Cámara de Diputados CEI 60 Funcionamiento general de las universidades. (Especial Investigadora)

Cámara de Diputados - CEI 60 Funcionamiento general de las universidades. (Especial Investigadora) - 20 de enero de 2025

20 de enero de 2025
13:00
Duración: 5h 30m

Contexto de la sesión

Sesión especial citada en la sede de Santiago del Congreso Nacional, con objeto de escuchar, sobre la materia de la investigación, a los siguientes invitados: De 10:00 a 11:00 horas: • Profesora Titular de la Facultad Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, señora María Olivia Mönckeberg Pardo. • Periodista e investigador fraudes en universidades privadas, señor Patricio Mery Bell. De 11:00 a 12:00 horas: • Integrante del Programa de Educación del Instituto Igualdad, señora Natalia Vargas Palacios. • Directora Ejecutiva de la Fundación Nodo XXI, señora Pierina Ferreti F. De 12:00 a 13:30 horas: • Rector de la Universidad de Santiago de Chile, señor Rodrigo Vidal Rojas. • Exministro de Educación, señor Raúl Figueroa Salas. • Presidente del Consejo para la Transparencia, señor Bernardo Navarrete Yáñez. • Presidente de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), señor Andrés Bernasconi Ramírez. * Los indicados en cada rango horario.

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Buenos días a todas y a todos, señoras y señores parlamentarios. Muchas gracias por la invitación, presidente de la comisión, Juan Santana, y a toda la comisión. La verdad es que, primero que nada, me gustaría partir por decirles algo. Creo que encuentro muy importante la labor que están haciendo ustedes. Creo que el sistema universitario chileno, en general el de educación superior, requiere de mayor investigación, requiere de mayor fiscalización, requiere de mayor transparencia. Entonces, ese es un punto que, desde mi mirada de periodista y de profesora, como ha señalado el diputado Santana de la Universidad de Chile, vengo recorriendo la mirada sobre las universidades y sobre lo que ocurre en este mundo hace ya muchos años. Les quería decir esto y con mucho interés lo he seguido.
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Desde hace medio siglo casi, 40 años por lo menos, porque desde que trabajaba en la Universidad Católica donde estudié, donde ahí me encontró el golpe militar, y vi cómo se intervenían las universidades. En ese tiempo había ocho universidades en el país solamente, de las cuales eran las dos importantísimas universidades públicas: la Universidad de Chile, la Universidad de Concepción y las otras universidades tradicionales, todas intervenían. Digo esto por el contexto que uno tiene que tener siempre en estas cosas. Yo creo que siempre la historia nos ayuda un poco y no hay que nunca olvidarla, hay que mantenerla presente para poder construir el futuro. Bueno, después en el recorrido profesional mío, en el recorrido periodístico a través de los medios de comunicación existentes en esos años 70, 80, me tocó, uno, reportear muy a fondo desde los comienzos de que se implantó en Chile el sistema económico que hoy llamamos neoliberal. Y también me tocó reportear directamente desde los conflictos que se dieron, que se empezaron a ver en las universidades. Bueno, vino la intervención, como les decía, después se le separaron las sedes a la Universidad de Chile y a la Universidad Técnica del Estado, que luego la rebautizaron como Universidad de Santiago, y las leyes, los decretos leyes, por supuesto cuando no había Cámara de Diputados no había Senado, que configuraron, creo que ellos configuraron lo que estamos teniendo como consecuencia hoy. Y esto fue junto a la aprobación de la Constitución de 1981, cuando se aprobó en ese plebiscito del 80, y luego partieron las posibilidades de hacer universidades privadas, que al comienzo a los militares no les gustaba que tuvieran fines de lucro, y por eso se dijo mucho que no iban a tener fines de lucro. Luego se posibilitó la creación de los institutos profesionales. No existían antes como tales y esos sí pudieron lucrar desde el primer momento. Después se le quitaron en el año 1983-84 todo lo que era el financiamiento hacia la investigación y quedó como para ser concursable por los académicos. No quiero seguir con toda la cosa histórica porque creo que a ustedes les interesa también lo que ha estado pasando ahora, pero sí dar ese marco. ¿Por qué no se crearon universidades entre el 81 y el 89? Fundamentalmente porque hubo la crisis económica de los 80, que fue muy fuerte. Entonces, los grupos económicos para los cuales se pensaba que podían crear universidades, igual que crearon AFP, igual que crearon ISAPRE, no estaban en condiciones de hacerlo. Y se crearon solamente tres. Bueno, luego vino la gran creación de universidades en los tiempos, al terminar la dictadura, al empezar la transición, que fue realmente un verano muy significativo, ese verano del paso del 89 al 90. Dicho eso, para uno que ha vivido esta historia, es realmente impresionante el cambio en lo que se ha llegado. Efectivamente se aumentó la matrícula, porque antes en Chile solo podía llegar a la universidad un 3, un 4%, y luego hoy día tenemos esta matrícula que la situamos en todo el sistema universitario en 1.270.636 estudiantes. Ahora, ¿cómo se logró eso? Y ahí viene un problema bastante central, si lo miramos más allá de lo técnico, y que determina mucho de los problemas existentes ahora. Es que se aplicó el criterio de que fueran proveedores, como lo llamaba, yo escuchaba el otro día la exposición que hizo ante ustedes el rector de la Universidad de Tarapacá y el presidente del CRUCH, ¿no es cierto? Proveedores le dejaron la posibilidad de ser proveedores.
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Estas entidades privadas y, por otra parte, el Estado restringió, o sea, se restringió la posibilidad de que creciera la matrícula y también no se le dieron los recursos financieros a las universidades del Estado. Entre medio se crearon, por supuesto, las universidades públicas, tenemos hoy las 16, porque pudieron en las regiones, ¿no es cierto? Juntarse las que habían sido las sedes de la Universidad de Chile y de la Universidad de Santiago, de la técnica. Bueno, hoy día, como les decía, tenemos ese millón doscientos setenta y tantos mil estudiantes, de los cuales setecientos dos mil y tantos son universitarios, lo que corresponde a un cincuenta y cinco coma tres por ciento de la matrícula. Ha estado aumentando en estos años, el año pasado, o sea, sí, 2024, que son las últimas estadísticas que uno puede tener, hubo un pequeño aumento respecto al año anterior. Ahora, entre medio han pasado otras cosas, no se ha visto la gratuidad, y antes estuvo el CAE, famoso crédito con aval del Estado. ¿Y qué ocurrió? Es una cuestión que investigando yo me di cuenta... como que no le había tomado el peso antes. Y es que las becas, todas las becas que se están dando en el sistema universitario, así como el CAE, desde luego, y también la gratuidad, están con el criterio de subsidio, o sea, de financiamiento por la demanda. O sea, es un subsidio estatal. Va con el alma puro estilo del fundador de la Escuela de Chicago, de Milton Friedman, con el sistema de voucher, que también se aplica en la educación pública en general, con este chequecito, van en el fondo, los alumnos no lo saben, pero así van y llegan a las universidades y eligen. Por supuesto que quisieran elegir, y uno lo ve por las encuestas y por las postulaciones, quisieran elegir la Universidad de Chile, quisieran elegir la Universidad Católica, pero si no les alcanza, llegan a donde les alcanzó y donde se sintieron para hacer las postulaciones, ojo con esto, ¿cierto? Atraídos por la publicidad. Y ahí tenemos otro tema, un tema que se encuentra, en este tiempo estamos plagados, páginas en los diarios que subsisten, páginas en los medios digitales, en la radio, en la televisión, lo que, no tan entre paréntesis, pero no tan entre paréntesis, hace que muchas veces los propios medios de comunicación, y eso mis colegas periodistas lo deben saber, aquí hay varios, que existe también una autocensura, ya no impuesta por un régimen, ya no impuesta por un gobierno, sino que impuesta por el poder económico, al final de cuentas, que es el que hace que, pucha, si se van a lanzar o no en una investigación sobre la universidad tal o la universidad cual, si es que le van a quitar los avisos. Y quitar avisos significa quitar financiamiento. Bueno, por eso decía un paréntesis de lo que significa también esto de dejar como este libre albedrío de los estudiantes de selección. Pero es verdad que el sistema de las universidades chilenas es un sistema mixto, como decía el rector Rodríguez, ¿no es cierto? Pero con una desproporción total entre estos proveedores privados y los públicos. Las universidades públicas... creo que es una cifra que ustedes ya se las han comentado, las han visto, las han estudiado, pero las universidades públicas, las universidades del Estado de Chile, no alcanzan a tener más allá de un 15% del total de los estudiantes de la educación superior. Y si se compara con el sistema universitario, son el 25%, la cuarta parte. Y esas realidades, lejos de irse mejorando en los últimos años, se han ido agudizando. Entonces, esa es una universidad pública. Otra de las miradas, esto tiene muchas aristas.
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Esas universidades públicas que deben aportar al desarrollo del país, con todos los desafíos que existen en este momento en materia de investigación, en materia de difusión del conocimiento. Eso es bien difícil que se haga con el escuálido financiamiento que tienen las universidades públicas hoy. Porque están preocupados, en el fondo el Estado está preocupado de todas estas... de proveer todo esto para este crecimiento de matrícula y para este financiamiento de posibilidades de estudiar en unas universidades privadas que muchas veces son empresas. Más que el criterio de empresa lucrativa, es un criterio que lo han tenido, a ver, me acuerdo haber publicado el libro con fines de lucro el año 2013, pero antes el negocio de la Universidad de Chile, dos años antes. O sea, es un tema que uno lo había estado viendo y viendo venir también. Y por eso es que, y aquí hay una cuestión, yo quisiera decirlo, creo que si no hubiera sido por el movimiento estudiantil de 2011, difícilmente se habrían puesto en agenda estos problemas. Creo que ahí se marcó un hito porque antes el tema de la educación y de la educación superior no estaba en la agenda pública y empieza a estar de manera fuerte en 2011, cuando en el gobierno de Sebastián Piñera tuvo que rebajar el interés del CAE, por ejemplo. Cuando después, yo me acuerdo que tenían ciertos estudiantes ciertos sentimientos de frustración porque no habían logrado muchas cosas, pero se logró después la gratuidad en parte y se logró que se empezara a preocupar en el Congreso y en la sociedad. Estuviera presente este tema. Fue así como se creó una comisión especial para estudiar el lucro. Y hay un tema que resulta bien insólito. Me acuerdo haberlo conversado más de alguna vez con el exfiscal Carlos Gajardo, que no existía, y creo que no existe todavía, la legislación que penalice el lucro como tal, como delito de lucro. Entonces, una cuestión súper complicada. Después vino esta ley que costó mucho sacarla, de 2018, la ley de universidad y la ley de universidad del Estado, que partieron juntas y se separaron, digamos. Y ahí yo recuerdo, me tocó colaborar en la rectoría del rector Vivaldi en la Universidad de Chile, que todas las reuniones, todo lo que había que trabajar y estudiar para que se lograra lo que se logró. Sin embargo, pasó al Tribunal Constitucional, después de una presentación de una rectora o directiva del grupo Laureate en ese momento, quiero mencionar sobre eso, y en el Tribunal Constitucional pararon el que fuera como estaba prevista esa ley. Entonces, quedaron espacios, espacios para lucrar, espacios para los negocios, de la inmobiliaria y de todo lo que entiendo que tú vas a referirte más. Por mi parte, quisiera, yo sé que el tiempo es corto, pero esta cuestión quisiera compartir con ustedes algunas cosas que me parecen importantes. En cierto modo, el escándalo que se produjo cuando se conoció en septiembre el sueldo de la exministra Marcela Cubillo, prendió, yo creo, una importante luz de alerta. Más allá del estupor que provocó, ¿no es cierto?, el que alguien que se desempeñaba como profesora, entiendo que con jornada parcial, en una universidad, ganara ese sueldo de los 17 millones brutos, que entiendo que son como 14 o 13 líquidos, lo que toma una enormidad, para cualquiera de nosotros, que nuestros sueldos están puestos en transparencia, llega a ser risible, si no terrible. Bueno, pero eso, ella dijo algo en su defensa, en una defensa que me pareció bastante, al comienzo me sorprendió, dije, yo creía que era una persona más inteligente esta señora, lo dije en una radio, así que lo puedo repetir aquí con toda tranquilidad. Y sin embargo, dándole vuelta, me doy cuenta que lo que dijo refleja probablemente lo que ella u otros, en esas universidades, piensan.
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Dijo textualmente sobre la Universidad San Sebastián, es una institución privada y ellos son los que definen los sueldos. Estuvo siempre con el argumento de esta empresa, una empresa que puede lucrar, ¿por qué no? Una empresa que puede hacer lo que quiera. Entonces, esa pretendida defensa de Marcela Cubillo deja a mi juicio en evidencia uno de los serios problemas que presenta este mercado de la educación superior, mercado entre comillas, pero mercado al fin, porque los dueños, los controladores o los directivos de muchas universidades privadas lucrativas ven el tema así. Y si la consideran una empresa más, una empresa con libertad para hacer lo que quiera con sus recursos, una empresa como pueden ser las eléctricas que ahora quieren construir, ¿no es cierto? Hacer, claro, muy bonito todo el tema de las energías limpias, pero lo quieren hacer dificultando todas las labores para los observatorios. Pongo ejemplos así que a uno se le ocurren al pasar cuando ve los criterios, cuando priman los criterios empresariales, probablemente lucrativos, sobre los intereses del bien común. Les voy a citar en una entrevista a quien les he mencionado, a Ennio Vivaldi, que ahora es el embajador en Italia. Dijo, es el sentido mismo de la universidad lo que se ha trastocado. Resumió en una entrevista que lo que había sucedido en las últimas décadas, porque se congeló el estudiantado que concurre a las universidades públicas. Y en cambio, este importantísimo aumento de matrícula a costa de ir yendo hacia el sistema privado. Bueno, si uno se mete más en el tema de los grupos y cifras, aquí hay un asunto que es bien impresionante. No sé, yo creo que ustedes lo pueden haber visto, si no lo han visto hay que meterse en el sitio que lamentablemente es de difícil acceso. A mí se me pierde y lo anoto de nuevo porque cuesta llegar el de índices del Consejo Nacional de Educación. Están todos los datos, se supone que actualizados, según lo que entregan las propias universidades. Y hacen incluso unos esquemas donde se ven las curvas de crecimiento. Y ahí uno ve lo que pasa con, por ejemplo, con la San Sebastián. Es una de las más que ha crecido, curva así, gigante. Y esto, a pesar de que no tiene gratuidad, pero gracias al CAE y gracias a las otras becas, porque como lo dijo aquí también la estudiante, representante de los estudiantes de la Universidad de San Sebastián, efectivamente son estudiantes de recursos medios bajos. Y que entran, por lo tanto, con mucho esfuerzo de la familia y tienen esas posibilidades. Entonces, en el caso de San Sebastián, yo tenía la cifra anotada por aquí, pero después les comento porque también no es la única, pero la San Sebastián tiene unos números en constante crecimiento. Tú vas a referirte más. Y eso ha aumentado de forma notoria desde que se instaló la posibilidad que tuvieron de darle CAE. Se nota, si uno puede hacer la comparación con lo que va pasando en la curva. Pero la San Sebastián, les decía, aquí tengo el dato. En 2024, la San Sebastián registró 44.440 estudiantes. Esto significa 10.000 más que en 2021. Es decir, y respecto, me parece que es a 2005, el dato base que están dando, se multiplica por cuatro. Entonces, es evidente este crecimiento exageradísimo. Claro, en 2005 no llegaba a los 10.000 alumnos. O sea, en 20 años se ha multiplicado por cuatro veces. Pero no es la única que tiene cosas.
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Extrañas, por decirlo menos. La fundación de los ex-laureates. Y la llamo así porque ahora se autodenomina Fundación Valentín Letelier. Tomó el nombre de un ex-rector de la Universidad de Chile para hacer su negocio. ¿Y qué negocio? Es decir, que se está comprando una universidad en Estados Unidos. Entonces, es una situación también súper extraña, diría yo, por decirlo menos. Ahora, ¿qué pasa con los laureates? Usted ya sabe, ya me sé de memoria, ¿no es cierto?, las universidades que tiene, que son la Andrés Bello. La Andrés Bello que ya tiene sobre los 55.000 estudiantes. Es una... 54.955, perdón. Casi, 55.000. No tiene gratuidad, no, pero tiene becas varias. Y esa Andrés Bello es la que se compró esta universidad en Estados Unidos. Pero tiene Las Américas, que también Las Américas ha crecido a pasos agigantados. Y gracias a que le dieron la acreditación, no sé si cuatro o cinco años, que es el límite cuatro, ¿no es cierto?, tiene gratuidad. Las Américas. Llegó en 2024 a 30.041 estudiantes. Ellos son dueños además de otra entidad con gratuidad, que es el IEP, que es el Instituto Profesional. Y reunía en 2024 87.700 estudiantes. Tienen además la Universidad de Viñalmar, más chiquitita, con 8.000 y tanto. Y la Escuela Moderna de Música, que no sé si la compraron porque es un bien inmobiliario, porque está ahí en la calle Luis Pastel, en Vitacura, en un barrio residencial que está frente al Colegio de la Alianza Francesa. A lo mejor les interesa también por eso. Bueno, pero hay otra cosa que no puedo dejar de comentárselo con estas universidades del Grupo Laureate. Primero, se la vendieron Laureate, supongamos todo que es verdad, a esta fundación. Pero la fundación la preside Jorge Salúmez Aror. Jorge Salúmez Aror fue el último director de presupuesto de Augusto Pinochet. Fue decano de la Facultad de Economía, no se llamaba Economía en ese tiempo, o sea, de la FEN actual de la Chile, se llamaba de otra manera, en tiempos de intervención. Fue socio Álvaro Sallí en muchos negocios. Bueno, este señor, Jorge Salúmez, preside esta fundación después de haber tenido muchos cargos y haber tenido mucha actividad en ondas empresariales. Y su socio en el asunto, digamos, el que opera de segundo a bordo, es Juan Antonio Guzmán Molinares, que fue una persona también muy decisiva en la implantación del modelo hacia la educación superior y hacia la investigación en tiempos del régimen militar. Ahora, lo curioso de este caso también es que ellos fueron directivos, el caso de Salúmez sobre todo, fue uno de los altos directivos del grupo Laureate, que era con fines de lucro en Estados Unidos, por lo tanto, aquí nadie podía decir que no. Y pasa después a ser como el que la adquiere. Aparentemente, después de todas las restricciones que impuso la nueva ley de universidades, a lo mejor no le gustó y se lo vendieron por eso a los que eran sus directivos chilenos. Este, el crecimiento de este grupo sigue siendo de tal magnitud que en total, en total, este año que acaba de pasar, cursaban sus estudios en el exgrupo Laureate, 182.158 estudiantes. Sería cuestión de que alguien se pusiera a sacar los cálculos y ver la próxima.
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Porción, sobre todo los estudiantes universitarios, ¿no es cierto? Nada más que de este grupo. Más que, o igual que, o del orden de la educación pública. Sigo, ¿no? Sí, bueno. Profesora, a lo mejor en esta parte si puede cerrar para abrir una ronda de consultas y complementar. No sé si la presenta. Según la remisión, no lo sé. En su punto de vista, la crisis de pedagogía cuando se levantó el hombre en mi ciencia y en mi vida, la buena designación y en el mundo total, que estaba haciendo el medio de periódico, para el paro al curro, el periódico, el medio de la gente, para allí que tenía el medio de periódico. O sea, se hizo mucho más de la energía de CIS, tenía la mayoría de la computadora, así como territorialmente, pero eso es un debate. Y todavía queda la mitad. Ese es el próximo debate, que la de, no sé, la de SIDA y suprimir las redes sociales. Entonces, eso que se me es, alguna vez se me ha imaginado en otro mundo, en otra, como era el ser humano, como era la humanidad, sino que si bien en lugar de estar en todo el mundo y actualmente estamos en esta conversación. Investigar con las redes es más difícil que investigar. A veces se será anónimo, se va. Porque la tendencia es así. La tendencia puede ser para muchos. Bueno. No solo la política que cada animal de su grupo se envuelve. También existen las contracciones antitoma. También es curioso que en un grupo se le... Entonces, estamos viendo, como decía, esto de la leyenda, que se puso como base en Marcela Gómez. Y bueno, esto también, para que haya un sentido de trabajo, y que tenga una continuidad, una continuidad que será la boca de la experiencia, y que sea muy bien, y bueno, bueno, bueno. Gracias. Gracias. En plena conciencia, yo voy a añadir una breve consulta en caso de que se le quieran hacer a la profesora por su exposición para posteriormente dar paso a nuestro segundo invitado. Así que, diputados, diputadas, consultas. Diputada Serrano. Bueno, primero quiero agradecer la completa exposición de nuestra invitada y solamente para efectos de esta comisión investigadora porque nosotros, gran parte de quienes estamos dentro de esta comisión de educación, compartimos que los grandes nudos críticos que vienen de la educación chilena es a propósito del modelo heredado de la dictadura, de cómo desmembraron parte de las universidades y cómo también hicieron un negocio en paralelo a las universidades del Estado, donde había una principal responsabilidad. Sin embargo, una de las cosas que me quiero detener para los efectos después de lo que tengamos que hacer como informe de esta comisión investigadora es que el caso de Marcela Cubillo, claro, tuvo una justificación de decir, bueno, acá hay una empresa privada, no estamos adscritos a las gratuidades, por tanto, estos fondos que venían indirectamente.
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El Estado, de hecho, nosotros estamos en la Comisión Ordinaria de la Cámara de Diputados y Diputadas de Educación hablando, por ejemplo, del financiamiento de educación superior. Nos dicen, no, si acá esto no es parte de un financiamiento directo del Estado. O sea, se ve principalmente una intencionalidad de hacer con los recursos públicos provenientes, por ejemplo, de este crédito, lo que se quiera o incluso que estas universidades hoy día no tengan la misma regulación que una universidad del Estado. Entonces, ante eso, la sugerencia me pareció muy interesante lo que usted exponía a propósito de esta conversación con el exfiscal Gajardo, de cuáles ustedes creen que debiesen ser los avances de esta comisión, o sea, de la Cámara de Diputados y Diputadas para prohibir y penalizar el lucro, porque nosotros sí tenemos una norma que es donde se ponen restricciones, claramente es a las acciones lucrativas, pero en sí una penalidad hoy día es parte de lo que nosotros y nosotras muchas veces no hemos podido avanzar. Entonces, a usted también, a propósito de su experiencia y todo lo que tiene que ver con las investigaciones de las universidades chilenas, ¿qué sugeriría para que nosotros también pudiésemos avanzar en una tipificación también del lucro como parte de un delito? Muchas gracias, diputada Serrano. Otra consulta. Yo quería solamente complementar, profesora, lo que estaba consultando la diputada, pero en el sentido de la normativa que actualmente rige a las universidades. De hecho, este escándalo que se produjo a propósito de la alta remuneración de la exministra Marcela Cubillo desató una serie de iniciativas dentro de la Cámara de Diputados para poder, por ejemplo, obligar a que las instituciones privadas transparenten los sueldos de sus autoridades y de sus funcionarios. Y allí se ingresó, por ejemplo, una indicación dentro de la discusión de la ley de presupuesto para que pudiese realizarse. Se presentaron además mociones parlamentarias para efectos de que esto se convierta, digamos, en ley. Entonces yo quería complementar la pregunta de la diputada Serrano, pero en el ámbito educativo, respecto a cuáles son los aspectos, las normativas que usted cree que están pendientes en la legislación chilena de cara a garantizar que los recursos públicos que se destinan para educación sean bien utilizados en educación o principalmente para el proyecto educativo que es en este caso lo que correspondería, ya sea a través de financiamiento directo que es escaso, por cierto, todos lo sabemos, o a través de estas inyecciones de recursos indirectas como por ejemplo las becas estudiantiles. Le dejo la palabra, profesora, para poder... Bueno, primero que nada tengo que decirles que yo desde hace dos años un poquito me reconecté a propósito de lo de Marcela Cubillo, a tratar de actualizar. Y ahora, cuando ustedes me hicieron la invitación, he estado en otras investigaciones y en otras tareas en la universidad. Y no... A ver, yo creo que se necesita una mirada minuciosa de... teniendo la apreciación de quienes podemos seguir estos temas, pero también es obvio que de abogado, que analizar bien un poco en la línea de lo que yo les decía. Esto que yo les comentaba pasó en el pasado cuando se trató de castigar el lucro, en el fondo, de penalizar. Yo me acuerdo que fue muy largo eso. Una comisión que la presidió la actual senadora Alejandra Sepúlveda, por ejemplo. Ella debe manejar bastante el tema también. Y llegó un momento dado que hubo esa frustración. Y también la tuvieron, yo creo, los fiscales. En el sentido de que, claro, me parece que una de las que lucraba claramente era una de las del grupo Lauretos o el grupo completo. Y no se les podía sancionar porque no estaba tipificado ese delito. Ahora, no sé, en mi mirada ya de periodista y de investigadora, si es que cómo quedó eso en esa ley de 2018. Y eso es lo que habría que ver con más detalle. ¿Y cómo quedó después?
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Después de la medida del Tribunal Constitucional, porque me parece que no se ha enmendado. Eso por un lado. Por el otro, me parece central lo que señalaba el presidente de la Comisión en cuanto al requerimiento o al planteamiento que están haciendo ustedes. Creo que es absolutamente necesario. La mayor transparencia. Voy a citar a otra persona que la tienen citada para esta tarde, que es el profesor Leturia de la Universidad Católica, que fue el anterior presidente de la Comisión de Transparencia, que a raíz del caso de Marcela Cubillo también explicó en algunos de los programas de televisión, yo veo bastante, así que trato de reportear lo que no he reportado personalmente a veces por la televisión. Y me impresionó mucho que hacía muy buenas referencias, muy claras, de cómo estaba el problema de esta desigualdad, al fin y al cabo, y de esta falta de posibilidad de transparentar y de fiscalizar a las universidades privadas. Voy a decir algo más, y esto es una cuestión, por aquí me encontré con una exalumna que podría sonarle conocido lo que voy a decir. Yo creo que el problema que tiene la ley de transparencia es que está muy limitada. La transparencia activa actualmente de los servicios públicos ha progresado mucho. Para nosotros los periodistas es súper complicado de todas maneras la Ley de Transparencia porque nunca estuvo hecha para periodistas, está hecha para la ciudadanía y resulta que la ciudadanía, si no tiene ni clase de educación, sigue en el colegio, mal puede saber usar la Ley de Transparencia. La verdad es que no es fácil acceder y a veces tramitan mucho, y para el caso de los periodistas nos tramitan montones en entregar información, los que están en diario o en radio, en medios instantáneos, tienen ah, quiero pedir esto, pero lo tienen para el próximo mes. Entonces todo es complicado. Pero el otro problema es que lo que es privado, la gente cree que está todo por transparencia, una empresa porque hay empresa. No, no. Entonces ahí hay un problema serio. Para las universidades, para el caso de colegios, ustedes que están en comisiones de educación, pero para todo, para la ISAPRE, para la FP, y para todo, no tenemos acceso a saber ni los sueldos ni las operaciones, salvo que haya una memoria. Entonces, lo que se haga en materia de transparencia y de reforma a la ley de transparencia, yo creo que debiera hacerse mucho más allá de los proyectos, por lo menos de los que yo he visto. De verdad tiene que ser más en profundidad y salir de que sea solamente lo público. ¿Por qué? Porque aquí es lo que ha ocurrido en Chile. El Estado se ha achicado y, en cambio, tenemos estos actores privados en todas las actividades, y entre otras en esto. Y en el caso de las universidades, donde además hay grupos detrás. Entonces, de verdad se requiere eso, mucha mayor transparencia. Lo otro, que tuvieran una especial rendición de cuentas de lo que hacen con esos recursos públicos que están recibiendo, que son muchos, por lo que les comentaba. Por otra parte, y es una cosa que se la pueden escuchar a las personas, sobre todo del Consejo del Consorcio de Universidades del Estado, a Osvaldo Corral, el presidente y el rector de Universidad del Paraíso, que el problema de la desigualdad está entre el tratamiento a las universidades públicas y las privadas, y eso nos ocurre, y digo, uso la primera persona plural porque nos ocurre a las universidades públicas de Chile, por ejemplo, frente a la Católica. La Católica que no he mencionado acá, pero que el DUOC es otro gran receptor de ayuda estatal. El Instituto Profesional del DUOC es impresionante.
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Esa desigualdad que después dicen, ah, que es más burocrática. Claro, Contraloría General de la República y todas las instancias que tienen que pasar de control interno y además de cómo se opera en una universidad como la Universidad de Chile, para que un académico, por ejemplo, llegue. Hoy día se están exigiendo concursos, y en esos concursos públicos después viene la evaluación de las personas. Me toca presidir en mi facultad la Comisión de Evaluación Académica. Son comisiones en que nos presentan los currículos, se analiza la trayectoria del académico o si viene entrando por concurso, qué es lo que ocurre con esa persona. Y luego, en el caso de las más altas jerarquías, que se llaman profesores asociados y titulares, pasan a la Comisión Superior de Evaluación. Es toda una cuestión que yo me imagino que no ha existido para nada en casos como este. Yo no sé la razón que tuvo en ese minuto Andrés Chavik, cuando era el decano de la Facultad de Derecho, que supongo que ahí estaba Marcela Cubillo, que después fue presidente de la Junta Directiva de la Universidad San Sebastián. No hay protocolos, no hay todas estas... no diría restricciones, exigencias que tienen. En el caso de las universidades públicas a veces llegan a ser excesivas porque significa mucho trabajo, eso también. Eso es lo que se me ocurre en materia de, insisto, la transparencia, rendición de cuentas absolutamente necesaria. Muchas gracias por su exposición y por su respuesta, profesora. Ha sido una presentación bien contundente, bien completa, la cual, por cierto, agradecemos. ¿Hay alguna otra consulta? Parece que no hay más consultas. ¿Sí? Diputada Morales. Muchas gracias, presidente. Gracias a los presentes. Quería hacerle una pregunta a nuestra invitada, ya que más allá de que esta comisión investigadora busca de alguna manera recabar antecedentes sobre el caso particular de la ex ministra Cubillos, a lo largo de las sesiones también hemos visto que efectivamente esta podría ser una práctica más propia de lo empresarial, pero tampoco constituye lucro según como se concibió el lucro en la reforma del año 2018, que es llevar recursos a los dueños o accionistas para generar utilidades. Entonces, me gustaría aprovechar que parte de su presentación ha sido una crítica bien fuerte del crecimiento quizás descontrolado o poco estratégico de las universidades privadas, incluso aquellas que no tienen gratuidad, porque muchas veces se ha culpado o más bien se señala que la causa de esto es que la gratuidad no puso suficientes cortapisas para que ingresaran a las instituciones, conociendo también que en eso el Tribunal Constitucional tiene mucha más responsabilidad finalmente que el diseño que se hizo del proyecto de ley del 2018. Pero hoy día la gran mayoría de las instituciones que usted nombraba, incluso la propia Universidad San Sebastián, no tienen gratuidad. Entonces, ¿dónde estamos fallando en el sistema de acreditación o simplemente este mercado abierto si las familias están dispuestas a invertir en un título universitario que se les entrega a las universidades privadas debiésemos de alguna manera no impedirlo? Mi pregunta es, ¿cuáles son los mecanismos o de qué manera usted se imagina un sistema de educación superior con objetivos más estratégicos? Porque finalmente la masividad de los títulos también ha generado que el título valga menos, digamos, para la trayectoria profesional y educativa de los estudiantes, pero siguen los números señalando que, aunque valga menos, la inversión todavía vale la pena, porque probablemente por la estructura de sueldos de nuestro país, tener un título universitario sí te pega un salto, sí te permite generar un salto en los ingresos en que esa inversión, digamos, más allá de todo lo otro que entrega la universidad, la inversión monetaria por parte de los padres todavía...
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