1.- Los efectos del "INNA - Proyecto Integrado de Infraestructura Energética para la Generación de Hidrógeno y Amoniaco verde" de la Empresa AES Andes en el Observatorio Paranal de ESO.
Invitados: Ministro de Relaciones Exteriores y Ministro de Energía.
2.- Bol.N° 17177-10 Aprueba el Convenio N° 81, sobre Inspección del Trabajo, adoptado en la 30a. Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo, el 19 de junio de 1947.
Invitados: Ministro de Relaciones Exteriores y Ministra del Trabajo y Previsión Social.
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El primer punto de la tabla es los efectos del Proyecto Integrado de Infraestructura Energética para la Generación de Hidrógeno y Amoníaco Verde de la empresa AES Andes en el Observatorio Paranal de ESO. Está aquí la señora secretaria de Relaciones Exteriores, así que le daremos la palabra para comenzar.
Muchas gracias, señor presidente, por su intermedio. Saludo a los miembros de esta comisión y agradezco, además, la posibilidad de venir a contar, desde el punto de vista de esta iniciativa, lo que desde la Cancillería y, en conjunto y en colaboración con otros ministerios, hemos estado desarrollando para enfrentar, sin duda, una iniciativa de transición energética que se encuentra hoy en día en una situación de discusión pública respecto a la necesidad de preservar los cielos oscuros y de seguir promocionando el desarrollo astronómico de un país que tiene los más altos estándares y las mejores posibilidades para el desarrollo de la astronomía.
Como bien decía el señor presidente, se me ha solicitado exponer sobre el Proyecto INEA, Proyecto Integrado de Infraestructura Energética para la Generación de Hidrógeno y Amoníaco Verde de la empresa AES Andes en el Observatorio Paranal de ESO. Voy a dividir mi exposición en básicamente cuatro partes: la primera versa sobre antecedentes del proyecto; la segunda, sobre las obligaciones que surgen para la República de Chile en los acuerdos celebrados con la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral; la tercera, sobre algunos aspectos relacionados con los criterios adoptados por la Unión Astronómica Internacional; y la cuarta, sobre el cumplimiento de los tratados.
Me acompaña desde la Cancillería nuestro director jurídico, Claudio Troncoso, quien se encuentra acá a costado del subsecretario del Trabajo, para poder, además, responder o profundizar en algunos aspectos que puedan ser relevantes en esta discusión.
Primero, y como es ampliamente reconocido, la astronomía constituye en nuestro país un pilar clave en la política exterior de Chile, destacándose a nivel global por su liderazgo en la observación astronómica y por ofrecer algunas de las mejores condiciones del mundo. Este reconocimiento se debe, en gran medida, a los cielos despejados del norte y a las excepcionales condiciones naturales que ofrece el territorio chileno. Dicho prestigio nos ha llevado a alcanzar un alto estándar y reconocimiento a nivel internacional, lo que no solo impulsa la cooperación internacional, sino que también atrae inversiones tecnológicas y refuerza la imagen de nuestro país como actor comprometido en el desarrollo de la astronomía a nivel mundial.
En este contexto, la reciente elección de Chile como sede de la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional para el año 2030 es claramente una muestra más de nuestra capacidad para articular ciencia y diplomacia. Este evento global no solamente posiciona a nuestro país como líder en el ámbito astronómico, sino que también promueve un diálogo internacional sobre el futuro de la astronomía, destacando el rol crucial que tienen los países anfitriones en la preservación del cielo como patrimonio de la humanidad.
Nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, conforme a lo previsto en el inciso primero del artículo 1 de la Ley 21.080, que es la ley de nuestro ministerio, señala que este es la Secretaría de Estado encargada de colaborar con el Presidente de la República en el diseño, planificación, prospección, conducción, ejecución, control e información de la política exterior.
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proponiendo y evaluando las políticas y planes orientados a fortalecer la presencia internacional del país y velando también por los intereses de Chile con el propósito de elevar la calidad de desarrollo, seguridad y bienestar nacional y, en este sentido, acorde también a lo dispuesto en el inciso primero del artículo 2 del citado cuerpo normativo, le corresponde, entre otras materias, coordinar e integrar a los distintos ministerios y demás órganos de la Administración del Estado en todos los asuntos que inciden en la política exterior.
Respecto a este proyecto, por tanto, cabe señalar que esta Secretaría de Estado recibió, en el segundo semestre del año 2024, una nota por medio de la cual la ESO transfirió su extrema preocupación por el importante deterioro de la calidad de los cielos oscuros en las zonas aledañas y circundantes al Observatorio Paranal y al Extremely Large Telescope, que está en construcción, debido a la inminente instalación de proyectos industriales de gran tamaño en leyes y mediaciones, solicitando a este ministerio coordinar acciones tendientes a subsanar dicha situación.
El proyecto en análisis, como probablemente ustedes bien saben, se localizaría en la región y provincia de Antofagasta, comuna de Taltal, aproximadamente a 22 kilómetros al noreste de la localidad de Paposo, a 66 kilómetros al norte de la ciudad de Taltal, y se desarrollaría en una superficie de 3.021 hectáreas que incluye una planta de desalinización, un parque eólico, una planta solar y la construcción de un puerto. Es decir, se emplazaría en las proximidades del centro astronómico y en los futuros observatorios que están programados en ese lugar.
Iniciativas, además, que están siendo ejecutadas, más específicamente, en los cerros Armazones y Paranal por la ESO, implicando con ello, según la aludida Organización Internacional, un impacto en las actividades astronómicas desplegadas en el radio de los observatorios ubicados en el sector de Paranal y Armazones. Debido, entre otros factores, a —y enumeramos, por cierto, lo que eso ha señalado— el impacto que tendría, en el desarrollo astronómico, la contaminación lumínica que importaría la ejecución del proyecto y los posibles cambios del perfil atmosférico por la operatividad del parque eólico, lo que podría infligir a la operación astronómica un daño que puede ser incalculable, al perderse la calidad excepcional, inclusive ambiental, de los cielos nocturnos de la zona hasta el día de hoy.
Por cierto, y no es desconocido para nadie, Chile enfrenta el desafío de equilibrar el desarrollo de la astronomía, con las potencialidades que ha mostrado en las últimas décadas, y las energías renovables, en coherencia con nuestro compromiso de transición energética. Y ambos son, por supuesto, sectores estratégicos para el progreso del país, así como para integrar distintas actividades de desarrollo nacional. Se cree que no hay que perder de vista que ambos son objetivos igualmente relevantes, no solamente desde la mirada de esta administración en particular, sino también como una visión del Estado de Chile respecto a la transición energética y el desarrollo de la astronomía.
Con el objeto, por cierto, de avanzar hacia la armonización entre el desarrollo industrial de las energías renovables y la protección de los cielos oscuros en las zonas estratégicas para la astronomía, por instrucción de nuestro ministro de Relaciones Exteriores, se convocó a una mesa de trabajo interministerial con el fin de garantizar, en la lógica, el funcionamiento de nuestra Cancillería y el desarrollo de la astronomía, uno de los ejes estratégicos del país, manteniendo en todo caso la compatibilidad con otros sectores de desarrollo nacional, como la expansión de las energías renovables, de manera tal de constituir una mesa para compartir las miradas en torno a estas iniciativas.
Esta iniciativa fue liderada por nuestra cartera, incluyendo los ministerios de Energía, Ciencia, Economía y Medio Ambiente. Entre noviembre y diciembre del año pasado, nuestra subsecretaría lideró tres reuniones interministeriales a nivel de subsecretarios, a los efectos de obtener mayores antecedentes sobre los términos del proyecto y evaluar debidamente la situación planteada por la ESO, con los antecedentes puestos a disposición hasta ese momento, logrando alcanzar una mejor comprensión de las tensiones en las diversas perspectivas que existían en torno a estas iniciativas y, por supuesto, permitiendo compartir visiones y perspectivas de las diversas instituciones involucradas al respecto, además del Gobierno Regional de Antofagasta, que fue parte también de algunas de estas.
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reuniones a través de sus representantes, a través de sus titulares y conversaciones en paralelo, no en esta misma mesa, tanto con eso como con la empresa AES Andes para también conocer parte importante de su mirada. Sin embargo, también entramos a una nueva etapa en esta iniciativa cuando la empresa INAH, o sea, INAH de Soluciones Renovables SPA, presentó el día 20 de diciembre del año 2024 el proyecto ante la Comisión de Evaluación Ambiental de la región de Antofagasta, que fue acogido a trámite, iniciándose, por tanto, un proceso institucional sobre la base del sistema de evaluación de impacto ambiental. En este escenario, considerando que la Cancillería no es parte de este proceso de evaluación, no está considerada en la institucionalidad, las autoridades de Minrel evaluamos la necesidad de hacer llegar al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental las disposiciones contenidas en los instrumentos internacionales suscritos sobre la materia, de modo tal que se pudieran poner a consideración y fueran parte también del expediente de esta evaluación hoy en día en curso, en su etapa, por cierto, preliminar. Sobre el particular, y en febrero del año 2025, la semana pasada, para ser más específico, se remitió un oficio del señor Ministro de Relaciones Exteriores al Director Regional del Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental, con el objeto también de hacer presente, como decía, las obligaciones que surgen para los estados de los acuerdos que han sido celebrados con eso y con el fin, como decía, de que dicha autoridad tuviera presente, además, la información disponible desde el punto de vista de nuestros acuerdos, nuestro compromiso en materia de acuerdos y tratados internacionales en el análisis de esta iniciativa. Igualmente, cabe destacar que se han mantenido reuniones también con representantes de ESO, como la audiencia, entre, por ejemplo, que me tocó particularmente liderar, y el Director General de ESO, que además se aproximará a Chile en los próximos días, la reunión del Director de CITI también, de nuestra Dirección de Ciencia y Tecnología, que me parece que, además, está conectado, justamente lo veo ahí, con la representante de la ESO en Chile, y el dieciocho de febrero, el pasado dieciocho de febrero, en las cuales se ha solicitado también a ESO, y esto es bien importante, entregar, además, mayores antecedentes técnicos, más evidencia respecto a estas afectaciones que, en el fondo, ocurrirían en el caso de instalarse estos proyectos. Dicho sea de paso, nosotros ya hemos hecho llegar, a partir del oficio que se envió la semana pasada, los antecedentes que, hasta ahora, ESO ha puesto a disposición de la Cancillería respecto a las afectaciones que, eventualmente, ocurrirían con este proyecto. A partir, y respecto a las obligaciones internacionales, en general, es importante señalar también que la República de Chile celebró con ESO un convenio para el establecimiento de un observatorio astronómico en Chile y un acuerdo interpretativo, suplementario y modificatorio del anterior, ambos en vigor e incorporados al ordenamiento jurídico nacional, a través de los respectivos decretos supremos, el número 18 del año 1964 y el número 1766 del año 1996. Y en este cuadro, nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, de acuerdo a ello, la República de Chile se encuentra en la obligación internacional de respetar y dar también estricto cumplimiento a estos tratados. En este orden de consideraciones, es el caso expresar que, de acuerdo al artículo quinto de este acuerdo, el Gobierno de Chile debe efectuar todos los esfuerzos dentro de su competencia, de conformidad al ordenamiento legal y constitucional chileno y al derecho internacional, para asegurar a la ESO la posesión tranquila y pacífica de sus bienes y, en general, para garantizar el desarrollo pacífico del conjunto de las actividades de dicha organización internacional, compatibles, por cierto, con estos objetivos. Además, conforme a su artículo primero, el acuerdo confirma y regula la aplicación del convenio y lo acordado subsecuentemente a las actividades de la ESO en todo territorio, en todo el territorio nacional, y especialmente a la construcción, mantenimiento y operación de un nuevo centro de observación en el marco del proyecto denominado BLT-BLT-I, como así como a las futuras actividades de la ESO en nuestro país. En este sentido, entonces, la construcción y la puesta en marcha de este proyecto, el del proyecto INAH, me refiero, conforme a lo informado por la ESO, afectaría entonces inclusive...
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Dentro de los estándares ambientales, el desarrollo pacífico del BLT y de los futuros telescopios que están programados, de los que ya aludía hace un rato atrás, todos están ubicados, como decía, en la zona de Paranal y Armazones, comuna de Taltal, región de Antofagasta. Cabe notar, del mismo modo, que según lo establecido en el artículo octavo de este acuerdo del Gobierno de Chile, se deben adoptar todas las medidas necesarias dentro de su competencia para mantener y proteger las calidades astronómicas y ambientales de los centros de observación instalados y que se instalen por la ESO, como ocurre, por ejemplo, tanto respecto a estos observatorios como a estos proyectos y telescopios en particular.
Ahora, algunos aspectos, y ¿por qué señalar? algunos relacionados también con los criterios de la Unión Astronómica Internacional. El artículo octavo de este acuerdo señala también que corresponderá a las partes prestar especial atención a los problemas de contaminación lumínica, de contaminación por partículas y al control de impacto ambiental de las actividades mineras, tomando en cuenta los lineamientos de la Unión Astronómica Internacional y de la legislación medioambiental vigente en Chile.
Con relación a esto último, es necesario tener presente que la citada Unión Astronómica Internacional, a través de la resolución B5 del año 2009 de su Asamblea General denominada “En defensa del cielo nocturno y el derecho a la luz de las estrellas”, alentó a sus miembros a, “tomar todas las medidas necesarias” para involucrar a las partes relacionadas con la protección del paisaje celeste en la sensibilización pública, ya sea a nivel local, regional, nacional o internacional, sobre los contenidos y objetivos de la Conferencia Internacional en defensa de la calidad del cielo nocturno y en derecho a observar las estrellas, en particular la importancia educativa, científica, cultural, de salud y recreativa de preservar el acceso a un cielo nocturno no contaminado para toda la humanidad. Además, resolvió, “de nuevo”, la protección de la calidad astronómica de las áreas adecuadas para la observación científica del universo, que debe tenerse en cuenta al desarrollar y evaluar políticas científicas y ambientales nacionales e internacionales, con el debido respeto a los valores culturales y naturales locales. De esta manera, el mismo acuerdo, aludido con la ESO, eleva como un estándar importante de referencia no solo el cumplimiento de la legislación ambiental vigente, sino también los citados lineamientos fijados por la Unión Astronómica Internacional.
Ahora, con todo lo anterior, cabe señalar, a propósito del cumplimiento de los tratados, que es importante tener en cuenta que el inciso tercero del artículo decimoprimero del citado convenio establece que el mismo, incluyendo a otros tratados derivados de aquel, debe interpretarse en vista de su objetivo fundamental, que es hacer posible a la ESO el ejercicio pleno y eficiente de sus funciones y el cumplimiento de sus propósitos, como lo es, por cierto, permitir y garantizar el desarrollo pacífico de las actividades de la citada organización internacional en el país, en vinculación con la obligación del Estado de Chile de velar por las calidades ambientales para la operación de los centros de observación instalados y que se instalen por la ESO en la zona de Paranal y Armazones.
Lo anterior, en concordancia también con la regla prevista en el artículo 31.1 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, que se incorpora en el ordenamiento jurídico interno a través del Decreto Supremo 381 del año 81 de esta Secretaría de Estado, establece “un tratado deberá interpretarse de buena fe y conforme al sentido corriente que haya de atribuirse a los términos del tratado en el contexto de estos y teniendo en cuenta su objetivo y su fin.”
Este precedente es relevante, dado que para los efectos del procedimiento de la evaluación de impacto ambiental no solamente corresponde atender el cumplimiento de la normativa interna sobre emisión de luminosidad artificial generada por alumbrados exteriores, que fue aprobada en el Decreto Número 1 del año 22 del Ministerio de Ambiente, sino que también, para los efectos del cumplimiento y objeto de finalidad del convenio y acuerdo, se debe mantener y proteger las calidades astronómicas y ambientales de los centros de observación instalados o que se instalarán en la zona de Paranal y Armazones, dentro, por cierto, de las competencias de nuestro ordenamiento interno y de acuerdo a los procedimientos institucionales vigentes, que es parte importante de lo que establece nuestra normativa. Y este último aspecto, por cierto, también es determinante, ya que la República de Chile no puede desatender ni desestimar las obligaciones que se derivan del convenio.
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Y el acuerdo bajo el pretexto de que se ha sido únicamente cumplimiento de las disposiciones de su derecho interno, como lo sería, por ejemplo, la referida norma local de la emisión de luminosidad artificial, contraviniendo con ello la regla prevista en el artículo 27 de la Convención de Viena sobre una parte que no podrá invocar disposiciones de su derecho interno como justificación del incumplimiento de un tratado. Por cierto, y es importante señalar esto, miembros de esta comisión, no podemos partir de la base de este cumplimiento, porque será el proceso institucional, finalmente, con la evidencia que existe en este marco, el que deberá determinar y ponderar técnicamente los elementos que se han puesto a disposición, precisamente, para que esto ocurra o se determine.
Por último, finalmente, quisiera señalar que en Chile sin duda existe un proceso de evaluación ambiental que es bien exigente en general, que sin perjuicio de eso no contempla necesariamente, en este ámbito en particular, la posición de la Cancillería y, en nuestro deber de poder colaborar y cooperar y en función de la misión institucional, nos hemos hecho parte a través del oficio mencionado hace un rato atrás, de manera tal de poder también plantear la mirada sobre los tratados, acuerdos internacionales y la necesidad de considerarlos en el expediente y en el proceso. Y, como decía, existe un nuevo proceso de evaluación de impacto ambiental que es bien exigente, y este proyecto está recién partiendo, según nuestro análisis, y nos hemos hecho parte a partir de un oficio para que sean elementos considerados y analizados de manera tal de que se puedan armonizar dos iniciativas o dos proyectos o dos objetivos en nuestro país, que son muy fundamentales y muy relevantes, como es, sin duda, seguir garantizando la observación astronómica de nivel mundial, como hemos tenido hasta ahora, y, al mismo tiempo, por supuesto, facilitar proyectos de energías renovables que sean básicamente estos los que nos permitan además seguir desarrollando nuestra transición energética.
Vamos a seguir buscando, sin duda, formas complementarias al sistema de evaluación de impacto ambiental y a seguir conversando con las distintas partes, como ha sido hasta ahora a través de distintas agencias del Estado, para poder seguir revisando sin duda el cumplimiento de la norma lumínica y la necesidad de garantizar el cumplimiento de los convenios y acuerdos internacionales, y, al mismo tiempo, garantizar también el desarrollo sostenible y el desarrollo de las energías renovables en nuestro país, conciliando valores en esta iniciativa, que nos parece que son, sin duda, muy claves.
Muchísimas gracias, señor Presidente. Con esto doy por terminada mi intervención.
Gracias, señora ministra. Es subrogante, entiendo; muchas gracias por su presentación, muy completa. Quiero ofrecer la palabra, no sé si hay alguna otra de la delegación de las autoridades de gobierno que quiera hacer uso de la palabra. A don Claudio Troncoso le preguntaremos sobre algún tema jurídico si es necesario, pero creo que ha sido muy bien preparado y muy completo el informe. Ahora yo quisiera ofrecer la palabra a los señores senadores, si quieren. Senadores Chaguán y, después, senadores Eduardo. Le dije: “Chaguán, es que lo echo de menos, echo de menos a Chaguán. Senador Moreira, por favor, Senador Moreira, no Chaguán.”
Señor Presidente, estimadas autoridades, director del trabajo, ¿cómo está portado, director? Ya. La subsecretaria, el subsecretario y nuestro amigo Troncoso. No, es muy simple lo que yo quiero decir; creo que en esta oportunidad, si tenemos un centro astronómico, como es Paranal, y como son estos centros astronómicos que son un orgullo para Chile —no por los cielos que tengamos, sino por la mirada que ha tenido Europa y distintos países en torno al privilegio de tenerlo—, tenemos que defenderlo a toda costa. Aquí no se trata de una cuestión de permisología, porque hoy día todos invocamos permisología para la inversión, y eso es verdaderamente que hay mucha burocracia en Chile con respecto a eso. Pero, en este caso, yo creo que tenemos que priorizar y entender que lo que ha hecho presente esta organización internacional, que dice relación con el Observatorio Paranal, debemos escucharlo, y a mí me parece que la posición del gobierno es compartida. Pero al mismo tiempo yo tengo que señalar que si había una persona que ha estado detrás de este tema en forma permanente,
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Ha sido el senador Insulza. Senador Insulza, le estoy tirando flores para que me escuchen. Entonces, yo de verdad quiero agradecerle a él porque ha sido muy perseverante en que este tema se ponga en tabla, que vengan ustedes. Por lo tanto, yo coincido con el senador Insulza y coincido con ustedes. Eso era lo que yo quería dejar constancia. Muchas gracias. No, gracias es la palabra. Senador Edward. Gracias, presidente, y aprovecho de saludar a – menos mal que no me dijo – Senador La Torre, es ahí, pero es una confusión. Muchas gracias a todos nuestros invitados.
Yo quiero decir tres cosas. La primera, me gustaría entender bien, porque yo no sé si —y esto no tengo conocimiento nomás— la Resolución de Calificación Ambiental es el lugar adecuado para hacerle ver a la institucionalidad que existen estos convenios que tienen que respetarse. No sé dónde más podría ser, pero aprovecho de hacer la pregunta porque no veo con claridad cuál es la institucionalidad y tampoco veo, dentro del proceso —que puede ser, quizás, falta de conocimiento mío— que esto se pueda incorporar o en qué parte de la Resolución de Calificación Ambiental algo como esto se pueda incorporar, porque entiendo que esto es demasiado específico, como para saberlo: una turbulencia que hace que el fotón cambie su trayectoria levemente y eso implica que no se vea la imagen como se podría ver, o una contaminación muy pequeñita, pero que hace que trillones de objetos celestiales simplemente sean o no visibles o requieran mucho tiempo para tener la luz. No sé muy bien, dentro de la institucionalidad; esa es una pregunta. Yo valoro, en todo caso, que se le asigne a la Resolución de Calificación Ambiental lo que le corresponde; lo único que pregunto es que no sé muy bien cuál es la institucionalidad para que esto sea considerado por ser tan específico. Eso es lo primero.
Lo segundo, solamente dado que el senador Moreira trajo a colación la pepsicología. ¿Cómo era que le decían? Permisología. Yo estoy con la Coca-Cola. Ah, la verdad… no, la permisología. Aquí quiero hacer ver que esto no es solamente un problema ambiental. Acá hay un problema de producción científica. Acá hay, si usted quiere, puede verlo como industria, y resulta que una consideración o un efecto secundario de un tercero afecta la industria como tal. Esto es como si la ley del cobre fuera tan influyente y, por algo que es un tercero, la ley del cobre bajara. Aquí se afecta la producción de una industria. Por lo tanto, creo que esto no es solamente un problema de contaminación, es un problema de también cuáles son las industrias que hoy día en Chile pueden florecer. Y, por lo tanto, creo que es importante tener los dos argumentos para que también tengamos un apoyo transversal, porque muchos de nosotros consideramos que el Estado chileno es tremendamente burocrático, no se puede hacer nada, se demoran miles de años; pero esto no es solamente un problema burocrático, ni tampoco es un problema de permisología. Estamos afectando la producción científica de algo que representa un orgullo para los chilenos.
Lo tercero que sería importante, ministra, es que una cosa es el caso particular de lo que está pasando ahora con este proyecto y otra cosa es la generalidad, que creo que es un buen momento para poder ver una política general de cómo se van a considerar los cielos oscuros, cómo se van a tramitar los proyectos que puedan afectar, porque este no es el único sitio. Chile tiene dentro de los diez sitios más oscuros del mundo; tiene muchos de ellos, otro está en La Silla, otro está en el Cerro Pachón y en otros lugares. Tenemos que tener una política general para eso, y ahí quizás quería preguntarle qué es lo que opinan. Así que yo, por lo menos, valoro lo que se ha hecho y espero que, de la manera más institucional posible, se pueda buscar una solución.
Y, por último, ¿cuáles son las alternativas? Porque uno lo que ve es que la producción o lo que va a hacer la empresa AES Andes, quizás se pueda hacer en otro lugar, y el gobierno podría facilitar eso. No, si lo corre 50 kilómetros al sur ya no hay problema, quizás haya otro lugar de puerto, o sea, ¿cómo se puede hacer para que ese buen proyecto que se estaría dejando de lado también se realice o, si es que hay algo que es único de ahí, que hace que sea tan complicado? Gracias, presidente. Cómo no. Yo le agradezco al senador Edward que haya tocado los dos puntos.
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Porque me parece que tiene razón eso, o sea, nosotros no nos estamos contra la inversión, pero de repente cuando sucedan casos de esta naturaleza, en que está en juego el medio ambiente u otras circunstancias, es bueno tratar de darle facilidades a estas empresas que quieren contribuir con determinadas industrias. Y yo creo que es un tema muy importante que es bueno transmitirlo al gobierno lo que ha señalado él. O sea, busquemos también una solución. Así como lo estamos sacando de un determinado lugar, bueno, también hagámosle alguna facilidad y ofrecimiento. Bien, si me permiten, yo quisiera decir algunas palabras. Ah, perdón, primero el senador Durresti, por favor.
Presidente, gracias. Saludo a la ministra, a todos los equipos. No soy integrante titular de esta comisión, pero soy titular de la Comisión de Desafíos del Futuro. Y nosotros en el 8 de agosto, para ser exactos, del año pasado, sesionamos formalmente en Paranal. El senador Rojo también participó en una reunión formal con la ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación a propósito de una serie de proyectos atingentes. Estuvimos sesionando y recorriendo armazones, Paranal, alojados ahí y compartiendo explicaciones en extenso del proyecto. Recorrimos las instalaciones, principalmente de armazones, que lo recomiendo realizar porque la inversión, 1.500 millones de dólares, alta tecnología y un conjunto de compromisos de horas de observación, funciona principalmente entregando cantidad de horas de observación a los distintos socios e integrantes. Pudimos recorrer eso, verlo, vivirlo y entender que es un patrimonio de Chile desde los años 60 y que, muy bien, la subsecretaria lo hacía referencia desde el año 64. Nosotros tenemos compromisos internacionales.
Entonces, a mí me impresiona que tengamos que movilizar al país, la institucionalidad, en este caso Cancillería y una serie de otros organismos, frente a una situación que claramente es un estropicio, una situación estropicio, que bajo ninguna circunstancia se está llevando adelante algo adecuado. Y bien lo señalaba el senador Rojo porque lo observaba: no dice “yo no quiero estar en contra de una actividad industrial”, sino que aquí estamos afectando no solo el medio ambiente y un compromiso internacional, acuerdos internacionales, sino que estamos vulnerando una actividad productiva. Y esto creo, senador Rojo, interpretar la opinión unánime que tuvimos, que nos llamó la atención no solo la maravillosa observación del cielo, la cantidad de horas que los científicos están haciendo en sus investigaciones, sino lo que significa en términos económicos: varios millones de dólares, la inversión; para qué decir, estamos hablando de más de 1.500 millones de dólares solo en el proyecto de armazones, la cantidad de funcionarios que están adquiridos bajo la ESO, y la cantidad de funcionarios y trabajadores de empresas logísticas y proveedoras. Es una actividad que no solo está radicada en Paranal, sino también en la región de Coquimbo y en Santiago.
Entonces, que el Estado de Chile no tenga la capacidad, la herramienta, la musculatura para decir “esto no es admisible” desde el punto de vista de que se ubique en otro lugar, porque en este lugar no corresponde, creo que debería llamarnos a reflexionar. La ministra de la Fuente bien señala que la ley 19.300 no considera directamente a —no se puso en la situación del Ministerio de Relaciones Exteriores—, pero yo creo que hago una referencia, ministra, por su intermedio: la evaluación ambiental estratégica establece que el Estado de Chile tiene compromisos internacionales y que, no obstante que no tiene una referencia ambiental propiamente tal, sí tiene obligaciones del Estado de Chile, desde el año 60 hasta ahora, para preservar ese lugar. Entonces, creo que ustedes me ayudarán desde el punto de vista internacional; aquí habrá que hacer una adenda o una complementación a los tratados internacionales, pero, claramente, el patrimonio nuestro no son las mil y tantas hectáreas de concesión, sino que es la calidad lumínica, la ausencia de presencia lumínica. Entonces, la instalación de un puerto, de una desaladora, de unos generadores, no es una situación, es incompatible. Esto es lo más parecido a un plano regulador, cuando a uno le dicen “la rasante” o “la altura máxima” en tal calle es de tantos pisos y uno no puede hacer lo otro porque es incompatible con lo que se hizo.
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