector sanitario, ustedes, desde uno de los poderes importantes del Estado, puedan plantear una solución a la ciudadanía, que desde hace tiempo la demanda. Creemos que aquí hay un elemento al que podemos darle esa energía, ese envión, no solamente desde lo técnico, sino también como señal de que estamos haciendo bien las cosas y queremos avanzar hacia un Chile del 2025, en contraste con la tecnología de los años 60, pues todavía seguimos utilizando procesos en papel que a veces resultan sin sentido. Muchas gracias por la invitación y, obviamente, a ustedes por la espera. Considero que han sido aportes bastante contundentes. Quiero hacer una sugerencia a la Comisión: si está la solicitud —quizás el secretario me puede corregir— de evaluar la posibilidad de fusionarlo con otros proyectos de ley, no tengo inconveniente en que avancemos en la tramitación, e incluso en la votación general del proyecto. El tema es que no vayamos a fusionarlo cuando no esté en el mismo estado de tramitación, ya que es la primera sesión. Señor presidente, le pido que me comente los alcances reglamentarios, ya que esa es la duda que tengo. Propongo que lo incluyamos en el primer punto de la tabla y que, previa información a los miembros de la Comisión sobre los proyectos que podrían fusionarse, se evalúe esa posibilidad. Tiene que ser simple, porque si ingresamos en complejidades adicionales, el tema se enreda. Creo que este asunto es de fácil despacho. Damos por concluida la discusión del primer punto de la tabla y pasamos al segundo, que es el estudio del proyecto de ley en primer trámite constitucional que fortalece FONASA. Está invitada la Directora del ISP del Instituto de Salud Pública, doctora Caterina Ferrecchio, acompañada de la jefa de la Fiscalía del ISP, señora Mariela Mech, del jefe de Gabinete, señor Luis Brito, y del Director Nacional de CENABAST, señor Jaime Espina. En cuanto a la discusión, aunque profundizaremos en los detalles, es claro que hoy es muy fácil falsificar una receta debido al uso del formato papel. El primer desafío para el sistema es avanzar hacia un sistema electrónico, pues por temas de seguridad es más eficiente y permite una mayor trazabilidad. Sin embargo, la pregunta para la próxima sesión es: ¿existen ya las condiciones de interoperabilidad? Es decir, las fichas clínicas representan un gran avance; ¿estamos en ese camino? Es necesario contar con un cronograma mínimo durante esta transición de cinco años que garantice la viabilidad del proyecto y evite que se convierta en letra muerta. Otro tema es que, cuando una persona acude al médico y recibe una receta, espera que el medicamento sea efectivo y que su costo no afecte de manera excesiva a su bolsillo. Con el tiempo, la población ha aprendido sobre el uso de medicamentos genéricos y bioequivalentes, que suelen ser más económicos. Sin embargo, en el proyecto no se establece como obligatoria la denominación común internacional; este es otro aspecto que dejo para discusión posterior. Adicionalmente, es fundamental avanzar en el tema de las licencias, ya que la interoperabilidad es esencial en el sistema de salud. Sin estas condiciones, resulta difícil hacer efectivos los distintos proyectos de ley, no solo este. Esto no solo proporcionará mayor seguridad y prevendrá la falsificación, sino que también permitirá contar, mediante diagnósticos, con información sobre cuáles son los medicamentos que presentan mayor falsificación, ya sea en el caso de psicotrópicos u otros. Muchas gracias, señor presidente. Se agradecen los comentarios y espero que estos puntos queden presentes a la hora de continuar con el estudio y discusión del proyecto.
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De la próxima sesión, cuando volvamos a discutir este proyecto, se hará un comentario adicional sobre las experiencias comparadas, en las que finalmente se elimina la receta física y se adopta un sistema 100 % electrónico. Si existen evidencias comparadas, creo que sería útil contar con esa información; quizá se la podamos solicitar. Lo veo ahí, mientras nuestro asesor de la Biblioteca del Congreso toma nota atentamente, para que se pueda revisar este aspecto, en tanto es un cambio cultural importante y, dada la relevancia del tema, resulta fundamental saber cómo ha funcionado en otros países. Perdón, antes de ofrecer la palabra al Senador Juan Luis Castro, quien también desea hacer un comentario final y una precisión sobre este asunto, entiendo que está la Presidenta del Colegio Médico pidiendo la palabra para realizar una precisión final. Por ello, cedo la palabra a la doctora Arriagada y, posteriormente, al Senador Juan Luis Castro. —No, yo pensé que había terminado la discusión; quería agradecer y despedirme, eso. Siempre bienvenida, Presidenta, y nos estamos viendo en el próximo encuentro de la comisión, así como en la invitación que se hizo para dos viernes más en el Colegio Médico. Señor Jorge, también, gracias, gracias. Senador Juan Luis Castro: Sí, solo voy a precisar que existe una gran experiencia acumulada en el tránsito de la licencia médica de papel a la electrónica en los últimos diez años. Esa experiencia es realmente espectacular y se aplicaría, en rigor casi a la letra, ya que ha permitido que hoy día el 96 % de la licencia médica sea digital. Además, no quería interrumpir a la senadora, pero quiero ratificar lo dicho desde el principio. Este proyecto requiere una enmienda que presentaremos—ojalá unánimemente en su minuto—para introducir la denominación común internacional como forma de prescripción estándar y universal para los médicos, y que solo, bajo excepcionalidades calificadas, se utilice el nombre de fantasía o nombre comercial en situaciones muy precisas, ya sea a requerimiento del paciente o cuando se incorporen más de tres moléculas en el producto, o bien cuando no se cuente con un producto genérico equivalente, como sucede en algunos casos de hormonas o antineoplásicos. Es decir, se utilizará este nombre comercial únicamente bajo excepción, manteniendo el carácter universal de la prescripción. Asimismo, la definición actual del Código Sanitario en el artículo 101 establece, a modo de obligación, agregar dicha denominación para informar, lo que ha generado cierta confusión. No obstante, esta discusión ya se ha abordado y resuelto legislativamente; en su momento, existía una postura de rechazo por parte de los prescriptores, particularmente del Colegio Médico, posición que con el tiempo se ha ido superando. Además, tendremos la oportunidad de recibir sus opiniones, ya que personalmente no he observado reparos significativos respecto a este tema en particular. Esto forma parte de lo que se discutirá y despachará en la próxima semana. Pasamos ahora al segundo punto de la tabla. Ya se han indicado quiénes son los invitados. En el orden de participación, contamos con la intervención del Instituto de Salud Pública, representado por la doctora Caterina Ferreccio, y con el director de CENABAST. A ambos se les ofrece la palabra para que expongan los alcances y comentarios referentes a los aspectos particulares de sus áreas de trabajo, así como algunas consideraciones de carácter general, en caso de resultar pertinente. Doctora Caterina Ferreccio: Muchas gracias, señor Presidente. Primero, agradezco que esté presente este proyecto, que para nosotros es muy importante. Con respecto a los dispositivos médicos, lo primero es definir a qué se denominan. A diferencia de los medicamentos, este concepto es muy amplio: puede referirse, por ejemplo, a un software o a un artículo empleado para prevenir, diagnosticar, tratar o incluso rehabilitar algún problema de salud. La diferenciación pragmática radica en que el dispositivo médico no contiene implícito un medicamento, aunque en ocasiones se utilice junto a estos. Además, existe una familia de dispositivos médicos perteneciente a los diagnósticos in vitro, utilizada cuando las personas se someten a la toma de muestras para, por ejemplo, detectar VIH u otra dolencia. Se estima que existen más de dos millones de dispositivos médicos, y al categorizarlos se llegan a 22.000 grupos, evidenciando la amplitud de este campo.
Fragmentos 1-10 de 20 (10 disponibles públicamente)

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