Número 7 de esta Comisión Especial Investigadora, citada para hoy lunes 10 de marzo, 15 minutos después de terminar la sesión de sala y hasta las 9:30, dependiendo de cómo esté el día. Antes de pasar a la orden del día, le doy la palabra a la Secretaría para que haga lectura de la cuenta.
Sí, Presidente. Se ha recibido, buenas tardes, en primer lugar, un correo electrónico por medio del cual se confirma la participación de los representantes del Consejo de Rectores de manera telemática a esta sesión; el detalle lo dirá usted posteriormente. También se recibió un correo electrónico que confirma la participación de los representantes de la Asociación de Facultades de Medicina ASOFAMECH, aquí presencialmente. Y, finalmente, un correo del Comité Mixto PC, Frente Radical Verde Social, que informa que el diputado Hernán Palma Pérez será reemplazado por el diputado Sebastián Videla en la próxima sesión del día jueves en la ciudad de Antofagasta. Muchas gracias.
Secretario: Solamente comentar, antes de dar la palabra para puntos varios, que el día jueves vamos a estar sesionando en el Hospital de Antofagasta. Iniciaremos a las 9:30 con una visita inspectiva y, posteriormente, a las 10:30 sesionaremos en el auditorio. Está todo confirmado hasta el momento: el diputado Palma será reemplazado por el diputado Videla y el diputado Celis será reemplazado por el diputado Castro. Contaremos además con la presencia del diputado de la zona, Jaime Araya, integrante de esta comisión, y yo, que también viajaré, junto con la Secretaría; por lo que tenemos el quórum asegurado. Estaremos informando también sobre los próximos viajes a regiones, donde le pedimos a cada uno de los integrantes que nos ayude a entablar conversaciones con los diputados de sus respectivos distritos para alcanzar el quórum mínimo. Esperamos que sea una sesión muy exitosa en la Región de Antofagasta este jueves. Abro la palabra para puntos varios, antes de partir con los invitados.
Diputado Palma: Una consulta. En el chat hubo comentarios respecto a posibles visitas. Yo solicité, de hecho, una invitación: ¿cómo se está resolviendo el tema de las nuevas invitaciones posteriores a la sesión? Se ha planteado la proposición de contar con la invitada Carolina Lillo, de la Asociación La Segunda Optometría. Sí, efectivamente, se agendará en las próximas sesiones. Obviamente, todavía tenemos espacio para recibir algún otro punto, pregunta o duda. Entonces, si no hay más, pasamos a la orden del día, que tiene como objetivo tratar la formación de especialistas, materia que ha surgido en las últimas sesiones, con dos de los actores más relevantes: el Consejo de Rectores (CRUCH), que participa de manera telemática en estos momentos, y la Asociación de Facultades de Medicina de Chile, representada por el doctor Antonio Orellana, quien fue profesor mío y decano cuando estudié medicina en Antanea. Así que, es un gusto tenerle presente.
Presidente: Dado que el doctor Orellana se encuentra presente, le daremos primero la palabra a usted y, enseguida, procederemos con el Consejo de Rectores. Doctor Orellana, el micrófono es suyo.
Doctor Orellana: Bueno, en primer lugar, quisiera agradecerle, digamos, la invitación.
A esta sesión. Y bueno, o sea, primero que nada reconocer, ¿no es cierto?, que en Chile faltan especialistas, o sea, eso no hay vuelta que darle, pero no faltan médicos. En este momento, digamos, si ustedes buscan y comparan, ¿no es cierto?, la cantidad de médicos que se forman en Chile, indudablemente, ¿no es cierto?, que lo comparamos con las cifras de la OCDE, nosotros estamos realmente un poquito por encima incluso de la media de la OCDE en médicos. Por consiguiente, lo que sí nos falta es especialistas.
Ahora, también hay que reconocer que falta una buena distribución de estos especialistas en nuestra larga y angosta geografía, porque obviamente los especialistas, ¿no es cierto?, se forman durante una cierta cantidad de tiempo y todos aquellos que son formados por el Ministerio de Salud —o financiados, más bien dicho, por el Ministerio de Salud— tienen que hacer un pago asistencial obligatorio, el famoso pago, que corresponde al doble del tiempo de la beca. Es decir, la beca, la especialización son tres años y ellos tienen la obligación de cumplir en un lugar predeterminado seis años.
Ahora, uno de los grandes problemas es cómo los retenemos, o sea, cómo podemos retener a esa persona, ¿no es cierto?, que hace un pago en Magallanes y se queda ahí con su especialidad ya formada. Eso, indudablemente, ha sido un problema; se han utilizado muchos sistemas. El primero fue, yo diría, una asociación entre el Ministerio de Salud y las universidades, en la cual, esto fue en los tiempos de la Presidenta Bachelet, el Ministerio se comprometió a formar mil especialistas por año, y esos mil especialistas se cumplieron, incluso un poco más, porque en los cuatro años se formaron cuatro mil especialistas. Pero al parecer termina siendo insuficiente, pues el problema fundamental es la retención en los lugares. Terminan, ¿no es cierto?, en la Región Metropolitana, quinta y octava región, y allí se distribuyen al final los especialistas.
Ahora comienzan una serie de pensamientos que son muy particulares, que hemos conversado en las oficinas, pero que es una visión muy personal de esto. Yo creo que aquí es multifactorial el problema. ¿Y es multifactorial por qué? Porque tú estudias medicina, ¿no es cierto?, siete años, sales de 24 a 25 años, haces una especialidad de tres o cuatro años, terminas como a los 29, y ya después de los 30 empiezas a formar familia. Y el formar familia te va a exigir, ¿no es cierto?, tener un lugar adecuado de residencia y, sobre todo, colegio para los hijos, que es una necesidad social, lógica y básica.
Eso hace, digamos, que en lugares como, por ejemplo, en Calama, el especialista lo único que quiere es volver, ¿no es cierto?, a Santiago, a Valparaíso o a Concepción. Por eso, yo creo que una de las cosas que debieran existir o intentar —más bien dicho— es esta necesidad territorial, consciente, de los territorios, que permita tener un arraigo en esa zona y que posibilite el retorno. No importa dónde hagan la beca, porque la pueden hacer en Santiago, en Valparaíso o en Concepción, pero que su pago lo realicen en las regiones desde donde vienen y que, además, esas regiones les signifiquen un arraigo y una permanencia.
El estímulo económico no ha resultado; no ha sido realmente, ¿no es cierto?, el estímulo que logre retener a los especialistas que nosotros necesitamos. Y lo otro es que el especialista se ve sobrecargado porque el modelo de salud no es el adecuado; el modelo de salud se salta la atención primaria, y la gente no va a la atención primaria, sino que va directamente al especialista, ya sea por el servicio de urgencias o por los hospitales de alta complejidad.
Por consiguiente también, ¿no es cierto?, requiere una educación, ¿no es cierto?, y una atención primaria que sea resolutiva. Porque hoy día la atención primaria es un poco una oficina de parte, o sea, ¿qué le duele la cabeza? Ah, un neurólogo. Y se empieza a juntar, ¿no es cierto?, la lista de espera del neurólogo. Entonces, que sea resolutiva, que tenga la posibilidad de hacer, por ejemplo, un absceso, ¿no es cierto?, en la pierna: lo derivan al servicio de cirugía del hospital. Ese absceso, ¿no es cierto?, debe ser solucionado en la atención primaria, ¿entendía? Entonces, es también un cambio de modelo. Y además, ¿no es cierto?, ese médico que se va a provincia, porque esa es otra cosa, perdónenme que me devuelva un poco, esa atención primaria, ¿quién la va a hacer? ¿La va a hacer un médico general o la va a hacer un médico de familia, que ya va a ser un especialista? ¿O vamos a llevar a los especialistas a la atención primaria, cosa que yo lo veo cada vez más difícil? Yo creo que tú tienes la visión, ¿no es cierto?, de que llevar a un especialista a la atención primaria es muy difícil. Entonces, ese médico, ¿no es cierto?, si es el médico general, y aquí viene la parte educativa, nosotros como universidades tendríamos la obligación de capacitarlos, capacitar al médico general para que pueda, ¿no es cierto?, aprovechar una atención primaria resolutiva. Y, por otro lado, ¿no es cierto?, esta necesidad territorial que también, ¿no es cierto?, tenga, como te dijera yo, vaya de la mano, ¿no es cierto?, con las universidades del territorio que pueden prestar o hacer esta formación de especialistas. En general, yo creo que eso podría ser lo que les podría decir en una visión más bien de experiencia de algunos años en esto, en donde el que formemos más especialistas… Fíjense que, un ejemplo, los pagos, o sea, los pagos asistenciales obligatorios después de la beca, en las partes extremas bajaron a la mitad; se fueron igual, y están felices porque se han ido antes. O sea, no es bueno eso, ¿no?, ¿por qué? Porque no hay arraigo. Entonces, yo creo que hay que buscar, ¿no es cierto?, elementos, digamos, que den este arraigo por el territorio, por el lugar, digamos, donde ellos han crecido, se han formado, tienen, ¿no es cierto?, un círculo de protección con su familia, están los abuelos, etc. O sea, hay una serie de elementos, ¿no es cierto?, que uno muchas veces no toma en cuenta o mira desde la vereda del frente, pero que de repente son bien importantes para alguien, digamos, que a los 35 años está intentando formar familia.
Vamos a primero darle la palabra enseguida al Consejo de Rectores y vamos a abrir el diálogo para preguntas y comentarios en conjunto. No sé a quién de todas darle la palabra, pero tenemos presente en este momento, de manera telemática, a la académica de la Universidad de Tarapacá, para la Comisión Multidisciplinaria de Salud, la doctora Vilma Mansilla, y a la profesora asociada del Departamento de Pediatría de la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, doctora Lorena Cifuentes. No sé cuál va a tomar primero la palabra. Doña Vilma, la doctora Vilma Mansilla tiene la palabra.
Buenas tardes a todos y todas. Bueno, la verdad, lo que dice el doctor es sumamente cierto. Nosotros aquí somos una facultad nueva. Todavía, recién este año estamos preparando, digamos, una beca. Pero la realidad que tenemos nosotros acá en Arica es bien particular. Lo que dice el doctor en relación a la retención: aquí los pagos se van, terminan su pago y se van; no tienen arraigo. Y me parece que a lo mejor estamos perdiendo un poco, sobre todo en las universidades que están en el extremo del país. Nuestro ingreso a nuestra carrera, más del 60%…
y ariqueñas. Por lo tanto, cuando egresan, se mantiene ese porcentaje alto. Quizás sea una situación de poder retener, porque todos quieren volver. Son ariqueños que, como dice el doctor, tienen la probabilidad de quedarse como especialistas enormes. Y quizá, un planteamiento que nosotros lo hemos conversado y también es un pensamiento personal, es que la universidad debería trabajar, incluso con el Servicio de Salud, y tratar de premiar, por ejemplo, una idea de los mejores egresados y poder enviarlos a hacer una beca a una parte de otra universidad, pero sabiendo que van a volver, que van a regresar a hacer una especialidad en concreto. Además, se debería trabajar en función de la necesidad de la especialidad que requiere la región. Por ejemplo, ahora no tenemos, o que vayan, de forma cercana, oftalmólogos, y tenemos la necesidad de oftalmólogos, y hasta el momento probablemente no haya. Entonces, yo creo que la universidad, junto con los servicios de salud locales, podrían generar algún incentivo que permita que los mejores egresados puedan hacer de inmediato la beca, siendo de acá, y sabiendo que en tres o cuatro años volverán y tendrán esa especialidad. Ese es mi pensamiento para poder retenernos.
Doctora Dorina Cifuentes:
Sí, hola, muy buenas tardes. Yo quería comentarles que voy a aportar desde mi experiencia. Yo fui, durante los últimos seis años, la directora de posgrado y estuve a cargo de la Especialidad Médica de la Universidad Católica de Chile, y ahí tuve la fortuna de trabajar en ASOFAMECH, así que aprovecho para saludar al doctor Arellana. Fui parte del comité de tres o cuatro universidades que trabajamos con el Departamento de Capacitación y Formación del Ministerio. Estoy muy de acuerdo con el doctor Arellana, y quisiera, quizá, decir que había pensado en cómo abordar esto, dividiéndolo en dos partes. Una, como comentaba el doctor Arellana, está el tema de formación de especialista, y por otro lado está la retención.
Con respecto a la formación, quería resaltar dos aspectos que a lo largo de los años nos dimos cuenta son muy importantes y que han dado muy buenos resultados en los últimos años: uno tiene que ver con los procesos y otro con la rapidez con que formamos especialistas y subespecialistas. Con procesos me refiero a aquellos que puede llevar el Ministerio de Salud, que hoy en día ha avanzado mucho en los últimos dos o tres años. Nosotros, que trabajamos estrechamente con el Departamento de Capacitación y Formación, pudimos ver cómo, con el solo hecho de mejorar el proceso central y centralizar, por ejemplo, el concurso de subespecialidades, se ordenó desde saber cuántos cupos tenemos entre todas las universidades disponibles para formar subespecialistas, hasta poder adjudicarlos y otorgarlos de mejor manera. Es así que, en el año 2024 —ahí quizás el doctor Arellana me pueda corregir— me parece que, solo con este proceso, se pudieron otorgar 30 cupos más, y la verdad es que eso se logró sin gastar recursos adicionales. Me gustaría resaltarlo: no fue inyectando más recursos monetarios o económicos, sino que se ordenó el proceso entre las universidades y el Ministerio de Salud, permitiendo que aquellos médicos especialistas interesados pudieran acceder a tiempo a un cupo, ya que muchas veces se enteraban a destiempo de que había cupos en alguna especialidad determinada, y para entonces ya había pasado el proceso de concurso, impidiéndoles adjudicárselo ese mismo año.
Lo segundo tiene que ver con facilitar una formación más expeditiva. Es así que, después de muchos años, logramos al fin que se produjera una modificación de la ley, de tal manera que las universidades que ofrecen becas de cuatro años —con lo cual se forma un subespecialista en vez de en cinco o seis años, en cuatro años—, permitieran que ahora los recién egresados pudieran tomar estas becas, que son las becas CONIS de cuatro años. Durante mucho tiempo no fue posible que ellos tomaran estas becas, porque el sistema no lo permitía a menos que fuesen funcionarios de los servicios de salud, lo que implicaba que se perdiera, en el fondo, un grupo importante de médicos interesados en tomarlas y, posteriormente, devolver y hacer los pagos, tal como mencionaban la doctora Mancilla y el doctor Arellana.
Y con respecto a la permanencia, he escuchado atentamente a la doctora Mancilla; efectivamente, es un tema importante, sobre todo en regiones, y yo creo que quiero resaltar dos cosas. Uno, tal como decía el doctor Arellana, el tema de los incentivos con…
No ha sido la solución, pero lo que uno a nivel de médicos ve es que algo importante a trabajar es no enviar a los especialistas o subespecialistas solos, especialmente a lugares que están más aislados. Nosotros, en general, los que somos médicos sabemos que necesitamos un par, con quien comentar, con quien trabajar, con quien hacer proyectos, y eso va afianzando la comunidad médica y lo que uno puede hacer por el cuidado de los pacientes. Por lo tanto, otra estrategia que yo invitaría a explorar es enviar siempre de a más de uno, para que puedan ir conformando equipos en los lugares a los que se envía, y, junto con eso, algo que me parece importante que no nos olvidemos, es potenciar a las universidades en regiones. Muchas de las personas —y es una realidad lo que dice la doctora Mansilla— lamentablemente cuentan los días para poder terminar el pago y muchos retornan a Santiago, donde se adosan a universidades, por cuanto a muchos les atrae la docencia. Por ello, algo que nosotros, al menos la Universidad Católica, estamos explorando, tal como decía la doctora Mansilla, es que ya hay al menos dos universidades de regiones en las cuales formamos especialistas: ellos nos envían, los formamos, ya son docentes, están contratados por la universidad y vuelven a la universidad a ser especialistas o subespecialistas, con lo cual se potencia la propia universidad. Alguien que tiene una universidad de base, y además forma equipo con otra persona, tiene mayor chance de interesarse en quedarse en el lugar donde se le necesita.
Y, por último, perdón que vuelvo un poco atrás, se me olvidó mencionar que, en lo que respecta a formarlos de manera más expedita y rápida, hay un punto muy importante que sí está enlenteciendo la formación de subespecialistas: un especialista, funcionario de los servicios de salud, tiene que devolver primero la especialidad antes de poder optar a una beca para subespecialidad, y ahí está lo que dice el doctor Arellana. A esa altura ya tienen familia, los niños están en colegio, ya están asentados, y es difícil que se puedan mover. Por lo tanto, en todas las universidades que formamos especialistas, muchos terminan y tienen el interés y la oferta de hacer inmediatamente una beca de subespecialidad, pero eso no se puede hoy en día por ley. Eso ha sido algo que hemos pedido a las universidades, porque pensamos que también existe la posibilidad de retener momentáneamente a alguien que está aún en una etapa precoz en su formación, para terminar de formarlo como especialista y subespecialista, sumando las devoluciones. Si lo que complica es que deben devolver primero la especialidad antes de poder optar a la beca de subespecialidad —y eso, como decía el doctor Arellana, puede demorar a veces seis años, o un poco menos— se pierde el momentum del interés y del momento de la vida en que pueden terminar una especialidad y seguir inmediatamente con una subespecialidad.
Doctora Marcela Castillo, ¿desea hacer uso de la palabra?
Doctora Marcela Castillo: Buenas tardes, yo soy la doctora Marcela Castillo, decana de la Universidad del Desarrollo y miembro del directorio de ASOFAMECH. Solo quisiera complementar lo que dijo la doctora Cifuentes en el sentido de hacer equipo. Creo que, al ser parte de una beca —o sea, de una formación quirúrgica—, si me tuviera que ir a trabajar a un lugar alejado, sola sería imposible o solo podría resolver cirugías muy simples. Si yo quiero tener realmente resolutividad, lo que va a aportar a disminuir la lista de espera y a lograr atención en todas partes es que hagamos equipos. En cirugía es aún más importante tener a alguien que pueda ayudar en el proceso quirúrgico, pero al mismo tiempo que permita hacer las transiciones en el cuidado de los pacientes, porque si estuviera sola, nunca podría ni tomar vacaciones ni disponer de una licencia; sería muy complejo embarcarme en algo que, aunque tenga las competencias, no podría desarrollar sola. Considero que esto es fundamental para una correcta calidad de vida de esos profesionales médicos.
Doctora Gisela Mayer, médico internista y actualmente decana de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte, añade:
Más allá de sumarme a las palabras ya expresadas por nuestro presidente y las colegas, es la necesidad de una mejor articulación entre las distintas…
Estas instituciones implicadas en este proceso de formación de especialistas, entre las universidades, el director de SOFAMED, el Ministerio de Salud y todas las instituciones involucradas. Entonces, eso aportaría en mejorar las articulaciones entre las distintas unidades que están implicadas y sumándome a las palabras ya expresadas. Perfecto, muchas gracias.
Ahí estábamos entendiendo por qué la doctora Marcela Castillo y la doctora Giselle Mayer vienen por ASOFAMECH, junto al doctor Orellana, y la doctora Vilma Mancilla y la doctora Lorena Cifuentes vienen por el CRUCH. Tuvimos un pequeño enredo, se enredó, pero, para claridad de los colegas, solamente haré dos precisiones a propósito de las preguntas que me realizaban tras micrófono.
El período asistencial obligatorio, para aquellos que no son colegas, médicos, es el pago que se ha aludido, consistente en un período asistencial obligatorio que es por el doble del período de formación, cuando se destina a un lugar relativamente alejado respecto al servicio de salud que pagó el costo de la especialidad. Y la otra pregunta que me realizaban era: el tema de los especialistas y subespecialistas, también para quienes no son colegas, porque hay algunas carreras que son –o subespecialidades, entre comillas– directas y hay algunas que no lo son. Por ejemplo, un cardiólogo tiene que primero pasar siendo médico internista, de modo que la cardiología es una subespecialidad de la medicina interna, y el cardiólogo infantil primero tiene que ser pediatra. Y hay algunas directas; por ejemplo, la neurocirugía es una subespecialidad directa, podría decirse, porque para ser cirujano cardiovascular primero tienes que ser cirujano general, pero la neurocirugía es directa, y la neurología también es una de las directas. Es un pequeño enredo, pero lo comento para los colegas diputados que no son médicos, solamente para clarificar esas dos preguntas.
Con eso doy la palabra; me han pedido el diputado Ilayud, y después el diputado Palma, Lee.
A los distinguidos colegas, voy a opinar: puede que algunas cosas estemos de acuerdo o no. Me presento, soy médico, cirujano vascular; hice una especialidad, estudié la Católica, y también fui 20 años formador de médicos en la Universidad Austral de Valdivia, sé que la Universidad Católica apoya mucho eso. Y les quiero decir: tengo dos hijos, uno oftalmólogo y el otro psiquiatra, especialista. Yo hice el PAO; en mis tiempos el PAO era por tres años, lo cumplí en Osorno, sigo en Osorno y me salí de Osorno a ser diputado. Ahí la embarqué, no sé.
Y mis hijos, el oftalmólogo y el psiquiatra, cumplieron los seis años todos, y les quiero; es una experiencia, y lo que pienso es que es una experiencia multifactorial y difícil. Aquí creo que, ¿cómo pueden tener los profesionales...? Me puedo equivocar, ustedes me van a perdonar, pero aquí hay el garrote y la manzana, o mejor dicho, garrote y la zanahoria.
Nosotros estamos tratando de avanzar dentro de un proyecto en relación a aquellos que toman un compromiso con el Estado, un compromiso con la sociedad, y que esta última les paga para especializarse. Y al poco tiempo, cuando ya se comienza a tener la especialidad, simplemente –menos mal que sea un porcentaje ínfimo, no lo alcancé a escuchar con nitidez– dicen: "bueno, yo pago mi multa, que se subió en su momento (era más baja), pero las clínicas pueden pagar la multa y trabajar acá; al oftalmólogo le conviene acá", y listo.
Entonces, eso es una. Segundo, están sancionados también por cierto tiempo para no trabajar en un servicio público. Y una de las cosas que yo puse –y ahí me van a perdonar, colegas– fue que ojalá pudiéramos aprobar también, ahí viene el garrote, perdónen, es simplemente que los colegas que en este momento hacen eso y no cumplen, simplemente no se les entrega durante tiempo la especialidad.
El título de especialidad, porque acá pueden pagar, cumplir un período y pueden seguir trabajando en una especialidad. No, no hay que reconocer la especialidad porque esto es un compromiso ante el Estado, ante la gente, es un compromiso ético y un montón de cosas. Entonces, bajo ese punto de vista, ese para mí es el garrote que tenemos que endurecer; pienso subir más las multas, no sé si valga la pena, pero lo hemos conversado, de que simplemente no se les traiga el título de especialidad. Dicho eso, ese es el garrote.
En relación al dulce o a la zanahoria, creo que, como dijo el doctor, es un asunto multifactorial, muy importante. Yo llegué a Osorno cuando éramos 40 especialistas, 40 médicos, perdón, en todas, y llegué, efectivamente, como dice la doctora también, con la idea de tener al lado gente que fuera especialista y que aportara experiencia. Al final, uno va adquiriendo experiencia solo, con lo que va aprendiendo y con los cursos.
Había un punto que le pasó a mis hijos, no me pasó a mí; por ejemplo, uno quería, después de cumplir el pago, seguir trabajando en el hospital, el oftalmólogo, y aquí faltan tantos oftalmólogos. ¿Qué es lo que pasa? Que los directores y el Estado siempre dicen: “Si tú no quieres cumplir las 33 horas o las 22, la cantidad de horas que sea, simplemente te vas para afuera”. Bueno, mi hijo está afuera, tiene una clínica enorme y él quería seguir trabajando en el hospital.
Yo le quiero decir a la gran mayoría de los médicos: nos gusta el servicio público, pero en los servicios de salud hay directivos que hacen cumplir los horarios, el horario que sea, y se los imponen. Segundo, los sueldos; hay colegas que han criticado en algún momento que la ley 15076, con la que se nos paga a los médicos, es indigno, es nada. Si usted me pregunta, siempre he dicho –y también se lo decía a los alumnos– que los médicos tienen que mandar los cargos al colegio, mandar los cargos a la universidad, y efectivamente, están mal pagados; a los especialistas se les paga lo mismo, tengan 22 horas o 33, se les paga por esas horas. Yo creo que el Estado tiene que realmente pagar más, invertir más, esa es la palabra: invertir más en los especialistas. ¿Por qué? Porque el que invierte, ¿quién es? Si el hospital no acoge al médico y le paga un sueldo bueno, pero en el mercado, por ejemplo, la Clínica Alemana en Santiago le paga el triple, entonces, obviamente, el profesional se va para afuera.
Cuando se habla de remuneración, iba a decir plata, pero la verdad es que, francamente, aunque uno trabaje por vocación también hay que mandar los cargos al colegio, todo lo que se quiera; si existe la posibilidad de ganar, que el Estado pague más, que invierta más.
Además de los sueldos, los médicos también necesitan mejores condiciones para los cursos. Yo creo que aquí se deberían contemplar cursos; si soy oftalmólogo o cirujano vascular, me pagué por mi cuenta y fui aprendiendo más de mi especialidad, llegando a que me pagaban un curso en el extranjero, aunque tenía que ir y me ponían dificultades en el hospital, incluso ocupando mis vacaciones, para perfeccionarme, para ser mejor y entregar mejor salud a la gente. Entonces, el Estado también tiene que invertir en cursos internacionales o en programas que se realicen en la Católica. Creo yo que ahí falta; ahí no hay el garrote, hay que incentivar.
Los servicios de salud también son realmente rígidos. Ahora, la parte buena que veo y que me pasa en mi región es la siguiente: yo llegué con 40 médicos, pero en este momento, en Puerto Ara se está construyendo un hospital; en dos o tres años estará operativo y, efectivamente, no habrá dificultad en que se llene de especialistas, porque el hospital queda mirando el lago y la calidad de vida en Puerto Ara es enorme, de buena. Obviamente, irán muchos médicos; los polos de atracción nacen, en definitiva, de sociedades que cuentan con hospitales buenos, buenos sueldos, cursos adecuados y que logran que los servicios de salud sean, de alguna manera, más prácticos –aunque a veces se pelean, como no lo han dicho acá.
Por ejemplo, le pongo un caso en el que falta un poco de gestión: tengo dos anestesistas, dos colegas que estuvieron dos o tres años, y a quienes les gustó la experiencia. Hubo inclusive un matrimonio que quiere quedarse a vivir allí, porque la calidad de vida, los colegios y demás, son buenos; pero resulta que tenían una cápita en otro servicio, creo que acá en Santiago, y entonces no se lo están permitiendo. Tienen que venirse para acá por orden del director de Servicios de Salud, ya que no hay un ente que, como dijo la doctora Sofamech, regule un poco esto; ellos quieren quedarse ahí.
Yo estoy tratando de que se queden en provincia, claramente cuesta que se queden los especialistas. Entonces, no, pues se los traen de nuevo a Santiago, porque ese fue el compromiso. Seamos dúctiles, aquí hay alguien, una cabeza que piense, que module bien todo esto. Yo creo que lo que dice también la doctora potencial de la Universidad de Regiones, yo formé veintitantos años médico, fui uno de los fundadores de la Universidad Austral de Medicina allá, y nos tocó formar jóvenes. La gran mayoría de los jóvenes que se formaron se han quedado para allá, se han quedado allá. Una universidad tiene que tener apoyo, la Universidad Austral de Valdivia, felizmente es una universidad buena, tiene un problema económico, pero es una universidad buena, que atrae a los mismos médicos y se quedan ahí. Pero también debieran darle la posibilidad de que la Universidad Austral los mande a Bélgica; creo que lo están mandando, en la Católica los mandaban a Estados Unidos, ¿cierto? Pero tiene que haber una inversión. Yo creo que ahí es eso lo más que yo quería decir, el garrote y la manzana; yo creo que evidentemente, ojalá que fuera más manzana o zanahoria, más que el garrote. Chocolate. Chocolate, pero creo que hay que invertir, doctor, perdón, esa es la palabra, hay que invertir: el Estado invierte en los especialistas y la verdad es que necesitamos especialistas, no tantos médicos. Yo había escuchado que el absceso general lo atiende un médico general, no hay problema, pero un especialista, un subespecialista, un intervencionista, necesitamos elementos para trabajar también. La doctora me hace mucho sentido: usted tiene que trabajar con otra persona, con un hemodinamista; evidentemente tiene que ser así, un cardiocirujano tiene que estar ahí, en el caso mío, en cirugía vascular, cinco horas una operación; obviamente, necesita alguien que lo apuntale, ¿cierto? Son cirugías bien especializadas. El sueldo, les quiero decir, yo me quedaba a veces los sábados y domingos en los accidentes de tránsito haciendo un bypass; me pagaban cero. Lo hacía porque a mí me gustaba, porque hacía ya bastante tiempo, pero el Estado no invierte, porque no te paga; a nosotros nos paga por la ley 1576, y no te paga horas extraordinarias. Es que es importante; una colega dijo que a nosotros los médicos le da lo mismo: cumplimos los horarios, sea especialista, se cumple el horario, y encima te sancionan si tú no cumples por errores de control y después no te pagan. Entonces, también tiene que ver con eso, no hay reconocimiento. Muchas gracias.
Diputado Palma, que no se le quede nada en el tintero. Muy buena la exposición del colega. Bueno, agradecer al doctor Orellana y a las colegas del CRUCH. Quería, por su intermedio, Presidente, hacer una consulta. Entendemos que las especialidades que tienen más lista de espera son oftalmología, otorrinolaringología, salud mental, traumatología y ginecología, ¿tiene toda la razón? Entonces, yo quería hacer una pregunta. Primero, ¿basta con el especialista o además adolecemos de equipamiento? Porque el especialista, si no tiene el equipamiento adecuado, por ejemplo, para hacer procedimientos diagnósticos o terapéuticos o de rehabilitación, según sea el caso, tampoco sirve solo el tener la especialidad. Esa es una primera pregunta, si tienen alguna percepción respecto de aquello.
Segundo, en la especialidad en particular de salud mental, y tuvimos la experiencia durante la pandemia, el teletrabajo fue una modalidad que permitió mejorar la resolutividad en salud mental y yo creo que llegó para quedarse. De hecho, hoy día está en espera todavía el tema del vigésimo noveno servicio, que sería un servicio de salud digital.
Y la tercera cosa, en relación a lo mismo, es que, si en especialidades como oftalmología y otorrinolaringología —que suelen no ser de extrema urgencia en general, y probablemente por eso se concentra la espera—, es posible pensar en concentrar en algunos puntos a los usuarios y usuarias que están en espera y poder derivar hacia allá a los especialistas, porque en general lo que tiende a pasar es lo contrario: la gente está juntando unas lucas para trasladarse hacia la región, por ejemplo, metropolitana o a las regiones donde hay mayor concentración de especialistas, para poder resolver sus temas y tienen largas esperas. Entonces, ¿por qué no hacerlo al revés? ¿Por qué no concentrar pacientes en algunos territorios y derivar hacia allá oftalmólogos? Yo sé que en algún minuto eso se hizo. Yo conocí oftalmólogos que lo hacían, que iban a Punta Arena. Conozco un otorrinolaringólogo que también lo hacía. Entonces, a lo mejor, esa es una vía, una arista que podríamos explorar de mejor manera y, a lo mejor, potenciar. Esas son un poco las aristas que yo quería consultar. Gracias.
Diputado Lee, muchas gracias, presidente. Saludo al presidente de la SOFAMET y a las invitadas que están conectadas. Presidente, el 2022 y con ocasión de estar proponiendo un nuevo hospital en Arica, se le entregó también al Ministerio de Salud una estrategia que fue...
Conversaba con las ministras de esa época, con el subsecretario Arado, también ha sido compartida con la ministra actual y con el subsecretario actual, que básicamente ataca lo que identificamos como los grandes problemas de la falta de especialistas, por lo menos en zonas extremas y en Alicaparina Cota en particular. Primero, en el arraigo se estaba proponiendo la selección de médicos generales ya arraigados en la zona, como es una cuestión bastante obvia. Luego, se propuso, y a propósito de que los centros formadores nacionales estaban acusando un límite en su capacidad formadora y también lo acusaban las sociedades científicas, ir a hacer un listado de los centros formadores en el extranjero de distintas especialidades. Luego, en relación al incumplimiento de la devolución de la beca, se propuso una eliminación de los registros de especialidad, derechamente, y pasar de este castigo, esta sanción financiera —que evidentemente muchos colegas la cumplen o se la pagan a instituciones privadas— a una eliminación de los registros que le impidiese trabajar en centros públicos o hacer convenios con FONASA y con distintas instituciones, incluso privadas.
Y esto es muy relevante y es novedoso, señor Presidente, me gustaría que me pusiera atención.
—Sí, pero, diputada, estoy exponiendo algo que me parece relevante y que me gustaría también que lo escucharan las personas de ASOFAMECH. El retiro, la sanción, que es el retiro, la eliminación de los registros de especialistas, creo que es una propuesta concreta que va a zanjar el tema del incumplimiento de colegas que van a regiones a pagar su beca con una obligación de tres, cuatro, cinco, seis años de evolución y, finalmente, por un subterfugio u otro, se terminan yendo. Yo creo que la sanción económica ha sido demostradamente insuficiente y tiene que ir una sanción ética a este nivel.
Luego, en razón también a que esto tiene un costo, yo creo que los gobiernos regionales —muchos de los cuales hoy día están pagando a especialistas para que vayan a través de fundaciones de un u otro tipo a los territorios, los fines de semana a operar y luego se van—, deben destinar una fracción de ese dinero, que ya lo disponen porque lo están usando en pagar especialistas de fundaciones, al problema de fondo, que es la formación de especialistas. Esto ya lo he conversado con el gobernador de Arica y Parinacota, quien está dispuesto a hacer esa inversión; sin embargo, también quiere una orientación del Ministerio de Salud que todavía no llega.
Y luego, en términos de calidad, señor Presidente, otro problema que tenemos en regiones es que muchas veces los especialistas también chocan, chocan por caracteres, chocan por personalidades. Llega un especialista nuevo, todos los que somos médicos acá lo sabemos, con mejor visión o un nuevo conocimiento adquirido, y finalmente se encuentra con un especialista que ya está en alguna jefatura, que toma las decisiones, y ese choque es insalvable; y finalmente uno de los dos se termina aburriendo, generalmente el nuevo especialista se belea.
Y yo creo que eso también se puede salvar para que los médicos generales, antes de irse a los procesos de especialización —ya que estamos apuntando a médicos generales del territorio— tengan una pasada de por lo menos un año en los servicios en los cuales se quieran especializar. Por ejemplo, un médico general que quiere ser otorrino, que antes pase por el servicio de otorrino, un año le va a servir para interactuar con los especialistas que están en el servicio, con el personal también, y así adquirir un conocimiento, un léxico de la especialidad; cuando vaya a formarse, será otro tipo de alumno, otro tipo de residente, mucho más avanzado. Creo que esa consideración también debe tomarse en cuenta, porque hoy día los premiados, por decirlo así, son médicos generales que, efectivamente, se han esforzado, han cumplido una labor social —son los CDF—, muchos de ellos son médicos generales que están en pueblos, en ciudades muy chiquititas, sacrificándose; por cierto, están cuatro, cinco, a veces seis años, y llegan luego con un puntaje a seleccionar su especialidad, pero no por vocación.
Yo creo que nuestro sistema formador de médicos especialistas está absolutamente obsoleto y ya es bueno que el Ministerio de Salud recoja estas ideas, que están plasmadas, además, en un proyecto de resolución; se los quiero también comentar porque me gustaría que esta comisión lo apoyase. Son básicamente estos puntos que he planteado a modo muy resumido y, yo creo, que por lo menos va a resolver los problemas de falta de especialistas en zonas extremas.
Gracias, señor Presidente. Me gustaría que, sobre estos puntos, el Presidente me diera su impresión y planteara una pregunta concreta: ¿Es cierto que los centros formadores nacionales están a capacidad completa? ¿Es cierto que, si se los forza a través del Estado a incorporar más especialistas, estos especialistas nuevos que se han formado empezarían entonces a disminuir los estándares de calidad?
Eso, señor Presidente. Muchas gracias. Muchas gracias. Solamente pedirle si nos pudiera…
Dar el número de la resolución, porque así pudiéramos acordar oficial a la Secretaría de la Sala para que se priorice ese proyecto de resolución que imagino debe estar... ¿Sí? ¿Podemos también solicitarlo desde la Comisión? Le agradezco, Presidente. Yo me comprometo, porque está mi asesor ya fuera del Congreso, pero mañana a primera hora se los paso para que lo pudiéramos acelerar. ¿Hay acuerdo para oficiar a la Secretaría para que se priorice ese proyecto de resolución? Perfecto. ¿Diputado Leal? ¿Había pedido la palabra? Ah, está de acuerdo. Pero aprovechando, ¿alguno de los otros integrantes de la Comisión quiere hacer uso de la palabra? Pronto. ¿Como antofagasta? ¿La próxima semana? Justamente, ese esfuerzo lo vamos a hacer.
Yo también tengo un par de preguntas, sea para las doctoras, doctora Mansilla, Cifuentes, Castillo, Mayer o al doctor Orellana. ¿Cómo es hoy día el procedimiento que tiene cada facultad o universidad en Chile para determinar los cupos de especialistas y subespecialistas? Porque evidentemente ustedes han separado muy quirúrgicamente el problema en la capacidad de formación y en la retención. ¿Cómo hoy día determinamos esos cupos de especialistas y subespecialistas en cada una de las universidades y centros formadores?
La segunda pregunta es: hoy día sabemos que ASOFAMEDS tiene un rol en el diseño y toma del examen único nacional de conocimiento en medicina, en UNACOM, que permite, entre otros factores, obtener un puntaje con el cual se deciden las especialidades; pero, además de la elaboración y toma del UNACOM, existe otro rol por parte de ASOFAMEDS o del Consejo de Rectores en la asignación de esos cupos disponibles para quienes van a obtenerlos.
Y una pregunta final, ¿qué son los cupos de planta post periodo asistencial obligatorio? Porque aquí parece que esto es como un barril que permanentemente tratamos de llenar con especialistas en periodo asistencial obligatorio y que después no tenemos pensado qué va a pasar con ese especialista que destinamos a un lugar. No quiero dar ejemplos explícitos, pero hay casos, efectivamente, en que el especialista que fue al X hospital generó un arraigo, pero una vez se terminaba el periodo asistencial obligatorio, no existía en ese hospital el cargo para que asumiera. Entonces, obviamente, en ese hospital, en algunas ocasiones o en ese sector, no existe el mercado, por ejemplo, para que él se quede en la ciudad; y en una clínica, no hay clínica, no hay consulta de médicos, pero tampoco se puede quedar porque tampoco está el cargo de planta para esa especialidad en la cual fue formado. Entonces, ¿cuál es su evaluación hoy día de los cupos de planta, o sea, planta o contrata, me refiero a la plaza, post periodo asistencial obligatorio?
Y habiendo preguntado esto, que se me había escapado un segundito, ¿el diputado Sáez? Gracias, Presidente. Igual usted me quitó gran parte de las dudas que tenía pensada plantear. Tengo la sensación y desprendo de su intervención, Presidente, que, por ejemplo, la posibilidad de extender el periodo obligatorio más allá de este doble que existe hoy día, pareciera que no es una opción válida o, más bien, no garantiza que efectivamente se logre una mayor tasa de retención. Pero usted, doctor, hacía mención en su intervención inicial a otras características más vinculadas, como al ecosistema en el cual un especialista o un médico se tiene que desenvolver; tales como las posibilidades educativas para su familia y una serie de otro tipo de incentivos que de repente no están tan presentes en la gestión propiamente tal de la salud.