Nos ponemos de pie, por favor, en nombre de Dios y la patria, se abre la sesión. Abrimos esta sesión número 9 de esta Comisión Especial de Investigadora, encargada de indagar los actos del Ministerio de Salud y otros ministerios respecto a la materia de listas de espera en el sistema público de salud, citada para el día jueves 13 de marzo de 2025, entre 10:30 y 12:30 horas.
Antes de pasar a la orden del día, le doy la palabra a la Secretaría para que haga lectura de la cuenta.
Buenos días, presidente, buenos días a todos los presentes. Se da cuenta de la siguiente documentación:
Una nota de la bancada de diputados de Renovación Nacional, por la cual se informa que el diputado Mauro González, titular de la comisión, será reemplazado en esta sesión por el diputado Miguel Castro, aquí presente, solo para esta sesión.
Una nota, en el mismo sentido, de las bancadas Demócratas Amarillos e Independientes y del Comité Social Cristiano e Independientes, por la cual se informa que el diputado Jorge Zafirio, titular de la comisión, será reemplazado en esta ocasión por la diputada Giovanna Ahumada, también presente.
Y, finalmente, una nota en igual sentido de las bancadas del Comité Mixto PC Frente Regionalista Verde e Independiente, del Comité Mixto Radical Liberal, por la cual se informa que el diputado Hernán Palma, titular de esta comisión, será reemplazado en esta sesión por el diputado Sebastián Videla, aquí presente.
Eso es todo, presidente. Muchas gracias.
Doy la palabra sobre la tabla, perdón, sobre la cuenta, ¿no? Sobre puntos varios.
Diputado Castro: Gracias, presidente. Le quería pedir, si pudiese tomar la unanimidad, para escuchar durante cinco minutos, no más que eso, al jefe de Cardiología, don Javier Lave, y a doña Verónica Montes, también son doctores de acá. Yo creo que me llegó esta información hoy de la mañana y considero que pueden ser muy útiles sus presentaciones para esta comisión. No le pido más de cinco minutos, debido a que, obviamente, está bien contundente la tabla. Gracias.
¿Hay acuerdo de la comisión?
También había un invitado que había solicitado el diputado Araya y que, por descoordinaciones, no fue incorporado, que era José Luis. ¿Hay acuerdo también para incorporar la tabla?
Perfecto. Diputado Mago, y después el diputado Lí.
En cuanto los trabajadores de San Cruz puedan tener un espacio y puedan exponer aquí en la comisión. ¿Hay acuerdo? Perfecto. ¿Diputado Lee? Sí, presidente. Quisiera pedir acuerdo para poder extender la visita de hoy a la ciudad de Antofagasta, para poder también visitar el Centro Oncológico del Norte, que es un centro muy importante para el norte de Chile. De hecho, recibimos pacientes desde la Región de Arica y Parinacota. ¿Alguna otra palabra? Entonces, iniciamos la orden del día, que tiene como objeto escuchar a varios funcionarios citados y también a los invitados e invitadas, a quienes desde ya les damos los saludos y agradecemos por ser parte de esta sesión. Les pedimos, dado que son muchos y continúan sumándose, que sean concretos en sus planteamientos para poder alcanzar a escucharles a todos y a todas.
Sin más, le damos la palabra al director subrogante del Hospital de Antofagasta, doctor Pedro Usedo López, a quien pedimos ajustarse a los tiempos.
—Bueno, buenos días. Gracias por la invitación, gracias por venir. Quisiera expresar mi agradecimiento, independientemente del motivo, ya que siempre se valora la participación de las autoridades en la región y la presencia en nuestro hospital. Creo que esto evidencia, probablemente, una de nuestras principales preocupaciones, entre ellas la descentralización y el hecho de que parlamentarios constituidos de la región se encuentren aquí. Muchos de ellos son de la zona y esa cercanía siempre ha permitido una participación muy activa; es bueno ver de primera mano los problemas que se presentan, especialmente en estos temas de contingencia nacional, que si bien poseen dinámicas y acciones propias de cada institución, en un hospital como este cobran especial relevancia.
Este centro es el hospital de la macrozona norte, que no solo da respuesta a las necesidades de la población de Antofagasta, sino también a la de toda la macrozona. Somos un hospital de referencia, no únicamente para nuestras comunas, sino también para ciudades como Copiapó, lo que genera una demanda asistencial mucho mayor que en otros establecimientos. Además, somos el punto final, pues después del Hospital Regional no existe otro eslabón; únicamente contamos con los traslados a Santiago. Carecemos de una red privada que brinde apoyo, a diferencia de la Región Metropolitana, donde hay clínicas de alta complejidad. Cada vez el sistema privado ha ido mermando su capacidad resolutiva, y, en consecuencia, muchos pacientes privados terminan recibiendo atención en este hospital.
Por lo tanto, entendemos que la dinámica en ese sentido debe ser abordada de forma diferente. Enfrentamos un problema común que afecta a todos los hospitales del país y a todo el sistema, lo cual ha repercutido en la población, que es lo que más nos duele y preocupa, ya que nuestra labor fundamental es la atención en salud a quienes más lo necesitan.
Ayer, antes de ayer, tuvimos la presentación de la directora de FONASA y entregó un dato muy duro que, en lo personal, me impactó y debo reconocer que no lo manejaba, que daba cuenta que el 91%…
De la población de Antofagasta, hoy es usuaria del sistema FONASA, lo cual agrega una exigencia adicional a un sistema que ya está bastante estresado, un sistema que está bastante exigido y que, obviamente, insisto, no hay más; es lo que hay en la región y lo que tenemos. Entonces, el 91% de la población de Antofagasta ya es usuaria del sistema, y parece bien, o sea, son directrices, ¿no es cierto?, que se han tomado a nivel central y que nosotros compartimos. El copago FONASA cero, obviamente, es algo que nosotros aplaudimos como funcionarios públicos y con lo que estamos de acuerdo, pero va generando exigencias al sistema, impactando la resolución de los problemas y limitando la posibilidad de actuar acorde a las necesidades que tiene la población en el tiempo que la necesita.
Además, se suma el hecho de que somos una región que, lamentablemente, no es atractiva para que nuestros funcionarios médicos se desarrollen y se queden en la región. Tenemos un grave problema con el sistema de retención de nuestros médicos pavos, quienes, si bien llegan a ser un tremendo aporte a la región, lamentablemente no cuentan con un mecanismo que asegure su permanencia. Vivimos la crisis; lo hablábamos recién con el diputado Videla en oncología: nuestros pavos terminaron sus turnos y se fueron todos, generando una crisis sanitaria importante porque quedamos sin médicos oncólogos en la región, lo que sucede habitualmente.
Yo se lo comentaba a los parlamentarios: soy el subdirector médico del hospital y hoy me toca estar como director subrogante, por lo que la problemática médica es mi giro de negocio, y lo observo de cerca. Lo que siempre me ha llamado la atención es que la primera entrevista que tienen los médicos pavos, luego de su retorno a mi oficina, es precisamente la propuesta de reducir su horario. Estos médicos, que deberían cumplir una jornada de 44 horas, proponen reducirla porque perciben que en el sistema privado también hay una alternativa de desarrollo profesional. Esto, inevitablemente, nos genera un impacto y plantea un problema tremendamente importante.
No hace mucho me llegó la solicitud de un médico pavo que, al haberse vinculado con otro colega que está haciendo su devolución en otra región, solicitó que se le liberara su turno aquí para que pudiera retomar en nuestra región. Entendemos las necesidades emocionales que todo ello genera y la importancia de mantener vínculos y brindar apoyo a nuestros funcionarios para relacionar de mejor forma sus lazos, pero ello también impacta en la atención.
Lamentablemente, contamos con especialistas únicos en muchas áreas. Tenemos dos médicos reumatólogos en nuestro hospital, ambos con una jornada de 22 horas, realizada en turnos de unidad crítica; y, debido a problemas con el modelo concesionario que tenemos y a modelos de mitigación que han generado impactos acústicos, uno de ellos presentó una licencia que se ha extendido, dejándonos sin médico reumatólogo en la región, lo que sin duda incrementará el fenómeno de lista de espera. Así sucede con otras especialidades, como en el caso del fisiatra único que, si se enferma, cualquier contratiempo lo hace ausentarse.
Hoy somos referentes en la macro zona norte en cardiocirugía. Ahí hemos logrado una tremenda acción y mejorado sustancialmente gracias al esfuerzo de nuestros propios cardiocirujanos, aunque contamos únicamente con dos, ambos con horario de 22 horas, y necesitamos sumar más especialistas en la región.
Agradecemos a los gremios que han sido un tremendo aporte en mantener nuestros sistemas operativos, tanto de funcionarios médicos como no médicos, quienes siempre han exigido un poco más allá de lo que probablemente pueden dar. Siempre se ha reconocido que el ausentismo laboral es un tema relevante y, ciertamente, es un problema de todas las instituciones públicas, y nosotros no somos la excepción. Además, comenté a los parlamentarios durante la visita que muchos de estos ausentismos se ven gatillados por otros factores, como los problemas que tenemos con la concesionaria, los cuales han mermado nuestra producción y han originado planes de mitigación que incrementan los periodos de ausentismo.
Por lo tanto, todo esto se ha sumado, junto con el impacto persistente de la pandemia.
En la sesión anterior se dijo que ya no debiéramos usar el tema de la pandemia, pero tenemos rezago producto de la pandemia, y yo lo que haría es levantar que esto genera un cambio epidemiológico significativo. Hoy día nuestros principales problemas o dolencias en los servicios de urgencia son dos patologías: la patología de salud mental, que representa un problema para nosotros, ya que en promedio iniciamos la jornada con quince a veinte pacientes de salud mental en un sistema local que no tiene la capacidad de mantenerlos. Contamos además con un sistema de salud mental infantil-juvenil para el cual no disponemos de psiquiatras infantiles y juveniles, estando a cargo de médicos generales que se esfuerzan más allá de lo exigible, lo que nos genera complicaciones y problemas.
Hemos tenido que recurrir, en su momento, a pagar prestaciones en clínicas privadas psiquiátricas, y contamos solamente con una, la cual lamentablemente no cuenta con psiquiatra infantil-juvenil; por ello, la patología infantil-juvenil sigue agobiándonos, consumiéndonos y mermando nuestras posibilidades. La gran queja de nuestra población es el difícil acceso a los servicios de urgencia, ya que cada día iniciamos la jornada con veinte camillas bloqueadas por pacientes de salud mental, lo que evidencia un problema de difícil solución.
Entendemos que debe buscarse una solución mayor que no dependa únicamente del hospital. Asimismo, hemos planteado el tema de la lista de espera, siendo probablemente la de traumatología la más extensa. Sin embargo, a propósito de los cambios epidemiológicos, hemos observado que las consultas en urgencias se centran en patologías asociadas al trauma. Al revisar la producción quirúrgica de nuestros traumatólogos, se evidencia que estos operan cada año más que el anterior, destinando la mayor parte de su labor a resolver patologías agudas, mientras que la crónica queda en espera. Como se indicó en la comisión anterior, los pacientes con prótesis de cadera y de rodilla no pueden seguir esperando. Estoy absolutamente de acuerdo, pero es necesario implementar intervenciones mayores, ya que la resolución de las patologías traumatológicas no depende únicamente de contar con cirujanos disponibles, sino también de una lista que escapa a nuestro control y depende de los proveedores.
Por ser una región distante, cuando hemos tratado de adelantar operativos para abordar la patología traumatológica de rodilla, los proveedores nos han informado que no pueden entregar más de cuatro prótesis semanales, debido a la alta exigencia a nivel nacional y a los requerimientos provenientes de todo el país. Por lo tanto, señores parlamentarios, entenderán que existen muchos temas que, si bien han generado impacto en nuestra salud pública y en nuestra población, no es posible resolverlos internamente. Nosotros hemos mostrado la mejor disposición y voluntad de implementar las mejoras de gestión necesarias para atender la situación, pero claramente se escapan de nuestro quehacer.
El tema migratorio es otro fenómeno relevante. El diputado Di Vela ha visualizado el impacto de este fenómeno migratorio, y es cuestión de observar los cerros parlamentarios: al retornar a Santiago, verán cómo están llenos de población, la cual también requiere asistencia sanitaria, proporcionada por nuestro hospital, lo que ha incrementado la demanda en nuestros centros de salud.
Ya lo mencioné: la falta de especialistas, el contar con especialistas únicos y la alta exigencia a la que se ven sometidos han generado un problema tremendamente importante. Revisando los datos para preparar esta presentación, me llamó la atención que durante el año 2024 tuvimos más de 200 licencias médicas en el estamento médico, lo que representa la pérdida de casi 8.000 horas médicas, horas que debiéramos tener disponibles para atender tanto la lista de espera de consulta de especialidad como la quirúrgica. Esto se debe precisamente a que estos especialistas, al ser únicos, afrontan una sobrecarga asistencial muy alta y, como mencioné, son seres humanos a los que no se les puede exigir ir más allá de lo razonable.
También destaco el tema de las renuncias en la ley de turnos: durante el año 2024 se registraron 20 renuncias, es decir, 20 médicos dejaron de realizar turnos por diversos motivos, ya sea porque se fueron o porque decidieron ya no continuar en esa modalidad y cambiar su estilo de vida.
Ahora, revisamos que el año pasado tuvimos liberación de 40 cargos. O sea, claramente, no solamente estamos teniendo falta de especialistas, sino que nuestros médicos también están renunciando a las horas médicas. Yo lo planteaba, el problema que tenemos con los retornos de los médicos. Entonces, claramente, estamos teniendo un problema que se asocia al factor geográfico que tenemos, a la falta de apoyo que tenemos en nuestro sistema, y, a todo eso, agreguemos la guinda a la torta: vivimos en un sistema concesionado. En un sistema concesionado, los parlamentarios tienen acceso a la información y saben las contingencias que hemos tenido durante la puesta en marcha de este sistema de concesión. Hemos tenido muchas contingencias excesivamente altas que, obviamente, impactan no solamente en la atención de pacientes, sino también en nuestros funcionarios, y que generan un adicional en el aumento de la lista de espera.
Es cosa de lo mismo lo que vimos ahora en la visita. Lo tuvimos en el laboratorio: un laboratorio que yo les comentaba a los parlamentarios, que solamente en un turno noche resuelve más de 2.000 exámenes y donde debiera ser un recinto frío porque se manejan muestras biológicas, pero la temperatura era insoportable y lo vivieron en carne propia nuestros parlamentarios. Vimos el tema de climatización; les comentábamos el impacto que tuvimos en el área quirúrgica, cuando estuvimos prácticamente más de dos meses sin los pabellones quirúrgicos y tuvimos que salir a buscar respuesta en el extrasistema, que fue insuficiente respecto de nuestra capacidad quirúrgica habitual. El extrasistema no dio respuesta a más del 30%, y ese 30% sólo fue patología aguda, porque es lo que no podíamos resolver en urgencia, ya que, desde la autoridad sanitaria, por los altos niveles de temperatura y humedad, no se podían usar los pabellones. Por lo tanto, todo ese período no se resolvió en lista de espera, y eso, obviamente, nos pone en un asiento de crítica, ya que esos pacientes tampoco los podíamos derivar para que se resolviera en otro lado, donde la respuesta es insuficiente.
El tema hoy es que, como les he contado a los parlamentarios, tenemos sistemas tremendamente complejos. Hoy en día, nosotros tenemos la unidad de esterilización y problemas que tienen que resolverse, que, desde el punto de vista de la concesionaria, implican que esto va a demorar alrededor de un mes y medio, lo que significa paralizar la totalidad de la producción de este hospital. Eso no lo podemos permitir, eso no puede ocurrir, pero tampoco tenemos planes de contingencia. Lo vuelvo a decir: no tenemos respaldo del sistema privado, ni respaldo de la red. Nuestra ubicación geográfica nos genera un problema para resolver esto.
¿Qué quiero decir con todo esto, parlamentarios? ¿Qué problemas tenemos? Absolutamente, sabemos que somos un problema, y así quedó ratificado cuando se hicieron todas estas investigaciones a propósito de lista de espera. ¿Hay problemas en el sistema? Absolutamente, hay problemas en el sistema. ¿Están identificados? Están identificados. ¿Estamos en un plan de solución? Estamos en un plan de solución. Hemos hecho las mejoras necesarias, estamos haciendo las mejoras necesarias y cada día estamos levantando mejores procesos. Hemos sido tremendamente autocríticos en nuestra gestión y en la búsqueda de cómo mejorarla, pero también entendemos que hay situaciones propias de la ubicación geográfica que tenemos, así como limitaciones para tener acceso a especialistas y para contar con la posibilidad de acción de nuestros médicos, y lo que es peor, estamos dentro de un modelo concesionado que, obviamente, nos genera complicaciones y dificultades, lo que hace difícil llevar la continuidad como quisiéramos.
Gracias. Gracias a usted, director. En la siguiente presentación, vamos a tener en conjunto, entiendo yo, al director del Servicio de Salud, al doctor Francisco Grisolia, al Ceremi de Salud, que es el doctor Alberto Godoy Tordoya, junto con el doctor del Hospital de Calama, doctor Pedro Bahamondes Yañez, que tiene una presentación, entiendo. Pueden hacer uso de la palabra. Vamos a terminar con la autoridad y voy a abrir ronda de preguntas. Gracias, señor presidente.
Así como los esfuerzos que se han estado haciendo para resolverlo y los frutos que estos han dado. Parte a partir del Informe de Investigación Especial de Contraloría número 400, realizado en varios establecimientos, entre ellos nuestro hospital regional. En el informe general, recibimos este informe final del Ejército Hospitalario el 1 de enero y el 31 de marzo; se ejecutó la auditoría y fue recibido el 12 de agosto. Contiene 10 observaciones, las cuales están respondidas a Contraloría a través del sistema automático. Y en enero del 2025 recibimos la visita en el establecimiento de Contraloría para validar dichas respuestas; estamos a la espera de este nuevo informe.
Un punto quizá más relevante es que Contraloría ordena en este informe la ejecución de un sumario administrativo. Los hospitales ya habían detectado una serie de problemas relacionados con la lista de espera e iniciaron en mayo del 2024 un sumario, mucho antes de que se hiciera el informe. Por lo tanto, en agosto, durante la ampliación del mismo, se añaden las exigencias de Contraloría. El estado actual del sumario debió ser modificado, debiendo cambiar la autoridad fiscal. Está en este momento en el proceso de formulación de cargas y estamos a la espera de qué resulte.
Para el hospital, de alta complejidad, se indicó que cuenta con 671 camas a la fecha, 45 consultorios, 15 pabellones, laboratorio clínico, unidad de cuidados intensivos, áreas pediátricas, cardiológicas y neonatales, y una unidad de emergencia. Es un establecimiento de referencia para la macrozona norte en varias de las especialidades.
¿Qué factores afectan la resolución de la lista de espera en este hospital? Primero, es muy importante destacar el aumento de la población usuaria. En 2017, cuando este hospital se entregó, la población beneficiaria de FONASA era aproximadamente el 70% de la población regional, lo que significaba alrededor de 425.000 personas. Hoy tenemos el 95% de población usuaria, proveniente de distintos sectores, pues ha migrado gente desde el sistema privado hacia el público. Este aumento de la migración también incrementa la cantidad de usuarios, ya que hoy se registran 653.000 usuarios del sistema, lo que representa 228.000 personas nuevas, usuarios de la Red Salud de la segunda región y, en cierta manera, de la lógica regional.
Los problemas que afectan la resolución de la lista de espera no se deben únicamente a aspectos estructurales, que son ajenos a nuestra gestión, sino a problemas de gestión que sí podemos resolver. Entre los problemas estructurales se identifican deficiencias en el sistema de registro de información, una brecha muy significativa de especialistas, cambios en la complejidad del hospital que han implicado también brechas en el personal y fallos en los 14 servicios que provee la concesionaria. Además, existen problemas de gestión clínica, administrativa y en el manejo del registro de información. Lo que se ha hecho hasta ahora es analizar las observaciones realizadas en el informe 400 para generar planes de mejora; en ese sentido, se están implementando sistemas de ficha clínica y registros clínicos.
Establecimientos de la red, a excepción de dos hospitales, Antofagasta y Calama, por sus dimensiones y características más difíciles, quedan para otra etapa. El sistema que estamos implementando, el sistema Rayén, ya lleva más de 10 años operando en la región, en todos los establecimientos de atención primaria; hoy lo estamos implementando también en Proisa, que es el de atención cerrada, relacionado con Rayén, en todos los hospitales comunitarios, y Rayén también estará implementado en los demás establecimientos de atención ambulatoria, como Rezcón, Prae y en los costados. Ya está listo en Tocopilla, está instalado y operando; ahora vienen Mejillones y Taltal.
Estamos también desarrollando un nuevo sistema para tributar en listas de espera, que es uno de los puntos donde teníamos mayores dificultades para reemplazar el repositorio local, el cual generó gran parte de las disconformidades que la Contraloría detectó en su informe 4.100. Se está implementando un nuevo sistema de agenda y estamos integrando todos los sistemas locales. También era un problema serio contar con múltiples sistemas locales dispersos, que no estaban integrados, no conversaban entre sí y requerían digitación manual en muchos puntos, lo que aumentaba las posibilidades de error.
Nos queda, entonces, por ejecutar la integración al sistema de tiempos de espera interoperable, la nueva agenda CICTE, una vez que la libere el ministerio. Deberíamos estar interoperando en junio de este año e implementar Rayén, como nos decían los COSAMPRAX y el CUAM. Así va a funcionar: por un lado, contamos con un software comercial, que es Rayén, el cual permite la atención ambulatoria, atención primaria y la generación de consultas que se integran al repositorio; por otro, disponemos de un sistema de desarrollo propio con un módulo priorizador que asigna la prioridad a las patologías según los algoritmos generados con los distintos protocolos que deben aportar las especialidades, un sistema de entrega de horas y las fichas clínicas, que funcionan en ambos hospitales grandes.
El repositorio de interoperabilidad permite el funcionamiento del visor ciudadano, a través del cual cada persona puede hacer seguimiento directo de dónde se encuentra su consulta o en qué lugar de la lista de espera está ubicada.
Otro problema grave que tenemos en el sector salud es la brecha de especialistas. La región de Antofagasta es la que cuenta con la tercera menor cantidad de especialistas por habitante, lo que obviamente genera importantes dificultades para resolver patologías, especialmente en lo referido a las listas de espera. La cantidad de especialistas es muy baja y las especialidades que faltan son muchas. Como pueden ver en pantalla, en algunos casos la brecha supera las tres jornadas equivalentes, es decir, el equivalente a tres jornadas completas de profesionales (un total de 17 patologías, aunque no son las únicas, ya que existen otras brechas que no alcanzan esa cantidad de días). Además, se registra una importante cantidad de renuncias de especialistas de manera regular: en el quinquenio del 2020 al 2024, solo en el Hospital Regional renunciaron 210 especialistas; en toda la región, la cifra asciende a 384. El Hospital Regional cuenta con una dotación aproximada de 415 a 420 médicos, lo que evidencia que se pierden alrededor de 40 especialistas cada año, representando cerca de un 10% de la dotación.
La verdad es que tenemos también el tipo de hospital, son cambios que se han producido en la complejidad del hospital. El hospital, cuando fue entregado, tenía 578 camas básicas y 93 camas críticas. La necesidad de complejidad, de incorporar nuevas especialidades, ha hecho necesario ir complejizando esas camas. Esto significa que, en la actualidad, las camas básicas bajaron de 454 a 124, las camas medias —que antes no existían— se han configurado en 397, y las camas críticas aumentaron de 93 a 117. O sea, las camas medias representan un aumento del 62% y una baja total de 33 camas. ¿Por qué disminuyen las camas? Porque, según el nivel de complejidad de una cama, la cantidad de personal necesario para hacerla funcionar es mayor. La cama crítica requiere mucho más personal que una cama media, y esta, a su vez, más que una cama básica. Por lo tanto, cuando se diseña un hospital se asignan inicialmente camas básicas con una determinada dotación para responder a las necesidades clínicas y de atención a los pacientes; sin embargo, al incrementar la complejidad al incorporar nuevas especialidades, es necesario destinar personal adicional a estas camas más complejas, lo que finalmente implica disponer de menos dotación y, por ende, cerrar camas. Esto impacta, sin duda, en la lista de espera.
También debemos considerar que la provisión de camas en las regiones es insuficiente. La OCDE plantea una cantidad de 4,7 camas por cada 1.000 habitantes, mientras que en Chile hay solamente 2,1 por cada 1.000 habitantes (1,17 camas), lo que equivale prácticamente a la cuarta parte de lo que se recomienda.
Otro punto que debemos señalar tiene que ver con las fallas de servicio, relacionadas con problemas estructurales detectados en el marco de la concesión del siglo XXI. Se realizó un recorrido, junto con algunos diputados, para identificar los aspectos más significativos. El contrato de concesión involucra, al menos, a tres actores fundamentales: el Ministerio de Salud, el Hospital y el Ministerio de Obras Públicas, este último encargado de construir el establecimiento y de firmar el contrato con la sociedad concesionaria, que asume la responsabilidad de operarlo.
Para la operación, el Ministerio de Obras Públicas cuenta con un funcionario en el hospital, el fiscal, el cual es apoyado por una empresa de asesoría compuesta por 33 personas en distintas especialidades. Estos son los servicios que están a cargo de los funcionarios: aseo, gestión integral de residuos, gestión de ropería, alimentación de pacientes y funcionarios, mantenimiento y adquisición de mobiliario no clínico, mantenimiento y operación de la infraestructura, control sanitario de vectores, cafetería, seguridad, estacionamiento, administración y mantenimiento de equipamiento médico y su reposición, y servicio de infraestructura tecnológica, es decir, redes de computación básica. Todo esto en el hospital es responsabilidad de la concesionaria.
Sin embargo, se han presentado problemas significativos en la operación. Partimos en 2018, a los pocos meses de haber sido entregado el hospital, con una fuga de gas que obligó a la evacuación completa del establecimiento y que, además, a raíz de inspecciones de la autoridad sanitaria se constató que las tres calderas que operaban en el hospital no contaban con autorización sanitaria. También se registró una huelga en los servicios de aseo, lo que generó conflictos laborales entre la empresa y los trabajadores, dejando sin ese servicio durante un tiempo considerable, y además…
Al final, la paralización y el despido de varias personas que trabajaban en la empresa de aseo. Tuvimos también, sin seguir el orden temporal pero de relevancia, una fiscalización en el área de farmacia, que estuvimos analizando con los parlamentarios, donde ocurrió y que nos dejó sin laboratorio de urgencia y sin PCR en plena campaña, debido a la imposibilidad, como decía el doctor Usedo hace un rato, de conseguir un respaldo adecuado, ya que dos mil exámenes —que además son entregados dentro de una hora, lo cual es fundamental para la resolución en urgencia y para poder actuar en el servicio—, y el respaldo inmediato ofrecido por la institución privada, era de 150 pacientes, con entrega entre 48 y 72 horas después de recibir la muestra. Por lo tanto, todo era complicadísimo.
Una filtración de agua servida en una de las bodegas, que significó la pérdida de insumos por 5 millones de pesos, se produjo por un atasco en uno de los codos del sistema de alcantarillado, en el sector conocido como Rampoquini, que es otro negocio de la empresa. Ellos aseguraron haber mantenido una revisión permanente y completa del sistema de alcantarillado, más allá incluso de lo que el contrato exigía. Sin embargo, al revisarlo se constató que muchas tapas —una cantidad importantísima, cuya cifra exacta no recuerdo— ni siquiera habían sido removidas, pues conservaban los sellos originales con que se entregó el hospital.
En la esterilización, el último de los eventos que tuvimos, se despegó un codo de PVC, lo que provocó la inundación de la sala de esterilización. Afortunadamente, se reparó con presteza.
Director, le pido si puede agilizar un poco la presentación, por favor.
También tuvimos un incendio en una de las torres de enfriamiento, que se produjo por una intervención no programada y no avisada, provocando la inflamación de material plástico en su interior. Todo esto tiene como constante que nunca ha sido la empresa la que ha informado del evento; siempre han sido los funcionarios del hospital quienes han detectado el problema y han tenido que informar primero al director del establecimiento y éste a la empresa concesionaria. Nunca han funcionado las alertas necesarias y, además, no ha existido ni programación, preparación o un plan de contingencia para hacerlo.
De las afectaciones medidas, quizá la más importante fue la falla de los pabellones, en particular la de los chiles, lo que significó que numerosas cirugías no pudieron ejecutarse. Se tenían programadas 104 cirugías y, al estimar el tiempo que los pabellones estuvieron inactivos, la producción media de los mismos y la pérdida en la realización de procedimientos, se calcula que pudieron ser cerca de 1.800 cirugías no ejecutadas.
Por ejemplo, a pesar de todas estas dificultades, el hospital tiene una producción de 270.000 consultas médicas, de las cuales 60.000 son nuevas, 9.500 servicios quirúrgicos y 3.102 procedimientos considerados mayores a la moratoria, de un total de 104.000 procedimientos. Podría ser más, efectivamente. Además, debemos preocuparnos, ya que esta producción incide sobre la lista de espera de FONASA.
Los cumplimientos que ha habido tanto en egresos hospitalarios como en cirugía mayor y ambulatoria fueron con creces programados; había una actividad importante que vamos a apreciar. Muchas gracias. ¿El Ceremi no tiene nada que agregar? No. Perfecto.
Abro la palabra a los señores y señoras diputados. ¿Podrían devolver ese micrófono, por favor?
Bueno, primero saludo al presidente de la comisión, a todos los integrantes, a mis compañeros, a los profesionales del área de la salud y a los gremios, lo cual es muy importante estar acá. Ojalá pudiéramos tener más tiempo, pero sé que es breve. También quiero valorar la intervención respecto a la visita al Centro Oncológico Norte; me sumo a esa solicitud. Creo que es muy importante lo que hoy día ocurre con el cáncer en el norte. Se trata de un centro oncológico que lo conversamos con el doctor Usedo, es Macro Zona Norte. Hay pacientes con los que he conversado, incluso, de Arica, que tienen que venir bajándose en la aduana para someterse a quimioterapia y radioterapia; por lo tanto, es triste ver que somos el patio trasero y que Antofagasta no tenga, quizá, todas las condiciones para albergar, lamentablemente, a pacientes de Arica y de otras comunas.
Tengo algunas consultas respecto a un comunicado que envió la concesionaria Siglo XXI. Sin excepción, las presentaciones del director y de todas las que se han mostrado—las conozco casi de memoria en lo referente a la estructura del hospital—me llevan a indagar, y yendo un poco a soluciones y a lo que busca esta Comisión Investigadora en relación al plan de intervención de la concesionaria: ellos enviaron un comunicado en el que presentan un plan de intervención. Me gustaría saber cuál es ese plan de intervención y cuáles son las soluciones que proponen para subsanar las falencias estructurales del hospital.
Y, lo segundo, es la realidad muy breve que se vive respecto al cáncer acá en el norte. La primera vez que llegué a la concesionaria me reuní con la ministra de Salud y le planteé justamente la necesidad de una emergencia sanitaria oncológica. En algún momento, entiendo que el Colegio Médico lo planteó hace un par de meses, y creo que es importante analizar esto: se trata de otra lista de espera, donde gente espera medicamentos, quimioterapia y radioterapia. Si bien un doctor comentó que las cifras aparentemente no están tan mal, tenemos, seguramente, un colapso frente a esta situación.
Muchas gracias, presidente.
Perfecto, diputado Castro. Gracias, presidente.
Saludo a todos los presentes acá. No voy a repetir los vocativos porque estamos contra el tiempo. Tengo varias preguntas, o más bien, algunos oficios que enviar y algunas acotaciones. Al hablar de la realidad que vivimos en la región, es complicado. Esta comisión está integrada por políticos y, por lo tanto, debo transmitir algunos mensajes importantes para que la población los entienda. La migración ilegal es un tema que nos afecta mucho más que en otros lugares, y tenemos proyectos presentados, como el de ingreso ilegal a nuestro país, un proyecto presentado por Joan Ahumada y el diputado Araya, que actualmente está parado en el Senado y no avanza; es simplemente un problema.
Entonces, obviamente, tenemos un paso completamente abierto. Espero que las próximas autoridades, ya que este gobierno no ha cerrado la puerta, se abran a conversar, por lo menos, en este tema. Esto lo digo considerando variables que no vamos a poder cambiar, como las condiciones geográficas, aunque debemos buscar algunas salidas y me gustaría centrarme en ellas. Por ejemplo, el sistema de procesamiento de muestras que ustedes me mencionaban: ¿se han hecho gestiones para establecer puentes aéreos? Es muy distinto trasladar a un paciente que trasladar muestras, y en casos como el terremoto o en otras situaciones adversas que ha enfrentado el país se han logrado generar esos traslados. Me gustaría saber si existe algún plan en ese sentido y, en caso afirmativo, si corresponde implementarlo.
Número uno. Número dos, me gustaría también que se oficie al Consejo de Defensa del Estado por las pérdidas indirectas ocasionadas por todas las omisiones de la concesionaria. Ejemplo, si dejamos de tener…